jueves, 17 de enero de 2013

Economía COMERCIO EXTERIOR, PRODUCTIVIDAD LABORAL Y SUPEREXPLOTACIÓN CAPITALISTA, Cesar Risso.



Economía


COMERCIO EXTERIOR, PRODUCTIVIDAD LABORAL Y SUPEREXPLOTACIÓN CAPITALISTA


Cesar Risso.


El imperialismo desarrolla mecanismos que le permitan explotar a países enteros, para lo cual requieren de la complicidad de la burguesía nativa, en su calidad de intermediaria, y de los gobiernos de turno, más allá de la propaganda nacionalista que desarrollan.

El aumento de la productividad laboral en nuestro país, expresa que la maquinaria o la tecnología, permiten extraer mayor cantidad de trabajo de los obreros por unidad de tiempo. Dada esta situación, si las remuneraciones no aumentan o aumentan en una proporción menor a la productividad del trabajo, entonces está aumentando la explotación de los trabajadores.

Entre los años 2005 y 2011, la productividad laboral aumentó en cerca del 57%, en tanto que las remuneraciones promedio aumentaron en cerca del 41%[1].

Este aumento de la explotación de los trabajadores, se basa en el incremento de la plusvalía relativa, lo cual permite que en menos horas los trabajadores creen un nuevo valor equivalente a su remuneración, ampliándose el tiempo en el que labora para crear un nuevo valor, que es el que se apropia la burguesía bajo la forma de ganancia. Esto corresponde a la explotación a la que la burguesía nativa somete a los trabajadores de nuestro país.

Los datos dan cuenta del aumento de la productividad laboral[2], sin embargo, y aunque han aumentado las remuneraciones, pero en una proporción menor, a la burguesía las cosas no le han salido tan bien. Entre los años 2000 y 2011, la plusvalía se ha incrementado en 25,54% y la cuota de ganancia lo ha hecho en 6,32%. Si tomamos los años 2005 y 2011, periodo que corresponde al aumento de la productividad laboral y al de las remuneraciones señaladas líneas arriba, los valores son de 16,17% y 4% respectivamente. En ambos casos el aumento es menor al de la productividad laboral.

La productividad laboral del Perú es más baja que la de las economías latinoamericanas de ingreso medio alto[3]. Y, por lo tanto, es más baja que en los países industrializados. Esto agudiza aun más la explotación de los trabajadores de nuestro país, pues a la explotación de la burguesía nativa se suma la explotación de la burguesía de los países imperialistas. Esto se da debido a que creamos menos valor por hora que los países industrializados, o lo que es lo mismo, que cada mercancía producida en nuestro país requiere mayor tiempo de trabajo socialmente necesario, y en consecuencia contiene más valor; en el intercambio con los países industrializados entregamos más valor que los que estos países nos entregan a través del comercio internacional; lo cual se debe a que cada mercancía producida en los países industrializados, de elevada productividad laboral, contiene menos tiempo de trabajo socialmente necesario, y por lo tanto representan menos valor.

Recuérdese que la plusvalía es trabajo no remunerado, de modo que mientras más intensiva en trabajo sea la actividad productiva, mayor plusvalía crea. Pero, por la anarquía de la producción, esto es, por la competencia, en el mercado, las actividades intensivas en capital obtienen parte de la plusvalía de los sectores intensivos en mano de obra.

Parte de este mecanismo de sobre explotación reside en el hecho de que en el Perú, la inversión minera, por ejemplo, ha venido aumentando, debido al incremento de los precios internacionales de los minerales. Esta situación ha provocado el aumento de los términos de intercambio. Esto es, el índice de precios de nuestras exportaciones es mayor que el índice de precios de nuestras importaciones. Esto quiere decir que con el precio promedio de nuestras exportaciones podemos importar cada vez más. Sin embargo, lo que sucede es que de estos precios se benefician las empresas transnacionales, que son las que invierten en la actividad minera, así como aquellas otras encargadas de acopiar las mercancías para hacer mayor volumen y exportarlas.

Esta situación configura un esquema o modelo que aprovecha las condiciones de bajos salarios en nuestro país para extraer valor no remunerado. A través de la producción en los sectores primarios (extractivos), de una baja remuneración, y del aumento del precio a nivel internacional, se procede a trasvasar el valor creado por los obreros peruanos, hacia los países imperialistas a través de las empresas transnacionales.

Este mecanismo se agrava aún más para los países que firmamos acuerdos comerciales con países imperialistas como Estados Unidos. En estos acuerdos, fundamentalmente se trata de la reducción significativa de las medidas de política comercial que permitan hacer frente a este trasvase de valor. De modo que ni siquiera a través de estos mecanismos podemos evitar que el trasvase de valor sea mayor.

Así, los llamados Acuerdos de Libre Comercio, en realidad son mecanismos para agudizar la explotación de los países en vías de desarrollo por parte de los países imperialistas.


[1] Los cálculos se realizaron con la información del INEI.
[2] La burguesía concibe que la tierra, el capital y el trabajo crean nuevo valor. Este es un grueso error, que tiene su fuente en la apología que hacen los intelectuales al servicio de la burguesía. La única mercancía que crea valor es la fuerza de trabajo. Sin embargo, la burguesía calcula la productividad del capital.
[3] BANCO MUNDIAL. El Mercado Laboral Peruano Durante el Auge y la Caída. Diciembre 2010.

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