Protestas en Justo
Desafío a la Escalada Represiva del Régimen Fascista de Trump y Pence
Revista
Revolución
Nota de la redacción de la revista Revolución: Trump envió una fuerza federal fascista de
despliegue rápido para reprimir violentamente a las protestas en Portland que
han continuado desde el asesinato policial de George Floyd. A pesar de esto,
las protestas han continuado y han atraído a más gente con su justo desafío por
todo Estados Unidos. Esto es muy positivo, y tiene que continuar. En ese contexto,
estos puntos siguen siendo importantes.
23 de julio de 2020. Ante los cerdos policías federales y
municipales, el martes 21 por la noche, la gente ya lleva con valor en Portland
56 noches seguidas en lucha contra el terror policial y la supremacía blanca.
Estas protestas han incluido a madres que valientemente se han puesto en las
primeras líneas para defender a los manifestantes contra la represión estatal.
Ante
todo, es extremadamente positivo que la gente haya regresado más fuerte ante
esta represión cruel y violenta, noche tras noche. Se necesitan manifestaciones
de solidaridad y expresiones de apoyo provenientes de todo Estados Unidos.
El
mismo tiempo, el régimen fascista, y sus fuerzas violentas de represión, están
redoblando sus esfuerzos. El miércoles 22, de nuevo los agentes federales
gasearon a miles de manifestantes, junto con el alcalde de Portland Ted
Wheeler, y siguen agarrando a los activistas en las calles1.
El
lunes 20, el director de Seguridad Nacional interino, Chad Wolf, dijo: “No
necesito invitaciones por parte del estado... para hacer nuestro trabajo. Vamos
a hacerlo, les guste o no”. Ese mismo día, Trump amenazó: “Vamos a tener más
agentes federales del orden, eso sí se los puedo decír”2.
Claro
que estas maniobras han alarmado a amplios segmentos de la sociedad. La
columnista del New York Times Michelle Goldberg escribió:
“Están agarrando a los manifestantes en las calles sin órdenes judiciales. ¿Ya
podemos llamarlo fascismo?”3 Sí. Esto no
es una estrategia para ganar votos, o una “distracción” del desastre de la
Covid-19, o “la sensación de fascismo”. ¡Sí que es FASCISMO!
Segundo,
el despliegue de unidades paramilitares, directamente bajo el mando del régimen
de Trump y Pence, con el respaldo total de los organismos federales del orden,
representa una escalada extremadamente seria del fascismo.
El
régimen de Trump y Pence ha enfrentado cierta oposición por parte de las
fuerzas armadas de Estados Unidos debido a varias maniobras relacionadas con la
aplicación de la represión interna, la ley y el orden4. Ahora, las
fuerzas desplegadas en Portland, en un ensayo general para su despliegue en
otros lugares, son paramilitares leales al régimen de Trump y bajo su
control directo. Estos “equipos de despliegue rápido” están compuestos
principalmente de agentes de la Patrulla Fronteriza y del ICE, con triste fama
por ser partidarios golpeadores fanáticos de Trump. Cuentan con entrenamiento
para hacer lo que el régimen les ordene, sin ningún respeto para la ley o la
Constitución. Esto podría darle al régimen enorme apalancamiento contra la
oposición desde cualquier parte.
Tercero,
estos despliegues representan un importante ataque a las masas de personas, y a
los liberales y a los demócratas que ahora controlan los gobiernos de muchas
ciudades y estados.
El
mando de muchas fuerzas policiales municipales está en manos de los demócratas
que se oponen a Trump. Al desplegar fuerzas federales, y al establecer fuerzas
de tarea compuestas de cerdos policías federales y municipales, el régimen está
impulsando su poder fascista en los centros de la oposición burguesa al régimen
así como del torrente de protestas de masas. La Unión Americana de Libertades
Civiles advierte: “Las fuerzas secretas de Trump aterrorizarán a las
comunidades y crearán caos. No se trata de la ley y el orden. Es un asalto a la
gente de este país, a las protecciones específicas para las protestas y prensa
en la Primera Enmienda y a la asignación bajo la Constitución del trabajo
policial a las autoridades locales”.
La
injerencia federal en el trabajo local de la aplicación de la ley, por encima
las objeciones de los funcionarios locales electos, es parte de hacer avanzar
el dominio fascista y derrotar a los sectores de la clase dominante burguesa
que se oponen al régimen fascista. “El trabajo policial es una función
municipal y estatal”, dice una declaración de la Conferencia de Alcaldes de los
Estados Unidos. “Que el gobierno federal se presente sin invitación... y
arreste a sus residentes sin causa probable es una amenaza sin precedentes y
peligrosa a nuestra democracia y al futuro de nuestro gran país”. Los alcaldes
de 15 ciudades de Estados Unidos también firmaron una carta a Chad Wolf y al
jefe del Departamento de “Justicia”, William Barr, con la demanda de “acción
inmediata para retirar sus fuerzas”5.
Cuarto,
el despliegue de Trump tiene implicaciones ominosas para las elecciones de
noviembre.
Trump
nunca ha jugado de acuerdo a las reglas y normas de la democracia liberal; es
un fascista emperrado en hacer añicos esas reglas y normas. Es una ilusión
peligrosa pensar que actuará de otra manera antes, durante o después de las
elecciones venideras. Ya rechazó, en una entrevista del 19 de julio con Chris
Wallace del Noticiero Fox, comprometerse a acatar los resultados de las
elecciones, diciendo: “Está en veremos”.
Si se
dieran brotes de protestas de masas contra las maniobras ilegítimas de Trump en
torno a las elecciones, sería posible imaginar la manera en que pudieran
desplegar estas fuerzas paramilitares federales. Una carta reciente posteada en
revcom.us pone al descubierto “los esfuerzos sistemáticos de parte del régimen
fascista de Trump y Pence y sus seguidores de socavar, en su propio beneficio,
la integridad de las elecciones venideras. Esto es un ataque extremadamente
peligroso contra los derechos democráticos —y en el caso del pueblo negro, los
derechos ganados mediante una lucha muy dura— y una escalada rumbo a la
consolidación fascista”6.
Todo
esto subraya la urgencia de hacer frente a la naturaleza fascista, programa y
peligro del régimen de Trump y Pence y de construir protestas no violentas
sostenidas de masas para sacar del poder al régimen de Trump y Pence ahora, SIN
esperar para las elecciones.
Notas:
1. Con
violencia, la Gestapo trumpista asalta, agarra a manifestantes en Portland: No
es “teatro”, sino parte de una escalada fascista general mortalmente seria,
revcom.us, 22 de julio; Continúan las
protestas contra la racha de represión fascista en Portland,
revcom.us, 22 de julio de 2020.
2. Carta de
corresponsal chicagoense: Primero
Portland… Ahora Trump están despachando cerdos policías federales a Chicago,
revcom.us, 22 de julio.
3. La ocupación de Trump de las ciudades estadounidenses ha comenzado, New
York Times, 22 de julio.
4. El 1º de junio, Trump intentó desatar a las
fuerzas militares regulares contra el levantamiento a nivel nacional mediante
la invocación del Acta para Suprimir Insurrecciones de 1807. Varios líderes
militares objetaron, y Trump no pudo seguir adelante con su plan.
5. Statement: U.S. Conference of Mayors Voices Opposition to Deployment of
Federal Law Enforcement to Cities, prnewswire.com, 21 de julio de
2020; Oakland, San Jose mayors tell Trump sending agents to Portland and other
cities is ‘abuse of power’, Mercury News, 22
de julio de 2020.
6. Carta de un
lector: Esfuerzos polifacéticos de los republi-fascistas por
“ganar” las elecciones novembrinas, revcom.us, 22 de julio de 2020.
Fuente: Revista
Revolución (revcom.us)
Cuba: Un
Primero de Mayo en Tiempos de Covid-19.
A Veinte Años del Concepto Fidelista de Revolución.
Felipe de J. Pérez Cruz
LA CENTRAL DE TRABAJADORES
de Cuba (CTC) llamó el 24 de abril a conmemorar el 1ro. de
Mayo, en el escenario nuestros hogares, convertidos en bastiones de la batalla
contra la pandemia del COVID-19. La convocatoria se realizó bajo la
advocación de los ciento cincuenta años
del nacimiento de Vladimir Ilich Lenin, genial, conductor de la Gran Revolución
de Octubre. Este año por demás arribanos a los veinte años de la formulación
por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, del concepto de Revolución, que
nuestro líder realizara en el acto por
el 1ro de mayo del año 2000.
El trabajo de elaboración por Fidel de la categoría Revolución,
se puede encontrar desde sus primeros documentos y discursos políticos. Es un
resultado precisamente de su praxis martiana y leninista. Tuvo su primera
concreción teórico-movilizadora en “La
Historia me absolverá”, alegato frente a sus acusadores por los actos de
rebelión del 26 de julio de 1953. El documento re escrito desde la cárcel, se convirtió en el programa de la Revolución
Cubana, y acompañó y direccionó la estrategia revolucionaria durante la Guerra
de Liberación (1955-1958) y en el primer lustro del tránsito socialista, luego
de la victoria del 1ro. de enero de 1959. El concepto que el Comandante nos
legó en el 2000, por su plenitud teórica e impronta para la acción, resultó ser
su más esencial testamento político filosófico:
“Revolución es sentido del momento histórico;
es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser
tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros
mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas
dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en
los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés,
altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y
realismo. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños
de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo,
nuestro socialismo y nuestro internacionalismo” (1).
Pienso que bajo la impronta
leninista que acercó la convocatoria del 1ro de Mayo, resulta un buen ejercicio
retomar el concepto fidelista, para pensar sobre lo que hoy ocurre en nuestro
país. Hace 103 años, en los avatares de
febrero-marzo de 1917, Lenin alertaba de la necesidad que tienen los partidos
revolucionarios de reaccionar con rapidez, y habituarse a la nueva situación “cuando la historia da un viraje brusco” (2), so pena de quedar rezagados, y
vencidos por los propios acontecimientos.
Mayo en batalla contra la COVID-19
La convocatoria que libró la
CTC, como documento en la historia (3), nos brinda una información primaria de
la situación laboral: Resaltó la labor de los médicos médicas, enfermeros y
enfermeras, y de de todo el personal de la salud, héroes de primera línea en el
heroísmo cotidiano, que nos regalamos y
multiplicamos los cubanos y cubanas, para vencer al virus que intenta robarnos
la vida y la alegría.
El
documento de la CTC permite abrir el conjunto social que hoy participa en la
batalla contra el COVID-19 en el país. Entre quienes honran la conmemoración,
merecen reconocimiento especial, los científicos y trabajadores del complejo
tecnológico-productivo del polo de la biotecnología, la producción de vacunas y
otros medicamentos. Los obreros que
continúan dando vitalidad a la economía y a los programas de desarrollo, los que laboran en la zafra azucarera, la
producción agropecuaria y de alimentos, transportistas, portuarios,
constructores –de viviendas-. los fabricantes de productos de aseo, de
generación de energía y comunicaciones, así como los trabajadores del comercio
y la gastronomía, juntos a los obreros de comunales que garantizan la higiene
en nuestras comunidades (4). También resulta encomiable la contribución del
sector no estatal, de los campesinos, cooperativistas y trabajadores por cuenta
propia y productores privados, que complementan la oferta de producciones y
servicios. Los trabajadores sociales junto a las organizaciones revolucionarias
de los barrios, hacen realidad la voluntad de que ningún cubano o cubana quede
desprotegido.
El 1ro. de Mayo llegó en medio de un movimiento artístico y
comunicacional, que ha hecho del aporte creativo, la sensibilidad, la belleza y
la información oportuna y veraz, un valioso baluarte de resistencia cultural,
disfrute estético y compromiso político. Se subraya la dedicación de maestros,
profesores y metodólogos del Ministerio de Educación, en alianza con la
televisión y la familia cubana, hacen posible una oferta pedagógica en casa,
para nuestros niños, niñas y adolescentes.
La próxima generación laboral, acompaña a las actuales
generaciones, en las tareas de
pesquisaje de la enfermedad, el apoyo en las residencias universitarias
convertidas en centros de atención a pobladores en vigilancia epidemiológica,
en los proyectos de investigación-producción, el desarrollo de aplicaciones y
la labor en redes. Ya hay varios
contingentes de jóvenes movilizados a
las tareas de la agricultura y la producción de alimentos.
Los combatientes de la Policía Nacional Revolucionaría y de
otras líneas de trabajo del Ministerio del Interior, de las fuerzas de
prevención y tropas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, los profesionales
de la Fiscalía y los Tribunales,
garantizan que la voluntad y los derechos de las mayorías, no sean puestos en
riesgo, y que la propiedad del pueblo y la personal sea protegida. Soldados,
sargentos y jóvenes oficiales, con sus experimentados cuadros de mando, dan la
batalla contra el virus, sin descuidar la preparación para la defensa.
Las consignas propuestas
El movimiento sindical para
el 1ro. de Mayo solicitó a la familia trabajadora, la mayor disciplina y auto
responsabilidad social. Se trata de una segura deferencia del mundo del
trabajo, con esa institución base de la socialidad socialista, que es la
familia. Fue también un llamado a su
inmensa membrecía, que protegida por la Revolución trabaja en casa en tiempos de COVID-19, y
recibe los beneficios de la política laboral del socialismo.
A la propuesta del movimiento obrero, Miguel Díaz-Canel
Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, en expresión del histórico apoyo
del Estado socialista a la conmemoración de los trabajadores, sumó su mensaje
de compromiso patriótico. Sugirió el presidente cubano que el día 1ro, a las
ocho de la mañana, en todos los hogares, se cantara al unísono el Himno
Nacional. La propuesta de “Díaz-Canel adelantó una consigna precisa: “Que los trabajadores levantan y sostienen
la Patria, a pesar de bloqueos, guerras y amenazas” (5).
“Cada
consigna debe dimanar siempre del conjunto de peculiaridades de una determinada
situación política” (6),
precisaba Lenin, y la propuesta del Presidente
coloca en la más exacta perspectiva política, sobre la que se debe movilizar el pensamiento y la acción.
Enfrentar
la COVID-19 ha situado en una nueva perspectiva la certeza de Fidel, cuando nos
precisó que Revolución: “es emanciparnos
por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas
fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional”.
La clase obrera cubana, los trabajadores, campesinos,
estudiantes, intelectuales, los productores y los empresarios privados de la
reproducción socialista, resisten el embate de clase del imperio
estadounidense, de sus aliados y lacayos
externos e internos, de las fuerzas capitalistas a escala universal, con su
cultura, filosofía y accionar depredatorio, ideología egoísta y cosificadora.
Enfrentan a los nuevos sujetos capitalistas que se han reconfigurado a escala
social nacional, a los elementos desclasados y corruptos, la delincuencia, la burocracia paralizadora, la gerencia
inepta, viciada y/o corrompida, y la polarización contrarrevolucionaria de
estos sujetos.
Las poderosas
fuerzas externas que enfrentamos.
En el mundo se redobla la
condena contra el bloqueo, con toda su criminalidad, en momentos en que Donald J. Trump, el fascista que está en la Casa Blanca, cada día
más aislado, persiste en el afán de provocar y agredir.
Las afectaciones del bloqueo al sector de la salud entre
abril de 2018 y marzo de 2019, provocaron pérdidas por más de 104 millones de
dólares. Ahora mismo, nos impiden la
compra en Estados Unidos o a sus filiales en otros países, de ventiladores e demás insumos para el
enfrentar la epidemia. Esta política se realiza a pesar de que, según la letra
del Reglamento de Control de Activos de
Cuba, de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), se nos pueden
otorgar licencias generales para
transacciones y reexportación desde un tercer país, de medicamentos y
dispositivos sanitarios, e incluso realizar inversiones en hospitales de la Isla.
Pero el gobierno del señor Trump no otorga las licencias. Ni siquiera
donaciones de terceros, pueden trasladarse hasta Cuba en transportes
estadounidenses.
El bloqueo comercial, financiero y tecnológico es una
política de genocidio. Actúa contra toda la nación enrareciendo la vida y el
funcionamiento del país, más allá de la afectación propiamente económica. Se
siente hoy el golpe brutal del bloqueo
contra la Educación Superior, sin posibilidad de hacer llegar por red, la
atención docente a los estudiantes universitarios.
La lucha contra la COVID-19, ratifica que la colaboración
internacional de la cual Cuba es un
indiscutible actor mundial, es el vehículo por excelencia, para promover la
solución de problemas y amenazas globales. Y precisamente hacia este escenario
se ha recrudecido también el ataque del imperio. A la campaña contra la
presencia de los médicos y el personal de salud cubana en el mundo, se añade en
tiempos de pandemia, el afán de minimizar el aporte de los medicamentos cubanos,
en especial el interferón recombinante, el ALFA 2B utilizado ya en 45 países.
El Departamento de Estado y la Agencia de Estados Unidos para
el Desarrollo Internacional (USAID) informaron que Cuba estaba excluida de la
“ayuda” para controlar la propagación de
la epidemia, que iba a otorgar el imperio a un grupo de países. A la par estas
agencias federales, no cejan en promover y organizar operaciones de subversión, y ataque político.
El bloque acrecentado, y la labor de subversión no agotan la
criminalidad imperial. Han aumentado los peligros de una agresión armada.
El presidente Trump, carente de experiencia política y
militar, parece darles a los generales del Departamento de Defensa, una
relevante participación en sus decisiones.
En el 2019, les aprobó el mayor presupuesto de gastos militares,
ascendente a 732 mil millones de dólares, lo que incrementó en un 5,3 % el
fondo asignado en el año 2018.
La actuación internacional del Pentágono, evidencia un
reemplazo real del Departamento de Estado en su papel en la política exterior
del imperio (7). Hoy los altos mandos militares ejercen la función de
procónsules, con la encomienda de llevar adelante la antigua diplomacia de las
cañoneras, tal como se constata en nuestra región, con las coordinaciones
realizadas por altos mandos estadounidenses en Brasil y Colombia, con el
propósito de agredir a la república venezolana.
Falta de creatividad y rebosante de grosera prepotencia, con
total desprecio por el derecho internacional, la actual administración
estadounidense, repiten el esquema previo a la invasión de Panamá en diciembre
de 1989. Mienten y acusan al
Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela de vinculación con el
narcotráfico, y juzgan como reo en un tribunal estadounidense al presidente
Nicolás Maduro Moro y le han puesto precio a su captura. En tanto el Gobierno
cubano es tan cercano al venezolano, la lógica canalla afirma que “de seguro”
debe conocer y apoyar el ilícito, y también le acusan como cómplice.
La garantía de nuestra defensa está en la capacidad que hemos
desarrollado para resistir y vencer una invasión imperialista, y pasa también
por fortalecer el frente regional y mundial antimperialista, con el propósito
de parar la agresión contra Venezuela, y frenar las acciones imperiales en el
Medio Oriente y en otros escenarios internacionales.
Los retos cubanos no solo están en el marco de diferendo
histórico de la nación, con quienes desde hace 200 años intentan someternos. En
tiempos de COVID-19 no han cedido las pandemias de la depredación del medio
ambiente, la miseria y el hambre, que reducen la vida y asesinan a millones de
seres humanos. Se sabe que una vez se logre controlar el virus, la
desaceleración y crisis económica, el desempleo y la miseria, castigaran con
particular fuerza a los pueblos de Sur subdesarrollado. Cuba no va a estar exenta de esta situación,
aunque lo que hoy adelantamos, nos da la seguridad de que estaremos en mejores
condiciones para hacer frente a la adversidad.
Las poderosas
fuerzas internas que enfrentamos
Del 2000 a la fecha, hemos
avanzado. Con Fidel en vida, creamos las condiciones de programa, continuidad y
relevo que hoy, puestas a prueba, nos ratifican las certidumbres que tenemos.
La estrategia de victoria construida en el VI (2011) y VII (2016) Congreso del
Partido Comunista de Cuba, y la validez estratégica y práctico transformadora de
los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución,
se percibe ahora más que nunca, en toda su certeza:
Hay que producir el alimento
de los cubanos dentro de Cuba y garantizar soberanía alimentaria, liberar de
trabas las fuerzas productivas internas, la iniciativa personal y colectiva, dar
la batalla por la calidad y la competitividad, continuar desarrollando los
sectores económicos de punta y a la par, disminuir gastos por importaciones,
diversificar y crear nuevos renglones exportables, y avanzar en el cambio en la matriz
energética. En el tema monetario, cada vez que nos acercamos a poner fin al
lastre de la doble moneda, las circunstancias adversas se concitan. La empresa
socialista es la columna vertebral del sistema productivo cubano, pero no
logramos hacer que se generalice su existir eficiente. En el orden social, la
continuidad de la política de atención a las familias, jubilados y sectores más
vulnerables precisa de mayores recursos, y el país sufre de limitaciones.
La batalla político-ideológica, precisa de perfeccionar el
programa de objetivos que se aprobó en la Conferencia Nacional de Partido
(2012), con el propósito de fortalecer el sistema político, la solidaridad y el
hacer socialista y anticapitalista. Están en curso las batallas políticas contra el
burocratismo y la burocracia; la negligencia, el acomodamiento y
aburguesamiento de los cuadros, el rebrote de la ideología y la filosofía
individualista y consumista; la necesidad de fortalecer la moralidad martiana y
fidelista, y el valor del trabajo; la búsqueda del mejor equilibrio entre centralización
y descentralización; la modernización y adecuación del sistema de
organizaciones revolucionarias, su dinamización y ampliación; la renovación de la relación dirigentes
dirigidos frente al relevo generacional en la dirección del Partido y el
Estado; y el fortalecimiento del poder popular, la democratización y el Estado
de derecho socialista. Estos frentes de lucha política e ideológico cultural, han
ocupado el hacer del movimiento revolucionario en la última década. El proceso
masivo de consulta y aprobación, y la proclamación el 24 de febrero del 2019, de la nueva constitución
socialista, marca un hito.
Los avances sostenidos determinan la cualidad del tiempo
histórico transcurrido, pero ello no significa que los ritmos de los
acontecimientos sean idénticos, ni que dejen de existir asuntos que no han
adelantado, insuficiencias y errores que persisten, y peor, que se
metamorfosean en las cambiantes relaciones, para mantener su existencia
patógena, casi siempre inmoral y contrarrevolucionaria. A estas circunstancias sumó
lo excepcional y complejo de la llegada y lucha contra la pandemia.
Ninguno de los problemas fundamentales que tenemos, se pueden
resolver en los 45-50 días, que han transcurrido, para la colocación del país
en el escenario de la batalla contra el nuevo corona virus. Quienes dudan, y se
oponen desde izquierdas y derechas, los
que tienen objeciones dentro de la propia Revolución, tienen para su vocación
crítica un nuevo entramado de complejidades.
Lo que sí dicen los
hechos, con su probatoria objetiva, es que nadie se ha amilanado, y que la
tozudez en la esperanza, que caracteriza a los comunistas y al pueblo patriota,
a la inmensa mayoría de los cubanos y cubanas, se mantiene.
El contradictorio social
En tiempos difíciles, los problemas acumulados pesan, y Cuba no es
una excepción. Pero lo que prevalece hoy por hoy, adelanta y vence. La gestión económica,
social y política está centrada en
defensa de la vida del pueblo, praxis que ineludiblemente incluye, solventar no
poco de lo que hasta ahora a escala de eficiencia productiva, gubernamental y
social no hemos podido solucionar.
Que cooperativas y empresas socialistas en el agro y la
industria alimentaria, encuentren el camino de la productividad y la eficiencia
resulta una buena noticia. Que no pocos centrales rompan los ciclos de
improductividad, que siga la pelea por producir, ahorrar y sustituir
importaciones, aún en estas circunstancias de peligro para la vida de quienes
están a pie del surco y la fábrica, son banderas genuinas para un 1ro de
Mayo. A su vez transcurren nuevos procesos
que ya marcan tendencia, que merecen la reflexión propositiva y su promoción
para la educación revolucionaria.
En estos días de heroísmo cotidiano, asistimos a un
relanzamiento de la alianza obrero-campesina, con la recuperación de su esencia
revolucionaria: No se murió en la Sierra y en la clandestinidad, ni en Girón,
Bolivia, Angola, para que los campesinos redimidos, se convirtieran en
propietarios adinerados, en tiempos en que los trabajadores resistían el peso
de las dificultades del derrumbe soviético, y la redoblada agresión
imperialista. Ni se otorgaron tierras en usufructo ya avanzado el período
especial, para que nacieran nuevos ricos. El agro da hoy una respuesta
protectora, que sostiene la resistencia: La de los que pelean contra el virus
en las instituciones de salud, y la que llega a las familias. Y la prensa y televisión están dando testimonio, de cuanto trabajo honrado y
solidaridad, anida en nuestros campos, en el corazón del campesinado y los
cooperativistas agropecuarios. Y en un 1ro.
de Mayo socialista esta debe ser una bandera.
Que numerosos campesinos, cooperativistas y empresarios
privados -que eufemísticamente seguimos
llamando trabajadores por cuenta propia- del sector productivo y de servicios,
estén comprometidos con nuestro proyecto humanista, y hoy emulen en iniciativas
para apoyar gratuitamente, con productos y bienes la lucha contra el COVID-19, resulta un hecho
de significación: Dice que lo que sembraron Fidel y la generación histórica,
está ahí presente, resistiendo y ganándole la partida al mercado, la
acumulación burguesa y el individualismo.
En presencia del mercado y de las diferencias entre cubanos
que acceden a productos-mercancías, que otros no pueden pagar, la labor que se realiza para la protección de
las familias y personas más vulnerables, constituye uno de esos acontecimientos
maravillosos de la Revolución Cubana, que por cotidianos, muchas veces no
valoramos en su trascendencia. En medio de esta epidemia, cientos de ancianos
reciben en sus casas cada día, el almuerzo y la comida, alimentación que
incluye no menos de cuatro productos, y en ellos siempre un aporte proteico en
pollo, carne o pescado. Y el costo de cada envío es de 1:00 CUP. Sin embargo, hasta ahora no existía una
conciencia colectiva que asumiera que políticas como esta peligran, sino
resolvemos males mayores.
La televisión mostró el operativo policial, en un centro de
elaboración de alimentos para ancianos en la Habana Vieja, donde se robaban los
alimentos, para venderlos a los especuladores. Y por ahí si va, lo que tiene
que acompañar la política social, la política económica y la política-política
revolucionaria.
La emergencia de la lucha contra la epidemia, en su gravedad,
ha adelantado en el combate contra el
llamado mercado negro, el robo, la malversación,
y la indisciplina económica. El cambio comienza a verse en el descubrimiento de
los ilícitos, la eficacia de los operativos y la consecuente penalización. El
Estado gana eficiencia, pero lo cualitativamente decisivo, lo que puede indicar
el inicio del fin de la permisibilidad, está en la participación popular, en la
vigilancia y la intransigencia frente a corruptos, ladrones, malversadores,
acaparadores, revendedores y demás delincuentes.
Desde el primer momento, en estos días de epidemia, se explicó
por el Partido y las autoridades, que ni un millón de policías serían capaces
de dar disciplina y respuesta frente a la ilegalidad y la corrupción, si el
pueblo no cuida y exige, y lo importante es que ese mensaje llegó a las masas.
Y la población en la calle está muy exigente contra lo mal hecho.
La batalla que ahora reverdece contra el delito económico, es
expresión en su desenvolvimiento, y más en esencia, de la concatenación
dialéctica de la lucha de clases en la Cuba de hoy. La malversación y el robo
de los recursos del Estado, el acaparamiento, la reventa de sobreprecio y la
explotación de la necesidad popular, son excresencias, que no solo afectan la
vida y economía del país y la familiar, a la par corroen los valores
socialistas, alejan la esperanza, y oscurecen el día a día de la resistencia
frente a la criminalidad del bloqueo. Si no vencemos estos males, nos vencen.
Si no les derrotamos, le damos el espacio al imperio: Que precisamente trabaja
para acrecentar las dificultades materiales y las necesidades no resueltas,
sembrar el desasosiego y la rendición.
Un hecho social total
La
pandemia que trascurre no es sólo una crisis sanitaria. Es –como afirma Ignacio
Ramonet - lo que las ciencias sociales califican de “hecho
social total”, en el sentido de que convulsiona el conjunto de las
relaciones sociales, y conmociona a la totalidad de los actores, de las
instituciones y de los valores (8). La compleja situación que atraviesa la sociedad
global, va hacer que muchas personas
reflexionen sobre el mundo que viven, y su lugar y responsabilidad. En Cuba, ya
lo percibimos.
La extrema peligrosidad humana que encierra la pandemia, en
las circunstancias de la agudeza de la lucha de clases en la sociedad cubana, y
en su complejo entorno, ha multiplicado
la idiosincrasia rebelde y valerosa de los cubanos y cubanas, y crece la
trascendencia del factor socio moral. La siembra de humanismo martiano y
socialista, ha sido decisiva: “defender
valores humanistas en los que se cree al precio de cualquier sacrificio”, definió Fidel. Y hemos visto y sentido en estos días, la modestia, el desinterés, altruismo, la solidaridad y heroísmo; que
existe y crece en el pueblo cubano, en sus profesionales y trabajadores, en los
jóvenes.
Nuevos rostros, comparten con el General
de Ejército Raúl Castro Ruz, y sus compañeros de la generación histórica, la
responsabilidad de encabezar la Revolución, de luchar con audacia, inteligencia y realismo… por nuestros sueños de
justicia para Cuba y para el mundo, que –se comprende, son- la base de nuestro patriotismo, nuestro
socialismo y nuestro internacionalismo. Y una situación tan difícil como la
que vivimos, su gestión responsable y certera,
ha ratificado la confianza y apoyo popular en el nuevo liderazgo de
continuidad.
El pueblo martiano, el de los agradecidos,
se siente protagonista, apoya y participa de la batalla contra el COVID-19. El sujeto social revolucionario cubano siente que está en plena lucha de clases. Lo
están los cubanos y cubanas que arrebatan
vidas a la enfermedad, los obreros, trabajadores y jóvenes, activos en
la vitalidad productiva, en los servicios y la vigilancia epidemiológica. Así lo expresan los jóvenes soldados,
sargentos y las generaciones de oficiales, que en estos días han sido
entrevistados, en plena preparación combativa. El curso de los acontecimientos, deja la huella además, de cómo muchos
cubanos perciben ahora, con más madures y compromiso, las urgencia e
importancias que se alinean para los próximos combates.
Nos sorprenderemos con lo que está incubándose en los
hogares, en las familias que en estos días de convivencia protectora, se auto
premian con los cariños y las historias de abuelos y padres combatientes, en
las batallas de la zafra y la guerra, de la paz y la dignidad. Aflora en estos
días la familia mambisa que heredamos, la que se creció en el período
especial. Hemos puesto en acción una
familia y sociedad educadora, patriótica, cualificada, cultural y
tecnológicamente, que posee un nivel escolar promedio de 11-12 grados, con un graduado
universitario cada once cubanos. Ciudadanos informados, ya muchísimos
conectados desde sus casas, que escuchan y ven lo que ocurre en el mundo y en
Cuba, y sacan sus propias conclusiones.
El pensar sobre lo que hoy ocurre en nuestro país alrededor
del 1ro de Mayo, nos acerca a un balance primario, que nos permite vislumbrar desde
las actuales cursos de acción, retos y problemáticas abiertas, lo que realmente
crece desde la profundidad del tejido social, cultural y político cubano.
Acredito que se anuncia una nueva forja histórica, en nuestro ya medio milenio
de resistencias, luchas y emancipaciones.
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Notas:
1) Fidel Castro Ruz:
Discurso pronunciado en la Tribuna Abierta de la Juventud, los Estudiantes y
los Trabajadores por el Día Internacional de los Trabajadores, en la Plaza de
la Revolución, el 1ro de Mayo del 2000, http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2000/esp/f010500e.html.
2)
Vladimir Ilich Lenin: “Sobre la propaganda”. En: http://revolucionbolchevique.blogspot.com/2009/07/
proposito-de-las-consignas-lenin.html
3)
Convocatoria por la celebración del Primero de Mayo, La Habana, 30 mar (AIN)
http://www.acn.cu/sociedad/8362-convocatoria-por-la-celebracion-del-primero-de-mayo
4) Thalía
Fuentes Puebla: Lanzan convocatoria al Primero de Mayo: Celebrar la
fecha con entusiasmo desde los hogares, Cuba debate, 22 abril 2020, http://www.cubadebate.cu/noticias/2020/04/22/lanzan-convocatoria-al-primero-de-mayo-celebrar-la-fecha-con-entusiasmo-desde-los-hogares/#.XqqcqLgSjRs.
5) Miguel Díaz-Canel
Bermúdez: La casa será la Plaza, afirma Díaz-Canel. Trabajadores. La Habana,
Publicado el 24 abril, 2020, http://www.trabajadores.cu/20200424/la-casa-sera-la-plaza-afirma-diaz-canel/
6) Vladimir Ilich Lenin: Ob.
Cit.