¡Después
de un Año de Guerra en el Oriente Medio!
Mahmoud
Elalwani
LA
GUERRA EN PALESTINA entra en su segundo año, se ha extendido al Líbano y
todavía parece estar en sus comienzos. Durante este año, los líderes de las
grandes potencias se apresuraron a brindar apoyo al Estado ocupante de Israel y
le otorgaron legitimidad para hacer lo que considerase oportuno bajo el lema
del derecho a la autodefensa.
El
molino de guerra sigue funcionando tal y como comenzó el primer día, matando a
personas inocentes sin piedad y sin moral. Ha quedado claro que la progresión
de la guerra, su expansión al Líbano y su posible extensión no constituyen una
preocupación para algunos de los países occidentales y regionales más poderosos
e influyentes en la política regional e internacional.
La
situación actual exige mirar la escena con realismo político, teniendo en
cuenta el equilibrio de poder político, militar y económico. La continuidad de
la destrucción y de las matanzas en Gaza y Cisjordania, así como su extensión
al Líbano sin un movimiento internacional serio para frenarlo, solo significa
una cosa: existe un proyecto acordado entre Estados Unidos y algunos países
occidentales para controlar el mundo árabe, y la herramienta para su
implementación es el Estado ocupante de Israel con todos los elementos de poder
militar que posee y con apoyo político, militar y económico ilimitado de los
países que participan en el proyecto, cada uno según su capacidad y con los
instrumentos que posee. El motivo por el que el Estado ocupante de Israel
acepta la implementación del proyecto es porque con él consigue lograr sus
intereses y sus aspiraciones estratégicas de expansión geográfica y económica
en la región.
El
Estado ocupante de Israel no emprendió un proceso de implementación de esta magnitud
y con esta fuerza bruta hasta que obtuvo la aprobación y todas las garantías
por parte de todos los países participantes en el proyecto y hasta tener
garantizados la seguridad del suministro militar y el apoyo económico. Está
claro que los socios se han comprometido a llevarlo a cabo y que por ahora su
plan funciona. La enorme magnitud de las pérdidas humanas y materiales
resultantes de esta guerra no parece sensibilizar a ninguno de los socios del
proyecto; a pesar de las pruebas presentadas por el Consejo de Seguridad de la
ONU, de las pérdidas humanas y de la destrucción generalizada, no se ha
adoptado ninguna posición seria a favor de un alto el fuego.
Israel
realiza pequeños actos para acallar a la comunidad internacional y evitar
objeciones, pero sigue avanzando hacia el gran objetivo acordado entre los
socios del proyecto. Un ejemplo de estos actos es el de permitir una mínima
ayuda humanitaria al norte de Gaza y una operación limitada en el sur del
Líbano.
Paralelamente,
los israelíes están tratando de volver a comercializar el concepto del ‘nuevo
Medio Oriente’, están tratando de volver a implantarlo en el contexto de las
repercusiones que consideran que tendrá la guerra en Gaza, en el Líbano y en
una posible guerra iraní-israelí. Netanyahu parece estar en un camino sin
salida; llegó a su gobierno para avanzar hacia una mayor incursión e invasión
de las capitales árabes en lugar de ir hacia la paz. En la perspectiva que
dibuja Netanyahu cuando dice que hay que cambiar la faz del nuevo Medio Oriente,
se refiere a un Medio Oriente sin fuerzas que se opongan a la ocupación y de
países que estén de acuerdo con ella, es un Medio Oriente a la carta de Israel.
Actualmente,
el jefe del gobierno fascista de Israel volvió a presentar su visión de un ‘nuevo
Oriente Medio’ basado en la eliminación de Palestina como estado y entidad
mientras construye un “sistema completo de asentamientos” en Cisjordania y
Jerusalén que sirvan como muro frente a cualquier posibilidad de existencia del
Estado de Palestina y como parte de su proyecto de un “Israel ampliado” que
supera sus fronteras reconocidas por las Naciones Unidas. Se van perfilando los
rasgos de un futuro próximo en la región basado en una “gran integración”
impuesta militarmente, sin resolver el conflicto en su esencia, solo a través
de la destrucción y por la fuerza.
En
cualquier caso, la paz no puede imponerse por la fuerza, con la destrucción y
aniquilación de seres humanos y de todos los aspectos de la vida de los pueblos
de Palestina y del Líbano de la que el mundo entero está siendo testigo
directo. La generación que ha sufrido esta barbarie sin ningún partidario o
ayudante que haya impuesto el cumplimiento del derecho internacional no
olvidará ni perdonará, no aceptará la existencia de la ocupación y querrá tomar
venganza para obtener sus derechos nacionales, lo que dificultará todavía más
la aprobación de cualquier proyecto de normalización e integración para Israel
en el Medio Oriente, este no será posible sin una paz justa que permita al
pueblo palestino tener sus derechos nacionales y su autodeterminación.
Nota: A continuación
publicamos un texto de la compañera Yohanelis Gutiérrez sobre el bloqueo
económico que sufre Cuba por parte de los Estados Unidos. La importancia del
texto radica en que trata de un mecanismo fundamental a través del cual se expresa
la dominación imperialista de Estados Unidos hacia los pueblos del mundo: las
sanciones económicas, comerciales y financieras a todos aquellos países que se atreven
a desafiar su poder. Estas sanciones violan flagrantemente el derecho
internacional, buscan frustrar los proyectos de desarrollo económico autónomo
de los pueblos que quieren liberarse de su sometimiento y dependencia respecto
al imperio y constituyen crímenes de lesa humanidad que deben ser detenidos. En
el mes de octubre Cuba ha sufrido de un apagón masivo que ha detenido parte de su
sistema productivo, además de que se continúa privando a la población del
acceso a alimentos y medicamentos. Recientemente 187 países han votado contra
este bloqueo criminal a Cuba, en la Organización de las Naciones Unidas. Desde
Creación Heroica exigimos también que cese el bloqueo económico contra Cuba.
El Comité de Redacción
El Bloqueo Imperialista de Estados Unidos Contra Cuba
Yohanelis Gutiérrez(*)
LOS ESTADOS UNIDOS LE HAN IMPUESTO a Cuba un bloqueo económico y comercial con el objetivo de estrangular la economía cubana y buscar que el reaccione en contra del proceso revolucionario. Estados Unidos ha impuesto medidas arbitrarias y unilaterales contra Cuba sin que existiera una resolución, sin que existiera un documento firmado, en fin. Pero esto tiene su explicación en el proceso de la nacionalización que lleva la Revolución Cubana en su triunfo, en 1959, el 1° de enero. Fidel nacionaliza en su proyecto, como primer ministro del país, nacionaliza las empresas norteamericanas que existían en el país.
La Fruit Company, entre otras, que tenían la mitad del
país, la Fruit Company tenía y dominaba los campos de Cuba, casi el 100%. Y era
totalmente latifundista el proceso agrícola en Cuba, lo cual se cambia el 17 de
mayo de 1959 con la ley de reforma agraria y con la ley de nacionalización en
el país, el proceso auténtico de la Revolución Cubana y comienza un rumbo de
socialismo en Cuba, que los yanquis jamás entendieron ni aceptaron. Y por eso,
en 1961, se comienza a manipular con el gobierno de Kennedy, todo el proceso de
bloquear a Cuba de una manera arbitraria y unilateral.
No es hasta el 7 de febrero, en la madrugada, a las 12
y un minuto, fíjense lo que estoy aportando, datos históricos, a las 12 y un
minuto del 7 de febrero de 1962, Kennedy firma ante el Congreso de los Estados
Unidos el bloqueo unilateral y permanente hacia la isla de Cuba. Por tanto,
nuestro bloqueo data de 60 años, y es un país [Cuba] que sí ha resistido los
resolutivos de los Estados Unidos y el Congreso norteamericano, más allá de
cualquier administración, un bloqueo rancio, ilegal, oportunista, en busca de
que claudique la Revolución Cubana. Y todo pasa porque no aceptaron jamás una revolución
auténtica, socialista a 90 millas de su Estado, porque Cuba no tiene petróleo
como Venezuela.
Por tanto, los intereses pasan por el concepto
ideológico, por lo que Cuba defiende y lo que representa Cuba a nivel de
América Latina y a nivel del mundo a escala global. Yo creo que siempre trato
en estos espacios de resaltar los aportes del Comandante en Jefe [Fidel Castro
Ruz] y su aporte fundamental en la política exterior fue no aislar a Cuba. El
proceso, ante esa medida que unilateralmente toman los Estados Unidos en 1962 a
las 12 de la noche de aquel 7 de febrero, Fidel le hace un contraplano a los
Estados Unidos. Nos bloquean, y automáticamente Fidel comienza una estrategia
de política exterior para no aislar a Cuba, que era el primer proceso de un
bloqueo. El primer proceso de un bloqueo, el primer objetivo es aislar al país,
que no se lo reconozca internacionalmente, que no comercialice con los países
que son de la escala global. Y eso lo comenzó a hacer los Estados Unidos desde
el año 1962 de manera descarada contra Cuba, un gobierno soberano e independiente.
Yo no me sé las cifras así tan bien como se las sabe
César [el embajador venezolano en Bolivia, César Trompiz, ponente también en el
seminario]. Yo eso sí, lo traigo bien apuntado, porque realmente no me lo sé de
memoria. Pero a Cuba le ha costado 60 años de resistencia, donde Cuba todavía
cohabita. Esos artículos que ya están en desecho en Unión Soviética, pues Cuba
vive todavía después de 60 años, porque la resistencia nos ha hecho reciclar
ante la alternativa de poder resistir.
El bloqueo, el bloqueo de Cuba, quiero decir en este
espacio, quede claro para los periodistas que están presentes y otras personas
que nos acompañan, el bloqueo de Cuba no es un tema bilateral con los Estados
Unidos. No es diferente con los Estados Unidos. El bloqueo contra Cuba es un
proceso que es extraterritorial. No solo perjudica las relaciones entre Cuba y
los Estados Unidos, sino con Cuba y todos los países del mundo. En 1992, por
primera vez, se presenta en las Naciones Unidas el resolutivo en levantamiento del
bloqueo y comienza el mundo a conocer la realidad cubana. Después de casi 40
años frente a la revolución, resistiendo el proceso, el proceso de bloqueo y
atentados terroristas contra Cuba, terrorismo de Estado contra Cuba.
En el 92 comienza la primera resolución y desde el 92
hasta nuestros días, Cuba presenta siempre en septiembre las Naciones Unidas su
resolución en contra del bloqueo, que como ustedes conocen, siempre ha sido
respaldada a nivel internacional.
En el 2014 se dio un hecho histórico para la
resolución del bloqueo, porque por primera vez en el 2014 en Naciones Unidas se
votan los 192 Estados miembros del mundo en contra del bloqueo, excepto la
abstención de Estados Unidos e Israel, como todos ustedes conocen. Fue el año
donde Cuba tuvo todos los votos a favor y eso marca un antes y un después de
esa resolución de 2014. ¿Por qué pasa esto? En 2014, como ustedes conocen, el
17 de diciembre, Cuba reanuda sus relaciones diplomáticas con los Estados
Unidos, con el mandato de Barack Obama, y eso trajo dinámicas a lo interno de
la política exterior entre Cuba y Estados Unidos, que condujo a un diálogo que
ya se había comenzado desde el 2013, y un diálogo dirigido por nuestro
comandante en jefe, por Raúl Castro, para poder hablar donde Chávez, por
supuesto, tenía también peso y era un gran amigo de Cuba. En el 2013 se muere
el comandante Chávez y en el 2014 él no pudo ver aquel paso histórico de Cuba
de reanudar relaciones con los Estados Unidos.
Comenzamos a acercarnos a un diálogo, yo creo que en
igualdad de condiciones, porque Cuba lo dispuso siempre así, porque hasta ese
minuto todas las mesas de negociación eran asimétricas a favor de los Estados
Unidos, contra un Estado tan pequeño como Cuba, y nosotros comenzamos a avanzar
en las relaciones bilaterales con los Estados Unidos y en diálogos de
conversación migratoria y en todos los sectores, impulsamos intercambios desde
el punto de vista médico, desde el punto de vista educativo, deportivo, cultural,
en fin. Después llegó el gobierno de Trump y echó por tierra todo lo que se
había avanzado desde un diálogo constructivo en las relaciones Cuba-Estados
Unidos. Hoy estamos frente a un gobierno de Biden, cada vez más, yo diría,
descabellado, un gobierno que actúa sin compromiso político con ningún Estado,
que actúa de manera totalmente descolocada en materia de política exterior.
Nunca sabemos por dónde va Biden y qué piensa hacer. Estamos
frente a una era de elecciones en los Estados Unidos, donde todo parece
indicar, los escenarios apuntan hacia un regreso del trumpismo, que fue tan
duro para el mundo. Y aunque el trumpismo, aunque hay otras luces y señas que
pudieran también cambiar de escenario si se lograra un milagro en lo interno de
los Estados Unidos.
El bloqueo a Cuba le ha costado en materia de
exportaciones y servicios USD 40.427,5 millones en pérdidas. Y por la ubicación
geográfica de nuestro comercio, USD 19.592 millones. Afectaciones a la
producción y los servicios básicos, USD 2.866,2 millones, sin contar las vidas
humanas.
Y en materia de salud pública, el impacto es
significativo porque tenemos enfermedades como el cáncer, por ejemplo, donde
podemos llegar a acceder a los productos norteamericanos para salvar vidas a
menores de edad y al adulto mayor, y no podemos, por el injusto bloqueo. Yo
creo que el ejemplo de Cuba es totalmente diferente al resto de los dos estados
que nos acompañan [se refiere a Nicaragua y a Venezuela], que han dado sus
expresiones.
Cuba ha resistido 60 años, acompañado con el 2021.
Además, el 2021 nos incluyen también de forma arbitraria en la lista de
patrocinadores, de estados patrocinadores del terrorismo. Cuando todos
conocemos que Cuba no patrocina ningún terrorismo y que tiene claras sus
posiciones con respecto a este flagelo.
Cuba es el único país de América Latina que ha firmado
los 19 resolutivos en contra del terrorismo y los mantiene, los afirma en
materia de derecho internacional y defensor de todo esto en la escala
multilateral. Y entonces es una más de las medidas que Estados Unidos les
impone de forma arbitraria a Cuba para aislarla y a someterla a hambre en busca
de un cambio que ellos llaman cambio democrático en un país donde hay una
revolución socialista absoluta, marxista y con una oportunidad histórica del
pensamiento de Fidel, donde eso no va a variar por muchos intentos de
doblegarnos. Yo creo que esa es la esencia para no agobiarlo, porque el tema
bloqueo tiene muchas cosas específicas, que estaríamos aquí hasta mañana para
explicar cada ley.
La ley Torriceli fue el antecedente de la ley Helms-Burton
y así las medidas coercitivas del gobierno de Trump con sus 243 medidas sobre
la ley Torriceli y la ley Helms-Burton, que lo único que preside es la
persecución financiera de los activos cubanos y la persecución en materia de
política exterior al papel que Cuba juega a nivel internacional. Esta es la
esencia del bloqueo que lo he tratado de explicar sin muchas resoluciones ni
muchos conceptos del derecho internacional para que ustedes puedan llevarse de
una manera concreta de qué estamos hablando. Y entonces, como les decía, desde
1962 hasta nuestros días, Cuba padece de un bloqueo hostil, ilegal, con un
impacto extraterritorial que, por supuesto, somete a Cuba a unas relaciones
comerciales casi siempre, casi leonianas con respecto al resto de los países,
porque no nos permite comercializar. Quien comercialice con Cuba es sancionado
también. El banco que nos dé préstamos es también sancionado, también el amigo
Venezuela que nos da petróleo para ayudarnos, sancionan los barcos en mar.
Las navieras son sancionadas por comercializar con
Cuba, así con Argelia, así con Rusia, así con los países de los Emiratos del
Golfo. Todo el que quiera ayudar a Cuba es sancionado. Y entonces es una
política de persecución implacable donde un país tan pequeño de 12 millones de
habitantes no lo puede resistir.
Estamos en un momento realmente muy difícil de total
resistencia y cada vez se le pide al pueblo más resistencia. Y eso unido a un
proceso de desestabilización política o en busca de desestabilizar a Cuba, donde
se pagan millones y millones de dólares para desarticular un proceso como el de
la Revolución Cubana, es la realidad que Cuba enfrenta todos los días, todos
los días. Entonces agradecer estos espacios para que ustedes conozcan de
primera mano otra versión de la que se vende en los medios y en Internet.
Muchas gracias por esta oportunidad.
__________
(*) La compañera Yohanelis Gutiérrez es Encargada de
Negocios a.i. de la Embajada de Cuba en Bolivia. El presente texto es el
contenido de su exposición en el marco del seminario “La singularidad en la
resistencia al bloqueo económico de Estados Unidos”, organizado por el Círculo
de Estudios René Zavaleta Mercado y la Universidad Unión Bolivariana.
Desafíos
y Peligros en el Oriente Medio
Mahmoud
Elalwani
LO
QUE ESTÁ SUCEDIENDO en Medio Oriente es un proyecto
estadounidense-occidental-regional, no es un acontecimiento aislado de la
guerra que se desarrolla entre Rusia y la OTAN en Ucrania o de las alianzas
chino-rusas y norcoreanas.
El
evento que podría hacer estallar Medio Oriente, el Sudeste Asiático y Europa y
conducir a una guerra regional o tal vez a una guerra mundial que está muy
cerca, depende de la política de Netanyahu y de la nueva administración
estadounidense, cuyos objetivos seguirán marcando y determinando la siguiente
etapa.
El
Proyecto del Nuevo Oriente Medio es un plan para fortalecer el control unipolar
estadounidense sobre la región para garantizarse su sostenibilidad, y su
riqueza, allanando el camino para el control del Estado israelí de ocupación y
su penetración en Oriente Medio sirviendo a sus intereses y a los intereses de
su patrocinador. La gran pregunta es: ¿podrán el eje de ocupación israelí y sus
socios imponer este proyecto?
Todo
indica que en este momento no hay lugar para soluciones políticas. El conflicto
se encuentra ahora en la etapa cruel porque nadie aceptará salir públicamente
derrotado de esta guerra. Estos días la región manifiesta un desgaste político
y militar pero el actor más importante, Estados Unidos, no ejerce ninguna
presión sobre Israel porque es el patrocinador del proyecto, y sus movimientos
diplomáticos están cuidadosamente calculados en estos días previos a las
próximas elecciones de principios de noviembre.
Desde
que comenzó la guerra, Estados Unidos ha estado gestionando el conflicto a
través de negociaciones e iniciativas relativas a acuerdos de alto al fuego e
intercambios de prisioneros, pero no para encontrar soluciones al conflicto
sino con la intención de dar a Israel la oportunidad de avanzar en la
implementación del proyecto. Todo lo que hemos oído sobre los acuerdos de
intercambio de prisioneros eran botes de humo, realmente la supervivencia de
los rehenes en Gaza no le importa al Estado de Israel ocupante porque si se
pone fin a este “pretexto”, no quedará ninguna justificación para continuar las
operaciones militares con esta virulencia y, por lo tanto, no se lograría el
objetivo previsto en el proyecto.
La
situación actual indica que aún estamos lejos del fin de esta guerra injusta a
pesar del gran número de víctimas, de la destrucción masiva y de las
condiciones de vida infrahumanas que vive el pueblo palestino. Desgraciadamente
esto significa que pasarán meses antes de que las bombas dejen de destruir,
durante los cuales caerán más personas inocentes, muchas resultarán heridas y
todos los ciudadanos pasarán un sufrimiento indescriptible.
El
mundo occidental, que dice ser libre y que se ha autoproclamado como juez en la
tierra arrogándose el derecho a implementar sus políticas coloniales frente a
los pueblos oprimidos que luchan por una vida digna y por escapar de todas las
restricciones del colonialismo, denomina a esta lucha terrorismo. Han utilizado
y siguen utilizando todo de tipo de armas internacionalmente prohibidas contra
el pueblo palestino que lleva viviendo bajo ocupación desde hace décadas ¿De
qué terrorismo hablan? La maldita ocupación que practica las más atroces
prácticas de asesinato, desplazamiento, abusos y privación de derechos, ¿es eso
inocente?
La
ocupación y sus aliados son el terrorismo y son la causa de todos los problemas
que sufre el pueblo palestino. Cualquiera que siga la historia sabe muy bien
que imperios más grandes y más fuertes que el sistema sionista y sus partidarios
colapsaron mientras los pueblos permanecían vivos. La historia se repetirá con
la desaparición de la ocupación, y el pueblo palestino seguirá vivo en su
tierra en libertad y dignidad bajo su Estado independiente como el resto de los
pueblos de la Tierra.
Los
discursos occidentales sobre la difusión de la democracia y las libertades en
el mundo árabe no son más que una herramienta para lograr sus ambiciones
neocoloniales; suponen una edición moderna del proyecto para dividir los países
árabes y fragmentarlos en grupos étnicos, religiosos, en cantones y en pequeños
Estados sectarios para poder instaurar la teoría del “caos creativo” que ponga
de manifiesto una fuerte evidencia de la división de la región que sirva como
excusa para imponer una situación geopolítica funcional después de destruir o
neutralizar los gobiernos existentes, con el fin de establecer un sistema
político nuevo y eficaz para sus intereses.
De
hecho, todos los cambios e interacciones que están teniendo lugar actualmente
en el Medio Oriente apuntan hacia dónde pueden conducir estos hechos a corto
plazo en la región. La gran diversidad existente: numerosos partidos políticos,
intereses dispares, fuerzas superpuestas y en conflicto y con una enorme
complejidad, no se resolverá aplicando el mismo enfoque al que los tomadores de
decisiones estadounidenses han estado acostumbrados durante décadas. Hay puntos
críticos que pueden explotar de manera incontrolable, pueden aparecer cambios y
sorpresas de un momento a otro, hay alianzas que Estados Unidos no podrá impedir
en un momento en el que todos buscan un punto de apoyo. En un mundo que avanza
a una velocidad cada vez mayor hacia la multipolaridad y con la multiplicidad
de potencias y polos, el nuevo proyecto de Oriente Medio no se logrará según el
plan israelí.
El Mito
del Proyecto del ‘Nuevo Medio Oriente’
Mahmoud
Elalwani*
SIMÓN
PÉREZ PUBLICÓ EN 1992, cuando era ministro de Asuntos Exteriores de Israel, un
libro titulado “El Nuevo Medio Oriente” en el que hablaba de las negociaciones
de paz que comenzaron en Madrid a finales de 1991 y que desembocaron en los
Acuerdos de Oslo de 1993. El libro versaba sobre los horizontes que abrigaría
el nuevo Oriente Medio y que conducirían hacia la paz en la región, donde
Israel sería el motor, guía y líder para garantizar la seguridad, la
prosperidad y la estabilidad de la región. Netanyahu publicó más tarde un libro
titulado “Un lugar bajo el sol”, en el que enfatizaba en la construcción de
relaciones con los países árabes bajo el control de Israel.
A
medida que el genocidio en Gaza entra en su segundo año, los objetivos de
Israel son más claros y queda en evidencia la mentalidad colonial impulsada por
Benjamín Netanyahu, no sólo a través de sus declaraciones incendiarias, sino a
través de sus acciones sobre el terreno. Entre esas acciones, destaca la
presentada en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas,
donde exhibió un nuevo mapa de Oriente Medio que revelaba su intención de
remodelar la región en línea con los intereses de Israel y de su plan de expansión,
lo que significa crear una entidad en Medio Oriente como alternativa al mundo
árabe. A través de esta estrategia, Israel pretende obtener un control total
sobre la tierra histórica palestina para lograr lo que se conoce como el
proyecto del “Gran Israel”, mediante el cual los territorios palestinos
ocupados quedan abandonados o lo suficientemente debilitados como para imponer
un control total sobre ellos. Para algunos sionistas fanáticos y extremistas
como Smotrich, el ministro de Finanzas y su colega Ben Gvir, ministro de
Seguridad Nacional, el objetivo de Israel debe ampliarse a tierras más alejadas
como son el Líbano, Jordania, parte de Egipto, Siria, Irak y Arabia Saudita,
tal y como queda patente en las fronteras dibujadas en el mapa del Gran Israel
que está presente en una de sus monedas nacionales conocido como el shekel.
La
idea de un nuevo Medio Oriente no es una idea novedosa creada por Netanyahu, ya
en febrero de 2004 el presidente Bush presentó el proyecto del Gran Medio
Oriente y en la introducción de su iniciativa, Bush advirtió que el Medio
Oriente estaba al borde de la explosión debido al deterioro económico y a la
tiranía política y resaltó el peligro que esto representaría para Occidente y
sus intereses en la región.
En
junio de 2019, el expresidente Trump presentó en Bahréin un plan titulado
“Acuerdo del Siglo y el Gran Oriente Medio”, este plan constaba de tres
pilares: la economía, el pueblo y el gobierno y se describe a sí mismo como la
apertura de un nuevo capítulo en la historia palestina que no tiene nada que
ver con la historia anterior de adversidad y pérdidas. De la lectura del plan
se desprende claramente que el objetivo es para perpetuar el statu quo
existente, la ocupación. En su campaña electoral Trump dijo que cuando se mira
el mapa del Oriente Medio se ve Israel ocupando un territorio muy pequeño y que
necesita extenderse.
El
apoyo estadounidense a estas políticas se manifiesta en un apoyo absoluto a la
financiación militar y cobertura política, lo que da a Israel un gran espacio
para moverse sin disuasión internacional.
Hoy
en día se está discutiendo el mapa del nuevo Medio Oriente y su
reestructuración de una forma que se adapte a la ambición estadounidense, occidental
e israelí: propiciar la fragmentación y alimentar el sectarismo y la etnicidad
en este vasto espacio árabe para que sea más fácil de controlar. El Nuevo
Proyecto de Medio Oriente y el proyecto del Gran Israel son dos caras de la
misma moneda y todo indica que la derecha religiosa sionista en Israel
actualmente está planeando su control más allá de la Palestina histórica.
*Mahmoud
Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.
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