domingo, 3 de noviembre de 2024

Internacionales

¡Después de un Año de Guerra en el Oriente Medio!

Mahmoud Elalwani

LA GUERRA EN PALESTINA entra en su segundo año, se ha extendido al Líbano y todavía parece estar en sus comienzos. Durante este año, los líderes de las grandes potencias se apresuraron a brindar apoyo al Estado ocupante de Israel y le otorgaron legitimidad para hacer lo que considerase oportuno bajo el lema del derecho a la autodefensa.

El molino de guerra sigue funcionando tal y como comenzó el primer día, matando a personas inocentes sin piedad y sin moral. Ha quedado claro que la progresión de la guerra, su expansión al Líbano y su posible extensión no constituyen una preocupación para algunos de los países occidentales y regionales más poderosos e influyentes en la política regional e internacional.

La situación actual exige mirar la escena con realismo político, teniendo en cuenta el equilibrio de poder político, militar y económico. La continuidad de la destrucción y de las matanzas en Gaza y Cisjordania, así como su extensión al Líbano sin un movimiento internacional serio para frenarlo, solo significa una cosa: existe un proyecto acordado entre Estados Unidos y algunos países occidentales para controlar el mundo árabe, y la herramienta para su implementación es el Estado ocupante de Israel con todos los elementos de poder militar que posee y con apoyo político, militar y económico ilimitado de los países que participan en el proyecto, cada uno según su capacidad y con los instrumentos que posee. El motivo por el que el Estado ocupante de Israel acepta la implementación del proyecto es porque con él consigue lograr sus intereses y sus aspiraciones estratégicas de expansión geográfica y económica en la región.

El Estado ocupante de Israel no emprendió un proceso de implementación de esta magnitud y con esta fuerza bruta hasta que obtuvo la aprobación y todas las garantías por parte de todos los países participantes en el proyecto y hasta tener garantizados la seguridad del suministro militar y el apoyo económico. Está claro que los socios se han comprometido a llevarlo a cabo y que por ahora su plan funciona. La enorme magnitud de las pérdidas humanas y materiales resultantes de esta guerra no parece sensibilizar a ninguno de los socios del proyecto; a pesar de las pruebas presentadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, de las pérdidas humanas y de la destrucción generalizada, no se ha adoptado ninguna posición seria a favor de un alto el fuego.

Israel realiza pequeños actos para acallar a la comunidad internacional y evitar objeciones, pero sigue avanzando hacia el gran objetivo acordado entre los socios del proyecto. Un ejemplo de estos actos es el de permitir una mínima ayuda humanitaria al norte de Gaza y una operación limitada en el sur del Líbano.

Paralelamente, los israelíes están tratando de volver a comercializar el concepto del ‘nuevo Medio Oriente’, están tratando de volver a implantarlo en el contexto de las repercusiones que consideran que tendrá la guerra en Gaza, en el Líbano y en una posible guerra iraní-israelí. Netanyahu parece estar en un camino sin salida; llegó a su gobierno para avanzar hacia una mayor incursión e invasión de las capitales árabes en lugar de ir hacia la paz. En la perspectiva que dibuja Netanyahu cuando dice que hay que cambiar la faz del nuevo Medio Oriente, se refiere a un Medio Oriente sin fuerzas que se opongan a la ocupación y de países que estén de acuerdo con ella, es un Medio Oriente a la carta de Israel.

Actualmente, el jefe del gobierno fascista de Israel volvió a presentar su visión de un ‘nuevo Oriente Medio’ basado en la eliminación de Palestina como estado y entidad mientras construye un “sistema completo de asentamientos” en Cisjordania y Jerusalén que sirvan como muro frente a cualquier posibilidad de existencia del Estado de Palestina y como parte de su proyecto de un “Israel ampliado” que supera sus fronteras reconocidas por las Naciones Unidas. Se van perfilando los rasgos de un futuro próximo en la región basado en una “gran integración” impuesta militarmente, sin resolver el conflicto en su esencia, solo a través de la destrucción y por la fuerza.

En cualquier caso, la paz no puede imponerse por la fuerza, con la destrucción y aniquilación de seres humanos y de todos los aspectos de la vida de los pueblos de Palestina y del Líbano de la que el mundo entero está siendo testigo directo. La generación que ha sufrido esta barbarie sin ningún partidario o ayudante que haya impuesto el cumplimiento del derecho internacional no olvidará ni perdonará, no aceptará la existencia de la ocupación y querrá tomar venganza para obtener sus derechos nacionales, lo que dificultará todavía más la aprobación de cualquier proyecto de normalización e integración para Israel en el Medio Oriente, este no será posible sin una paz justa que permita al pueblo palestino tener sus derechos nacionales y su autodeterminación.

 

 

Nota: A continuación publicamos un texto de la compañera Yohanelis Gutiérrez sobre el bloqueo económico que sufre Cuba por parte de los Estados Unidos. La importancia del texto radica en que trata de un mecanismo fundamental a través del cual se expresa la dominación imperialista de Estados Unidos hacia los pueblos del mundo: las sanciones económicas, comerciales y financieras a todos aquellos países que se atreven a desafiar su poder. Estas sanciones violan flagrantemente el derecho internacional, buscan frustrar los proyectos de desarrollo económico autónomo de los pueblos que quieren liberarse de su sometimiento y dependencia respecto al imperio y constituyen crímenes de lesa humanidad que deben ser detenidos. En el mes de octubre Cuba ha sufrido de un apagón masivo que ha detenido parte de su sistema productivo, además de que se continúa privando a la población del acceso a alimentos y medicamentos. Recientemente 187 países han votado contra este bloqueo criminal a Cuba, en la Organización de las Naciones Unidas. Desde Creación Heroica exigimos también que cese el bloqueo económico contra Cuba.

El Comité de Redacción

 

El Bloqueo Imperialista de Estados Unidos Contra Cuba

Yohanelis Gutiérrez(*)

LOS ESTADOS UNIDOS LE HAN IMPUESTO a Cuba un bloqueo económico y comercial con el objetivo de estrangular la economía cubana y buscar que el reaccione en contra del proceso revolucionario. Estados Unidos ha impuesto medidas arbitrarias y unilaterales contra Cuba sin que existiera una resolución, sin que existiera un documento firmado, en fin. Pero esto tiene su explicación en el proceso de la nacionalización que lleva la Revolución Cubana en su triunfo, en 1959, el 1° de enero. Fidel nacionaliza en su proyecto, como primer ministro del país, nacionaliza las empresas norteamericanas que existían en el país. 

            La Fruit Company, entre otras, que tenían la mitad del país, la Fruit Company tenía y dominaba los campos de Cuba, casi el 100%. Y era totalmente latifundista el proceso agrícola en Cuba, lo cual se cambia el 17 de mayo de 1959 con la ley de reforma agraria y con la ley de nacionalización en el país, el proceso auténtico de la Revolución Cubana y comienza un rumbo de socialismo en Cuba, que los yanquis jamás entendieron ni aceptaron. Y por eso, en 1961, se comienza a manipular con el gobierno de Kennedy, todo el proceso de bloquear a Cuba de una manera arbitraria y unilateral.

No es hasta el 7 de febrero, en la madrugada, a las 12 y un minuto, fíjense lo que estoy aportando, datos históricos, a las 12 y un minuto del 7 de febrero de 1962, Kennedy firma ante el Congreso de los Estados Unidos el bloqueo unilateral y permanente hacia la isla de Cuba. Por tanto, nuestro bloqueo data de 60 años, y es un país [Cuba] que sí ha resistido los resolutivos de los Estados Unidos y el Congreso norteamericano, más allá de cualquier administración, un bloqueo rancio, ilegal, oportunista, en busca de que claudique la Revolución Cubana. Y todo pasa porque no aceptaron jamás una revolución auténtica, socialista a 90 millas de su Estado, porque Cuba no tiene petróleo como Venezuela.

Por tanto, los intereses pasan por el concepto ideológico, por lo que Cuba defiende y lo que representa Cuba a nivel de América Latina y a nivel del mundo a escala global. Yo creo que siempre trato en estos espacios de resaltar los aportes del Comandante en Jefe [Fidel Castro Ruz] y su aporte fundamental en la política exterior fue no aislar a Cuba. El proceso, ante esa medida que unilateralmente toman los Estados Unidos en 1962 a las 12 de la noche de aquel 7 de febrero, Fidel le hace un contraplano a los Estados Unidos. Nos bloquean, y automáticamente Fidel comienza una estrategia de política exterior para no aislar a Cuba, que era el primer proceso de un bloqueo. El primer proceso de un bloqueo, el primer objetivo es aislar al país, que no se lo reconozca internacionalmente, que no comercialice con los países que son de la escala global. Y eso lo comenzó a hacer los Estados Unidos desde el año 1962 de manera descarada contra Cuba, un gobierno soberano e independiente.

Yo no me sé las cifras así tan bien como se las sabe César [el embajador venezolano en Bolivia, César Trompiz, ponente también en el seminario]. Yo eso sí, lo traigo bien apuntado, porque realmente no me lo sé de memoria. Pero a Cuba le ha costado 60 años de resistencia, donde Cuba todavía cohabita. Esos artículos que ya están en desecho en Unión Soviética, pues Cuba vive todavía después de 60 años, porque la resistencia nos ha hecho reciclar ante la alternativa de poder resistir.

El bloqueo, el bloqueo de Cuba, quiero decir en este espacio, quede claro para los periodistas que están presentes y otras personas que nos acompañan, el bloqueo de Cuba no es un tema bilateral con los Estados Unidos. No es diferente con los Estados Unidos. El bloqueo contra Cuba es un proceso que es extraterritorial. No solo perjudica las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, sino con Cuba y todos los países del mundo. En 1992, por primera vez, se presenta en las Naciones Unidas el resolutivo en levantamiento del bloqueo y comienza el mundo a conocer la realidad cubana. Después de casi 40 años frente a la revolución, resistiendo el proceso, el proceso de bloqueo y atentados terroristas contra Cuba, terrorismo de Estado contra Cuba.

En el 92 comienza la primera resolución y desde el 92 hasta nuestros días, Cuba presenta siempre en septiembre las Naciones Unidas su resolución en contra del bloqueo, que como ustedes conocen, siempre ha sido respaldada a nivel internacional.

En el 2014 se dio un hecho histórico para la resolución del bloqueo, porque por primera vez en el 2014 en Naciones Unidas se votan los 192 Estados miembros del mundo en contra del bloqueo, excepto la abstención de Estados Unidos e Israel, como todos ustedes conocen. Fue el año donde Cuba tuvo todos los votos a favor y eso marca un antes y un después de esa resolución de 2014. ¿Por qué pasa esto? En 2014, como ustedes conocen, el 17 de diciembre, Cuba reanuda sus relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, con el mandato de Barack Obama, y eso trajo dinámicas a lo interno de la política exterior entre Cuba y Estados Unidos, que condujo a un diálogo que ya se había comenzado desde el 2013, y un diálogo dirigido por nuestro comandante en jefe, por Raúl Castro, para poder hablar donde Chávez, por supuesto, tenía también peso y era un gran amigo de Cuba. En el 2013 se muere el comandante Chávez y en el 2014 él no pudo ver aquel paso histórico de Cuba de reanudar relaciones con los Estados Unidos.

Comenzamos a acercarnos a un diálogo, yo creo que en igualdad de condiciones, porque Cuba lo dispuso siempre así, porque hasta ese minuto todas las mesas de negociación eran asimétricas a favor de los Estados Unidos, contra un Estado tan pequeño como Cuba, y nosotros comenzamos a avanzar en las relaciones bilaterales con los Estados Unidos y en diálogos de conversación migratoria y en todos los sectores, impulsamos intercambios desde el punto de vista médico, desde el punto de vista educativo, deportivo, cultural, en fin. Después llegó el gobierno de Trump y echó por tierra todo lo que se había avanzado desde un diálogo constructivo en las relaciones Cuba-Estados Unidos. Hoy estamos frente a un gobierno de Biden, cada vez más, yo diría, descabellado, un gobierno que actúa sin compromiso político con ningún Estado, que actúa de manera totalmente descolocada en materia de política exterior.

Nunca sabemos por dónde va Biden y qué piensa hacer. Estamos frente a una era de elecciones en los Estados Unidos, donde todo parece indicar, los escenarios apuntan hacia un regreso del trumpismo, que fue tan duro para el mundo. Y aunque el trumpismo, aunque hay otras luces y señas que pudieran también cambiar de escenario si se lograra un milagro en lo interno de los Estados Unidos.

El bloqueo a Cuba le ha costado en materia de exportaciones y servicios USD 40.427,5 millones en pérdidas. Y por la ubicación geográfica de nuestro comercio, USD 19.592 millones. Afectaciones a la producción y los servicios básicos, USD 2.866,2 millones, sin contar las vidas humanas.

Y en materia de salud pública, el impacto es significativo porque tenemos enfermedades como el cáncer, por ejemplo, donde podemos llegar a acceder a los productos norteamericanos para salvar vidas a menores de edad y al adulto mayor, y no podemos, por el injusto bloqueo. Yo creo que el ejemplo de Cuba es totalmente diferente al resto de los dos estados que nos acompañan [se refiere a Nicaragua y a Venezuela], que han dado sus expresiones.

Cuba ha resistido 60 años, acompañado con el 2021. Además, el 2021 nos incluyen también de forma arbitraria en la lista de patrocinadores, de estados patrocinadores del terrorismo. Cuando todos conocemos que Cuba no patrocina ningún terrorismo y que tiene claras sus posiciones con respecto a este flagelo.

Cuba es el único país de América Latina que ha firmado los 19 resolutivos en contra del terrorismo y los mantiene, los afirma en materia de derecho internacional y defensor de todo esto en la escala multilateral. Y entonces es una más de las medidas que Estados Unidos les impone de forma arbitraria a Cuba para aislarla y a someterla a hambre en busca de un cambio que ellos llaman cambio democrático en un país donde hay una revolución socialista absoluta, marxista y con una oportunidad histórica del pensamiento de Fidel, donde eso no va a variar por muchos intentos de doblegarnos. Yo creo que esa es la esencia para no agobiarlo, porque el tema bloqueo tiene muchas cosas específicas, que estaríamos aquí hasta mañana para explicar cada ley.

La ley Torriceli fue el antecedente de la ley Helms-Burton y así las medidas coercitivas del gobierno de Trump con sus 243 medidas sobre la ley Torriceli y la ley Helms-Burton, que lo único que preside es la persecución financiera de los activos cubanos y la persecución en materia de política exterior al papel que Cuba juega a nivel internacional. Esta es la esencia del bloqueo que lo he tratado de explicar sin muchas resoluciones ni muchos conceptos del derecho internacional para que ustedes puedan llevarse de una manera concreta de qué estamos hablando. Y entonces, como les decía, desde 1962 hasta nuestros días, Cuba padece de un bloqueo hostil, ilegal, con un impacto extraterritorial que, por supuesto, somete a Cuba a unas relaciones comerciales casi siempre, casi leonianas con respecto al resto de los países, porque no nos permite comercializar. Quien comercialice con Cuba es sancionado también. El banco que nos dé préstamos es también sancionado, también el amigo Venezuela que nos da petróleo para ayudarnos, sancionan los barcos en mar.

Las navieras son sancionadas por comercializar con Cuba, así con Argelia, así con Rusia, así con los países de los Emiratos del Golfo. Todo el que quiera ayudar a Cuba es sancionado. Y entonces es una política de persecución implacable donde un país tan pequeño de 12 millones de habitantes no lo puede resistir.

Estamos en un momento realmente muy difícil de total resistencia y cada vez se le pide al pueblo más resistencia. Y eso unido a un proceso de desestabilización política o en busca de desestabilizar a Cuba, donde se pagan millones y millones de dólares para desarticular un proceso como el de la Revolución Cubana, es la realidad que Cuba enfrenta todos los días, todos los días. Entonces agradecer estos espacios para que ustedes conozcan de primera mano otra versión de la que se vende en los medios y en Internet.

Muchas gracias por esta oportunidad.

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(*) La compañera Yohanelis Gutiérrez es Encargada de Negocios a.i. de la Embajada de Cuba en Bolivia. El presente texto es el contenido de su exposición en el marco del seminario “La singularidad en la resistencia al bloqueo económico de Estados Unidos”, organizado por el Círculo de Estudios René Zavaleta Mercado y la Universidad Unión Bolivariana.

 

 

Desafíos y Peligros en el Oriente Medio

Mahmoud Elalwani

LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO en Medio Oriente es un proyecto estadounidense-occidental-regional, no es un acontecimiento aislado de la guerra que se desarrolla entre Rusia y la OTAN en Ucrania o de las alianzas chino-rusas y norcoreanas.

El evento que podría hacer estallar Medio Oriente, el Sudeste Asiático y Europa y conducir a una guerra regional o tal vez a una guerra mundial que está muy cerca, depende de la política de Netanyahu y de la nueva administración estadounidense, cuyos objetivos seguirán marcando y determinando la siguiente etapa.

El Proyecto del Nuevo Oriente Medio es un plan para fortalecer el control unipolar estadounidense sobre la región para garantizarse su sostenibilidad, y su riqueza, allanando el camino para el control del Estado israelí de ocupación y su penetración en Oriente Medio sirviendo a sus intereses y a los intereses de su patrocinador. La gran pregunta es: ¿podrán el eje de ocupación israelí y sus socios imponer este proyecto?

Todo indica que en este momento no hay lugar para soluciones políticas. El conflicto se encuentra ahora en la etapa cruel porque nadie aceptará salir públicamente derrotado de esta guerra. Estos días la región manifiesta un desgaste político y militar pero el actor más importante, Estados Unidos, no ejerce ninguna presión sobre Israel porque es el patrocinador del proyecto, y sus movimientos diplomáticos están cuidadosamente calculados en estos días previos a las próximas elecciones de principios de noviembre.

Desde que comenzó la guerra, Estados Unidos ha estado gestionando el conflicto a través de negociaciones e iniciativas relativas a acuerdos de alto al fuego e intercambios de prisioneros, pero no para encontrar soluciones al conflicto sino con la intención de dar a Israel la oportunidad de avanzar en la implementación del proyecto. Todo lo que hemos oído sobre los acuerdos de intercambio de prisioneros eran botes de humo, realmente la supervivencia de los rehenes en Gaza no le importa al Estado de Israel ocupante porque si se pone fin a este “pretexto”, no quedará ninguna justificación para continuar las operaciones militares con esta virulencia y, por lo tanto, no se lograría el objetivo previsto en el proyecto.

La situación actual indica que aún estamos lejos del fin de esta guerra injusta a pesar del gran número de víctimas, de la destrucción masiva y de las condiciones de vida infrahumanas que vive el pueblo palestino. Desgraciadamente esto significa que pasarán meses antes de que las bombas dejen de destruir, durante los cuales caerán más personas inocentes, muchas resultarán heridas y todos los ciudadanos pasarán un sufrimiento indescriptible.

El mundo occidental, que dice ser libre y que se ha autoproclamado como juez en la tierra arrogándose el derecho a implementar sus políticas coloniales frente a los pueblos oprimidos que luchan por una vida digna y por escapar de todas las restricciones del colonialismo, denomina a esta lucha terrorismo. Han utilizado y siguen utilizando todo de tipo de armas internacionalmente prohibidas contra el pueblo palestino que lleva viviendo bajo ocupación desde hace décadas ¿De qué terrorismo hablan? La maldita ocupación que practica las más atroces prácticas de asesinato, desplazamiento, abusos y privación de derechos, ¿es eso inocente?

La ocupación y sus aliados son el terrorismo y son la causa de todos los problemas que sufre el pueblo palestino. Cualquiera que siga la historia sabe muy bien que imperios más grandes y más fuertes que el sistema sionista y sus partidarios colapsaron mientras los pueblos permanecían vivos. La historia se repetirá con la desaparición de la ocupación, y el pueblo palestino seguirá vivo en su tierra en libertad y dignidad bajo su Estado independiente como el resto de los pueblos de la Tierra.

Los discursos occidentales sobre la difusión de la democracia y las libertades en el mundo árabe no son más que una herramienta para lograr sus ambiciones neocoloniales; suponen una edición moderna del proyecto para dividir los países árabes y fragmentarlos en grupos étnicos, religiosos, en cantones y en pequeños Estados sectarios para poder instaurar la teoría del “caos creativo” que ponga de manifiesto una fuerte evidencia de la división de la región que sirva como excusa para imponer una situación geopolítica funcional después de destruir o neutralizar los gobiernos existentes, con el fin de establecer un sistema político nuevo y eficaz para sus intereses.

De hecho, todos los cambios e interacciones que están teniendo lugar actualmente en el Medio Oriente apuntan hacia dónde pueden conducir estos hechos a corto plazo en la región. La gran diversidad existente: numerosos partidos políticos, intereses dispares, fuerzas superpuestas y en conflicto y con una enorme complejidad, no se resolverá aplicando el mismo enfoque al que los tomadores de decisiones estadounidenses han estado acostumbrados durante décadas. Hay puntos críticos que pueden explotar de manera incontrolable, pueden aparecer cambios y sorpresas de un momento a otro, hay alianzas que Estados Unidos no podrá impedir en un momento en el que todos buscan un punto de apoyo. En un mundo que avanza a una velocidad cada vez mayor hacia la multipolaridad y con la multiplicidad de potencias y polos, el nuevo proyecto de Oriente Medio no se logrará según el plan israelí.

 

 

El Mito del Proyecto del ‘Nuevo Medio Oriente’

Mahmoud Elalwani*

SIMÓN PÉREZ PUBLICÓ EN 1992, cuando era ministro de Asuntos Exteriores de Israel, un libro titulado “El Nuevo Medio Oriente” en el que hablaba de las negociaciones de paz que comenzaron en Madrid a finales de 1991 y que desembocaron en los Acuerdos de Oslo de 1993. El libro versaba sobre los horizontes que abrigaría el nuevo Oriente Medio y que conducirían hacia la paz en la región, donde Israel sería el motor, guía y líder para garantizar la seguridad, la prosperidad y la estabilidad de la región. Netanyahu publicó más tarde un libro titulado “Un lugar bajo el sol”, en el que enfatizaba en la construcción de relaciones con los países árabes bajo el control de Israel.

A medida que el genocidio en Gaza entra en su segundo año, los objetivos de Israel son más claros y queda en evidencia la mentalidad colonial impulsada por Benjamín Netanyahu, no sólo a través de sus declaraciones incendiarias, sino a través de sus acciones sobre el terreno. Entre esas acciones, destaca la presentada en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde exhibió un nuevo mapa de Oriente Medio que revelaba su intención de remodelar la región en línea con los intereses de Israel y de su plan de expansión, lo que significa crear una entidad en Medio Oriente como alternativa al mundo árabe. A través de esta estrategia, Israel pretende obtener un control total sobre la tierra histórica palestina para lograr lo que se conoce como el proyecto del “Gran Israel”, mediante el cual los territorios palestinos ocupados quedan abandonados o lo suficientemente debilitados como para imponer un control total sobre ellos. Para algunos sionistas fanáticos y extremistas como Smotrich, el ministro de Finanzas y su colega Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, el objetivo de Israel debe ampliarse a tierras más alejadas como son el Líbano, Jordania, parte de Egipto, Siria, Irak y Arabia Saudita, tal y como queda patente en las fronteras dibujadas en el mapa del Gran Israel que está presente en una de sus monedas nacionales conocido como el shekel.

La idea de un nuevo Medio Oriente no es una idea novedosa creada por Netanyahu, ya en febrero de 2004 el presidente Bush presentó el proyecto del Gran Medio Oriente y en la introducción de su iniciativa, Bush advirtió que el Medio Oriente estaba al borde de la explosión debido al deterioro económico y a la tiranía política y resaltó el peligro que esto representaría para Occidente y sus intereses en la región.

En junio de 2019, el expresidente Trump presentó en Bahréin un plan titulado “Acuerdo del Siglo y el Gran Oriente Medio”, este plan constaba de tres pilares: la economía, el pueblo y el gobierno y se describe a sí mismo como la apertura de un nuevo capítulo en la historia palestina que no tiene nada que ver con la historia anterior de adversidad y pérdidas. De la lectura del plan se desprende claramente que el objetivo es para perpetuar el statu quo existente, la ocupación. En su campaña electoral Trump dijo que cuando se mira el mapa del Oriente Medio se ve Israel ocupando un territorio muy pequeño y que necesita extenderse.

El apoyo estadounidense a estas políticas se manifiesta en un apoyo absoluto a la financiación militar y cobertura política, lo que da a Israel un gran espacio para moverse sin disuasión internacional.

Hoy en día se está discutiendo el mapa del nuevo Medio Oriente y su reestructuración de una forma que se adapte a la ambición estadounidense, occidental e israelí: propiciar la fragmentación y alimentar el sectarismo y la etnicidad en este vasto espacio árabe para que sea más fácil de controlar. El Nuevo Proyecto de Medio Oriente y el proyecto del Gran Israel son dos caras de la misma moneda y todo indica que la derecha religiosa sionista en Israel actualmente está planeando su control más allá de la Palestina histórica.

 

*Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.


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