Nota:
El presente artículo de nuestro compañero César Risso, ¿Libre Comercio o Dominación Imperialista?, publicado en la edición de diciembre del blog CREACIÓN HEROICA, desenmascara el contenido de los acuerdos de “libre” comercio.
Bajo el amparo legal de la OMC, y con el sometimiento y complicidad de las burguesías nativas de los países dependientes, los acuerdos de “libre” comercio legalizan la explotación comercial de nuestros países, con medidas proteccionistas embozadas de los países industrializados.
11.12.2016
Con este encabezado difundimos por las redes el presente artículo redactado el año 2016. Lo publicitamos nuevamente con motivo del foro APEC que se realizará en nuestro país en los próximos días, con la finalidad de despejar las dudas acerca del carácter imperialista del mismo. Como es evidente, el foro APEC funciona como complemento de la OMC, para eliminar cualquier medida independiente de los países semicoloniales, bloqueando así su posible desarrollo industrial. Aunque esta posibilidad es atajada por la burguesía nativa, sometida a los intereses de los grandes monopolios.
03.11.2024
COMITÉ DE RECONSTITUCIÓN JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI (CRJCM)
¡Defender el Pensamiento de Mariátegui de toda
tergiversación y desarrollarlo en función de la realidad actual!
¿Libre Comercio o Dominación Imperialista?
César Risso
LA DECLARACIÓN DE LÍDERES 2016, documento que resume lo discutido en el foro APEC el mes pasado, puede ser considerada como una de las más grandes hipocresías, o expresión de un dogmatismo sin límites. Aunque puede ser una combinación de ambos.
Citemos algunos párrafos de la Declaración de APEC, para dar solo una muestra de la embriaguez mental en la que viven estas personas como representantes de los intereses de la burguesía imperialista.
“[…] nos comprometemos a fortalecer nuestros esfuerzos para garantizar el trabajo decente y la calidad de vida laboral para todos, especialmente para los grupos socialmente vulnerables, proporcionando acceso a educación inclusiva de calidad y a la formación profesional; impulsando el espíritu empresarial; mejorando la protección social; y fortaleciendo la cooperación regional.”
La solución que proponen es una: libre comercio. Pero se refieren al libre comercio capitalista.
“Reafirmamos nuestro compromiso de mantener nuestros mercados abiertos y luchar contra todas las formas de proteccionismo reafirmando nuestro compromiso contra el proteccionismo a través de una promesa de estancamiento que acordamos extender hasta finales de 2020 y revertir medidas proteccionistas y distorsionadoras del comercio que debilitan comercio y frenan el progreso y la recuperación de la economía internacional.”
¿Cuál es el fondo de estas reuniones y discusiones?
Salta a la vista que el papel de estos eventos no es otro que el de desarrollar una propaganda mundial para convencernos de que el libre comercio en particular y el capitalismo en general, son la solución a todos los problemas. Pero lo que no dicen es que la mayoría de estos problemas que pretenden resolver han sido creados por el capitalismo, y aquellos que el capitalismo no ha creado, han sido agudizados por este sistema económico.
Libre comercio, libre inversión, libre mercado, etc., en una palabra, liberalismo o neoliberalismo. Esto es, capitalismo sin ningún tipo de control ni restricción. En otras palabras, y para que se entienda con toda claridad, el neoliberalismo es la libertad absoluta de los capitalistas para explotar a los trabajadores y a naciones enteras.
La propuesta de Donald Trump, de cuestionar el TPP, ha sido interpretada como proteccionismo. Como consecuencia de esta interesada interpretación, el libre comercio se nos presenta como una política consecuente, por la cual deben luchar los pueblos, sobre todo, de los “países en desarrollo”. Se traslada así la lucha contra los acuerdos comerciales que someten a las economías de los países dependientes, dominados por el imperialismo, que son una de las formas de explotación de nuestros pueblos, hacia la defensa, precisamente, de los acuerdos comerciales. Es decir, se nos hace defender uno de los grilletes que el imperialismo nos impone.
En este sentido, el presidente de Santo Domingo, Danilo Medina, manifestó en la ONU que:
“tras
más de medio siglo en que todo el mundo se protegía de todo aquello que otros
países podían producir mejor, ahora los países desarrollados se niegan a
reducir el proteccionismo al interior de sus fronteras”.
“Al tiempo que los tratados de libre comercio se lo exigen a su contraparte de los países en vías de desarrollo, se quiere que nosotros, los países en vías de desarrollo eliminemos la protección a los bienes industriales, pero ellos no eliminan los subsidios agrícolas”.1
Señaló también, Danilo Medina, que Estados Unidos destinará 97,800 millones de dólares anuales durante los próximos cinco años para subsidiar su agricultura, y que la Unión Europea, entre los años 2014 y 2020, utilizará 408 mil millones de euros para subsidiar su agricultura.
Con este multimillonario proteccionismo a su actividad agrícola los países industrializados nos imponen su libre comercio, es decir, la apertura comercial de nuestros países para que con sus excedentes agrícolas subsidiados destruyan nuestra actividad agrícola, y así cambien nuestra dieta alimentaria para hacernos más dependientes.
Los subsidios constituyen uno de los mecanismos que utilizan los países imperialistas para controlar el comercio mundial. Otros mecanismos están dados por las medidas fitosanitarias, las normas de etiquetado, y otros controles administrativos. De modo que los acuerdos de libre comercio no tienen nada de libres.
Otro mecanismo de dominio imperialista en el ámbito comercial es el de las patentes. Estas dan derecho exclusivo de producción y comercialización de las mercancías protegidas por patentes durante un periodo de 20 años. Esta situación de monopolio legal, amparado por la OMC, permite que los medicamentos se vendan a precios elevados. Pero además, en los acuerdos comerciales se reduce o elimina la importación de medicamentos genéricos, que ya no están protegidos por patentes y que se venden a precios bajos, para que se importen únicamente medicamentos de marca, esto es, protegidos por patentes, cuyos precios son significativamente mayores que los precios de los medicamentos genéricos.
Las consecuencias de este manejo de las patentes en los acuerdos comerciales trae como consecuencia la reducción del consumo de medicamentos, con las consecuencias de todos conocidas.
“Por ejemplo, un estudio concluyó que la extensión
del plazo de las patentes generaría en Colombia un aumento de 329 millones de
dólares en los gastos farmacéuticos y una reducción de siete por ciento en el
consumo de fármacos en 2025.”
“Con respecto al posible impacto del TPP, un estudio
realizado por investigadores de Australia y Estados Unidos calcula que, en
Vietnam, el gobierno solo podría brindar terapia antirretroviral a 30 por
ciento de quienes viven con VIH (virus de inmunodeficiencia humana), frente al
actual 68 por ciento, ya que el costo anual del tratamiento por persona subiría
de los 127 dólares actuales a 501 dólares con la propuesta de Washington.”
“El impacto negativo de las normas de estos TLC -conocidos como TRIPS+- en el acceso a los medicamentos se confirmó incluso en países industrializados que no son exportadores netos de derechos de propiedad intelectual, como Australia y Canadá.”2
Los perdedores en los acuerdos comerciales son los pequeños productores de los países “en desarrollo”. El caso de México, y el de Colombia, entre otros muchos, es aleccionador.
“Dos estudios encargados por Oxfam demuestran que tras 2 años de vigencia del TLC con EE.UU, el déficit de la balanza comercial agrícola creció algo más del 300% (sin incluir flores, café y banana). Así lo confirman los agricultores: ‘En el campo no va a quedar nadie, el campo de Colombia se está acabando’.”3
Otro aspecto del comercio entre países industrializados y países dependientes, es el del trasvase de valor de los últimos hacia los primeros. Basándose en la diferente productividad del trabajo, los países industrializados se apropian, a través del comercio, de mayores porciones del valor creado por los países dependientes.
Cuando comercializamos con países industrializados, lo que ocurre es que las mercancías que nos entregan a precios altos, se las cambiamos por mercancías que producimos a precios bajos, pero entregando (vendiendo) mercancías que contienen más horas de trabajo que las que recibimos en las mercancías de los países industrializados.
De modo que los acuerdos comerciales no son de “libre comercio”, sino de agudización de la dominación de nuestros países.
El libre comercio debe consistir, en las condiciones actuales, es decir en el marco del dominio del capitalismo, en la posibilidad de que las burguesías de los países dependientes puedan cumplir con la tarea de industrializar a sus países. Esta es la tarea que en la línea de progreso de la humanidad le ha correspondido a la burguesía. Pero resulta que con el advenimiento del imperialismo, las burguesías nativas de los países dependientes, se han desmarcado de la tarea histórica de industrializar a sus países, pues están sometidas a los intereses de la burguesía imperialista, parasitando de las migajas que esta les arroja.
En consecuencia, la posibilidad del libre comercio está dada
por la superación del sistema capitalista. La libertad de comercio en el
momento actual, solo puede ser una consigna que se podrá materializar con el
socialismo.
____________
(1) http://www.elcaribe.com.do/2016/09/22/medina-queja-por-potencias
(2) http://www.ipsnoticias.net/2015/10/el-tpp-y-las-barreras-que-limitan-el-acceso-a-los-farmacos/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.