La Ocupación Secundaria como Encubrimiento de la Sobre
Explotación Laboral
Cesar Risso
LOS INTELECTUALES BURGUESES llaman ocupación secundaria a la situación en la cual los trabajadores se ven
obligados a laborar por encima de las ocho horas diarias, sometiéndose a una
doble jornada, pasando largamente las 48 horas semanales de trabajo que establece
la ley.
“El
fenómeno de la ocupación secundaria en el país es una respuesta a la necesidad
de complementar ingresos, ya sea por motivos de insuficiencia económica o como
estrategia de ahorro e inversión.”1
La burguesía en su conjunto sobre explota a la fuerza
de trabajo, tanto en el seno de cada empresa particular, como en el conjunto de
sus empresas. Después de la jornada de 8 horas (en muchos casos la jornada es
mayor), cuando los trabajadores se encuentran en una situación que les exige
descanso para reponer sus energías, estos se ven obligados a continuar
laborando. En tales condiciones, el esfuerzo que deben desplegar es mayor, al
igual que el desgaste que sufren. De modo que su vida laboral, que debería ser
hasta los 65 años, se consume en menor tiempo.
“En
el Perú, se estima que unas 3 954 969 personas tienen una ocupación secundaria
(“segunda chamba”). De este total, el 82,7 % tiene una ocupación secundaria
fija y el 17,3 %, una eventual (“cachuelo”), según un estudio del Instituto de Economía y
Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), basado
en cifras de la Encuesta
Nacional de Hogares (ENAHO) y del Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI).”2
Cerca de 4 millones de trabajadores cuentan con una
segunda ocupación. La pregunta es ¿qué les reporta como ingresos el sobre
esfuerzo que realizan? En promedio los trabajadores con un solo empleo reciben
una remuneración de S/1.532,00, mientras que aquellos que tienen un segundo
trabajo, reciben entre S/1.367.00 y S/1.644,00. Estas cifras se componen de S/1.051,00
del primer trabajo y S/337,00 del segundo, lo que arroja el monto de S/1.367,00.
En el segundo caso, las cifras son de S/1.093,00 y S/551,00, que alcanzan los
S/1.644,00.
Con una sola ocupación o con dos, los ingresos que
perciben los trabajadores son insuficientes para tener un mínimo de bienestar
material.
“El Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI) revela en su último
informe datos preocupantes sobre la situación económica del país. Detalla que
en el 2023 la línea de pobreza para cubrir una canasta básica
de alimentos y otros bienes esenciales, ascendió a S/446 mensuales por
habitante. Esto se traduce en S/1.784 para una familia compuesta
por cuatro integrantes.”3
Como se puede ver, con dos trabajos, en promedio los
ingresos recibidos suman S/1.644,00, si tomamos la cifra más alta, monto
inferior a la canasta básica familiar que es de S/1.784,00.
La respuesta al motivo de la segunda ocupación está en
estos datos.
Si descontamos de los ingresos formales los descuentos
correspondientes que son de alrededor de 12,5%, el monto de S/1.644,00 disminuye
a S/1.438,50. Si a este importe le restamos el 18% del IGV, solo queda S/1.179,56.
Resulta entonces que, el aumento de la sobre
explotación de la fuerza de trabajo no se reduce a la parte de la jornada de 8
horas que se apropia el capitalista, sino a una jornada que puede bordear las
16 horas de trabajo. Así, si el tiempo de trabajo necesario es de 4 horas,4
y el tiempo de trabajo adicional es de 4 horas, en una jornada doble, la clase
capitalista se estaría apropiando del trabajo de 8 horas de las 16 horas.
Como se sabe, el tiempo de trabajo necesario es el
número de horas en la que el trabajador crea un valor que equivale a lo que le
van a pagar bajo la forma de salario; mientras que el tiempo de trabajo
adicional, es el número de horas que equivale al valor que añade el trabajador
y que es apropiado por la burguesía bajo la forma de ganancia.
Si consideramos el dato redondeado a 4 millones de
trabajadores que tienen una segunda ocupación, entonces podemos deducir que
este es el número de trabajadores y, por tanto, el número de puestos de trabajo
que requieren las empresas peruanas. En otras palabras, y tomando en términos
globales los datos, la burguesía peruana paga un salario bajo a 4 millones de
trabajadores, y se adjudica el derecho “burgués” de explotar a los mismos 4
millones de trabajadores durante 8 horas más; o, para expresarlo en otras
palabras, la burguesía paga por jornadas de 8 horas y obtiene jornadas de 16
horas de trabajo.
Los
trabajadores que alcanzan la edad de jubilación se ven frente a una grave
situación, pasando de una condición en la que no alcanzan a cubrir la canasta
básica familiar, a una en la que su situación empeora considerablemente. Se
encuentran en una situación en la que están obligados a seguir trabajando, con la
desventaja de, en muchos casos, su precario estado de salud, debido, entre
otras cosas, a la doble jornada u ocupación a la que se han visto sometidos. Esto
obliga a los hijos que se hacen cargo de sus padres, a dividir sus magros
ingresos entre un mayor número de personas, perjudicando así su miserable
ingreso familiar, y afectando el ya maltratado o inexistente bienestar
familiar, restándoles posibilidades de mejorar, por ejemplo, con estudios, sus
condiciones laborales y niveles de ingresos.
Este
estado de cosas en la que se encuentran los trabajadores en nuestro país, es el
resultado del dominio del capital. El capitalismo en el Perú, con el nivel de
explotación al que somete a todas las clases trabajadoras, se le aparece al
capitalismo mundial como un plan piloto, en el que experimentan el grado de explotación
al que pueden ser sometidos los trabajadores; tratando así de encontrar los
límites físicos y espirituales en los que aun es posible extraerles trabajo no
remunerado, y así apropiarse del máximo de ganancia.
Esto
último, que adquiere los visos de una tragedia planetaria, a la que la esencia
del capitalismo va deslizando a la humanidad, y que por ello aparece como una
férrea necesidad para que el capitalismo y el dominio de la burguesía sigan
existiendo, es una de las pruebas más palpables de su final.
Mientras que, de un lado, el desarrollo tecnológico
con la robotización de la producción y la implementación de la inteligencia
artificial conducen a la desmaterialización de la producción, en la medida en
que los bienes y servicios requieren de menos fuerza de trabajo, de otro lado
canalizan la sobre explotación por medio de la doble ocupación. Entre estos
extremos, utilizar menos fuerza de trabajo o someter a los trabajadores a la
doble ocupación, la burguesía planetaria se caldea para sostenerse como clase
dominante en el mundo.
_________
(1) https://lacamara.pe/casi-4-millones-de-trabajadores-en-el-peru-tienen-una-segunda-chamba/
(2) Ibid.
(4) https://creacionheroica1928.blogspot.com/2017/11/economia.html
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