domingo, 1 de septiembre de 2024

Internacionales

Por Desgracia es Mucho Peor*

Jonathan Cook

EL NÚMERO DE MUERTOS EN GAZA es demasiado bajo según todos los parámetros imaginables. Tenemos que insistir en ello, sobre todo cuando los apologetas de Israel se dedican enérgicamente a una campaña de desinformación para sugerir que las cifras están infladas.

El 6 de mayo, 7 meses después de la matanza en Israel, se informó de que había 34.735 muertos. Es decir, una media de 4.960 palestinos muertos al mes. Hoy (finales de julio), casi tres meses después, el número de muertos asciende a 39.400, es decir, 4.665 más.

No debería hacer falta ser estadístico para señalar que, si el aumento fuera lineal, el número esperado de muertes se situaría a estas alturas en torno a las 49.600.

Así pues, incluso según el cálculo más sencillo, hay un gran déficit de muertes, un déficit que necesita explicación.

Esta explicación es fácil de dar: Israel destruyó las instituciones de Gaza y su infraestructura médica, incluidos sus hospitales, hace muchos meses, lo que hace imposible que los funcionarios de allí lleven la cuenta de cuántos palestinos están siendo asesinados por Israel.

Las cifras de víctimas mortales empezaron a estancarse en primavera, más o menos cuando Israel completó la destrucción de los hospitales de Gaza y secuestró a gran parte del personal médico del enclave.

A finales de mayo, Save the Children señaló que unos 21.000 niños de Gaza estaban desaparecidos, además de los 16.000 que se sabe que han muerto a manos de Israel. Es probable que muchos hayan sufrido una muerte solitaria y aterradora bajo los escombros, asfixiados poco a poco hasta la muerte o muriendo lentamente por deshidratación.

Pero, una vez más, es probable que incluso esas escandalosas cifras sean un grave subregistro.

La cifra lineal pierde totalmente de vista el panorama general. ¿Cómo?

1. Porque además de los continuos bombardeos israelíes, los palestinos han tenido que soportar tres meses más de una hambruna que se intensifica. Cada día de hambruna mueren más personas de las que murieron el día anterior. Las muertes en una hambruna no son lineales, son exponenciales. Si ayer murieron 5 personas de inanición, hoy morirán 20 y mañana 150. Así es como funcionan las hambrunas prolongadas. Cuanto más tiempo pases hambre, mayor será la probabilidad de que mueras de inanición.

2. Porque los palestinos han estado tres meses más privados de atención médica después de que Israel destruyera sus hospitales e instituciones médicas. Si padeces una enfermedad crónica -diabetes, asma, problemas renales, hipertensión, etc.-, cuanto más tiempo te veas obligado a pasar sin atención médica, mayor será la probabilidad de que mueras por una afección no tratada. De nuevo, la tasa de mortalidad en tales circunstancias es exponencial, no lineal.

3. Porque sin atención médica, todo tipo de cosas que ocurren en la vida cotidiana se vuelven más peligrosas. El parto es el ejemplo más obvio, pero incluso los cortes y rozaduras pueden convertirse en una sentencia de muerte. Por lo tanto, el hecho de que los palestinos tengan ahora incluso menos acceso a la atención médica del que tenían en los primeros seis meses de la guerra de Israel contra Gaza sugiere que la gente está muriendo a causa de sucesos de la vida en un número incluso mayor de lo que ocurría antes en la matanza de Israel.

4. Porque, exactamente por las mismas razones, es probable que los heridos por los continuos bombardeos de Israel tengan peor pronóstico que los heridos similares en ataques anteriores. Menos médicos significa menos posibilidades de tratamiento, significa más posibilidades de morir a causa de las heridas.

5. Porque sabemos que, dadas las condiciones de insalubridad, la falta de agua y alimentos, el debilitado estado de salud de la población y la destrucción de los hospitales, ahora están estallando epidemias. La OMS ya ha advertido de un probable brote de poliomielitis, pero seguro que surgen otras enfermedades como el cólera, la fiebre tifoidea y la disentería que aún no han sido aisladas e identificadas. Incluso el resfriado común puede convertirse en una enfermedad mortal cuando el estado de salud de la población está tan comprometido.

En una carta enviada este mes por investigadores a la revista médica The Lancet se advertía sobre el probable recuento masivo de muertos en Gaza, incluso basándose, como tenían que hacer, en el número de muertos establecido.

Su argumento era que había que tener en cuenta las muertes indirectas -como las que he enumerado antes-, además de las muertes directas causadas por las bombas israelíes. Calculan, de forma muy conservadora, que el número total de personas que morirán en los próximos meses -no sólo a causa de las bombas, sino también como consecuencia de la falta de atención médica, las condiciones insalubres y la hambruna- es de 186.000, es decir, el 8% de la población.

Esa cifra sería válida siempre que la actual política israelí de matanzas y hambrunas se detuviera de inmediato y que las organizaciones internacionales pudieran aportar ayuda de emergencia. No hay indicios de que Israel vaya a permitir nada de eso, ni de que los Estados occidentales vayan a presionar a Israel para que lo haga.

Los investigadores médicos sugieren que una estimación menos conservadora podría situar el número de muertos en Gaza en torno a los 600.000, o una cuarta parte de la población. Una vez más, esto supone que Israel dé marcha atrás inmediatamente.

Recuérdese también que por cada persona asesinada, varias otras quedan mutiladas o gravemente heridas. Según las cifras actuales, hay más de 91.000 palestinos heridos, a muchos de los cuales les faltan miembros.

Por desgarradoras que sean estas cifras, no son más que números. Pero los muertos de Gaza no son números. Eran seres humanos, la mitad de ellos niños, cuyas vidas han sido apagadas, su potencial borrado para siempre, sus seres queridos abandonados a un dolor que los consume por completo. Muchas víctimas murieron solas con un dolor extremo o padecieron un sufrimiento inimaginable.

Ninguna de sus vidas debería reducirse a frías estadísticas en un gráfico. Pero si es así como estamos, y por desgracia lo es, entonces como mínimo tenemos que señalar que las cifras de los titulares son mentira, que la barbarie de Israel está siendo groseramente minimizada, y que estamos siendo inducidos a una falsa sensación de complacencia.

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(*) https://www.diario.red/articulo/internacional/desgracia-es-mucho-peor/20240828195542034516.html

 


Antecedentes y Carácter Colonial del Genocidio Israelí contra el Pueblo Palestino1

Santiago Ibarra

EL GENOCIDIO ISRAELÍ en curso contra el pueblo palestino se inicia luego del atentado perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1.200 muertos. Este atentado es lo que normalmente destacan los grandes medios de comunicación y los gobiernos occidentales, pero lo que no dicen es que ese atentado ha tenido lugar dentro de un contexto histórico y político mayor, que consiste en la política colonial que los sionistas israelíes, en alianza con los británicos, primero, y con los estadounidenses, después, han practicado contra el pueblo palestino durante el siglo XX y lo que va del siglo XXI. Los grandes medios de comunicación y los gobiernos occidentales presentan su monstruoso genocidio como una “guerra contra el terrorismo”, para deslegitimar la lucha del pueblo palestino por su liberación nacional. A continuación vamos a brindar algunos hechos históricos para contextualizar la acción de Hamás del 7 de octubre.

Por ser un lugar clave ubicado en una región rica en petróleo y estar cerca del Canal de Suez, uno de los principales lugares de tránsito del intercambio comercial mundial, Palestina ha sido objeto de la política colonial de potencias como Gran Bretaña, Estados Unidos e Israel. Mencionemos algunos antecedentes de la política colonial actual de Israel y Estados Unidos (con el apoyo de países europeos), reconocidos en artículos y ensayos sobre la cuestión palestina y disponibles en internet:

a)   En la Conferencia de Berlín (1884-1885) las potencias europeas se reparten África. Hay un contexto colonial a escala mundial en el que se inserta la invasión israelí de tierras palestinas.

b)   En mayo de 1916 se firma el Acuerdo Sykes-Picot, firmado entre Inglaterra y Francia para repartirse territorio del Oriente Próximo, en el caso de que la Triple Entente obtuviera la victoria en contra del Imperio Otomano en la primera guerra mundial. Las potencias mencionadas se reparten Siria, Irak. Líbano y Palestina.

c)   La Declaración Balfour (1917), por la cual el gobierno británico mostraba su apoyo a la creación de un “hogar nacional” para el pueblo judío en la región de Palestina. “Desde el siglo XIX, el Imperio británico había encontrado en la población judía de Oriente Próximo una esfera de influencia para defender sus intereses en la región y proteger la comunicación con sus colonias en Asia a través del canal de Suez. Así, mientras Francia tejía lazos con las comunidades católicas y Rusia con las ortodoxas, el Reino Unido fomentó la emigración judía a Palestina, controlada aún por el Imperio otomano.”2

d)   En 1922 la Sociedad de Naciones (el antecesor de la Organización de las Naciones Unidas) le otorga a Gran Bretaña el mandato sobre la tierra Palestina. Los sionistas que se trasladan a tierra palestina reprimen a los palestinos a través de sus fuerzas paramilitares y los militares británicos. Los palestinos resisten y llevan adelante una gran huelga general en 1936.

e)   Después de la II guerra mundial, en 1948, Palestina es divida en dos territorios, uno para la entidad israelí, y el otro para Palestina, pero solo Israel es reconocido como Estado. Desde entonces, Israel se ha expandido todavía más, ocupando territorio de terceros países. En 1948, debido a la represión y masacre perpetrada por los sionistas, la mitad del pueblo palestino, 750 mil personas, abandonó sus hogares, hecho que se conoce como la Nakba.

El genocidio de hoy en día se ubica dentro de esa larga historia de opresión colonial. Como dice Ilan Pappé, actualmente esta realidad colonial es “en parte ocupación, otra parte es limpieza étnica, otra parte es apartheid y otra parte es genocidio”, que es lo que ocurre en Gaza. Todo esto hace Israel para impedir que Palestina se constituya como un Estado autónomo y soberano.

En correspondencia con su política colonial, las más altas autoridades de Israel han hecho declaraciones colonialistas que justifican y a la vez incitan al genocidio. Por ejemplo, Netanyahu afirmó: “Haré de Gaza un lugar no apto para la vida humana”. También son conocidas las selfies que militares sionistas se han tomado con los escombros de edificios y viviendas destruidas detrás de ellos, mostrando felicidad frívola y terrorífica por la destrucción y muertes provocadas.

La acción militar de Hamás no puede dejar de verse como una respuesta a esa opresión colonial, en suma, como una lucha por la liberación nacional del pueblo palestino. Esta lucha contra la opresión colonial israelí es la lucha por el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino.

Finalmente, añadamos que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas aprobó la resolución 37/43, del 3 de diciembre de 1982, que establece como legítima la lucha contra el colonialismo haciendo uso incluso de la lucha armada:

2. Reafirma la legitimidad de la lucha de los pueblos por la independencia, la integridad territorial, la unidad nacional y la liberación de la dominación colonial y extranjera y de la ocupación foránea por todos los medios a su alcance, incluida la lucha armada; 3. Reafirma el derecho inalienable del pueblo de Namibia, del pueblo palestino y de todos los pueblos bajo dominación extranjera y colonial a la libre determinación, a la independencia nacional, a la integridad territorial, a la unidad nacional y a la soberanía sin injerencia extranjera (las negrillas son nuestras).

El mote de “terrorista” que Estados Unidos, Israel y las potencias occidentales le dan a las luchas populares y a los Estados que no se subordinan a sus dictados, es parte del discurso que expresa su propia decadencia y crisis moral.

Terrorista en cambio sí es Israel (y su protector y financiador, Estados Unidos), que ya ha provocado más de 41.000 muertos en Gaza. Si contamos las muertes indirectas (causadas por falta de medicamentos y de hospitales, por ejemplo), son 200.000 muertos, según una estimación conservadora publicada en The Lancet. Otras estimaciones hablan de 600 mil muertos, inclusive. El horror continúa en Gaza. Los pueblos del mundo no olvidarán los monstruosos crímenes de Israel y Estados Unidos.

Notas:

1)   Notas de mi participación en el seminario “Genocidio sionista versus resistencia palestina en el marco del nuevo orden geopolítico mundial”, organizado por el Colegio de Sociólogos de La Paz, 25 de agosto de 2024.

2)   Bermejo, Cristina, “¿Qué fue la declaración Balfour?” en: El orden mundial, 31.10.2023, texto disponible en: https://elordenmundial.com/que-fue-declaracion-balfour/#:~:text=La%20Declaraci%C3%B3n%20Balfour%20fue%20el,en%20la%20regi%C3%B3n%20de%20Palestina.


La Corte Internacional de Justicia: El Pueblo Palestino Tiene Derecho a la Autodeterminación

Mahmoud Elalwani(*)

EL 19 DE JULIO, la Corte Internacional de Justicia celebró una sesión en su sede de La Haya, durante la cual anunció su opinión consultiva sobre las consecuencias jurídicas de la ocupación israelí de los territorios palestinos desde 1967.

El presidente de la Corte, el juez Nawaf Salam, leyó la opinión consultiva que afirmaba que la ocupación israelí de los territorios palestinos es ilegal y que Israel debe poner fin a su ocupación. También destacó que Israel, potencia ocupante, debe detener inmediatamente cualquier actividad de asentamiento en las tierras que ocupó en 1967 y debe expulsar a los colonos de esas tierras. Además, indicó que Israel tiene el deber de compensar las pérdidas materiales y morales infringidas a los ciudadanos palestinos en los territorios ocupados, apuntando que los países no deben reconocer la existencia ilegal de los asentamientos.

También hizo un llamamiento a la Asamblea General de las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad de la ONU para tomar las medidas adicionales necesarias que conduzcan a lograr poner fin lo antes posible a la presencia ilegal del Estado de Israel en los territorios palestinos ocupados. Sin embargo, Israel apuesta por que Estados Unidos utilizará su poder de veto en el Consejo de Seguridad.

El 26 de febrero, el tribunal inició sus deliberaciones sobre el caso, tras escuchar durante una semana argumentos e informes públicos presentados por 50 Estados miembros de las Naciones Unidas: Sudáfrica, Bolivia, España, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Estados Unidos de América, Rusia, China, Japón, Irlanda, Noruega, Eslovenia, Francia, Reino Unido,  Suiza, Luxemburgo, Países Bajos, Hungría, Egipto, Argelia, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Omán, Qatar, Sudán, Siria, Túnez, Turquía, Irán, Pakistán, Gambia, Guyana, Malasia, Mauricio, Namibia, Indonesia, Zambia, Maldivas, Bangladesh, Belice, Islas Alqamar y Fiji, y tres organizaciones internacionales: Organización de Cooperación Islámica, Unión Africana y Liga de Estados Árabes.

El presidente de la Corte Internacional de Justicia dijo que la Corte está examinando las repercusiones judiciales de las prácticas políticas en los territorios ocupados y su impacto, señalando que no hay límites a la libertad del tribunal para expresar su opinión sobre el alcance de la contradicción entre las prácticas políticas y el derecho internacional; añadiendo que es competencia del tribunal expresar su opinión consultiva sobre la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel. Declaró que los territorios palestinos ocupados representan tierras con unidad, continuidad y soberanía que deben ser respetadas y que la opinión consultiva actual no incluye la guerra que estalló en Gaza en octubre de 2023. Especificó que el tribunal estudiará las repercusiones judiciales de la presencia ilegal de Israel en los territorios ocupados, remarcando que la opinión consultiva se basa en el supuesto de que los territorios palestinos son territorios bajo ocupación.

Continuó declarando que Israel sobrepasó el ejercicio de su autoridad sobre la Franja de Gaza, especialmente monitoreando sus fronteras aéreas, marítimas y terrestres, añadiendo que los deberes de Israel en los territorios ocupados están sujetos al tratado de 1959 sobre el tratamiento de civiles en tiempos de guerra, afirmando que Israel ha abandonado sus obligaciones establecidas en el tratado contra la discriminación racial de 1965. Remarcó que Israel debe respetar el ‘tratado de sidra’ cuando ejerza sus poderes fuera de sus territorios y que el pueblo palestino, reconocido por el Tratado de Oslo, tiene derecho a la autodeterminación.

Asimismo, añadió que las prácticas de Israel después de su ocupación de tierras palestinas en 1967 violaron el derecho a la autodeterminación. Señaló: “Creemos que la ocupación continuada de los territorios palestinos durante un largo periodo de tiempo no cambia su estatus legal. Las autoridades de ocupación no pueden desplazar a la población de los territorios ocupados ni asentar allí a los colonos. La transferencia de colonos a Cisjordania o Jerusalén Este contradice el artículo 49 de la Convención de Ginebra. La detención de propiedades palestinas por parte de colonos viola las obligaciones internacionales de Israel”.

Concretó que las fuerzas de ocupación están obligadas a garantizar el suministro de agua y alimentos a los residentes de las zonas ocupadas. Además, indicó que los territorios ocupados deben ser evacuados. El tribunal acusó a Israel de discriminación racial y segregación racial entre palestinos y judíos, y mencionó específicamente la acusación de apartheid, que es una acusación extremadamente grave en el derecho internacional. También pidió a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas que cooperen en la implementación de la resolución y que no reconozcan ni ayuden los cambios que Israel está realizando en los territorios palestinos. En consecuencia, Israel debe devolver las tierras, los bienes e inmuebles, así como pagar una compensación a los palestinos.

El tribunal también dictaminó que se debe conceder a los palestinos el derecho a la autodeterminación y que las Naciones Unidas deben trabajar para establecer un Estado palestino independiente que viva en paz junto a Israel.

El anuncio de la opinión consultiva del tribunal se produce en un momento en que la presión legal internacional sobre Israel (la potencia ocupante) está aumentando. Mientras tanto, continúa la guerra de aniquilación contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y en Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada.

La decisión también representa un triunfo para el fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya, Karim Khan, para acelerar la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y contra el ministro del Ejército, Yoav Galant, por su responsabilidad en “crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad” tal y como solicitó la Corte Penal Internacional hace dos meses. En esta etapa se espera que varios países presenten una solicitud al fiscal general para procesar a altos funcionarios israelíes responsables de la política de asentamientos y del desplazamiento forzado de la población palestina.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, remitió a la Asamblea General la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, que indica que corresponde a la Asamblea General decidir cómo avanzar en este asunto y que había solicitado el asesoramiento de la Corte sobre los procedimientos relacionados con el derecho y sobre las consecuencias derivadas de las políticas y prácticas de Israel en los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén Oriental. Guterres destacó la necesidad de que “las partes vuelvan a emprender el tan esperado camino político para poner fin a la ocupación y resolver el conflicto.

Guterres señaló que el único camino viable es “ver a los dos Estados, Israel y un Estado Palestino totalmente independiente, democrático, continuo, viable y soberano, viviendo uno al lado del otro en paz y seguridad dentro de fronteras seguras y reconocidas, sobre la base de las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén como capital de ambos Estados de acuerdo con el derecho internacional, las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas y los acuerdos bilaterales.

Los dos ministros extremistas del gobierno de ocupación israelí, Smotrich y Ben Gvir, atacaron a la Corte Internacional de Justicia por la emisión de la opinión consultiva. El ministro de Finanzas Smotrich dejó constancia en la plataforma X de que “la respuesta a la Corte Internacional de Justicia es imponer ahora la soberanía sobre Cisjordania, es decir, anexar los territorios palestinos ocupados y ampliar los asentamientos”. Por su parte, el llamado ministro de Seguridad Nacional, Ben Gvir, afirmó: “La decisión de la Corte Internacional de Justicia demuestra que es antisemita y no aceptaremos sermones de ella”.

Israel, potencia ocupante, se anticipó a la emisión de opinión consultiva del Tribunal Internacional de Justicia con la aprobación en su parlamento, el 18 de julio, de un proyecto de resolución que rechaza la creación de un Estado palestino, rechazando reconocimientos internacionales “unilaterales” del Estado palestino.

La decisión del tribunal de La Haya creó un estado de terror en Israel, además de causar graves daños a su imagen y puede incluso conducir a la imposición de sanciones y llamamientos al procesamiento de altos funcionarios israelíes. No hay duda de que la decisión también dará impulso al movimiento BDS y a los procedimientos legales en curso en varios países con respecto a la cuestión de la prohibición de la venta de armas a Israel.

Nos preguntamos si Israel tomará medidas punitivas contra el Gobierno de Palestina. Según la prensa israelí, la decisión del tribunal puede lograr el resultado contrario y empujar a Israel hacia el extremismo y hacia una total falta de confianza en las Naciones Unidas y en sus instituciones. Además, puede empujar a Netanyahu y al Gobierno israelí a tomar medidas adversas, y es probable que ahora recen para que Trump gane las elecciones y apruebe la legislación contra los tribunales internacionales de La Haya que incluye sanciones contra sus empleados.

Sabiendo de antemano que los sucesivos gobiernos israelíes dieron al pueblo palestino solo tres opciones: desplazamiento, opresión o muerte, es decir, limpieza étnica, apartheid o genocidio, ha llegado el momento de que el pueblo palestino viva en libertad, paz, seguridad y con dignidad, que pueda ejercer su derecho a la libre determinación y a elegir su destino, libre de opresión, persecución, ocupación y apartheid

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(*) Mahmoud Elalwani es embajador de Palestina en Bolivia.



Las Guerras de Netanyahu

Mahmoud Elalwani(*)

LAS GUERRAS DE NETANYAHU no tienen una fecha de inicio concreta, son abiertas y no tienen límite desde su primer mandato hasta su último y actual. Un documento preparado por el Ministerio de Inteligencia del gobierno de Israel revela el plan de Netanyahu respecto a la Franja de Gaza antes del «ataque» de Hamás del pasado 7 de octubre. La American Associated Press publicó el 31 de octubre de 2023 lo que dijo que era “un documento preparado por el Ministerio de Inteligencia del gobierno de Netanyahu” y que fue presentado el 13 de octubre de 2023 para su discusión, es decir, seis días después del asalto a los militantes de Hamás.

Los acontecimientos que siguieron tras el ataque de Hamás comenzaron con una guerra integral de agresión en la Franja de Gaza, que fueron publicados en una web hebrea el 3 de julio, 272 días tras su inicio. Sin embargo, debe llamar la atención la historia de dicho documento porque se presentó solo seis días después de los sucesos de octubre, pero ya contemplaba un “plan completo” para el futuro de la Franja de Gaza. Es importante detenerse y analizar los puntos del documento.

— El documento traza claramente el curso que iba a tener la guerra cuya finalidad era la de imponer como realidad la resultante del desplazamiento interno de la población palestina del norte de Gaza al sur, como consecuencia de la agresión integral y de la división de la Franja de Gaza en dos partes.

— El documento incluye un proyecto integral para un proceso de “desplazamiento masivo” hacia múltiples países limítrofes, con mecanismos específicos y bajo el auspicio internacional denominado “tutela temprana”.

— El documento ponía de manifiesto rechazar el retorno del gobierno de la Autoridad Palestina a la Franja de Gaza, por considerar que supondría un peligro real para el proyecto de judaización, para evitar la consagración de la entidad palestina y con el fin de desarrollar la separación político-geográfica de Cisjordania.

— El documento habla de la formación de “herramientas de gobernanza local” fuera del marco y la representación oficial palestina.

— El documento habla de una “presencia” israelí en la Franja de Gaza, de tal forma que evite una acción de la comunidad internacional que le presione y le obligue a salir de Gaza.

Examinando la esencia de los elementos presentados, este documento no puede ser fruto de la reacción a las acciones llevadas a cabo por el movimiento Hamás el 7 de octubre. Sus componentes revelan un plan integral para el futuro de la Franja de Gaza. La esencia principal del documento es el desplazamiento de la población gazatí, cuya gobernanza representa un obstáculo central para el nacimiento del Estado de Palestina.

El núcleo del debate después de que el documento fuera revelado en octubre de 2023 y reeditado en julio de 2024, es que la guerra de agresión en la Franja de Gaza no es fruto de una respuesta a un acontecimiento concreto, no es autodefensa, más bien se trata de un plan que estaba preparado con detalle para implementar un plan político vinculado al reconocimiento del Estado de Palestina; se estaba buscando un “pretexto” y “los eventos del 7 de octubre” le abrieron la puerta para implementar el gran plan.

Tras la lectura del contenido del documento del Ministerio de Inteligencia israelí, se confirma que los servicios de seguridad israelíes en todas sus ramas: el ejército, el Shin Bet, el Mossad y los militares «eran conscientes de la existencia del plan de ataque de Hamás» y no lo abordaron de la manera «tradicional» de movilización y de toma de medidas para neutralizarlo; ocurrió todo lo contrario, se dejaron abiertas todas las puertas para facilitarlo bajo pretextos que nada tenían que ver con la dimensión de seguridad.

Los principales objetivos al margen del «pretexto del ataque de Hamás” son debido a la crisis existencial que estaba golpeando los cimientos del Estado fascista de Israel, que había llegado a un punto crítico que solamente podía detenerse con un evento cuyo impacto superara las interacciones de la crisis interna, y también debido a un interés regional norteamericano una vez que el movimiento de influencia que poseía en una época anterior se hubiera visto muy afectado.

El documento del Ministerio de Inteligencia israelí impone una nueva lectura política de todo lo sucedido y de la realidad de la situación, objetivos que reveló como un plan integral dirigido a la esencia del proyecto nacional palestino.

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(*) Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.


¿Israel Continúa el Escenario de Gaza en Cisjordania?

Mahmoud Elalwani*

EL PAADO MIÉRCOLES 28 de agosto, el ejército de ocupación israelí lanzó un ataque a gran escala en el norte de Cisjordania. Dicho ataque se produce once meses después de su brutal guerra contra la Franja de Gaza que ha dado como resultado más de 150.000 víctimas palestinas (entre muertos y heridos), siendo considerado el más violento en el último cuarto de siglo. Un gran número de soldados y vehículos blindados irrumpieron en los campamentos de Nour Shams en Tulkarm, en el de Jenin y en el de Al-Faraa, al sur de Tubas, en la ciudad de Naplusa y en sus campamentos, así como en varias aldeas palestinas de la región del Valle del Jordán, en Cisjordania. El número de víctimas desde el pasado 7 de octubre en Cisjordania y Jerusalén ha superado los 676 muertos, más de 4.500 heridos y más de 10.400 detenidos.

El ataque israelí estuvo acompañado de diversas declaraciones de funcionarios del gobierno de extrema derecha israelí, destacando la del canciller, Israel Katz, que dijo: “Debemos hacer una evacuación temporal de los residentes de Cisjordania”, en clara referencia a la destrucción masiva, limpieza étnica y desplazamiento forzoso que está teniendo lugar en Gaza. Este ataque forma parte de un proceso organizado y estratégico para cumplir con los planes israelíes a largo plazo de anexar ilegalmente las tierras palestinas. Los políticos israelíes amenazan con repetir el escenario de Gaza en Cisjordania. Está claro que la guerra genocida emprendida por Israel en Gaza ha intensificado las operaciones de exterminio, limpieza étnica y reemplazo en Cisjordania; la presencia de ministros extremistas sionistas en puestos de decisión política, militares y de seguridad, les ha dado fuerza dentro de la sociedad israelí, pudiendo declarar con total impunidad el deseo de aniquilar Gaza con armas nucleares y la consideración de la matanza de dos millones de habitantes sometidos a la hambruna, sed y enfermedades infecciosas como “justa y moral”.

La violencia de la ocupación es una característica inherente a ella y no necesita ninguna justificación para surtir efecto. La ocupación es una fuente inagotable de violencia, su supervivencia y continuidad depende de la resistencia y lucha en contra de quienes la sufren, frente al esfuerzo constante por reprimirla. La intensificación de la violencia en forma de agresión militar en Cisjordania tiene objetivos concretos, quizás el más importante de ellos sea llevar a cabo operaciones militares a gran escala sin que ello haya provocado una protesta internacional significativa.

El objetivo de la nueva invasión es expandir el genocidio contra el pueblo palestino en todos los territorios ocupados del Estado de Palestina y llevar a Cisjordania al borde del abismo para ampliar el alcance de la invasión a los territorios ocupados del Estado de Palestina; pretenden empujar a los ciudadanos palestinos hacia el desplazamiento forzado a Jordania y a otros países con el fin de lograr el objetivo de limpieza étnica integral, para poder ampliar y profundizar los asentamientos coloniales en tierras palestinas impidiendo el establecimiento de un Estado palestino y, como resultado final, liquidar la causa palestina.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su profunda preocupación por los recientes acontecimientos que provocaron víctimas y daños a la infraestructura civil en la ocupada Cisjordania, en un comunicado emitido el mismo día de la invasión a Cisjordania y pidió el cese inmediato de estas operaciones. El Secretario General destacó que la violencia no terminará a menos que concluya la ocupación y haya un retorno a un proceso político significativo que conduzca a una solución de dos Estados, añadiendo que las Naciones Unidas continuarán trabajando con todas las partes para lograr este objetivo y buscarán reducir la escalada de la situación actual y mejorar la estabilidad en la región.

La invasión de Cisjordania se produce como resultado de una serie de factores, entre ellos: de la total protección y apoyo estadounidense al Estado fascista de Israel, de la incapacidad de la comunidad internacional para detener la violación y la aniquilación del pueblo palestino perpetrada por el gobierno de Netanyahu y de su fracaso en la implementación del derecho internacional y el derecho internacional humanitario, así como para imponer sanciones diplomáticas, económicas, comerciales y financieras al Estado de Israel en lugar de sus continuas denuncias sin ningún resultado.

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(*) Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.


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