Nota:
Publicamos a continuación un
extracto del capítulo I del libro El
Partido de Mariátegui Hoy: Constitución, Nombre, Reconstitución, de próxima
publicación.
01.02.2018.
Comité de Redacción.
Nota:
Publicamos a continuación un
extracto del capítulo I del libro El
Partido de Mariátegui Hoy: Constitución, Nombre, Reconstitución, de próxima
aparición.
01.02.2018.
Comité de Redacción.
Esbozo
de la Constitución del Partido de Mariátegui
(Extracto)
Eduardo
Ibarra
IV
El proceso de
constitución del PSP fue un camino propio: independiente de los diversos
matices del socialismo reformista y del oportunismo pequeño burgués del Apra
naciente. Más aún: fue un proceso llevado adelante contra tales corrientes.
Por eso no puede «interpretarse» la
frase mariateguiana «partido de masas y de ideas» como que da cuenta de un
partido doctrinariamente heterogéneo, de un partido frente, de un
partido-amalgama.
Todo marxista honrado que tenga un
conocimiento así sea elemental de la literatura mariateguiana sobre el PSP,
tiene que reconocer que, con la citada frase, el maestro expresó el concepto de
un partido marxista-leninista bajo la forma organizativa de partido de masas.
Sin embargo, como
se sabe, el PSP solo pudo plasmarse como partido de ideas, y no como partido de masas. Más aún: puesto ante el problema práctico de la
hegemonía entre las masas, su Comité Ejecutivo acordó adelantar su fundación
pública como partido de cuadros(18) en marzo de 1930, lo que no ocurrió, sin
embargo, por la oposición de la fracción de Luciano Castillo.
Por
eso, en el proceso real del PSP, su concreción como partido de masas hubiese
sido posible a partir de su inicial condición de partido de cuadros. Esta fue
la visión que puso en juego Mariátegui.
V
En el plano de la
organización de las masas, Mariátegui, a la cabeza de los fundadores,
desarrolló una amplia actividad organizativa de las «masas de arriba» (Amauta, principalmente) y de las «masas de abajo» (Labor, CGTP, Federación de Yanaconas,
principalmente).
Por otro lado, al participar en el Apra, el grupo
del maestro dio cuenta de su vocación frenteunitaria.
Empero, planteada la transformación del Apra en
partido-frente, en partido-alianza, en partido-amalgama, Mariátegui no ahorró
argumentos para desenmascarar la tramoya hayista y, así, sentó las bases para
fundar el partido de clase del proletariado, por un lado, y, por otro, sentó
los fundamentos teóricos del frente antiimperialista y antifeudal(19), del cual
la CGTP y la Federación de Yanaconas, al mismo tiempo que aparecían como base
social del PSP, aparecían concebidos como fuerzas de dicho frente: «La organización sindical y el partido socialista,
por cuya formación trabajaremos, aceptarán contingentemente una táctica de
frente único o alianza con organizaciones o grupos de la pequeña burguesía,
siempre que éstos representen efectivamente un movimiento de masas y con
objetivos y reivindicaciones concretamente determinados.»(20)
Mariátegui se dirigió con ejemplar sinceridad a la
clase obrera: «El marxismo, del cual todos hablan, pero que muy
pocos conocen y, sobre todo, comprenden, es un método fundamentalmente
dialéctico. Esto es, un método que se apoya íntegramente en la realidad, en los
hechos. No es, como algunos erróneamente suponen, un cuerpo de principios de
consecuencias rígidas, iguales para todos los climas históricos y todas las
latitudes sociales. Marx extrajo su método de la entraña misma de la historia.
El marxismo, en cada país, en cada pueblo, opera y acciona sobre el ambiente,
sobre el medio, sin descuidar ninguna de sus modalidades.»(21)
Y así se dirigió a la clase precisamente en el mismo
lugar donde sostuvo que «El frente único de los trabajadores, es nuestro objetivo. En el
trabajo de constituirlo, los trabajadores de vanguardia tienen el deber de dar
el ejemplo. En la jornada de hoy, nada nos divide; todo nos une.»(22)
La aludida afirmación sobre la posición marxista en
el frente unido sindical (y, por extensión, en el frente unido en general), dio
cuenta del objetivo de la labor de propaganda del PSP: «Y las masas trabajadoras de la ciudad, el campo y
las minas y el campesinado indígena, cuyos intereses y aspiraciones
representamos en la lucha política, sabrán apropiarse de estas reivindicaciones
y de esta doctrina, combatir perseverante y esforzadamente por ellas y
encontrar, a través de cada lucha, la vía que conduce a la victoria final del
socialismo.»(23)
Estas constataciones prueban que, a través de una
intensa y extensa propaganda, Mariátegui dio comienzo a la tarea de introducir
el socialismo científico al seno de la clase obrera y de las masas trabajadoras
en general.
Así, pues, el camino propio que
implicó la constitución del PSP no impidió ni tenía por qué impedir la construcción
del frente unido del pueblo peruano. Ya hemos citado una afirmación de Mariátegui
sobre este tipo de frente, afirmación corroborada por la Moción aprobada por el
CC del PSP en la Reunión del 4 de marzo de 1930: «El P.S. reconoce que dentro de las condiciones nacionales,
la realidad nos impondrá la celebración de pactos y alianzas generalmente con
la pequeña burguesía revolucionaria. El P.S., podrá formar parte de estas
alianzas de carácter revolucionario, pero, en todo caso, reivindicará para el proletariado
la más amplia libertad de crítica, de acción, de prensa y de organización.»(24)
Notas
[18] Tenemos la impresión de que, en
nuestro folleto El partido de masas y de
ideas de José Carlos Mariátegui, los conceptos de partido de cuadros y
partido de masas, no están
suficientemente claros, y, naturalmente, esta situación puede dar lugar
a malentendidos. Para evitar estos, aprovechamos la oportunidad a fin de dejar
las cosas claras. En el marco del marxismo, los conceptos de partido de cuadros
y de partido de masas pueden verse en dos relaciones: 1) en su relación con el
concepto de partido de clase; 2) en su relación recíproca como dos formas del
partido de clase. En nuestro mencionado folleto, hemos planteado
suficientemente la primera relación (véase el capítulo VI); en cuanto a la
segunda, es necesario partir del esclarecimiento de la sinonimia entre los
conceptos de cuadro y revolucionario profesional. Como se sabe, el término
cuadro significa dirigente; así, pues, el militante del partido proletario es
un dirigente de la clase y las masas trabajadoras. Por lo tanto, es obvio que
el revolucionario profesional es un dirigente; pero es un dirigente no en el
sentido general del término, sino en el sentido particular de poseer una alta
capacidad de realizar el trabajo partidario y, por esto, de vivir a cuenta del
partido, es decir, al margen del aparato productivo de la sociedad. Como se
entenderá, en cualesquiera condiciones, el partido proletario necesita de un
núcleo de revolucionarios profesionales, pero en determinadas condiciones muy
concretas (como, por ejemplo, aquellas del período de 1903-1905 en la Rusia
zarista), puede y debe estar conformado casi enteramente por este tipo de
militantes. En conclusión, los términos cuadro y revolucionario profesional
guardan entre sí una sinonimia relativa: todo revolucionario profesional es un
cuadro, pero no todo cuadro es un revolucionario profesional.
Como se sabe, en la
literatura marxista se utilizan los términos partido de cuadros y partido de
masas. Por eso es necesario precisar: el partido de cuadros es el partido
conformado por una cantidad restringida de
dirigentes, mientras el partido de masas es el partido conformado por una cantidad extensa de dirigentes. Es decir que, en los dos casos, los militantes
del partido son dirigentes de la clase y las masas trabajadoras. Cualquier
marxista entenderá que, si se infringiera esta condición de los militantes, se
borraría la diferencia entre el partido, de un lado, y la clase y las masas de
otro, y, por lo tanto, el partido perdería su condición de vanguardia. Así,
pues, es pertinente repetir aquí que, para el marxismo, el partido de masas es
una variante del partido de cuadros.
En cambio, en el
marco del oportunismo en general, el partido de cuadros es entendido como un
partido de clase y el partido de masas como un partido pluriclasista. Precisamente
esta es la posición de Ramón García cuando pretende que el PSP fue un partido
con dos niveles orgánicos doctrinariamente disímiles entre sí. Su repetidor
Gustavo Pérez expresó esta falsificación de la verdad histórica del PSP de la
manera más cínica: «… las condiciones concretas actuales del Perú [se refiere a
las condiciones de los años de 1920] requerían no de un Partido de clase sino
de uno basado en las masas obreras y campesinas…» (Lenin, Mariátegui y el partido de masas). De esta forma renegó la
condición de partido de clase del PSP, su condición de partido de dirigentes de
la clase y las masas trabajadoras, su condición de vanguardia, o, para decirlo
de otro modo, escamoteó su carácter marxista-leninista.
En El partido de masas y de ideas de José
Carlos Mariátegui, así como en otros textos, hemos utilizado los términos
partido de cuadros y partido de masas conforme a la definición que hemos dado
de ellos en la presente nota.
[19] Véase Ideología y política, pp.
87-95.
[20] Véase Martínez, Apuntes,
t. II, p. 398. La afirmación permite inferir que, en la concepción de Mariátegui,
el PSP y «la organización sindical» (CGTP, etcétera) hacían el frente proletario, el
mismo que podía y debía ser parte del frente unido del pueblo peruano.
[21] Ideología y política,
pp. 111-12; elipsis nuestra.
[22] Ibídem, p. 114.
[23] Ibídem, p. 164.
[24] Martínez, Apuntes, t. II, p. 488.
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