PRONUNCIAMIENTO
Ante
la grave situación de represión de la que vienen siendo víctimas las clases
populares, planteamos lo siguiente:
1. La legislación burguesa ha ido
configurando un tratamiento “legal” a las protestas populares, hasta convertirlas
en delito, cualquiera que sea la causa que las motive. Independientemente de
las formas más o menos pacíficas, todas las protestas populares, están sujetas
a ser consideradas como delito bajo la configuración de “organización
criminal”.
2. Las brutales formas de explotación
exigen de parte de la burguesía medidas brutales de contención de la protesta
popular. El saqueo de nuestros recursos, humanos y naturales, llevado a cabo en
su forma extrema a través del neoliberalismo, ha provocado la respuesta de los
pobladores de las diversas regiones de nuestro país.
3. Las sobreganancias de las empresas
transnacionales, el desarrollo del narcotráfico, el lavado de activos, las
coimas a todo nivel, han configurado un narcoestado, en el que hay una
organización legal que enmascara la organización criminal real de la sobre
explotación.
4. La Constitución burguesa actual, no
alcanza a contener las aspiraciones de la burguesía a mantener la actual organización
real del Estado (organización criminal), a pesar de que las manifestaciones que
se vienen desarrollando no ponen en cuestión la vigencia del sistema
capitalista (sistema de trabajo asalariado).
5. Los crímenes cometidos por el
gobierno de Dina Boluarte, por sus ministros, el ejército y la policía
nacional, y por todo el aparato del Estado comprometido en el asesinato de los
manifestantes, así como la labor de la prensa propiedad de los grupos
económicos de poder, nos permiten ver hasta donde es capaz la burguesía de
llegar para mantener su poder.
6. La arbitraria vacancia a Pedro
Castillo, preparada desde antes de que ganara las elecciones en segunda vuelta,
ha sido el detonante que ha lanzado a la cara de la burguesía todos sus
crímenes. El hartazgo del pueblo llegó a su límite.
7. Las condiciones de vida del pueblo,
exigen una serie de soluciones y mejoras, que la burguesía no está dispuesta a
implementar, porque atenta contra sus intereses, al disminuir sus ganancias.
Sin embargo, en estos momentos las luchas populares apuntan a la renuncia de
Dina Boluarte; a una nueva Constitución por medio de una Asamblea Constituyente,
y a que se vayan todos los congresistas.
Por lo dicho, exigimos:
I. El
respeto a la libre manifestación política del pueblo, bajo las diversas formas
que ha ido desarrollando para la conquista de sus derechos.
II. El
cese de los asesinatos que sistemáticamente ha ido ejecutando el gobierno de
Dina Boluarte.
III. El
cumplimiento de los preceptos constitucionales que defienden la vida, la
libertad de expresión, la libertad de conciencia, la libertad de información,
etc., contenidos en el artículo 2 de la actual Constitución.
IV. La
investigación, independiente e imparcial, de los asesinatos cometidos, así como
el juicio y condena a los responsables y ejecutores de tales crímenes.
Comité
de Redacción.
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