Crítica a la Teoría del “Espacio-Tiempo-Histórico”
de Haya de la Torre*
(Primera Parte)
Guardia Mayorga
SABEMOS
YA CON ENGELS, QUE EL materialismo primitivo es negado por el idealismo i éste
por el materialismo dialéctico. Consecuente con este proceso tenemos que
sostener que el sistema que niegue al materialismo dialéctico será un nuevo
idealismo, un idealismo superado. Ahora bien. El Sr. Haya Torre, sostiene que
la "filosofía hayista" ha negado al "marxismo congelado".
Surge entonces de inmediato esta interrogación: ¿La "filosofía hayista” es
materialista o idealista? El dilema es definitivo. Sí es materialista no puede
negar al marxismo, que es materialista. Lo igual no puede negar a lo igual: el
marxismo al marxismo, ni el idealismo al idealismo. La negación surge de lo
opuesto i lo opuesto a materialismo es idealismo. Descartada así la primera
posibilidad queda en píe la segunda con una realidad dialéctica irrefutable:
"la filosofía hayista" representa un nuevo idealismo superado. Si me
equivoco invito a su autor a que pruebe lo contrario dialécticamente i ubique
su "nueva escuela”.
La afirmación anterior no es apriorística, surge del análisis completo
de la "filosofía hayista", como veremos en el desarrollo de esta
crítica.
¿EL HAYISMO ES UNA NUEVA ESCUELA FILOSOFICA?. —La filosofía es una
concepción unitaria del mundo. ¿Cuál es esta concepción nueva de!
"hayismo"? ¿Cuál es la nueva solución que da a los problemas
ontológicos, epistemológicos, éticos, etc.? ¿Cuál es su esencialidad? ¿Es
suficiente que se haya pretendido aplicar el relativismo einsteniano a la
estimativa de la Historia para que este "atrevimiento" constituya ya
una nueva escuela filosófica?
Contestando negativamente a todas estas interrogaciones me permito
pensar, que "la nueva escuela filosófica" no es sino una mezcla
abigarrada de principios de diferentes sistemas filosóficos, unidos por una
aspiración política en un todo ecléctico. En efecto, el lector menos avisado
podrá notar los elementos spenglerianos, hegelianos, einstenianos, axiológicos
i marxistas de esta mezcla. La unidad no está dada por su contenido real, sino
por la forma, por la logicidad del "pensamiento hayista". l es que al
Sr. Haya de la Torre, no le interesa la realidad, por más que la pregone, sino
la corrección del pensamiento, la lógica de las ideas. Por esto es que cuando
se aplica su teoría a la realidad aparecen inmediatamente las contradicciones;
en cambio cuando se aplica la realidad a su pensamiento, se llega a la verdad lógica.
Es la consecuencia inevitable de todo idealismo.
¿ES VERDAD QUE SPENGLER I EINSTEIN SE CONTRAPONIAN EN LA EPOCA EN QUE EL
ESTUVO EN BERLÍN, (1928-1931)? Veamos. Los problemas abordados por estos dos
hombres son completamente diferentes: la Historia i la Física; el relativismo
spengleriano i el relativismo einsteniano; el uno subjetivo, el otro objetivo.
Dice el Sr. Haya de la Torre, que la concepción de la Historia encaraba un gran
responso a la cultura que muere i la concepción del Universo encarada como un
mundo que no puede perecer porque adquiere una nueva dimensión". El mundo
no perece porque haya adquirido una nueva dimensión, sino porque existe
independientemente de la conciencia del hombre, porque es objetivo,
trascendente. Con la teoría de Einstein el mundo no adquiere una nueva
dimensión, que es el tiempo, sino que se descubre esta forma de existencia de
la materia. Una teoría no puede crear una propiedad para adjudicarla al mundo,
sino descubrir una propiedad que ya existía. No se puede descubrir lo que no
existe. La materia debe poseer aún otras propiedades desconocidas, que se
descubrirán a menudo que avancen las investigaciones científicas. Pero el Sr.
Haya de la Torre piensa que ellas primero existen en el pensamiento del hombre
i después se las adjudica a la realidad. ¿No es esto idealismo puro?
Es verdad que existe interdependencia entre la Filosofía i la Ciencia.
"Mientras los físicos modernos se vuelven cada vez más a la filosofía i
encuentran en alguna forma de idealismo, de tipo subjetivo o kantiano la
solución de las dificultades suscitadas por el análisis contemporáneo de la
materia, los filósofos modernos han prestado cada vez mayor atención a los
problemas planteados por los hombres de ciencia, i han elaborado sistemas
metafísícos con el intento de proveer al mundo de la ciencia con el fundamento
cósmico compatible con su actual estado de desarrollo" (Joad). El
desarrollo de las ciencias biológicas nos conduce a Bergson, así como los
adelantos de la física nos llevan a Waithead; pero en ningún caso el
relativismo einsteniano nos llevará al "Espacio–Tiempo–Histórico",
teoría política caudillista i aparentemente filosófica.
Sobre un mismo supuesto científico se puede estructurar un sistema filosófico
idealista o un sistema filosófico materialista. No es raro, pues, que a base
del relativismo einsteniano, que tiene un fundamento objetivo, surja una
filosofía relativista arbitraria. Todo relativismo conduce al idealismo. Pero
apelar a la contraposición de Eínstein i Spengler para deducir una nueva
estimativa de la Historia, me parece sencillamente utópico.
Todos sabemos, sin necesidad de la teoría del
"Espacio-Tiempo", que la trayectoria histórica de cada pueblo es
inconfundible con la de otro pueblo í que Asia es Asía i que América es América.
Pero también es cierto que su desarrollo histórico se produce bajo un sistema
de interdependencia internacional i sobre una base de un sistema de producción
de tendencia universal, en relación directa con el grado de desarrollo de las
vías de comunicación, que debilita la configuración insular de los pueblos.
*El presente texto hace parte del libro Reconstruyendo el Aprismo. Es respetada la ortografía del autor. (Nota
del Comité de Redacción).
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