Discurso Histórico de Raúl Castro en la Cumbre de las Américas
Discurso del General de
Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la
VII Cumbre de las Américas, Panamá, el 11 de abril de 2015.
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
Ya era hora de que yo
hablara aquí a nombre de Cuba.
Me informaron al
principio que podría hacer un discurso de ocho minutos; aunque hice un gran
esfuerzo, junto con mi Canciller, de reducirlo a ocho minutos, y como me deben
seis cumbres de las que nos excluyeron, 6 por 8, 48 (Risas y aplausos), le pedí
permiso al presidente Varela unos instantes antes de entrar a este magnífico
salón, para que me cedieran unos minutos más, sobre todo después de tantos
discursos interesantes que estamos escuchando, y no me refiero solo al del
presidente Obama, sino también al del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, a
la Presidenta Dilma Rousseff y otros.
Sin más preámbulos, comenzaré.
Excelentísimo Señor Juan Carlos Varela, Presidente
de la República de Panamá;
Presidentas y Presidentes:
Primeras y Primeros Ministros;
Distinguidos invitados:
En primer lugar, expreso
nuestra solidaridad con la Presidenta Bachelet y el pueblo de Chile, por los
desastres naturales que han estado padeciendo.
Agradezco la solidaridad
de todos los países de la América Latina y el Caribe que hizo posible que Cuba
participara en pie de igualdad en este foro hemisférico, y al Presidente de la
República de Panamá por la invitación que tan amablemente nos cursara. Traigo
un fraterno abrazo al pueblo panameño y a los de todas las naciones aquí
representadas.
Cuando los días 2 y 3 de
diciembre de 2011 se creó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC), en Caracas, se inauguró una nueva etapa en la historia de Nuestra
América, que hizo patente su bien ganado derecho a vivir en paz y a
desarrollarse como decidan libremente sus pueblos, y se trazó para el futuro un
camino de desarrollo e integración, basada en la cooperación, la solidaridad y
la voluntad común de preservar la independencia, soberanía e identidad.
El ideal de Simón
Bolívar de crear una “gran Patria Americana” inspiró verdaderas epopeyas
independentistas.
En 1800 se pensó en agregar
a Cuba a la Unión del Norte como el límite sur del extenso imperio. En el siglo
XIX, surgieron la Doctrina del Destino Manifiesto con el propósito de dominar
las Américas y al mundo, y la idea de la Fruta Madura para la gravitación
inevitable de Cuba hacia la Unión norteamericana, que desdeñaba el nacimiento y
desarrollo de un pensamiento propio y emancipador.
Después, mediante
guerras, conquistas e intervenciones, esta fuerza expansionista y hegemónica
despojó de territorios a Nuestra América y se extendió hasta el Río Bravo.
Luego de largas luchas que se frustraron, José Martí organizó la “guerra necesaria” de 1895 —la Gran Guerra, como fue llamada también, empezó en 1868— y creó el Partido Revolucionario Cubano para conducirla y fundar una República “con todos y para el bien de todos” que se propuso alcanzar “la dignidad plena del hombre”.
Luego de largas luchas que se frustraron, José Martí organizó la “guerra necesaria” de 1895 —la Gran Guerra, como fue llamada también, empezó en 1868— y creó el Partido Revolucionario Cubano para conducirla y fundar una República “con todos y para el bien de todos” que se propuso alcanzar “la dignidad plena del hombre”.
Al definir con certeza y
anticipación los rasgos de su época, Martí se consagra al deber “de impedir a
tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los
Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”
—fueron sus palabras textuales.
Nuestra América es para
él la del criollo, del indio, la del negro y del mulato, la América mestiza y
trabajadora que tenía que hacer causa común con los oprimidos y saqueados.
Ahora, más allá de la geografía, este es un ideal que comienza a hacerse
realidad.
Hace 117 años, el 11 de
abril de 1898, el entonces Presidente de los Estados Unidos solicitó al
Congreso autorización para intervenir militarmente en la guerra de
independencia que por cerca de 30 años libraba Cuba en esos momentos, ya ganada
prácticamente al precio de ríos de sangre cubana, y este —el Congreso
americano— emitió su engañosa Resolución Conjunta, que reconocía la
independencia de la isla “de hecho y de derecho”. Entraron como aliados y se
apoderaron del país como ocupantes.
Se impuso a Cuba un
apéndice a su Constitución, la Enmienda Platt —conocida así por el nombre del
senador que la propuso—, que la despojó de su soberanía, autorizaba al poderoso
vecino a intervenir en los asuntos internos y dio origen a la Base Naval de
Guantánamo, la cual todavía usurpa parte de nuestro territorio. En ese periodo
se incrementó la invasión del capital norteño, posteriormente hubo dos
intervenciones militares y el apoyo a crueles dictaduras.
Cuando los cubanos, al
comienzo del siglo XX, hicieron su proyecto de Constitución y se la presentaron
al gobernador, autonombrado por su país, un general norteamericano, este les
contestó que ahí faltaba algo, y al preguntar los cubanos constituyentistas,
les respondió: Esta enmienda que presenta el senador Platt, que da derecho a
intervenir en Cuba cada vez que sea considerado por los Estados Unidos.
Hicieron uso de ese
derecho; por supuesto, los cubanos lo rechazaron y la respuesta fue: Muy bien,
nos quedaremos aquí. Eso se mantuvo hasta 1934.
Hubo dos intervenciones
militares, además, y el apoyo a crueles dictaduras en ese periodo mencionado.
Predominó hacia América
Latina la “política de las cañoneras” y luego del “Buen Vecino”. Sucesivas
intervenciones derrocaron gobiernos democráticos e instalaron terribles
dictaduras en 20 países, 12 de ellas de forma simultánea. ¿Quién de nosotros no
recuerda esa etapa bastante reciente de dictaduras por todas partes,
fundamentalmente en Sudamérica, que asesinaron a cientos de miles de personas?
El Presidente Salvador Allende nos legó un ejemplo imperecedero.
Hace exactamente 13
años, se produjo el golpe de Estado contra el entrañable Presidente Hugo Chávez
Frías que el pueblo derrotó. Después vino, casi inmediatamente, el costoso
golpe petrolero.
El 1ro. de enero de
1959, 60 años después de la entrada de los soldados norteamericanos en La
Habana, triunfó la Revolución Cubana, y el Ejército Rebelde, comandado por el
Comandante Fidel Castro Ruz, llegó a la capital, el mismo día, exactamente 60
años después. Esas son las incomprensibles ironías de la historia. El pueblo
cubano, a muy alto precio, iniciaba el pleno ejercicio de su soberanía. Fueron seis
décadas de dominación absoluta.
El 6 de abril de 1960
—apenas un año después del triunfo—, el subsecretario de Estado Lester Mallory
escribió en un perverso memorando —y no encuentro otro calificativo que darle.
Este memorando fue desclasificado decenas de años después—, cito algunos
párrafos: “(…) la mayoría de los cubanos apoya a Castro… No hay una oposición
política efectiva. El único medio previsible para restarle apoyo interno es a
través del desencanto y el desaliento basados en la insatisfacción y las
penurias económicas (…), debilitar la vida económica (…) y privar a Cuba de
dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales,
provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”. Fin de la
cita. El 77% de la población cubana nació bajo los rigores que impone el
bloqueo, más terribles de lo que se imaginan, incluso, muchos cubanos, pero
nuestras convicciones patrióticas prevalecieron, la agresión aumentó la
resistencia y aceleró el proceso revolucionario. Eso sucede cuando se hostiga
al proceso revolucionario natural de los pueblos. El hostigamiento trae más
revolución, la historia lo demuestra y no solo en el caso de nuestro continente
o de Cuba.
El bloqueo no empezó
cuando lo firmó el Presidente Kennedy en 1962, que después haré una breve
referencia a él por una iniciativa positiva de ponerse en contacto con el Jefe
de nuestra Revolución para comenzar lo que ahora estamos empezando el
Presidente Obama y yo; casi simultáneamente llegó la noticia de su asesinato, cuando
se recibía un mensaje suyo.
Es decir que la agresión aumentó. Fue en el año 1961 la agresión a Playa Girón, una invasión mercenaria, apadrinada y organizada por Estados Unidos. Seis años de guerra contra grupos armados que en dos ocasiones abarcaron todo el país. No teníamos ni un radar, y aviación clandestina —no se sabe de dónde salió—, arrojando armamento en paracaídas. Miles de vida nos costó ese proceso; el costo económico no hemos logrado llevarlo con exactitud. Fue en enero de 1965 cuando concluyó, y lo comenzaron a apoyar a fines de 1959, unos 10 u 11 meses después del triunfo de la Revolución, cuando no habíamos declarado todavía el socialismo, que se declaró en 1961, en el entierro de las víctimas de los bombardeos a los aeropuertos el día antes de la invasión. Al día siguiente nuestro pequeño ejército en aquel momento y todo nuestro pueblo fue a combatir esa agresión y cumplió la orden del Jefe de la Revolución de destruirla antes de las 72 horas. Porque si llegan a consolidarse ahí en el lugar del desembarco, que estaba protegido por la más grande ciénaga del Caribe isleño, hubieran trasladado un gobierno ya constituido —con Primer Ministro y el nombramiento de los demás ministros—, que estaba en una base militar norteamericana en la Florida. Si llegan a consolidar la posición que ocuparon inicialmente, trasladar ese gobierno a Playa Girón era fácil. E inmediatamente la OEA, que ya nos había sancionado por proclamar ideas ajenas al continente, le hubiera dado su reconocimiento. El gobierno constituido en Cuba, basificado en un pedacito de tierra, hubiera pedido ayuda a la OEA y esa ayuda estaba sobre barcos de guerra norteamericanos a tres millas de la costa, que era el límite que entonces existía de las aguas territoriales, que como ustedes conocen ahora son 12.
Y la Revolución se
siguió fortaleciendo, radicalizándose. Lo otro era renunciar. ¿Qué hubiera
pasado? ¿Qué hubiera pasado en Cuba? ¿Cuántos cientos de miles de cubanos
hubieran muerto?, porque ya teníamos cientos de miles de armamentos ligeros;
habíamos recibido los primeros tanques que no sabíamos ni manejar bien. La
artillería, sabíamos tirar cañonazos, pero no conocíamos dónde iban a dar; lo
que unos milicianos aprendían por la mañana, tenían que enseñárselos a los
otros por la tarde.
Pero hubo mucho valor,
había que ir por un solo itinerario, porque era una ciénaga por donde las
tropas no se podían desplegar, ni transitar los tanques o vehículos pesados.
Tuvimos más bajas que los atacantes. Por eso se cumplió la orden de Fidel: liquidarlos
antes de las 72 horas.
Y esa misma flota
americana fue la que acompañó a esa expedición desde Centroamérica, y estaba
ahí, desde la costa se veían, a solo tres millas algunos de sus barcos.
¿Cuánto costó a Guatemala la invasión famosa en 1954?, que recuerdo bien porque estaba preso en el presidio de Isla de la Juventud —o de Pinos, llamada así entonces—, por el ataque al cuartel Moncada un año antes. ¿Cuántos cientos de miles de indios mayas, aborígenes y otros ciudadanos guatemaltecos perecieron en todo un largo proceso que durará años recuperar? Ese fue el comienzo.
¿Cuánto costó a Guatemala la invasión famosa en 1954?, que recuerdo bien porque estaba preso en el presidio de Isla de la Juventud —o de Pinos, llamada así entonces—, por el ataque al cuartel Moncada un año antes. ¿Cuántos cientos de miles de indios mayas, aborígenes y otros ciudadanos guatemaltecos perecieron en todo un largo proceso que durará años recuperar? Ese fue el comienzo.
Cuando ya habíamos
proclamado el socialismo y el pueblo había combatido en Playa Girón para
defenderlo, el Presidente John F. Kennedy —al que ya hice referencia hace un
instante— fue asesinado precisamente en el mismo momento, el mismo día en que
el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro recibía un mensaje suyo —de John
Kennedy— buscando iniciar el diálogo.
Después de la Alianza para el Progreso y de haber pagado varias veces la deuda externa sin evitar que esta se siga multiplicando, se nos impuso un neoliberalismo salvaje y globalizador, como expresión del imperialismo en esta época, que dejó una década perdida en la región.
“La propuesta entonces
de una asociación hemisférica madura resultó el intento de imponernos el Área
de Libre Comercio de las Américas (ALCA), asociado al surgimiento de estas
Cumbres, que hubiera destruido la economía, la soberanía y el destino común de
nuestras naciones, si no se le hubiera hecho naufragar en el 2005, en Mar del
Plata, bajo el liderazgo de los Presidentes Chávez, Kirchner y Lula. Un año
antes, Chávez y Fidel habían hecho nacer la Alternativa Bolivariana, hoy
Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América.
Excelencias:
Hemos expresado —y le
reitero ahora— al Presidente Barack Obama, nuestra disposición al diálogo
respetuoso y a la convivencia civilizada entre ambos Estados dentro de nuestras
profundas diferencias.
Aprecio como un paso
positivo su reciente declaración de que decidirá rápidamente sobre la presencia
de Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo en la que nunca
debió estar —impuesta bajo el gobierno del Presidente Reagan.
¡País terrorista
nosotros! Sí, hemos hecho algunos actos de solidaridad con otros pueblos, que
pueden considerarse terroristas, cuando estábamos acorralados, arrinconados y
hostigados hasta el infinito, solo había una alternativa: rendirse o luchar.
Ustedes saben cuál fue la que escogimos con el apoyo de nuestro pueblo. ¡¿Quién
puede pensar que vamos a obligar a todo un pueblo a hacer el sacrificio que ha
hecho el pueblo cubano para subsistir, para ayudar a otras naciones?!
(Aplausos). Pero “la dictadura de los Castro los obligó”, igual que los obligó
a votar por el socialismo con el 97,5% de la población.
Reitero que aprecio como
un paso positivo la reciente declaración del Presidente Obama de que decidirá
rápidamente sobre la presencia de Cuba en una lista de países patrocinadores
del terrorismo en la que nunca debió estar, les decía, porque cuando esto se
nos impuso resulta que los terroristas éramos los que poníamos los muertos —no
tengo en la mente el dato exacto—, solo por terrorismo dentro de Cuba, y en
algunos casos de diplomáticos cubanos en otras partes del mundo que fueron asesinados.
Me aportan el dato ahora mis compañeros: en esa etapa tuvimos 3 478 muertos y 2
099 discapacitados de por vida; más otros muchos que fueron heridos.
Los terroristas eran los
que ponían los muertos. ¿De dónde venía el terror entonces? ¿Quiénes lo provocaban?
Algunos de los que incluso han estado por Panamá en estos días, como el agente
de la CIA Rodríguez, que fue el que asesinó al Che y se llevó sus manos
cortadas para probar por sus huellas digitales, no sé en qué lugar, que se
trataba del cadáver del Che, que después recuperamos por la gestión de un
gobierno amigo en Bolivia. Pero, bueno, desde entonces somos terroristas.
Realmente pido
disculpas, incluso, al Presidente Obama y a otros presentes en esta actividad
por expresarme así. Yo a él mismo le dije que a mí la pasión se me sale por los
poros cuando de la Revolución se trata. Le pido disculpas porque el presidente
Obama no tiene ninguna responsabilidad con nada de esto. ¿Cuántos presidentes
hemos tenido? Diez antes que él, todos tienen deuda con nosotros, menos el
Presidente Obama.
Después de decir tantas
cosas duras de un sistema, es justo que le pida disculpas, porque yo soy de los
que pienso —y así se lo he manifestado a unos cuantos jefes de Estado y de
Gobierno que veo aquí, en reuniones privadas que he tenido con ellos en mi país
al recibirlos— que, según mi opinión, el Presidente Obama es un hombre honesto.
Me he leído algo de su biografía en los dos libros que han aparecido, no
completos, eso lo haré con más calma. Admiro su origen humilde, y pienso que su
forma de ser obedece a ese origen humilde (Aplausos prolongados).
Estas palabras las
medité mucho para decirlas, incluso las tuve escritas y las quité; las volví a
poner y las volví a quitar, y, al final, las dije, y estoy satisfecho.
Hasta hoy, el bloqueo
económico, comercial y financiero se aplica en toda su intensidad contra la
isla, provoca daños y carencias al pueblo y es el obstáculo esencial al
desarrollo de nuestra economía. Constituye una violación del Derecho
Internacional y su alcance extraterritorial afecta los intereses de todos los
Estados.
No es casual el voto
casi unánime, menos el de Israel y el propio Estados Unidos, en la ONU durante
tantos años seguidos. Y mientras exista el bloqueo, que no es responsabilidad
del Presidente, y que por acuerdos y leyes posteriores se codificó con una ley
en el Congreso que el Presidente no puede modificar, hay que seguir luchando y
apoyando al Presidente Obama en sus intenciones de liquidar el bloqueo
(Aplausos).
Una cuestión es establecer
relaciones diplomáticas y otra cuestión es el bloqueo. Por eso les pido a
todos, y la vida nos obliga además, a seguir apoyando esa lucha contra el
bloqueo.
Excelencias:
Hemos expresado
públicamente al Presidente Obama, quien también nació bajo la política del
bloqueo a Cuba, nuestro reconocimiento por su valiente decisión de involucrarse
en un debate con el Congreso de su país para ponerle fin.
Este y otros elementos
deberán ser resueltos en el proceso hacia la futura normalización de las relaciones
bilaterales.
Por nuestra parte,
continuaremos enfrascados en el proceso de actualización del modelo económico
cubano con el objetivo de perfeccionar nuestro socialismo, avanzar hacia el
desarrollo y consolidar los logros de una Revolución que se ha propuesto
“conquistar toda la justicia” para nuestro pueblo. Lo que haremos está en un
programa desde el año 2011, aprobado en el Congreso del Partido. En el próximo
Congreso, que es el año que viene, lo ampliaremos, revisaremos lo que hemos
hecho y lo mucho que nos falta todavía para cumplir el reto.
Estimados colegas:
Debo advertirles que voy
por la mitad, si quieren corto y si les interesa continúo. Voy a acelerar un
poco (Risas).
Venezuela no es ni puede
ser una amenaza a la seguridad nacional de una superpotencia como Estados
Unidos (Aplausos). Es positivo que el Presidente norteamericano lo haya
reconocido.
Debo reafirmar todo nuestro apoyo, de manera resuelta y leal, a la hermana República Bolivariana de Venezuela, al gobierno legítimo y a la unión cívico-militar que encabeza el Presidente Nicolás Maduro, al pueblo bolivariano y chavista que lucha por seguir su propio camino y enfrenta intentos de desestabilización y sanciones unilaterales que reclamamos sean levantadas, que la Orden Ejecutiva sea derogada, aunque es difícil por la ley, lo que sería apreciado por nuestra Comunidad como una contribución al diálogo y al entendimiento hemisférico.
Debo reafirmar todo nuestro apoyo, de manera resuelta y leal, a la hermana República Bolivariana de Venezuela, al gobierno legítimo y a la unión cívico-militar que encabeza el Presidente Nicolás Maduro, al pueblo bolivariano y chavista que lucha por seguir su propio camino y enfrenta intentos de desestabilización y sanciones unilaterales que reclamamos sean levantadas, que la Orden Ejecutiva sea derogada, aunque es difícil por la ley, lo que sería apreciado por nuestra Comunidad como una contribución al diálogo y al entendimiento hemisférico.
Nosotros conocemos. Creo
que puedo ser de los que estamos aquí reunidos uno de los pocos que mejor
conoce el proceso de Venezuela, no es porque estemos allí ni estemos influyendo
allí y ellos nos cuenten todas las cosas a nosotros, lo sabemos porque están
pasando por el mismo camino por el que pasamos nosotros y están sufriendo las
mismas agresiones que sufrimos nosotros, o una parte de ellas.
Mantendremos nuestro
aliento a los esfuerzos de la República Argentina para recuperar las islas
Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur, y continuaremos
respaldando su legítima lucha en defensa de la soberanía financiera.
Seguiremos apoyando las
acciones de la República del Ecuador frente a las empresas transnacionales que
provocan daños ecológicos a su territorio y pretenden imponerle condiciones
abusivas.
Deseo reconocer la
contribución de Brasil, y de la Presidenta Dilma Rousseff, al fortalecimiento
de la integración regional y al desarrollo de políticas sociales que trajeron
avances y beneficios a amplios sectores populares, las cuales, dentro de la
ofensiva contra diversos gobiernos de izquierda de la región, se pretende
revertir.
Será invariable nuestro
apoyo al pueblo latinoamericano y caribeño de Puerto Rico en su empeño por
alcanzar la autodeterminación e independencia, como ha dictaminado decenas de
veces el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
También continuaremos
nuestra contribución al proceso de paz en Colombia hasta su feliz conclusión.
Debiéramos todos
multiplicar la ayuda a Haití, no sólo mediante asistencia humanitaria, sino con
recursos que le permitan su desarrollo, y apoyar que los países del Caribe
reciban un trato justo y diferenciado en sus relaciones económicas, y
reparaciones por los daños provocados por la esclavitud y el colonialismo.
Vivimos bajo la amenaza
de enormes arsenales nucleares que debieran eliminarse y del cambio climático
que nos deja sin tiempo. Se incrementan las amenazas a la paz y proliferan los
conflictos.
Como expresó entonces el
Presidente Fidel Castro, “las causas fundamentales están en la pobreza y el
subdesarrollo, y en la desigual distribución de las riquezas y los
conocimientos que imperan en el mundo. No puede olvidarse que el subdesarrollo
y la pobreza actuales son consecuencia de la conquista, la colonización, la
esclavización y el saqueo de la mayor parte de la Tierra por las potencias coloniales,
el surgimiento del imperialismo y las guerras sangrientas por nuevos repartos
del mundo. La humanidad debe tomar conciencia de lo que hemos sido y de lo que
no podemos seguir siendo. Hoy” –continuaba Fidel— “nuestra especie ha adquirido
conocimientos, valores éticos y recursos científicos suficientes para marchar
hacia una etapa histórica de verdadera justicia y humanismo. Nada de lo que
existe hoy en el orden económico y político sirve a los intereses de la
humanidad. No puede sostenerse. Hay que cambiarlo”, concluyó Fidel.
Cuba seguirá defendiendo
las ideas por las que nuestro pueblo ha asumido los mayores sacrificios y
riesgos y luchado, junto a los pobres, los enfermos sin atención médica, los
desempleados, los niños y niñas abandonados a su suerte u obligados a trabajar
o a prostituirse, los hambrientos, los discriminados, los oprimidos y los
explotados que constituyen la inmensa mayoría de la población mundial.
La especulación
financiera, los privilegios de Bretton Woods y la remoción unilateral de la
convertibilidad en oro del dólar son cada vez más asfixiantes. Requerimos un
sistema financiero transparente y equitativo.
No puede aceptarse que
menos de una decena de emporios, principalmente norteamericanos —cuatro o cinco
de siete u ocho—, determinen lo que se lee, ve o escucha en el planeta.
Internet debe tener una gobernanza internacional, democrática y participativa,
en especial en la generación de contenidos. Es inaceptable la militarización
del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de sistemas informáticos para
agredir a otros Estados. No dejaremos que se nos deslumbre ni colonice otra
vez. Sobre la Internet que es un invento fabuloso, de los mayores en los
últimos años, bien pudiéramos decir, recordando el ejemplo de la lengua en la
fábula de Esopo, que Internet sirve para lo mejor y es muy útil, pero a su vez,
también sirve para lo peor.
Señor Presidente:
Las relaciones
hemisféricas, en mi opinión, han de cambiar profundamente, en particular en los
ámbitos político, económico y cultural; para que, basadas en el Derecho
Internacional y en el ejercicio de la autodeterminación y la igualdad soberana,
se centren en el desarrollo de vínculos mutuamente provechosos y en la
cooperación para servir a los intereses de todas nuestras naciones y a los
objetivos que se proclaman.
La aprobación, en enero
del 2014, en la Segunda Cumbre de la CELAC, en La Habana, de la Proclama de la
América Latina y el Caribe como Zona de Paz, constituyó un trascendente aporte
en ese propósito, marcado por la unidad latinoamericana y caribeña en su
diversidad.
Lo demuestra el hecho de que avanzamos hacia procesos de integración genuinamente latinoamericanos y caribeños a través de la CELAC, UNASUR, CARICOM, MERCOSUR, ALBA-TCP, el SICA y la Asociación de Estados del Caribe, que subrayan la creciente conciencia sobre la necesidad de unirnos para garantizar nuestro desarrollo.
Lo demuestra el hecho de que avanzamos hacia procesos de integración genuinamente latinoamericanos y caribeños a través de la CELAC, UNASUR, CARICOM, MERCOSUR, ALBA-TCP, el SICA y la Asociación de Estados del Caribe, que subrayan la creciente conciencia sobre la necesidad de unirnos para garantizar nuestro desarrollo.
Dicha Proclama nos
compromete a que “las diferencias entre las naciones se resuelvan de forma
pacífica, por la vía del diálogo y la negociación u otras formas de solución, y
en plena consonancia con el Derecho Internacional”.
Vivir en paz, cooperando
unos con otros para enfrentar los retos y solucionar los problemas que, en fin
de cuentas, nos afectan y afectarán a todos, es hoy una necesidad imperiosa.
Debe respetarse, como reza la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por todos los Jefes de Estado y de Gobierno de NUESTRA AMÉRICA, “el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones”.
Debe respetarse, como reza la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por todos los Jefes de Estado y de Gobierno de NUESTRA AMÉRICA, “el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones”.
Con ella, nos
comprometimos a cumplir nuestra “obligación de no intervenir directa o
indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado y observar los
principios de soberanía nacional, igualdad de derechos y la libre determinación
de los pueblos”, y a respetar “los principios y normas del Derecho
Internacional (…) y los principios y propósitos de la Carta de las Naciones
Unidas”.
Ese histórico documento
insta “a todos los Estados miembros de la Comunidad Internacional a respetar
plenamente esta declaración en sus relaciones con los Estados miembros de la
CELAC”.
Tenemos ahora la oportunidad para que todos los que estamos aquí aprendamos, como también expresa la Proclama, a “practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos”.
Existen discrepancias sustanciales, sí, pero también puntos en común en los que podemos cooperar para que sea posible vivir en este mundo lleno de amenazas a la paz y a la supervivencia humana.
Tenemos ahora la oportunidad para que todos los que estamos aquí aprendamos, como también expresa la Proclama, a “practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos”.
Existen discrepancias sustanciales, sí, pero también puntos en común en los que podemos cooperar para que sea posible vivir en este mundo lleno de amenazas a la paz y a la supervivencia humana.
¿Qué impide, a nivel
hemisférico —como ya se refirieron algunos de los presidentes que me
precedieron en el uso de la palabra—, cooperar para enfrentar el cambio
climático?
¿Por qué no podemos los países de las dos Américas, la del Norte y la del Sur, luchar juntos contra el terrorismo, el narcotráfico o el crimen organizado, sin posiciones sesgadas políticamente?
¿Por qué no podemos los países de las dos Américas, la del Norte y la del Sur, luchar juntos contra el terrorismo, el narcotráfico o el crimen organizado, sin posiciones sesgadas políticamente?
¿Por qué no buscar, de
conjunto, los recursos necesarios para dotar al hemisferio de escuelas,
hospitales — aunque no sean lujosos, un hospitalito modesto, en aquellos
lugares donde la gente muere porque no hay un médico—, proporcionar empleo,
avanzar en la erradicación de la pobreza?
¿No se podría disminuir
la inequidad en la distribución de la riqueza, reducir la mortalidad infantil,
eliminar el hambre, erradicar las enfermedades prevenibles y acabar con el
analfabetismo?
El pasado año,
establecimos cooperación hemisférica en el enfrentamiento y prevención del
ébola y los países de las dos Américas trabajamos mancomunadamente, lo que debe
servirnos de acicate para empeños mayores.
Cuba, país pequeño y
desprovisto de recursos naturales, que se ha desenvuelto en un contexto
sumamente hostil, ha podido alcanzar la plena participación de sus ciudadanos
en la vida política y social de la nación; una cobertura de educación y salud
universales, de forma gratuita; un sistema de seguridad social que garantiza
que ningún cubano quede desamparado; significativos progresos hacia la igualdad
de oportunidades y en el enfrentamiento a toda forma de discriminación; el
pleno ejercicio de los derechos de la niñez y de la mujer; el acceso al deporte
y la cultura; el derecho a la vida y a la seguridad ciudadana.
Pese a carencias y
dificultades, seguimos la divisa de compartir lo que tenemos. En la actualidad
65 000 cooperantes cubanos laboran en 89 países, sobre todo en las esferas de
medicina y educación. Se han graduado en nuestra isla 68 000 profesionales y
técnicos, de ellos, 30 000 de la salud, de 157 países.
Si con muy escasos
recursos, Cuba ha podido, ¿qué no podría hacer el hemisferio con la voluntad
política de aunar esfuerzos para contribuir con los países más necesitados?
Gracias a Fidel y al heroico pueblo cubano, hemos venido a esta Cumbre, a cumplir el mandato de Martí con la libertad conquistada con nuestras propias manos, “orgullosos de nuestra América, para servirla y honrarla… con la determinación y la capacidad de contribuir a que se la estime por sus méritos, y se la respete por sus sacrificios”, como señaló Martí.
Gracias a Fidel y al heroico pueblo cubano, hemos venido a esta Cumbre, a cumplir el mandato de Martí con la libertad conquistada con nuestras propias manos, “orgullosos de nuestra América, para servirla y honrarla… con la determinación y la capacidad de contribuir a que se la estime por sus méritos, y se la respete por sus sacrificios”, como señaló Martí.
Señor Presidente:
Perdón, y a todos ustedes, por el tiempo ocupado.
Muchas gracias a todos (Aplausos)
Fuente: Cubadebate
Slavoj Zizek
TODAS
LAS FORMAS DE RESISTENCIA, desde Syriza en Grecia a Podemos en España, pasando
por los “populismos” latinoamericanos, deben contar con nuestro más firme
apoyo. Ello no quiere decir abstenernos de la más férrea crítica interna cuando
ello sea del caso. Una entrevista que concedí hace poco, publicada primero en México
y luego otra vez en la prensa latinoamericana y española, habría dado lugar a
una idea por completo equivocada acerca de mi posición con respecto a la
reciente tendencia populista de la política radical de izquierdas.
Si bien es cierto que la revolución
Bolivariana en Venezuela puede ser objeto de muchas críticas, algunas de ellas
merecidas, no deberíamos olvidar que también ha sido víctima de una campaña
contra-revolucionaria muy bien orquestada; en especial de una larga guerra
económica. No se trata de una táctica novedosa. Unos años atrás, durante los
tempranos setenta, el entonces asesor de seguridad estadounidense Henry
Kissinger aconsejó a la CIA sobre la mejor manera de desestabilizar el gobierno
democrático del presidente Salvador Allende en Chile. Tras una reunión con
Kissinger y el presidente Nixon el 15 de septiembre de 1970, el entonces
director de la CIA Richard Helms escribió en sus notas la instrucción sucinta
recibida de éstos: “¡Hagan que la economía chilena grite de dolor!”.
Altos representantes del gobierno
estadounidense han reconocido que el mismo procedimiento está siendo aplicado
en Venezuela. Hace apenas un par de años, el antiguo Secretario de Estado de
los Estados Unidos, Lawrence Eagleburger, declaró ante el canal de noticias Fox
que la relación entre el presidente Hugo Chávez y el pueblo venezolano
“funcionará solamente si la población de Venezuela continúa percibiendo en su
gobierno alguna capacidad para mejorar sus estándares de vida. Si en algún
momento la economía comienza a ir mal, la popularidad de Chávez comenzaría a
decrecer. Estas son las armas que tenemos contra él, y que deberíamos estar
usando. Es decir, las herramientas económicas para hacer que la economía
venezolana empeore, de manera que la influencia del chavismo en el país y la
región se vaya a pique… Todo lo que podamos hacer para que la economía
venezolana se encuentre en una situación difícil está bien hecho; pero hay que
hacerlo de manera tal que no entremos en una confrontación directa contra
Venezuela, si podemos evitarlo”.
Lo menos que se podría decir acerca de
afirmaciones como esta es que dan credibilidad al argumento según el cual las
dificultades económicas que enfrenta el Gobierno bolivariano no son simplemente
el resultado de su ineptitud en materia de política económica. Este es el punto
clave, políticamente hablando, que los liberales no pueden digerir: con toda
claridad, no estamos tratando aquí con fuerzas de mercado ciegas o con
reacciones naturales. Digamos por ejemplo, con los dueños de las tiendas y
supermercados intentando obtener ganancias mayores mediante el acaparamiento, u
ofreciendo sus productos en mercados más favorables. Antes bien, se trata de
estrategias bien planificadas y muy sofisticadas.
Si ello es así, ¿no se justifica entonces
que el gobierno use la fuerza legítima –una suerte de terror, diríase – como
medida defensiva? Por ejemplo, que la policía haga redadas en bodegas secretas,
o detenga a los acaparadores y coordinadores de la guerra económica que causa
escasez. Y cuando el 9 de marzo de este año el presidente Obama expidió una
orden ejecutiva declarando a Venezuela una “amenaza contra la seguridad
nacional” de los Estados Unidos, ¿no dio luz verde a quienes buscan “abreviar”
el período del presidente Maduro, o llevar a cabo un golpe de Estado?
En un tono algo más moderado, más
“civilizado”, es lo mismo que está ocurriendo con Grecia. Nos enfrentamos hoy a
la enorme presión de lo que deberíamos llamar sin vergüenza alguna “propaganda
enemiga”.
Según Alain Badiou, “el objetivo de la
propaganda enemiga no es aniquilar a la fuerza adversaria existente (función
que de manera usual le compete a la policía) sino antes bien, aniquilar una
posibilidad aún no realizada, ni siquiera percibida, en la situación actual”.
Dicho de otra manera, están intentando asesinar la esperanza. El mensaje que
este tipo de propaganda intenta propagar es la convicción resignada de acuerdo
con la cual si éste no es el mejor de los mundos posibles por lo menos es el
menos malo, así que cualquier intento de cambio radical tan sólo haría que las
cosas fuesen mucho peores.
Es por ello que todas las formas de
resistencia, desde Syriza en Grecia a Podemos en España, pasando por los
“populismos” latinoamericanos, deben contar con nuestro más firme apoyo. Ello
no quiere decir abstenernos de la más férrea crítica interna cuando ello sea
del caso, pero debe tratarse estrictamente de una crítica interna, una crítica
entre aliados. Como diría Mao Tse Tung, este tipo de crítica es propia de las
“contradicciones al interior del pueblo” y no contradicciones entre el pueblo y
sus enemigos.
La reacción del establecimiento europeo a
la victoria de Syriza en Grecia está dando lugar, de manera gradual, a un ideal
muy bien resumido en el título de una columna escrita por Gideon Rachman en el
Financial Times en diciembre del 2014: “el eslabón más débil de Europa son los
votantes”. Así que en un mundo ideal, Europa debería deshacerse de su “eslabón
más débil” y dejar que los expertos asuman el poder para imponer de manera
directa la política económica. Si acaso deban persistir las elecciones, su
función sería tan sólo la de confirmar el consenso de los expertos. La
perspectiva de un resultado electoral “equivocado” provoca el pánico entre los
miembros del establecimiento: tan pronto como esa posibilidad se asoma en el
horizonte, nos pintan una imagen apocalíptica de caos social, pobreza y
violencia. Y como resulta usual en tales casos, la prosopopeya ideológica hace
su agosto: los mercados comienzan a hablar como si fuesen personas, expresando
su “preocupación” acerca de lo que podría suceder si las elecciones no tienen
como resultado un gobierno con mandato suficiente para continuar con los
programas de austeridad fiscal y reforma estructural.
Recientemente, los medios alemanes
caracterizaron al ministro de finanzas griego Yanis Varoufakis como un sicótico
que vive en un mundo diferente al resto de nosotros. ¿Pero es él en verdad tan
radical? Lo que les produce pánico no es tanto el radicalismo de Varoufakis
sino su modestia pragmática y razonable. Por ello no es sorpresa que algunos
sectores radicales de Syriza ya lo estén acusando de haber capitulado ante la
Unión Europea. Pero si se observan con cuidado las propuestas de
Varoufakis, resulta imposible pasar por alto que se trata de medidas que
cuarenta años atrás habrían hecho parte de cualquier agenda social-demócrata.
De hecho, el programa del gobierno sueco o
el chileno en los sesentas y setentas era mucho más radical. Es un signo
de la pobreza de nuestro tiempo el que hoy en día haya que pertenecer a la
izquierda radical para abogar por medidas similares. Es un síntoma de la
época oscurantista en que vivimos, pero también una oportunidad para que la
izquierda pueda ocupar el lugar que en décadas anteriores ha venido ocupando la
izquierda pacata y timorata de centro.
¿Qué sucedería si un gobierno como el de
Syriza o la inspiración de Podemos fracasan? En ese caso sí sería cierto
afirmar que las consecuencias serán catastróficas no solo para Grecia o España,
sino para toda Europa: pues esa eventual derrota daría aún más peso a la
opinión pesimista según la cual el trabajo paciente de las reformas está
condenado a fracasar, y que el reformismo, antes que la revolución, constituye
hoy la más inalcanzable de todas las utopías. En últimas, ello confirmaría que
nos aproximamos a una era de lucha mucho más radical y violenta.
Saliendo a la Calle Para
Luchar por la Justicia Para Freddie Gray.
La protesta del 25 de Abril Interrumpe la Actividad Como de Costumbre en Baltimore
La protesta del 25 de Abril Interrumpe la Actividad Como de Costumbre en Baltimore
EL SÁBADO 25 DE ABRIL, MILES DE personas salieron a
la calle para exigir justicia para Freddie Gray, víctima del asesinato brutal a
manos de la policía de Baltimore. Sacudieron a la ciudad, desde las casas de
ventanas tapiadas y el proyecto de viviendas públicas Gilmor Homes en Baltimore
del Oeste —donde Freddie Gray fue asesinado— hasta la zona de lujo al borde del
agua donde la policía encerró el estadio de beisbol de los Orioles de Baltimore
para que los asistentes no se mezclaran con los manifestantes en la calle.
Definitivamente no era la actividad como de costumbre, y marcó la pauta para
una nueva etapa de lucha por la justicia para Freddie Gray.
El comienzo en la escena
del crimen
Unas 2000 personas se reunieron cerca del Gilmor
Homes en la primera hora de la tarde —gente del barrio, entre ellos los
familiares de Freddie, pero también muchos otros— y de ahí marcharon en las
calles al Ayuntamiento. El punto de partida fue el lugar donde Kevin Moore, un
residente de Gilmor Homes, vio a la policía esposar a su amigo Freddie Gray el
12 de abril.
Moore dijo al
periódico Baltimore Sun que los policías habían esposado a
Freddie y lo tenían boca abajo en el suelo, con la rodilla de un policía sobre
su cuello, y el otro policía le dobló las piernas hasta que sus talones tocaban
su espalda. Moore dijo: “Le habían doblado como si fuera un cangrejo o una
pieza de origami... La policía gritó ‘deja de resistir’, pero no hubo
resistencia. No podía moverse”. Los policías arrastraron a Freddie, quien gritaba
de dolor, hasta la furgoneta y lo arrojaron adentro. Detuvieron varias veces de
camino a la comisaría, una vez para encadenar las piernas de Freddie. Freddie
sufrió lesiones graves a manos de la policía — se le cercenó la columna
vertebral el 80 por ciento en el cuello según el abogado de la familia. Estaba
en un estado de coma durante una semana y murió el 19 de abril.
Funcionarios de la
ciudad y la policía han mentido, prometiendo “investigaciones” y tratando de
desviar la atención del verdadero problema: que los cerdos policías asesinaron
a Freddie Gray.
Después de reunirse en
Gilmor Homes, la gente marchó a la comisaría de policía del Distrito
Occidental, donde muchos denunciaron amargamente: “¡Ustedes tienen sangre en
las manos!”, “¡Mataron a un hombre que podría haber sido yo! ¡Podría haber sido
mi hermano, mi sobrino! ¡Podría haber sido tú!” y “¡Necesitamos justicia!”
Desde Baltimore del
Oeste, los manifestantes se dirigieron al Ayuntamiento para una manifestación
que se convirtió en un mitin de denuncias.
Una mezcla inspiradora
Una joven en el barrio de Freddie indicó lo que
muchos piensan y se sienten: “No está bien que maten y salgan impunes. Entonces
es inadmisible que los seis policías que mataron a Freddie Gray sigan en la
calle, suspendidos sin pago. Muy inadmisible”. Y ella dijo: “Vamos a estar aquí
todos los días, hasta que algo suceda... Tiene que empezar en alguna parte.
Definitivamente tiene que empezar en alguna parte. Y si tiene que empezar aquí
en la comunidad, pues aquí es donde tiene que empezar”.
De hecho, la ira y la
feroz determinación de la gente de esa comunidad a ver la justicia para Freddie
ha estimulado e inspirado a muchos otros a actuar. La protesta del sábado vio a
una amplia gama de personas en la calle — gente blanca de la clase media,
estudiantes universitarios, negros de otras partes de Baltimore, personas de
otras ciudades cercanas así como más lejos. Un grupo de jóvenes blancos dijeron
que habían venido de Arizona para ser parte de esto. Un hombre blanco de
mediana edad de la iglesia unitaria en un suburbio de Baltimore se conectó con
un contingente de la Red Parar la Encarcelación en Masa de Nueva York, lo que
incluía a Juanita Young y otras personas que han perdido a sus seres queridos a
manos de la policía.
Un hombre blanco de
mediana edad marchó con una pancarta casera que decía que él fue testigo del
asesinato policial de George Wells. La policía disparó a Wells, un hombre
Negro, seis veces, tres veces en la espalda. El hombre en la marcha dijo que la
policía mintió sobre lo que realmente ocurrió, lo cual él había visto con sus
propios ojos. El asesinato de Freddie Gray volvió a despertarle “emociones
crudas” y pensó que tenía que actuar: “Esto tiene que parar”.
Un grupo de cuatro o
cinco muchachos negros, del quinto grado hasta la escuela secundaria, marchó
con pancartas caseras, una de las cuales decía: “¡Dejen de matar a nosotros los
negros!” Al inicio de la marcha, varios muchachos en bicicleta, haciendo caballitos
en la calle, pusieron el afiche de Vidas Robadas de revcom.us en la parte
delantera de sus bicicletas. Los muchachos del barrio son conscientes desde una
edad muy temprana de lo que hace la policía. A principios de esa semana, una
joven que enseña a alumnos preescolares allí dijo que ha explicado a su hijo de
cuatro años de edad que hay “policías malos” por lo que tiene que tener cuidado
con la manera en que actúa cerca de un policía. ¡Cuatro años de edad, y
ya lleva una diana en la espalda!
Una joven estudiante
negra de la Universidad de Johns Hopkins que vino a la protesta con dos otros
estudiantes dijo que pensaba que marchar en las calles era bueno, pero que “no
estoy muy contenta con los números. Todo Baltimore debe estar aquí”. Una mujer
negra de unos 40 años de edad que vino con su familia señaló ese punto aún más
enfáticamente: “¡Ojalá toda la maldita ciudad de Baltimore estuviera aquí para
paralizarla!”
Los militantes del Club
Revolución de la Ciudad de Nueva York, con sus camisetas “Habla BA:
¡REVOLUCIÓN—NADA MENOS!” puestas, estaban en medio de la marcha del sábado,
apoyando y luchando junto con la gente y entregando el mensaje del movimiento
para la revolución que se necesita para poner fin al asesinato policial y todos
los demás horrores que este sistema capitalista-imperialista sistema impone
sobre la gente aquí y en todo el mundo. Acaban de participar en las acciones
del 14 de abril alrededor de Estados Unidos las que habían comenzado a retomar
la ofensiva y llevar a nuevas alturas el movimiento para PARAR el asesinato
policial. Junto con su equipo estaban varios jóvenes del barrio de Freddie. Los
afiches de revcom.us con los nombres y las caras de algunos de los cientos de
personas de todo el país muertas a manos de la policía se extendieron por toda
la marcha, tal como en las protestas de los días anteriores. El afiche conmovió
profundamente a las personas. Miraron fijamente a las caras y las descripciones
de las víctimas, e hicieron las conexiones entre lo que pasó a Freddie Gray y la
epidemia de asesinatos policiales en todo el país.
Después de que la
protesta salió marchando de la plaza del Ayuntamiento y se dirigió al estadio
de beisbol, y la gente ya había marchado 7 a 8 kilómetros, una mujer negra
mayor que llevaba uno de los afiches colgado del cuello por una cuerda y que
caminaba a buen ritmo pero con una cojera notable respondió a una pregunta
sobre por qué ella y tantos otros estaban en la calle por Freddie: “Porque él
no hizo nada. Fue asesinado por nada. Tiene que parar”.
Los matones brutales y
asesinos gritan “agitadores externos” y “violencia” en Camden Yards
Durante la tarde, grupos de jóvenes encontraron
varias formas de expresar su enojo por la rutina diaria de la violencia y el
terror policiales y la demasiada frecuente muerte a manos de la policía. Y al
caer la noche, cientos de manifestantes se dirigieron a las luces brillantes
del distrito aburguesado alrededor del estadio de beisbol Camden Yards, donde
se enfrentaron por varias horas a los policías antidisturbios y los policías a
caballo. Incluso en medio de esto, unos periodistas lamentaron el hecho de que
compradores, comensales y fiesteros curiosos se acercaran para saber de qué se
trataba la protesta. Y las autoridades se negaron durante un tiempo a permitir
que los asistentes al partido de beisbol de los Orioles salieran del estadio.
La policía arremetió
varias veces contra la multitud al exterior de Camden Yards. En cierto momento
unos policías agarraron y cayeron sobre un hombre, arrestándolo, y el video muestra
claramente que lo único que hacía era hablar por un megáfono. La policía tumbó
al suelo y golpeó al editor de fotos del periódico de Baltimore City
Paper mientras que su colega les gritaba “¡Es un fotógrafo! ¡Es de la
prensa!” Arrestaron a un reportero de la agencia noticiera europea Reuterscuando
intentó fotografiar la paliza.
Los gobernantes
expresaron el horror e indignación por los daños menores a la propiedad. Pero
eran ellos los que desencadenan a su policía para asesinar a las personas negras.
¡Y el sindicato de la policía, a principios de la semana, tuvo el descaro de
comparar a la gente que exigía el fin del actual linchamiento a manos de la
policía con una chusma de linchamiento! Esos pendejos deben callarse la maldita
boca. Un sistema que da rienda suelta a diario al terror en masa, la brutalidad
y el asesinato violento, un sistema que movilizó a la policía estatal, la
policía antidisturbios y los caballos para intimidar y atacar a los
manifestantes, y que detuvo a 35 personas, no tiene ningún derecho de hablar
cuando se trata de condenar la violencia.
La lucha continúa
El día después de la protesta masiva, cientos de
personas asistieron a un velorio de Freddie Gray, y el lunes 27 de abril la
gente se reunirá con dolor e ira para el funeral de Freddie Gray. Sus amigos y
simpatizantes, y las personas que se niegan a aceptar este asesinato se han
comprometido a continuar la lucha hasta que haya justicia.
El horror de lo que
hicieron a Freddie Gray, y la ausencia de justicia, dan lugar al dolor. La
determinación de la gente, y el hecho de que hay un movimiento para PARAR
asesinatos por policías —lo que dio un paso importante al retomar la ofensiva
el 14 de abril en todo el país— dan lugar a la esperanza. La lucha continúa...
*Tomado del periódico Revolución,
28 de abril de 2015. (Nota del Comité de Redacción).
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