Tasas
de Interés, Sin Tope ni Control, Como Estímulo de la Ganancia
Cesar Risso
LA
BURGUESÍA FINANCIERA está en campaña para elevar la cuota de plusvalía de la
que se apropia. Esta vez lo hace defendiendo la necesidad de eliminar los topes
a las tasas de interés. Pero como sabe que sus intereses carecen de argumentos
sólidos, se cuelgan, como ya es costumbre en todos los sectores de la
burguesía, de las necesidades de aquellos que carecen de los recursos
suficientes para tratar de satisfacer mínimamente sus necesidades.
Así, nos dicen que:
“EI tope a las tasas de interés, que
buscaba evitar la «usura», ha tenido el efecto contrario: excluye a quienes
pretendía proteger del sistema formal y los orilla al mercado informal, con
tasas anualizadas mayores al 500% y cobros delincuenciales. Este es un
resultado previsible de una de las lecciones de economía más básicas: los
controles de precios no funcionan. No lo hicieron en el Imperio Romano del
siglo IV, el Perú de los ochenta, la Argentina de los cepos cambiarios ni en el
Perú del gota a gota.”1
Este
razonamiento considera a la ciencia económica con carácter absoluto, es decir, como
aquella que corresponde a una sociedad que no evoluciona. Esto es, toma como
base del análisis, hechos de cualquier época para generalizarlos a toda la
historia de la humanidad. Compara, en este caso, la Roma del siglo IV con el
Perú de la actualidad. En otras palabras, para que se vea lo absurdo del
análisis que comentamos, iguala la esclavitud con el capitalismo.
Agrega que el resultado era
inevitable:
“La lógica es simple. Al imponer tasas
topes, las entidades financieras (bancos, cajas y empresas especializadas)
dejan de prestar a los más riesgosos: trabajadores informales o pequeños
comerciantes sin historial crediticio.”2
Si
no hubiese el tope en las tasas de interés, entonces, para prestar a los “pobres”
o “clientes de riesgo”, los bancos elevarían las tasas de interés, para
distribuir, entre quienes se encuentran en dicha condición, la probable pérdida
ocasionada por quienes no devuelvan los préstamos.
Una de dos, o los intelectuales de la
burguesía no están informados, o la cerrazón en la defensa del artículo de fe,
el libre mercado, los obnubila.
Las microfinanzas, originadas en Bangladesh,
como resultado del análisis realizado por el llamado “banquero de los pobres”, Mohammad
Yunus, permitió incorporar al “mercado” financiero a aquellas personas en
situación de pobreza, permitiéndoles afrontar en mejores condiciones sus
necesidades, y con ello también extrayéndoles plusvalía, es decir, ser sujetos
de explotación.
La experiencia del Banco Grameen (“Banco
de los pobres”) se encuentra no tanto en el libre mercado y la eliminación de
topes a la tasa de interés, sino en la reducción del riesgo, lo cual permite
cobrar una tasa de interés más baja. El riesgo se bajó experimentando con
mujeres que se encontraban en situación de pobreza, a quienes se les prestó
dinero teniendo en cuenta que, por su condición de madres, se esforzarían por
hacer un buen uso del crédito, y por devolver el préstamo y los intereses
pactados. Con esta prueba se demostró que el índice de morosidad era de solo el
2%.3 En este caso, el libre mercado jugó un papel tangencial, pues
fueron otras consideraciones las que primaron para este resultado. Sin embargo,
el sistema capitalista en su conjunto no puede funcionar de esa forma.
La burguesía busca la máxima ganancia
y, por lo tanto, siempre estará detrás de cualquier “negocio” que le permita
obtenerla. La actitud de filantropía del “banquero de los pobres”, puede
funcionar en algunos casos, pero no puede ser la norma en el sistema
capitalista. Este experimento dio pie al negocio de las microfinanzas, del cual
se ha apropiado en parte el sistema financiero formal.
La propuesta de los bancos sería la de
dejar flotar libremente la tasa de interés y con ello reducir la tasa promedio
respecto de la tasa de interés que cobran los prestamistas informales. Pero no
se percatan los intelectuales burgueses, que el negocio informal de los
préstamos parte del mismo principio que el formal: la maximización de la
plusvalía, o ganancia.
Con seguridad la burguesía de los
bancos se retuerce al ver cómo se le va de las manos los casi 1800 millones de
soles de crédito que mueve el sector informal. Ese es el problema. Quisieran
acceder a ellos, pero quieren hacerlo cobrando tasas de interés más altas,
probablemente tan altas como las que cobran los prestamistas informales.
¿Creen los intelectuales de la
burguesía que los prestamistas informales no consideran el riesgo de no
recuperación de los créditos? Por supuesto que consideran el riesgo crediticio,
y lo enfrentan a su manera; cobrando elevadas tasas de interés y en ocasiones cobrándose
la vida de los deudores que no “honran” su compromiso. Pero, ¿no hacen lo mismo
los bancos, cobrando tasas de interés más elevadas a los “pobres” o clientes de
“alto riesgo”?
El pago de los intereses sale del
esfuerzo de quienes solicitan estos préstamos, con lo cual el banco obtendría
los ingresos correspondientes, afrontando los costos del negocio, y obteniendo la
esperada ganancia. Los intereses que cobran los bancos vienen a ser parte de la
plusvalía que en conjunto extrae la burguesía a los trabajadores.
Cuál es la diferencia entre los
prestamistas informales y la banca formal. Se nos dice que los informales
amenazan y hasta matan a los prestatarios que no devuelven el préstamo y no
pagan los intereses. Pero, y en la banca formal, ¿cómo se maneja la situación
de morosidad? Cobran altos intereses. Así se aproximan a los intereses que
cobran los informales. Además, van contra el aval, que generalmente es un
familiar o una amistad, quien sufre las consecuencias del no pago del titular
de la deuda.
En el caso de las microfinanzas, ¿Cómo
así Muhammad Yunus llegó a la conclusión de que se podía prestar dinero a los
pobres, sin que esto afectase las ganancias de los inversionistas en el sector
bancario? Se dice, en este caso, que los fines del banco no son de lucro, sino los
de reducir la situación de pobreza, otorgando créditos por grupos de cinco
personas que garantizan la devolución y el pago de los intereses, sin necesidad
de garantías, realizados sobre todo a mujeres, pues según el estudio, estas
buscan beneficiar a la familia.
¿Algo tiene que ver esto con el libre
mercado?
Es el funcionamiento del capitalismo
que busca, a través de diversos caminos, someter a toda la población a la
explotación. Particularmente en el caso de los microcréditos, cobrándoles una
tasa de interés menor a la que les cobrarían los prestamistas informales, pero
mayor a la que les cobran a los clientes de bajo riesgo.
El riesgo que se consideraría en los
préstamos a nivel de micro crédito, cobraría una sobre tasa que cubriría
justamente la falta de pago de quienes accedan a este mecanismo. Así, los bancos
no perderían.
Es decir, siempre terminarían los
prestatarios de este sistema pagando tasas de interés más elevadas; además de
pagar intereses moratorios más altos, lo cual aproximaría las tasas formales a
las tasas informales.
Veamos el esquema completo de la
explotación capitalista. Los capitalistas industriales extraen plusvalía de sus
trabajadores; de esta plusvalía, los capitalistas industriales pagan a los
demás capitalistas por los bienes que adquieren para llevar a cabo la
producción, y por los servicios que reciben. Así, los capitalistas propietarios
de los terrenos o locales donde se lleva adelante la actividad económica
correspondiente reciben una parte de la plusvalía creada por los trabajadores
en el sector industrial; los capitalistas comerciales reciben la parte de la
plusvalía por su servicio; mientras que los capitalistas financieros reciben la
plusvalía por los préstamos realizados, la misma que sale también de los
trabajadores del sector industrial.
Además, la plusvalía de la que se
apropian todos los sectores de capitalistas, requiere del “trabajo productivo”,
es decir, de la fuerza de trabajo que se requiere para apropiarse de la
plusvalía creada por los trabajadores industriales, o para decirlo de manera
más clara: el capital invertido en la actividad comercial requiere de
trabajadores, como vendedores, almaceneros, cajeros, que con su fuerza de
trabajo permiten que el capitalista se apropie de parte de la plusvalía creada
por los trabajadores del sector industrial, de la cual sale también el pago a
los trabajadores del sector comercial. Es decir, el capitalista industrial se
ve obligado a ceder parte de la plusvalía que extrae para realizarla, es decir,
para materializarla en dinero.
En este proceso de extracción de
plusvalía, los diversos sectores de la burguesía se enfrentan para obtener una
mayor tajada.
Pero, también la burguesía financiera
se apropia de parte de los ingresos obtenidos por los trabajadores cuando les
presta dinero. Vale decir, no solo se apropia de la plusvalía que han obtenido
las empresas, sino también de una parte de los ingresos de los trabajadores. Si
el préstamo es para una actividad económica, de la escasa ganancia que obtienen
los trabajadores informales, una parte pasaría a manos de la burguesía
financiera.
Por ejemplo,
Bancos alcanzan utilidades récord de
S/10.325 millones en 2024: ¿Qué entidades lideraron?
El sector bancario peruano cerró 2024
con utilidades históricas de S/10.325 millones, un incremento del 11,9%
respecto al año anterior. Conozca los detalles aquí.4
Ya
sabemos de dónde salen las utilidades que se apropia la burguesía financiera.
Para que el negocio de los créditos
prospere, tiene que haber libre mercado, según argumenta la burguesía; aunque
no lo dicen directamente, pues les parece mejor decir que los “peruanos”
(metáfora de pobres en el lenguaje del BCRP) y microempresarios han sido expulsados
del sistema financiero mientras que otros ni siquiera han podido ingresar.
“Según el BCRP, debido a los topes,
218 mil peruanos y microempresarios fueron expulsados del sistema financiero y
otros 325 mil nunca lograron entrar. Mientras, el crédito informal mueve casi
S/1.800 millones al año según cálculos del IPE, superando a las cajas rurales.
La ironía es dolorosa: una norma que buscaba proteger a los más vulnerables los
expone a un sistema con tasas más altas y cobradores despiadados.”5
Como
se puede apreciar, si vamos directamente a lo que quiere la burguesía
financiera en estos momentos, todo el esfuerzo “teórico” de los intelectuales
burgueses va dirigido a sustentar la apropiación de los 1.800 millones de soles
que mueven los prestamistas informales.
___________
(1) Del Imperio Romano
al gota a gota | Victor Fuentes
(2)
Ídem.
(3)
Muhammad
Yunus, el banquero de los pobres que lucha contra las desigualdades - LA NACION
(4)
Bancos
alcanzan utilidades récord de S/10.325 millones en 2024: ¿Qué entidades
lideraron?
(5)
Ibídem.
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