miércoles, 1 de mayo de 2024

Internacionales

No Me Pude Quedar Callada: Annelle Sheline Renuncia al Departamento de Estado en Oposición a la Política Estadounidense Sobre Gaza

 

AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracy now.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman, con Nermeen Shaikh.

NERMEEN SHAIKH: Una funcionaria del Departamento de Estado que trabajaba en temas de derechos humanos en Oriente Medio renunció el miércoles en protesta contra el apoyo de EE.UU. al ataque de Israel a Gaza. Annelle Sheline trabajó como oficial del área de asuntos exteriores en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo durante un año, antes de renunciar públicamente. 

En un artículo de opinión publicado en CNN, Sheline escribió: “Durante el año pasado, trabajé para la oficina dedicada a promover los derechos humanos en Oriente Medio. Creo firmemente en esa misión y en el importante trabajo de esa oficina. Sin embargo, como representante de un Gobierno que está habilitando directamente lo que la Corte Internacional de Justicia ha dicho que podría ser plausiblemente un genocidio en Gaza, ese trabajo se ha vuelto casi imposible. Incapaz de servir a un Gobierno que permite tales atrocidades, he decidido renunciar a mi cargo en el Departamento de Estado”. 

AMY GOODMAN: La de Annelle Sheline es la renuncia en protesta más significativa con relación al apoyo de Estados Unidos al ataque de Israel contra Gaza desde la renuncia en octubre de Josh Paul, el funcionario de alto rango del Departamento de Estado involucrado en las transferencias de armas a Gobiernos extranjeros. 

Annelle Sheline nos acompaña ahora desde Washington D.C.

Annelle, bienvenida a Democracy Now! ¿Puede decirnos más sobre la decisión que tomó? 

ANNELLE SHELINE: Gracias por invitarme y por su cobertura de este asunto. 

Inicialmente no había planeado dimitir públicamente. No estuve en el Departamento de Estado por mucho tiempo y no pensé que necesariamente importara. Pero decidí hacerlo público porque cuando empecé a decirles a mis colegas que planeaba renunciar debido a la situación en Gaza, la respuesta de mucha gente fue: “Por favor, hazlo público. Por favor, habla por nosotros”. Muchas personas no están en una posición en la que sienten que pueden renunciar, o tratan de hacer lo que puedan dentro del Departamento. Todavía hay muchas cosas importantes, un trabajo crucial que hace el Departamento de Estado. Así que decidí hacerlo público. 

NERMEEN SHAIKH: Usted afirma, Annelle, que le dijo a The Washington Post que intentó exponer sus preocupaciones internamente a través de cables disidentes y en los foros del personal. ¿Cuál fue el resultado de eso? ¿Y cómo otras personas en el Departamento de Estado están, como usted dijo, tratando de hablar desde adentro del Departamento para cambiar las políticas? 

ANNELLE SHELINE: Sí, mucha gente está extremadamente horrorizada por la posición del Gobierno de EE.UU. en este horrible conflicto y por las acciones de los Gobiernos de Israel y de Estados Unidos. Existe el canal de disenso dentro del Departamento de Estado. Yo coescribí un cable y firmé otros cables. Ha habido foros para empleados del Departamento de Estado para hablar del asunto. Hablé con los supervisores. Pude hablar con un alto funcionario sobre mi renuncia. Creo que, al fin y al cabo, muchas personas dentro del Departamento saben que esta es una política horrible y no puedo creer que el Gobierno de Estados Unidos esté siendo partícipe de tales acciones que contravienen tan directamente los valores estadounidenses. Pero el liderazgo no está escuchando. 

AMY GOODMAN: Quiero que escuchemos al portavoz del Departamento de Estado, Matt Miller, respondiendo a una pregunta sobre el canal interno de disenso dentro del Departamento de Estado y sobre los empleados que han planteando preocupaciones respecto a las políticas del Departamento. 

HUMEYRA PAMUK: ¿Cuál es la razón de ser de todo el canal? El secretario escucha lo que ahí se dice, y todos hemos informado sobre varias sesiones de escucha entre funcionarios de nivel medio o de un nivel más alto con el secretario, o funcionarios de un nivel más bajo. Si se están escuchando esas preocupaciones, pero no se tienen en cuenta en absoluto en las políticas… 

MATTHEW MILLER: […] 

HUMEYRA PAMUK: … entonces, ¿no cree que es un poco inútil? 

MATTHEW MILLER: No estoy para nada de acuerdo con eso. Se tiene en cuenta en el proceso de formulación de políticas. El secretario ha escuchado cosas en esas reuniones que él toma en consideración y que influyen en su pensamiento y que tiene en cuenta en la toma de decisiones políticas. Ahora bien, si lo que quiere decir es: ¿vamos a ejecutar una reversión completa de las políticas que… 

HUMEYRA PAMUK: No, eso no es lo que quiero decir. Eso no es lo que estoy diciendo. 

MATTHEW MILLER: .... espere, implementamos o vamos a implementar exactamente algunas de las políticas que la gente en esas reuniones han pedido? 

HUMEYRA PAMUK: No, en absoluto. 

MATTHEW MILLER: Así no es como… 

HUMEYRA PAMUK: Eso… 

MATTHEW MILLER: Espere. Así no es como funciona este proceso. Así no es como funciona el Gobierno. 

HUMEYRA PAMUK: No, no creo que esa sea la expectativa de nadie. 

MATTHEW MILLER: Permítame decir que así no es como funciona ninguna organización. Me atrevo a decir que en cualquiera de los medios de comunicación que hay en esta sala, si los reporteros acuden a sus jefes y ofrecen sus comentarios, y los jefes dicen: “Bueno, ese es un buen argumento. Vamos a tenerlo en cuenta. Pero respecto a las políticas más amplias, esa es la decisión que hemos tomado”, así es como el liderazgo… 

HUMEYRA PAMUK: Está ofreciendo una larga diatriba sobre algo que no sugerí. 

MATTHEW MILLER: Así es como el liderazgo funciona. 

HUMEYRA PAMUK: ¿Pero tiene algún ejemplo sobre cualquier cambio… 

MATTHEW MILLER: Sí. Le diré… 

HUMEYRA PAMUK: Tengo mucha curiosidad. 

MATTHEW MILLER: Le diré que con respecto a cualquier problema, con respecto a la entrega de asistencia humanitaria, hemos escuchado buenas ideas de personas de dentro del Departamento que han venido y han ofrecido comentarios constructivos, y los hemos implementado. 

HUMEYRA PAMUK: Entonces… 

MATTHEW MILLER: Ahora bien, hay personas que cuando dicen… Si la idea es que Estados Unidos va a cortar el apoyo a Israel, eso es un desacuerdo político fundamental. Entonces, cuando ves a gente decir en entrevistas: “Queremos que Estados Unidos deje de apoyar el derecho de Israel a defenderse”, eso no es algo con lo que el secretario esté de acuerdo, no es algo con lo que el presidente esté de acuerdo, y, en última instancia, son ellos quienes tienen la responsabilidad de tomar esas decisiones. 

AMY GOODMAN: Annelle Sheline, ¿podría responder a lo que dice Matt Miller, el portavoz del Departamento de Estado? 

ANNELLE SHELINE: Creo que la ley estadounidense es bastante clara en este caso, en términos de las leyes Leahy, por ejemplo, respecto a que si un Ejército extranjero está acusado de manera creíble de graves violaciones a los derechos humanos, la ley dice que Estados Unidos no seguirá proporcionando armas a esas unidades, o la disposición 620I de la Ley de Asistencia Exterior, bajo la cual un Gobierno que bloquee ayuda humanitaria estadounidense ya no es elegible para recibir asistencia militar de EE.UU. Estas leyes no están siendo implementadas. 

Y creo que esto está teniendo un efecto horrible no solo sobre la población de Gaza, sino en términos de la reputación de Estados Unidos ante el resto del mundo. Este Gobierno se comprometió a restablecer el liderazgo moral estadounidense, a reanudar su compromiso con la comunidad internacional, a defender la ley y el llamado orden internacional liberal basado en reglas; y creo que ha quedado claro que, en efecto, este Gobierno no está cumpliendo con ninguna de esas promesas. Y mi trabajo estaba centrado en los derechos humanos, lo cual es un trabajo muy importante que hace el Departamento de Estado. Pero creo que, en este asunto en particular, el cálculo político ha sido que el apoyo de Estados Unidos a Israel es una mejor estrategia política. Sin embargo, creo que lo que el Gobierno puede estar empezando a ver es que tal vez, políticamente, tomaron la decisión equivocada. 

NERMEEN SHAIKH: Annelle, ¿puede explicar si se está haciendo alguna distinción, hay declaraciones generales sobre el apoyo de Estados Unidos a Israel, pero existe alguna distinción en las conversaciones dentro del Departamento de Estado sobre las diferentes formas en que EE.UU. apoya a Israel? Por ejemplo, obviamente, en este caso, el interrogante de más importancia tiene que ver con la ayuda militar a Israel en este momento. 

ANNELLE SHELINE: Debo aclarar que, en mi área de trabajo, el tema de Israel y Palestina no hacía parte de mis funciones. Mi trabajo se centraba principalmente en el norte de África, así que no puedo hablar en específico sobre ninguna de esas conversaciones. Lo que sí pienso es que, en última instancia, las relaciones entre EE.UU. e Israel se consideran de tal importancia política que las decisiones al respecto se toman en lo más alto del Gobierno. Por lo tanto, aunque hay otros procesos y, ciertamente, conversaciones dentro del Departamento de Estado y de otros organismos del Gobierno sobre algunos de esos matices que acaba de formular, no creo que sea probable ver algún cambio de manera pública sobre este asunto hasta que se decida desde arriba que están listos para replantear las relaciones entre EE.UU. e Israel. 

AMY GOODMAN: Quiero que veamos otro clip de Matt Miller, el portavoz del Departamento de Estado, diciendo que el Gobierno de Biden no ha hallado pruebas de que las acciones de Israel en Gaza constituyan una violación del derecho internacional. Esto es parte de lo que dijo. 

MATTHEW MILLER: Consideramos que Israel no está violando el derecho internacional humanitario en lo que respecta a la conducción de la guerra o en relación al suministro de asistencia humanitaria. 

AMY GOODMAN: Eso lo dijo esta semana, Annelle Sheline, que no hay violaciones del derecho internacional ni cuando se trata de proporcionar asistencia humanitaria. Y, sin embargo, el presidente Biden dice que está construyendo un puerto porque los palestinos no pueden obtener suficiente ayuda. 

ANNELLE SHELINE: Exacto. Creo que las pruebas hablan por sí mismas. No solo hemos tenido el fallo de la Corte Internacional de Justicia y la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Claramente, este Gobierno no está dispuesto a admitir la realidad. Y de nuevo, quiero reiterar que creo que esto no solo es obviamente devastador para la vida de la gente en Gaza, sino que le causa un daño increíble a la posición de Estados Unidos en la escena internacional. Es sumamente desmoralizante para quienes trabajan en el Departamento de Estado, muchos de los cuales creen profundamente en lo que Estados Unidos dice defender. Así que estoy tratando de hablar en nombre de las muchas personas que se sienten muy traicionadas por la postura de nuestro Gobierno. 

NERMEEN SHAIKH: Annelle, ¿podría explicar el efecto que las protestas masivas en todo Estados Unidos han tenido dentro del Departamento de Estado? ¿Hubo alguna conversación sobre eso y también, por supuesto, sobre el voto “no comprometido”? 

ANNELLE SHELINE: Dentro del Departamento de Estado, los funcionarios públicos están muy comprometidos con su papel de ser políticamente neutrales y de seguir las instrucciones que reciben. En el Departamento de Estado la gente sabe muy bien lo que está pasando afuera. Pero, esta no es la primera vez que se han visto involucrados o han tenido que llevar a cabo políticas con las que tal vez no estaban de acuerdo, y es algo que muchas de estas personas sabían que era parte de su trabajo. Esto es lo que implica llevar a cabo la política exterior de Estados Unidos. 

En cuanto a este tema, creo que, debido a que ha sido tan horrible y a que estamos viendo ese creciente rechazo político por parte del pueblo estadounidense, la gente está cada vez más frustrada. Muchas otras personas con quienes hablé me dijeron que están considerando renunciar. Pero, de nuevo, es un reto para algunas personas… No es fácil estar desempleado en este país. 

AMY GOODMAN: Quisiera citar algo más de lo que usted dijo al explicar por qué renunció. Usted dijo que se siente “atormentada por la última publicación en redes sociales de Aaron Bushnell, el militar de 25 años de edad de la Fuerza Aérea de EE.UU. que se inmoló frente a la Embajada israelí en Washington el 25 de febrero”. Usted cita a Bushnell: “A muchos de nosotros nos gusta preguntarnos: '¿Qué habría hecho yo si hubiera estado vivo durante la esclavitud? ¿O en la época de la segregación racial? ¿O en el apartheid? ¿Qué haría si mi país estuviera cometiendo un genocidio?' La respuesta es: lo que estás haciendo ahora mismo”. ¿Puede explicar lo que eso significó para usted y cómo ha respondido la gente a su renuncia? 

ANNELLE SHELINE: Lo siento. Creo que esa publicación me impactó a mí y a mucha gente que de verdad tuvo que preguntarse qué estaban haciendo… En mi caso, yo tengo una hija pequeña, y pensé que si en el futuro ella me preguntara: “¿qué estabas haciendo cuando esto estaba sucediendo? Tú estabas en el Departamento de Estado”. Quiero poder decirle que no me quedé callada. Y conozco a muchas personas que están profundamente conmovidas por esas palabras que publicó Aaron Bushnell. Y creo que la gente está tratando de hacer lo que puede. Todavía se está haciendo un trabajo muy importante dentro del Departamento de Estado. Pero sí creo que, mientras nuestros líderes de alto rango no estén listos para hacer un cambio, es muy poco lo que pueden hacer los funcionarios de base. 

AMY GOODMAN: Annelle Sheline, quiero darle las gracias por acompañarnos. Annelle acaba de renunciar a su puesto en el Departamento de Estado en protesta por el apoyo de Estados Unidos a la guerra de Israel contra Gaza. Trabajó como oficial en el área de asuntos exteriores de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo. También es la primera funcionaria del Departamento de Estado en renunciar públicamente desde que Josh Paul lo hizo hace meses. 

Esto es Democracy Now! Al regresar, hablaremos con la portavoz de la UNRWA. El presidente Biden acaba de aprobar un proyecto de ley bipartidista, convirtiéndolo así en ley, que dice que la UNRWA no será financiada por el Gobierno de EE.UU. en el transcurso del próximo año. Quédense con nosotros.

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Traducido y editado por Igor Moreno Unanua e Iván Hincapié.

Fuente: https://www.democracynow.org/es/2024/3/28/annelle_sheline




Nota:

A continuación publicamos dos artículos que Mahmoud Elalwanha, embajador del Estado de Palestina en Bolivia, envió a Creación Heroica para su difusión. Agradecemos a Mahmoud Elalwanha el gesto de confianza y le expresamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo palestino.

Comité de Redacción.


Netanyahu y su Guerra Contra Irán 

Mahmoud Elalwani(*) 

CUANDO EL GOBIERNO DEL ESTADO de Israel tomó la decisión de bombardear el 1 de abril de 2024 la sede diplomática iraní en Damasco, la capital de Siria, destruyendo totalmente la sede y asesinando a todo el personal que se encontraba allí, incluido el comandante de la Fuerza AlQuds, el general Mohammad Reza Zahedi, lo que Netanyahu pretendía con dicho ataque era involucrar a Estados Unidos y occidente en una guerra contra Irán para desviar la opinión pública del genocidio en Gaza, obligar al Senado norteamericano a liberar la ayuda militar a su ejército, recuperar la alianza europea y el G7 y, lo más importante, poner fin a las protestas y manifestaciones en Tel Aviv pidiendo su dimisión para unificar el frente interior tras su división por la guerra en Gaza. 

La agresiva operación en Damasco pretendía involucrar a Irán, bloquear el camino al movimiento de condena global por la guerra de Gaza, detener el proceso de la Corte Internacional de Justicia, así como la declaración del Consejo de Seguridad y desviar la atención por el crimen contra los trabajadores humanitarios de la Cocina Central Mundial. 

Los objetivos de la entidad Estado fascista de Netanyahu no son desconocidos para Estados Unidos y occidente, que no están interesados en una confrontación militar con Irán. 

La respuesta iraní del 13 de abril se produjo desde el territorio iraní hacia Israel en una operación que bombardeó la Base Aérea de Naftim, en el Nagev (la base principal de los cazas F-35), causando gran destrucción, así como también otras áreas de Israel, utilizando más de 300 drones y misiles de crucero. Como resultado, resultó herida una niña. Los servicios de emergencia israelíes también declararon que atendieron a 31 personas que mostraban síntomas de ansiedad o lesiones como resultado de la búsqueda de refugio. Según las noticias, la mayoría de los drones y misiles iraníes fueron neutralizados por los antiaéreos de las bases militares norteamericanas y británicas que están en la región. 

El Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hussein Amir Abdollahian, confirmó que las operaciones militares llevadas a cabo por las fuerzas de su país fueron limitadas, indicando que esta respuesta se enmarca en el marco de una autodefensa legítima, firme y natural. El ataque fue muy preciso en su respuesta militar, tratándose de una “reprimenda y advertencia” ya que las fuerzas iraníes no atacaron objetivos económicos ni civiles. 

Un alto funcionario de la administración estadounidense dijo a CNN que el presidente estadounidense, Joe Biden, habló con Netanyahu durante una llamada telefónica tras el ataque para “reafirmar el firme compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel” y afirmó que “los enemigos no pueden amenazar la seguridad de Israel de ninguna manera”. 

Estados Unidos y los países occidentales han participado de forma directa en la defensa continuada de Israel, que es incapaz de protegerse por sí misma. Israel ya no es un país de estabilidad e inversión y por tanto muchos buscarán refugio seguro y estable fuera de allí. Netanyahu quería ampliar la guerra, pretendía crear una confrontación para arrastrar a Estados Unidos y a Occidente a una guerra regional con el fin de proteger su futuro personal y político. 

Sorprende que después de 193 días de guerra genocida en Gaza causando la muerte de más de 34.000 palestinos, entre ellos 14.000 niños y dejando casi 77.000 heridos, y después de diez sesiones del Consejo de Seguridad, no se ha podido condenar a Israel ni se ha podido poner fin a la guerra genocida. Sin embargo, dos semanas después del bombardeo a la sede diplomática iraní en Damasco, la repuesta iraní que duró solo cinco horas y que provocó un herido, ha conseguido movilizar una condena unánime de Occidente. 

El ataque israelí a la embajada iraní no obtuvo una condena ni fue suficiente para que el Consejo de Seguridad actuara, por el contrario, la respuesta iraní provocó que el G7 se reuniera de urgencia y condenara dicha repuesta, que los presidentes de los países occidentales hayan condenado a Irán de forma unánime y que, a petición de Israel, el Consejo de Seguridad se haya reunido. Durante la sesión del Consejo de Seguridad del domingo 14 de abril, el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, dijo que el mundo no puede quedarse de brazos cruzados ahora y solicitó al Consejo de Seguridad que imponga “todas las sanciones posibles a Irán antes de que sea demasiado tarde”. El representante adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Robert Wood, planteó ante el Consejo de Seguridad la necesidad de condenar de forma inequívoca el ataque con drones y misiles lanzado por Irán sobre Israel y dijo: “En los próximos días, Estados Unidos explorará medidas adicionales para que Irán rinda cuentas ante Naciones Unidas. 

¿En qué mundo hipócrita vivimos que en lugar de aplicar la fuerza de la ley se aplica la ley de la fuerza? En los actuales momentos de colapso moral parece que no hay lugar para los principios; no es posible lograr ganancias estratégicas a expensas de los otros. La falta de equilibrio y la globalización brutal intentan apoderarse del mundo. El poder sin moral es un poder ciego, un peligro para todos. Un enfoque egoísta y arrogante que no respeta a los demás no puede tener éxito. Hoy más que nunca urge la política y la diplomacia. 

Todos quieren reducir la escalada, pero todos saben que la única manera de reducirla es deteniendo la guerra israelí en la Franja de Gaza y todas las medidas que empujan a la región hacia el abismo de una guerra regional. Hoy la atención de la comunidad internacional está puesta en el enfrentamiento israelí-iraní, Gaza no ha sido mencionada hoy en ninguno de los boletines de noticias internacionales. Todos somos conscientes de la importancia que tiene la seguridad de la región para la seguridad internacional, pero debemos afrontar estos desafíos y mitigar sus efectos sobre nosotros tanto como sea posible. El mundo debe trabajar para proteger a la región de nuevas tensiones y conflictos causados por la continua agresión israelí a la Franja de Gaza, por la continuación de la ocupación israelí de Palestina y por la frustración de Israel al no conseguir salir de la crisis y alcanzar una solución al conflicto sobre una base de los dos Estados, que le ponga fin y garantice completamente los derechos del pueblo palestino en construir su Estado independiente, libre y soberano en las fronteras del 4 de junio de 1967 con su capital Jerusalén Oriental, tal como dicta el derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. 

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(*)Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.



Las Llamadas de Biden a Netanyahu 

Mahmoud Elalwani(*) 

EL PRESIDENTE BIDEN se apresura a emitir o filtrar declaraciones criticando a Netanyahu por sus asesinatos excesivos, especialmente por la matanza de siete trabajadores humanitarios de distintas nacionalidades (norteamericano, polaco, australiano, palestino y tres ingleses), todos afiliados a la organización no gubernamental estadounidense World Central Kitchen, perpetrada a manos del ejército de ocupación. Dicha organización distribuía ayuda alimentaria al menos a 700 mil personas amenazadas por la hambruna en Gaza. 

Las críticas de Biden siempre se contienen tras una llamada telefónica con Netanyahu; comienza culpándolo con tibieza y siempre termina con la afirmación de que Netanyahu está contento con el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel y continúa proporcionándole todo lo que necesita para la guerra, incluidas armas, municiones y expertos. 

La guerra continúa por séptimo mes, intensificándose y expandiéndose, con resultados escalofriantes: más de 33.037 muertos, entre ellos 13.790 niños, 9.100 mujeres, 695 ancianos y 75.668 heridos. Destacar que entre los fallecidos como resultado de las acciones militares israelíes se encuentran 484 miembros de los equipos de salud: murieron 134 enfermeros, 84 médicos, 46 paramédicos, 46 farmacéuticos, 39 fisioterapeutas, 38 dentistas, 32 estudiantes de Odontología, 25 administrativos, 16 personas que trabajaban en análisis médicos, 9 oftalmólogos, 4 técnicos radiólogos, 3 psicólogos, 1 odontólogo y 72 académicos. A este listado hay que añadir también 165 miembros del personal de la ONU y 133 periodistas. Los asesinados representan el 5% de la población de Gaza, hay más de 10 mil desaparecidos y un 85% de la población ha sido desplazada. En el transcurso de este genocidio la destrucción alcanza a 360 mil viviendas, lo que equivale al 65% de las viviendas de la Franja. Toda esta barbarie se ha hecho con plena conciencia y planificación. 

Otro de los resultados de esta guerra es que un millón de personas, lo que supone alrededor del 45% de la población, se han visto infectadas con enfermedades graves como la hepatitis; al menos diez mil pacientes con cáncer en Gaza no reciben ningún tratamiento; veinte mil niños han quedado huérfanos y, por mucho que las personas y los familiares se compadezcan de ellos, crecerán sin el apoyo de sus padres y sin la ternura de sus madres, que es insustituible y no tiene compensación alguna. En cuanto a los mil niños que han quedado mutilados perdiendo manos, piernas o ambas, ¿qué futuro les espera? 

Israel destruyó deliberadamente el sistema de salud bombardeando 32 hospitales, más de 153 centros médicos y 126 ambulancias, dejándolos todos fuera de servicio. 

Israel pretendía destruir la economía nacional palestina destruyendo la mayoría de las fábricas y centros económicos; también quería destruir la cultura y el patrimonio del pueblo palestino destruyendo total o parcialmente 404 escuelas y universidades, así como 486 mezquitas, 3 iglesias y 200 lugares arqueológicos, incluidos 12 museos que contienen vestigios de la civilización árabe en Palestina. 

Se estima que se han generado 26 millones de toneladas de escombros. Según un nuevo informe del Banco Mundial publicado el pasado martes, la guerra israelí en la Franja de Gaza ha causado daños a las infraestructuras de Gaza estimados en unos 18,5 billones de dólares, lo que representa el 97% de la producción económica de la Cisjordania y Gaza ocupadas en el año 2022. Israel está acabando con la vida en Gaza. 

Biden, partidario de la calma en la región, continúa con su política “telefónica” para abordar la rebelión de Israel y su esfuerzo por involucrar a Estados Unidos en una guerra ¿Regional o global? Si Estados Unidos no hubiera sido negligente desde el primer día de la guerra de represalia lanzada por Israel contra Gaza, no habríamos llegado al punto en donde estamos ahora, una guerra más amplia en la región. Parece ser que los llamamientos de Biden a Netanyahu y el veto contra el cese de fuego en el Consejo de Seguridad es la única solución estadounidense a este genocidio. 

El silencio de la comunidad internacional sobre este tipo de crímenes es una evidencia clara y consistente del apoyo a la ocupación y del encubrimiento de los crímenes de genocidio que entran en su séptimo mes. Hay que considerar que lo que Israel está haciendo es un genocidio, son crímenes contra la población palestina. Nada justifica el silencio del Fiscal del Tribunal de Crímenes de Guerra y la falta de acción inmediata para tomar medidas legales, condenar y procesar la ocupación. Las declaraciones de condena no son suficientes ante la magnitud de los crímenes y desastres practicados y cometidos por el gobierno extremista violando el derecho internacional. Se deben tomar medidas prácticas sobre el terreno y enviar fuerzas internacionales para proteger a los palestinos y detener las masacres y la limpieza étnica; debemos trabajar para adoptar posturas serias, debe cesar la cobertura internacional, su apoyo e inmunidad para el Estado ocupante. Se está perpetrando un Genocidio en Gaza con la complicidad internacional.

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(*)Mahmoud Elalwani es embajador del Estado de Palestina en Bolivia.


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