domingo, 3 de diciembre de 2023

Internacionales

Una Vez Más Sobre: ¿Por Qué Joe Biden Dijo que “Si Israel no Existiera, Estados Unidos Tendría que Inventarlo”?

Porque es cierto.

Y la cita completa es aún más reveladora. Dijo que Israel “es la mejor inversión de 3.000 millones de dólares que hacemos”. Y agregó: Si no existiera un Israel, Estados Unidos de América tendría que inventarse un Israel para proteger sus intereses en la región. Estados Unidos tendría que salir a inventar un Israel. 

Biden lo dijo por primera vez en 1986. Por aquel entonces, no era más que un senador que persuadía a otros senadores para que concedieran a Israel 3.000 millones de dólares en ayuda militar ese año. 

Así que, ¿cuáles son esos “intereses en la región” de Estados Unidos de los que habla Biden?

 

El imperialismo: Un sistema, no un conjunto de políticas 

Para entenderlo, tenemos que comprender algunas cosas muy básicas en relación a Estados Unidos. La base económica de Estados Unidos es el capitalismo-imperialismo. Bob Avakian ha dicho: 


Imperialismo quiere decir enormes monopolios e instituciones financieras que controlan las economías y sistemas políticos —y la vida de la gente— no solamente en un país sino en todo el mundo. Imperialismo quiere decir explotadores parasíticos que oprimen a centenares de millones de personas, condenándolas a incalculable miseria; financistas parasíticos capaces de hacer pasar hambre a millones simplemente presionando una tecla de una computadora y trasladando de esa manera grandes cantidades de riqueza de un lugar a otro. Imperialismo quiere decir guerra —guerra para suprimir la resistencia y rebelión de los oprimidos, y guerra entre los estados imperialistas rivales—, quiere decir la capacidad de líderes de estos estados de condenar a la humanidad a increíble devastación, quizás hasta la aniquilación total al oprimir un botón. (De Lo BAsico 1:6) 

¿Cómo está relacionado eso con esos “intereses” de los que hablaba Biden? 

Empecemos por el petróleo. Israel está ubicado en el Medio Oriente, la región que en 2022, produjo un tercio del petróleo en el mundo. El petróleo es la base para el funcionamiento rentable de la economía imperialista mundial de hoy día, y el control sobre el petróleo le da a una potencia imperialista influencia para dictar condiciones a sus rivales. El petróleo también es estratégicamente crítico para los aparatos militares imperialistas de hoy día. Pero no se trata únicamente de controlar el petróleo por razones económicas o militares — de aún más importancia se trata de mantener el control sobre un recurso estratégico crucial para la economía mundial, y negar ese control a otras potencias rivales. 

Además, se tienen consideraciones geopolíticas y geoeconómicas imperialistas. El Medio Oriente se encuentra en la encrucijada del mundo, donde confluyen África, Asia y Europa. Por esa encrucijada pasa la mayor parte del petróleo del mundo. Aunque hoy imperialistas rivales, como China, disputan esa encrucijada, Estados Unidos tiene ahora mismo la sartén por el mango en lo que sigue siendo el recurso más estratégico del mundo y además las rutas por las cuales se comercia con ese recurso. 

Mantener su control en esta zona —que está a 12 mil km de distancia de Estados Unidos— es lo suficientemente vital para el imperio estadounidense como para que el ex presidente Jimmy Carter amenazara con repeler con la fuerza militar a cualquier otra potencia que Estados Unidos percibiera que amenazara con “hacerse con el control de la región”. (Por supuesto, Carter no dijo la parte tácita en voz alta: que ¡Estados Unidos ya TENÍA la hegemonía, o el control general, sobre la región!). Por si el principal rival de Estados Unidos en aquel momento —la antigua Unión Soviética, gran parte de lo que hoy es Rusia— no captaba el mensaje, Carter añadió literalmente “por todos los medios necesarios”. Sí, Jimmy Carter —el ex presidente demócrata al que ahora se le trata casi como un santo porque presta su nombre a una organización benéfica para los sin techo— amenazó con una guerra nuclear contra un rival de Estados Unidos por el control de la región.

 

El anhelo de la liberación... y la necesidad de que los imperialistas lo supriman 

En el Medio Oriente viven también 450 millones de personas, que en su mayoría se les ha mantenido en la pobreza mientras el imperialismo ha venido saqueando sus tierras, y en que potencias extremadamente represivas apuntaladas por Estados Unidos las han estado venido controlando fuertemente. Ahora, le cuesta trabajo a Estados Unidos ejercer el control sobre 450 millones de personas, especialmente cuando Estados Unidos se encuentra al otro lado del mundo. La gente se resiste a su opresión, procura entenderla, forma movimientos para luchar en su contra y cambiarla — algunos movimientos progresistas, otros nacionalistas y otros directamente reaccionarios, como los yihadistas fundamentalistas islámicos. Pero casi todos representan problemas para Estados Unidos, el que les hace frente mediante la supresión o la manipulación. 

Para hacer frente a esta situación, Estados Unidos tiene 30 bases militares y 54.000 soldados en esta región. Y eso no es todo. Estados Unidos vierte enormes cantidades de ayuda militar en Egipto1, Irak, Arabia Saudita2, Kuwait y otros regímenes clientes represivos para darles la capacidad a dichos regímenes para reprimir casi todo disentimiento y resistencia.

 

Israel: Esencial para el control por parte de Estados Unidos 

No obstante, nada de eso es tan esencial para mantener la implacable explotación económica y la dominación política brutal por parte de Estados Unidos sobre esta región estratégica clave que el estado de Israel. Israel cuenta con una enorme maquinaria militar, que incluye un importante arsenal de armas nucleares3. Año tras año, Estados Unidos es, por mucho, el país que más ayuda militar concede a Israel. Israel ha servido a Estados Unidos como un aliado fiable y poderoso en términos militares contra cualquier otra potencia que aspire a ser un imperio y además como una fuerza para reprimir a los movimientos en los países del Medio Oriente que, por la razón que sea, se oponen a la dominación estadounidense. 

El servicio de Israel a Estados Unidos ha incluido cuatro guerras contra regímenes de la zona que eran regímenes nacionalistas o regímenes que estaban cayendo bajo la influencia de rivales de Estados Unidos, así como innumerables casos de agresión armada sin llegar a la guerra; la supresión de luchas revolucionarias; e incluso actuar como un “activo” de Estados Unidos en ayudar a los regímenes represivos pro estadounidenses de Argentina, Guatemala, la Sudáfrica del apartheid, el Irán del Sha y otros regímenes extremadamente represivos, lo que abarca suministrarles extenso entrenamiento en técnicas de vigilancia e interrogatorios, incluida torturas espeluznantes. Durante la última década y más, Israel y Estados Unidos han colaborado para impedir que Irán adquiera una capacidad nuclear, por medio de una campaña de asesinatos, sabotajes, brutal guerra económica (“sanciones”) y otras medidas (aunque a veces haya habido diferencias tácticas entre ambos). La cuestión no es que Irán deba tener esos artefactos —¡ningún gobierno debería tener armas nucleares!—, la cuestión es que Estados Unidos e Israel están decididos a mantener el monopolio israelí de esas armas bárbaras en el Medio Oriente. 

Es el papel especial de Israel en el mantenimiento de la brutal dominación y saqueo por parte de Estados Unidos lo que constituye la verdad tras la declaración de Joe Biden. Por eso, no importa quién sea presidente —ya sea republicano, demócrata, el llamado “socialista” como Bernie Sanders, o cualquier otro—, todos también estarían obligados a defender y apoyar a Israel, debido a que este sistema depende de Israel como parte esencial de su dominación sobre los oprimidos y en su contienda con sus rivalesY si de alguna manera un individuo se encontrara en la posición de ser presidente que no entendiera eso, se le “haría” entenderlo o no duraría mucho tiempo en el cargo. 

Nada menos que derrocar el sistema que está detrás de todo esto puede hacer frente a las causas raíz. Y hasta que no se haga frente a esas causas raíz, seguirán irrumpiéndose atrocidades y horrores como el de Gaza. Aunque es de vital importancia tomar partido con el pueblo palestino y luchar para poner fin a esta guerra genocida particular, es necesario vincularlo con la difusión del objetivo de la revolución y con su organización concreta — si alguna vez queramos realmente poner fin a estos ultrajes intolerables. Y esa revolución podría llegar pronto. 

¡Revolución, y nada menos! 

Esto nos lleva a la segunda parte de la mencionada cita de Bob Avakian: 


El imperialismo es el capitalismo en la etapa en que sus contradicciones básicas han alcanzado un nivel extremadamente explosivo. Pero el imperialismo también significa que habrá revolución —el levantamiento de los oprimidos para derrotar a sus explotadores y atormentadores— y que esta revolución será una lucha mundial para barrer a ese monstruo global, el imperialismo. 

Aunque en este artículo no nos alcanza para analizar el estallido, las causas y las posibles consecuencias de la guerra genocida de Israel contra el pueblo palestino en la franja de Gaza ocupada (véase el artículo de Bob Avakian “Algunas verdades básicas sobre la guerra israelí contra Palestina con apoyo estadounidense”), sí queremos enfatizar que es mucho lo que está en juego, y NO sólo para los palestinos o para la gente en la región en general. En vista de que el aliado clave del imperialismo estadounidense, Israel, está envuelto en una guerra, otras potencias (las potencias imperialistas Rusia y China, junto con potencias regionales como Irán) están maniobrando furiosamente. Estas fuerzas están desafiando a Estados Unidos en el ámbito militar y, especialmente en el caso de China, en los ámbitos económico y diplomático. Y esto ocurre en un momento en que las dos facciones al interior de los gobernantes de Estados Unidos —los republicanos abiertamente fascistas y aquellos como Biden que piensan que es vital para los intereses imperiales de Estados Unidos mantener un “barniz democrático”— están enzarzados en un conflicto cada vez más antagónico sobre la forma de gobernar “en casa” y la manera de llevar adelante su dominación en todo el mundo. El hecho de que ambas facciones de los gobernantes en Estados Unidos estén firmemente comprometidas a apoyar a Israel no cerrará la división entre sí, una división que hace más posible una revolución en este período. (Vea más información sobre esta división en la clase dominante, y en la sociedad en su conjunto, y por qué hace más posible una revolución, en Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia. Una base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución, de Bob Avakian, y LA REVOLUCIÓN: DESARROLLAR LAS BASES PARA JUGÁRSELO EL TODO POR EL TODO CON UNA VERDADERA OPORTUNIDAD DE GANAR. ORIENTACIÓN ESTRATÉGICA Y ENFOQUE PRÁCTICO.) 

La revolución que la humanidad necesita con tanta urgencia pondría fin al saqueo imperialista del mundo — no requeriría ese saqueo, sino que trabajaría activamente para superar su legado. Esta revolución apoyaría a la revolución y a la auténtica liberación en todo el mundo, no la suprimiría ni la ahogaría en sangre. Como se dice en NECESITAMOS Y EXIGIMOS: UNA NUEVA COMPLETAMENTE FORMA DE VIVIR, UN SISTEMA FUNDAMENTALMENTE DIFERENTE: 


El nuevo gobierno socialista no desarrollará ni utilizará armas nucleares y dará pasos concretos y luchará decididamente por abolir las armas nucleares en todas partes, con el objetivo final de abolir finalmente las guerras entre seres humanos, con la abolición del sistema capitalista-imperialista, y todos los sistemas y relaciones de explotación y opresión, que son la base de las guerras. 

De la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte: Unas fuerzas armadas de un tipo completamente diferente con un propósito, estructura y ética completamente diferentes.

Se tiene un plan estratégico para hacer esta revolución; se tiene a una dirección estratégica PARA esta revolución en Bob Avakian y en los revcom que él dirige; y se tiene una visión panorámica y un plano concreto para el nuevo poder y sociedad revolucionarios en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, escrita por Bob Avakian. Por último, se tiene una verdadera guía estratégica sobre la manera en que se podría hacer tal revolución —sí, en este período: LA REVOLUCIÓN: DESARROLLAR LAS BASES PARA JUGÁRSELO EL TODO POR EL TODO CON UNA VERDADERA OPORTUNIDAD DE GANAR. ORIENTACIÓN ESTRATÉGICA Y ENFOQUE PRÁCTICO.

Lo que se necesita es usted.

NOTAS:

 1. Egipto, que ha recibido 50.000 millones de dólares en ayuda militar y 30.000 millones en ayuda económica desde 1978, y obtuvo 1.300 millones el año pasado, retiene a 60.000 prisioneros políticos. 

2. Arabia Saudita utiliza cazas de combate suministrados por Estados Unidos para llevar a cabo su guerra genocida de dominación contra el vecino Yemen, y hace unos años no solo asesinó, sino que desmembró a un destacado disidente, al parecer a órdenes de su gobernante Mohamed bin Salmán. 

3.  La política oficial israelí es evitar declaraciones oficiales que reconozcan o nieguen la existencia de su arsenal nuclear. Pero los líderes israelíes “lo dejan salir” periódicamente, con intención o no. El 5 de noviembre, un ministro del gabinete israelí, Amihai Ben-Eliyahu, dijo, en respuesta a una pregunta, que el uso de armas nucleares era “una de las posibilidades” que Israel podría desplegar en su bombardeo actual contra Gaza (Eliyahu fue suspendido de su cargo en el gabinete tras esta amenaza). Tal vez el reconocimiento más autorizado y explícito del arsenal nuclear israelí fue una declaración del ex presidente estadounidense Jimmy Carter en 2008 en la que afirmaba que, en aquel momento, “Estados Unidos tiene más de 12.000 armas nucleares, la Unión Soviética (Rusia) tiene más o menos lo mismo, Gran Bretaña y Francia tienen varios centenares, e Israel tiene 150 o más”.

Fuente: revcom.us

GAZA: Israel ataca a hogares, hospitales, escuelas, centros de refugiados, panaderías y otras cosas, así destruye la capacidad de vivir de los palestinos

 

Esta es una Guerra, una Guerra Genocida, con Apoyo Militar, Diplomático y Económico de Estados Unidos

 

Todos los días pensamos que hemos llegado a lo peor que podría pasar, y que es imposible que el mundo guarde silencio ante ello, y que definitivamente mejorará, y que por fin hemos llegado al final. Y luego, el día siguiente demuestra que hay algo aún peor”.

— Joven cirujana en Gaza 

La implacable embestida de Israel contra Gaza se encuentra ahora en su séptima semana. Los tanques y soldados de Israel han tomado ahora el control del norte de Gaza, incluida la ciudad de Gaza, y sus mortíferos y devastadores ataques continúan lloviendo desde tierra y aire. El miércoles 15 de noviembre, las fuerzas israelíes sitiaron el principal hospital de Gaza, Al Shifa, y otros centros médicos (todos supuestamente protegidos por el derecho internacional), ocupándolos y obligándolos a cerrar. Más de la mitad de las residencias civiles en Gaza han resultado dañadas o destruidas. El campamento de refugiados densamente poblado de Jabaliya ha caído bajo repetidos ataques y tan sólo el sábado 18 de noviembre 80 personas resultaron muertas. Dos escuelas, incluida una de las Naciones Unidas, también supuestamente protegida, han resultado destruidas. 

Los ataques aéreos de Israel han sido implacables e indiscriminados. Todos y todo están en la mira. Los palestinos no están a salvo en ningún lugar de Gaza. 

A la fecha, más de 12.000 personas han resultado muertas y más de 30.000 han resultado heridas. Más de 5.000 niños han resultado asesinados. Unas 3.560 personas están desaparecidas, presumiblemente enterradas entre los escombros dejados por las bombas israelíes. 

Lo que ha quedado claro:

A pesar de las afirmaciones de Israel, de que todas sus acciones se centran en destruir a Hamas, un grupo fundamentalista islámico reaccionario que gobierna en Gaza, se trata de una guerra genocida contra un pueblo entero, no una guerra guiada con precisión contra una organización política rival.

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu (también conocido como Netan-nazi) y los gobernantes de Israel están aprovechando el ataque de Hamas contra Israel del 7 de octubre —que incluyó crímenes de guerra como la toma de rehenes y el asesinato de civiles— para ensayar una “solución final” al “problema palestino”. Esto implica, como mínimo, reducir a los palestinos a un estado tal que ya no puedan representar ningún obstáculo a los objetivos israelíes. Más allá de eso, podría implicar la expulsión en masa y/o una matanza a escala masiva, incluso más allá de lo que están llevando a cabo ahora.

 

El genocidio es una acusación seria... ¡e Israel es culpable! 

El genocidio es una acusación seria, no una maldición. Y la evidencia muestra que Israel está llevando a cabo nada menos que genocidio en Gaza y Cisjordania. 

En 1943, Raphael Lemkin, el abogado polaco de ascendencia judía que acuñó el término genocidio e hizo campaña para establecer la Convención sobre el Genocidio, definió el genocidio de la siguiente manera: 

En términos generales, el genocidio no significa necesariamente la destrucción inmediata de una nación, excepto cuando se logra mediante la matanza masiva de todos los miembros de una nación. Se trata más bien de significar un plan coordinado de diferentes acciones encaminadas a la destrucción de los fundamentos esenciales de la vida de los grupos nacionales, con el objetivo de aniquilar a los propios grupos. Los objetivos de tal plan serían la desintegración de las instituciones políticas y sociales, de la cultura, el idioma, los sentimientos nacionales, la religión y la existencia económica de los grupos nacionales, y la destrucción de la seguridad, la libertad, la salud, la dignidad e incluso las vidas de las personas que pertenecen a esos grupos. 

Lo que está desenvolviéndose ante los ojos del mundo se ajusta a esta definición. Encaja en las formas concretas con las que Israel está librando esta guerra, los efectos concretos que están teniendo y que tendrán si continúan, y los objetivos y justificaciones concretos de esta guerra, tanto lo que articula abiertamente el “gabinete de unidad en tiempos de guerra” de Netanyahu como los que no se articulan tan abiertamente. (Vea el recuadro: “Llamados a favor del genocidio, ‘aniquilación’ de Gaza repercuten a lo largo de Israel”.) 

Israel está apuntando en su inmensa mayoría a civiles palestinos. Esto es nada menos que un genocidio con el propósito de destruir la sociedad palestina y quebrar al pueblo palestino, con la matanza de miles de personas, al hacer que sea imposible que los 2,2 millones de palestinos en Gaza coman, beban, duerman, obtengan atención médica, tengan hijos, vayan a la escuela. formen una familia, en resumen, incluso vivan, mientras Israel lleva a cabo una limpieza étnica en Cisjordania. 

La semana pasada, Israel le dijo a la gente que evacuara hacia el sur de Gaza. Cientos de miles de personas huyeron, arriesgándose a la vida simplemente para terminar hacinadas en condiciones inhabitables. Ahora se le está diciendo a la gente en el sur que vuelva a evacuarse, ¡sin ningún lugar en absoluto al que ir!

 

Ciudad de Gaza: una cáscara hueca 

La ciudad de Gaza era la principal ciudad del norte de Gaza y albergaba a casi un millón de personas. 

El periodista Sharif Abdel Kouddous le dijo a Democracy Now! que ahora es “una cáscara hueca”. Agregó: “La mayoría de los vecindarios de la ciudad de Gaza y del norte de Gaza, en general, han resultado muy dañados o destruidos…. La electricidad, el agua y la infraestructura de alcantarillado básicamente ya no existen... el olor a muerte está en todas partes, mientras un número incalculable de cuerpos yacen bajo los escombros... las calles se han convertido en cementerios... tan sólo una fracción de las personas que vivían en el norte de Gaza sigue ahí, y la mayoría ha sido desplazada a la fuerza hacia el sur en escenas que recuerdan a la Nakba... el norte de Gaza es básicamente inhabitable ahora”. 

En Gaza en su conjunto, más de 43.000 unidades residenciales han sido destruidas y otras 225.000 han resultado dañadas: en total, el 60 por ciento de todas las unidades residenciales (la mayor parte de los daños se concentran en la ciudad de Gaza, en el norte). Además, 95 edificios gubernamentales, 260 edificios escolares, 77 mezquitas, 25 hospitales y 250 centros médicos han sido destruidos, dañados o han tenido que cerrar. Once panaderías han sido destruidas, además de paneles solares, torres de agua, un molino de trigo y otras cosas. Estos objetivos destruyen la capacidad de vida de una población. 

Esto y los constantes ataques y amenazas israelíes han obligado a 1,7 millones de palestinos —3 de cada 4 habitantes de Gaza— a huir de sus hogares. Israel no ha ofrecido garantía alguna —y Estados Unidos no ha exigido ninguna— de que se permitirá el regreso de la gente. 

El asedio de Israel que bloquea los alimentos, el agua, las medicinas y el combustible necesarios para transportar alimentos, hacer funcionar los generadores de los hospitales, bombear agua y tratar las aguas residuales amenaza con hambrunas y epidemias en masa. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU advierte ahora que la población entera de Gaza —2,2 millones de personas, la mitad de ellos niños— corre riesgo de morir de hambre. 

Los habitantes de Gaza a duras penas pueden comer una vez al día. Mientras tanto, las promesas de parte de Estados Unidos y de Israel de acelerar la ayuda humanitaria son trucos publicitarios con el propósito de ocultar la naturaleza genocida de la embestida de Israel. Se está entregando tan sólo el 10 por ciento de la ayuda alimentaria necesaria a Gaza. 

Esta horrorosa situación subraya la realidad de que Israel está librando una guerra genocida contra un pueblo entero —los palestinos—, y no un ataque quirúrgico apuntado únicamente a Hamas.

 

El mensaje genocida e hitleriano de parte de Israel y sus partidarios estadounidenses: no hay seguridad en ningún lugar para los palestinos — ni siquiera los hospitales protegidos por las Naciones Unidas y el derecho internacional. Su vida no vale nada — ni siquiera el acceso a atención médica básica. Ya no habrá instituciones que no controlemos directamente para satisfacer nuestros propósitos. La vida será imposible aquí en Gaza.

 

Corredores de la muerte 

Israel les ha dicho a los palestinos en el norte de Gaza que se desplacen hacia el sur, porque ahí tendrán más seguridad. Y que estaba designando ciertas carreteras como “corredores humanitarios” seguros. 

Los palestinos tienen otro nombre para éstos: “los corredores de la muerte”. ¿Por qué? Debido a que los ataques aéreos y fuego de armas israelíes han puesto en la mira y matado a las personas mientras se desplazaban hacia el sur. Según informan los médicos, cuando las personas llegan al sur, tienen heridas de bala en las piernas. Y a pesar de estas promesas, Israel nunca ha dejado de bombardear al sur. Un tercio de las muertes en Gaza se han producido en el sur. Ahora Israel está dando señales de que va a intensificar su campaña militar “en todos los lugares donde está Hamas, y está en el sur de la franja”, como lo expresó un alto oficial militar israelí. 

Un joven que vive en el sur describió la situación después de ser lesionado en un ataque aéreo israelí: “Hacen pedazos a la gente, con una cabeza de un lado y una pierna del otro. Los bombardeos derriban edificios enteros de una manzana. Niños inocentes, ¿qué relación tienen con esta situación para ser bombardeados? 

Una vez más, ¿cuál es el mensaje genocida de Israel aquí?: Ahora que hemos destruido el norte de Gaza y hemos expulsado a la gente, vamos a destruir el sur y hacer que la vida sea inhabitable en cualquier lugar de Gaza.

 

“Cisjordania está cambiando casi irreversiblemente” 

La embestida genocida de Israel no se limita a Gaza. El periódico sionista liberal Ha’aretz escribe: 


En Cisjordania, además del aumento de la tasa de asesinatos, se tiene la destrucción de olivares y la destrucción de la capacidad de las personas de vivir en colectivo como un pueblo. Los colonos de Cisjordania están aprovechando el “momento propicio” creado por la guerra que Hamas inició para expulsar a miles de palestinos de sus hogares y tierras. Los están aterrorizando por diversos medios a fin de expulsarlos de sus aldeas. Lejos de los ojos de todos, Cisjordania está cambiando de manera casi irreversible. Nadie detiene a los colonos. … Al amparo de la guerra, los colonos están tratando de impedir que los palestinos cosechen sus aceitunas en toda Cisjordania. 

Los olivares son cruciales para lo que queda de la propiedad palestina de la tierra, importantes fuentes de ingresos y una base cultural de la vida palestina. 

Un soldado de las Fuerzas de Defensa Israelíes lanza una granada a una mezquita en Ramallah en Cisjordania. 

Desde el 7 de octubre, al menos 197 palestinos han resultado asesinados en la Cisjordania ocupada, entre ellos 48 niños. Otros 2.750 han resultado heridos.

 

El “Genocida Joe” Biden respalda las masacres israelíes 

Esto cuenta con el respaldo total del genocida Joe Biden. Biden se ha negado repetidamente a llamar a un alto el fuego. Estados Unidos no ha llamado a que Israel levante su criminal asedio a Gaza. En cambio, ha promovido formas para que Israel continúe su campaña de crímenes de guerra y atrocidades, al tiempo que intenta calmar la indignación pública con “pausas humanitarias” y aumentos insignificantes en la ayuda humanitaria. 

Estados Unidos también ha brindado un apoyo militar masivo a la campaña genocida de Israel. Ha enviado grupos de portaaviones y cazas de combate al este del Mediterráneo y ha acelerado las entregas de armas a Israel. Estados Unidos ha puesto a 2.000 soldados en alerta máxima, ha prometido desplegar dos de sus sistemas de defensa antimisiles más potentes en la región y ha prometido otros 14.000 millones de dólares en ayuda militar a Israel, por encima de los 3.800 millones de dólares que recibe cada año. Estados Unidos también comparte inteligencia militar con Israel. 

Y todo esto, por encima de décadas de apoyo total al continuo apartheid, brutalidad y confinamiento forzado de los palestinos por parte de Israel — que, como hemos demostrado, está dando un rápido salto a proporciones genocidas. 

Ninguna persona decente puede quedarse al margen. Alce la voz, llene las calles y rete a todos sus conocidos a que se unan consigo mismo para demandar: 

¡Alto a la guerra genocida israelí contra Palestina, con apoyo de Estados Unidos!

¡El pueblo palestino tiene que ser libre!

¡Abajo el estado racista de apartheid de Israel y su amo, el imperialismo estadounidense!

¡Alto a la represión, censura y listas negras de voces pro palestinas!

¡Del Estados Unidos imperialista a Palestina, la gente necesita una revolución real basada en el Nuevo Comunismo!

 

FUENTES:

Gaza Hospitals Fail Under Israeli Bombardment; Doctors Without Borders Describes Horrific ConditionsDemocracy Now!, 13 de noviembre de 2023.

Israeli airstrikes kill 80 in Palestinian refugee campGuardian, 18 de noviembre de 2023.

Palestinians and the U.N. report intense strikes in Gaza’s southNew York Times, 18 de noviembre de 2023.

Sharif Abdel Kouddous on the Targeting of Journalists & Israel’s “Colonial Fantasy” to depopulate GazaDemocracy Now!, 17 de noviembre de 2023.

Stop Israel’s Warmongering Settlers, editorial de Ha’aretz, 17 de noviembre de 2023.

Israel-Gaza war in maps and charts: Live TrackerAl Jazeera, 16 de noviembre de 2023.

Israel Lays Siege to Gaza’s Hospitals, Strikes Jabaliya Refugee Camp Amid Telecoms BlackoutDemocracy Now!, 17 de noviembre de 2023.

The U.N. warns that all 2.2 million people in Gaza are at risk of starvationNew York Times, 16 de noviembre de 2023.

United States support for Israel in the 2023 Israel—Hamas war, Wikipedia.


Sobre el genocidio 

Raphael Lemkin en “Axis Rule in Occupied Europe” (1943) inventó el término “genocidio” combinando “genos” (raza, pueblo) y “cide” (matar).

Lemkin definió el genocidio de la siguiente manera: 


En términos generales, el genocidio no significa necesariamente la destrucción inmediata de una nación, excepto cuando se logra mediante la matanza masiva de todos los miembros de una nación. Se trata más bien de significar un plan coordinado de diferentes acciones encaminadas a la destrucción de los fundamentos esenciales de la vida de los grupos nacionales, con el objetivo de aniquilar a los propios grupos. Los objetivos de tal plan serían la desintegración de las instituciones políticas y sociales, de la cultura, el idioma, los sentimientos nacionales, la religión y la existencia económica de los grupos nacionales, y la destrucción de la seguridad, la libertad, la salud, la dignidad e incluso las vidas de las personas que pertenecen a esos grupos. 

Cuando Lemkin propuso un tratado contra el genocidio a las Naciones Unidas en 1945, lo definió de la siguiente manera: 


El crimen de genocidio debería ser reconocido dentro de una conspiración para exterminar grupos nacionales, religiosos o raciales. Los actos explícitos de una tal conspiración pueden abarcar ataques contra la vida, la libertad o la propiedad de los miembros de tales grupos únicamente a causa de su afiliación a tales grupos. 


La formulación del crimen podría ser como sigue: “Cualquiera que, por medio de la participación en una conspiración para destruir a un grupo nacional, racial o religioso, tome parte en un ataque contra la vida, la libertad o la propiedad de los miembros de tales grupos es culpable del crimen de genocidio”.

 

La Convención sobre el Genocidio 

La Convención sobre el Genocidio adoptada por la ONU en París en 1948 define el genocidio sin los precursores y la persecución que Lemkin señaló en sus definiciones. La Convención define el genocidio de la siguiente manera: 

a) Matanza de miembros del grupo;
b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.

 

Llamamientos a favor del genocidio, “aniquilación” de Gaza repercuten a lo largo de Israel 

Las campañas genocidas de Israel en Gaza y Cisjordania han estado acompañadas de un aumento sin precedentes de llamamientos directos y extremadamente peligrosos a favor del genocidio y a la “aniquilación” de Gaza. Provienen de altos funcionarios, periodistas, líderes militares, celebridades y personas influyentes en las redes sociales, y otros lugares. “Los llamamientos a que ‘se aplane’, ‘se borre’ o ‘se destruya’ a Gaza habían recibido mención unas 18.000 veces desde el 7 de octubre en posteos en hebreo en X, el sitio antes conocido como Twitter”, informa el New York TimesDesde el 7 de octubre, un investigador ha encontrado 286 declaraciones que clasifica como “que tienen el potencial de incitar a conductas ilegales”.

 

Algunos ejemplos desde transmisiones o plataformas públicas: 

** El 28 de octubre, el primer ministro Benjamín Netanyahu básicamente hizo un llamamiento a una guerra santa genocida. Dijo en un discurso que Israel estaba “comprometido a eliminar completamente este mal del mundo. Debe haber una recordación de lo que Amalec te hizo en el camino, dice nuestra Santa Biblia. Y que sí lo recordaremos”. 

Esta es una referencia a un pasaje del Libro de Samuel en el Antiguo Testamento. En este libro ávido de chupar sangre, dios ordenó que los israelitas golpearan a los amalecitas (una nación rival) después de que lanzaron un ataque sorpresa contra el pueblo judío. En represalia, y en un escenario común en estas escrituras, el mensajero de dios, Samuel, le dijo a Saúl, el rey de los israelitas: “Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos”. 

Luego, la Biblia dice que Saúl enfureció a Dios al perdonar a algunos de los amalecitas y su ganado. Samuel dijo: “Él te envió en misión y dijo: ‘Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes’”. Debido a la desobediencia de Saúl, dios lo destronó.

Pues, cuando Netan-nazi dice: “Deberías recordar lo que Amalek te ha hecho”, la intención genocida es clara: lo que los antiguos israelitas fueron llamados a hacer con los amalecitas, el pueblo del Israel de hoy día debería hacerlo ahora con los palestinos. Y definitivamente está claro para la gran población de fanáticos religiosos ortodoxos que se ganan la vida estudiando las escrituras judías.

** Yoav Gallant, el ministro de defensa: “Estamos luchando contra animales humanos, y estamos actuando en consecuencia”.

** Los líderes militares israelíes de rutina llaman a “erradicar” a Hamas.

** El ministro del gobierno derechista, Amihai Ben-Eliyahu, llamó a aniquilar a todos los habitantes de Gaza con armas nucleares, diciendo que no existen los no combatientes en Gaza. Por decirlo, fue suspendido de las reuniones del gabinete, pero todavía está en el gobierno.

** El ministro de Agricultura, Avi Dichter y miembro del derechista Partido Likud, dijo: “Ahora estamos lanzando la Nakba en Gaza... La Nakba en Gaza 2023. Así es como terminará”1

** Eyal Golan, cantante pop israelí: “Borres a Gaza. No dejes a una sola persona ahí”.

** Sara Netanyahu, esposa del primer ministro Benjamín Netanyahu: “No los llamo animales humanos porque sería insultante para los animales”.

Estos llamamientos al genocidio abren una ventana sobre la verdadera naturaleza de Israel como un estado colonial ilegítimo de colonización, un puesto de avanzada del imperialismo basado en el despojo y el intento de destrucción del pueblo palestino.

Los llamamientos al genocidio desde dentro de Israel normalizan y legitiman la expulsión, la deshumanización, el asesinato en masa e incluso la aniquilación nuclear de los palestinos. Estas no son declaraciones de figuras marginales, y estamos presenciando que se manifiesta este sentimiento en el terreno en Gaza en este momento.

Mientras tanto, los gobernantes estadounidenses son firmes en su apoyo a la campaña genocida de Israel y se niegan a alzar la voz contra estos espeluznantes gritos de asesinato en masa.

¡Hay que tomar en cuenta todo esto con mucha seriedad, desenmascararlo ampliamente y oponérsele decididamente!

Véase también “Aumentan los llamamientos al genocidio contra palestinos en el Israel ‘democrático’, mientras Estados Unidos sigue armando al ejército israelí”, revcom.us, 18 de noviembre de 2023.



Fuentes:

‘Erase Gaza’: War Unleashes Incendiary Rhetoric in IsraelNew York Times, 15 de noviembre de 2023.

Omer Bartov, What I Believe as a Historian of GenocideNew York Times, 10 de noviembre de 2023.

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1. Nakba se refiere a “catástrofe” en árabe y al desplazamiento en masa y despojo de más de 700.000 palestinos durante la guerra árabe-israelí de 1948, cuando se fundó Israel.


Una Extensa Oposición al Apoyo de Estados Unidos al Genocidio Israelí Contra los Palestinos Surge Dentro de los Organismos del Sistema 

En las últimas semanas, ha surgido un nivel de protesta sin precedentes dentro de muchas de las propias instituciones de este sistema, instituciones de poder político y de formación de la opinión pública. Esto proviene principalmente de gente más joven que se inscribió para trabajar para funcionarios electos demócratas o en agencias de ayuda internacional, al menos en parte por la creencia de que estos funcionarios e instituciones eran una forma de mejorar el mundo. 

Ahora, para su horror, se enfrentan a la matanza totalmente desproporcionada de civiles palestinos financiada y apoyada por Estados Unidos. Se encuentran en la posición de ser cómplices de crímenes de guerra genocidas llevados a cabo por “su” gobierno, “sus” organismos y “sus” jefes, a menos que alcen la voz, y muchos se están negando a quedarse en silencio. 

Miembros del personal del Congreso estadounidense colocan claveles frente al edificio del Congreso en homenaje a los palestinos de Gaza y también despliegan una manta que exige un alto el fuego en el enclave asediado por Israel. 

Unos pocos ejemplos:

Para el 8 de noviembre, más de 1.000 empleados de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) firmaron una carta que pedía un “alto el fuego inmediato”. La USAID es una agencia de ayuda internacional que, en nombre de la “generosidad estadounidense”, brinda ayuda humanitaria a países oprimidos por todo el mundo. (Esto es parte de la red de ayuda y control que permite a Estados Unidos actuar como un gran benefactor democrático de los pueblos del mundo). La carta, escrita por el 10% del personal de la USAID, denunciaba “numerosas violaciones del derecho internacional”, como el cortarle los alimentos, el agua y la electricidad a dos millones de palestinos en Gaza por parte de Israel. También decía que no podría haber ninguna resolución de la violencia en la región que no abordara “poner fin a la ocupación ilegal israelí de los territorios palestinos y a los asentamientos en las tierras ocupadas”.

El 8 de noviembre, más de 100 miembros del personal del Congreso, enmascarados para ocultar sus identidades, abandonaron sus puestos y protestaron en la escalinata del edificio del Capitolio. Distribuyeron más de 10.000 claveles para representar el número de palestinos asesinados hasta el momento. En una declaración dijeron: “Estamos horrorizados por la respuesta abrumadora del gobierno israelí que ha matado a miles de civiles palestinos inocentes en Gaza... La mayoría de nuestros jefes en el Capitolio no escuchan a la gente que representan. Exigimos a nuestros líderes que alcen la voz: pidan un alto el fuego, la liberación de todos los rehenes y una desescalada inmediata ya”. Esto no tiene precedentes y se considera una grave violación de la “obligación profesional” del personal de no contradecir a los políticos para los que trabajan.

Más de 550 empleados firmaron una carta —iniciada por miembros del personal judíos y musulmanes— que pedía a sus jefes que usaran su poder para proteger a civiles palestinos inocentes en “peligro inminente”. Adam Ramer, director político del representante Ro Khanna, renunció después de dos semanas en el cargo en protesta por el apoyo de Khanna a la guerra de Israel en Gaza.

Miles de ex miembros del personal de campañas demócratas que previamente se esforzaron por trabajar para que los demócratas fueran elegidos, solo para verlos respaldar crímenes de guerra y genocidio, también se han alzado la voz, escribiendo cartas a las personas para las que habían trabajado insistiendo en que se opusieran a la masacre en Gaza. Esto incluye a 400 empleados de la campaña de Elizabeth Warren, 400 empleados de la campaña de Bernie Sanders y 300 personas que sirvieron como delegados para la candidatura presidencial de Sanders.

500 ex empleados de la campaña de Biden formaron un grupo llamado Biden Alumni for Peace and Justice [Exalumnos de Biden por la Paz y la Justicia] y escribieron en una carta abierta: “Si usted no actúa con rapidez [para un alto el fuego], su legado será la complicidad frente al genocidio”.

También ha salido importantes declaraciones de protesta desde los niveles superiores del gobierno, e incluso desde el aparato represivo de este sistema. El 14 de noviembre, 500 funcionarios políticos designados y miembros del personal de 40 distintos organismos federales enviaron a Biden una carta en protesta de su apoyo a Israel (esto incluye funcionarios políticos designados del Consejo de Seguridad Nacional, el FBI y el Departamento de Justicia). A principios de octubre, Josh Paul, director de una oficina dentro del Departamento de Estado, renunció, diciendo que la “provisión de ayuda letal a Israel” por parte de Estados Unidos era “miope, destructiva, injusta y contradictoria con los propios valores que defendemos públicamente”. También se han enviado al secretario de Estado Anthony Blinken al menos tres “memorandos internos” [un sistema mediante el cual el personal del Departamento de Estado puede registrar su disentimiento de forma privada, supuestamente sin temor a represalias], firmados por decenas de miembros del personal.

En términos de fisuras en los principales medios de comunicación estadounidenses, el comité editorial oficial de Los Angeles Times publicó un editorial el 16 de noviembre titulado “Cease-fire now. The killing in Gaza must stop,” (Alto el fuego ya. La matanza en Gaza debe cesar), que describió las acciones de Israel como “asesinato indiscriminado de civiles palestinos” y “carnicería” y “atrocidades”.

Muchas de las personas que están alzando la voz están potencialmente poniendo en riesgo sus carreras y su seguridad personal (aunque intenten mantener el anonimato con máscaras, etc.) La oficina del senador John Fetterman le dijo a su personal que está “prohibido” criticar públicamente las políticas que ellos consideran (correctamente) crímenes de guerra. Una empleada que intentó plantear sus preocupaciones en privado ante sus supervisores fue reprendida. Mientras tanto, las fuerzas pro-sionistas están activamente delatando (“doxing”: publicando nombres e información personal) las voces pro-palestinas. Casi todos los manifestantes entrevistados han dicho que temen por sus puestos de trabajo y, a menudo, por su seguridad personal.

Si bien algunas de estas protestas se basan en una preocupación por el daño que el apoyo a Israel está causando a la reputación y los intereses estratégicos del imperialismo estadounidense, o a las perspectivas electorales de Joe Biden, la gran mayoría de las personas que están alzando la voz lo hacen motivados por verdaderos sentimientos de tumulto y conciencia. Se trata de personas que se niegan a permanecer al margen ante el apoyo de su gobierno al salvajismo genocida contra el pueblo palestino.

Este tipo de protesta y resistencia —desde dentro de la misma clase dominante estadounidense— es muy importante y necesita extenderse. Miles de personas están alienadas e indignadas por Biden y el gobierno de Estados Unidos y su respaldo al genocidio israelí. Debería haber aún más incumplimiento en masa y rompimiento de filas — dentro de las instituciones y en la sociedad en general.

También es necesario ir más allá: desde la justa indignación contra este crimen de guerra, hasta reconocer la naturaleza criminal de todo el sistema y de toda la clase dominante. Si bien es particularmente atroz, el respaldo de Estados Unidos a Israel en este momento concuerda completamente —no es una anomalía— con el funcionamiento básico del sistema capitalista-imperialista estadounidense, a lo largo de su historia y hasta el presente.

La serie Crimen Yanqui en revcom.us está documentando 100 de solo algunos de los peores crímenes de Estados Unidos: matanzas, torturas, encarcelamientos, golpes de estado, bombardeos, mentiras y destrucción ambiental. Como dijo el líder revolucionario Bob Avakian en un breve artículo, “Sobre la verdadera naturaleza y los monstruosos crímenes de Estados Unidos”, esta lista “no se trata simplemente de los ‘incidentes aislados’ de irregularidades sino de todo un patrón de atrocidades repetidas a lo largo de los años una y otra vez, que refleja la naturaleza esencial de Estados Unidos—, una lista que seguirá creciendo hasta que una revolución derroque y arranque de raíz el sistema del capitalismo-imperialismo que gobierna en Estados Unidos y lo reemplace por un sistema radicalmente diferente y mucho mejor, basado en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, que he escrito”.

Esta revolución no solo es necesaria, es posible. Este rompimiento de filas inicial en respuesta a los crímenes de guerra de este sistema —desde dentro de las propias instituciones del gobierno— revela solo algo del potencial de una mayor escisión.

Esto sucede en un momento cada vez más volátil en el que la sociedad entera está siendo desgarrada. Si bien los gobernantes de este sistema están casi completamente unidos en su respaldo al genocidio israelí contra el pueblo palestino, por lo demás están profundamente divididos. Un sector de los gobernantes, los fascistas republicanos, están avanzando hacia una forma abiertamente fascista de gobierno, con el objetivo de arrancar la fachada “democrática” de la forma en que se ha gobernado esta sociedad, esto siendo parte de su objetivo de instalar una agenda fascista total de abierta la supremacía blanca, la opresión patriarcal de las mujeres y la gente LGBTQ, la limpieza étnica de los inmigrantes y la locura teocrática y anticientífica. El otro sector de los gobernantes, los demócratas, están luchando por la horrible forma en que han sido las cosas mientras se enfrentan agresivamente a sus rivales imperiales Rusia y China de una manera que conlleva el peligro de un conflicto directo e incluso una guerra nuclear.

Todo esto hace más posible la revolución que la humanidad necesita. Si se está desenmascarando la verdadera naturaleza de este sistema ante millones de personas y se está desafiando su legitimidad... Si la gente ve el potencial de una forma completamente nueva de vivir, y un sistema fundamentalmente diferente concentrado en esa Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte... Si se lucha enérgicamente contra todo el chovinismo estadounidense, la basura electoral burguesa y otras formas de pensar y actuar que legitiman este sistema... Y si hay una fuerza de revolucionarios, que aplica un enfoque estratégico y tiene un impacto en la sociedad, sacando todo esto a la luz ante una situación en la que el conflicto entre los fascistas y los defensores del viejo orden se desata aun más abiertamente, entonces ese “rompimiento de filas” podría adquirir una importancia mucho mayor.

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