Bitcoin, Dinero y Riqueza
Cesar
Risso
EL TITULAR DEL DIARIO La
República del día 28 de febrero del año en curso, dice: “Bolsa de
Valores de Lima ya permite invertir en bitcoin: ¿cómo hacerlo y cuál es el
costo?”*
Veamos, pues, qué es el Bitcoin.
El Bitcoin es una moneda digital (criptomoneda). Como
“dinero” tiene de común con los demás billetes y monedas del mundo el servir de
medio general de intercambio y como medio de pago, esto es, se utiliza para las
compras al contado y a crédito; es depósito de valor, y unidad de cuenta,
además de ser dinero mundial. Sin embargo, el Bitcoin se diferencia de los
demás billetes y monedas del mundo en que no es emitido por la autoridad
monetaria de cada país. Esto quiere decir que el Bitcoin no tiene respaldo en
oro. Si el Bitcoin no tiene respaldo en oro, entonces no puede utilizarse como
dinero.
Veamos en primer lugar qué es el dinero. Este es una
mercancía. Como tal, tiene valor de uso y valor de cambio. Acerca de la
utilidad del dinero no hay mayor discusión. El problema aparece cuando se trata
del valor de cambio. Este representa la cantidad de trabajo socialmente
necesario para la producción del dinero. Pero el dinero no es el billete o la
moneda que emiten los bancos centrales de reserva del mundo. Los billetes y
monedas son signos monetarios, es decir, son la representación del dinero, del
oro que se encuentra en las bóvedas de los bancos centrales. Solo así el dinero
(oro) puede cumplir la función de medio de compra. Esta función, en la que se
entrega una determinada cantidad de dinero por una determinada cantidad de otra
mercancía, no es otra cosa que intercambio de mercancía por mercancía. Como
mercancías cualitativamente distintas, tienen de común que ambas son resultado
del esfuerzo humano, y en consecuencia en el intercambio se comparan partículas
de trabajo de la sociedad. Este trabajo se refiere a su forma abstracta, vale
decir, no a la forma específica en la que se despliega la fuerza humana de
trabajo, sino al desgaste humano de energía en general. Por esto es que se pueden
comparar, en el intercambio, mercancías distintas.
Para que el Bitcoin pueda tener las mismas funciones
del dinero físico, tendría que ser un signo monetario, al igual que el dólar,
el euro, el yuan, el sol, etc. En consecuencia, de la situación del uso
creciente del Bitcoin en las transacciones que se dan en el mundo, además de
las otras funciones propias del dinero, se deduce que, a pesar de no tener
legalmente respaldo en oro, sin embargo, por la propia realidad, el Bitcoin
estaría desplazando a los billetes y monedas legalmente emitidos. En otras
palabras, el Bitcoin al ser utilizado a nivel mundial como signo monetario,
estaría representando al oro. Así, a los billetes y monedas del mundo se les
suma el Bitcoin como signo monetario y, en consecuencia, comparte con estos la
representación del oro. Esto quiere decir que los diversos signos monetarios,
que representan al oro que se encuentra en las bóvedas de los bancos centrales,
representan la cantidad de trabajo socialmente necesario incorporado en ese
oro, por lo cual los signos monetarios que lo representan, pueden utilizarse
como medio general de intercambio, representando el valor de todo tipo de
mercancía.
Ahora bien, ¿el que se permita a través de la Bolsa de
Valores de Lima invertir en Bitcoin, tiene alguna importancia en relación a la
riqueza de nuestra economía?
La riqueza de la que se puede disponer en un país está
representada por el conjunto de valores de uso que se producen con la fuerza de
trabajo. El valor de cambio nos da la referencia del tiempo de trabajo que se
ha destinado a producir dichos valores de uso. En consecuencia, no es el signo
monetario, cualquiera que sea, la riqueza, sino el conjunto de bienes y
servicios, que en el capitalismo adquiere la forma de mercancía. Lo que sucede
es que la forma de mercancía, en su representación extrema en el dinero, oculta
con una envoltura material las relaciones sociales que se dan en la producción
de mercancías. Se enmascara el trabajo humano contenido en las mercancías con
el resultado específico de una mercancía concreta como lo es el oro. De modo
que se le atribuye, falsamente, al oro un valor propio por su condición de
metal “precioso”, por su propia naturaleza de mineral, cuando su verdadero
valor está en el trabajo para obtenerlo.
Esto quiere decir que la posibilidad de invertir en
Bitcoin en la Bolsa de Valores de Lima no agregará más riqueza a nuestro país,
como no la agregaría la emisión de más billetes y monedas habiendo la misma
cantidad de oro en las bóvedas del BCRP.
Lo que permitirá
la inversión en Bitcoin será que los integrantes de la clase burguesa, puedan
arrebatarse alternativamente la plusvalía extraída a los trabajadores
asalariados.
Supongamos
que existiese una determinada cantidad de mercancías, y que hubiese en la
bóveda del BCRP una cantidad de oro que contiene la misma cantidad de tiempo de
trabajo socialmente necesario. Digamos que se han producido 1000 unidades de
cierta mercancía, y que existen 10 unidades de oro. Sin considerar las demás
funciones del dinero como, por ejemplo, reserva de valor, etc.; podemos afirmar
que las 10 unidades de oro equivalen a las 1000 unidades de mercancías. Así,
cada unidad de oro equivale a 100 unidades de mercancías, puesto que ambas
cantidades tanto de oro como de mercancías han requerido el mismo tiempo de
trabajo. Introduzcamos ahora el signo monetario. Supongamos que la autoridad
monetaria emite 10 billetes. Esto quiere decir que cada billete representa a una
unidad de oro, y, en consecuencia, un billete vale tanto como 100 unidades de
mercancías.
Supongamos ahora que se emiten 10 billetes más,
lo cual da 20 billetes. Estos 20 billetes representan a las 10 unidades de oro
que se encuentran en la bóveda del BCR. Esto quiere decir que cada billete
representa solo media unidad (0.5) de oro. Por lo tanto, un billete representa
ahora el valor de 50 unidades de mercancías.
Si ahora aparece un nuevo signo monetario, que, por
diversos motivos, sin tener respaldo en oro por no haber sido emitido por la
autoridad monetaria, se comienza a utilizar para realizar operaciones de compra
y venta, como se hace con el dinero con respaldo en oro, entonces, lo que está
ocurriendo es que el nuevo signo monetario estaría sumándose a los signos
monetarios que ya existen.
Consideremos, según el ejemplo planteado, que este
nuevo signo monetario existe en la cantidad de 5 unidades. Esto quiere decir
que ahora la misma cantidad de oro, 10 unidades, estaría representada por 25
unidades de signos monetarios: 20 legalmente emitidas y 5 que son utilizadas de
forma creciente no solo por el “público”, sino también por diversas empresas y
entidades. Esto significa que ahora cada unidad monetaria representa 0.4
unidades de oro. En esta situación, ahora una unidad de mercancía, que sigue
valiendo en oro una unidad, equivale a 2.5 unidades monetarias.
Solo nos resta reemplazar esta nueva unidad monetaria,
no emitida por autoridad monetaria alguna, por el Bitcoin.
Queda, sin embargo, por explicar la situación en la
cual el Bitcoin aumenta constantemente su precio en dólares. Esto se debe, a
que hay una demanda creciente de este signo monetario, que es el resultado del considerable
aumento del uso del Bitcoin. El efecto es que, con estos resultados, el Bitcoin
estaría desplazando a los demás billetes y monedas del papel de signo
monetario. Sin embargo, esto no quiere decir que se anulen los billetes y
monedas como signo monetario; quiere decir que este nuevo “juguete” para la
burguesía, le permite enriquecerse más rápidamente comprando y vendiendo Bitcoin,
a costa de otros burgueses individuales, sin aumentar un ápice la riqueza de
una nación o del mundo. El Bitcoin está sirviendo para que los burgueses
individuales puedan arrebatarse entre sí la plusvalía extraída a los
trabajadores.
Más Bitcoin no quiere decir más riqueza. Quiere decir
que la cantidad de signos monetarios ha aumentado. Que el valor del Bitcoin en dólares
aumente, significa que cada dólar representa menor cantidad de oro. Pero esto
ya es el juego de la oferta y la demanda que no solo se da entre el dólar y el
Bitcoin sino entre todas las monedas en el mundo.
La necesidad de plantear el asunto del Bitcoin desde
el punto de vista del análisis marxista, con la finalidad de ir al fondo del
problema, se debe a que este tema se ha venido tratando como si fuese un asunto
eminentemente técnico, o como una cuestión de democracia en el sentido de
quitar a la autoridad monetaria de cada país el control de la cantidad de
dinero. La verdadera fuente de la riqueza está en la capacidad humana de
trabajar, no en la cantidad de signos monetarios. Sin embargo, estos signos
monetarios cumplen un papel, que es el de representar el valor del oro, y por
lo tanto tienen la utilidad de cumplir las funciones del dinero. En
consecuencia, los billetes y monedas, ya sean de metal o papel, o virtuales,
como las criptomonedas, de las cuales la que destaca es el Bitcoin, seguirán circulando,
y constituirán “derechos” que tienen sus poseedores de disponer de la riqueza
(mercancías), como resultado del sistema de trabajo asalariado propio del
sistema capitalista.
Por último, queremos añadir una posibilidad, que
consiste en el hecho que pudiera darse de la existencia de una única moneda
mundial, y que podría ser una criptomoneda, cualquiera que sea su nombre. Esto
puede darse porque el dinero (oro) significa que en el mundo este representa el
valor de la fuerza de trabajo, y por ello la existencia de esta única moneda
significaría el vínculo en todo el planeta de los productores, a través de la
homogenización de la fuerza de trabajo. Este lazo no es otra cosa que el
reconocimiento de la unidad que existe en el planeta de la fuerza de trabajo
como fuente única de la riqueza.
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