La Tesis Doctoral de Julio Carmona: Literatura Como Curso del Área de Formación Artística*
Roque Ramírez**
Cerrando diciembre intenté escribir algo sobre las otras navidades, de aquellos que las padecen y no las gozan, pero el tema fue abordado con mejor criterio por periodistas, especialmente por poetas. Por otro lado no suelo comentar sobre lo que nos espera en el llamado año nuevo. Entonces decidí cubrir una deuda, reseñar un buen libro que haya leído el 2011.
Julio César Fernández Carmona, catedrático en la Universidad Nacional de Piura, ha escrito el libro La Literatura en los niveles del Sistema Educativo peruano: una propuesta de cambio, Piura 2011, en base a la tesis con la que obtuvo su grado de Doctor en Educación. Antes de seguir, les menciono que nuestro autor es el poeta y ensayista Julio Carmona.
En el libro se proponen algunos temas centrales acerca de la literatura y su enseñanza en el nivel primario y en secundaria, aparte de la propuesta de cambio que consiste en sumar, independiente de las sub áreas comunicación o lengua, la sub área de Literatura al Plan Curricular. En el título decimos curso para los lectores no avisados en terminología propia de la educación.
El maestro universitario Julio F. Carmona es claro en señalar, en la introducción, el propósito del libro “que sea recibido por los docentes de Lengua y literatura como una guía para la acción, que estimule su capacidad creadora en el ámbito de su acción formadora de seres humanos íntegros…”
El libro escrito en un muy cuidado y exigente lenguaje, producto de los rigores que se plantea como norma el autor en su tarea de ensayista, en lugar de alejar debe atraer la valiosa voluntad de los maestros de comunicación integral o lengua y literatura. Sin duda que éstos entienden que perfeccionamiento y actualización no significa seguir sólo cursos de post grado.
Sino ejercitar su autoestudio con una destreza deliberativa y un juicio crítico ¿? De otro modo, cómo podríamos enseñar a nuestros alumnos estas capacidades exigidas en el DCN. Obviamente la lectura crítica es imprescindible para conocer valiosas obras de la especialidad como lo son las de Daniel Cassany, Víctor Niño Rojas , de Luis Jaime Cisneros, Luis Hernán Ramírez.
Desde luego, este libro del maestro universitario Julio César FC hay que incluirlo en esta prioridad de autores de las especialidades de lengua y literatura. En un esfuerzo mayor deben considerarse también lecturas de algunos intelectuales consultados por el autor como Gramsci, Arnold Hausser, Menéndez y Pelayo, más los que se mencionen en adelante.
El libro ha sido redactado en tres capítulos. En el I, apelando a la historia discierne entre lo que es la literatura como función artística y la literatura como disciplina pedagógica. Este discernimiento despeja las dudas conceptuales y establece las definiciones que darán lugar a su propuesta posterior en el capítulo III.
Continuando con el capítulo I, se fundamenta sobre condición artística de la literatura, perspectiva que no es tenida en cuenta en los currícula del sistema educativo peruano. Indica la interrelación y extrapolación que existen entre la literatura y la Ciencia de la Educación. A la literatura se le asigna menor importancia que a la gramática y a la comunicación, pero se le considera un aliado valioso para aportar a otras áreas como la historia.
Debo testimoniar que esta última idea de Carmona está sustentada en la experiencia; nosotros asimilamos el conocer de la historia peruana y universal, y difícilmente la olvidamos, a partir de los actos narrativos en que convertían las clases de historia los profesores de nuestra época. Mas, luego vinieron otros modelos, entre ellos el aprender por competencias o capacidades donde, valgan sonoras verdades, los alumnos conocen ni poco de historia.
Sustenta además la importancia de la literatura en la educación, coincidiendo con lo dicho en el logo (escudo) de nuestra Alma Mater La Cantuta “educar al hombre en lo que tiene de hombre”. En modesta opinión debe entenderse como en lo que devenga de hombre. El profesor Julio César dice que “a través de lo bello [el arte] se intima y entiende con lo humano, se eleva esta condición de humano”.
Desde este capítulo I, el autor, va introduciendo su propuesta. Según él, hasta hoy hubo y hay una didáctica de la gramática, del lenguaje, de la comunicación; MAS no hay una didáctica de la literatura. De allí que los profesores de la especialidad no estén aptos para enseñar a leer y comprender textos de poesía, cuentos, novelas.
La literatura, propone Carmona, tiene su espacio propio, pues es una manifestación artística que “gravita en la formación integral del ser humano”. Por eso, no priorizar la enseñanza de la literatura como una sub área (curso) independiente al área de comunicación integral, es no percibir los por qué del diagnóstico: hay altos déficits de comprensión lectora y bajo dominio de la escritura porque no se atiende el problema “con una lectura literaria y [si] con una lectura común”
La propuesta de independizar la enseñanza de la literatura en la currícula de la EBR, toma validez a partir del propósito primordial que se plantea su autor “todos debemos perseguir el objetivo de que [los] alumnos [ejerzan] su derecho –que debe ser inalienable- a disfrutar de la belleza tanto natural como artística…” (todo corchete en esta nota es del reseñador).
En el capítulo II, realiza una revisión de cómo se enseña y aprende la literatura en la EBR. Y el primer cuestionamiento es el que se le viene haciendo desde la época de Encinas y Mariátegui: los modelos educativos en el Perú son implantados, son foráneos y no adaptados ni adaptables a nuestra realidad.
Otra observación es que, en el proceso de la educación infantil (nivel primario y secundario) no se enseña literatura infantil. Por cierto, el profesor Julio César F.C. fundamenta dichas observaciones y sus aportes, apelando a la sabiduría de grandes escritores como Paúl Valery, T.S. Elliot; Vargas Llosa, Umberto Eco, al sanmarquino Fernando Vidal.
Acá cabe una interrogante, los especialistas y administradores, planificadores y funcionarios del MED ¿habrán leído a alguno de los mencionados escritores que han aportado a la educación? Por mencionar uno de tantos otros, el novelista italiano Cesare Pavese esbozó un ensayo sobre la lectura para niños.
En el capítulo III, viene detallada y fundamentada la propuesta en sí, con todas sus perspectivas, sustentos, cuadros y planes. En este apartado el autor recurre, junto con escritores, a los lingüistas para fundamentar lo expuesto en el capítulo: Jakobson, Coseriu, Aristóteles (filosofía), al lingüista peruano Jorge Badillo y, claro, a expertos en pedagogía.
Empieza afirmando que a la literatura hay que verla como una “disciplina autónoma” formadora de una sensibilidad estética, no es sub producto, es decir no se supedita ni a la lengua ni a la comunicación. Por tanto, debe ser concebida como una disciplina artística y como una disciplina pedagógica.
La literatura, es un valioso aliado para otras áreas o sub áreas, es cierto, pero fundamentalmente tiene autonomía propia y su propósito eje es formar lectores, por eso es que Julio Carmona la concibe como formadora de cultura literaria. Para ello, ya lo viene diciendo desde capítulos anteriores, es necesario diseñar y forjar una didáctica de la literatura en cada nivel del sistema educativo (tengo entendido, sin contar con el inicial).
Ahora, el diseño y planificación de su currícula no debe ser responsabilidad de extraños sino de los propios docentes de la especialidad, porque serán éstos quienes partirán de su propia realidad y experiencia para cumplir con dicho encargo. Si no tuvieran experiencia (esto lo afirma el reseñador) la compartirán con aquellos que si la poseen.
Todo docente de la especialidad de literatura sabe que tiene que leer para enseñar a leer, tiene que redactar bien para enseñar a escribir, tiene que comprender textos para enseñar a interpretar textos. Es un entrenamiento que lo hace de cotidiano por un asunto de responsabilidad y autoestima.
Justamente, el profesor JCFC en varias páginas del libro comentado enfatiza en una conclusión que explica el deficiente rendimiento académico de los alumnos peruanos en el Área de Comunicación: “a nadie escapa el hecho de que QUIEN NO SABE LEER NO SABE ESCRIBIR, no sabe hablar y no sabe escuchar…”
El autor propone que la asignatura (de acuerdo al actual metalenguaje del MED sería sub área) de literatura integre el Área de Formación Artística, donde no se subordine a ninguna de las otra sub áreas como lo es el teatro, las artes plásticas, la música.
Obvio es decir que en las conclusiones se resume sus cuestionamientos, observaciones y propuestas respecto de la educación en general, de su currícula y de la enseñanza de la literatura y de la lengua como disciplinas independientes que se integran a un área horizontalmente, sin subordinarse.
Sin embargo, de las conclusiones merece destacarse la número cinco porque señala la relevancia del arte y la literatura como formadoras de una capacidad crítica y como herramienta interpretativa de la realidad para alumnos y alumnas, por tanto en seres humanos que devengan en lo mejor de ellas y ellos.
El libro concluye con las sugerencias que el autor considera necesarias y con los anexos respectivos. Una pregunta final, ¿leerán el libro en el MED? ¿Lo discutirán en algún taller sobre currícula innovadora?
* FERNANDEZ CARMONA, Julio César. La Literatura en los niveles del Sistema Educativo peruano: una propuesta de cambio. Piura, editado por Gobierno Regional – IRCTI, 2010. 154 pp.
**Roque Ramírez es colaborador del blog Creación Heroica. (Comité de Redacción).
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