Oro y Esclavitud en el Perú
César Risso
GRAN PARTE DE LA
PRODUCCIÓN MUNDIAL DE ORO está destinada a corregir los problemas de precios y
de Balanza de Pagos de los países imperialistas. Otra parte está destinada a
halagar la vanidad de los burgueses, bajo la forma de joyas. El negocio del
oro, la explotación capitalista de este mineral, tiene una serie de
particularidades que lo distinguen de las demás mercancías.
El valor de uso del oro monetario está
dado por ser medio general de intercambio. Esto quiere decir que el oro como
reserva de valor y medio de cambio representa la riqueza en general. Pero la
verdadera riqueza está dada por los valores de uso (la utilidad de los bienes
producidos) en los que se convierte la fuerza de trabajo. Lo que quiere decir que
no es el oro sino el trabajo humano lo que constituye la verdadera riqueza.
El valor de cambio del oro está dado por
el número de horas que se ha destinado trabajo para obtenerlo, es decir, por la
cantidad de trabajo socialmente necesario que contiene. Vale decir que el valor
de cambio del oro no depende de sus propiedades naturales (físico-químicas).
La forma en la que se da el negocio del
oro, en parte, es una suerte de
retorno al capitalismo mercantil o comercial. Los capitalistas imperialistas se
desentienden (en parte) de la extracción del oro, y se dedican a las otras
fases de este negocio. Es como si la materia prima naciese cuando el oro en
bruto llega a sus manos, y cuentan desde ese momento la actividad respectiva.
Un caso característico de lo afirmado es el Perú: “El defensor de los Derechos Humanos de Perú estimó el año pasado que las minas ilegales e informales emplean directamente a 100.000 personas, e indirectamente a otras 400.000. Según estimaciones de expertos citados por Verité, estas minas producen entre el 15 y 22 por ciento de todo el oro del país, que tiene un valor de casi US$3 mil millones anuales.”[1]
Evidentemente
este oro se destina a las empresas de los países imperialistas.
De la forma cómo llega el oro en bruto a
las manos de estas empresas, las mismas no saben nada, o mejor dicho saben lo
que les conviene, pues esto les permite obtener elevadas ganancias.
Veamos el caso del Perú, y
específicamente la región de Madre de Dios. Cuáles son las características de
la actividad aurífera y de la explotación laboral. “En
Perú la llamada ‘minería artesanal’ o ‘pequeña minería’ son particularmente
importantes en la Región Madre de Dios, pero también se está incrementando de
forma preocupante en otras regiones. En Madre de Dios se calcula que hay más de
30 000 mineros […]”[2]
El régimen de explotación laboral es
considerado como trata de personas. Esta caracterización nos dice poco sobre el
asunto. Las diversas formas que adquiere esta primera fase del negocio del oro,
se da en condiciones de esclavitud, la misma que se manifiesta en otras tantas
formas. Una de ellas es por ejemplo el enganche por deudas. Sin embargo, le
llamamos forma de explotación esclavista, porque los trabajadores no cobran
sueldo alguno, salvo la entrega de 200 o 300 nuevos soles para el traslado a la
zona específica. Estos trabajan largas jornadas, en condiciones infrahumanas,
sin salud ni educación, sin medios de seguridad para la labor asignada, sin
ningún tipo de protección frente a accidentes, expuestos a la contaminación por
mercurio, etc.
Cuando los trabajadores reclaman sus
haberes, se les dice que se les pagará luego de tres meses. Al cabo de este
tiempo, sin embargo, no se les paga lo que se ha pactado verbalmente. El
reclamo airado de los trabajadores bajo esta condición se resuelve por el
asesinato.
Estas condiciones de trabajo dan cuenta
de que estos trabajadores han sido llevados con engaños a trabajar para la
minería ilegal en Madre de Dios. Ya en el lugar, se ven frente a la situación
en la cual no tienen derechos. Y que todo lo que requieren para vivir se les
cobra en montos mucho mayores que los correspondientes a su verdadero valor y
precio. Con esto, se logra que estos queden atados por las deudas y a que se
vean obligados a seguir trabajando para pagar lo adeudado.
En resumen, los trabajadores captados
por la minería ilegal de oro en Madre de Dios son temporalmente esclavos.
Este régimen laboral que sería del gusto
de la burguesía peruana y mundial, es un eslabón de la “cadena de valor”, como
dicen actualmente los teóricos de la burguesía, de la producción de oro. Es
decir, en las diversas etapas de la producción de este mineral, se requiere de
su extracción, que es precisamente la que se cumple en Madre de Dios. Así, la
burguesía imperialista, abarca toda la producción haciendo uso de formas pre capitalistas
incorporadas al modo de producción capitalista. En cada fase de la cadena de
producción, la burguesía recurre a las formas que le son más provechosas, como
la esclavitud.
Quienes señalan que esta es una
actividad ilegal, y que es trata de personas, no se dan cuenta que muy parecida
es la situación de los trabajadores peruanos en general. “En la propuesta de
nuevas inversiones de este gobierno, que como hemos visto apuntan a generar
ganancias para la burguesía, no se dice nada de la grave situación de los
trabajadores con respecto a que la Remuneración Mínima Vital (RMV) está por
debajo de la Canasta Básica Familiar; ni en relación a la tasa de
incumplimiento de pago de la RMV, que es de 50% en promedio a nivel nacional;
ni del exceso de horas trabajadas semanalmente, que en Lima Metropolitana y el
Resto Urbano es en promedio de 73 horas, situación en la que se encuentra la
tercera parte de los trabajadores”[3]; y
que siendo legal, los trabajadores reciben menos de la Canasta Básica Familiar;
además del caso de los trabajadores familiares no remunerados que trabajan en
las microempresas.
Estos son hechos de la situación laboral
en el Perú. Pero esto no basta para la burguesía. Quieren además eliminar las
vacaciones, gratificaciones, y demás derechos laborales. La suma de la
situación actual de los trabajadores más la propuesta de la burguesía peruana
de eliminar los “sobrecostos laborales”, dejaría a los trabajadores en una
situación parecida a la de los trabajadores mineros de Madre de Dios, con la
diferencia de que todo esto sería legal.
Por esto la lucha de los trabajadores
asalariados contra el capital es una lucha permanente, en la que los
trabajadores tienen que estar atentos en la defensa de sus derechos y en la
mejora de los mismos.
Con respecto a quienes se ven afectados
por la esclavitud temporal, la necesidad de estudiar el problema a profundidad
radica en la posibilidad de pasar al socialismo. En la medida que estos
trabajadores son esclavos temporales, difícilmente están en condiciones de
organizarse para hacer frente a esta forma de explotación, que además pasa las
fronteras del país. Se requiere por ello medidas que superen el sistema
capitalista, partiendo del cambio de las relaciones sociales de producción,
para desarrollar las fuerzas productivas de los sectores que alimentan
laboralmente a la minería ilegal.
Son básicamente pequeños agricultores,
comuneros de la sierra y marginalmente nativos de la selva, a los cuales se
suman los niños y adolescentes vendidos por sus familiares, la fuerza de
trabajo empleada en esta actividad.
La ley de la plusvalía es la que está en
curso en esta problemática, la que responde a la ley del valor. El elevado
precio del oro, más allá de sus oscilaciones, a nivel mundial, determina en qué
se debe invertir el capital acumulado. Por ello, la extracción de oro en
nuestro país, se expresa como una férrea necesidad, que puede enfrentarse con la
legislación, que lo único que logrará es hacer más atractiva esta actividad. La
ley del valor obliga a los capitalistas a triturar la carne humana hasta
transformarla en oro; pues el oro es la representación de la riqueza en
general. Pero lo es a condición de albergar una gran cantidad de trabajo
socialmente necesario. Trabajo humano coagulado, materializado.
No comemos ni bebemos oro, pero en la
sociedad actual, con la división social del trabajo, donde todo lo que se
produce adquiere forma de mercancía, el comercio es necesario, puesto que las
mercancías son la expresión fenoménica del trabajo privado, resultado de la
propiedad privada de los medios de producción. Pero este trabajo privado, en el
momento del intercambio de mercancías, revela, al igualarlas, que son
partículas del trabajo humano en general (como desgaste de nervios, músculos,
etc.), y en consecuencia, que todo trabajo, no obstante aparecer bajo la forma
de trabajo privado, no es otra cosa que trabajo de la sociedad en su conjunto,
es decir, trabajo social.
Pero la forma capitalista de producción,
tiene la particularidad de que permite a los propietarios de los medios de
producción, apropiarse de gran parte del trabajo de la sociedad, a través de la
plusvalía, la misma que logra por medio de formas pre capitalistas como la
esclavitud, y que condensa en el oro.
Esta
esclavitud, se asemeja a la labor de las microempresas, en las que los
familiares del jefe del hogar y microempresario (emprendedor le dicen con
eufemismo) son obligados a trabajar sin remuneración, siendo los grandes
beneficiados los medianos y grandes empresarios.
¿Cuál
es el destino del oro que se obtiene en Madre de Dios? Son las empresas de los
Estados Unidos, de Europa y de Asia. El canal comercial por el que llegan a
estos lugares es por el momento Bolivia; pero este es solo el nexo, el
intermediario.
Para
superar las diversas formas de explotación del hombre por el hombre, tenemos
que partir de las condiciones concretas de la explotación de la fuerza de
trabajo en el Perú, en el marco de la explotación de la fuerza de trabajo a
nivel mundial. Así se revelará que aunque se trata de formas pre capitalistas,
como en el negocio del oro en determinadas regiones del Perú y del mundo, estas
son parte de la cadena mundial del capitalismo, y que para superar estas formas
de explotación, y cualquier otra, es necesario superar el capitalismo.
[1] http://es.insightcrime.org/analisis/como-el-comercio-de-oro-alimenta-la-esclavitud-moderna-en-peru
[2] Perú. Ministerio del Ambiente. Minería Aurífera en Madre de Dios y
Contaminación con Mercurio. Una Bomba de Tiempo. Instituto de Investigación de
la Amazonía Peruana. 2011.
[3] http://creacionheroica1928.blogspot.com/2014/08/economia_68.html
El
Capitalismo Senil y el Nuevo Caos Mundial
(Décima
Parte)
Samir Amin
EL ÉXITO DEL
CULTURALISMO se corresponde con las insuficiencias de la gestión democrática
de la diversidad. Entiendo por culturalismo la afirmación de que las
diferencias en cuestión son "primordiales", deben ser
"prioritarias" (en relación con las diferencias de clase, por
ejemplo) y a veces hasta se las considera "transhistóricas", es
decir, fundadas en invariantes históricas (a menudo éste es el caso de los
culturalismos religiosos, que se deslizan entonces sin dificultad hacia el
oscurantismo y el fanatismo).
El
ejemplo perfecto de la falsa respuesta (reaccionaria) a un problema real (la
desigualdad) está dado por la ideología anglosajona del
"comunitarismo". Desear ingenuamente, aunque sea con las mejores
intenciones, formas de "desarrollo comunitario" específicas,
producidas supuestamente por la voluntad democrática expresada por las
comunidades en cuestión (por ejemplo, los antillanos de los suburbios de
Londres o los hijos de inmigrantes árabes de Francia o los negros de los
Estados Unidos), equivale a encerrar a los individuos en esas comunidades y, a
la vez, a encerrar esas comunidades dentro de los límites de los yugos
jerárquicos que impone el sistema. No es más que una especie de
apartheid
no confesado.
El
argumento que presentan los promotores de este modelo de "desarrollo
comunitario" es, a la vez, de apariencia pragmatista ("hacer algo por
los desposeídos y las víctimas que se aglomeran en esas comunidades") y
democrático (las comunidades valoran afirmarse en su condición de tales). Es
admisible el argumento según el cual muchos discursos universalistas han sido
y son aún pura retórica y no conducen a ninguna estrategia de acción eficaz que
tienda a cambiar el mundo, lo cual implica evidentemente que hay que dirigir la
atención a las formas concretas de lucha contra la opresión que sufre tal o
cual grupo en particular. Pero esa opresión no puede eliminarse si para colmo
se le da una clasificación, se constituye un marco que permite su reproducción,
aunque sea en una versión mitigada.
La
adhesión eventual a una comunidad que puedan experimentar sus miembros, por
respetable que sea en el plano abstracto, no deja de ser producto de la crisis
de la democracia. Precisamente, el hecho de que se hayan erosionado la
eficacia, la credibilidad y la legitimidad de la democracia hace que los seres
humanos se refugien en las ilusiones de identidades particulares que podrían
protegerlos. Hoy está pues en boga el culturalismo, es decir, la afirmación de
cada una de esas comunidades (religiosa, étnica, sexual o de otro carácter),
con sus propios valores irreducibles (es decir, sin alcance universal). Y este
culturalismo no es, como lo dije ya en otra parte, un complemento de la democracia,
el medio de ponerla concretamente en práctica; sino que constituye, por el
contrario, su antinomia.
Para
ver con claridad en la jungla de las reivindicaciones de identidad, yo
propondría un criterio que me parece esencial. Son progresistas las
reivindicaciones que se articulan alrededor del combate contra la explotación
social y en favor de una mayor democracia desplegada en todas sus dimensiones.
En cambio, todas las reivindicaciones que se presenten "sin programa
social" (porque, supuestamente, esto ¡carecería de importancia!), "no
hostiles a la mundialización" (porque ¡tampoco esto tendría importancia!)
y, con mayor razón, si se declaran ajenas al concepto de democracia (acusado de
ser "occidental") son francamente reaccionarias y sirven perfectamente
a los objetivos del capital dominante. Además, éste lo sabe y apoya este tipo
de reivindicaciones, hasta cuando los medios aprovechan su contenido bárbaro
para denunciar a los pueblos que en realidad son las víctimas. Es decir,
utiliza y hasta manipula sus movimientos.
Los
hechos demuestran que la satisfacción de las reivindicaciones llamadas
étnicas, obtenida en estas condiciones, no hace prosperar la causa de la
democracia y del progreso social. Por el contrario, hoy vemos en la ex
Yugoslavia y en la ex URSS que sobre esta base se está constituyendo una nueva clase
dominante autocrática y reaccionaria que se apodera de todos los poderes
políticos y económicos para su exclusivo beneficio, y que cree poder legitimar
ese monopolio mediante la defensa de "la etnia" que supuestamente
aseguraría. El islam político cumple en otras latitudes funciones reaccionarias
análogas, útiles a la dominación del capital transnacional.
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