Las Razas
Humanas
M.F. Niesturj
LA
POBLACIÓN DEL MUNDO ES HOY DÍA de 3,600 000 000 de seres, aproximadamente (*).
Por los rasgos primarios y secundarios de su aspecto externo y de su estructura
interna presentan entre sí un gran parecido. Por esta razón la mayoría de los
científicos, desde el punto de vista biológico, ubica a todos los miembros de
la humanidad en una sola especie, Homo sapiens.
La humanidad, que actualmente se distribuye por casi
toda la tierra emergida, incluso la Antártida, no es de composición homogénea.
Consiste de grupos que, desde antiguo, han sido denominados razas, término que
ha arraigado en antropología.
Una raza humana es un grupo biológico de seres, análogo
pero no homólogo a la subespecie en la clasificación zoológica. Cada raza tiene
un origen común y surgió en un territorio definido, su habitat natural. Cada
raza se caracteriza por uno u otro conjunto de peculiaridades físicas, y en
particular por la apariencia, morfología y anatomía de sus componentes.
Los antropólogos tienen que durante el enfoque
tipológico de las razas apoyarse en gran medida sobre sus particularidades
fenotípicas. Pero esto no significa todavía que con eso se olvidan las
propiedades del carácter genético inherentes a las populaciones. Con el
enfoque de populación de las razas, son útiles para su determinación, por
ejemplo, las particularidades de los grupos sanguíneos, a partir del sistema
ABO bien estudiado, a lo que se añaden, como escribe I. Guershkovich, las
diferencias genéticas de la coloración de la piel, pelos y ojos, y las
diferencias en la constitución del cuerpo y la forma de la cabeza.
Si se tienen en cuenta las diferencias más finas entre
las populaciones, entonces la cantidad de las razas principales puede llegar
hasta decenas. Cada una de estas razas se distingue de las otras por su
composición genética. Pero esto no molesta a la variedad genética y fcnotípica
considerable de los representantes de una raza, puesto que la misma especie
humana contemporánea es polimorfa. La raza no puede ser del fenotipo medio,
puesto que no existe el genotipo medio.
Las características raciales más importantes son: la
naturaleza del cabello: el carácter y desarrollo del pelo de la cara (barba,
bigotes y del vello; el color del pelo, de la piel y del iris; la forma de los
párpados, la nariz y los labios; la forma de la cabeza y de la cara; la talla y
el peso del individuo).
Las razas humanas son objeto de investigación
antropológica especial. En opinión de muchos antropólogos soviéticos la
humanidad consiste actualmente de tres grandes razas, cada una de las cuales
está dividida en cierto número de razas pequeñas. Estas últimas se subdividen
nuevamente en grupos de tipos antropológicos similares, que constituyen la
unidad básica en la sistemática antropológica.
Dentro de cualquier raza humana se encuentran
individuos más típicos y otros que lo son menos. Hay, asimismo, razas que son
más características, de rasgos más manifiestos que otras, mientras que estas
últimas difieren poco de otras razas. Algunas razas son de carácter intermedio.
La gran raza negro-australoide (negra) se caracteriza
en su conjunto por determinada combinación de rasgos, combinación que se
manifiesta más claramente entre los negros del Sudán y que la distingue de las
otras dos grandes razas, la europeoide y la mongoloide. Entre las
características de la raza negra se cuentan las siguientes: cabello negro,
rizado en espiral u ondulado: piel castaña achocolatada o casi negra (pero en
ciertos casos castaño-amarillenta); ojos negros; nariz bastante plana, poco
prominente, de puente bajo y fosas anchas (en algunos grupos la nariz es recta
y estrecha); la mayor parte tiene labios abultados; muchos son de cabeza
alargada; el mentón está poco desarrollado: en los maxilares, la parte que
sostiene a los dientes tiende a sobresalir hacia adelante (prognatismo
maxilar).
Basándose en su distribución geográfica, a la raza
negro-australoide se le llama también, a veces, ecuatorial o afroaustraliana.
Se divide naturalmente en dos subrazas: 1) la occidental, o africana, también
denominada negroide, y 2) la oriental, oceánica o australoide.
Otra combinación de rasgos es típica de los
representantes de la gran raza europeo-asiática o europeoide (blanca). Piel
rosácea, a causa de que se transparentan en ella los vasos sanguíneos; unos
individuos tienen la piel muy clara, y otros de tono más oscuro; muchos son
rubios y de ojos claros; el pelo es ondulado o lacio y tanto en la cara como en
el cuerpo es de desarrollo mediano o intenso; los labios son de grosor medio;
la nariz es fina y se destaca netamente del resto de la cara; el puente de la
nariz es alto; el pliegue del párpado superior está poco desarrollado; los
maxilares y la parte superior de la cara sobresalen poco; la prominencia
mentoniana es muy o medianamente saliente; por lo general la cara no es muy
ancha.
Dentro de la gran raza europeoide se distinguen tres
razas pequeñas o subrazas, definidas por el color del cabello y los ojos: las
más nítidamente expresadas son la nórdica (rubia) y la meridional (morena); la
menos expresada es la centro-europea, de color intermedio. Una considerable
parte de los rusos pertenece, dentro de la pequeña raza nórdica, al tipo de los
mares Blanco y del Báltico. El cabello castaño claro o rubio y los ojos azules
o grises son típicos de estos rusos. La nariz, además, frecuentemente es aguileña:
el puente no es tan alto y difiere en forma respecto al tipo europeo
noroccidental, esto es, al grupo atlanto-báltico, cuyos representantes se
encuentran en su mayoría en los países del norte europeo. El grupo de los mares
Blanco y Báltico tiene muchos rasgos en común con aquél, con el cual forman la
subraza europeoide-nórdica.
*Actualmente la población mundial es
aproximadamente de 7,000 millones de seres. (Nota del Comité de Redacción).
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