miércoles, 1 de abril de 2015

Internacionales

El Imperialismo Estadounidense Amenaza a Venezuela


Santiago Ibarra


EL 9 DE MARZO BARACK OBAMA DICTABA una Orden Ejecutiva en la cual declaraba a su país en estado de “emergencia nacional” porque supuestamente Venezuela representa una amenaza a su seguridad nacional. En su afán de gobernar el mundo, Estados Unidos busca poner a Venezuela nuevamente bajo su control, hincarla a sus pies.

¿Es cierto que los Estados Unidos tiene en Venezuela una amenaza a su seguridad nacional? ¿Qué se juega realmente Estados Unidos en Venezuela?

Venezuela no puede representar ninguna amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos, la mayor potencia militar en la historia de la humanidad. Las razones están ahí, a la vista de todos. Al contrario, Venezuela tiene en Estados Unidos un proyecto por el cual subsidia a miles de ciudadanos estadounidenses con energía.

En cambio, los Estados Unidos sí representan un peligro real para los pueblos de Latinoamérica. En esta parte del continente Estados Unidos ha apoyado el derrocamiento de gobiernos libremente elegidos, como, por ejemplo, el golpe de Estado del tristemente célebre Augusto Pinochet contra Salvador Allende, en Chile, con un saldo de más de tres mil muertos. Y, en los últimos años en Venezuela y Bolivia, ha cumplido un activo y nefasto papel en la desestabilización violenta de estos gobiernos.

Estados Unidos quiere una Latinoamérica arrodillada a sus pies.

Internamente, desde que Hugo Chávez ganara las elecciones nacionales en Venezuela, en 1999, la derecha pro-imperialista no dejó un solo instante de complotar contra su gobierno, ni ahora tampoco, contra el gobierno de su sucesor, Nicolás Maduro, a pesar de que ambos fueron y son gobiernos legalmente constituidos.

Así, por ejemplo, la gran burguesía que controla la banca y el comercio exterior promueve movilizaciones muchas veces violentas, el desabastecimiento de los productos básicos de la canasta familiar, el alza del precio de los mismos y la fuga de divisas al extranjero (se dice que en los últimos dos años 150 mil millones de dólares han sido depositados en el extranjero).

Estados Unidos propicia y respalda estas acciones criminales al interior de Venezuela. Al respecto, afirma el periodista cubano Ángel Guerra Cabrera: “En la planificación del golpismo contra Venezuela participa activamente Estados Unidos y sus embajadas en Caracas y Bogotá. El gobierno bolivariano presentó un intercambio de correos electrónicos entre el embajador yanqui en Colombia y la líder opositora María Corina Machado en que se evidencia un importante financiamiento enviado por aquel a esta para romper los “anillos de seguridad”, presuntamente del presidente Maduro y otros líderes revolucionarios”. (“Estados Unidos acelera el golpe en Venezuela”, La Jornada, 26 de febrero de 2015).

Venezuela y el gobierno de Maduro, y antes el de Chávez, tienen, pues, al enemigo fuera y dentro de sus fronteras.  

Nadie puede olvidar tampoco las bombas atómicas lanzadas contra Nagasaki y Hiroshima en Japón. Nadie puede olvidar que el poder económico de la burguesía estadounidense se levantó sobre el exterminio de los indígenas que ocupaban el territorio de lo que es ahora Estados Unidos y sobre la reducción a la condición de esclavos de la población negra traída de África.

En el mundo, el estado que más ha violado los derechos humanos, son los propios Estados Unidos de Norteamérica. Pero la cuestión de los derechos humanos es usada por Estados Unidos para reprimir a gobiernos y pueblos que se desmarcan de su control.  

Si hay en el mundo un estado que represente un peligro real para los Estados Unidos, ese estado es el propio Estados Unidos: el poder económico instalado en su complejo industrial, militar y financiero, que ha polarizado a su sociedad a niveles jamás vistos en su historia, busca el control militar del planeta y provoca el odio justificado de millones de personas en el mundo.

Si Estados Unidos no se mueve en realidad por una amenaza a su seguridad nacional, ni tampoco por la defensa de los derechos humanos, ¿qué impulsa a este estado a actuar beligerantemente contra distintos países, librando incluso guerras e intervenciones militares?

Estados Unidos tiene la meta utópica de ser el gobierno del mundo. Su verdadero interés estriba en conservar y ampliar las fronteras geográficas de inversión del gran capital monopólico. Su verdadero interés estriba en conservar y conquistar nuevos territorios con grandes fuentes energéticas, cueste lo que cueste, para alimentar su complejo militar-industrial. Por eso Estados Unidos busca supeditar al mundo, y a América Latina en particular, a su control.

Venezuela tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo. Cumple Venezuela en América Latina, además, un papel dirigente en la búsqueda de su integración económica, fuera del control del gran capital estadounidense.

Estas son las razones de fondo de por qué Estados Unidos toma medidas contra este país. Estos son los intereses que están en juego en Venezuela. 

La ejemplar posición cubana

Hacía solamente unas pocas semanas atrás que el gobierno estadounidense había anunciado el inicio de nuevas relaciones con Cuba. El bloqueo económico contra este inmenso y digno país ha sido un rotundo fracaso, porque no logró sus objetivos: restaurar el capitalismo en este país. Pero, como han señalado los líderes históricos de la Revolución Cubana, Fidel y Raúl Castro, Estados Unidos ha cambiado de métodos (para con su país), pero no de objetivos.

La dirección revolucionaria cubana lo comprende muy bien. Y no ha dudado un instante en dar su respaldo incondicional al gobierno venezolano, el mismo día en que fue dictada la Orden Ejecutiva, el nueve de marzo. Luego, en la Cumbre extraordinaria de jefes de Estado del ALBA, del 17 de marzo último, Raúl Castro afirmó: “Estados Unidos debería entender de una vez que es imposible seducir y comprar a Cuba, ni intimidar a Venezuela. Nuestra unidad es indestructible”.

A nadie puede sorprender después de 56 años de revolución la ejemplar posición cubana.

El aislamiento mundial de los Estados Unidos

De la misma manera, los países del ALBA, con 13 países miembros, de la CELAC, con 17 países miembros, y los países No Alineados de la ONU, con 120 países, han rechazado la medida de fuerza de los Estados Unidos contra el gobierno de Venezuela.

Se ha consumado para los Estados Unidos una nueva derrota diplomática internacional, que se suma a los profundos desequilibrios y deformaciones de su economía.




Comunicado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en Solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela



LA COMUNIDAD DE ESTADOS LATINOAMERICANOS Y CARIBEÑOS (CELAC) expresa su rechazo a  la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional. 

La CELAC reafirma su compromiso con la plena vigencia del Derecho Internacional, la Solución Pacífica de Controversias y el principio de No Intervención.

La CELAC ratifica los postulados de la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, acordada en la II Cumbre, celebrada en La Habana, en enero de 2014.

La CELAC reitera el contenido del Comunicado Especial aprobado en el marco de la III Cumbre de la CELAC en Belén, el 29 de enero de 2015 y en el Comunicado Especial de fecha 12 de febrero de 2015.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) manifiesta su rechazo el Decreto Ejecutivo del Gobierno de los Estados Unidos de América, aprobado el 9 de marzo de 2015 y considera que este Decreto Ejecutivo sea revertido.

De igual manera, la CELAC hace un llamado al gobierno de los Estados Unidos de América y al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela para que inicien un diálogo, bajo los principios de respeto a la soberanía, la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, la autodeterminación de los pueblos y el orden democrático e institucional en consonancia con el Derecho Internacional.

La CELAC invoca a que se reabra el diálogo y hace un llamado a las fuerzas democráticas en Venezuela para que se haga uso de los mecanismos constitucionales en la solución de las diferencias existentes.



Lo Que No Se Dice Sobre Las Negociaciones Con Syriza



LAS FUERZAS CONSERVADORAS y neoliberales que gobiernan la gran mayoría de las instituciones políticas europeas (el Consejo Europeo, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Parlamento Europeo) desean con toda intensidad el fracaso del gobierno Syriza en Grecia, utilizando todos los medios para impedir que se terminen las políticas de austeridad, deseando mantener las políticas que han creado un enorme desastre social. De conseguir aplicar sus políticas alternativas, el gobierno Syriza en Grecia podría mostrar la gran falsedad, ineficacia e incluso maldad de las políticas impuestas a las clases populares de Grecia y de los otros países de la Eurozona, con la complicidad y apoyo proveídos por las élites conservadoras y neoliberales gobernantes en cada uno de estos países. Existe una alianza de clases a lo largo de la Eurozona en la que los instrumentos políticos de las clases dominantes están imponiendo unas políticas carentes de mandato popular que están causando un enorme drama humano que alcanza sus mayores dimensiones en Grecia, pero también en España, en Portugal y en Irlanda.

Es importante subrayar que los mayores defensores de las políticas de austeridad lideradas por el gobierno alemán han sido precisamente los gobiernos conservadores-neoliberales de estos países –como el gobierno PP en España- donde estas políticas han tenido un impacto devastador. Y como consecuencia de la enorme influencia de los mayores grupos económicos y financieros existentes en cada país, así como la que sus sectores sociales con mayor peso económico y social tienen sobre sus mayores medios de información y persuasión, hemos leído y/o visto un reportaje en tales medios enormemente sesgado en contra del gobierno Syriza en sus negociaciones con el Eurogrupo. Se ha referido al gobierno de Syriza constantemente como “poco serio”, “demagógico” (y una larga retahíla de insultos más) que, resultado de su supuesta inmadurez, han terminado con un gran fracaso. Tanto el director de La Razón,el Sr. Francisco Marhuenda, abogado del gobierno Rajoy, como el economista del PSOE, asesor del Sr. Zapatero y economista primero de El País, el Sr. José Carlos Díez, coincidieron en esta lectura promovida activamente por el establishment mediático del país.

Lo que no se publicó en España

En esta avalancha mediática, que ha alcanzado una de las máximas expresiones en España (uno de los países con menor diversidad ideológica en los medios) se han ocultado varios hechos, que muestran una realidad distinta, ocultada o ignorada por estos medios. Una consecuencia de lo ocurrido es el hecho mostrando con toda claridad el dominio del Eurogrupo y del BCE (y, en menor grado, de la Comisión Europea) por parte del gobierno alemán, un dominio, sin embargo, que no es equivalente a omnipotencia. El gobierno alemán ha aparecido claramente como el centro dominante de la vida económica, financiera y política de la Eurozona, con la clara sumisión de los otros gobiernos, incluidos los que se definen a sí mismos como socialdemócratas. La publicación por parte del gobierno griego de algunas de las declaraciones (en privado) de apoyo a sus propuestas por parte de representantes de estos gobiernos (como el italiano y el francés) contrastó con el comportamiento público de estos representantes, mostrando la incoherencia de tales partidos gobernantes. La estrategia del gobierno griego ha permitido definir los bandos en los que se configura Europa, esta Europa hoy poco representativa de las clases populares de los países de la Eurozona, y que está perdiendo la legitimidad y atracción que tuvo en su momento.

Ahora bien, es importante subrayar que, como dice Mark Weisbrott en un comunicado reciente (Press Release, Center for Economic Policy Research, Washington, 20.02.15) a pesar de esta hostilidad del establishment neoliberal europeo, el gobierno griego ha permanecido sereno, sin estridencias, presentando los datos que muestran el enorme daño de la políticas de austeridad en su pueblo, recurriendo en su argumentario a los valores que teóricamente Europa defiende como suyos, la democracia, el Estado del Bienestar y la justicia social, señalando la hipocresía de este establishment. Y, a pesar del enorme control de los medios –que alcanza dosis abusivas en España- la población europea ha podido captar la justicia de su causa, creando gran simpatía popular hacia los argumentos utilizados por Syriza, incluso por cierto, en Alemania, donde el porcentaje de la población alemana que deseaba expulsar a Grecia del euro ha pasado de ser mayoría a ser minoría. Ha sido este cambio que explica que incluso el Presidente de la Comisión reconociera en sus declaraciones que se ha hecho una gran injusticia al pueblo griego. Ello es un indicador del valor democrático y moral de las propuestas de Syriza, que han movilizado al pueblo griego en apoyo de su gobierno.

Las victorias de Syriza

Ha sido esta movilización popular, dentro y fuera de Grecia, lo que explica las divisiones del propio Eurogrupo que Syriza supo utilizar. Y consiguió grandes concesiones del Eurogrupo, ocultadas en la avalancha neoliberal mediática. Como señala James K. Galbraith (“Reading the Greek Deal Correctly”, Social Europe Journal), las concesiones (victorias de Syriza) incluyen:

1. El documento final separa la transferencia de fondos de las condiciones, aceptando algunas (que Syriza también consideraba justas) y rechazando otras. Es lo que en lenguaje mediático se refirió la aceptación del 70% de lo acordado con el gobierno griego anterior, y rechazo del 30%. Aceptación eran, por ejemplo, las medidas antifraude. Rechazo era la reducción de las pensiones y otras medidas que eran continuistas de las políticas de austeridad. En realidad, todas las medidas explícitas de austeridad que estaban en el documento firmado por el gobierno anterior fueron rechazadas, sustituidas por una ambigüedad (aceptada por la Comisión Europea) que permitía una flexibilidad de interpretación que no se permitía antes.

2. Se consiguió revertir la mayoría de medidas antisindicales que contribuyeron al deterioro del mercado laboral, aceptando el incremento del salario mínimo (retrasándose hasta septiembre su aplicación).

3. Se recuperó el concepto de soberanía, de manera que las políticas domésticas se asignaban al gobierno griego siempre y cuando fueran aprobadas por el marco definido por los límites de fiscalidad marcados por la Troika, redefinida como instituciones separadas, cuya autoridad quedaba delegada del Eurogrupo y de la Comisión y no como grupo de supervisores. Este cambio es más que semántico.

4. Una cesión clave fue que al gobierno griego no se le imponía el objetivo de alcanzar un 4,5% de superávit primario (lo cual le hubiera prohibido poder terminar con las políticas de austeridad), sin especificar un objetivo, permitiéndole que alcanzara el deseado por Syriza, el 1,5%.

5. Un mejoramiento del pago de la deuda, en los plazos y en los intereses, a desarrollar en posteriores negociaciones. En realidad, la negociación mayor es la venidera. Es cierto que no se consiguió la quita de parte de la deuda, pero no excluye la posibilidad de que se establezca una renegociación a nivel de Europa del problema de la deuda pública, que ha alcanzado unas dimensiones excesivas, consecuencia de los rescates bancarios que beneficiaron a unos pocos a costa de la mayoría de las clases populares.

En resumidas cuentas, Syriza ha iniciado un proceso de redefinición de Europa, con una enorme movilización popular en su país, en apoyo de esta redefinición. Y el gran pánico de la estructura de poder europea es de que el próximo paso en esta lucha se de en España. De ahí que las victorias de Syriza son también victorias de los pueblos de Europa. Estas victorias fueron las concesiones que detallo anteriormente.

Naturalmente que eran concesiones dentro de un marco que viene definido por su permanencia en el euro, gobernado por las derechas neoliberales y socioliberales. Pero Syriza escogió presentarse como defensor de Grecia y de Europa, intentando iniciar un proceso de transformación de esta Europa. Se podría criticar a Syriza por no haber tenido preparado un plan B, que hubiera sido la salida del euro. Pero esta crítica ignora que la mayoría del pueblo griego quiere permanecer en el euro. Puede que cambie y la lección didáctica a la cual me refería al principio del artículo sea un paso en la dirección de cambiar el deseo de permanencia. Pero el gran dato de las negociaciones es que, a pesar del enorme desequilibrio de fuerzas, la movilización de un pueblo en apoyo de las demandas justas de su gobierno puede conseguir victorias en un proceso en el cual solo hemos visto el inicio de una larga lucha, pues es ahora cuando la parte difícil comienza. Ceder y caer en un desánimo es lo que la reacción desea. Lo que ha ocurrido en Grecia muestra que cuando la población se mueve, se pueden ganar batallas. Y también muestra la falsedad de los argumentos utilizados por los gobiernos Zapatero y Rajoy (y Mas en Catalunya) de que no hay alternativas. Incluso en un caso extremo, como el de Grecia, con un gran desequilibrio de fuerzas, se pueden desarrollar otras propuestas.

Fuente: Rebelión



Los Préstamos del FMI a Ucrania: Mortal "Medicina Económica" Dirigida a la Desestabilización Total


Ernst Wolff


EL 12 DE FEBRERO, CHRISTINE LAGARDE, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, anunció que el FMI había llegado a un acuerdo con el gobierno ucraniano en un nuevo programa de reforma económica. La declaración de MS Lagarde hecha en Bruselas, llegó sólo minutos después que las negociaciones de paz entre los jefes de los gobiernos alemán, francés, ruso y ucraniano en Minsk, Bielorrusia, habían terminado. El momento no fue por casualidad. Washington había sido dejado fuera de las negociaciones y ahora reaccionó enviando su organización financiera más poderosa a la vanguardia con el fin de entregar un mensaje claro al mundo: que Estados Unidos no aflojará su presión en Ucrania, si no es mediante el envío de armas, entonces al menos económica y financieramente.
       
Las afirmaciones de Mme Lagarde de que el programa "apoyaría la estabilización económica inmediata" y presagiarían "un punto de inflexión para Ucrania", están tan lejos de la realidad como lo está la representación de los medios de comunicación del FMI como una organización caritativa ayudando a un país ahogado para sobrevivir en tiempos difíciles. Ni un solo centavo de los préstamos se destinará a la clase obrera ucraniana. En cambio, el dinero se utilizará para apuntalar el gobierno Yatseniuk que está totalmente subordinado a los intereses EEUU y le permitirá servir a las deudas contraídas por sus predecesores en las secuelas de la crisis financiera de 2008, para pagar la mayor parte de sus gastos militares de alrededor [de] 250 millones por mes para la continuación de una guerra contra su propia población y tapar por lo menos algunos agujeros en el presupuesto del estado que se deben al deterioro económico del país en curso.

Los préstamos se basarán en los términos de un programa económico para Ucrania durante el 2015-2020, aprobada por el Parlamento de Kiev en diciembre de 2014 y están ligados a las duras condiciones establecidas en la carta de intenciones, firmada por el primer ministro Yatseniuk y presidente Poroshenko en agosto de 2014. Algunas de las medidas ya han sido implementadas, otras las seguirán. Entre las que ya están en vigor: el régimen de flexibilidad en el cambio de tipo, que no sólo ha conducido a una devaluación del hrivna del 67%, bajar el salario mensual promedio de los trabajadores ucranianos a menos de $60, pero también ha abierto las puertas para los especuladores de divisas internacionales que ya han hecho millones a base de endeudarse en hrivnia y pagar sus deudas en euros y dólares.
       
La tasa de inflación, establecida en 25% en 2014 y que se espera que suba aún más en el año 2015 y un alza del 50% en los precios del gas en mayo de 2014, hizo casi imposible la supervivencia para los 20% más débiles de la población, que ya vivía por debajo del umbral de la pobreza en el 2013. Entre las medidas todavía por venir están el despido del 10% de los empleados públicos del país y la privatización parcial de la sanidad y educación. La edad de jubilación para las mujeres se aumentara por 10 años, y para los hombres por 5 años, la mayoría de beneficios para los pensionistas de edad avanzada serán suprimidos, y el mercado de los productos farmacéuticos liberalizado. Se congelarán las pensiones de jubilación, y no habrá más almuerzos gratuitos para niños en edad escolar ni para los pacientes en los hospitales. Las prestaciones para las víctimas de la catástrofe nuclear de 1986 en Chernobyl serán suprimidas, y se revisarán los límites de la zona de peligro radioactivo oficialmente designado. El salario mínimo mensual del país se mantendrá en 1,218.00 hrivna (46$ en el tipo de cambio actual) hasta al menos noviembre de 2015.

Ninguna de estas medidas servirá para "mejorar la calidad de vida para el pueblo ucraniano", como predijo tan cínicamente Ms Lagarde. Ni se "restaurara un crecimiento robusto" en una economía que se tambalea al borde del colapso, con un banco central al que le quedan tan sólo 6000 millones en reservas de divisas e incapaz de recaudar nuevos fondos en las subastas de divisas. Sin embargo, contribuirán a la intensificación de los sufrimientos del pueblo ucraniano, profundizaran la brecha social de un país desgarrado ya por una sangrienta guerra civil y llevará a su desintegración completa, nutriendo los movimientos separatistas y creando las condiciones perfectas para un futuro de violencia y la desesperación.

Para alcanzar esta estrategia, el FMI está totalmente en consonancia con las políticas geopolíticas perseguidas por el gobierno de Washington y Wall Street. Ambos están en serios problemas, con los Estados Unidos desgarrados por desigualdad social creciente que amenaza con hacer explotar en un malestar social masivo, mientras que sus gobernantes se están ahogando en deudas y perdiendo el control sobre el sistema financiero mundial. Habiendo dominado los mercados mundiales durante siete décadas, el declive económico de Estados Unidos y un desplazamiento en el equilibrio mundial de poderes, anuncian el final del dólar estadounidense como moneda de reserva del mundo y por tanto anunciando el final del estatus de los Estados Unidos como potencia mundial.

En un intento imprudente para detener este proceso imparable, Wall Street y la casa blanca están librando una campaña muy agresiva contra Rusia y China, que se han atrevido a completar un trato energético fuera el petrodólar y que Estados Unidos teme estén preparando una moneda nueva, posiblemente respaldados por oro, que podría reemplazar al dólar como moneda de reserva del mundo. Para evitar que esto suceda y hacerse con el control de la vasta riqueza natural de Rusia que promete grandes ganancias, Wall Street y la Casa Blanca están llevando a cabo una estrategia de cambio de régimen en Moscú, haciendo todo lo posible para reemplazar al gobierno ruso por uno que esté tan subordinado a los intereses de los Estados Unidos como el del primer ministro ucraniano Yatseniuk y sus compinches de los bancos de inversión en Kiev.

Uno de los medios para este fin es la integración de Ucrania en la OTAN con el propósito de intensificar la amenaza militar contra Rusia. Sin embargo, como la UE – y Alemania en particular, parecen no estar dispuestos a unir sus fuerzas en una guerra contra Rusia (no por consideraciones humanitarias, sino debido a su dependencia del gas y petróleo ruso y su previsión de un nuevo orden monetario mundial ya no dominado por Estados Unidos) y como la mayoría de los estadounidenses, a pesar de las campañas de demonización de Vladimir Putin en los medios de comunicación masiva, no están dispuestos a apoyar una guerra que les costaría más dinero y más vidas que cualquier guerra en el pasado y podrían terminar en una catástrofe nuclear, el propósito principal del gobierno de Estados Unidos y del FMI en Ucrania es profundizar y ampliar los ya existentes conflictos económicos, sociales y étnicos. De esta manera, pretenden forzar a Vladimir Putin a involucrarse en una guerra prolongada y costosa que debilitaría su posición y eventualmente allanar el camino para la instalación de nuevos gobernantes en Moscú.

Mirando a Ucrania como parte de la actual lucha geopolítica, uno puede ver que los nuevos préstamos del FMI a Ucrania, anunciados por Christine Lagarde, son cualquier cosa antes que un "punto de inflexión" en dirección a la estabilización del país. Conducen al indecible sufrimiento humano y contribuirán a aumentar el rastro de sangre que Ms Lagarde y el FMI están tan acostumbrados a dejar atrás tras intervenir bajo el pretexto de "ayudar a" los países en tiempos difíciles.

Fuente: www.Redacción Popular.com




La Ficción de la Lucha Contra el Estado Islámico: Una Entidad Creada por EEUU


Mohssen Massarrat
Global Research


LA CRISIS MÁS GRAVE EN EL ORIENTE MEDIO hasta la fecha, la llegada al poder del “Estado islámico” en Iraq y Siria, ha entrado en una fase muy absurda. Los estados europeos están a punto de seguir el ejemplo de los EE.UU. con la exportación de armas al Gobierno Regional de Kurdistán bajo el mando de Mustafa Barzani. Esto se está justificado como “ayuda humanitaria”. Al parecer, quieren ayudar a prevenir el genocidio contra los yazidis.

Acompañado por una fuerte presencia de los medios, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, visitó una familia de víctimas yazidi. Tenía la intención de ilustrar el sufrimiento de los yazidis y el genocidio inminente contra esta comunidad, con el fin de manipular a la opinión pública para que acepte que esta es una situación supuestamente excepcional y apoye las exportaciones de armas alemanas a una región en crisis.

El gobierno alemán y otros gobiernos de Occidente en conjunto con sus medios de comunicación, están dando la impresión de que las transferencias de armas a los kurdos iraquíes es la única posibilidad de evitar la inminente catástrofe. Todas las otras alternativas a corto y largo plazo, aún no se han tomado en consideración.

Sin embargo, todas las recomendaciones de los expertos apuntan hacia las consecuencias dramáticas que tendría el apoyo militar a los kurdos iraquíes, y esto es ignorado sistemáticamente. Por lo tanto, lo que se quiere escamotear es que los supuestos motivos humanitarios para proteger los yazidis, son en realidad un pretexto fabricado para hacer valer los intereses de Occidente.

Los EE.UU. se está aprovechando de la amenaza que supone la brutalidad de los combatientes del “Estado Islámico” con el fin de pulir su imagen dañada en el Oriente Medio y al mismo tiempo tratar de subrayar que su mayor presencia militar en la región es indispensable.

No dicen que la virtual creadora del “Estado Islámico” no es otra que la ex secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice. Ocurrió en el 2006, durante el apogeo del conflicto entre EE.UU. e Irán, que llevó a todos los estados sunitas a establecer un “cinturón sunita” en respuesta al supuesto “cinturón chií” que Irán había creado contra los árabes sunitas. A partir de entonces, el gobierno libanés recibió ayuda militar con el propósito explícito de contener a los chiítas de Hezbollah en el Líbano.

A continuación, el Secretario General del Consejo de Seguridad Nacional de Arabia Saudita, el príncipe Bandar bin Sultan, se puso a trabajar. Esto condujo al nacimiento de grupos brutales, como Al-Nusra y el “Estado Islámico de Iraq y el Levante”, que aparecieron como hongos para encabezar la lucha contra el gobierno de Assad en Siria. Por tanto, el resultado del plan de Condoleezza Rice, de 2006, no es otro que la creación del bárbaro “Estado Islámico”, el cual no tiene precedentes en toda la historia del Islam.

Especialmente desde el comienzo de este año, la élite política alemana se ha agitado para tener una “mayor responsabilidad” en la política mundial. Con este fin, quieren suavizar las restricciones en materia de transferencia oculta de armas a regiones en crisis, así como eliminar las barreras legislativas a llamadas intervenciones humanitarias. Desde entonces, ha habido intentos masivos para erradicar objeciones morales a partir de la memoria colectiva de los alemanes. Quieren tener las manos libres para participar en futuros conflictos militares mundiales sin restricciones.

Como resultado, el genocidio inminente contra la minoría yazidi en el norte de Iraq fue hábilmente construido para ser el tema número uno de los medios de comunicación influyentes. La credibilidad de los motivos humanitarios del gobierno alemán se puede medir por el hecho de que el mismo gobierno no dijo ni una palabra sobre las atrocidades del gobierno israelí en Gaza, las cuales que se estaban produciendo al mismo tiempo. Hay silencio sobre el sufrimiento de los palestinos, pero el sufrimiento de los yazidis está siendo explotado por sus propias políticas. Esta es de una hipocresía aterradora.

Los cuatro estados de la región afectada harían bien en no permitir una nueva intervención de los EE.UU. y otros países occidentales en el Medio Oriente. Occidente no va a eliminar los males del Estado Islámico, que él mismo ha causado. Más bien intensificaría el caos en el Medio Oriente. Los neoconservadores de Estados Unidos siempre están hablando de intervenir con una política de “caos creativo” en el Medio Oriente. La “creatividad” de este caos consiste en la consolidación de la hegemonía estadounidense en la región, causando inestabilidad en toda la zona y generando más “estados fallidos”. De hecho, las guerras étnicas, religiosas, civiles y transnacionales llevan el Medio Oriente en esa dirección.

Las razones de este retroceso están claras:

Si se refuerzan las transferencias de armas occidentales, los kurdos iraquíes proclamarán un estado kurdo en el norte de Iraq y, en consecuencia dividirán a Iraq en varias partes. El hecho de que algunas semanas atrás Israel anunció que aceptaría de inmediato un estado kurdo debería ser motivo de preocupación.

La pretensión de ser los únicos representantes de un Estado kurdo bajo el liderazgo Barzani, que sigue el concepto de nacionalismo kurdo, inevitablemente provocará reacciones de los kurdos en Turquía y Siria, que se encuentran bajo la influencia del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Entre otras cosas porque el PKK también persigue el objetivo de crear regiones autónomas kurdas dentro de los estados actuales de Turquía, Siria, Iraq e Irán.

Una guerra civil entre kurdos es más adecuada para provocar una guerra entre los cuatro estados e incentivar las corrientes nacionalistas. Es obvio que, en tales circunstancias, los brutales partidarios del “califato” no serían debilitados. Por el contrario, se encontrarían con las condiciones ideales para la construcción de su “califato” y de su “Estado islámico” (los medios occidentales se abstiene cuidadosamente de utilizar las comillas) en el corazón de Oriente Medio y se dedicarían en adelante a asustar a todos sus Estados y pueblos, entre ellas las numerosas minorías etno-religiosa.

Los fetichistas de las armas alemanas y europeas están caminando hacia la trampa de los neoconservadores estadounidenses que hace tiempo promovieron, junto con sus titiriteros transatlánticos, la venta de armas a los kurdos iraquíes. Para decirlo sin rodeos: creo que esta transferencia de armas sería la cosa más imprudente que los europeos podrían hacer en nombre de la “intervención humanitaria”.

Nadie sabe si podemos evitar que los gobiernos europeos y otros cometan semejante estupidez. Independientemente de esto, son los cuatro estados afectados los que tienen un interés común en la lucha contra el cáncer del “califato islámico”. Este “califato” fue dirigido desde el extranjero y amenaza a todas las minorías religiosas y étnicas – los yazidis de Iraq y Turquía, los cristianos en todo el Medio Oriente, los alauitas de Siria, los alevitas de Turquía, los chiítas de Iraq, Irán y otras partes de el Oriente Medio, así como los kurdos de los cuatro países. Incluso la mayoría de los sunitas que se oponen a las políticas del “Estado Islámico”, también estaría en peligro.

Esta situación es una vergüenza para los Estados islámicos en general y arroja una nube sombría a la posibilidad de avanzar hacia la tolerancia, la protección de las minorías y la convivencia pacífica de diferentes pueblos y religiones en el mundo islámico. Lo más importante: sólo los cuatro países más afectados – Iraq, Irán, Siria y Turquía – están en condiciones de poner fin al proyecto de “califato” a través de los esfuerzos comunes.

El reto que actualmente plantea el “Estado Islámico” también demuestra lo importante que resulta para los cuatro estados afectados en el Oriente Medio, actuar más allá de los intereses nacionales a corto plazo, y cooperar en asuntos de seguridad que establezca un marco de seguridad común. Esto podría poner fin al desafío del “Estado Islámico”. Sólo tal perspectiva les permitiría resolver los problemas transfronterizos comunes, que no pueden ser superados sin el diálogo y la negociación transnacional.

Aparte de “Estado Islámico”, la cuestión kurda plantea el tema común más importante de los cuatro estados. En el ámbito de un marco común de seguridad regional, el sueño kurdo de más autonomía administrativa podría realizarse a fuerza de diálogo y negociaciones directas sin violar la integridad territorial de las zonas de asentamiento kurdo que poseen los cuatro estados. Desde el comienzo del siglo XX, este problema no resuelto ha provocado numerosas guerras sangrientas y conflictos internos permanentes. Por lo tanto, la población kurda merece una solución pacífica duradera.

Esto podría facilitarse si los cuatro estados negociaran con todos los movimientos kurdos. Aparte de la cuestión kurda, hay otras cuestiones transnacionales como la extensión de la energía y el abastecimiento de agua, el desarrollo de infraestructura de transporte, la liberalización del comercio y muchos otros proyectos que pueden ser regulados a través de la cooperación de los cuatro Estados con el fin de aumentar la seguridad y bienestar social de la región. No menos importante es el hecho de que los cuatro Estados podrían poner fin a las intervenciones injerencistas de EE.UU., Israel y otros estados y crear las condiciones para un pacífico y próspero Oriente Medio, incluso más allá de las fronteras de los cuatro estados, siempre que estén dispuestos a actuar en concierto.

El Dr. Mohssen Massarrat es profesor emérito de la Universidad de Osnabrück, Alemania, y experto en relaciones internacionales y el Medio Oriente.

Fuente y traducción de la versión en inglés: Cubadebate.


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