sábado, 12 de marzo de 2011

Comentario de Libros


¿Cosmopolitismo por Necesidad o por Voluntad?

Perspectiva Post-Colonial y Migratoria

Comentario al libro: “Latinoamérica. La mentalidad colonial y otros ensayos” de Julio Roldán

Eleonora Roldán Mendívil*



El Dr. Julio Roldán nos entrega hoy una antología de ensayos que versan en torno a la “mentalidad colonial” de la población latinoamericana. En el primer ensayo desarrolla esta tesis tomando como ejemplo al Inca Garcilaso de la Vegael conocido cronista “mestizo” - y a Mario Vargas Llosa –, el exitoso escritor y a la par el fracasado político. Este último personaje ha sido motivo de interés del autor en otras investigaciones.

En algún otro ensayo, el autor habla de la “nostalgia” del latinoamericano o la latinoamericana cuando deja su “tierra” natal y se reubica en el denominado “Viejo Mundo”. Las causas para esta reubicación geográfica son de carácter económico, político, cultural, hasta el deseo de aventura. Además, en el presente libro encontramos dos estudios sobre dos novelas publicadas en el Perú, un estudio sobre un libro de filosofía del Dr. Jorge Oshiro y dos estudios sobre arte. De igual manera aquí, el autor no se olvida de mencionar el contexto histórico, social y filosófico que influencia y marca y a los autores y a sus respectivas producciones.

¿Pero cuáles son los componentes que influencian y marcan al autor de esta antología? ¿Desde qué posición escribe estos ensayos? ¿Por qué y para qué? Sabiendo que la mayoría de estos trabajos han sido escritos y reescritos durante los últimos 15 años, conociendo la historia del autor, que vive en el exilio europeo desde hace ya casi 18 años, se  puede decir que esta antología ha sido pensada y escrita –en su conjunto– desde la perspectiva de un migrante; desde la perspectiva de un exiliado político; desde la perspectiva no-europea y, al mismo tiempo, ya no “latinoamericana”, culturalmente hablando. Ahora nosotras y nosotros tenemos que preguntarnos: ¿Por qué esta perspectiva no puede ser ni la una y ni la otra totalmente? Sencillamente porque ya pasó, ya cambió. Las perspectivas ya se van mezclando en la medida que el autor vive con un pie en el Continente colonizador y con el otro pie en el Continente colonizado.

En muchas partes de este libro aquí comentado, el autor subraya su deseo de “vivir todas las patrias, disfrutar de todas las culturas y hablar todas las lenguas posibles ...” (Roldán, 2010: 87). En otras palabras, está declarando su íntimo deseo de trabajar por una ciudadanía mundial, por una vida cosmopolita donde la solidaridad no conozca colores ni fronteras.

Lo dicho: ¿Es una utopía? ¿Es un sueño? ¿Es una ilusión? El psicólogo Claudio Bolzman, centrando en los emigrantes-exiliados, pregunta: “[...] ¿Cuál será el destino de estas personas y de sus hijos [e hijas]: van a asimilarse individualmente con el tiempo a las sociedades en que residen, van a pasar a engrosar las filas de las minorías extranjeras subordinadas o tal vez contribuyan a crear nuevos puentes entre América Latina y Europa a partir del desarrollo de una identidad que integre selectivamente elementos de ambos mundos? ...” (Roldán, 2010: 86).

¿En qué queda el concepto de Estado-nación?

Desde la perspectiva de una migrante de “segunda generación” aquí en Europa, desde el punto de vista de una joven aquí crecida, desde el ángulo de exiliada política, viendo mi biografía post-colonial, de “no-alemana”, de “no-peruana”, quiero subrayar algunas ideas del autor que más me han llamado la atención.

Especialmente en los primeros dos fenómenos que menciona el estudioso Bolzman, se encuentra frecuentemente la actitud de las hijas y los hijos de emigrantes-exiliados. Además, la asimilación a la sociedad receptora para mejorar su estatus social. Por otro lado, la automarginación convirtiéndose en “minorías extranjeras” que glorifican la denominada “patria” y con un aparente rechazo a cualquier influencia de la sociedad en la cual están viviendo. Estas dos actitudes son las más cómodas, porque son reproducidas casi inconscientemente; pero en el fondo son contraproducentes y a la vez autodestructivas por no llegar a comprender su rol o responsabilidad histórico-social. Teniendo esta segunda generación las condiciones y las armas para comprender la hibridación de estas sociedades, es lamentable que estas voces no sean expresadas y menos escuchadas.

León Greco dice en una canción sobre la “subalternidad” del pueblo latinoamericano lo siguiente:

“Muerte contra la vida,
gloria de un pueblo desaparecido
es comienzo es final
leyenda perdida,
cinco siglos igual”.

Nosotras y nosotros somos los sujetos post-coloniales, los sujetos migrantes. Nosotras y nosotros somos el producto de los actores post-coloniales, los que con sus luchas y acciones intentaron reescribir la historia; recuperar los sueños, los mitos y leyendas. ¿Sería correcto que nosotras y nosotros nos olvidemos olímpicamente de este pasado de lucha y esfuerzo? El gran teórico post-colonial Homi Baba, cuando se refiere a la fuerza y al peligro del “hibridismo” en contra de los colonizadores, del “occidente”, de las clases económica y culturalmente dominantes: ¿No será que también se está refiriendo a nosotras y nosotros?

“¿Cosmopolitismo por necesidad o por voluntad?” he titulado a esta intervención. Mi experiencia personal de ser rechazada por ser “diferente” por la sociedad receptora –europea– y a la vez ser rechazada por la sociedad originaria –latinoamericana–, me orienta hacia el cosmopolitismo. Por haber tenido la oportunidad de haber vivido en tres Continentes, en cuatro países y hablar cinco lenguas distintas, me brinda la oportunidad de entenderme y hasta identificarme con personas que son diferentes pero que al mismo tiempo que son iguales.

Mi responsabilidad social-intelectual por vivir en esta sociedad no disminuye, especialmente en el campo de las ciencias sociales dominadas por hombres blancos y con poder, más por el contrario, creo que mi responsabilidad va en crecimiento.

Y como dice la letra de una famosa canción:

“Pero no cambia mi amor,
por más lejos que me encuentre
ni el recuerdo ni el dolor
de mi pueblo y de mi gente.

Lo que cambió ayer
tendrá que cambiar mañana
así como cambio yo
en estas tierras lejanas.”

Somos nosotras y nosotros quienes pueden cambiar la historia. Quienes tenemos que caminar sobre todos los campos minados, tomar las aguas más sucias si hay necesidad para que nuestra voz sea escuchada y respetada.

Termino leyendo un pensamiento de la investigadora Grada Kilomba, que dice: “Las colonizadas y los colonizados fueron constantemente desautorizados para tener el derecho y el privilegio de articularse como sujetos. (…) La voz de los explotadores ha denominado a nuestra voz, a nuestra perspectiva y a nuestro conocimiento como irrelevante, como cuestionable, como específica, como subjetiva, imparcial, de no científica desde hace cientos de años. Pero ahora habla la subalterna – hablamos nosotras.” (Kilomba, 2004: 181).

Bibliografía:

Roldán, Julio (2010): Latinoamérica. La mentalidad colonial y otros ensayos. Tectum Verlag: Marburg.
Kilomba, Grada (2004): Don't Call Me `Neger“ - Das N-Wort, Trauma und Rassismus. In: ADB und cyperNomads (Hrsg.): The Black Book. Deutschalnds Häutungen. Frankfurt am Main/ London.

*Eleonora Roldán Mendívil estudia Ciencias Políticas en la Universidad de Postdam-Alemania. Ella ejerce el periodismo libre en la ciudad de Berlín. Julio Roldán es miembro del Comité de Redacción de CREACIÓN HEROICA.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

CREACIÓN HEROICA