O9.10.03.
Estimado compañero (a):
Como se sabe, el día 9 de octubre de 1967 fueron
asesinados el Che y Juan Pablo Chang. Cinco días después murió en
combate Lucio Galván. Un mes antes, el 3 de septiembre fue asesinado
Restituto José Cabrera.
Los tres peruanos fueron parte de una estrategia
continental contra los opresores imperialistas y sus lacayos locales. En otras
palabras, la
guerrilla en Bolivia se creó con la idea de que esto iba a funcionar como una
“columna madre” desde la cual varias unidades guerrilleras brotarían para
encender la lucha revolucionaria en otros países sudamericanos. La guerrilla en
Bolivia debía tener, desde el principio, un carácter internacional. Desde la base
que se establecería en Bolivia, el Che se desplazaría a Perú o a Argentina para
conducir la lucha guerrillera.
La muerte de los tres camaradas del Ejército de Liberación Nacional
(ELN) tenía un efecto devastador al ELN peruano. En el periodo que se estaba
creando la “columna madre”, los guerrilleros del ELN estaban tratando de
levantar un grupo armado en Puno. Esa fue la razón por la que Restituto José
Cabrera y Lucio Galván estaban en Bolivia. Juan Pablo Chang estaba en Bolivia
para coordinar con el Che. Como decía un ex guerrillero del ELN:
Mandamos cuadros a Bolivia para que apoyaran a la guerrilla del Che.
[...] De tal manera que nuestros cuadros que se estaban entrenan do en Bolivia
con el Che, pudieran regresar y apoyar a lo que íbamos a comenzar en Puno.
Aunque después de la muerte de los camaradas aún el ELN tenía el plan de
seguir construyendo la guerrilla en Puno, sin embargo, por diversos motivos
esta intención fue dejada a lado.
Es conocido que el Che era internacionalista. Consideraba que frente al
imperialismo se debía desarrollar un frente proletario. En una entrevista con Josie Fanon que fue publicada en
1964, decía:
A la “internacional de la represión” se responderá
inevitable y naturalmente con la “internacional de la lucha de los proletarios
y de los campesinos contra el enemigo común”. Es por esta razón que nosotros
prevemos la organización de un frente continental de lucha contra el
imperialismo y contra sus aliados internos. Este frente será producto de una
labor muy prolongada, pero cuando materialice, será un golpe severo contra el
imperialismo, no sé exactamente si será un golpe definitivo, pero será muy
duro. Es por esta razón que nosotros presentamos este principio fundamental: la
lucha de liberación no puede ser solamente una lucha defensiva, sino también
una lucha ofensiva contra el imperialismo.
46 años después de la muerte de los camaradas del ELN y del Che, la
lucha contra el imperialismo y a favor de liberación nacional sigue vigente.
Aunque eso puede ser considerado como un slogan que siempre hemos escuchado en la
izquierda, planteo seis dificultades que hoy en día nos inhibe llegar a la
independencia real:
1. Parece que la economía peruana no tiene otra
alternativa que ser dominada por el capital extranjero. El país es uno de los
principales proveedores de minerales del mundo y, como tal, su desarrollo está
condicionado por las exigencias del “Norte”. Las inversiones del capital
(transnacional) son políticamente y militarmente defendidas por los países
capitalistas en el “centro” del sistema capitalista mundial bajo la bandera de
las instituciones multilaterales como la Organización Mundial del Comercio, el
Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las Naciones Unidas y la
Organización del Tratado del Atlántico Norte.
2. El país necesita mantener el volumen
de sus exportaciones de minerales con el fin de eludirla
posibilidad de una crisis de balanza de pagos. El sector
minero es uno de los mayores contribuyentes a los
ingresos del impuesto de la renta y de esta manera tiene un rol
importante en la “financiación” de proyectos sociales y de
infraestructura del gobierno. Una deterioración de los términos
de intercambio no sólo implicará que la exportación
de minerales tiene que aumentarse
sino también incrementará aún más la dependencia del
país de los imperialistas del “Norte”. Y justamente eso esta ocurriendo
hoy en día en el Perú.
3. En general, los intereses de
la burguesía peruana son similares a sus contrapartes en el
extranjero. Las diferencias de los intereses económicos y de los
objetivos políticos de corto plazo dentro de la clase
dominante mundial se dejan de lado cuando el sistema está
en cuestión o está en peligro. Como han demostrado
experiencias recientes ─Zelaya, Honduras2009
y Lugo, Paraguay 2012─, en el caso que los
gobiernos piensen cambiar las reglas del juego impuestas por el
imperialismo van a tener que enfrentar la posibilidad de ser
derrocado.
4. La actual correlación de fuerzas
de clase dentro y fuera del Estado peruano muestra la hegemonía absoluta de
la burguesía peruana en la sociedad y su integración con la
clase gobernante internacional. En las dos
últimas décadas no sólo era capaz de implementar un proceso
de privatización a gran escala, sino que también fue la
principal fuerza política detrás de los acuerdos de libre
comercio que el Perú firmó con una gran variedad
de países. En la actualidad, la burguesía peruana es
el principal defensor de los intereses del capital extractivista (transnacional),
después de haber logrado evitar un impuesto adicional sobre las súper
ganancias de las corporaciones mineras en 2011.
5. La debilidad de las
principales organizaciones y partidos políticos de izquierda. Actualmente
muchos de ellos se han entregado por completo al
proyecto de la burguesía peruana, es decir, en vez de
luchar contra el modelo o cuestionar sus
fundamentos, proponen cambios en el modelo y, por lo
tanto, consideran que es posible humanizar el
sistema capitalista.
6. La restricción política
y regional de la lucha de las comunidades indígenas en
contra el capital extractivista (transnacional) y para
otro modelo de desarrollo. Aunque esta lucha podría ser
considerada como el impulso que la izquierda necesita para
recuperar terreno perdido –desde el retorno de la
“democracia” las luchas sociales muestran una tendencia al
alza– su fuerza actual es también su debilidad. La lucha
contra el capital extractivista, especialmente contra las
empresas mineras, que se inició a mediados de la primera década
del nuevo milenio, ha creado una plataforma
política para los “nuevos” actores sociales: las
comunidades indígenas. La lucha, en
general, está organizada y dirigida por organizaciones
locales y/o regionales que aseguren una
base popular. Sin embargo, esta fortaleza parece ser también
su mayor debilidad, ya que la lucha no es capaz de
atravesar las fronteras regionales y
ser transformada en una batalla en todo el país para
otro modelo de desarrollo.
Entonces, ¿cuál es la estrategia hacia la liberación
nacional? ¿Qué hacer?
Finalmente, pensando hoy en Lucio Galván, José
Restituto Cabrera y Juan Pablo Chang, caídos en lucha por la causa del
socialismo, me parece importante reflexionar sobre el discurso de
Fidel en la clausura de la primera conferencia de la Organización
Latinoamericana de Solidaridad en 1967. Él dijo:
Este continente trae en su vientre una revolución;
tardará más o menos en nacer, tendrá un parto más o menos difícil, pero
inevitable. Nosotros no tenemos la menor duda. Habrá victorias, habrá reveses,
habrá avances, habrá retrocesos; pero el advenimiento de una nueva era, la
victoria de los pueblos frente a la injusticia, frente a la explotación, frente
a la oligarquía, frente al imperialismo, cualesquiera que sean los errores de
los hombres, cualesquiera que sean las concepciones equivocadas que puedan
tratar de entorpecer el camino, es inevitable.
Hasta la victoria siempre,
Jan Lust
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