Nota:
El artículo que publicamos enseguida es un mentís contundente a la idea metafísica de que la adhesión a la verdad universal determina que el Partido sea “monolítico”. El Partido proletario es una unidad de contrarios, y no hay ninguna cosa en el universo que no sea una unidad de contrarios. Por eso el artículo que sigue es una contribución a la correcta comprensión de la dialéctica en el Partido en general y del proceso de la Reconstitución en particular.
O1.11.2025.
Comité de Redacción.
¡Defender el
Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de
la Realidad Actual!
El Partido Proletario no es una Apacible y Unánime Academia
Eduardo Ibarra
EL TÍTULO DEL PRESENTE artículo está tomado de la siguiente afirmación de José Carlos Mariátegui:
La revolución rusa que, como toda gran revolución histórica, avanza por una trocha difícil, que se va abriendo ella misma con su impulso, no conoce hasta ahora días fáciles ni ociosos. Es la obra de hombres heroicos y excepcionales, y, por este mismo hecho, no ha sido posible sino con una máxima y tremenda tensión creadora. El partido bolchevique, por tanto, no es ni puede ser una apacible y unánime academia. (Figuras y aspectos de la vida mundial, v. II, p. 213).
En efecto, el partido del proletariado no es ni puede ser, tanto en la situación en que es colocado por una revolución triunfante dirigida por él como en aquella otra que es la preparación de este triunfo, una apacible y unánime academia, es decir, no puede ser una reposada y metafísica academia. De hecho, el partido del proletariado es una unidad de contrarios: a veces de contrarios no antagónicos (entre la verdad y el error, entre lo avanzado y lo atrasado, entre lo nuevo y lo viejo), a veces de contrarios antagónicos (entre el marxismo y el revisionismo, entre el marxismo y el dogmatismo).
Así las cosas, ahora que hemos entrado a una nueva fase de la lucha por la Reconstitución, debemos tener presente la verdad de que el Partido es una unidad de contrarios y, por lo tanto, mantenernos conscientes de que las contradicciones no antagónicas sean tratadas conforme al principio de unidad-crítica-unidad y que, si se presentara el caso, de desenvolver una correcta lucha contra cualquier forma de oportunismo de derecha o de “izquierda”.
No somos un club de amigos y nos oponemos
al filisteo estilo burgués de la adulación, al estilo de dejar hacer y dejar
pasar que los liquidadores venden desde hace años como “no sectarismo”. Somos una
máquina de combate que marcha por el camino de la reconstitución del partido de
Mariátegui, y que, por esto, exige de cada uno de sus mílites la debida
disciplina, la debida consecuencia en la lucha contra el oportunismo en general
y el liquidacionismo en particular y, finalmente, el debido empeño en la tarea
de defender, actualizar y desarrollar la Creación Heroica de Mariátegui,
penetrar en las masas y preparar la realización del histórico Congreso
Reconstituyente del Partido.
02.10.2025.
Nota:
El artículo que sigue plantea la cuestión central del tipo de militante que requiere llevar hasta el fin la reconstitución del partido de Mariátegui. Por eso constituye una contribución a un apropiado entendimiento de la Reconstitución y, al mismo tiempo, un impulso al cumplimiento práctico de esta alta tarea.
01.11.2025.
Comité de Redacción.
¡Defender el
Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de
la Realidad Actual!
Forjar un Amplio Contingente de Continuadores de Mariátegui
Eduardo Ibarra
SIN UN AMPLIO contingente de Continuadores de Mariátegui, no sería posible llevar hasta el fin la Reconstitución. Esto es evidente de por sí.
Pero ¿qué es un Continuador de Mariátegui? Y, ¿qué significa forjar un amplio contingente de Continuadores de Mariátegui?
En la lucha contra los opositores a la reconstitución del partido de Mariátegui, tempranamente se constataron entre los mismos cuatro cuestiones completamente contrarias al marxismo: liberalismo burgués, silenciamiento del antagonismo entre el marxismo y el revisionismo, no reconocimiento del antagonismo en el seno del pueblo y el uso de métodos criollos.
Promover, como lo hacen el grupo encabezado por Ramón García y el grupo encabezado por Jaime Lastra, un partido doctrinariamente heterogéneo, es introducir el liberalismo burgués en las filas del partido, es decir, es intentar reintroducir en las filas partidarias el pus del revisionismo.
Promover este tipo de partido falseando la verdad histórica del partido de Mariátegui, es recurrir a un método criollo que, por lo demás, es un caso entre otros muchos que pueden verificarse.
Etcétera, etcétera.
Como se sabe, finalmente el grupo de García renunció públicamente al marxismo-leninismo y a la reconstitución del partido de Mariátegui y, desde entonces, postula un partido-amalgama con la participación de todo tipo de oportunismo. Incluso, hace algunos años intentó unificarse con el PCP-Unidad, representante clásico en nuestro medio del revisionismo jruschoviano-brezhneviano.
En la misma línea, el grupo de Lastra, aunque en su discurso habla del marxismo-leninismo, el partido de clase, la Reconstitución, todos sus pasos prácticos, concretos, lo conducen al partido doctrinariamente heterogéneo. Por eso, en agosto de 2024 pretendió fundar un organismo de tipo partidario con la participación de liquidadores (grupos de García y Lastra) y marxistas (CRJCM), como paso inicial para la constitución de un partido-amalgama.
En el trabajo frentista, el grupo de García promueve un “frente electoral” orientado a ser gobierno, y lo mismo hace el grupo de Lastra.
Pero, si el partido se reconstituye PARA LA REVOLUCIÓN, el frente unido del pueblo peruano debe constituirse también PARA LA REVOLUCIÓN. El “frente electoral” está centrado precisamente en la lucha electoral, y pretender “hacer” la revolución desde el gobierno, es una idea profundamente equivocada. Por lo tanto, el frente unido del pueblo peruano no debe estar centrado en la lucha electoral sino en la lucha directa de las masas, así en la situación dada la lucha electoral tenga una particular importancia. En la situación dada, la forma principal de lucha es la lucha directa de las masas y la forma principal de organización es la organización frenteunionista de las masas (ver nuestro folleto “Por la construcción del frente unido del pueblo peruano”).
Así, pues, si el grupo de García ha renunciado hace años a la Reconstitución, mientras cacarea sobre esta tarea el grupo de Lastra intenta llevarla al despeñadero.
Negar la crítica a semejante intento, como, en su desesperación, procuró hacerlo Lastra al decir que los hechos que dan cuenta de tal intento no son hechos sino “alucinaciones” de sus críticos, es una expresión de descomposición ideológica, una muestra de impotencia, un método criollo de la peor especie, una prueba irrefutable de deshonestidad.
Etcétera, etcétera.
Mao señaló:
El marxismo-leninismo conlleva, entre otras cosas, la moral revolucionaria del proletariado. (Obras escogidas, t. V, p. 386).
Es claro pues que, por los vergonzosos métodos criollos que usan a raudales, los miembros de los dos grupos liquidacionistas mencionados arriba, no tienen ninguna moral revolucionaria.
Por eso, es obvio que los promotores del liberalismo burgués, de un partido-amalgama, de un “frente electoral” y de los métodos criollos, no son ni pueden ser Continuadores de Mariátegui.
También señaló Mao:
Creo que debemos trabajar honestamente; sin una actitud así nada se puede realizar en el mundo. (Obras escogidas, t. III, p. 41).
Precisamente los liquidadores han mostrado y continúan mostrando una extrema deshonestidad, y, como señala Mao, sin honestidad no se puede realizar nada en el mundo; por lo tanto, tampoco la reconstitución del Partido. Por eso, los liquidadores no son ni pueden ser Continuadores de Mariátegui.
Para ser Continuador de Mariátegui, se requiere, en primer lugar, estar adherido realmente a la verdad universal del marxismo-leninismo, a la verdad particular de la Creación Heroica de Mariátegui y a la línea política general de la revolución peruana.
En segundo lugar, es necesario desenvolver la crítica a quienes, en relación a la cuestión del partido y la cuestión del frente unido, han suplantado el marxismo-leninismo con el liberalismo burgués; es decir, es necesario contribuir a la reconstitución del partido de Mariátegui y a la construcción del frente unido revolucionario del pueblo peruano.
En tercer lugar, se requiere estar consciente del carácter de clase del marxismo-leninismo y de la Creación Heroica de Mariátegui (pues ambos sirven al proletariado) y con el principio de la unidad de la teoría y de la práctica (principio que sostiene el carácter práctico del marxismo-leninismo). Brevemente, se requiere ser pensantes y operantes. Ser pensante significa tener la capacidad de orientarse por sí mismo conforme los principios del marxismo-leninismo; ser operante es saber actuar en conformidad con la acción colectiva del Partido.
En cuarto lugar, es necesario ser parte de la defensa, la actualización y el desarrollo de la Creación Heroica de Mariátegui y contribuir así al establecimiento de la base teórica de la Reconstitución.
En quinto lugar, se requiere buscar la verdad en los hechos.
En sexto lugar, se necesita estar ligado a las masas, ser aplicador del centralismo democrático y practicar permanentemente la crítica y la autocrítica.
En séptimo lugar, se requiere ser impulsor de la unidad y la cohesión necesarias para realizar la acción mancomunada, y oponerse a todo fraccionalismo y a todo anarquismo señorial.
En octavo lugar, es necesario ser luchadores contra la introducción en las filas de vanguardia del estilo filisteo de la burguesía de la adulación, las lisonjas mutuas y el protagonismo individualista, tanto en las relaciones internas como en las relaciones externas; o sea, es necesario desplegar el espíritu proletario, la disciplina consciente, la participación activa en la lucha contra el dogmatismo y el revisionismo (especialmente contra el liquidacionismo, forma específica de revisionismo).
En noveno lugar, se requiere estudiar sobre todo la realidad actual, propagandizar las ideas marxistas y organizar las fuerzas de la revolución.
En décimo lugar, es necesario ser consecuente con la lucha por la Reconstitución.
Sin duda, se requieren asimismo otras cualidades, pero, teniendo en cuenta la tarea de la Reconstitución, las anotadas son las principales.
Forjar un amplio contingente de Continuadores de
Mariátegui significa, pues, forjar un contingente de luchadores con las
características anotadas. ¡Procedamos en consecuencia!
03.10.2025.
Nota:
El artículo que sigue muestra la oposición de Jaime Lastra a una consigna que llama a defender y desarrollar el pensamiento de Mariátegui conforme a la realidad actual, tanto nacional como internacional. Esta oposición explica que en quince años el aludido liquidador no haya producido nada de valor sobre los distintos aspectos de la Reconstitución, pues lo que ha escrito al respecto no solo son textos de una evidente superficialidad, sino además textos que más bien pueden servir para abonar la constitución de un partido doctrinariamente heterogéneo, como el que intentó en agosto de 2024 tramando formar “un núcleo de dirección” con marxistas y liquidadores. La consigna de la que habla el artículo es de hecho la consigna central de la Reconstitución. A esta consigna se ha opuesto y continúa oponiéndose el inefable Lastra.
01.11.2025.
Comité de Redacción.
¡Defender el
Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de
la Realidad Actual!
Acerca de una Consigna
Eduardo Ibarra
LA CONSIGNA “¡Defender el pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de la Realidad Actual!”, fue propuesta en 2010, por intermedio de Jaime Lastra, a un grupo de activistas en proceso de organización. Sin embargo, Lastra la puso a un lado y, al parecer, los activistas en curso de organizarse ni siquiera llegaron a conocerla. Esta exclusión fue bastante expresiva de lo que ya entonces nuestro liquidador se proponía.
La pertinencia de la mencionada consigna es evidente: en tiempos en que los marxista-leninistas desenvolvían una ardiente lucha contra el liquidacionismo de Ramón García y su grupo, no podía haber mejor consigna que la elegida, pues el mencionado liquidacionismo falseaba el pensamiento de Mariátegui en cuestiones dirimentes fundamentales y, por eso, era imprescindible defender este pensamiento, actualizarlo y desarrollarlo. Obviamente, dicha defensa, dicha actualización y dicho desarrollo incluían –incluyen– la defensa del partido de clase.
En esta revista digital del COMITÉ DE RECONSTITUCIÓN
JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI nos mantenemos como decididos partidarios de la consigna
–sobre la cual, expresivamente, Lastra escupió–, por ser una consigna de indiscutible
actualidad y de hondo significado en la lucha por la Reconstitución.
11.10.2025.
¡Defender el Pensamiento de
Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de la Realidad
Actual!
Programa o Base de Unidad
Partidaria: Una Falsa Disyuntiva
E. I.
EN LOS ÚLTIMOS AÑOS ha quedado demostrado que Miguel Aragón se destaca por
el uso de los métodos criollos en el debate, lo que no tiene por qué extrañar,
pues para ello ha tenido maestro.
Desenmascaradas las falacias con las que los liquidadores
pretenden renegar el marxismo-leninismo, Aragón ha levantado, últimamente, la
disyuntiva «programa o base de unidad».
Basta señalar que, por ejemplo, la Base de Unidad del PSP
aparece en el programa acordado por Mariátegui, y este hecho histórico pone en
evidencia toda la torpeza que encierra plantear semejante disyuntiva.
Así, pues, la falsa disyuntiva entraña un reproche a
Mariátegui por no haber propuesto un programa sin referencia alguna a la Base
de Unidad doctrinal del PSP, es decir, por haber incluido en su texto el
marxismo-leninismo como su Base de Unidad.
No es difícil percatarse de que, en el fondo de tal
actitud, late la oposición al marxismo-leninismo, la oposición a la Base de
Unidad del PSP, la oposición al marxismo-leninismo como la vigente Base de
Unidad del proletariado consciente.
Por eso, no hace mucho, Aragón cuestionó el propio
concepto de Base de Unidad con el espurio argumento de que este concepto no
existe en la literatura marxista.
Como es de conocimiento común, tampoco existía en la
literatura marxista, por ejemplo, el concepto de imperialismo, definido
magistralmente por Lenin. ¿Vamos a cuestionar por ello este concepto?
En los tiempos en que Mao vivía aún, el PCCh acordó que
el marxismo-leninismo era la base teórica que guiaba su pensamiento. De esto
hace casi cincuenta años.
Es decir, el concepto de Base de Unidad Partidaria está
incorporado en la literatura marxista, e intentar impugnarlo, como hace Aragón,
constituye un intento de devaluar la necesidad de que el partido proletario
establezca meridianamente su filiación ideológica.
El concepto de Base de Unidad Partidaria da cuenta de la
adhesión del Partido al marxismo-leninismo, es decir, a la meta del
proletariado: la realización del comunismo. Por lo tanto, se trata de la
adhesión al arma estratégica del proletariado.
Por eso, dicha adhesión debe aparecer expresamente en el
programa del Partido, tal como ocurre en el programa del PSP.
Sin embargo, Aragón grita: ¡«programa o base de unidad»!
Y, de esta forma, petrifica el pensamiento de Marx y Engels y socava la
tradición marxista, viva, móvil, en constante renovación y enriquecimiento,
cayendo así nuestro personaje en lo que Mariátegui denominó «mero
conservantismo».
Así, pues, contra su pretensión de aparecer como
renovador, Aragón se revela como
tradicionalista, y no como tradicionista, como conservador, y no como
revolucionario.
17.07.2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.