viernes, 2 de junio de 2023

Economía

Las Dudas, Contradicciones y Falsedades de la Burguesía en la Crisis Económica Actual

Cesar Risso

EL MES DE ABRIL del presente año, el Ministerio de Economía y Finanzas publicó el siguiente titular: “La economía peruana se recupera aceleradamente y será una de las economías líderes en la región.” Señalaba que la proyección de crecimiento de la producción para el año 2023 era de 2,4%. Sin embargo, el mismo mes de abril los “especialistas” decían:

“El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) reajustó a la baja el crecimiento de la economía peruana para el 2023 de 2,4% a 2% tomando en cuenta los dos primeros meses del año, en los que se registró una caída del Producto Bruto Interno (PBI) causada por los conflictos sociales y los fenómenos naturales. Las perspectivas del mes de marzo también son negativas debido el impacto del ciclón Yaku en la zona norte del país que aporta alrededor del 17% del PBI, a pesar de los frutos reactivadores de la Semana Santa que se reflejarán recién en abril.”1

Por lo visto, la burguesía considera que las mismas técnicas publicitarias que utiliza para dominar la conciencia de las clases trabajadoras, le van a servir para motivar a los inversionistas. Los representantes de la burguesía en el poder tratan de enviar “señales” positivas a los inversionistas. Probablemente, este sea el motivo por el cual se haya hecho tanta publicidad de la estabilidad monetaria que presenta nuestro país, y se señale el “profesionalismo” de Julio Velarde a la cabeza del Banco Central de Reserva, a tal punto que se considere un logro sin comparación el que la inflación haya sido baja en nuestro país.

Lo cierto es que, los intelectuales burgueses conocen muy bien los resortes de sus intereses: la ganancia, que se obtiene por medio de la inversión, para someter a la fuerza de trabajo.

Así pues, la dos versiones sobre la proyección de la economía peruana para el presente año, muestran de un lado un aspecto de la realidad, y de otro lado, el engaño, cosa que no es descabellada, pues se puede recordar el proceso de generación de la crisis del 2008, en la que buena parte de los intelectuales burgueses se prestaron para dar una imagen de bonanza de varias empresas y de la economía norteamericana, para colocar los llamados “bonos basura”, en una gigantesca estafa a nivel planetario.

Como no se puede ocultar lo que tenemos frente a nuestros ojos, la burguesía no tiene otra alternativa que reconocer, aunque parcialmente, los graves problemas económicos que enfrentamos, y se justifica buscando culpables. Esta vez se explica la situación de la crisis atribuyéndola a los fenómenos naturales, y a la inestabilidad política y social. Las protestas por el golpe a Pedro Castillo, las inundaciones, y el dengue, resultan siendo las causas de la crisis económica. Pero, si realmente estas fueran las causas de la crisis, entonces, aplicando un criterio lógico, la solución estaría en retornar a Pedro Castillo a la presidencia de la República, impedir las inundaciones, e inhabilitar el dengue. En otras palabras, tomando la cuestión a la inversa, si se desaparecen las causas entonces desaparecen los efectos. Planteado así el asunto, la atribución de la responsabilidad de la crisis económica a fenómenos extraeconómicos resulta ridícula. Mas bien, las graves consecuencias de la crisis económica son una “oportunidad” para la burguesía para hacerse de los negocios de construcción y de combate a las enfermedades.

De una parte, la disyuntiva de la burguesía de reconocer o desconocer la crisis económica; de otro lado, la atribución de la crisis a fenómenos extraeconómicos. Sin embargo, esto no basta. Para completar el circulo, la burguesía pronostica que, debido a la caída constante de la inversión privada, entonces habrá menos empleo formal. Así, el menor empleo, y el empeoramiento de las condiciones materiales de las clases trabajadoras se debe, según los intelectuales burgueses, a fenómenos naturales y sociales ajenos al sistema económico.

Las piruetas publicitarias de la burguesía se nos presentan cada vez más fantasiosas. Fíjense cómo tratan de encontrar algún sector o actividad económica para dar sustento al optimismo que desde el gobierno se intenta insuflar en los inversionistas:

“Se prevé que la economía continúe en la senda de recuperación, lo cual se refleja en indicadores positivos como el crecimiento de la producción de electricidad.”2

Curiosamente ya no se dice que la inversión minera es la que mejora la economía de nuestro país, pues, ahora es la electricidad. Evidentemente esta actividad está relacionada con la actividad productiva y económica en general, pero no puede considerarse como el “motor” de la economía. Además, la burguesía ha manifestado hasta el cansancio que es la inversión minera la que tiene mayor impacto en el crecimiento de la producción en nuestro país.

Lo curioso es que la proyección del crecimiento del sector electricidad, gas y agua, para el año 2023 es de 3,5%, menor a la del 2021 y del 2022, que fueron de 8,5% y 3,9% respectivamente.

Se trata entonces de que, en su desesperación, los intelectuales en el gobierno se agarran de cualquier sector, aunque de menor importancia, para generar en los inversionistas burgueses la expectativa de crecimiento de nuestra economía.

“La proyección para el 2023 del IEDEP se ha reajustado a la baja, del 2,2% a 1,9% y claramente por debajo del 2,3% registrado en el 2022. Las causas son las mismas que explicaban la anterior proyección, menores excedentes de ahorro privado, deterioro en la capacidad de consumo y restricciones para cumplir los planes de inversión por el estancamiento de la confianza empresarial.”3

Nos hemos centrado en el comentario a las proyecciones y explicaciones de la burguesía respecto de la situación económica de nuestro país, en base a lo que pensaban y publicitaban en el mes de abril. Ahora veamos lo que a fines de mayo plantean.

“Los últimos indicadores anticipan otro trimestre negativo para la inversión privada. En abril, el consumo de cemento cayó 17% según Capeco, mientras que las importaciones de bienes de capital se redujeron 15% en términos reales, según calcula el IPE. Con estos resultados, el IPE estima que la inversión privada volvería a caer más de 10% en el comienzo del segundo trimestre del 2023.”4

Ciertamente lo que está de por medio es la expectativa de la cuota media de ganancia, aunque la burguesía plantea este asunto con las categorías de la economía pura, académica, es decir, vulgar: la rentabilidad de la inversión.

El ánimo de la burguesía por ganar, la lleva a mejorar sus expectativas, aunque levemente por ahora, y así observar tímidamente las posibilidades de volver a tener las mismas ganancias de las que antes gozaba.

“Si bien en los últimos meses las expectativas empresariales –indicador altamente correlacionado con la inversión privada– se recuperaron gradualmente, esta mejora se ha concentrado en los rubros vinculados al consumo y no a la inversión. Ello, sumado a condiciones de financiamiento aún restrictivas, llevaría a que la inversión privada acumule seis trimestres en negativo al cierre del 2023.”5

Para reafirmar la forma en la que la burguesía evalúa las consecuencias de su malestar, de las bajas expectativas, de la caída de la inversión privada, leamos los resultados que a su mentalidad se obtendrán:

“Tal como en episodios previos, la menor inversión afecta a la generación de empleos formales en el sector privado, principalmente en rubros como la construcción, que acumula 12 meses de caídas consecutivas. De persistir estos resultados negativos, las perspectivas de un mayor crecimiento serán poco favorables y las oportunidades de recuperación de las condiciones de vida de las personas más vulnerables continuarán postergándose.”6

Así, pues, en la lógica de la burguesía, ya sabemos que las causas del desempleo, de la informalidad, y de las menores condiciones de vida de las personas más “vulnerables” se deben a las protestas, a las inundaciones y al dengue.

        No es difícil deducir, que la labor del ministro de economía en la coyuntura actual es la de mantener cierta expectativa favorable de la burguesía en los negocios, y, además, satisfacer los requerimientos de los representantes políticos de la burguesía en el Congreso. En este sentido, no le importa al ministro plantear las barbaridades que plantea. Su objetivo lo justifica.

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(1) https://lacamara.pe/economia-peruana-creceria-solo-2-en-el-2023/#:~:text=El%20Instituto%20de%20Econom%C3%ADa%20y,Interno%20(PBI)%20causada%20por%20los

(2) Ídem.

(3) Ídem.

(4) https://www.ipe.org.pe/portal/inversion-privada-acumularia-seis-trimestres-de-caida-al-cierre-del-2023/

(5) Ídem.

(6) Ídem.

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