Antecedentes y cronología histórica:
Una Guerra Infernal en Ucrania: ¿De Dónde
Carajos Salió?
Viernes 25
de febrero de 2022. Bomberos delante de un edificio tras un ataque ruso con
cohetes en la ciudad de Kyiv, Ucrania. Foto: AP
LOS GOBERNANTES DE ESTADOS UNIDOS Y RUSIA, y sus respectivas maquinarias de propaganda, están tergiversando, inventando, encubriendo, distorsionando y confeccionando narrativas contradictorias de la manera en que se gestó una invasión rusa potencialmente catastrófica de Ucrania. Esta cronología presenta una imagen objetiva basada en la realidad de la manera en que las cosas llegaron a la horrible situación en la que nos encontramos hoy con la invasión rusa a Ucrania.
ÍNDICE:
¿Cuál es la relación histórica entre Ucrania y Rusia?
A)
1917-1933: La erradicación de la opresión nacional
B) La
revocación de las políticas revolucionarias sobre las nacionalidades, 1933-1945
¿Y
qué de las acusaciones de que Stalin hambreó a propósito a la población de
Ucrania?
¿Qué significado tiene el colapso de la Unión Soviética y
la expansión post-1989 de la OTAN?
¿Cuáles son los antecedentes inmediatos de la crisis
actual?
¿En qué quedan los intereses de la humanidad en la
situación actual?
¿Dónde se
encuentra Ucrania?
Ucrania es el segundo país más grande, tras Rusia, en Europa. Al oeste, colinda con Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumanía, países que forman parte de la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos. Al este, comparte una frontera de 2.750 km con Rusia.
Ucrania es un gran país (segundo en tamaño en Europa tras
Rusia). Al oeste, colinda con Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumanía, países
que forman parte de la alianza militar de la OTAN liderada por Estados Unidos y donde
soldados de Estados Unidos o aliados están apostados. Al norte, Ucrania
comparte una frontera con Bielorrusia, un país que en general está alineado en
este momento con Rusia (y participó en prácticas militares conjuntas con
Rusia).
Al este, comparte una frontera terrestre y
marítima de 2.750 km con Rusia, algo menos que la longitud de la frontera entre
Estados Unidos y México. La parte “marítima” de la frontera, por el mar Negro,
es una vía fluvial estratégicamente importante para las importaciones y
exportaciones de Ucrania y Rusia. Se dice que Ucrania está en el este de
Europa, pero teniendo en cuenta el gran tamaño de la Rusia europea al este,
Ucrania está situada en el centro de Europa.
¿Cuál es
la relación histórica entre Ucrania y Rusia?
Al igual que gran parte de Europa del Este, las fronteras
y la identidad de lo que hoy es Ucrania fueron históricamente fluidas. Con sus
fértiles llanuras y su rico suelo, Ucrania era conocida históricamente como el
granero de Europa y era codiciada por potencias en competencia, como la
Mancomunidad Polaco-Lituana, que, en su apogeo, abarcaba a inicios del siglo 17
una enorme franja de Ucrania. Pero algunas partes de Ucrania también fueron
ocupadas por Hungría, el imperio otomano (turco), Suecia, bandas de cosacos
rusos (básicamente bandas armadas) y, en la historia más reciente, los
ejércitos de los sucesivos zares rusos (déspotas feudales brutales y contrarios
a la Ilustración)1.
A finales del siglo 19, Ucrania pasó a
estar bajo el dominio del enorme Imperio ruso gobernado por el zar. Los
gobernantes rusos explotaron los ricos recursos de Ucrania, como el carbón,
metales y el cultivo de cereales, al servicio de Rusia.
La ocupación rusa, y la resistencia en su
contra, cohesionaron el nacionalismo ucraniano, que fue suprimido por la
policía secreta del zar. Los zares se referían a su dominio como la “pequeña
Rusia” e intentaron aplastar el creciente nacionalismo ucraniano en la década
de 1840, por ejemplo con la prohibición del uso de la lengua ucraniana en las escuelas2.
¿Cuál fue
el impacto de la revolución socialista de 1917 en Rusia sobre Ucrania y otras
naciones/nacionalidades anteriormente oprimidas?
A) 1917-1933: La
erradicación de la opresión nacional
La revolución socialista de octubre liberadora que hizo
época en 1917 en Rusia, dirigida por el líder comunista V.I. Lenin, derrocó al
régimen capitalista-imperialista burgués que había llegado al poder en febrero
de 1917 en medio de la dislocación y la agitación revolucionaria de la Primera
Guerra Mundial (1914-1918).
En ese momento comenzaron a forjar la
primera sociedad socialista del mundo. Se establecía el primer estado
plurinacional en el mundo basado en la igualdad de naciones,
culturas y lenguas. La política adoptada y en la que insistió Lenin fue
la autodeterminación de las naciones y minorías antes
oprimidas que se unieron en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(URSS), lo que significaba que la unidad del nuevo estado socialista tenía que
ser voluntaria3.
Repúblicas de la Unión Soviética
Para 1922, el nuevo estado soviético ya se había convertido en una Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ucrania fue una de las muchas grandes repúblicas fundadoras de esta Unión (que también incluía a un gran número de territorios autónomos/autogobernados de nacionalidades anteriormente oprimidas). Fuente: Biblioteca del Congreso
La revolución socialista de 1917 en la Unión Soviética
contó con la participación de la gente de Ucrania; al igual que en la guerra
civil que siguió en los años 1918-1921. En 1922, el nuevo estado soviético se
había convertido en una Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas. Ucrania fue una de las doce grandes repúblicas fundadoras de esta
Unión (que también incluía un gran número de territorios
autónomos/autogobernados de nacionalidades anteriormente oprimidas).
La revolución soviética bajo la dirección de Lenin, y posteriormente de José Stalin, instituyó medidas audaces y radicales para superar la desigualdad y la discriminación. La educación se llevó a cabo en las lenguas autóctonas; se hicieron esfuerzos para activar una dirección autóctona local en las naciones anteriormente oprimidas, y el estado soviético financió la producción en masa de libros, revistas, periódicos, películas, óperas, compañías folclóricas y otras cosas en lenguas no rusas. Se proporcionaron recursos económicos a las regiones menos desarrolladas, donde vivían las nacionalidades minoritarias. Al mismo tiempo, el estado soviético emprendió la educación y la lucha ideológica contra lo que se denominó chovinismo gran ruso (la creencia en la superioridad del pueblo ruso y su derecho a dominar y oprimir a otras nacionalidades).
Un importante
eje de la transformación socialista en la Unión Soviética fue la liberación de
las mujeres. En 1927, el Partido Comunista lanzó un movimiento para derrocar
tradiciones profundamente arraigadas y brutalmente opresivas impuestas a las
mujeres en las repúblicas soviéticas de Asia central, incluido el casamiento de
niñas jóvenes con hombres mayores y que los hombres tenían varias esposas. En
Uzbekistán, Tayikistán y Azerbaiyán, las mujeres contaron con el apoyo del
estado revolucionario para que se deshicieran de los gruesos vestidos de pies a
cabeza hechos de crin y algodón que las mujeres y niñas musulmanas mayores de 9
ó 10 años fueron obligadas a usar en presencia de hombres de fuera de sus
familias. La imagen de la derecha de una mujer uzbeka joven y liberada fue
tomada por el poeta Langston Hughes, quien recorrió la Unión Soviética con
otros artistas y figuras literarias afroamericanos en 1932-1933.
En Ucrania, las políticas para
superar la opresión nacional florecieron desde principios de los años 1920
hasta principios de los 1930. Se convirtió en una especie de laboratorio y
modelo para otras partes de la Unión Soviética. También se tomaron medidas
especiales para proteger los derechos y las culturas de las nacionalidades y
agrupaciones minoritarias dentro de Ucrania, como el pueblo
judío, los romaníes (gitanos) y otros. Con la realización de toda esta
transformación y experimentación, se dieron tensiones y problemas, traspiés y
lecciones que había que sacar. Se dio una lucha por lo nuevo y resistencia de
parte de lo viejo. No obstante, se estaba creando algo verdaderamente
emancipador. Para obtener un panorama general de la forma en que la revolución
bolchevique (socialista) afectó a las nacionalidades oprimidas, lea la
entrevista a Raymond Lotta: No sabes lo que crees que “sabes”
sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la
emancipación: Su historia y nuestro futuro4.
B) La revocación de las políticas revolucionarias sobre las nacionalidades,
1933-1945
A
mediados de la década de 1930, la revolución soviética se enfrentaba a graves
amenazas. En 1931, el Japón imperialista invadió a Manchuria (una región de
China) en la frontera con la Unión Soviética. En 1933, los nazis consolidaron
el poder en Alemania, y dejaron en claro su intención de destruir y ocupar el
primer estado socialista del mundo. Había peligros reales y monumentales. Pero
se dieron errores y problemas serios, y errores dolorosos, en la forma en que
respondió la dirección soviética bajo Stalin.
La dirección soviética le dio prioridad a
la construcción de la unidad para hacer frente a estas amenazas. Y esta unidad
se forjó en torno a una especie de patriotismo nacional (en lugar del
internacionalismo revolucionario). Se confió en el nacionalismo ruso para
movilizar a la población para oponérsele y derrotar la invasión nazi a la Unión
Soviética (que cobró la vida de unos 26 millones de soviéticos).
Muchas de las políticas sobre las
nacionalidades que promovían la diversidad étnica fueron revisadas y revocadas
a lo largo de la década de 1930. Se dio énfasis a enseñar y aprender la lengua
rusa. Se ensalzó la cultura rusa. Se frenaron las políticas de dirección
autóctona. Con esto, se dieron algunas feas medidas chovinistas contra algunas
nacionalidades que eran consideradas como colaboradores potenciales con
enemigos externos.
Estas políticas y la orientación que las
sustenta son ejemplos de lo que Bob Avakian (BA) ha llamado “verdades
vergonzosas”. Esto se refiere a los graves errores cometidos por los líderes
revolucionarios. Es necesario analizarlos científicamente, como lo ha hecho BA
por medio del nuevo comunismo que él ha
desarrollado: ¿cuáles fueron las verdaderas contradicciones y desafíos a los
que se enfrentaron la revolución y su dirección, y qué tuvo de mal el método y
el enfoque de la dirección que condujo a tales políticas?
Sobre la base de hacer ese examen, BA ha
identificado las subyacentes dinámicas, conflictos y tensiones entre hacer
avanzar la revolución, tanto en el mundo como en el seno de la sociedad
socialista, por un lado, y por otro, la defensa del estado socialista cuando sí
caiga bajo amenazas y ataques directos, como de hecho ocurrió en la Unión
Soviética, al soportar el grueso de la embestida nazi en la Segunda Guerra
Mundial. Los avances importantes que ha desarrollado BA en este sentido pueden
leerse en sus obras ¿Conquistar el mundo?, Avanzar el movimiento
revolucionario mundial: Cuestiones de orientación estratégica y Breakthroughs (Abriendo Brechas).
En contraposición a las mentiras del
imperialismo, la dirección soviética no “exterminó” a las nacionalidades
minoritarias. Y es necesario no olvidar que la Unión Soviética fue el único país
en los años 1930 y 1940 que promulgó medidas y políticas para salvar la vida de
los judíos en una inmensa escala5.
¿Y qué de las acusaciones de que Stalin hambreó a propósito a la
población de Ucrania?
Un gran frente de ataque a la revolución socialista en la Unión Soviética de 1917-1956 trata la hambruna que se dio en Ucrania en 1932-1933. Los historiadores anticomunistas, los reaccionarios ucranianos y los medios informativos occidentales en general acusan a José Stalin, quien dirigió a la Unión Soviética de 1927 a 1953, de matar de hambre deliberadamente a la gente de Ucrania.
La acusación de que Stalin quería
castigar y aniquilar a grandes cantidades de campesinos ucranianos y a la
población ucraniana en general, privándoles de cereales de forma intencionada,
es mentira, una tergiversación calculada de la realidad que se repite con
cabeza hueca. Estos son algunos puntos clave para una acertada comprensión de
la situación:
Se dio una terrible hambruna en Ucrania
(pero también en otras regiones de la Unión Soviética) a principios de la
década de 1930. Mucha gente murió. Pero la hambruna fue causada principalmente por una
disminución en la producción de cereales. Esta disminución se debió
principalmente a un clima desfavorable, enfermedades de los cultivos y otros
factores naturales. La escasez de alimentos, sin embargo, se agravó debido a
errores serios en la política del gobierno. ¿Cómo?
Ucrania era la región productora de
cereales más crítica de toda la Unión Soviética, y estos cereales eran
importantes para satisfacer las necesidades nutritivas de la población
soviética, especialmente en las ciudades, y la gente en las fuerzas armadas.
Pero el gobierno había estado haciendo exigencias excesivas a los campesinos y
agricultores colectivos en Ucrania para que aumentaran la producción y
transfirieran cantidades irrealistamente grandes de cereales al gobierno
central, el que distribuyó los cereales a las ciudades y a otros lugares. No se
guardaron suficientes cereales como reserva de emergencia para los campesinos
ucranianos. Con el paso del tiempo, el gobierno redujo los requisitos de
entrega de cereales y envió ayuda alimentaria a las zonas que sufrían agudas
escaseces de alimentos.
Los hechos concretos de la hambruna de
1932-1933 versus las tergiversaciones anticomunistas, y el análisis basado en
la evidencia de la política agrícola soviética bajo Stalin, se exponen en el
sitio web Pongamos las Cosas En Claro, en el artículo de investigación: “The Famine of 1933 in the Soviet
Union: What Really Happened, Why it was NOT an ‘Intentional Famine’”
(en inglés).
¿Cómo
enmarca la restauración del capitalismo en la Unión Soviética el actual conflicto
sobre Ucrania?
Los representantes de los intereses del imperio
estadounidense, incluidos los “expertos” en el mundo académico y en los medios
de comunicación, insisten en que el choque entre Rusia y Estados Unidos sobre
Ucrania es una continuación de una larga historia de conflicto entre
“democracia” y “comunismo”, o tal como lo trafican ahora, un conflicto entre
democracia y “autoritarismo”. Eso es una apología total dada los crímenes
cometidos por Estados Unidos por todo el mundo6.
Como Bob Avakian escribe en El descarado chovinismo pro
estadounidense: “Antiautoritarismo” como “tapadera” para apoyar al imperialismo
estadounidense:
De alguna manera, estos “historiadores
ilustrados” han perdido de vista el hecho de que el país en el que viven (el
“conocido y bueno Estados Unidos”) estableció, y expandió repetidamente, su
territorio sobre la base de la violencia depredadora a escala masiva, inclusive
“campañas militares” genocidas en contra de los pueblos indígenas de este
continente (con el repetido rompimiento de los tratados en el proceso), y una
guerra de agresión expansionista que resultó en el despojo de una enorme parte
del territorio de México, a mediados del siglo 19, en gran parte con el
propósito de expandir la esclavitud. Y, después de todo, Estados Unidos es un
país en el que se declaró un “destino manifiesto” — para conquistar territorio
“de mar a mar” (y más allá). (Lea y comparta el artículo
completo.)
Las verdaderas raíces del conflicto actual están
enmarcadas por la restauración del capitalismo en 1956 en la Unión Soviética y
su surgimiento como una potencia capitalista-imperialista global en
conflicto con el imperio capitalista-imperialista de Estados Unidos en lo que
se llama la “Guerra Fría”7.
La Unión Soviética salió victoriosa de la
Segunda Guerra Mundial. Pero el socialismo estaba muy debilitado política e
ideológicamente. Esta ya no era una sociedad revolucionaria vibrante. A
mediados de la década de 1950, tras la muerte de Stalin, nuevas fuerzas
burguesas al interior del Partido Comunista maniobraron para tomar el poder y
consolidar el dominio de una nueva clase capitalista. Reestructuraron la Unión
Soviética en una sociedad capitalista de estado. Los principales
medios de producción —fábricas, infraestructura, etc.— y los bancos siguieron
siendo propiedad del gobierno/estado, pero pusieron las ganancias al mando. Los
nuevos gobernantes mantuvieron una fachada socialista mientras montaban un
desafío imperialista al imperialismo occidental.
BA ha explicado de forma concisa y
científica qué es el imperialismo y la naturaleza de los conflictos entre
potencias imperialistas:
Imperialismo quiere decir enormes
monopolios e instituciones financieras que controlan las economías y sistemas
políticos —y la vida de la gente— no solamente en un país sino en todo el
mundo. Imperialismo quiere decir explotadores parasíticos que oprimen a
centenares de millones de personas, condenándolas a incalculable miseria;
financistas parasíticos capaces de hacer pasar hambre a millones simplemente
presionando una tecla de una computadora y trasladando de esa manera grandes
cantidades de riqueza de un lugar a otro. Imperialismo quiere decir guerra
—guerra para suprimir la resistencia y rebelión de los oprimidos, y guerra
entre los estados imperialistas rivales—, quiere decir la capacidad de líderes
de estos estados de condenar a la humanidad a increíble devastación, quizás
hasta la aniquilación total al oprimir un botón. (De Un Mundo
Que Ganar, 1999)
En ese contexto, dos bloques económicos y militares
rivales se enfrentaron en Europa. Por un lado, Estados Unidos y las naciones
alineadas con él. La mayoría de los países alineados con Estados Unidos
formaban parte de la alianza militar de la OTAN, liderada por Estados Unidos.
Por otro lado, los países que habían sido ocupados por la Unión Soviética
después de la Segunda Guerra Mundial, como Alemania Oriental, Checoslovaquia,
Hungría y Polonia, formaban parte de la alianza militar rival, el Pacto de
Varsovia.
Dentro de la propia Unión Soviética
(imperialista), Ucrania —tras Rusia, la república más grande y económicamente
más desarrollada— desempeñó un papel desproporcionado en aportar la fuerza
económica (y, por tanto, la base de la) fuerza militar de la Unión Soviética y
su bloque8.
¿Qué
significado tiene el colapso de la Unión Soviética y la expansión post-1989 de
la OTAN?
En un acontecimiento sorprendente, los movimientos hacia
la guerra mundial entre las dos superpotencias y las poderosas contradicciones
económicas y políticas al interior de la sociedad soviética y al interior de
esa clase dominante ahí condujeron al rápido colapso de la Unión Soviética en
el período 1989-19919.
Lo que se derrumbó ahí no fue el auténtico socialismo-comunismo sino el
capitalismo de estado que se hacía pasar por socialismo y el que se implosionó.
Estados Unidos y sus aliados acogieron con
satisfacción el colapso de su rival capitalista-imperialista. Y aunque la Unión
Soviética había restaurado el capitalismo desde hacía mucho tiempo, los
gobernantes de Estados Unidos vieron la oportunidad de declarar la “muerte del
comunismo”. Intentaron facilitar el colapso de la Unión Soviética respaldando a
las fuerzas de la clase dominante rusa que querían deshacerse de toda
apariencia de ser un país socialista y reestructurar el país bajo términos
abiertamente capitalistas y al principio ofrecían incentivos para lidiar con el
Occidente. En febrero de 1990, el secretario de Estado estadounidense James
Baker y el dirigente soviético Mijaíl Gorbachov conversaron sobre el futuro papel
de la OTAN en el contexto de una Alemania unificada. Baker le dijo a Gorbachov
que “no se ampliaría la jurisdicción de la OTAN para las fuerzas de la OTAN ni
un centímetro hacia el este”10.
El colapso de la Unión Soviética condujo a
la desintegración del Pacto de Varsovia, y al establecimiento de muchas
naciones independientes surgidos de lo que había sido la Unión Soviética. En
1991, Ucrania se convirtió en un país independiente.
Para finales de la década de 1990, el campo
económico y militar dominado por los rusos ya se escindió y las fuerzas pro
occidentales llegaban al poder en muchos de esos países. A pesar de las
promesas hechas por Estados Unidos, la OTAN comenzó a expandirse hacia el este.
En 1999, la República Checa, Hungría y Polonia fueron absortas por la OTAN. En 2004,
Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia se
incorporaron a la OTAN. Desde ese entonces, la rápida expansión de la OTAN
hacia las fronteras de Rusia —Albania, Croacia, Montenegro y (en 2020)
Macedonia del Norte se han añadido a la nómina de la OTAN— suscitó la cuestión
de si Ucrania también iba a entrar a la OTAN.
La expansión de la OTAN, y la insistencia
de Estados Unidos en el “derecho” de incorporar a Ucrania en la alianza militar
de la OTAN en Europa, es un factor importante en la crisis de Ucrania. La
expansión de la OTAN con la incorporación de Ucrania potencialmente pondría
fuerzas y armas nucleares de Estados Unidos en las fronteras de Rusia. Y la
OTAN está lejos de ser una alianza “defensiva” como afirma Estados Unidos: las
fuerzas de la OTAN desempeñaron un papel importante en la invasión y ocupación
a Afganistán dirigida por Estados Unidos, que dejó cientos de miles de muertos
y lesionados y expulsó a millones de personas de sus hogares. Las fuerzas de la
OTAN lanzaron casi 10.000 bombas sobre Libia para imponer un cambio de régimen
en ese país en 2011.
Varios países de la OTAN colindan con Rusia
y, en conjunto, cercan una gran parte de la Rusia europea, armados con armas
mortales de última generación de Europa Occidental. La incorporación de Ucrania
a la OTAN, con su extensa frontera con Rusia, amplificaría enormemente la
amenaza a Rusia11.
Y cabe señalar que en octubre de 1962,
Estados Unidos enfrentó una situación análoga cuando Rusia (en ese entonces la
Unión Soviética) emplazó misiles en Cuba. En respuesta, Estados Unidos llevó al
mundo al borde del precipicio de una guerra nuclear en el transcurso de 12 días
para obligarlos a retirarse — los expertos creen que ese fue “el punto más
cercano al que el mundo jamás hubiera llegado a una guerra nuclear global”12.
¿Cuáles son los antecedentes inmediatos de la crisis actual?
Desde el momento del colapso de la Unión Soviética,
Ucrania ha sido un eje de una feroz y creciente contienda entre las potencias
capitalistas-imperialistas de Estados Unidos y Rusia, impulsada por la
apreciación, tanto de Estados Unidos como de Rusia, de que Ucrania es un
eslabón clave en la necesidad de cada una de establecer una posición dominante
en la contienda en relación a su rival imperialista.
Entre los puntos nodales claves de esa trayectoria
figuran:
- En 2004, un candidato pro-ruso, Víktor Yanukóvich,
fue elegido a la presidencia de Ucrania. En respuesta, Estados Unidos
respaldó lo que se calificaba de “Revolución Naranja”, aparentemente una
revuelta popular, pero con fondos y orquestación de parte de Estados
Unidos para sacar a Yanukóvich13. En una “repetición” reñida de la elección, fue reemplazado por un
candidato pro Estados Unidos14.
- En 2006, Rusia “envió un mensaje” cortando
brevemente el suministro de gas natural a Ucrania, alegando que este país
estaba atrasado en los pagos.
- En 2008, la OTAN expresó su compromiso de integrar a
Ucrania. Esto trasladaría la alianza militar liderada por Estados Unidos
directamente a la frontera rusa. Para apreciar el impacto respectivo,
imaginen la respuesta de la clase dominante estadounidense si Rusia o
China se prepararan para montar una base militar en Tijuana, México.
- En 2010, Yanukóvich (el anterior líder pro ruso) fue
reelegido en lo que se consideró una elección presidencial legítima15, y Rusia y Ucrania se suscribieron un acuerdo sobre la fijación de
precios del gas a cambio de la prorroga de un contrato de arrendamiento
para la marina rusa en un puerto ucraniano del mar Negro en Crimea.
- En 2014, Ucrania fue asolada por una severa crisis
económica, fuertemente endeudada tanto con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) dominado por Estados Unidos, como con Rusia16. Tanto Estados Unidos y sus aliados, por un lado, como Rusia, por
otro, maniobraron para explotar la crisis (de la que ambas partes eran en
gran medida responsables) y para chantajear y sobornar al gobierno
ucraniano para que estrechara su alianza17. El 22 de febrero de 2014, el
gobierno ucranio aceptó un paquete de ayuda del Occidente orquestado por
el FMI18. En medio de esa crisis, por
medio de diplomacia e intrigas internacionales complejas, Yanukóvich fue
sacado de su cargo bajo presiones.
- Alarmada ante esta maniobra de Ucrania hacia una
integración más estrecha en la Europa Occidental aliada de Estados Unidos,
Rusia invadió y anexionó a la pequeña región ucraniana de Crimea en 2014,
la que consideró vital para proteger su acceso al transporte marítimo del
mar Negro.
Desde ese entonces, Estados Unidos ha maniobrado para
consolidar a Ucrania más estrechamente en su órbita, enviándole miles de
millones de dólares de ayuda económica y armas y creando más incentivos para
que Ucrania dé una vuelta más fuerte hacia del Occidente. Y Rusia ha maniobrado
para socavar al gobierno ucraniano, incluido el patrocinio de una insurgencia
armada pro-rusa en zonas por la frontera rusa, y presiones al gobierno
ucraniano con la movilización masiva de tropas en la frontera entre Ucrania y
Rusia.
A principios de 2022, Estados Unidos publicó informes de
inteligencia casi a diario que declaraban que Rusia iba a invadir a Ucrania. Si
bien en apariencia, Estados Unidos compartía esta inteligencia “de manera
transparente” para hacer que el mundo estuviera consciente del peligro de una
guerra, e impedir una guerra, su intención más subyacente era de hacer más
firme el respaldo de Alemania y otras potencias europeas a favor de sanciones
paralizantes y otras medidas contra Rusia. Algunos han argumentado que, sea
cual fuera la intención, o incluso a pesar de la intención de Estados Unidos,
estas divulgaciones de inteligencia tuvieron un efecto contradictorio de “hacer
retroceder” al gangster imperialista rival hacia un rincón19.
El 23 de febrero, Rusia lanzó su totalmente
injustificada y sangrienta invasión a Ucrania con las terribles consecuencias
que vemos hoy.
Refugiados huyen de la invasión rusa a Ucrania
Foto: AP
¿En qué quedan los intereses de la humanidad en la actual situación?
La invasión rusa a Ucrania no tiene absolutamente nada que ver con
recuperar una parte de la nación rusa ni se trata de la “desnazificación” como
afirma Putin. Es una maniobra del imperialismo ruso para volver a integrar en
su bloque a una nación que Estados Unidos se proponía alejar progresivamente y
convertir en un puesto de avanzada contra Rusia. Es una maniobra para
fortalecerse para contender en un mundo donde la vieja división imperialista
del mundo está cada vez más en contienda.
Por su parte, Estados Unidos ha armado a los
ucranianos para combatir contra los rusos, ha enviado tropas y armas nucleares
a los países vecinos y ahora está tomando medidas para aislar y paralizar la
economía rusa. Todo esto no tiene nada que ver con “buscar la paz”, sino que es
parte de una estrategia tanto para debilitar a Rusia al dar apoyo a Ucrania
para que oponga resistencia mientras Estados Unidos, por ahora, permanece fuera
de la batalla directa; como una manera en que Estados Unidos fortalezca su
control sobre su alianza.
Los intereses de la humanidad NO queden en
ninguno de los dos bloques imperialistas. Bob Avakian ha dicho:
Los intereses, objetivos y grandes planes de los
imperialistas no corresponden a nuestros intereses — no
corresponden a los intereses de la gran mayoría de la población en Estados
Unidos ni de la abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las
dificultades en que se han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y
hay que responder a ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino
desde el punto de vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad
básica y urgente de un mundo diferente y mejor, de otro camino. (Lo BAsico 3:8)
Y con la invasión rusa a Ucrania, y el
resultante horrible sufrimiento y muerte, Bob Avakian ha lanzado el siguiente desafío
en el artículo El descarado chovinismo pro
estadounidense: “Antiautoritarismo” como “tapadera” para apoyar al imperialismo
estadounidense
Lo que hay que hacer, y con
urgencia ahora, es oponerse a todos los imperialistas merodeadores y asesinos
en masa, y a todos los sistemas y relaciones de opresión y explotación, con un
énfasis especial en oponerse a “nuestros propios” opresores imperialistas que
cometen sus monstruosos crímenes “en nuestro nombre” y se proponen movilizarnos
para que los apoyemos sobre la base de un grotesco chovinismo pro
estadounidense, el que es necesario que rechacemos firmemente y contra el que
luchemos ferozmente.
Vea cobertura y análisis de la
evolución de la crisis específica en este momento y el peligro de guerra, en la
cobertura continua en revcom.us y siga
la marcha de los acontecimientos en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!
NOTAS:
1. Vea "How Ukraine
became Ukraine" (Washington Post, 9 de marzo de 2015).
2. Vea Ukraine’s fraught relationship with Russia: A brief
history (The Week,
8 de enero de 2015).
3. En los medios de comunicación
occidentales, la opresión rusa a Ucrania se presenta como un continuo desde los
zares, pasando por la revolución comunista y hasta el día de hoy cuando el
capitalismo ha sido restaurado en Rusia. De hecho, las políticas de la
revolución rusa en sus primeros años (desde la década de 1920 hasta principios
de la de 1930) fueron lo opuesto a lo que impusieron los zares o por las que
lucharon los gobernantes de Rusia en la actualidad. Eso se evidencia, entre
otras cosas, en el discurso del actual líder ruso Putin que se hizo eco a la
lógica y la mentalidad imperialista de las reivindicaciones zaristas sobre
Ucrania (21 de
febrero de 2022). Putin se arremete contra Lenin, el líder de la
revolución comunista en Rusia en 1917, por “crear una confederación y darle a
cada nación el derecho a la autodeterminación. Esa fue la base del estado
soviético”.
4. Para obtener más detalles
específicos de la manera en que se aplicaron estas políticas en Ucrania, el
estudio académico The Affirmative Action Empire: Nations and
Nationalism, 1923-1939 (Cornell University Press, 2001) del
historiador Terry Martin ofrece detalles específicos sobre las políticas
tempranas de la Unión Soviética sobre las nacionalidades, así como posteriores
retrocesos.
5. En las partes de Polonia a las que los
nazis invadieron y ocuparon, los judíos fueron asesinados o enviados a campos
de exterminio. En las zonas polacas que quedaron bajo el control soviético, los
judíos estaban protegidos, y a medida que avanzaban las tropas nazis, muchos de
los judíos fueron evacuados a zonas seguras y lejanas de la Unión Soviética,
donde trabajaron y vivieron entre otras nacionalidades minoritarias. Se
salvaron cientos de miles de vidas judías. Vea Mark Edele, et al., Shelter
from the Holocaust: Rethinking Jewish Survival in the Soviet Union (Wayne
State Univ. Press, 2017).
6. Vea la serie Crimen Yanqui en revcom.us.
7. La revocación de las políticas
hacia las naciones y nacionalidades oprimidas por parte de la dirección de la
Unión Soviética en el período antes, durante y después de la Segunda Guerra
Mundial fue parte de todo un conjunto de métodos y políticas seria y
dolorosamente problemáticos que fortalecieron fuerzas poderosas al interior del
Partido Comunista que dirigía a la Unión Soviética. A mediados de la década de
1950, estas fuerzas consolidaron el poder y restauraron el capitalismo,
mientras continuaban manteniendo la apariencia de la Unión Soviética como un
país socialista. Esas fuerzas, dirigidas por Nikita Jrushchov, consideraron que
fuera conveniente y necesario establecer su legitimidad manteniendo una
apariencia formal de que la Unión Soviética era un país socialista, y la
tapadera “socialista” servía a esos intereses cuando emergió como un rival
global al imperio estadounidense.
8. Una formulación del asesor de
Seguridad Nacional de Estados Unidos, Zbigniew Brzezinski, arroja cierta luz
sobre la importancia del papel de Ucrania en la antigua Unión Soviética.
Escribe: “No se puede enfatizar lo suficiente que sin Ucrania, Rusia deja de
ser un imperio, pero con Ucrania sobornada y luego subordinada, Rusia se
convierte automáticamente en un imperio”. Si bien esa declaración se hizo
después de la desintegración de la Unión Soviética, se enmarcó por el papel de
Brzezinski en el debate al interior de la clase dominante de Estados Unidos
sobre la manera de hacerle frente a Rusia, y está desligada de la realidad de
lo que constituye una potencia capitalista-imperialista, al menos
arroja luz sobre la manera qué tan urgente que los gobernantes estadounidenses
ven la necesidad de no permitir que Ucrania pase a estar bajo el dominio de
Rusia.
9. El hundimiento de la Unión
Soviética, las fuerzas detrás de eso y las implicaciones para situaciones
revolucionarios, inclusive ahora, se discuten en ALGO TERRIBLE, O ALGO VERDADERAMENTE EMANCIPADOR:
Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra
civil — y la revolución que se necesita con urgencia, Una
base necesaria, una hoja de ruta básica para esta revolución,
de Bob Avakian, líder revolucionario y autor del nuevo comunismo.
10. No hay duda de que Baker sí hizo
esa promesa. Los defensores de la política de Estados Unidos insisten en que en
realidad no cuenta porque en el momento en que se hizo la promesa, nadie
esperaba que la Unión Soviética se viniera abajo (vea, por ejemplo, Why NATO and
Ukraine are a flash point with Russia 30 years after the end of the Cold War (la
PBS, 22 de febrero de 2022). Esta defensa de que Estados Unidos incumple su
promesa se debe en esencia a que la Unión Soviética y su bloque militar, el
Pacto de Varsovia, colapsaron después de que se hizo esa promesa, a que se
abrieron oportunidades para que Estados Unidos aprovechara la débil posición de
Rusia para obtener una ventaja militar y expandir la OTAN y, por lo tanto, a
que fueron nulas todas las promesas de no expandir la OTAN.
11. Vea por ejemplo “Putin’s Fixation With an Old-School U.S. Missile
Launcher: Russia says the Pentagon’s European missile defense isn’t so
defensive after all. Does
it have a point?”, de Jack Detsch en la revista Foreign
Policy (12 de enero de 2022). Además de la cita utilizada en
ese artículo, ese artículo documenta que “El lanzador de misiles Mark 41,
también conocido como MK 41, ha sido activado más de 4.000 veces desde que
entró en servicio por primera vez en la década de 1980 por parte de Estados Unidos
y sus aliados y a lo largo de tres décadas se ha convertido en el arma
preferida del Departamento de Defensa para los ataques de represalia que
utiliza en todas partes, desde Irak y Siria hasta la ex Yugoslavia. Ahora Rusia
está preocupado de que podría ser el siguiente objetivo”. Nota: este experto
dice que se dieron más de 4.000 ataques de represalia con
misiles estadounidenses que usaban el MK 41, y no ataques defensivos o
de intercepción, sino ataques de represalia.
Y cabe agregar que describir los devastadores y unilaterales bombardeos y
ataques con misiles de Estados Unidos contra Irak, Siria y Yugoslavia, países
que nunca han atacado a Estados Unidos, como “de represalia” es tan obsceno
como lo es ridículo.
12. Para un sentido visceral de qué
tanto amenazó la existencia de la raza humana esta maniobra de Estados Unidos,
el impacto que tuvo en las personas y la hipocresía y las mentiras en la
propaganda estadounidense en ese momento, consulte la sección “La crisis de misiles de Cuba: El
mundo pendiente de un hilo”, en la autobiografía de Bob
Avakian, From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to
Revolutionary Communist, A Memoir by Bob Avakian. Se
puede descargar pasajes en
español en revcom.us.
13. Un artículo en The
Guardian el que en general celebraba la
“Revolución Naranja” reconoce que era “una creación estadounidense, un
ejercicio sofisticado y brillantemente concebido de marca occidental y
marketing masivo...” inspirada en otras campañas “financiadas y organizadas por el gobierno de Estados Unidos,
con un despliegue de entidades de consultoría, encuestadores, diplomáticos, los
dos grandes partidos políticos y organizaciones no gubernamentales, todos de
Estados Unidos”. (Vea US
campaign behind the turmoil in Kiev, 25 de noviembre de 2004).
14. Un análisis de un académico
por-estadounidense —quien argumenta que la “Revolución Naranja” fue “un
poderoso levantamiento prodemocrático de masas” y que condujo a una elección
que “podría decirse que tuvo una importancia similar a la de obtener la
independencia como resultado del colapso de la URSS en 1991”— incluye estos
datos que, con un examen objetivo, arroja cierta luz sobre lo que se ha
presentado como un levantamiento popular realmente logrado: “Durante la segunda
vuelta de las elecciones presidenciales que siguieron a la revolución naranja
en Ucrania, el 44% de la población votó otra vez por el candidato de las
fuerzas oligárquicas [así caracteriza el autor a las fuerzas respaldadas por el
imperialismo ruso] — Víktor Yanukóvich; y, de manera importante,
aproximadamente un 90% de esos votantes eran residentes del este y sur de
Ucrania. En contraste, el 52% del electorado emitió sus votos a favor del
retador nacional-democrático [así caracteriza el autor a las fuerzas
respaldadas por el imperialismo estadounidense] Víktor Yúshchenko; también se
concentró cerca del 90% de este voto, esta vez en el occidente y centro del
país. Por lo tanto, la historia del avance democrático y una unificación de la
sociedad civil en torno al objetivo común también tiene un aspecto distinto: el
de la división, el sentir del rechazo, la aceleración de las animosidades
sociales y la exclusión en lugar de la inclusión democrática”. (Vea How
Democratic was the Orange Revolution? Reassessment from the Deliberative
Democracy Perspective,
Canadian Political Science Association, 24 de mayo de 2010.)
15. La elección se caracterizó por
acusaciones generalizadas de corrupción masiva por parte del oponente de
Yanukóvich, desesperanza por las penurias económicas y un aparente fracaso de
la “Revolución Naranja”. Vea Pro-Russian politician set to sweep presidential
election (France24, 16
de enero de 2010) y Yanukovych set to become president as observers say
Ukraine election was fair (The
Guardian, 8 de febrero de 2010).
16. Para un repaso de la situación en
Ucrania en ese momento, consulte Ukraine economy: How bad is the
mess and can it be fixed? (BBC, 1º de mayo de 2014).
Raymond
Lotta articuló esta comprensión resumida de la naturaleza y el papel del FMI:
“La realidad es que vivimos en un mundo de capitalismo-imperialismo, un sistema
económico y un orden social organizados sobre la base de ganancias, en que un
grupúsculo de personas, la clase dominante capitalista imperialista, controla
la inmensa riqueza y medios de producir la riqueza sobre el planeta. Es un
sistema mundial de potencias imperiales en contienda. Es una economía mundial
dominada por bancos y corporaciones trasnacionales en competencia que financia
y organiza la extracción de minerales y recursos, destruyendo vidas y ecosistemas,
que coordina las cadenas de distribución de la producción manufacturera de bajo
costo basada en la brutal superexplotación en las naciones oprimidas de Asia,
América Latina y África. Es un sistema en que las instituciones como el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) controlan la sangre vital
económica y moldean las políticas y el rumbo del desarrollo económico de los
países del tercer mundo”. (Vea La oda al imperialismo de Nicholas
Kristof, revcom.us, 20 de octubre de 2013.)
17. Estados Unidos y la Unión
Europea (UE) le ofrecieron a Ucrania “ayuda” en la forma de una integración más
estrecha en la UE, pero con la probabilidad de que esta “ayuda” incluyera
severas medidas de austeridad, incluida la drástica reducción de las redes de
seguridad social y el aumento drástico del precio de los productos básicos,
como alimentos, transporte público y energía, medidas que literalmente estaban
matando de hambre a la gente en otros países y habían llevado a rebeliones de
masas, por ejemplo en Grecia. Rusia respondió ofreciendo a Ucrania 15.000
millones de dólares en ayuda y gas natural barato, según se informa sin exigir
que Ucrania rechace la ayuda occidental. Yanukóvich y las fuerzas en la clase
dominante ucraniana en ese momento hicieron un análisis de que la “oferta” de
Rusia era una mejor opción para estabilizar la situación, que un rescate de
Estados Unidos y la UE con todos los peligros que eso conllevaba. Esto indignó
a los imperialistas occidentales y otras facciones de la clase dominante
ucraniana, que aumentaron su respaldo a las protestas y tejemanejes entre
bastidores.
18. Vea documentación e información
sobre estos acontecimientos en: Russia Bails
Out Ukraine In Rebuke to U.S., Europe (Wall Street
Journal, 17 de febrero de 2013); With
President’s Departure, Ukraine Looks Toward a Murky Future (New York
Times, 22 de febrero de 2014); y Ucrania: No es un “levantamiento
democrático”, pero sí es un choque entre depredadores (Revolución /
revcom.us, 1º de marzo de 2014).
19. El 24 de febrero de 2022, Nina
Jrushcheva, profesora de asuntos internacionales en la New School de Nueva York
(quien resulta ser la nieta de Nikita Jrushchov) dijo: “La bocona información
proveniente de Estados Unidos sobre la posible invasión seguro orillaba a Putin
hacia el borde. Porque seguro él se sintió que, ante una especie de insultos
continuos en las transmisiones mediáticas de que él tuviera horribles
intenciones en mente, fuera necesario que él hiciera algo, pues de lo
contrario, saldría como un debilucho. …se daba una guerra de información, y por
lo tanto, lo acusaron de invasión militar y él no respondía y sus militares
decían, bueno, el Occidente nos están insultando. Fíjense en eso. Están
difamando nuestra reputación, así que tenemos que mostrar fuerza; de lo
contrario nos parecemos a debiluchos”. (Vea Did the U.S. push Putin into a corner, forcing him to
invade Ukraine?, NPR, 24 de
febrero de 2022).
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