Las Diferentes Técnicas de los Mensajes Ocultos*
Vicente Gonzáles Castro
INTRODUCIRSE EN EL MUNDO de los
mensajes subliminales supone tropezarse con infinidad de conceptos y teorías,
muchas de las cuales pueden ser demostradas por la ciencia y otras no. Estos
últimos caen en la campo de la especulación científica, ya que si bien no han
sido completamente comprobados, al menos se ha podido verificar la eficacia que
surten en la mente de las personas.
Las
técnicas de penetración de mensajes ocultos han sido ensayadas por casi todas
las vías sensoriales posibles, con mayores o menores resultados. Con gran éxito
se ha demostrado que pueden «digerirse» mensajes visuales y olfativos; con
menos éxitos los táctiles o quinestésicos y con mediano éxito los auditivos.
Para
organizar la información de este capítulo procederemos a describir cuáles son
las técnicas a partir de las vías sensoriales perceptuales que se empleen,
siempre aceptando que nos referimos a las conocidas por la sicología occidental
(vista, oído, gusto, tacto y olfato) y no a otra decenas de puntos sensibles
que describen los textos orientales, a las que ya nos hemos referido en el
capítulo primero, que se emplean en la acupuntura, la digitopuntura, la
cromoterapia, termoterapia y otras prácticas que se han puesto muy de moda,
aunque no sean nada novedosas.
Antes
de profundizar en ellas, resulta imprescindible dejar sentado que el proceso de
mensajes ocultos se basa en un principio: pasar información al cerebro humano
sin que el sujeto se percate de ello. Esto debe quedar bien esclarecido para no
cometer errores científicos.
No
se trata de pasar mensajes «sin que los sentidos lo detecten», como dicen
algunas personas, porque eso sería un grave error. Si no se percibe un estímulo
por las vías aferentes que conducen información al cerebro humano, no existe la
posibilidad de una respuesta, puesto que no habrá estimulación nerviosa.
Tampoco
debe decirse que se trata de una información que llega al cerebro «sin que el
sujeto tome conciencia de ello», porque también resultaría un error científico
y además filosófico. Una vez recibido el estímulo subliminal el cerebro actúa
con él, lo asocia a otros estímulos ya existentes, lo relaciona con estados
emocionales o afectivos latentes o patentes, es decir, «opera» con ellos… y eso
es un acto donde interviene la conciencia, que sólo puede hacer el cerebro del
hombre. En algunos casos sería más oportuno hablar de ciertos estímulos que nos
impresionan mientras nuestra atención se encuentra distraída en otros
menesteres y por consiguiente, no nos percatamos de ellos; de la misma manera
que una persona puede sustraernos un objeto frente a frente y no nos damos
cuenta. Son como los actos de prestidigitación que hace un mago frente a
nosotros, donde sabemos cuál es el engaño, pero no podemos descubrirlo por ser
demasiado rápidos o habilidosos. Esta información es procesada por cierta parte
del cerebro (subcorteza, hipotálamo) sin que sean considerados por nuestro
componente racional. A las viejas técnicas de ocultación o paso de información
encubierta, se une hoy el de apelación,
que se sustenta en la evocación de ciertos modos emocionales a partir del uso
de códigos o signos aparentemente inofensivos. Esta técnica no puede ser
condenada legalmente, ya que no hay cosas ocultas y por eso hoy se usa más que
la de ocultación. Prácticamente toda la publicidad actual se hace con
apelaciones subliminales. Las de ocultación son las más conocidas por lo
misterioso del proceso. Veamos cada una de las técnicas, en dependencia de las
vías de acceso que utilicen.
Las técnicas visuales
Las técnicas visuales fueron las
primeras que se emplearon y por ello, quizás las que más diversidad de formas
de acceso tienen, incluso, con eficacia comprobada. Casi todas ellas tienen su
sustento teórico en la capacidad del cerebro humano conocida como integración de la percepción, cualidad
que tiende a integrar en un todo las diferentes estimulaciones aisladas que se
perciben en un determinado objeto.
El
aporte de las teorías subliminales consiste en demostrar que ese acto de
integración puede producirse a partir de ciertos «intereses» del sujeto y que
estos tienen que ver con sus deseos insatisfechos y represiones, que son los
mecanismos de defensa por medio de los cuales las personas evitan los
pensamientos desagradables, bloqueándolos fuera de la conciencia. Por ejemplo,
ciertas formas pueden ser percibidas como fálicas si tienen rasgos que se
semejen, aunque sólo sea de forma simbólica, representativa o distante, con el
genital erecto del hombre, para quienes hayan tenido grandes represiones de la
sexualidad. Entre las técnicas visuales más utilizadas están las siguientes:
Lectura en espejo. Teóricamente existe
la posibilidad de percibir mensajes escritos en reverso, como se ve la
escritura ante un espejo. Muchos textos cortos escritos a la inversa se insertan
en la publicidad y se supone que el sujeto pueda percibirlos correctamente y de
esa manera, opere con ellos.
Transparencia. La transparencia de una
página a otra de cualquier revista, puede ser empleada para enmascarar
mensajes, ya que el tiempo empleado por el sujeto para voltear la hoja es más
que suficiente para que se perciba la superposición. Esta técnica ha sido
utilizada tradicionalmente por la revista Playboy
y así ha sido denunciada en su obra por Wilson Bryan Key.12
Estudiando
algunos números de esa publicación pudimos comprobar que ciertamente, tanto en
ella como en su hermana gemela Playgirl,
esto se hace. De esta manera se consigue que una publicación calificada
simplemente como erótica, pueda
adquirir por momentos la connotación de pornográfica.
En
la (Fig. 3.1 a)13 podemos
estudiar un ejemplo de Playboy.14
En esta página aparece la fotografía de la modelo en una pose erótica, nada
condenable. Se trata de la conocida actriz brasileña Yoná Magalhaes, conocida
ampliamente en Cuba por sus papeles en conocidas novelas brasileñas. En el
reverso (Fig. 3.1 b) otra imagen de
la misma modelo con idénticas características; tampoco extremadamente
censurable.
Al
pasar la página el sujeto se enfrentará por unos segundos, inconscientemente, a
la composición por superposición de la (Fig.
3.1 c), que evidencia ciertamente una relación homosexual explícita entre
mujeres. El fotomontaje se consigue imprimiendo la imagen sobre un papel ligero
y claro, de poco peso, de forma tal que la luz que lo atraviesa al voltear la
plana sea suficiente para hacerlo transparente por unos segundos y brevemente,
mostrar ambos lados de la impresión. En el capítulo V ofreceremos otros
ejemplos de estas técnicas.
Imágenes por centelleo (flash). Un
tiempo mínimo, inferior a 1/3.000 segundos parece ser suficiente para que el
mensaje sea percibido a nivel subconsciente. Al menos así lo expresan los que
hicieron los experimentos de la Coca Cola hace cinco décadas,15
cuando lograron resultados convincentes transmitiendo mensajes a esa velocidad
de exposición. Los mensajes, como ya mencionamos, pueden intercalarse sobre
cualquier superficie con la ayuda del taquitoscopio, especie de proyector de
diapositivas que tiene la posibilidad de controlar a voluntad el tiempo de
exposición; pueden proyectarse una sola vez o muchas veces, según su diseño y
complejidad.
El
efecto del centelleo se produce también cuando se logra percibir un mensaje por
muy poco tiempo intercalado en un solo cuadro de la proyección cinematográfica,
a 1/24 de segundo, o en la televisión a 1/30 de segundo de la norma NTSC que
comprende 60 campos, o a 1/25 en la norma SECAM o PAL de 50 ciclos.
Ocultamiento. Es posible descomponer un
texto en palabras o en letras, total o medianamente trazadas y ubicar estos
signos por todo el diseño de la hoja, en lugares predeterminados muy bien
escogidos. De esta forma, el lector busca subconscientemente un sentido a lo
que percibe y llega a componer la palabra u oración.
Es
sumamente conocido el procedimiento de esconder entre los cubos de hielo de un
vaso, o en el chorro de cerveza de una botella, o en las sombras del fondo de
una copa, las letras que componen la palabra sexo. Esto fue ampliamente descrito por Bryan Key en el texto ya
mencionado y es ya un clásico el ejemplo de la ginebra Gordon que menciona.16
Estas técnicas ya van resultando un tanto clásicas, pero su verdadera
eficiencia no ha sido totalmente demostrada desde el punto de vista científico.
Sustitución. La técnica de sustitución
puede emplearse en el material impreso, pero esencialmente se usa en los medios
dinámicos, como el cine o la televisión. El procedimiento consiste en sustituir
algún objeto por otro en uno o varios cuadros del filme o programa de
televisión.
Cierta
vez se produjo un escándalo a causa de un anuncio publicitario en el que un
hombre, de pie, le ofrece cerveza de la botella a una modelo que estaba a su
lado, sentada en el suelo. Cuando se descompuso la imagen plano a plano, con
ayuda de la moviola se pudo advertir que en uno de los fotogramas en que la
mujer bebe de la botella, el frasco había sido sustituido por la imagen del
pene de un hombre. La escena se convertía así en totalmente pornográfica.
Al
ser descubierto el engaño la modelo demandante expresó que nunca había
comprendido la insistencia de los fotógrafos que le habían hecho repetir hasta
el agotamiento una escena tan simple. Obviamente las repeticiones se debían a
la precisión requerida en los encuadres para conseguir después el fotomontaje
preciso.
Ubicación. Sin necesidad de hacer
transparencias ni sustituciones, la posición que ocupa un determinado elemento
del plano puede llegar a provocar connotaciones secundarias subconscientes. En
la fotografía que mostramos (Fig. 3.2 de la compañía Bacardí), puede verse que
el vaso con la bebida está sobre los genitales del modelo. En la (Fig. 3.3) se
aprecia esta misma técnica en un modelo que posó para la revista Playgirl.17
Esto
se repite innumerables veces en los diferentes anuncios que encontramos cada día
en las revistas publicitarias, que sin hacer grandes despliegues de técnica,
asumen las formas de apelación subliminal de una manera muy sencilla. Como
sabemos, las imágenes son un sistema semiótico compuesto por signos que tienen
una alta capacidad de sustitución; en ocasiones, la imagen sustituye al objeto.
Como la selección de signos no es caótica sino estructurada, se produce de
acuerdo con una sintaxis, en la cual los signos son ordenados por el sujeto.
Mientras
que en los signos figurativos o icónicos el significado tiene una sola función
que le es natural y propia, el signo icónico es una síntesis del convencional.
Al ofrecer la imagen en forma icónica se produce un proceso de asociación,
mediante el cual se compara la imagen con cualquier otra de igual forma.
Las técnicas auditivas
Las técnicas auditivas son más
sencillas de usar, pero menos eficientes. Mientras que aproximadamente el
ochenta y tres por ciento de lo que el hombre percibe del mundo exterior le
llega a través de la vista, sólo el once por ciento le llega por el sentido
auditivo. A los tres días podemos recordar el veinte por ciento de lo que se
escuchó, el treinta por ciento de lo visto y el cincuenta por ciento de lo
visto y oído.18
Esta
proporción puede variarse cuando se impide a la vista ejercer su dominio
plenamente, por ejemplo, cuando estamos en la oscuridad controlada de una sala
de cine o en una habitación oscura, entonces oímos más. Escuchamos mejor la
televisión o la radio en un salón medianamente iluminado que en uno a la luz
del día. Para concentrarnos en el disfrute de la música, o en la lectura de un
poema, tenemos que cerrar los ojos o mirar fijamente a un punto para reducir
así las interferencias producidas por la visión.
La
audición humana también es discriminativa. Podemos escuchar, como ya
explicamos, una conversación entre miles, por ejemplo, en un salón lleno de
personas. Esto se debe a una serie de factores, entre ellos, a la posibilidad
de orientar nuestro sistema perceptivo en la dirección adecuada (no podemos oír
a nuestras espaldas a distancia), pero también a la posibilidad de hacer
simultáneamente lectura labial, que junto a las palabras que percibimos, nos
permiten conformar plenamente el mensaje.
Quizá
por esto resulta tan fácil esconder mensajes sonoros en una grabación que
contenga una pieza musical, un discurso o una ovación de aplausos, porque la
atención se concentra en la letra o la melodía y no percibe fácilmente el
mensaje encubierto. Las técnicas sonoras más usuales, hasta ahora conocidas,
son:
Enmascaramiento. En un mensaje
cualquiera, ya sea un discurso o una canción, se pueden esconder palabras
claves aisladas, que no son percibidas en su significado por el sujeto.
En
materiales especializados se relata la historia de que en aplausos grabados,
mezclados por el sistema de amplificación local con los que se producen
realmente en el espectáculo, se han introducido las palabras sexo, viril y
algunas más atrevidas, en conciertos de famosos grupos de rock que, en la
euforia del espectáculo, conminan a los asistentes a todo tipo de escenas
eróticas y sensuales, a veces inexplicablemente.
Mensaje a la inversa. Existe la teoría
no comprobada científicamente de que es perfectamente posible entender un
mensaje dicho a la inversa, así como sucede en la lectura en espejo que
describimos anteriormente. Esta técnica se conoce como backward masking.
Sobre
esto se han tejido muchas leyendas, algunas incorrectas; en un video que ha
circulado por muchos países de América Latina referente a la música rock,19
se plantea que mientras escuchamos la canción en un sentido, podemos entenderla
en sentido contrario, lo cual es absolutamente incorrecto.
La
razón por la cual surgió tal técnica es que siempre al rebobinar la cinta,
especialmente cuando se usaban las máquinas de carrete abierto, ella se pega a
los cabezales de reproducción y se escucha a la inversa; en ese momento se
producía la percepción del mensaje a alta velocidad.
En
el material mencionado se destacan excelentes ejemplos que manifiestan una
búsqueda paciente de piezas que escuchadas a la inversa pueden considerarse una
obra maestra de las técnicas subliminales.
Una
famosa canción del grupo Queen, que se escuchó mucho por el mundo, tiene una
frase que se repite insistentemente, con el texto: «another one bites the dust»
(otro más que muerde el polvo). Escuchada en retorno nos convoca amablemente
con esta lectura: «Decide to smok marijuana» (decídete a fumar marihuana).
En
la música rock de la década del sesenta se utilizaron muchas técnicas
subliminales, no sólo para fomentar el consumo de drogas como forma de evasión
del mundo circundante, sino también para fomentar el culto a las sectas
satánicas. Hay que recordar que este movimiento se enmarca en los duros
momentos de la guerra de Vietnam y simultáneamente al movimiento hippie,
fundamentalmente en Europa y América del Norte, que proclamaban la liberación
existencial del individuo.
Los
famosos Beatles no estuvieron ajenos a estas técnicas; para citar sólo un
ejemplo, basta mencionar que la conocida canción Lucy in the Sky with Diamonds no es más que un juego de palabras
cuyas iniciales son exactamente LSD, el nombre de una de las drogas más de moda
por aquellos tiempos.
Es
necesario destacar que en idioma inglés existen más condiciones fonéticas para
facilitar este tipo de lectura que en español, lo cual se debe a la forma
peculiar de la gramática inglesa al organizar las vocales y las consonantes. No
obstante, en español pueden encontrarse también buenos ejemplos en el material
en video que ya hemos referido.
Contextualización. Basta colocar
ciertos sonidos acompañantes a los textos iniciales para lograr cambiar el
sentido de las palabras; el contexto puede cambiar sustancialmente el
significado del texto.
El
sonido de agua que corre, por ejemplo, confiere una connotación de serenidad a
un texto cualquiera, mientras que el revolotear de pájaros puede ser
interpretado como índice de libertad personal.
Existen
diferentes tipos de contextos para cada mensaje. El contexto perceptual es el mundo sensorial en que
se enmarca el mensaje. El cultural
son las actitudes, valores y convicciones denotadas a partir de los códigos y
actitudes del público. El contexto de origen
está dado por los mensajes que sincrónicamente se general y llegan
paralelamente al receptor. El estilístico
es muy importante, ya que está determinado por la costumbre o hábito del sujeto
en la forma de descifrar otros mensajes similares, es decir, a los que ya está
acostumbrado. El del lenguaje está
conformado por el uso de palabras o gestos que corren paralelos al mensaje
propuesto; este tipo de contexto se emplea mucho en los grupos musicales, ya
que una canción con una letra supuestamente insignificante, adquiere una
connotación excepcional al combinarse con ciertos gestos en la escena.
En
el libro Profesión: comunicador ya
mencionamos los resultados de un experimento en que cambiando los sonidos del
contexto podíamos alterar totalmente el significado del diálogo que producía.20
Asociación fonética. El uso de palabras
cuyos sonidos sean similares al de otras que para el sujeto tengan una
connotación muy definida, surten en él efectos muy especiales.
De
esta técnica se ha abusado, desde tiempos inmemoriales, por los cantantes de
música popular cubana en los bailes públicos; esto se ha hecho obviamente sin
fundamentación científica alguna, sustentado simplemente por la intuición
empírica.
Podríamos
enumerar infinidad de canciones con letras nada poéticas que se entonan en
concentraciones multitudinarias y que, al calor del momento, cambian su letra
como por arte de magia para convertirse en enunciados que traspasan lo erótico.
Muchas
canciones populares se sustentan en esa trampa. Cualquier cubano de
inteligencia promedio sabe lo que se pretende cuando escuchamos un texto que
dice: «a María le gusta la piña pelá…»,
o aquello otro que estuvo muy de moda hace algunos años, de «…agua a la candela
que quema el pollo…»
En
el momento en que se escucha, por su parecido con palabras obscenas que todo
ciudadano conoce, se produce la sustitución mental. Cuando la euforia o el
alcohol aumentan, las palabras se sustituyen abiertamente, sin el menor pudor.
Muchas
de las técnicas descritas han sido empleadas en los diferentes medios de
difusión, pero en muy pocos casos se ha demostrado la verdadera eficacia de los
procedimientos, ya que existen muy pocos reportes de investigaciones en que se
describan resultados. De cualquier forma, por el solo hecho de su existencia,
es necesario conocerlas y estudiarlas.
Las técnicas olfativas
Poco se han divulgado los mensajes
subliminales a través de las vías olfativas. Nada o casi nada se conoce de estas
técnicas de ocultación de información al cerebro humano y sin embargo, está
ampliamente demostrado desde el punto de vista científico que el fenómeno
existe y que surte efectos importantes.
Mucho
se ha avanzado en la fundamentación científica de este hecho; se sabe que el
organismo humano segrega cierto[s] tipos de compuestos llamados feromonas que son sustancias mensajeras,
«conocidas también como transmisores de
excitaciones y tienen mucho en común con las hormonas, ya que al igual que
estas son sintetizadas por glándulas y actúan en cantidades increíblemente
exiguas, pero no son vertidas en la sangre, como las hormonas, sino al
exterior».21
Algunos
especialistas las han llamado hormonas
sociales,22 y a ellas se les atribuye un buen número de
comportamientos instintivos. Las feromonas pueden considerarse como una
aproximación positiva al desarrollo de un lenguaje basado en los sentidos
químicos. «Estas sustancias odoríferas, elaboradas generalmente en las regiones
oro-anal y uro-genital de los animales, son compuestos peculiares y
característicos de cada especie. Funcionalmente podemos diferenciar dos
categorías: las feromonas liberadoras,
que inician modelos de conducta específicos, sirven como poderosos atrayentes
sexuales, marcan territorios o pistas, provocan reacciones de alarma o la
agregación de los individuos y las feromonas iniciadoras o cebadoras
que disparan cambios metabólicos o fisiológicos.»23
Se
conoce ampliamente el efecto que están sustancias producen en determinados
insectos y en otros animales, ya que ellos actúan en muy diversas formas como
transmisores de información. Estas sustancias olorosas estimulan varias células
sensoriales a la vez y generan determinados patrones de excitación; entre las
hormigas existen feromonas de alarma que pueden provocar, por ejemplo, la fuga
o el ataque. «Al aplastar una hormiga contra el marco de una ventana, estamos
esparciendo esa sustancia repelente (horripilante) de una glándula cefálica.
Esta sustancia provoca un estado de excitación en cualquier congénere que se
acerque casualmente al sitio, previniéndolo y haciéndole emprender la fuga.»24
De
la misma manera, el ácido fórmico segregado por los miembros de la comunidad
cuya función es ir en busca de los alimentos, sirve para que todas ellas se
agrupen, en perfecta formación, sobre la línea que permanece como trazada
imaginariamente sobre el suelo. Si se borra la línea directriz de esa sustancia
con un poco de alcohol, las hormigas quedarán dispersas sin rumbo. Si por el
contrario, esparcimos ácido fórmico con un atomizador, todas andarán
arbitrariamente en cualquier dirección y no encontrarán jamás el camino o el
regreso al hormiguero.
Para
los vertebrados el olfato reviste mucha más importancia que para los insectos.
En la vida de los mamíferos aparecen algunos fenómenos que hasta fecha muy
reciente no se sabía con certeza q qué eran debidos; «hoy se ha visto que
muchos de estos son causados por sustancias semejantes al almizcle, solas o en
combinación con otras, que aparecen en muchas de las funciones del animal.»25
El
efecto de las feromonas sobre los seres humanos había sido observado desde hace
mucho tiempo por la ciencia. Es conocido por todos los especialistas cómo se
produce la sincronización del ciclo menstrual en mujeres que conviven en una
misma habitación, entre hermanas, o entre estudiantes que residen en un
internado. Incluso se había observado que en algunos casos, las mujeres de la
casa pueden actuar de forma interactiva en su menstruación con la perra mascota
y cuando esta menstrúa, la mujer comienza su ciclo o al menos, se producen
desórdenes. Igualmente se ha descrito que en establos donde hay muchas hembras
juntas, el celo se puede propiciar introduciendo en él hembras que estén listas
para la cópula.
Esto
se debe al olfato. En el hombre como especie, el olfato no es de los sentidos
más desarrollados, aunque «toda la superficie olfativa, que no es mayor que una
moneda de un centavo, posee entre diez y veinte millones de células sensoriales
alargadas.»26
Los
estudiosos de las técnicas subliminales parten del supuesto que en todas las
especies de mamíferos los estrógenos ponen a la hembra de los animales lista
para el apareamiento y por lo tanto, el estro es la sustancia mensajera que
avisa a los machos de las especies que el receptor está listo para tal función.
Este es el mecanismo primario en animales más simples, que pueden
complementarse con otras manifestaciones que van desde la modificación de los
genitales externos hasta las danzas rituales seductoras.
En
la especie humana tiene que haber, al menos como hipótesis, reductos de tales
comportamientos y eso es lo que pensaron los diseñadores de las técnicas
olfativas subliminales. El estudio de antiguas escrituras egipcias proporcionó
las claves iniciales, ya que se pudo comprobar que se atribuía al almizcle una
propiedad particularmente excitante y erótica. También en algunos de los
rituales de la antigüedad se relataba que el hombre, antes del matrimonio,
debía sostener un paño bajo sus axilas durante varios días, que era colocado
sobre la nariz de la esposa en el momento de las nupcias para favorecer la
unión carnal, a manera de un afrodisiaco.
Andando
y andando por esta vía pudo comprobarse que efectivamente, existen feromonas
humanas que tienen la función de mensajeras del sexo y por su olor semejante al
del almizcle, se le bautizó con ese mismo nombre comercial, que en inglés se
escribe musk.
Aunque
las feromonas se categorizan en muy variados grupos de sustancias, parece que
atrayentes sexuales son aquellas con compuestos entre 10 y 17 átomos de
carbono, con un peso molecular entre 180 y 300; sólo los de este o mayor tamaño
pueden cumplir los requisitos de atrayentes sexuales.27
Una
de las sustancias ha sido descrita por el biólogo francés J. Le Magnen como un
exaltoide: «la lactona sintética del ácido 14-hidroxiletradecanoico, que puede
ser percibido solamente por las mujeres sexualmente maduras y especialmente
durante la ovulación.»28
Los
hombres son casi insensibles, al igual que las mujeres jóvenes. Lo interesante
es que los hombres aumentan su sensibilidad para el olor al recibir una
inyección de estrógenos o al estar sexualmente excitados.
Cierto
alcohol volátil de olor almizcleño, afín a la testosterona, el 5 alfa 16,
androstén 3 alfa-ol, actúa como una feromona humana y está presente en la orina
y el sudor del hombre, aunque curiosamente se encuentra en diversas secreciones
del cerdo macho no castrado, al que comúnmente llamamos en Cuba verraco. Estos compuestos fueron
aislados de la orina humana desde 1950. Hoy se sabe que «las tres sustancias
son sintetizadas por el testículo humano y migran hacia las glándulas
sudoríparas axilares, donde son segregadas con el sudor.»29
En
experimentos realizados en 1978 en la Universidad de Birmingham, se hizo
respirar vapores de estos compuestos a hombres y mujeres y se les pidió que
otorgaran calificativos a unas fotos de mujeres, no desnudas, que se les
mostraban. Se pudo comprobar que los sometidos a los olores de las feromonas
atribuían adjetivos significativamente elevados en su comportamiento erótico.
Quizás
muchas personas han olido alguna vez las feromonas, ya que pueden ser
perfectamente identificables si se pasa el dedo entre el testículo y el muslo,
en la región inglinal, luego de una gran excitación sexual, o un día de trabajo
físico duro. Es lo que muchas mujeres y ciertos escritores han llamado olor de hombre, que nada tiene que ver
con la falta de higiene, ni con los residuos de la orina. Este olor, por sí
solo, actúa como excitante sexual.
Hechos
estos descubrimientos, sólo faltaba sintetizarlo artificialmente para su
producción industrial y ponerlo en los perfumes, mezclado con las costosas
fragancias de las firmas más renombradas, a las que se añade como contraseña la
palabra musk.
El
principio sicológico es fácil de comprender: el sujeto gasta su dinero en
costosos perfumes probablemente para seducir a su pareja; el olor de la
feromona artificialmente elaborada está en la fragancia y envía sus mensajes al
cerebro, el cual se agudiza en la medida en que se produce una reacción
cíclica. El olor desencadena una cierta excitación y hace generar feromonas. Al
ser olidas, la otra persona también se excita y las segrega en mayor cantidad;
si esto se produce en una velada donde hay alcohol de por medio, las defensas
racionales disminuyen, el componente emocional se desata y el efecto puede ser
muy sorprendente.
Ya
se encuentran en los mostradores de las perfumerías innumerables productos con
la etiqueta musk impresa junto a sus
marcas y ellas no son más que el indicador de que feromonas artificialmente
elaboradas han sido mezcladas a las fragancias para propiciar efectos sexuales
secundarios por la vía subliminal.
Normalmente
el sujeto ignora esto y probablemente ni siquiera identifique el olor de las
feromonas mezclado con los codiciados perfumes, pero se supone que el efecto se
produzca aunque se ignore el componente. Esta es la técnica de paso de
información oculta por vía olfativa más conocida.
El
enmascaramiento de olores consiste en esconder olores de feromonas mensajeras
desencadenantes en ciertas sustancias tales como perfumes, ambientadores,
cremas corporales y otros productos, para desencadenar en el sujeto reacciones
subconscientes instintivas, ajenas a su voluntad.
Las técnicas táctiles o quinestésicas
De la misma manera que por la vía
visual o auditiva, podemos pasar información al cerebro por la vía de las
sensaciones quinestésicas. Esto ha sido aprovechado en la fabricación de tejidos
y de ciertas cremas corporales. Entre las técnicas más frecuentes de ocultación
quinestésica, están:
Las sensaciones placenteras. Consiste
en provocar ciertas sensaciones placenteras para el sujeto con objetos o
tejidos, de manera que el individuo busque el producto inconscientemente con
tal de recibir una alta satisfacción sicológica.
Con
este principio se han elaborado fibras sintéticas y tejidos con los cuales se
confeccionan prendas de vestir que el sujeto llevará cómodamente. Sin poder
explicar las razones, probablemente no quiera desprenderse de ellas, ya que los
tejidos provocan la misma sensación textil, por ejemplo, del contacto con otra
piel. En algunas personas esto despierta sensaciones eróticas, pero en otras,
tímidas o temerosas, pueden activar la sensación sicológica de protección,
porque les hace pensar que se encuentran acariciados o en manos de otra persona
que los cobija.
Asociación de estimulaciones simultáneas.
El bombardeo simultáneo de estímulos quinestésicos conocidos por el sujeto hace
que todos ellos se complementen y adquieran nuevas connotaciones secundarias
inesperadas.
Esta
ha sido la causa de que muchos fabricantes de jabones líquidos, champúes y
cremas corporales cambiaran sus línes de producción y sus envases.
Se
supone que el momento del baño es el período más vulnerable para esta técnica,
ya que el sujeto se encuentra desnudo, lo cual es un acto de liberación en las
condiciones sociales de la actualidad y además, se frota su propio cuerpo, que
es una acción que en cierta forma tiene componentes eróticos y narcisistas.
Justo
en ese momento, la persona toma ingenuamente el frasco de acondicionar para el
cabello y encuentra una sensación táctil semejante a la de un pene erecto (por
el diámetro, la temperatura y la consistencia del frasco), luego se vuelca en
la mano un poco del producto y siente al tacto la misma sensación que si
hubiera puesto un poco de semen (por la consistencia viscosa y la densidad) y
se frota con él.
A
los efectos del subconsciente, este baño resultará en cierta forma excitante y
mucho más estimulante en la medida en que la persona tenga un componente sexual
más reprimido. Por estas razones, la mayor parte de las firmas productoras
cambiaron sus envases de vidrio y metal por un tipo de plástico muy especial,
cuya potencia calorífica los hace cálidos al tacto y con cierta dureza muy
rebuscada. Por las mismas causas, variaron la consistencia líquida de los
productos y los transformaron en densos y pegajosos; de igual forma sufrieron
transformaciones los frascos en términos de longitud y diámetro.
Hubo
corrientes semejantes que transformaron en quinestésicamente fálicas la forma
de muchos objetos ordinarios, desde el mango de los cuchillos que el ama de
casa manoseaba todo el día, hasta el auricular de los teléfonos.
Las técnicas gustativas
Poco o nada se sabe de las
posibilidades de transmitir estímulos subliminales a través del sentido del
gusto. Ha sido poco estudiado el asunto y a la vez, es demasiado difícil
enmascarar sensaciones en algo tan complejo como el paladar gustativo del
hombre. No se descarta la posibilidad de que existan formas de actuar sobre
nuestro subconsciente y quizás ya se ha hecho, pero hasta el momento no tenemos
tal información.
Hasta
aquí hemos relacionado las técnicas más usuales de transmitir información a
través de mensajes ocultos en lo que a técnicas subliminales se refiere.
Algunos tienen valor, simplemente, como elementos teóricos de información;
otros no han sido demostrados; los menos se emplean cotidianamente y los más,
quedan en espera de investigaciones futuras de otras ramas de la ciencia para
su completa fundamentación.
_____________
(*) Vicente Gonzales Castro. Las trampas de los sentidos. Información
subliminal. Editorial Pablo de la Torriente. 2000.
(12) W. Bryan Key. Seducción Subliminal. Ver capítulo «El
síndrome de Playboy».
(13) Todas las figuras que aparecen en
el libro fueron tomadas de diferentes revistas.
(14) Revista Playboy no 127, febrero de 1986, ed. en portugués. p. 55
y 56.
(15) W. Bryan Key. Op. cit. p. 54
(16) Este ejemplo puede verse en
Seducción subliminal, p. 54, o del autor en Profesión: comunicador, p. 172,
publicado por la Ed. Pablo de la Torriente.
(17) Tomada de Playgirl, July 1989, p.
42.
(18) G. Norbis. Didáctica y estructura
de los medios audiovisuales. Ed. Kapelusz. Buenos Aires, 1971, p. 15.
(19) Se trata de un video producido
por una institución religiosa mexicana de tipo protestante, titulado La música
rock, investigación y crítica, que ha tenido una amplia circulación en algunos
países. El material asume posiciones muy extremistas ante el rock, a quien ve
prácticamente como culto satánico, de la misma manera que a las preferencias
sexuales que ellos llaman anormales, pero su valor fundamentalmente radica en
los excelentes ejemplos que proporciona sobre lectura a la inversa.
(20) Ver Profesión: comunicador, p. 118.
(21) Ver Animales en el experimento, de Paul Raths y Gustav Adolf Biewald.
Ed. Científico-Técnica. La Habana, 1988, p. 242.
(22) William S. Hoar. Fisiología general y comparada. Ed.
Omega, Barcelona, 1978. P. 70.
(23) Id. P. 521.
(24) Paul Raths. Op. Cit. p. 245.
(25) Jorge Juárez Vea. «Feromonas: olor y comunicación», en
revista Elementos, n0 12,
año 3, vol. 2, UNAM, México, p.39.
(26) Paul Raths, Op. Cit. p. 240.
(27) Jorge Juárez Vea. Op. cit. p. 37.
(28) Edward O. Wilson. «Feromonas», en
Selecciones del Scientific American, mayo de 1963, Blume, Madrid, 1976, p. 145.
(29) Jorge Juárez Vea. Op. cit. p. 41.
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