domingo, 1 de marzo de 2020

Información subliminal


Las Diferentes Técnicas de los Mensajes Ocultos*

Vicente Gonzáles Castro

INTRODUCIRSE EN EL MUNDO de los mensajes subliminales supone tropezarse con infinidad de conceptos y teorías, muchas de las cuales pueden ser demostradas por la ciencia y otras no. Estos últimos caen en la campo de la especulación científica, ya que si bien no han sido completamente comprobados, al menos se ha podido verificar la eficacia que surten en la mente de las personas.

        Las técnicas de penetración de mensajes ocultos han sido ensayadas por casi todas las vías sensoriales posibles, con mayores o menores resultados. Con gran éxito se ha demostrado que pueden «digerirse» mensajes visuales y olfativos; con menos éxitos los táctiles o quinestésicos y con mediano éxito los auditivos.

        Para organizar la información de este capítulo procederemos a describir cuáles son las técnicas a partir de las vías sensoriales perceptuales que se empleen, siempre aceptando que nos referimos a las conocidas por la sicología occidental (vista, oído, gusto, tacto y olfato) y no a otra decenas de puntos sensibles que describen los textos orientales, a las que ya nos hemos referido en el capítulo primero, que se emplean en la acupuntura, la digitopuntura, la cromoterapia, termoterapia y otras prácticas que se han puesto muy de moda, aunque no sean nada novedosas.

        Antes de profundizar en ellas, resulta imprescindible dejar sentado que el proceso de mensajes ocultos se basa en un principio: pasar información al cerebro humano sin que el sujeto se percate de ello. Esto debe quedar bien esclarecido para no cometer errores científicos.

        No se trata de pasar mensajes «sin que los sentidos lo detecten», como dicen algunas personas, porque eso sería un grave error. Si no se percibe un estímulo por las vías aferentes que conducen información al cerebro humano, no existe la posibilidad de una respuesta, puesto que no habrá estimulación nerviosa.

        Tampoco debe decirse que se trata de una información que llega al cerebro «sin que el sujeto tome conciencia de ello», porque también resultaría un error científico y además filosófico. Una vez recibido el estímulo subliminal el cerebro actúa con él, lo asocia a otros estímulos ya existentes, lo relaciona con estados emocionales o afectivos latentes o patentes, es decir, «opera» con ellos… y eso es un acto donde interviene la conciencia, que sólo puede hacer el cerebro del hombre. En algunos casos sería más oportuno hablar de ciertos estímulos que nos impresionan mientras nuestra atención se encuentra distraída en otros menesteres y por consiguiente, no nos percatamos de ellos; de la misma manera que una persona puede sustraernos un objeto frente a frente y no nos damos cuenta. Son como los actos de prestidigitación que hace un mago frente a nosotros, donde sabemos cuál es el engaño, pero no podemos descubrirlo por ser demasiado rápidos o habilidosos. Esta información es procesada por cierta parte del cerebro (subcorteza, hipotálamo) sin que sean considerados por nuestro componente racional. A las viejas técnicas de ocultación o paso de información encubierta, se une hoy el de apelación, que se sustenta en la evocación de ciertos modos emocionales a partir del uso de códigos o signos aparentemente inofensivos. Esta técnica no puede ser condenada legalmente, ya que no hay cosas ocultas y por eso hoy se usa más que la de ocultación. Prácticamente toda la publicidad actual se hace con apelaciones subliminales. Las de ocultación son las más conocidas por lo misterioso del proceso. Veamos cada una de las técnicas, en dependencia de las vías de acceso que utilicen.

Las técnicas visuales

Las técnicas visuales fueron las primeras que se emplearon y por ello, quizás las que más diversidad de formas de acceso tienen, incluso, con eficacia comprobada. Casi todas ellas tienen su sustento teórico en la capacidad del cerebro humano conocida como integración de la percepción, cualidad que tiende a integrar en un todo las diferentes estimulaciones aisladas que se perciben en un determinado objeto.

        El aporte de las teorías subliminales consiste en demostrar que ese acto de integración puede producirse a partir de ciertos «intereses» del sujeto y que estos tienen que ver con sus deseos insatisfechos y represiones, que son los mecanismos de defensa por medio de los cuales las personas evitan los pensamientos desagradables, bloqueándolos fuera de la conciencia. Por ejemplo, ciertas formas pueden ser percibidas como fálicas si tienen rasgos que se semejen, aunque sólo sea de forma simbólica, representativa o distante, con el genital erecto del hombre, para quienes hayan tenido grandes represiones de la sexualidad. Entre las técnicas visuales más utilizadas están las siguientes:

        Lectura en espejo. Teóricamente existe la posibilidad de percibir mensajes escritos en reverso, como se ve la escritura ante un espejo. Muchos textos cortos escritos a la inversa se insertan en la publicidad y se supone que el sujeto pueda percibirlos correctamente y de esa manera, opere con ellos.

        Transparencia. La transparencia de una página a otra de cualquier revista, puede ser empleada para enmascarar mensajes, ya que el tiempo empleado por el sujeto para voltear la hoja es más que suficiente para que se perciba la superposición. Esta técnica ha sido utilizada tradicionalmente por la revista Playboy y así ha sido denunciada en su obra por Wilson Bryan Key.12

        Estudiando algunos números de esa publicación pudimos comprobar que ciertamente, tanto en ella como en su hermana gemela Playgirl, esto se hace. De esta manera se consigue que una publicación calificada simplemente como erótica, pueda adquirir por momentos la connotación de pornográfica.

        En la (Fig. 3.1 a)13 podemos estudiar un ejemplo de Playboy.14 En esta página aparece la fotografía de la modelo en una pose erótica, nada condenable. Se trata de la conocida actriz brasileña Yoná Magalhaes, conocida ampliamente en Cuba por sus papeles en conocidas novelas brasileñas. En el reverso (Fig. 3.1 b) otra imagen de la misma modelo con idénticas características; tampoco extremadamente censurable.



        Al pasar la página el sujeto se enfrentará por unos segundos, inconscientemente, a la composición por superposición de la (Fig. 3.1 c), que evidencia ciertamente una relación homosexual explícita entre mujeres. El fotomontaje se consigue imprimiendo la imagen sobre un papel ligero y claro, de poco peso, de forma tal que la luz que lo atraviesa al voltear la plana sea suficiente para hacerlo transparente por unos segundos y brevemente, mostrar ambos lados de la impresión. En el capítulo V ofreceremos otros ejemplos de estas técnicas.



        Imágenes por centelleo (flash). Un tiempo mínimo, inferior a 1/3.000 segundos parece ser suficiente para que el mensaje sea percibido a nivel subconsciente. Al menos así lo expresan los que hicieron los experimentos de la Coca Cola hace cinco décadas,15 cuando lograron resultados convincentes transmitiendo mensajes a esa velocidad de exposición. Los mensajes, como ya mencionamos, pueden intercalarse sobre cualquier superficie con la ayuda del taquitoscopio, especie de proyector de diapositivas que tiene la posibilidad de controlar a voluntad el tiempo de exposición; pueden proyectarse una sola vez o muchas veces, según su diseño y complejidad.

        El efecto del centelleo se produce también cuando se logra percibir un mensaje por muy poco tiempo intercalado en un solo cuadro de la proyección cinematográfica, a 1/24 de segundo, o en la televisión a 1/30 de segundo de la norma NTSC que comprende 60 campos, o a 1/25 en la norma SECAM o PAL de 50 ciclos.

        Ocultamiento. Es posible descomponer un texto en palabras o en letras, total o medianamente trazadas y ubicar estos signos por todo el diseño de la hoja, en lugares predeterminados muy bien escogidos. De esta forma, el lector busca subconscientemente un sentido a lo que percibe y llega a componer la palabra u oración.

        Es sumamente conocido el procedimiento de esconder entre los cubos de hielo de un vaso, o en el chorro de cerveza de una botella, o en las sombras del fondo de una copa, las letras que componen la palabra sexo. Esto fue ampliamente descrito por Bryan Key en el texto ya mencionado y es ya un clásico el ejemplo de la ginebra Gordon que menciona.16 Estas técnicas ya van resultando un tanto clásicas, pero su verdadera eficiencia no ha sido totalmente demostrada desde el punto de vista científico.

        Sustitución. La técnica de sustitución puede emplearse en el material impreso, pero esencialmente se usa en los medios dinámicos, como el cine o la televisión. El procedimiento consiste en sustituir algún objeto por otro en uno o varios cuadros del filme o programa de televisión.

        Cierta vez se produjo un escándalo a causa de un anuncio publicitario en el que un hombre, de pie, le ofrece cerveza de la botella a una modelo que estaba a su lado, sentada en el suelo. Cuando se descompuso la imagen plano a plano, con ayuda de la moviola se pudo advertir que en uno de los fotogramas en que la mujer bebe de la botella, el frasco había sido sustituido por la imagen del pene de un hombre. La escena se convertía así en totalmente pornográfica.

        Al ser descubierto el engaño la modelo demandante expresó que nunca había comprendido la insistencia de los fotógrafos que le habían hecho repetir hasta el agotamiento una escena tan simple. Obviamente las repeticiones se debían a la precisión requerida en los encuadres para conseguir después el fotomontaje preciso.

        Ubicación. Sin necesidad de hacer transparencias ni sustituciones, la posición que ocupa un determinado elemento del plano puede llegar a provocar connotaciones secundarias subconscientes. En la fotografía que mostramos (Fig. 3.2 de la compañía Bacardí), puede verse que el vaso con la bebida está sobre los genitales del modelo. En la (Fig. 3.3) se aprecia esta misma técnica en un modelo que posó para la revista Playgirl.17



        Esto se repite innumerables veces en los diferentes anuncios que encontramos cada día en las revistas publicitarias, que sin hacer grandes despliegues de técnica, asumen las formas de apelación subliminal de una manera muy sencilla. Como sabemos, las imágenes son un sistema semiótico compuesto por signos que tienen una alta capacidad de sustitución; en ocasiones, la imagen sustituye al objeto. Como la selección de signos no es caótica sino estructurada, se produce de acuerdo con una sintaxis, en la cual los signos son ordenados por el sujeto.

        Mientras que en los signos figurativos o icónicos el significado tiene una sola función que le es natural y propia, el signo icónico es una síntesis del convencional. Al ofrecer la imagen en forma icónica se produce un proceso de asociación, mediante el cual se compara la imagen con cualquier otra de igual forma.

Las técnicas auditivas

Las técnicas auditivas son más sencillas de usar, pero menos eficientes. Mientras que aproximadamente el ochenta y tres por ciento de lo que el hombre percibe del mundo exterior le llega a través de la vista, sólo el once por ciento le llega por el sentido auditivo. A los tres días podemos recordar el veinte por ciento de lo que se escuchó, el treinta por ciento de lo visto y el cincuenta por ciento de lo visto y oído.18

        Esta proporción puede variarse cuando se impide a la vista ejercer su dominio plenamente, por ejemplo, cuando estamos en la oscuridad controlada de una sala de cine o en una habitación oscura, entonces oímos más. Escuchamos mejor la televisión o la radio en un salón medianamente iluminado que en uno a la luz del día. Para concentrarnos en el disfrute de la música, o en la lectura de un poema, tenemos que cerrar los ojos o mirar fijamente a un punto para reducir así las interferencias producidas por la visión.

        La audición humana también es discriminativa. Podemos escuchar, como ya explicamos, una conversación entre miles, por ejemplo, en un salón lleno de personas. Esto se debe a una serie de factores, entre ellos, a la posibilidad de orientar nuestro sistema perceptivo en la dirección adecuada (no podemos oír a nuestras espaldas a distancia), pero también a la posibilidad de hacer simultáneamente lectura labial, que junto a las palabras que percibimos, nos permiten conformar plenamente el mensaje.

        Quizá por esto resulta tan fácil esconder mensajes sonoros en una grabación que contenga una pieza musical, un discurso o una ovación de aplausos, porque la atención se concentra en la letra o la melodía y no percibe fácilmente el mensaje encubierto. Las técnicas sonoras más usuales, hasta ahora conocidas, son:

        Enmascaramiento. En un mensaje cualquiera, ya sea un discurso o una canción, se pueden esconder palabras claves aisladas, que no son percibidas en su significado por el sujeto.

        En materiales especializados se relata la historia de que en aplausos grabados, mezclados por el sistema de amplificación local con los que se producen realmente en el espectáculo, se han introducido las palabras sexo, viril y algunas más atrevidas, en conciertos de famosos grupos de rock que, en la euforia del espectáculo, conminan a los asistentes a todo tipo de escenas eróticas y sensuales, a veces inexplicablemente.

        Mensaje a la inversa. Existe la teoría no comprobada científicamente de que es perfectamente posible entender un mensaje dicho a la inversa, así como sucede en la lectura en espejo que describimos anteriormente. Esta técnica se conoce como backward masking.

        Sobre esto se han tejido muchas leyendas, algunas incorrectas; en un video que ha circulado por muchos países de América Latina referente a la música rock,19 se plantea que mientras escuchamos la canción en un sentido, podemos entenderla en sentido contrario, lo cual es absolutamente incorrecto.

        La razón por la cual surgió tal técnica es que siempre al rebobinar la cinta, especialmente cuando se usaban las máquinas de carrete abierto, ella se pega a los cabezales de reproducción y se escucha a la inversa; en ese momento se producía la percepción del mensaje a alta velocidad.

        En el material mencionado se destacan excelentes ejemplos que manifiestan una búsqueda paciente de piezas que escuchadas a la inversa pueden considerarse una obra maestra de las técnicas subliminales.

        Una famosa canción del grupo Queen, que se escuchó mucho por el mundo, tiene una frase que se repite insistentemente, con el texto: «another one bites the dust» (otro más que muerde el polvo). Escuchada en retorno nos convoca amablemente con esta lectura: «Decide to smok marijuana» (decídete a fumar marihuana).

        En la música rock de la década del sesenta se utilizaron muchas técnicas subliminales, no sólo para fomentar el consumo de drogas como forma de evasión del mundo circundante, sino también para fomentar el culto a las sectas satánicas. Hay que recordar que este movimiento se enmarca en los duros momentos de la guerra de Vietnam y simultáneamente al movimiento hippie, fundamentalmente en Europa y América del Norte, que proclamaban la liberación existencial del individuo.

        Los famosos Beatles no estuvieron ajenos a estas técnicas; para citar sólo un ejemplo, basta mencionar que la conocida canción Lucy in the Sky with Diamonds no es más que un juego de palabras cuyas iniciales son exactamente LSD, el nombre de una de las drogas más de moda por aquellos tiempos.

        Es necesario destacar que en idioma inglés existen más condiciones fonéticas para facilitar este tipo de lectura que en español, lo cual se debe a la forma peculiar de la gramática inglesa al organizar las vocales y las consonantes. No obstante, en español pueden encontrarse también buenos ejemplos en el material en video que ya hemos referido.

        Contextualización. Basta colocar ciertos sonidos acompañantes a los textos iniciales para lograr cambiar el sentido de las palabras; el contexto puede cambiar sustancialmente el significado del texto.

        El sonido de agua que corre, por ejemplo, confiere una connotación de serenidad a un texto cualquiera, mientras que el revolotear de pájaros puede ser interpretado como índice de libertad personal.

        Existen diferentes tipos de contextos para cada mensaje. El contexto perceptual es el mundo sensorial en que se enmarca el mensaje. El cultural son las actitudes, valores y convicciones denotadas a partir de los códigos y actitudes del público. El contexto de origen está dado por los mensajes que sincrónicamente se general y llegan paralelamente al receptor. El estilístico es muy importante, ya que está determinado por la costumbre o hábito del sujeto en la forma de descifrar otros mensajes similares, es decir, a los que ya está acostumbrado. El del lenguaje está conformado por el uso de palabras o gestos que corren paralelos al mensaje propuesto; este tipo de contexto se emplea mucho en los grupos musicales, ya que una canción con una letra supuestamente insignificante, adquiere una connotación excepcional al combinarse con ciertos gestos en la escena.

        En el libro Profesión: comunicador ya mencionamos los resultados de un experimento en que cambiando los sonidos del contexto podíamos alterar totalmente el significado del diálogo que producía.20

        Asociación fonética. El uso de palabras cuyos sonidos sean similares al de otras que para el sujeto tengan una connotación muy definida, surten en él efectos muy especiales.

        De esta técnica se ha abusado, desde tiempos inmemoriales, por los cantantes de música popular cubana en los bailes públicos; esto se ha hecho obviamente sin fundamentación científica alguna, sustentado simplemente por la intuición empírica.

        Podríamos enumerar infinidad de canciones con letras nada poéticas que se entonan en concentraciones multitudinarias y que, al calor del momento, cambian su letra como por arte de magia para convertirse en enunciados que traspasan lo erótico.

        Muchas canciones populares se sustentan en esa trampa. Cualquier cubano de inteligencia promedio sabe lo que se pretende cuando escuchamos un texto que dice: «a María le gusta la piña pelá…», o aquello otro que estuvo muy de moda hace algunos años, de «…agua a la candela que quema el pollo…»

        En el momento en que se escucha, por su parecido con palabras obscenas que todo ciudadano conoce, se produce la sustitución mental. Cuando la euforia o el alcohol aumentan, las palabras se sustituyen abiertamente, sin el menor pudor.

        Muchas de las técnicas descritas han sido empleadas en los diferentes medios de difusión, pero en muy pocos casos se ha demostrado la verdadera eficacia de los procedimientos, ya que existen muy pocos reportes de investigaciones en que se describan resultados. De cualquier forma, por el solo hecho de su existencia, es necesario conocerlas y estudiarlas.

Las técnicas olfativas

Poco se han divulgado los mensajes subliminales a través de las vías olfativas. Nada o casi nada se conoce de estas técnicas de ocultación de información al cerebro humano y sin embargo, está ampliamente demostrado desde el punto de vista científico que el fenómeno existe y que surte efectos importantes.

        Mucho se ha avanzado en la fundamentación científica de este hecho; se sabe que el organismo humano segrega cierto[s] tipos de compuestos llamados feromonas que son sustancias mensajeras, «conocidas también como transmisores de excitaciones y tienen mucho en común con las hormonas, ya que al igual que estas son sintetizadas por glándulas y actúan en cantidades increíblemente exiguas, pero no son vertidas en la sangre, como las hormonas, sino al exterior».21

        Algunos especialistas las han llamado hormonas sociales,22 y a ellas se les atribuye un buen número de comportamientos instintivos. Las feromonas pueden considerarse como una aproximación positiva al desarrollo de un lenguaje basado en los sentidos químicos. «Estas sustancias odoríferas, elaboradas generalmente en las regiones oro-anal y uro-genital de los animales, son compuestos peculiares y característicos de cada especie. Funcionalmente podemos diferenciar dos categorías: las feromonas liberadoras, que inician modelos de conducta específicos, sirven como poderosos atrayentes sexuales, marcan territorios o pistas, provocan reacciones de alarma o la agregación de los individuos y las feromonas iniciadoras o cebadoras que disparan cambios metabólicos o fisiológicos.»23

        Se conoce ampliamente el efecto que están sustancias producen en determinados insectos y en otros animales, ya que ellos actúan en muy diversas formas como transmisores de información. Estas sustancias olorosas estimulan varias células sensoriales a la vez y generan determinados patrones de excitación; entre las hormigas existen feromonas de alarma que pueden provocar, por ejemplo, la fuga o el ataque. «Al aplastar una hormiga contra el marco de una ventana, estamos esparciendo esa sustancia repelente (horripilante) de una glándula cefálica. Esta sustancia provoca un estado de excitación en cualquier congénere que se acerque casualmente al sitio, previniéndolo y haciéndole emprender la fuga.»24

        De la misma manera, el ácido fórmico segregado por los miembros de la comunidad cuya función es ir en busca de los alimentos, sirve para que todas ellas se agrupen, en perfecta formación, sobre la línea que permanece como trazada imaginariamente sobre el suelo. Si se borra la línea directriz de esa sustancia con un poco de alcohol, las hormigas quedarán dispersas sin rumbo. Si por el contrario, esparcimos ácido fórmico con un atomizador, todas andarán arbitrariamente en cualquier dirección y no encontrarán jamás el camino o el regreso al hormiguero.

        Para los vertebrados el olfato reviste mucha más importancia que para los insectos. En la vida de los mamíferos aparecen algunos fenómenos que hasta fecha muy reciente no se sabía con certeza q qué eran debidos; «hoy se ha visto que muchos de estos son causados por sustancias semejantes al almizcle, solas o en combinación con otras, que aparecen en muchas de las funciones del animal.»25

        El efecto de las feromonas sobre los seres humanos había sido observado desde hace mucho tiempo por la ciencia. Es conocido por todos los especialistas cómo se produce la sincronización del ciclo menstrual en mujeres que conviven en una misma habitación, entre hermanas, o entre estudiantes que residen en un internado. Incluso se había observado que en algunos casos, las mujeres de la casa pueden actuar de forma interactiva en su menstruación con la perra mascota y cuando esta menstrúa, la mujer comienza su ciclo o al menos, se producen desórdenes. Igualmente se ha descrito que en establos donde hay muchas hembras juntas, el celo se puede propiciar introduciendo en él hembras que estén listas para la cópula.

        Esto se debe al olfato. En el hombre como especie, el olfato no es de los sentidos más desarrollados, aunque «toda la superficie olfativa, que no es mayor que una moneda de un centavo, posee entre diez y veinte millones de células sensoriales alargadas.»26

        Los estudiosos de las técnicas subliminales parten del supuesto que en todas las especies de mamíferos los estrógenos ponen a la hembra de los animales lista para el apareamiento y por lo tanto, el estro es la sustancia mensajera que avisa a los machos de las especies que el receptor está listo para tal función. Este es el mecanismo primario en animales más simples, que pueden complementarse con otras manifestaciones que van desde la modificación de los genitales externos hasta las danzas rituales seductoras.

        En la especie humana tiene que haber, al menos como hipótesis, reductos de tales comportamientos y eso es lo que pensaron los diseñadores de las técnicas olfativas subliminales. El estudio de antiguas escrituras egipcias proporcionó las claves iniciales, ya que se pudo comprobar que se atribuía al almizcle una propiedad particularmente excitante y erótica. También en algunos de los rituales de la antigüedad se relataba que el hombre, antes del matrimonio, debía sostener un paño bajo sus axilas durante varios días, que era colocado sobre la nariz de la esposa en el momento de las nupcias para favorecer la unión carnal, a manera de un afrodisiaco.

        Andando y andando por esta vía pudo comprobarse que efectivamente, existen feromonas humanas que tienen la función de mensajeras del sexo y por su olor semejante al del almizcle, se le bautizó con ese mismo nombre comercial, que en inglés se escribe musk.

        Aunque las feromonas se categorizan en muy variados grupos de sustancias, parece que atrayentes sexuales son aquellas con compuestos entre 10 y 17 átomos de carbono, con un peso molecular entre 180 y 300; sólo los de este o mayor tamaño pueden cumplir los requisitos de atrayentes sexuales.27

        Una de las sustancias ha sido descrita por el biólogo francés J. Le Magnen como un exaltoide: «la lactona sintética del ácido 14-hidroxiletradecanoico, que puede ser percibido solamente por las mujeres sexualmente maduras y especialmente durante la ovulación.»28

        Los hombres son casi insensibles, al igual que las mujeres jóvenes. Lo interesante es que los hombres aumentan su sensibilidad para el olor al recibir una inyección de estrógenos o al estar sexualmente excitados.

        Cierto alcohol volátil de olor almizcleño, afín a la testosterona, el 5 alfa 16, androstén 3 alfa-ol, actúa como una feromona humana y está presente en la orina y el sudor del hombre, aunque curiosamente se encuentra en diversas secreciones del cerdo macho no castrado, al que comúnmente llamamos en Cuba verraco. Estos compuestos fueron aislados de la orina humana desde 1950. Hoy se sabe que «las tres sustancias son sintetizadas por el testículo humano y migran hacia las glándulas sudoríparas axilares, donde son segregadas con el sudor.»29

        En experimentos realizados en 1978 en la Universidad de Birmingham, se hizo respirar vapores de estos compuestos a hombres y mujeres y se les pidió que otorgaran calificativos a unas fotos de mujeres, no desnudas, que se les mostraban. Se pudo comprobar que los sometidos a los olores de las feromonas atribuían adjetivos significativamente elevados en su comportamiento erótico.

        Quizás muchas personas han olido alguna vez las feromonas, ya que pueden ser perfectamente identificables si se pasa el dedo entre el testículo y el muslo, en la región inglinal, luego de una gran excitación sexual, o un día de trabajo físico duro. Es lo que muchas mujeres y ciertos escritores han llamado olor de hombre, que nada tiene que ver con la falta de higiene, ni con los residuos de la orina. Este olor, por sí solo, actúa como excitante sexual.

        Hechos estos descubrimientos, sólo faltaba sintetizarlo artificialmente para su producción industrial y ponerlo en los perfumes, mezclado con las costosas fragancias de las firmas más renombradas, a las que se añade como contraseña la palabra musk.

        El principio sicológico es fácil de comprender: el sujeto gasta su dinero en costosos perfumes probablemente para seducir a su pareja; el olor de la feromona artificialmente elaborada está en la fragancia y envía sus mensajes al cerebro, el cual se agudiza en la medida en que se produce una reacción cíclica. El olor desencadena una cierta excitación y hace generar feromonas. Al ser olidas, la otra persona también se excita y las segrega en mayor cantidad; si esto se produce en una velada donde hay alcohol de por medio, las defensas racionales disminuyen, el componente emocional se desata y el efecto puede ser muy sorprendente.

        Ya se encuentran en los mostradores de las perfumerías innumerables productos con la etiqueta musk impresa junto a sus marcas y ellas no son más que el indicador de que feromonas artificialmente elaboradas han sido mezcladas a las fragancias para propiciar efectos sexuales secundarios por la vía subliminal.

        Normalmente el sujeto ignora esto y probablemente ni siquiera identifique el olor de las feromonas mezclado con los codiciados perfumes, pero se supone que el efecto se produzca aunque se ignore el componente. Esta es la técnica de paso de información oculta por vía olfativa más conocida.

        El enmascaramiento de olores consiste en esconder olores de feromonas mensajeras desencadenantes en ciertas sustancias tales como perfumes, ambientadores, cremas corporales y otros productos, para desencadenar en el sujeto reacciones subconscientes instintivas, ajenas a su voluntad.

Las técnicas táctiles o quinestésicas

De la misma manera que por la vía visual o auditiva, podemos pasar información al cerebro por la vía de las sensaciones quinestésicas. Esto ha sido aprovechado en la fabricación de tejidos y de ciertas cremas corporales. Entre las técnicas más frecuentes de ocultación quinestésica, están:

        Las sensaciones placenteras. Consiste en provocar ciertas sensaciones placenteras para el sujeto con objetos o tejidos, de manera que el individuo busque el producto inconscientemente con tal de recibir una alta satisfacción sicológica.

        Con este principio se han elaborado fibras sintéticas y tejidos con los cuales se confeccionan prendas de vestir que el sujeto llevará cómodamente. Sin poder explicar las razones, probablemente no quiera desprenderse de ellas, ya que los tejidos provocan la misma sensación textil, por ejemplo, del contacto con otra piel. En algunas personas esto despierta sensaciones eróticas, pero en otras, tímidas o temerosas, pueden activar la sensación sicológica de protección, porque les hace pensar que se encuentran acariciados o en manos de otra persona que los cobija.

        Asociación de estimulaciones simultáneas. El bombardeo simultáneo de estímulos quinestésicos conocidos por el sujeto hace que todos ellos se complementen y adquieran nuevas connotaciones secundarias inesperadas.

        Esta ha sido la causa de que muchos fabricantes de jabones líquidos, champúes y cremas corporales cambiaran sus línes de producción y sus envases.

        Se supone que el momento del baño es el período más vulnerable para esta técnica, ya que el sujeto se encuentra desnudo, lo cual es un acto de liberación en las condiciones sociales de la actualidad y además, se frota su propio cuerpo, que es una acción que en cierta forma tiene componentes eróticos y narcisistas.

        Justo en ese momento, la persona toma ingenuamente el frasco de acondicionar para el cabello y encuentra una sensación táctil semejante a la de un pene erecto (por el diámetro, la temperatura y la consistencia del frasco), luego se vuelca en la mano un poco del producto y siente al tacto la misma sensación que si hubiera puesto un poco de semen (por la consistencia viscosa y la densidad) y se frota con él.

        A los efectos del subconsciente, este baño resultará en cierta forma excitante y mucho más estimulante en la medida en que la persona tenga un componente sexual más reprimido. Por estas razones, la mayor parte de las firmas productoras cambiaron sus envases de vidrio y metal por un tipo de plástico muy especial, cuya potencia calorífica los hace cálidos al tacto y con cierta dureza muy rebuscada. Por las mismas causas, variaron la consistencia líquida de los productos y los transformaron en densos y pegajosos; de igual forma sufrieron transformaciones los frascos en términos de longitud y diámetro.

        Hubo corrientes semejantes que transformaron en quinestésicamente fálicas la forma de muchos objetos ordinarios, desde el mango de los cuchillos que el ama de casa manoseaba todo el día, hasta el auricular de los teléfonos.

Las técnicas gustativas

Poco o nada se sabe de las posibilidades de transmitir estímulos subliminales a través del sentido del gusto. Ha sido poco estudiado el asunto y a la vez, es demasiado difícil enmascarar sensaciones en algo tan complejo como el paladar gustativo del hombre. No se descarta la posibilidad de que existan formas de actuar sobre nuestro subconsciente y quizás ya se ha hecho, pero hasta el momento no tenemos tal información.

        Hasta aquí hemos relacionado las técnicas más usuales de transmitir información a través de mensajes ocultos en lo que a técnicas subliminales se refiere. Algunos tienen valor, simplemente, como elementos teóricos de información; otros no han sido demostrados; los menos se emplean cotidianamente y los más, quedan en espera de investigaciones futuras de otras ramas de la ciencia para su completa fundamentación.

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(*) Vicente Gonzales Castro. Las trampas de los sentidos. Información subliminal. Editorial Pablo de la Torriente. 2000.
(12) W. Bryan Key. Seducción Subliminal. Ver capítulo «El síndrome de Playboy».
(13) Todas las figuras que aparecen en el libro fueron tomadas de diferentes revistas.
(14) Revista Playboy no 127, febrero de 1986, ed. en portugués. p. 55 y 56.
(15) W. Bryan Key. Op. cit. p. 54
(16) Este ejemplo puede verse en Seducción subliminal, p. 54, o del autor en Profesión: comunicador, p. 172, publicado por la Ed. Pablo de la Torriente.
(17) Tomada de Playgirl, July 1989, p. 42.
(18) G. Norbis. Didáctica y estructura de los medios audiovisuales. Ed. Kapelusz. Buenos Aires, 1971, p. 15.
(19) Se trata de un video producido por una institución religiosa mexicana de tipo protestante, titulado La música rock, investigación y crítica, que ha tenido una amplia circulación en algunos países. El material asume posiciones muy extremistas ante el rock, a quien ve prácticamente como culto satánico, de la misma manera que a las preferencias sexuales que ellos llaman anormales, pero su valor fundamentalmente radica en los excelentes ejemplos que proporciona sobre lectura a la inversa.
(20) Ver Profesión: comunicador, p. 118.
(21) Ver Animales en el experimento, de Paul Raths y Gustav Adolf Biewald. Ed. Científico-Técnica. La Habana, 1988, p. 242.
(22) William S. Hoar. Fisiología general y comparada. Ed. Omega, Barcelona, 1978. P. 70.
(23) Id. P. 521.
(24) Paul Raths. Op. Cit. p. 245.
(25) Jorge Juárez Vea. «Feromonas: olor y comunicación», en revista Elementos, n0 12, año 3, vol. 2, UNAM, México, p.39.
(26) Paul Raths, Op. Cit. p. 240.
(27) Jorge Juárez Vea. Op. cit. p. 37.
(28) Edward O. Wilson. «Feromonas», en Selecciones del Scientific American, mayo de 1963, Blume, Madrid, 1976, p. 145.
(29) Jorge Juárez Vea. Op. cit. p. 41.

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