El rol de la guerrilla
peruana en el proyecto guerrillero continental del Che
Jan
Lust
Es un hecho conocido que uno de los principales objetivos
de la guerrilla del Che en Bolivia era servir como un catalizador y un centro
de formación para la lucha guerrillera en el resto de América Latina. Sin
embargo, las investigaciones sobre la relación concreta entre la guerrilla
boliviana y los intentos guerrilleros que surgieron en otras partes de América
Latina como consecuencia de la lucha en Bolivia son inexistentes o no han sido
difundido ampliamente. Eso es muy curioso porque en su Diario Guevara habla sobre la internacionalización de la guerrilla.
Además, también en las comunicaciones entre Guevara y La Habana durante la
guerrilla boliviana la dinámica revolucionaria internacional de la guerrilla en
Bolivia fue mencionada (Soria, 2005).
Se ha sugerido que el Che quería lanzar una lucha
guerrillera en Argentina sobre la base de las columnas guerrilleras que se
estaban desarrollando en Bolivia (Estrada, 2005: 12; Suárez, Zuazo y Pellón,
2006; Castañeda, 1997: 419; Debray, 1978: 74-75, Anderson, 2010: 643, Gleijeses, 2007: 171, 237).
Consideramos, sin embargo, de acuerdo con Harry Villegas (1997: 33), uno de los
sobrevivientes de la guerrilla boliviana y también conocido como Pombo, que no
sólo Argentina sino también Perú formó parte de los planes guerrilleros
continentales del Che.
Sorprendentemente, la importancia del ELN peruana para el
proyecto guerrillero del Che parece ser ignorado por la literatura sobre la
guerrilla del Che. Biógrafos como Anderson (2010), Taibo II (2006), Castañeda
(1997) Kalfon (1997) y O 'Donnell (2003) han dado escasa atención a la relación
entre el ELN peruano y boliviano. Más específicamente, ninguno de estos
biógrafos menciona el intento guerrillero peruano en el departamento de Puno,
ubicado cerca de la frontera con Bolivia, aunque deberían haber tenido acceso a
las comunicaciones entre Guevara y La Habana que se refieren a este intento
guerrillero. Además, en el Diario podemos,
incluso, encontrar una ckara referencia al supuesto intento guerrillero en
Puno. El 2 de diciembre de 1966, Guevara (1977a: 32) escribió: “También
decidí darles apoyo para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar
las armas a una región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca”. Por supuesto, su objeto de estudio no era el proyecto
guerrillero continental de Guevara sino el hombre mismo. Sin embargo, es
curioso descubrir que una de las biografías anteriores menciono el intento
guerrillero en Puno (Lavretsky, 1974: 318).
En este artículo se describe el papel del ELN peruana en
el proyecto guerrillero continental de Guevara. El objetivo inicial del Che fue
fortalecer la lucha guerrillera en el Perú dirigido por el ELN en el
departamento peruano de Ayacucho. La idea de desarrollar la guerrilla
boliviana, sin embargo, surgió después de la derrota del ELN peruana en
diciembre de 1965. Esta derrota no implicaba el fin del rol del ELN peruano en
el proyecto guerrillero continental del Che. De hecho, en el mismo período que se
levantó la guerrilla boliviana, también en el departamento peruano de Puno cerca
de la frontera con Bolivia se intentó construir una fuerza guerrillera.
Nuestros argumentos se basan en una revisión bibliográfica y entrevistas y correspondencia
con exmilitantes del ELN peruana. El mapa que acompaña este artículo visualiza
el papel estratégico del Perú para la guerrilla boliviana y, más en particular,
el rol estratégico de la guerrilla peruana en el departamento de Puno.
Este artículo está estructurado en seis partes. En la
primera parte se presentan las ideas de Guevara con respecto a la necesidad de
una lucha guerrillera continental. La segunda parte ofrece una breve reseña de
la aparición y evolución del ELN peruana y su relación con Cuba desde
septiembre de 1962 hasta su derrota en diciembre de 1965 en el departamento de
Ayacucho. La tercera parte discute el objeto principal de la guerrilla del Che:
Perú o Bolivia. Con el fin de poner este tema en perspectiva, hemos incluido
una narración sobre las supuestas relaciones entre la guerrilla boliviana y
guerrilleros argentinos. En la cuarta parte analizamos la ubicación de la
guerrilla boliviana y en la quinta parte describimos las intenciones del ELN
peruano para construir una guerrilla en el departamento peruano de Puno, es
decir, en la provincia de Sandia. Por último, en la sexta parte presentamos
nuestras conclusiones.
1. El proyecto
continental guerrillero del Che Guevara
El desarrollo de las ideas del Che sobre
la lucha revolucionaria continental se remonta a principios de la década del
sesenta. Ulises Estrada, un internacionalista cubano, escribe que desde 1961 el
Che comenzó a hacer planes que le debería permitir desencadenar la lucha armada
revolucionaria en otros países, en particular en la Argentina (Estrada, 2005: 12).
En su discurso con motivo del 152.o
Día de la Independencia de la Argentina, el 25 de mayo de 1962, el Guevara (1962) no dejó ninguna duda de que la revolución debería tener
un carácter continental.
La necesidad de organizar la resistencia revolucionaria a
nivel continental tenía que ver, además, de acuerdo con Guevara (1977b:
247-248), que el imperialismo estaba preparando la represión contra los pueblos
latinoamericanos y a eso se debería responder conjuntamente. Mientras más
frentes guerrilleros fueron abiertos, más difíciles eran para ser combatidos.
En 1962, Guevara escribió el texto “Táctica y estrategia
de la revolución latinoamericana”. En este trabajo, que se publicó el 6 octubre
de 1968 en la revista cubana Verde Olivo,
Guevara (1977c: 237-238) decía que los Estados Unidos harían todo para destruir
el poder revolucionario. Eso haría difícil que la victoria se lograría en un
país aislado. Por eso, según el Che, “a la unión de las fuerzas represivas debe
contestarse con la unión de las fuerzas populares. En todos los países en que
la opresión llega a niveles insostenibles, debe alzarse la bandera de la
rebelión y esta bandera tendrá, por necesidad histórica, caracteres
continentales”.
La lucha contra el imperialismo solamente podía tener
éxito, dijo Che Guevara (1977d: 367), cuando se la lleve a cabo en todo el
mundo porque “hay que tener en cuenta
que el imperialismo es un sistema mundial, última etapa del capitalismo, y que
hay que batirlo en una gran confrontación mundial. La finalidad estratégica de
esa lucha debe ser la destrucción del imperialismo”. Crear “muchos Vietnam” podría dividir las esfuerzas enemigas. Como
un paso táctico en la lucha revolucionaria, Guevara (1977d: 371) proponía “la
liberación gradual de los pueblos, uno por uno o por grupos, llevando al
enemigo a una lucha difícil fuera de su terreno; liquidándole sus bases de
sustentación, que son sus territorios dependientes”.
El ataque al imperialismo en las naciones en Suramérica debería
ejecutarse, según Manuel Piñeiro, ex jefe del Departamento de América Latina
del Ministerio del Interior de Cuba, en base a una columna madre que se
fundaría en Bolivia. Columnas guerrilleras que se desprenderían como resultado
de la guerrilla boliviana liderado por el Che podrían provocar “una alianza
entre los gobiernos y los ejércitos de los países fronterizos, apoyados por el
imperialismo” y, como consecuencia, contribuiría a la propagación de la lucha
armada revolucionaria en la región” (Suárez,
Zuazo and Pellón, 2006: 50).
El proyecto continental guerrillero del Che no fue,
sin embargo, un asunto muy centralizado. Según Debray (1978: 75) “las fuerzas del Che se limitarían en muchos casos a
realizar la conjunción, ya que no física al menos política, con las fuerzas y
los frentes guerrilleros implantados ya en su periferia, bien para reforzarlos
o para coordinarlos […]”.
2. El surgimiento y la evolución del ELN peruana y sus
relaciones con Cuba
El
ELN peruana fue fundado en septiembre de 1962. Surgió del deseo de los jóvenes
peruanos por seguir el ejemplo de la Revolución Cubana. Eran personas que
habían salido por voluntad propia o que fueron expulsados del Partido Comunista
Peruano (PCP). También había estudiantes becados por el Gobierno cubano que, impresionados
por los éxitos de la Revolución Cubana, se motivaron para organizar la
guerrilla. Además había gente que vino de otras organizaciones.
Es
importante hacer hincapié en la formación del ELN en Cuba, ya que ayuda a
comprender las relaciones específicas entre el ELN y el gobierno cubana. Por
esta razón, no puede ser una sorpresa que, más adelante, el ELN peruana fue
completamente insertada en el proyecto guerrillero continental del Che.
El
ELN ha pasado por tres fases. La primera comenzó en 1961, cuando algunos
exmiembros del PCP viajaron a Cuba con el fin de prepararse para la lucha
armada en el Perú. Este período termina con la primera derrota del ELN en mayo
de 1963 en la ciudad peruana de Puerto Maldonado. Esta primera fase fue
organizada en cooperación con el gobierno cubano.
La
idea era que los peruanos viajarían a La Paz (Bolivia) y desde allí cruzarían
la frontera con Perú para establecer unidades guerrilleras en los departamentos
de Cerro de Pasco, Junín y Cusco. En ese momento, en estos departamentos, los
movimientos campesinos libraron fuertes batallas por la tierra (entrevista,
Elías, 2003, 14/05/2003; entrevista, Béjar, 24/03/2003; entrevista, Guevara,
12/11/2005; entrevista, Márquez, 25/05/2005). En La Paz, Cuba había instalado
una base de apoyo con miembros del Partido Comunista Boliviano (PCB), la
Juventud Comunista Boliviana (JCB) y con los cubanos como Ulises Estrada y
Orlando Pantoja (entrevista, Béjar, 31/03/2003; 09/06/2003; Kohan, 2005: s.p.).
Los
guerrilleros peruanos no llegaron a su destino porque en mayo de 1963 su
vanguardia había sido sorprendida por la policía en la ciudad fronteriza
peruana de Puerto Maldonado. Durante un tiroteo el poeta y guerrillero Javier
Heraud murió.
La
segunda fase del ELN se inició con un proceso de reestructuración y una
evaluación de la primera experiencia guerrillera. Como parte del proceso de
evaluación, el cuadro del ELN Néstor Guevara viajó a Cuba para conversar con el
Che sobre lo que había sucedido en Bolivia y Puerto Maldonado (entrevista, Guevara,
12/11/2005; Presencia, 1968: 6). En esta fase, en septiembre de 1965, el frente
guerrillero Javier Heraud fue creado en el departamento de Ayacucho. Este
período cierra en diciembre de 1965 cuando el ELN es derrotado en la provincia
de La Mar del mencionado departamento.
La
decisión de continuar la lucha guerrillera obligó al ELN hacer una
investigación. De hecho, desde 1962, cuando el ELN fue fundado y se decidió
construir unidades guerrilleras en los departamentos de Cusco, Junín y Cerro de
Pasco, Perú había cambiado mucho. La democracia parlamentaria había regresado y
el nuevo presidente, Fernando Belaúnde (elegido en junio de 1963), propuso una
reforma agraria.
La
investigación llegó a la conclusión de que no era posible organizar una
guerrilla en el Cuzco y que el campo de acción futuro debería estar en la
provincia de La Mar del departamento de Ayacucho (entrevista, Béjar,
24/03/2003; entrevista, Dagnino, 26/12/2003; entrevista, Elias, 20/08/2008).
En
abril de 1965, unos 20 militantes del ELN viajaron a La Mar con el fin de
establecer el frente guerrillero Javier Heraud (entrevista, Béjar, 31/03/2003;
14/07/2008; entrevista, Elías, 13/06/2003; entrevista, Ruíz, 21/06/2008;
entrevista, Guevara, 26/07/2008). Cinco meses más tarde, se llevó a cabo la acción
principal del ELN: el ataque y la ocupación de la hacienda Chapi el 25 de septiembre
de 1965. La acción contra la hacienda no fue inesperada porque, según Héctor
Béjar (entrevista, 21/07/2008), “Chapi era el símbolo de la dominación
latifundista en toda la zona”. Además, la acción se había acordó con las
comunidades campesinas de Chungui y Anjo.
El ataque a la hacienda pronto alertó al ejército y así
apareció en octubre de 1965, “las primeras patrullas del ejército, pequeños
grupos móviles que aparentan ser guerrilleros” (Bejar, 1969: 90) se presentó. Después del ataque a Chapi varias
otras haciendas fueron asaltadas y “vaciadas”.
El 17 de diciembre de 1965 se llevó a cabo una batalla
con el Ejército. Esta batalla fue decisiva y se produjo justamente cuando la
guerrilla estaba preparándose para dejar el departamento de Ayacucho y,
curiosamente, para ir al departamento de Cuzco, donde a finales de octubre una
unidad de la guerrilla del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
dirigido por Luis de la Puente fue diezmada. Sólo Héctor Béjar y el militante
del ELN Edgard de la Sota lograron escapar del combate mortal (entrevista,
Béjar, 04/08/2008).
La tercera fase se inició después de la detención de
Héctor Béjar en febrero de 1966 y abarca el período 1966-1967. Esta fase es
describe en este artículo.
3. Bolivia,
Argentina y Perú
El rol de Bolivia en el proyecto revolucionario
continental del Che fue de valor estratégico. Allá era donde la “columna madre”,
mencionada por Manuel Piñeiro, debería construirse, o como Fidel Castro (1977:
11-12) escribió: “la guerrilla en Bolivia fuese escuela de revolucionarios que
harían su aprendizaje en los combates”. Manuel Piñeiro escribe además: “En su
perspectiva -del Che Guevara-, esa guerrilla debía
resultar en una escuela de formación de cuadros latinoamericanos, sobre todo
del Cono Sur -entre ellos argentinos-, que propiciara
extender la lucha armada a otros países fronterizos. A la vez, le permitiría
acumular fuerzas políticas y militares y esperar por la ocasión más oportuna
para continuar hacia su país natal. Ello dependería del desarrollo y
crecimiento de la columna madre asentada en Bolivia. Sin ella, no era posible
seguir hacia Argentina, donde también se había instalado una sanguinaria
dictadura militar, apoyada por Estados Unidos y repudiada por los sectores más
combativos del pueblo argentino. De una manera realista, el Che analizó que si
a partir de Bolivia surgían y evolucionaban otras columnas guerrilleras,
conformadas por combatientes de diversas naciones del Cono Sur, esto provocaría
como reacción una alianza entre los gobiernos y los ejércitos de los países
fronterizos, apoyados por el imperialismo. Ello contribuiría a la propagación
de la lucha armada revolucionaria en la región, la cual se tornara un escenario
de cruentas, largas y difíciles batallas que más tarde o temprano llevaría a la
intervención yanqui. Eso sería, por tanto, otro de los Vietnam a los que él
convocó en su histórico Mensaje a los pueblos del mundo a través de la
Tricontinental” (Suárez, Zuazo y
Pellón, 2006: 29-30).[1] Régis Debray, quien en
Bolivia investigaba dónde exactamente se podía construir con éxito la «columna madre» de la guerrilla
latinoamericano, escribe que la estrategia del Che no tenía a Bolivia como
objetivo (Debray, 1978: 69).[2] Debray (1978: 69-70):
“A lo más, podían cuestionar las posibilidades tácticas para un “foco”
guerrillero, de superar en un primer estadio las dificultades de implantación.
Y el Che, que pensaba siempre más como estratega que como táctico, no tenía
razón alguna para considerarlas impedimento. [...]
En este país -Bolivia- como acabamos de ver, el camino más corto para “llegar
al poder” no pasa por el campo, y no tiene por punto de partida, en todo caso,
una zona rural semidesierta; aunque solo fuera porque el campesinado no es -y menos todavía, desde
la reforma agraria- la fuerza motriz de la revolución boliviana. [...]
Al elegir un teatro de operaciones tan alejado
geográficamente de los centros del poder político, el Che revelaba a la vez que
se había dado un campo históricamente distinto. Al tomar así sus distancias, en
todos los sentidos de la palabra, respecto de las luchas políticas bolivianas y
respecto del terreno en el que acostumbran a decidirse -la insurrección urbana vinculada al complot militar-, hacía retroceder los hitos de un horizonte limitado a
un asunto que él consideraba como provinciano: si América Latina es la “Patria
Grande” en potencia, las “patrias chicas” que la componen no son jamás otra
cosa que provincias. [...] En efecto, el Che no tenía como objetivo inmediato la
toma del poder, sino la construcción previa de un poder popular materializado
por su instrumento de acción, de una fuerza militar autónoma y móvil. En su
concepción, la construcción del poder popular se anteponía a la toma del poder
en Bolivia, derivada en el tiempo y secundaria en importancia.”
La
concepción estratégica del Che no significaba, según Régis Debray, que las
organizaciones guerrilleras que deberían crearse en América Latina, solo
podrían derivarse de la “columna madre”. En su libro La guerrilla del Che, escribe que el Che “se basaba, antes que
nada, en una situación en vías de conformación por entonces. Aquella red, en
efecto, no iba a tejerse únicamente a partir de su centro boliviano, sino
simultáneamente, en varios tramos. Las fuerzas del Che se limitarían en muchos
casos a realizar la conjunción, ya que no física al menos política, con las
fuerzas y los frentes guerrilleros implantados ya en su periferia, bien para
reforzarlos o para coordinarlos […]” (Debray, 1978: 76). Según Harry Villegas,
uno de los objetivos del Che Guevara era coordinar el movimiento revolucionario
en la parte sur de América Latina (Waters y Madrid, 1997: 21).
La construcción de una serie de unidades guerrilleras en
toda América Latina era una actividad planeada. En Cuba, el Che Guevara ya
habría elaborado planes acerca de este objetivo (Castañeda, 1997: 418-419).
Régis Debray (1978: 74): “[...] cuando la columna de Fidel hubo alcanzado sus
máximos efectivos habida cuenta de los recursos de la zona y de sus necesidades
de movilidad, se destacó de ella la columna de Raúl -Castro-, en los comienzos de
1957, para ir a abrir el segundo frente en el norte de la provincia de Oriente,
y después se destacaron la de -Juan- Almeida en la periferia de Santiago, en marzo de 1957, y
en agosto de 1958 las dos columnas del Che y de Camilo -Cienfuegos- hacia Las Villas, de la
misma manera debían destacarse de la columna de Ñancahuazú, cuando esta hubiera
alcanzado su punto de congestión, una pequeña columna hacia el segundo frente
boliviano de Chapare, al norte de Cochabamba, y después otro para abrir el
tercer frente del Alto Beni, al norte de La Paz (las dos tenían ya sus
responsables designados en el seno de la guerrilla, aunque todavía no públicamente).
El conjunto de estos tres frentes articulados habría de constituir entonces el
foco central boliviano. De allí, en un segundo tiempo, habrían de partir
diversas columnas hacia los países vecinos […].”[3] El autor mexicano Jorge Castañeda (1997: 419), tiene una
versión más detallada de lo que se refiere al surgimiento de las columnas
guerrilleras. “Para el 20 de diciembre -de 1966- habrían arribado la
totalidad de los cubanos seleccionados así como sesenta bolivianos; con este
núcleo inicial se crearía, más que un foco guerrillero, una especie de escuela
de cuadros de la guerrilla latinoamericana. Las características del campamento
debían entonces ser más bien el sigilo, la impenetrabilidad y el aislamiento, y
no tanto la inmersión en zonas campesinas pobladas con propósitos de
reclutamiento u obtención de víveres. A principios de 1967, se lanzaría un
llamado a las direcciones revolucionarias latinoamericanas, para que enviaran a
sus mejores cuadros, por las vías de acceso facilitadas por el PCB y Mario
Monje. Del campamento inicial partirían diversas columnas nacionales en
dirección a sus propios países, en excursiones de entrenamiento y
reconocimiento más que de combate; al cabo de varios ensayos, se internarían en
sus respectivos países, el Che conduciendo a la columna Argentina.”
Argentina y Perú formaron los puntos de lanza dentro de
la concepción estratégica del Che. Una vez que la guerrilla en Bolivia se haya
establecido firmemente, se debería empezar a trabajar en otros países. Ambos
países se ubicaban relativamente altos en la lista de prioridades de La Habana,
según la CIA (Gleijeses, 2007: 337).[4] Régis Debray (1978: 74-75): “En dirección de la
Argentina se desplazaría otra columna latinoamericana compuesta también por una
mayoría de argentinos, más importante esta sin duda que la anterior -que se dirigiría al Perú- y cuyo mando le
correspondía tomar al Che, evidentemente, llegado el momento.”[5] Víctor Dreke, un guerrillero cubano quien formó parte
del grupo de cubanos que bajo la dirección del Che luchó en el Zaire (1965),
señala que el Che Guevara había ido al país africano con la intención de
regresar posteriormente a América Latina cuando la situación haya madurada y
para luchar en Argentina (Gleijeses, 2007: 171, 237). Según Juan Pablo Chang
(2004: 473), de acuerdo a su «Informe de Francisco sobre la entrevista con
Ramón y sobre la zona que se encuentra. Diciembre 23 de 1966» el plan era que
desde Bolivia divisiones irían al Perú, Argentina y Brasil. La guerrillera
argentina-alemana Tamara Bunke (Tania), que llegó en noviembre de 1964 a
Bolivia, había recibido el encargo, aparte de recoger información sobre la
situación política en Bolivia, de no perder de vista a las preparaciones de los
levantamientos en los países vecinos, en particular las de Argentina (Anderson,
1997: 643).[6]
El 25 de julio de 1966, Harry Villegas (1997: 33) escribió
en su diario: “El Negro -Mario Monje- había ofrecido cuatro hombres para preparar las cosas en
Argentina o Perú y prometió darnos otros seis.” En un mensaje de Fidel Castro
al Che, enviado el 14 de diciembre de 1966, se lee: “Tu decidirás lo que mejor
convenga de acuerdo al análisis sobre el terreno, esta entrevista contigo -de Mario Monje con
Ernesto Guevara, el día 31 de diciembre de 1966- lo planteé en base a
que tú eras el jefe estratégico de esta operación y que la misma no se podía
determinar donde comenzaría exactamente ya que podían surgir incidentes
imprevistos que obligasen a desarrollarlas en la tierra de Stanislao -Mario Monje y Bolivia- antes que hacia el Sur.”
(Soria, 2005: 237). El día 21 de marzo de 1967, Che Guevara (1977a: 85) escribe
en su diario: “El Pelao -Ciro Bustos-, por supuesto, está en disposición de ponerse a mis
órdenes y yo le propuse ser una especie de coordinador, tocando por ahora solo
a los grupos de Jozamy, Gelman y Stamponi y mandándome 5 hombres para que
comiencen el entrenamiento. […] Si aceptan, deben comenzar la acción
exploratoria en el norte argentino y mandarme un informe.”
Las organizaciones guerrilleras que tendrían que crearse
en Argentina y Perú, debían ser los primeros focos de la resistencia
continental. Solo después del inicio de las acciones de ellas, se empezaría con
los otros países. Régis Debray (1978: 75): “El foco boliviano funcionaría
entonces como un centro de adiestramiento militar y de coordinación política de
las diversas organizaciones revolucionarias nacionales de América Latina. Los
elementos más avanzados de cada país serían sustraídos de su base de origen,
incorporados por un momento al foco boliviano mandado por el Che, y devueltos
después a su base nacional como cuadros político-militares ya formados. Se
multiplicaría así, por reproducción natural, la guerrilla original en varios
puntos del continente.”
En los primeros meses de 1967, se habría
fundado en Argentina un ELN por, entre otros, Marcos Osatinsky y Roberto Quieto
para apoyar a la guerrilla en Bolivia. Con el mismo plan se habrían creado las
Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) (Korol, 2002: s.p.; Pastoriza, 2006: 12;
Punto Final, s.f.: s.p.).[7]
Las organizaciones no entraron en acción. Quizás una de las razones habría sido
la detención de Ciro Bustos en mayo de 1967. Che Guevara (1977a: 116): “Dantón -Régis
Debray- y Carlos -Ciro
Bustos- cayeron víctimas de
su apuro, casi desesperación, por salir y de mi falta de energía para
impedírselos, de modo que también se cortan las comunicaciones con Cuba
(Dantón) y se pierde el esquema de acción en la Argentina (Carlos).” Harry
Villegas señala, sin embargo, que “el Che sabía que si tomábamos el poder -en
Bolivia-,
había que construir un movimiento de base muy fuerte para que al defender su
revolución, Bolivia se tornara en internacionalista. Con la preparación de
todos los peruanos, los argentinos que participaran, iba a ser recíproca la
ayuda. Y saldrían de allí columnas internacionales, junto con los cubanos que
también participaríamos. Entonces la lucha se trasladaría a los grandes
escenarios. Ya en la primera etapa iban a participar los revolucionarios
argentinos, que realmente lo hicieron. Hubo una división argentina que marchó
hacia la frontera y se acercaron en busca de nosotros, también los
revolucionarios brasileños asumieron la responsabilidad de financiamiento
económico.” (Kohan, 2003: s.p.)
En el Perú,
la guerrilla debía reconstruirse completamente. Régis Debray (1978: 38): “El
ELN peruano debía reconstruirse lentamente, y a ello se entregaba con un ardor
metódico Juan Pablo Chang (El Chino), ayudado por los cuadros de su
organización presentes en Bolivia. De todos modos, el combate no podía
reanudarse en el Perú sino a partir de Bolivia, y esta conclusión deducida por
el propio Che hubieron de trasmitírsela Papi y Pombo a los peruanos de La Paz,
a través de Sánchez -Julio Dagnino-, en el mes de junio -de 1966-. Si bien los proyectos
peruanos tan solo se aplazaban, la mala noticia causó en ellos cierto malestar
–decepción y despecho– pronto superado.” Los peruanos que formaron parte de la
guerrilla en Bolivia se unirían -según Régis Debray- después de que la
guerrilla boliviana había alcanzado un tamaño adecuado, a la recién formada
base guerrillera en Ayacucho (Debray, 1978: 38).[8]
En el
período en que el Che desarrollaba sus planes operativos, los guerrilleros del
ELN y del MIR ya habían sido derrotados. La idea de restablecer una base guerrillera
en Ayacucho no era realista. Además, las ambigüedades acerca de lo que
exactamente había ocurrido en Ayacucho contribuyeron a que los mismos cubanos
cambiaran sus planes y en vez de combatir en el Perú iban hacerlo primero en
Bolivia. Los peruanos asimismo, no sabían lo que quedaba de la guerrilla en
Ayacucho. El 2 de diciembre de 1966 el Che escribió que Juan Pablo Chang “cree
que algunos sobrevivientes de la guerrilla están actuando en la zona, pero no
lo saben a ciencia cierta pues no pudieron llegar hasta la zona.” (Guevara,
1977a: 32) Por eso, es un poco extraño leer lo que el Che señaló en su diario
el 20 de marzo de 1967. Él escribió que el líder del ELN peruano “pide 5 mil
dólares mensuales durante 10 meses y de La Habana le dijeron que discutiera
conmigo. Trae además un mensaje que Arturo -René Martínez- no pudo descifrar por
ser muy largo. Le dije que en principio sí, sujeto a que en
6 meses se alzara. Piensa hacerlo con 15 hombres y él como jefe en la zona de
Ayacucho. Convinimos además, en que le recibiría 5 hombres ahora y 15 más, con
algún lapso y les enviaría con sus armas luego de entrenarlos en combate. Él me debe enviar un par de trasmisores de alcance medio
(40 millas) y trabajaremos en la confección de una clave para nuestro uso y estar
en permanente contacto” (Guevara, 1977a: 84). En el mensaje número 4 del Che a
Fidel Castro que debería haber sido escrito en el periodo del 10 al 19 de abril
de 1967, se lee: “Llegaron Dantón -Régis Debray- y Francisco -Juan Pablo Chang- este no sabía cantidad -de dinero- y dejó dinero en La
Paz, pienso darle 30 -mil dólares- y reservar el resto para cuando se alce; luce pocas
condiciones y de carácter para dirigir guerrilla pero eso es cosa de él.”
(Soria, 2005: 232) Además escribe que: “Manden los becados de Francisco aquí;
informen contacto a La Paz, harán primera experiencia en esta zona.” (Soria,
2005: 233) La intención de reorganizar la guerrilla fue mencionada también por
el propio Che en su mensaje a la Tricontinental. Se lee: “En el propio Perú,
con tenacidad y firmeza, nuevas figuras aún no completamente conocidas,
reorganizan la lucha guerrillera.” (Guevara, 1977d: 366)
La reconstrucción de la guerrilla en
Ayacucho nunca se ha llevado a cabo. Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008): “Lo
de Ayacucho prácticamente ya quedó descartado porque todo eso estaba
descubierto por el ejército.” Sin embargo, ciertamente los peruanos tenían
planes para dar nuevamente vida al proyecto guerrillero pero no en el
departamento de Ayacucho. En el Diario
se puede encontrar la siguiente frase al respecto. El 2 de diciembre de 1966
Che Guevara (1977a: 32) escribió: “También decidí darles apoyo -a
los guerrilleros peruanos-
para que enviaran 5 peruanos a establecer enlace para pasar las armas a una
región cercana a Puno, del otro lado del Titicaca.” En el informe de Juan Pablo
Chang (2004: 473) a las autoridades cubanas sobre su conversación con el Che
Guevara en diciembre de 1966, se lee lo siguiente: “Dijo que nosotros podíamos
continuar con nuestros propios trabajos para abrir un frente guerrillero en la
frontera con Bolivia en estrecha coordinación con él. Que en realidad nosotros
debíamos hacer un trabajo de avanzada hasta que la columna de compañeros
nuestros que parta de Bolivia llegue a la mencionada zona.” En 1966, el ELN
peruano empezó a montar una base guerrillera en el departamento de Puno.
4. ¿Bolivia o Perú?
El Che escogió Bolivia como punto de partida para la
lucha guerrillera continental. Sin embargo, se puede encontrar indicios que en
vez de Bolivia tenía al Perú en mente. Pero debido a la falta de claridad
acerca de lo que realmente había pasado en la provincia de La Mar y en qué
estado se encontraba la organización guerrillera peruana después de la
detención de Héctor Béjar, es posible que se hubiera tomado Bolivia como punto
de partida.
En una entrevista con el escritor izquierdista Néstor
Kohan (2003: s.p.), Harry Villegas dice: “Si en la lectura del diario que
escribí en aquella época pudieras apreciar la coyuntura de cómo surgen las
decisiones, te podrías dar cuenta de que realmente el Che no pretendía ir a
Bolivia. El Che pretendía ir a Perú. Cuando nosotros salimos del África, la
línea principal era ir a Perú. Y los bolivianos se comprometen con nosotros en
darnos la ayuda para organizar la manera de ir a Perú o a Argentina. […] Las
instrucciones que a mí me dieron cuando yo salí de Praga era que le explicara a
Papi concretamente que ya no íbamos para Perú. Que había que explicarle a
Sánchez -que era el representante del grupo peruano que teníamos
en Bolivia- las razones. Y todo esto se fundamentó en que el
movimiento peruano estaba penetrado, infiltrado, como se podía ver por los
golpes que le habían dado. Esas eran las instrucciones que me dieron.”[9] En una entrevista con el general cubano William Gálvez
(2004: 22) dice: “Los primeros días de mayo -de 1966- llegué con Tuma -Carlos Coello- a Praga. La razón de
nuestro viaje, además de acompañar al Che, era, fundamentalmente, que él nos
prepara para la futura misión, que sería reiniciar la lucha armada en Perú,
para luego extenderla a los demás países; aunque la entrada del Che sería por
Bolivia.” De acuerdo con documentos en posesión del autor Jon Lee Anderson
(2010: 637-638), Harry Villegas ya habría empezado con su diario boliviano en
junio de 1966. En el prólogo inédito, se habría podido leer que la “siguiente
aventura” debía realizarse en territorio peruano. Jon Lee Anderson (2010:
636-637) escribe también: “Según Pombo, la primera alternativa que propuso el
Che para su destino siguiente fue Perú. Para ello necesitaba la ayuda de los
bolivianos, estratégicamente situados en el país vecino. En abril -de 1966- envió a Papi a Bolivia
como explorador de avanzada con la intención de seguirlo si este daba “luz
verde”. “Lo primero era entrar en contacto con los peruanos, conocer el
verdadero estado de su movimiento y [obtener] el apoyo del Partido Comunista
Boliviano” -dijo Pombo-. [...] Hasta el día de hoy perdura la polémica sobre
cuál era el destino verdadero de la siguiente -y última- empresa guerrillera del Che. Según Pombo, los planes de
ir a Perú se modificaron y se empezó a estudiar las posibilidades de Bolivia
después de su llegada con Tuma a este país. La versión de Ariel -Juan Carretero- es distinta: Piñeiro y
Fidel ya pensaban en Bolivia cuando lograron sacar al Che de su reclusión en
Tanzania.”[10] Además el escritor norteamericano (Anderson, 2010:
637ndp1) anotó: “Pombo dijo al autor que enviaron a Papi desde Praga a Bolivia
con la intención de pedir a Monje que los ayudara a viajar a Perú y poner en
marcha los preparativos para recibir al Che; que él y Tuma fueron luego a Perú
a ayudar a Papi. Dijo que estando ellos en Bolivia, comenzó el derrumbe de las
guerrillas peruanas y cundió la sospecha de que estaban “infiltrados”; que en
ese momento empezaron a discutir la idea de iniciar una guerra en Bolivia. El
problema de esta versión -además de contradecirse con la de Ariel- es que Pombo llegó a Bolivia en julio de 1966, pero la
desintegración de los rebeldes peruanos había comenzado meses antes, con la
muerte de Guillermo Lobatón y Luis de la Puente Uceda y la captura de Héctor
Béjar producida en marzo.”[11] Ulises Estrada señala que Papi y Emiliano (Dawi
Santiago) fueron enviados a Bolivia para crear las condiciones que
posibilitaría la entrada del Che al Perú a través de este país (Gálvez, 2004:
15).[12] Juan Carretero, en ese entonces jefe de la división
latinoamericana de la Dirección General de Inteligencia (DGI), dice: “En
Bolivia habían ocurrido luchas políticas muy fuertes y se acrecentaban las desigualdades
sociales, y siempre ha sido un pueblo combativo. Por todas estas condiciones se
tomó como un punto importante, para que pudiera desde allá preparar su ingreso
al Perú y luego a la Argentina […]” (Gálvez, 2004: 16).
Manuel Piñeiro, quien ha participado activamente en las
preparaciones para la lucha guerrillera en Bolivia, dice lo siguiente sobre la
cuestión si el Perú fue uno de los países donde el Che quería ir antes de que
Bolivia fuese escogido: “Argentina, Perú, Bolivia, todo formaba parte de su
proyecto integrador para llevar adelante su estrategia de continentalizar la
revolución. […] Es decir, que en el Perú había cierta organización y
efervescencia popular, luchas sociales; ocurría la toma de tierras dirigida por
Hugo Blanco; a la vez que era atractivo para el Che porque se hallaba más cerca
de Argentina. Además, en esa época, en Bolivia existía un gobierno democrático
surgido de la revolución de 1952, que duró hasta 1964. Sin embargo, tanto el
intento guerrillero del ELN como los del MIR, fueron destruidos; murieron Luis
de la Puente Uceda (en noviembre del ’65) y Lobatón (en enero del ’66); Héctor
Béjar ya había sido detenido en 1965 y golpeada la columna que dirigía.”
(Suárez, Zuaco y Pellón, 2006: 28)[13] Régis Debray (1978, 38) escribió: “Hasta mediados de
1966, según parece, el Che no pensaba en Bolivia sino como una plataforma de
partida para el Perú, adonde efectivamente proyectaba trasladarse con el fin de
unirse a los frentes guerrilleros ya implantados. En los comienzos de su misión,
Papi había recibido instrucciones que no dejaban dudas sobre este plan
original; por eso, desde sus inicios, la infraestructura clandestina de La Paz
tenía por pilares a elementos del ELN peruano, instalados en el país desde el
asunto de Puerto Maldonado. Pero la derrota sufrida por Luis de la Puente en
Mesa Pelada, en el Cuzco, así como la desaparición del grupo de Lobatón y de
Máximo Velando en Junín, sellaban en lo inmediato la suerte del MIR como
organización militar, y la emboscada de Tincoj en diciembre de 1965, seguida de
la captura de Héctor Béjar, la del ELN. Estos fracasos de 1965, confirmados y
verificados en los primeros meses de 1966, eliminaban pues la primera opción
del Che.” Durante los interrogatorios después de su detención en abril de 1967
en Bolivia, Régis Debray habría declarado que, según el Che, el Perú fue una
mejor opción que Bolivia (Prado, 1987: 111).
Los planes
para una contribución directa del Che al frente guerrillero Javier Heraud en el
departamento de Ayacucho es confirmado por Alaín Elías y Milciades Ruíz, ambos
militantes del ELN. Alaín Elías (entrevista, 21/05/2003): “En ese lapso -cuando yo regreso a
Lima, saliendo de Ayacucho en mayo de 1965- yo y Juan Pablo Chang,
que estaba al mando de la ciudad, teníamos una conversación. Como yo bajaba,
sabía cuál era la situación arriba, entonces le informo que nos faltaba
capacidad, experiencia y que necesitamos cuadros cubanos que nos reforzaran,
que son más experimentados.” Y cuando Juan Pablo Chang se fue a La Habana, “me
preguntó -dice Alaín Elías- qué cosa puedo
solicitar. Entonces dije que necesitamos gente con mayor experiencia, cuadros y
se pensaba en el Che” (entrevista, Elías, 20/08/2008). Milciades Ruíz (entrevista, Ruíz, 21/06/2008) dice que durante
uno de sus viajes a Cuba, Juan Pablo Chang “se comprometió a traer al Che al
grupo de Ayacucho, a la guerrilla de Ayacucho. Entonces él regresa en enero
1966 más o menos, y me dice:
―El Che se viene con nosotros.
Los cubanos
respondieron favorablemente a la solicitud de enviar internacionalistas. En
marzo de 1966, de acuerdo con la información que manejaba Alaín Elías en ese
entonces, guerrilleros cubanos habían llegado a la ciudad de Arica (Chile) con
el objetivo de reforzar el frente guerrillero en Ayacucho (entrevista, Elías,
21/05/2003; 20/08/2008). Alaín Elías (entrevista, Elías, 20/08/2008: “Sorpresivamente
leí en el periódico que se había capturado a Héctor Béjar. Para mí, eso no
tenía sentido porque para mí él estaba arriba. Cuando me conecté con la
organización, resulta que efectivamente -Héctor Béjar- se había puesto en
contacto con la organización. Lo iban a recoger para ponerlo en una casa
clandestina, pero él estaba en la casa de una persona amiga de él que yo no
conocía y ahí lo capturan. Entonces viene un desconcierto. En ese momento llega
también la información que los cubanos ya están en Arica. […] Julio Dagnino va por allá, para Arica, y
me dice que están aquí pero están cambiando por la caída de Héctor y se van a
Bolivia. […] Los cubanos nos piden que reforcemos lo que se estaba organizando
en Bolivia. Entonces Julio va para Bolivia y mandamos todo un equipo a Puno y a
Bolivia. La presencia de cubanos en Arica es confirmada también por el hecho de
que allá Juan Pablo Chang habría recibido dinero de José María Martínez (Papi).
Luego, una persona con el nombre de Gallardo (Bolas) fue encargada de llevar
este dinero a Lima (Presencia, 1968: 14).[15]
El 29 de
julio 1966, Harry Villegas (1997: 34-35) escribió en su diario: “Informamos a
Sánchez, el compañero peruano que sirve como agente de enlace entre nosotros y
Chino, de la decisión de nuestro gobierno de comenzar la lucha, primero en
Bolivia y después en el Perú. Le explicamos el hecho de que, por el momento,
las condiciones son mejores en Bolivia, comenzando por la forma en que se han
desarrollado las cosas en su país que dieron al traste con la lucha armada allí
(la muerte de De la Puente, la prisión de Calixto -Héctor Béjar-, la desaparición de Lobatón,
etcétera. Él comprendió perfectamente las cosas. Le pedimos que continuara
colaborando con nosotros, que su organización envíe hombres como está previsto
para ser adiestrados aquí, que ellos participarían con los bolivianos en
algunas de las acciones y posteriormente formarían el núcleo de las guerrillas
en su país, junto con algunos de nuestros compatriotas.” El 6 de agosto escribió (Villlegas, 1997: 38-39): “Llegan dos
compañeros peruanos con mensajes de Chino que dice que no comprende el motivo por
el que le da prioridad a Bolivia. Piensa que ellos, aún cuando están trabajando
lentamente, han tomado la decisión de comenzar la lucha y que cualesquiera que
fuesen las condiciones para esta que estuvieran faltando, ellas serán creadas.
(La verdad es que, a nuestro juicio Ramón -Che Guevara- no puede ir allí, hay
muchas cosas que deben ser aclaradas, tales como la captura de Calixto, la
muerte de De la Puente, la desaparición de Lobatón y la captura de Gadea.
Parece, por la forma en que van las cosas, como si Calixto se hubiese
entregado, por intermedio del médico, tal vez a condición de que ellos
garantizaran su vida.).” El 10 de
septiembre anotó (Villegas, 1997: 53): “En nuestro anterior informe pedimos
orientación sobre la forma cómo resolver la cuestión de Perú. A la vez que
informamos, hemos procedido a informarle a Sánchez a los efectos que le hiciera
llegar al Chino el cambio de bola* le
reiteramos nuestra decisión de seguirle ayudando en un plano secundario con
relación a la cosa boliviana. El Chino contestó, accediendo a que Sánchez
colaborase con nosotros en el Plan de Bolivia, pero a la vez nos hizo patente
su opinión y decisión de trabajar, nos manifestó que aunque los trabajos habían
ido lentos, se realizaban con paso firme, que su organización se mantiene en la
decisión de ir a la lucha armada cueste lo que cueste.”
La elección de Bolivia no fue al azar. Inti Peredo (1970:
29) escribe en su libro Mi campaña con el
Che, que el Che escogió Bolivia porque “está ubicado en el corazón del cono
sur de nuestro continente, limitaba con cinco países que tienen una situación
política-económica cada vez más crítica, y su misma posición geográfica la
convierte en una región estratégica para irradiar la lucha revolucionaria a las
naciones vecinas.”[16]
Durante las conversaciones con el Che, el 31 de diciembre de 1966, el Che le
habría explicado, según Mario Monje (1968: 2), “que su intención inicial era
comenzar la lucha en otro lugar o país, pero que había llegado a la conclusión
de que Bolivia ofrecía buenas condiciones […] que tal situación permitía crear
un foco guerrillero, un foco revolucionario, impulsor de las luchas del pueblo,
pues la guerrilla tendría la virtud de aglutinar a las fuerzas
antiimperialistas y de arrastrarlas a la lucha armada; que el desarrollo de la
lucha y la intervención abierta del imperialismo y de otras fuerzas extranjeras
permitirían crear nuevos focos en otros países, generalizándose de ese modo la
lucha guerrillera en el continente; […].”
La guerrilla boliviana fue construida en el sur del país,
cerca de la frontera con Argentina. Che no ha participado en los viajes de
reconocimiento, necesarios para la determinación de la zona de acción. Sin
embargo, antes de que esta fuera decidida, el Che ha señalado reiteradamente
que en el norte, cerca de La Paz, tenía que adquirir una finca. Esta región
(Alto Beni), donde en septiembre de 1966 Régis Debray fue enviado para hacer un
estudio geográfico y político y lo que el Che recibió justo antes de su
partida, está a la altura del departamento peruano de Puno donde, en el mismo
periodo, militantes del ELN estaban construyendo un frente guerrillero (Debray,
1978: 88-91).[17]
En los primeros meses de 1966 se buscaba una finca cerca
de la localidad de Caranavi, que está alrededor de 3 horas de distancia de La
Paz. La finca tenía que funcionar como un escondite y un centro de
entrenamiento para guerrilleros que vinieron desde Cuba y estaban en camino al
Perú (Rodríguez, 2007: 85; Vázquez-Viaña, 2008: 266). En 1965, otro grupo de
peruanos fueron enviados a Cuba para recibir una capacitación política y
militar (entrevista, Elías, 21/05/2003; 01/09/2008; entrevista, Pérez,
16/06/2008). Los planes para la compra de una finca no se realizaron (Soria,
2005: 235, Vázquez Viaña, 2008: 305).[18]
Los meses pasaron y aún no era determinado dónde se
establecería la guerrilla. Esta situación duró hasta septiembre. Che insistió
en la región cerca del departamento de Puno y envió a Alberto Fernández (Pacho)
a Bolivia con un mensaje, de fecha del 3 de septiembre, diciendo que él ha
escogido la región de Alto Beni (Caranavi) (Villegas, 1997: 47). Según el
cubano Daniel Alarcón (Benigno), uno de los sobrevivientes de la lucha
guerrillera en Bolivia, los entrenamientos de preparación en Cuba apuntaban a
que lucharían en el Alto Beni. Los cubanos recibían clases en el idioma quechua
para comunicarse con los indígenas que vivían allí (O’ Donnell, 2003: 388).[19] En la región donde finalmente se inició la lucha, no se
hablaba el quechua (Debray, 1978: 86). Entonces, se podría concluir que el Che
no había planeado empezar la guerra de guerrillas en el departamento de Santa
Cruz.
El 6 septiembre se lee en el diario de Harry Villegas (1997:
49) que hubo un plan para comprar una finca en Alto Beni.[20] Cuatro días más tarde él informó al Che que en los
alrededores de Santa Cruz existían las mejores oportunidades para la guerrilla
(Villegas, 1997: 51-52). Caranavi no cumplió con los requisitos porque, cerca
de la finca que se iba a comprar, unidades del ejército estaban construyendo
una carretera (Villegas, 1997: 60). Según Manuel Piñeiro, la opción de Alto
Beni significaría que el Che debería permanecer más tiempo en Cuba y el Che
creía que si él esperaba mucho tiempo, aumentarían las posibilidades de que los
planes se filtraran y eso tendría como resultado de que el proyecto de la
guerrilla continental podría peligrar (Gálvez, 2004: 72). José María Martínez,
que regresó a Cuba en octubre de 1966, presentó sus dudas al Che acerca de la
zona sur de Santa Cruz (Ñancahuazú). Sin embargo, el Che no encontró los
argumentos para postergar su contribución a la lucha. Según él, Ñancahuazú era
una zona adecuada para largos entrenamientos. En Alto Beni se podría construir
un segundo frente guerrillero (Kalfon, 1997: 250).
Varios guerrilleros cubanos confirman que no era la
intención combatir en la región de Ñancahuazú. Según Leonardo Tamayo (Urbano),
el Che habría constatado que Ñancahuazú no cumplió con los requisitos
guerrilleros. Ñancahuazú fue considerado como el campamento base para los
combates que lejos de allí tendría que llevarse a cabo (O’ Donnell, 2003: 329).
Harry Villegas señala que la verdadera lucha guerrillera debía empezar en Alto
Beni (Gálvez, 2004: 112).[21] También el boliviano Rodolfo Saldaña, que trabajaba en
la red urbana de la guerrilla, confirma que la lucha tenía que hacerse en la
región de Alto Beni. Ñancahuazú sirvió como una base de soporte (Gálvez, 2004:
106).[22] En octubre de 1966, Rodolfo Saldaña compró una hacienda
en Alto Beni (Gálvez, 2004: 76; Villegas, 1997: 66).[23]
5. La
construcción del frente guerrillero en el departamento de Puno
El proyecto guerrillero en la provincia de Sandia,
ubicada en el departamento de Puno, limítrofe con Bolivia, tuvo una relación
mucho más fuerte y más directa con Cuba, y con el Che en particular, que con
los planes guerrilleros de las etapas anteriores del ELN. En el período
1961-1963, los cubanos dieron todas las facilidades para que el ELN empezara
con éxito la lucha guerrillera: entrenamiento, dinero, armas, apoyo logístico,
etcétera. En los años 1963 a 1965, el apoyo fue principalmente al nivel de
coordinación. En su tercera fase, el ELN fue completamente acogido en el
proyecto guerrillero continental iniciado por Cuba. Héctor Béjar (entrevista,
07/04/2003) sostiene que en los años 1966-1967 “la estrategia del ELN, ya en esa momento, era una estrategia muy
latinoamericana, era muy internacional”.
En el Diario del Che se encuentran pasajes que
describen esta “nueva” relación entre el ELN peruano y su organización hermana
en Bolivia. El 27 de noviembre de 1966 está escrito lo siguiente: “El Chino
está en Bolivia y quiere mandar 20 hombres y verme. Esto trae inconvenientes
porque internacionalizaremos la lucha antes de contar con Estanislao” (Guevara,
1977a: 30). El 28 de noviembre anota: “Por la tarde convoqué al grupo boliviano
para plantearle el pedido peruano de enviar 20 hombres y todos estuvieron de
acuerdo en que los mandaran, pero después de empezar acciones” (Guevara, 1977a:
30). El 2 de diciembre él anotó: “Temprano llega el Chino, muy efusivo. Nos
pasamos el día charlando. Lo sustancial: irá a Cuba e informará personalmente
de la situación, dentro de dos meses podrán incorporarse 5 peruanos, es decir,
cuando hayamos peruanos del Titicaca” (Guevara, 1977a: 32).
La oferta de Juan Pablo Chang para enviar 20 peruanos
no era un número fantasioso. Hubo realmente un grupo de aproximadamente veinte
personas afiliadas al ELN que recibían una formación política y militar en
Cuba. Estos revolucionarios deberían ir al frente guerrillero que se estaba
construyendo en Puno o en Bolivia (entrevista, Ruíz, 21/06/2008). Durante la
visita de Juan Pablo Chang a Cuba en enero de 1967, se le dijo que 30 peruanos
podrían recibir un entrenamiento guerrillero (Soria, 2005: 239).
Uno de los peruanos que se entrenó en Cuba fue Igor
Calvo. En 1966 partió a Cuba y allí estaba en un campamento internacional.
Además de militantes del ELN, también había gente de las guerrillas de las
Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) peruano (entrevista, Calvo,
07/08/2008; entrevista, Samaniego, 16/09/2009).
Al frente guerrillero en Bolivia se juntaron al final
solamente dos miembros del ELN: Lucio Galván y Restituto José Cabrera. Lucio
Galván (Eustaquio) fue parte de los estudiantes becados que había viajado a
Cuba en 1962. Después del debacle en Puerto Maldonado, trabajó en la red urbana
del ELN en Lima y más tarde siguió en La Habana otro curso político-militar
(correspondencia, Lama, 26/07/2009). Lucio Galván murió en combate el 14
octubre de 1967. Restituto Cabrera trabajó después de su estudio de medicinas
en la Universidad de Buenos Aires, poco tiempo como médico en Argentina. En
algún momento se trasladó a Cuba para trabajar en un hospital en Santiago de
Cuba. El 14 febrero de 1967 llegó en compañía de Lucio Galván y Juan Pablo
Chang al campamento de Ñancahuazú. El 3 septiembre de 1967 fue asesinado (Alvis,
2007; Blaquier, 1998: 107, 109-110). Juan Pablo Chang, el tercer peruano que
participó en la guerrilla del Che, nunca tuvo la intención de combatir en
Bolivia. Durante su segunda visita al campamento guerrillero la lucha estalló
(23 marzo de 1967) y ya no podía salir. Juan Pablo Chang fue asesinado el 9 de
octubre de 1967. El grupo de internacionalistas peruanos se completó con dos
militantes del ELN que trabajaron en la red urbana: Julio Dagnino y Néstor
Guevara.[24]
Julio Dagnino colaboró con José María Martínez y Harry Villegas, y fue la
persona de contacto de Juan Pablo Chang y del Partido Comunista Marxista
Leninista (PCML) (Estrada, 2005: 303).
El frente guerrillero que fue construido en la
provincia de Sandia estaba bajo la dirección de Milciades Ruíz (entrevista,
Ruíz, 21/06/2008; entrevista, Li, 22/06/2008; entrevista, Márquez, 23/06/2008;
entrevista, Pacheco, 28/06/2008, entrevista, Elías, 01/09/2008). Juan Pablo
Chang tenía la dirección general. Antonio Li (entrevista, 22/06/2008): “Después de la caída de Héctor en Lima,
me llaman de nuevo para hacer un trabajo. La sorpresa fue que el responsable
era el chino Juan Pablo Chang. Ahí conocí Juan Pablo Chang, fue la primera vez
que lo vi. Nunca he escuchado de él o quién era. Me llamó la atención que era
un chino. Un chino gordo, corto de vista, con unos lentes muy gruesos”. El objetivo de la guerrilla era, según
Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008), para “servir de apoyo y como un
corredor con el Che; o sea, un corredor estratégico con la guerrilla del Che.
Porque el Che no se iba a alzar en esa zona -en el sur de Bolivia debajo de la ciudad de Santa Cruz-
sino cerca de la frontera con el Perú, en esa selva -Alto
Beni-. Entonces como una parte de la estrategia se abre el
frente de Puno”. Además, el líder del frente guerrillero de Puno escribió (correspondencia,
Ruíz, 28/06/2008) que “esta misión tenía como objetivo establecer un corredor
secreto entre la selva peruana y la selva boliviana, abriendo una ruta hacia el
lugar denominado Apolo, en Bolivia. Este corredor sirvió de escape temporal de
la guerrilla al entrar en acción en Puno y la consiguiente represión. Al mismo
tiempo, era una ruta de escape táctico para la guerrilla que estaba armando el
Che en Bolivia. Aunque después el Che cambió su zona de alzamiento en Bolivia,
los trabajos de preparación, equipamiento y alzamiento continuaron en la selva
de Tambopata porque se mantenía en pie el resurgimiento del ELN en Puno”. Alaín
Elías (entrevista, 21/05/2003): “Mandamos cuadros a Bolivia para que apoyaran a
la guerrilla del Che. […] De tal manera que nuestros cuadros que se estaban
entrenando en Bolivia con el Che, pudieran regresar y apoyar a lo que íbamos a
comenzar en Puno”.
La
construcción del frente guerrillero en Puno nunca ha podido desarrollarse
realmente. Hubo solo 5 o 6 guerrilleros disponibles para el trabajo, el resto
estaba en Bolivia o en Lima (entrevista, Ruíz, 21/06/2008; entrevista Li,
22/06/2008; entrevista, Elías, 01/09/2008). En ese entonces, el ELN tenía unos
30 militantes (entrevista, Ruiz, 21/06/2008). Frecuentemente, Milciades Ruíz
criticaba a sus camaradas en Lima porque contribuyeron muy poco a la
construcción del nuevo frente en Puno y usaron muchos pretextos para no ir allá
(entrevista, Ruíz, 21/06/2008). Milciades Ruíz (correspondencia, 28/06/2008) escribe:
“En 1966, cuando el compañero Chang fue al encuentro con el Che, prolongó su
estadía hasta llegar a perder contacto con el ELN y por último, terminó
quedándose en el campamento de la guerrilla boliviana. Como consecuencia, la
red urbana en el Perú se quedó sin dirección. Yo estaba trabajando en el foco
guerrillero del valle de Tambopata pero necesitaba coordinar con el compañero
Chang. Ante estas circunstancias los más antiguos de la red formaron una
dirección colegiada para adoptar decisiones ante la ausencia de Chang, entre
los que estaban Alaín Elías, Gonzalo Manrique, Vladimiro Gallegos, Fortunato
Silva, Juan Gómez, Antonio Li, Edilberto Márquez y yo, que era el único que
estaba en el monte trabajando para el resurgimiento de la guerrilla del ELN. La
dirección colegiada se reunía para analizar la situación y tomar decisiones
pero surgieron discrepancias y como a excepción mía, todos querían seguir en
Lima, disfrutando de las comodidades de un trabajo urbano sin riesgos”.
Críticos
al funcionamiento del ELN peruano también venían del lado cubano. En un mensaje
de Juan Carretero al Che, de fecha 13 de junio de 1967, se lee: “Peruano Cápac -Milciades
Ruiz-, responsable ELN trabajo preparatorio núcleo
guerrillero en Puno, llegó -a Cuba- esta fin realizar acuerdo, pues estaban sin contacto
con El Chino y sin información. Le explicamos importancia guerrillas de Bolivia
sin detallar composición, dirección, expresándole su contenido estratégico.
Explicamos Chino contacto guerrillas fin establecer acuerdos y Sánchez ayuda en
tareas de apoyo. Se le dieron -los cubanos- 25 mil dólares para envío 20 hombres esta y continuar
trabajo foco. En La Paz Sánchez tiene 48 mil que quedan de lo llevado por el
Chino, según informa Cápac a quien planteamos no tocar ese dinero; que había
que esperar acuerdos Chino-guerrillas y dejar a Sánchez situación actual”
(Soria, 2005: 240). El 30 de junio de
1967 el Che Guevara (1997a: 147) escribe que “recibió un mensaje de Cuba en que
explican el poco desarrollo alcanzado por la organización guerrillera en el
Perú, donde apenas tienen armas y hombres, pero han gastado un dineral […]”.
La
cantidad de guerrilleros en Puno fue solo un pequeño porcentaje del total de
personas que en ese entonces militaban en el ELN. Por tanto, Milciades Ruíz
empezó a buscar exmilitantes de la organización quienes por diversos motivos
habían salido del frente guerrillero Javier Heraud en Ayacucho antes del inicio
de los combates. Hubo conversaciones con los militantes del ELN Horacio Juárez
y Chiquitico, pero mientras Horacio Juárez desapareció cuando Miliciades Ruiz
pidió su participación en la guerrilla de Puno, Chiquitico respondió negativamente
a la petición de Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008).[25]
Chiquitico (entrevista, 10/08/2008): “Cápac
-Milciades Ruiz- vino a mi casa en Chiclayo y me dijo:
―Jorge alístate, nos vamos.
Yo le digo:
―Dime de qué se trata.
No me quiso decir, me dijo:
―Jorge, nos vamos y tú tienes que confiar.
Yo le dije:
―Si no me dices de qué se trata, no te acompaño.
Únicamente me dijo que era una cosa grande”.
Según parece, el ELN ha hablado con gente del comité
de Puno del Partido Comunista Peruano–Bandera Roja (PCP-Bandera Roja). El grupo
Cahuide, una fusión del aparato político y militar del Comité Regional de Puno
de los comunistas orientados a China, habría estado dispuesto a tomar parte en
el proyecto guerrillero del ELN. Omar Benavides, miembro de Cahuide, habría
hecho un reconocimiento del terreno en Sandia. La cooperación, sin embargo, no
llegó a más porque, según cuenta Omar Benavides, el grupo no vio muchas
perspectivas. Cahuide consideraba que la dirección del ELN en Puno no tenía las
capacidades para organizar la lucha guerrillera; además, no estaba dispuesto a
hacer expropiaciones para financiar la lucha guerrillera (entrevista,
Benavides, 13/02/2011).
La falta de recursos humanos significó que la
construcción del frente se estancó al nivel de hacer depósitos de armas y de
alimentos y de explorar el área. Recorrieron la zona fronteriza con Bolivia
hasta la ciudad de Reyes y trasladaron armas y municiones de Bolivia al Perú
(entrevista, Ruíz, 21/06/2008; entrevista Li, 22/06/2008; entrevista, Pacheco,
28/06/2008; entrevista, Elías, 01/09/2008). Según Milciades Ruíz, solamente
hacían actividades de carácter militar (entrevista, Ruíz, 21/06/2008). [26]
Antonio Li (entrevista, 22/06/2008) señala, sin embargo, que también hubo un
trabajo político. Se distribuyeron volantes en las universidades de Cuzco y
pintaron consignas en las paredes.
Los intentos para crear un frente guerrillero en el
departamento de Puno no ha quedado desapercibida por la inteligencia militar
DINTE. En un documento secreto del 18 enero de 1968, se decía lo siguiente: “Durante
el primer semestre de 1967, las actividades subversivas en el campo se
caracterizaron por una intensa labor de organización de grupos particularmente
en Paucartambo, La Convención, Manu, La Mar, Carabaya-Sandia y en menor grado
en la zona central y norte del país, realizada por el MIR, ELN y FALN. Dicha
actividad se desarrollaba paralelamente con el movimiento del SE de “Bo” -Bolivia-, al
parecer en forma coordinada y evidentemente alentada por los éxitos iniciales
de las guerrillas en ese país” (Comandancia General del Ejército DINTE, 1968:
3).
Los trabajos logísticos tomaron todo el tiempo. Las
armas y las municiones que venían de Bolivia fueron introducidas por etapas.
Primeramente las trajeron a un determinado lugar directamente pasando la
frontera con Perú. Luego, frecuentemente cargados por los mismos guerrilleros -a
pie y por las montañas-, fueron trasladadas hacia el interior del
departamento de Puno. De esta manera, se crearon una serie de depósitos de
armas entre el departamento boliviano de La Paz y de la provincia peruana de
Sandia. La idea era que los depósitos pudieran ser utilizados tanto por la
guerrilla peruana como la boliviana (entrevista, Li, 22/06/2008; entrevista,
Pacheco, 28/06/2008; entrevista, Calvo, 07/08/2008).[27]
La
imposibilidad de apoyar con acciones armadas a la guerrilla en Bolivia y
construir el frente guerrillero en Puno, incrementó las discrepancias entre el
líder de la guerrilla en Puno y los militantes que trabajaron en Lima. Antonio
Li (entrevista, 22/06/2008): “Yo tuve
discusiones ahí con el compañero Cápac. Él era de la idea de levantarse en
Puno, tenía ciertas divergencias con la gente de la ciudad. Él conversaba
conmigo y decía:
―Vamos a levantarnos.
Él quería levantarse hasta con diez hombres. Entonces
comenzó a explorar el terreno de Puno por el lado de la selva. Yo nunca llegué
por allá. Solamente estuve en Puno y en la ciudad de Juliaca. […] Él
despreciaba a los de la ciudad, él decía:
―Son comemierdas, no trabajan, no hacen nada. Vamos a
levantarnos― me decía.
Yo en cierta forma decía:
―Bueno, vamos a levantarnos, para eso estamos acá,
pero no tenemos que ser tan imbéciles de levantarnos con diez personas porque
ni siquiera hay una capacidad de fuego, ni hay cómo defenderse, no hay nada.
Militarmente, levantarse con diez personas es como
formar un grupo de bandoleros, no una guerrilla. Yo pienso que una guerrilla
tiene que tener por lo menos veinte personas como mínimo, para apoyar algo, para
tener un cuerpo guerrillero”.
El grupo en Lima se ocupaba principalmente con
actividades de propaganda y de reclutamiento de nuevos miembros en las
universidades y en los sindicatos. También participaron en reuniones políticas
públicas (entrevista, Pérez, 16/06/2008; entrevista, Ruíz, 21/06/2008;
entrevista, Márquez, 23/06/2008).
Entrevista con Hildebrando Pérez, 16 de junio del
2008; Entrevista con Milciades Ruíz, 21 de junio del 2008; Entrevista con
Edilberto Márquez, 23 de junio del 2008). Milciades Ruíz (entrevista,
21/06/2008): “Cuando Juan Pablo se
hace cargo de la red urbana, él desarrolla un trabajo político amplio. Sacó un
periódico que se llamaba Masas,
comenzaba a sacar publicaciones, boletines, textos marxistas y hacer trabajos a
mimeógrafo. Los otros miembros de la red urbana estaban felices porque
cómodamente participaban en una tarea; no les gustaba ningún riesgo”.
El 9 octubre de 1967, el Che y Juan Pablo Chang fueron
asesinados. Sus muertes anunciaron el fin del ELN peruano. Aunque fue tan solo
en los primeros meses de 1971 que se disolvió la organización guerrillera -después
de la liberación de Héctor Béjar el 24 diciembre de 1970- el
grupo se fragmentó rápidamente después de la muerte del Che Guevara y de Juan
Pablo (entrevista, Béjar, 07/04/2008; 14/06/2008).
Antes del fracaso boliviano, el ELN había enviado,
nuevamente, un contingente de unos 12 revolucionarios a Cuba para ser
capacitados en las tácticas y la estrategia de la guerra de guerrillas. Estos
no fueron los 20 guerrilleros que Juan Pablo Chang prometió al Che Guevara. El
grupo de 12 salió después a Cuba (entrevista, Elías, 01/09/2008). Entonces, el
ELN tenía un total de 32 personas que fueron entrenadas o se habían entrenado
en Cuba. Eso podría haber sido un muy bueno refuerzo para la guerrilla
boliviana o también un número razonable para crear un foco en Puno. En 1965, la
organización en Ayacucho llegó justo a un poco más de 20 combatientes.
Tras el asesinato de Juan Pablo Chang se formó una
nueva dirección. Milciades Ruíz fue comandante general (entrevista, Pérez,
16/06/2008; entrevista Ruíz, 21/06/2008; entrevista, Li, 22/06/2008). Ahora, el
énfasis fue puesto definitivamente en las preparaciones militares en el
departamento de Puno (entrevista, Ruíz, 21/06/2008). Milciades Ruíz
(entrevista, Ruíz, 21/06/2008): “Yo
rompí con el estilo de trabajo que tenía Juan Pablo Chang. [...] Cuando yo me
hago cargo, eso se acabó -dar preferencia a las actividades urbanas-.
Acá todo el mundo a trabajar para la guerrilla”.
La continuación de la guerrilla habría sido apoyada
por las autoridades cubanas (entrevista, Elías, 01/09/2008). Un mes después de
la muerte del Che Guevara y de Juan Pablo Chang, la construcción del frente en
Puno fue parado. Milciades Ruíz (entrevista, 21/06/2008) relató lo siguiente: “Al
caer el diario del Che en manos del enemigo, caía también la información de que
había un frente en Puno a cargo de Cápac. […] Después la policía comenzó a
indagar y recién se supo que Cápac era Milciades Ruiz, pero antes no sabían.
Entonces, delatado nuestro lugar, el enemigo iba a ir a toda esta zona porque
ya tenía la información. Como cayó la guerrilla del Che, que era la parte
principal, entonces nosotros por medidas de seguridad suspendimos las
operaciones en Puno”.
6. Conclusiones
Che Guevara fue un
internacionalista. El consideraba que la lucha
guerrillera continental en América
Latina no solo era esencial para la supervivencia
de la Revolución Cubana, sino para cualquier
intento que tenía como objetivo liberar América
Latina del yugo imperialista. Según
el Che, el imperialismo estaba preparando la represión de los pueblos latinoamericanos. Esta represión
continental debería ser respondida por una lucha guerrillera continental.
Se debería levantar un frente guerrillero continental que debería ser capaz de combatir eficazmente el imperialismo y sus
aliados internos. Este frente tenía que estar
conformado por varias organizaciones guerrilleras
que, si bien actuando individualmente,
podrían contar con un cierto nivel de
coordinación continental.
Se puede argumentar que el proyecto
guerrillero continental del Che se inició en 1965 con el intento de internacionalizar el ELN peruano. Se propuso,
y se acordaron, que Guevara y los internacionalistas cubanos reforzarían la lucha guerrillera dirigida por el ELN en
el departamento de Ayacucho. La
derrota del ELN en diciembre de
1965 instó al Che a cambiar
su punto de partida.
Las relaciones entre Guevara y el ELN peruano date desde
principios de la década de 1960 cuando
se fundó esta organización guerrillera
en Cuba. De
hecho, desde su fundación el ELN peruano fue
apoyado por el gobierno cubano. Por
lo tanto, su inserción en el
proyecto guerrillero continental
del Che no es sorprendente.
En el sur de Bolivia se estableció una base guerrillera continental que
tenía que funcionar, principalmente, como un centro de formación. La lucha
debería llevarse a cabo en el centro y en el norte de Bolivia. Aunque Guevara
cambió el sitio para el inicio de la lucha guerrillera continental, el ELN peruano
mantuvo su papel clave dentro del proyecto. Un nuevo frente guerrillero que se
establecería en el sur de Perú, en el departamento de Puno, podría tener ayuda
de los internacionalistas cubanos.
La importancia del ELN
peruano en el proyecto guerrillero continental del Che puede evidenciarse por,
en primer lugar, la intención de Guevara para participar en la lucha
guerrillera en 1965 en el departamento de Ayacucho. Las discusiones acerca de
la ubicación del frente guerrillero en Bolivia forman la segunda evidencia. Se
puede sustentar que estas conversaciones apuntaban a zonas cercanas a la
frontera con Perú. De hecho, no se tenía la intención de iniciar la guerra de
guerrillas en el sur de Bolivia sino en el departamento de Alto Beni, cerca de
la frontera de Perú, o en el departamento de Cochabamba, en el centro del país.
La tercera y cuarta indicación es la participación de militantes del ELN
peruano en la guerrilla boliviana dirigida por el Che Guevara y el apoyo
financiero como también las facilidades de entrenamiento ofrecidas por las
autoridades cubanas con el fin de construir un frente guerrillero en el
departamento de Puno. Por último, la quinta prueba que evidencia la importancia
del ELN peruano en el proyecto guerrillero continental del Che es el trabajo
del ELN peruano para establecer un corredor logístico y depósitos de alimentos
y de armas entre el departamento de Puno y el supuesto frente guerrillero en el
departamento de Alto Beni, en Bolivia.
En su biografía sobre el Che, Anderson (636-637, 2010) se
refería a “la polémica sobre cuál era el destino verdadero de la siguiente ─y
última─ empresa guerrillera del Che”. Para este artículo no ha sido posible
acceder a los archivos militares cubanos. Con el fin de obtener un conocimiento
completo de los esfuerzos de Guevara para establecer un frente guerrillero
continental, consideramos que es necesario que se abran estos archivos para la
investigación.
A pesar de la “polémica” como mencionó Anderson, este
artículo ha demostrado que el destino de Guevara fue la creación de un proyecto
guerrillero con dimensiones continentales. El ELN peruano jugó un papel clave
en este proyecto, aunque, al final, el Che no participó personalmente en la
guerrilla peruana en el departamento de Ayacucho.
En este artículo se ha puesto de manifiesto las estrechas
relaciones militares entre el ELN peruano y boliviano. Aunque, debido a una
variedad de razones, ha sido muy difícil para levantar un frente guerrillero en
Puno y la lucha en Bolivia se inició antes de que la base guerrillera en Puno
fue realmente establecida, la historia contemporánea del Perú y de Bolivia
podría haber sido diferente si las preparaciones en Puno se habían terminado
antes de que el Che y Juan Pablo Chang fueron asesinados.
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Correspondencia exmilitantes del ELN
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julio de 2009.
Ruíz, Milciades, 28 de junio de 2008.
[1] Ver también: Furiati (2006: 50). Che Guevara
estaba convencido, según Harry Villegas, de que el Ejército de los Estados
Unidos intervendría y eso consideraba como uno de los objetivos de la lucha
guerrillera (Waters y Madrid, 1997: 20).
[2] Según Harry Villegas, la investigación de Regis Debray consistía en la
elaboración de mapas de la zona, tomar fotos, analizar las condiciones socioeconómicas
y políticas, y debía hacer una lista de posibles simpatizantes y colaboradores
(Gálvez, 2004: 72).
[3] Regis Debray no dejó en claro en qué se estaba basando. En un mensaje del
Che a Fidel Castro que debió ser escrito en el período del 10-19 de abril de
1967, el Che señaló que en las proximidades del río Chapare, ubicado en el
norte de Cochabamba, se organizará un segundo frente (Soria, 2005: 233). En su
resumen del mes de abril de 1967, el Che escribió, tras la muerte de Eliseo
Reyes (Rolando), que había pensado dar a Rolando la dirección de un posible
segundo frente guerrillero (Guevara, 1977a: 115). En una reunión, el 28 de
septiembre de 1966, en que participaron Mario Monje, José María Martínez y
Harry Villegas, se habló sobre las posibles cuatro zonas guerrilleras: Alto
Beni, Yungas, Cochabamba y Santa Cruz. En una de estas regiones debía comenzar
la guerrilla (Villegas, 1997: 62).
[4] Según Harry Villegas, el proyecto revolucionario del Che Guevara se centró
en Bolivia, Perú y Argentina (Del Carmen Garcés, 2009: 47).
[5] Ver también: Anderson (1997: 643); Del
Carmen Garcés (2007: 576).
[6] Ver también: Gott (1973: 495).
[7] Según Drago (2007: 199-216), exmiembro
del ELN de Argentina, recién en 1969 este ELN, en estrecha colaboración con su
organización hermana de Bolivia, inició las acciones. Al final de 1970, la
organización se habría desarticulado. Ver Cano (2011: 70-87) para un esbozo sobre
la guerrilla argentina en los años 1966 y 1967.
[8] Según Ricardo Gadea (entrevista,
01/05/2003), exmiembro del Comité Central del MIR, no solamente los miembros
del ELN fueron invitados a participar en la guerrilla boliviana, sino también
esta propuesta fue presentada al MIR. La difícil situación en que se encontraba
el MIR, hacía imposible su participación.
[9] Ver también: Del Carmen Garcés (2009:
21-22).
[12] Está confirmado que José
María Martínez (Papi) fue al Perú. Héctor Béjar (entrevista, 02/06/2003) dice: “Estando
yo en prisión aquí, mi esposa, que ya murió, me visitó en la prisión y dijo:
―Oye, Papi te manda saludos.
Papi le decíamos al compañero Tamayo que también
murió con el Che. Papi era su sobrenombre. Entonces, él había estado aquí en
Lima, con Juan Pablo Chang. Estoy hablando de 1966 más o menos.”
[13] Luis de la Puente no
murió en noviembre, sino el 23 de octubre de 1965. Héctor Béjar fue detenido en
febrero de 1966. Aún en diciembre de 1965, bajo su liderazgo, se estaba
combatiendo en Ayacucho.
[14] Según el exguerrillero, Luben Petkoff, de
las FALN de Venezuela, fue a finales de 1965 y principios de 1966 que invitaron
al Che a venir para reforzar a los guerrilleros venezolanos. Che rechazó la
invitación (Blanco, 1981: 149).
[15] Los nombres Gallardo y
Bolas son seudónimos de un peruano cuya identidad es desconocida.
[16] Ver también: Mayo (s.f: 64).Según la CIA, solo ya en base a razones
geográficas sería entendible por qué Bolivia fue elegido como el punto de
partida para la lucha guerrillera continental. Limita con cinco países y
topográficamente era ideal para la guerra de guerrillas. Por otra parte, sin
embargo, hubo inestabilidad política y económica crónica, el país tenía un
movimiento obrero militante y los servicios de seguridad eran ineficientes (Gleijeses,
2007: 337).
[17] Harry Villegas y Manuel Piñeiro confirman la investigación de Régis Debray
(Villegas, 1997: 60; Gálvez, 2004: 72).
[18] Según Rodríguez (2007: 85), en el periodo
mayo/junio de 1966, se compraron una hacienda. González y Sánchez (1969: 52) escriben
que a mediados de 1966 se compró una finca en Alto Beni.
[19] González y Sánchez (1969: 52) escriben
que en Alto Beni se debía construir el núcleo revolucionario central. Gálvez (2004:
60). En base al censo de 1975 (el último censo había sido en 1950), se concluye
que la lengua aymara se habla principalmente en los departamentos de La Paz,
Oruro y en el norte de Potosí. El departamento de La Paz está situado al lado
del Perú (departamento de Puno). Se hablaba quechua, sobre todo, en los
departamentos de Cochabamba y Potosí. En la Amazonía, por ejemplo el
Departamento de Beni, se hablaba principalmente español o lenguas originarias
de esta área (Martínez, 1996: 14, 16-17, 22, 24). El hecho de que los
guerrilleros cubanos recibían clases de quechua podría fundamentar el
“planteamiento” de Régis Debray que Che quería montar un guerrilla en el
departamento de Cochabamba.
[20]. El 4 octubre de 1966 habrían comprado
dos haciendas (Vázquez-Viaña, 2008: 312).
[21] Ver también: A. Reyes, “Su ejemplo
inmortal”, Verde Olivo (La Habana),
No. 40, 7 de octubre de 1982, citado en Del Carmen Garcés (2009: 26).
[22] Ver también: Del Carmen Garcés (2009: 70,
74).
[24] Cabe señalar que había un tercer peruano que
participó en la red urbana, su seudónimo era Mito. El autor ha sostenido varias
conversaciones con Mito para que explique cuál era su rol en la red urbana.
Lamentablemente, hasta ahora Mito se niega a relatar sus experiencias. El autor
conoce la verdadera identidad de Mito, sin embargo, Mito pidió no revelarla.
Eso ha sido respetado por el autor.
[25] Omar Benavides confirmó que el ELN en
Puno tuvo una falta de “personal” (entrevista, Benavides, 13/02/2011).
Benavides fue militante del grupo Cahuide (ver abajo).
[26] También Antonio Pacheco señala que no
hubo un trabajo político. La construcción de la guerrilla en Puno era un asunto
puramente militar (entrevista, Pacheco, 28/06/2008).
[27] Según Hildebrando Pérez, también habrían construido depósitos de armas
cerca de las ciudades de Tacna y Lima (entrevista, Pérez, 16/06/2008).
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