jueves, 1 de mayo de 2025

Comentario de libros

¡Defender el Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de la Realidad Actual!


El Partido del Proletariado en el Sentido Histórico y la Reconstitución

Cesar Risso

EN EL LIBRO de Eduardo Ibarra Algunas cuestiones sobre el Partido del proletariado y la reconstitución del Partido de Mariátegui1, se presenta una síntesis de la evolución del Partido del proletariado. Lo relevante de esta síntesis radica en que considera al partido del proletariado en el sentido histórico. Esto es, como la asunción de la misión histórica del proletariado.

Esta forma de concebir el Partido del proletariado encuentra expresión en Carlos Marx:

“He procurado, además, disipar el equívoco de que yo entendía por partido una organización muerta desde hace ocho años o la redacción de un periódico extinguido hace doce. No; yo siempre he entendido por partido el Partido, en el gran sentido histórico de esta palabra.”2

Pues bien, Eduardo Ibarra resume como sigue la evolución del partido del proletariado:

Grosso modo, puede decirse que, durante el siglo XIX, el partido proletario pasó por las siguientes etapas: el partido surgido espontáneamente, no homogeneizado por el marxismo, como fue el cartismo (existente desde antes del surgimiento del marxismo); el partido adherido al marxismo, como fue la Liga de los Comunistas; el partido carente de una determinada forma organizativa, como ocurrió durante el reflujo del movimiento obrero europeo entre 1850 y principios de la década de 1860; el partido-frente, como fue la Asociación Internacional de los Trabajadores; nuevamente el partido adherido al marxismo, como fueron el Partido Obrero Socialdemócrata Alemán, la Segunda Internacional, etcétera.”3

Aquí se destaca el carácter proletario del partido por la composición de sus militantes, que existía como un partido obrero independiente.

        Pero, si lo que se enfatiza es el carácter proletario del partido por la adhesión al marxismo, entonces

        “[…] en cuanto al partido marxista se refiere, es necesario subrayar una situación sui generis de su existencia: carente de organización, el partido marxista existió como el ala izquierda del movimiento cartista (Julián Harney, Ernest Jones, etc.); y lo mismo ocurrió en la Asociación Internacional de los trabajadores (Marx, Engels, etc.)”

Considerando ambos caracteres, nos dice Eduardo Ibarra que

“[…] puede decirse que, entre la segunda mitad de la década de 1830 y el año de 1871, la regla fue el partido-frente, y la excepción el partido marxista. Hoy ocurre lo contrario: la regla es el partido marxista, y la excepción el partido-frente […]”

La importancia de los conceptos expuestos en la evolución del partido proletario radica en que permite apreciar con mayor claridad la situación de la existencia del partido proletario en la actualidad, es decir, tomando en cuenta el Partido del proletariado en el sentido histórico.

Una de las cosas que pueden deducirse de lo expuesto por Eduardo Ibarra es que, desde la aparición del capitalismo, los obreros se vieron conducidos a organizarse para defender sus derechos. Esto, que se expresa como una necesidad, se nos aparece como una ley que se da en el desarrollo de las diferentes formas de organización de los obreros que empiezan a adquirir un nivel de consciencia cada vez más aguzado. Sin embargo, por sus propios medios los obreros solo podían llegar a organizarse para enfrentar las condiciones precarias en las que vivían, pero sin tener conciencia de clase, vale decir, sufriendo las consecuencias de una situación que no comprendían. Esta fue la situación del cartismo.

En el caso de la Liga de los Comunistas la situación cambia.

Sobre esto nos dice Eduardo Ibarra:

“[…] Engels señaló que la Liga de los Comunistas tuvo sus orígenes

‘… en «dos corrientes independientes»: de una parte, «un puro movimiento de los trabajadores», y, por la otra, «un movimiento teórico, proveniente de la desintegración de la filosofía hegeliana», asociado predominantemente con Marx. «El Manifiesto comunista de 1848», agregaba, «marca la fusión de ambas corrientes».”4

Sobre el particular, refiriéndose a la teoría socialista, Engels dice lo siguiente:

“El socialismo moderno es, en primer término, por su contenido, fruto del reflejo en la inteligencia, por un lado, de los antagonismos de clase que imperan en la moderna sociedad entre poseedores y desposeídos, capitalistas y obreros asalariados, y, por otro lado, de la anarquía que reina en la producción. Pero, por su forma teórica, el socialismo empieza presentándose como una continuación, más desarrollada y más consecuente, de los principios proclamados por los grandes pensadores franceses del siglo XVIII. Como toda nueva teoría, el socialismo, aunque tuviese sus raíces en los hechos materiales económicos, hubo de empalmar, al nacer, con las ideas existentes.”5

Tomando ambas citas se tiene tanto la dialéctica hegeliana como el materialismo francés. Ambas expresiones filosóficas se unimismaron en el marxismo, lo que condujo a la comprensión cabal de la explotación capitalista, y así a dotar de conciencia de clase al proletariado.

En el Perú, la organización de los obreros empalmó con la asimilación y desarrollo del marxismo por parte de José Carlos Mariátegui. Así, la fusión del movimiento obrero independiente con el marxismo de Mariátegui se concretó en el Partido Socialista.

El proceso de Reconstitución del partido de Mariátegui requiere el reconocimiento de la existencia del partido del proletariado, que, por su carácter doctrinal, adherido al marxismo-leninismo y al pensamiento de Mariátegui, se encuentra sin una forma orgánica definida, disperso en pequeños colectivos e individuos.

Como señala Eduardo Ibarra, la ley de formación del partido proletario es la de pasar del partido de cuadros al partido de masas. Esto es, de la formación del partido del proletariado como un partido de cuadros ligado a las masas, a un partido de masas (militancia extensa de obreros y campesinos) y de cuadros, por la adhesión al marxismo-leninismo de sus militantes.

En la actualidad, en la lucha contra las diversas desviaciones en el seno del proletariado, se ha logrado desarrollar y expresar el contenido correcto de la Reconstitución. Así,

“Solo en la primera década del presente siglo se enderezó lo torcido en punto a la Reconstitución: hoy se sabe que esta tarea es un sistema cuyos componentes se encuentran intrínsecamente relacionados entre sí: 1) retoma de los Fundamentos del Partido de Mariátegui; 2) desarrollo de tales Fundamentos conforme a la situación actual; 3) enraizamiento en las masas y dirección de las mismas.”6

Como resultado de esta lucha por la defensa de los Fundamentos del Partido de Mariátegui, se tiene que

“En torno a tales elementos del sistema de la Reconstitución, ha habido una larga e intensa lucha que, finalmente, ha dado el fruto esperado: un concepto correcto de la Reconstitución y, por lo tanto, una base real, concreta, fructuosa para la acción de los Continuadores de Mariátegui.”7

Así pues, la forma específica que se puede vislumbrar es la que va del partido disperso a la unificación de los colectivos e individuos que adhieren al marxismo-leninismo y al pensamiento de Mariátegui, dando por resultado el Partido del proletariado que alcanza tal estatus como resultado del proceso de Reconstitución.

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(1) Eduardo Ibarra, Algunas cuestiones sobre el Partido del Proletariado y la Reconstitución del Partido de Mariátegui. Editorial Creación Heroica, octubre 2023.

(2) Franz Mehring, Carlos Marx. Carta de Carlos Marx a Freiligrath Págs. 299-300. Ediciones Grijalbo, 1967.

(3) Eduardo Ibarra, Ibidem, pág. 11.

(4) Ibidem, pág. 8.

(5) Federico Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico.

(6) Eduardo Ibarra, Ibidem, pág, 71.

(7) Ibid.

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