domingo, 1 de septiembre de 2024

Venezuela

Las Elecciones Venezolanas del 28 de julio en el Contexto de los Alineamientos a Escala Mundial 

Eduardo Ibarra 

Hace ya diez años atrás escribimos que el socialismo reformista en el poder presenta tres características, a saber: 1) convivencia con la gran burguesía intermediaria del imperialismo; 2) respeto supersticioso por la democracia burguesa; 3) creencia en una transición pacífica al socialismo. 

        Este es el caso, sin duda, del “chavismo”, ya veinticinco años en el gobierno. En este tiempo, su antiimperialismo pequeño burgués lo ha llevado a exacerbar, en algunos aspectos, sus contradicciones con respecto al imperialismo yanqui. 

        Como consecuencia, Venezuela aparece alineada con el bloque China-Federación Rusa, y este alineamiento presenta de fondo esta cuestión: Venezuela posee las mayores reservas de petróleo del mundo que beneficia o puede beneficiar a los BRICS y especialmente a China, a la Federación Rusa, a Corea del Norte, a Cuba, enemigos jurados del imperialismo yanqui. Por eso este imperialismo aspira a controlar las mencionadas reservas: así podría contar con tales recursos energéticos, al mismo tiempo que se los restaría a sus mencionados enemigos. Huelga decir que esta aspiración se da como parte de los preparativos del cuarteto USA-OTAN-Inglaterra-Japón con vistas a desencadenar la III Guerra Mundial. No tener en cuenta esta realidad sería plantear muy pobremente el problema de Venezuela. 

        Para invadir a Irak y someterlo a su férula, el imperialismo yanqui procedió primero a crear opinión pública a favor de la idea de que dicho país poseía armas de destrucción masiva, lo que no se encontró después de la invasión. Ahora, en relación a las últimas elecciones venezolanas, ha utilizado la misma táctica: incluso desde antes de tales elecciones cierta prensa estadounidense y ciertos políticos de la derecha continental, dijeron que el gobierno de Maduro preparaba un fraude, y esta calumnia se hizo masiva y chillona en el campo burgués después de realizadas las elecciones, no obstante que no se demostró ningún fraude. Incluso la calumnia fue vergonzosamente repetida por algunos “izquierdistas”. 

El imperialismo cuenta en Venezuela con operadores internos (Edmundo González, Corina Machado, Guaidó y mil más) y una manipulable base social bastante amplia: el 44,2 por ciento logrado por González no es poca cosa. Como es de conocimiento general, el imperialismo yanqui se ha apresurado a reconocer a González como el vencedor de las elecciones, y, por otro lado, los presidentes de Brasil, México y Colombia han pedido nuevas elecciones, con lo que prácticamente están acusando de forma tácita al gobierno venezolano de haber hecho fraude. Este pedido demuestra que, como siempre, el socialismo reformista se encuentra prisionero de los prejuicios demoburgueses. Esto expresa su limitación de clase. 

        Pero la coyuntura venezolana demuestra también que el “chavismo” ha rifado y continúa rifando su gobierno en elecciones burguesas: el 51,2 por ciento logrado por Maduro en las últimas elecciones, no hace una diferencia demasiado importante, y ahora no solo es evidente el fortalecimiento económico de la gran burguesía sino también el fortalecimiento político de la oposición antichavista y la creciente actividad de las guarimbas, etc. 

Si el gobierno “chavista” hubiera sido revolucionario (si hubiera liquidado a la burguesía como clase confiscando sus medios de producción y, además, hubiera aplicado un sistema electoral como el cubano, por ejemplo), y no fuese reformista (si no se hubiera limitado a maquillar el régimen capitalista con una pretendida “distribución equitativa” de la riqueza), otra sería la presente situación de Venezuela: hablando en general, su fortaleza económica, política y social sería mucho mayor. 

En cuanto al supuesto fraude, la Sala Electoral del Tribunal Supremo Constitucional de Venezuela ha informado que habiéndole solicitado a la oposición que presente las actas de su publicitado triunfo, sus personeros no pudieron presentar nada. Pero, además, los resultados finales dados por la Sala Electoral refrendan su información original y, así, echan por tierra la calumnia del fraude lanzada por la reacción interna venezolana y la reacción mundial. 

El objetivo del imperialismo yanqui de traerse abajo al gobierno venezolano viene desde hace mucho, y todo el mundo sabe (menos los que no quieren saberlo) que el bloqueo de 2014, ampliado en los años 2017 y 2019, sumieron a Venezuela en una crisis profunda y al pueblo venezolano en una situación desesperada. Ahora, cuando le ha fracasado el bloqueo (Venezuela se está recuperando económicamente)(1), así como también la vía eleccionaria, el imperialismo yanqui, según algunos indicios, trama otro camino: el de la intervención directa. Pero, claro, primero tendría que pensarlo doscientas veces, pues el pueblo venezolano está dispuesto a resistir, y los pueblos conscientes del mundo entero, y en primer lugar los de Nuestra América, no asumirían una actitud de indiferencia. 

A pesar de las discrepancias anotadas puntualmente al comienzo del presente artículo, FRENTE AL IMPERIALISMO YANQUI QUE ESTÁ DETRÁS DE GOZALES-MACHADO Y COMPAÑÍA, CUMPLIMOS CON EL DEBER INTERNACIONALISTA DE APOYAR A VENEZUELA, A SU PUEBLO, DE DEFENDER SU SOBERANÍA Y SU LIBRE DETERMINACIÓN.


Nota[1] Ignacio Ramonet ha sistematizado las razones por las que Venezuela ha superado las consecuencias del criminal bloqueo del imperialismo, y no solo en lo económico sino también en lo social: 1. derrotó a la delincuencia y la inseguridad. Caracas es hoy una de las ciudades más seguras de América (dixit Donald Trump); 2. derrotó la hiperinflación, la más alta del mundo y el mayor flagelo para cualquier economía; hoy la inflación en Venezuela es inferior a la de EEUU y de la Unión Europea; 3. relanzó el crecimiento económico de manera espectacular; en 2023, Venezuela obtuvo el mayor índice de crecimiento de América Latina y lo volverá a alcanzar este año (+8%): 4. consiguió el pleno empleo; entre los sectores público y privado y las economías formal e informal se consiguió, por vez primera en decenios, el pleno empleo con subida notable de salarios e ingresos; 5. consiguió, por primera vez en más de un siglo, la soberanía alimentaria; el 96% de la alimentación de los venezolanos se produce en Venezuela; una inmensa victoria del campesinado; 6. relanzó la producción petrolera; ya se está alcanzando de nuevo el millón de barriles diarios; 7. venció al bloqueo ilegal y criminal causante principal del gran sufrimiento de la población: 8. relanzó las políticas de ayuda social; Venezuela vuelve a tener recursos y gran parte de éstos se invierten en grandes programas sociales y misiones de solidaridad; 9. rompió el aislamiento diplomático impuesto por Washington y desbarató la surrealista ficción de Guaidó; 10. consiguió integrarse en el seno de los BRICS, la mayor alianza geopolítica de nuestro tiempo rumbo al futuro.

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