Un
Poema de Herbert Read*
Víctimas
del Bombardeo
Más rosados son los rostros de muñecas, pero
fueron [niños
sus ojos no de vidrio sino de reluciente cartílago
lentes oscuros en cuyas miradas mercuriales
temblaba la luz del sol. Estos labios relajados
una vez fueron cálidos y brillantes de sangre
pero sangre
encerrada en húmeda ampolla de carne
no derramada ni salpicada sobre cabellos revueltos.
En estas sombrías trenzas
pétalos rojos no siempre coagularon así
ennegreciéndose en la cicatriz.
Estas son caras de muertos.
No es mayor la palidez de cera del avispero
ni tan ceniciento el rescoldo de la madera.
Están puestos en filas
como caídas linternas de papel
una noche de fiesta
extintas en el seco aire matutino.
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