De los Sobrecostos Laborales al Trabajo Gratuito
César Risso
AUNQUE ES SABIDO QUE LA BURGUESÍA
desea contratar trabajadores sin pagarles, es decir, tener a su servicio mano
de obra gratuita, hasta la fecha no lo había expresado abiertamente. Para que
así haya sido, tiene que haber habido algún hecho o circunstancia que la haya
obligado a hacer públicos sus más íntimos deseos.
En el texto del proyecto de ley 01215
(marzo 2017), se afirma en la exposición
de motivos, que:
“[…] es necesario que el Estado flexibilice la
posibilidad de apertura de las nuevas ‘Experiencias formativas en situaciones
reales de trabajo’ […] a fin de favorecer el ingreso masivo de los
jóvenes en periodos de formación, al interior de las empresas y del sector
productivo a través de Convenios expresos entre éstas y los Institutos, sin
incorporar el componente de cargas económicas ni laborales que dificulten este
tema y que conviertan una experiencia formativa en una relación laboral que no
existe en el presente caso […]”
En primer lugar prestemos atención a
la expresión “Experiencias formativas en situaciones reales de trabajo.” Si
la experiencia formativa se da en situaciones reales de trabajo, quiere decir
que los estudiantes están trabajando: producen realmente. Esto es, generan
ganancias, que son tan reales como el trabajo que ejecutan los jóvenes.
En
consecuencia, las empresas se verán beneficiadas por esta modalidad de
“capacitación”.
La
norma dice que se trata de “favorecer el ingreso
masivo de los jóvenes”. No se trata de algunos jóvenes que puedan
eventualmente capacitarse en las empresas, sino del evidente reemplazo de trabajadores,
pues no se entiende cómo pueden ingresar masivamente los jóvenes a capacitarse
en las empresas, si las áreas, herramientas, máquinas, y equipos en general
están siendo usados por los trabajadores.
Este
ingreso masivo de jóvenes a las empresas, cosa improbable, tal como está
planteado, no es otra cosa que la sustitución de trabajadores pagados por
trabajadores gratuitos. De no ser así, entonces las empresas se convertirían en
centros de capacitación, función para la cual no han sido creadas. Aunque la
idea es tentadora para la burguesía, probablemente este sea un plan piloto para
que las empresas, bajo el engaño de la capacitación, puedan acceder en el
futuro próximo a trabajadores gratuitos. Así quedaría redonda la figura de
trueque de trabajo por capacitación.
Cuánto
significa monetariamente para cada estudiante esta propuesta legal.
El
precio de la hora promedio de trabajo, tomando como base la remuneración mínima
legal, que es de 850 soles, es de 3,54 soles. Son 448 horas como máximo según la
norma, lo que da como resultado que cada alumno dejará de percibir 1.585,92
soles.
Este
aporte del alumno va a parar al bolsillo del empresario. De cuánto es el monto
que los empresarios se van a apropiar bajo esta modalidad de “capacitación”.
“[…] resulta materialmente imposible que más de 390.000
jóvenes que hoy estudian distintas carreras de educación técnica, y más de
230.000 jóvenes que cursan especialidades Técnico-Productivas puedan ser
recibidos masivamente […]”
Según la misma norma, existen 390.000
jóvenes de educación técnica, y 230.000 jóvenes de especialidades
Técnico-Productivas. Esto arroja un total de 620.000 estudiantes. Si
multiplicamos el total de jóvenes de educación técnica por el importe que
dejaría de recibir cada uno, el resultado sería 983.270.400 soles, es decir,
casi 1000 millones de soles, que van a quedar en poder de la empresas.
No
es poca cosa lo que está en juego para la burguesía.
Pero
esto traería consecuencias. Una de ellas es que habrá una confrontación entre
diversos sectores de la burguesía para tener el beneficio de jóvenes
trabajadores gratuitos.
Otra
consecuencia estaría dada por las condiciones de vida de los jóvenes así
explotados. Explotación que es peor que la esclavitud, pues mientras que los
esclavos eran alimentados y vestidos por sus dueños, y además tenían un lugar donde
vivir, evidentemente en las condiciones de vida de un esclavo, estos jóvenes no
recibirán absolutamente nada. Aunque dice la norma que recibirán capacitación.
Quienes
también se verán beneficiados por esta norma, serán los institutos de formación
técnica, pues ante la estafa que significa ofrecer capacitación sin contar con
los equipos, no se verán obligados a invertir, sino que podrán seguir cobrando
las mensualidades completas a los jóvenes, cediéndolos gratuitamente a las
empresas.
¿Progresarán
los jóvenes y el país con esta “modalidad de formación” de los jóvenes? Al ver
incrementarse sus ganancias por esta norma, la burguesía aumentará sus
inversiones y su producción. Pero no tendrá quienes le compren sus productos,
puesto que sus trabajadores no recibirán pago alguno, puesto que trabajarán
gratuitamente. Con esto, el sueño de la burguesía se transformará en pesadilla.
Además,
si ingresaran por esta modalidad de capacitación a trabajar 620.000 jóvenes,
quiere decir que serán despedidos 620.000 trabajadores, que dejarán de tener
ingresos, y que por lo tanto estarán en la imposibilidad de pagar sus deudas y
de gastar en bienes de consumo.
Si
dejamos a un lado la manipulación de la información económica de la burguesía,
podemos llegar a cifrar reales, en el sentido de aproximarnos a lo que
realmente se va a apropiar la burguesía con esta ley.
Según
los cálculos realizados, expuestos en el artículo Evolución de la Explotación Capitalista en el Perú (César Risso. Creación
Heroica. Noviembre 2017), el nuevo valor creado por cada trabajador, en
promedio, en una hora es de 14,80 soles. De los cuales, obviamente, el
capitalista paga una parte al trabajador, embolsándose lo demás. Si
consideramos la totalidad del nuevo valor creado, y lo multiplicamos por el
número de horas que como máximo puede “capacitarse” un estudiante, bajo la
modalidad de “Experiencias formativas en
situaciones reales de trabajo”, tenemos que por un trabajador, durante las
448 horas de “capacitación”, la burguesía obtendrá 6.630,40 soles. Si
multiplicamos este resultado por el número de estudiantes, la burguesía
recibirá por esta modalidad de capacitación un valor total como máximo de 4 mil
110 millones 848 mil soles. Valor que es el que crearán los estudiantes bajo
esta modalidad de “capacitación”.
Como
se puede apreciar, no se trata únicamente de esclavitud laboral, sino que, como
hemos visto, este proyecto de ley no solo pone a los estudiantes en una
situación que está por debajo de los esclavos en cuanto a ingresos, sino que
además es un asalto legalizado.
La
ambigüedad de las proyecciones económicas para este año 2018, no deja claro lo
que realmente puede suceder. Sin embargo, en el artículo Expectativas
Económicas y Situación de los Trabajadores (Edición de enero 2018 del Blog
Creación Heroica), planteamos la precariedad de las perspectivas económicas
para este año.
Esta
situación se confirma por la agresión que significa por parte de la burguesía
proponer leyes para implementar el trabajo gratuito. La reducción de la
inversión privada en los últimos años es otra evidencia más de que la burguesía
ya no puede sostenerse en las condiciones económicas actuales.
Esta
situación es la que ha motivado a la burguesía a lanzarse a una desesperada
carrera por elevar sus ganancias, a través de la modalidad de trabajo gratuito.
Los argumentos que esgrimen sus intelectuales, por demás absurdos, no alcanzan
a convencer a sus víctimas, aunque hay algunos incautos que se dejan seducir
por los “grandes servicios” que recibirán a cambio los trabajadores gratuitos.
La
burguesía sabe perfectamente, que en breve tiempo la productividad de los
nuevos trabajadores aumenta. Incluso aplican la llamada curva de aprendizaje,
para medir el aumento de la productividad de los trabajadores. De modo que no
hay forma de engañar a los jóvenes, a pesar del intento de desorientarlos.
Pero
hay que tener claro que este es un plan piloto. La verdadera arremetida de la
burguesía se dará cuando implementen una ley que diga que tanto los estudiantes
como los nuevos trabajadores, deberán tener como máximo un periodo de
capacitación de 448 horas en Experiencias formativas en situaciones reales de trabajo. Con
lo cual dispondrán masivamente de millones de trabajadores gratuitos.
En
la búsqueda de la burguesía por lograr reducir sus costos al mínimo, han pasado
de los llamados sobrecostos laborales, que es como llaman a las
gratificaciones, a las vacaciones, a la CTS, es decir, a los derechos
laborales, al trabajo gratuito, bajo el eufemismo de “Experiencias formativas
en situaciones reales de trabajo”.
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