China:
Del Socialismo a la Restauración Capitalista
Pao-yu
Ching*
¿Para quién se
produce?
"En
el plano económico, el primer elemento en la economía socialista es que su meta
principal es satisfacer las necesidades de las masas. El segundo es que el
desarrollo debe basarse en el autosostenimiento. Para que satisfacer las
necesidades de las masas sea la meta fundamental de la economía es preciso
transformar toda la economía, que está al servicio de la producción mercantil y
del beneficio, en otra donde las empresas producen para satisfacer las
necesidades de las masas".
Puesto que en 1956 la industria de
China fue transformada en propiedad pública, las empresas no tenían una
contabilidad autónoma y los salarios de los trabajadores dependían directamente
del Estado. Por lo tanto la empresa no podía bajar salarios ni despedir
trabajadores.
"Los salarios no eran muy
elevados, pero tampoco era elevado el costo de vida. El alquiler de la vivienda
costaba un yuan; y los servicios públicos —electricidad, gas, etc.,—, menos de
un yuan. Todos los gastos de salud estaban cubiertos, y lo mismo el cuidado de
los niños. Los trabajadores se jubilaban a los 55 años y las trabajadoras a los
50, con el 75% del salario".
La propiedad colectiva en la
agricultura era diferente de la propiedad pública en la industria. Cada comuna
—dentro de la cual estaban las brigadas y dentro de ellas los equipos de
producción— era autosuficiente. Se garantizaba la cuota de grano para
alimentación, independientemente de si se era viejo o joven, enfermo o sano.
Las comunas tenían asistencia médica, educación y otros servicios.
"Esto es lo que denominamos hacer
de las necesidades de las masas la principal meta de la producción. Es muy
distinto de las corporaciones privadas capitalistas, donde el salario de los
trabajadores es un costo, que es preciso reducir al mínimo. En la economía
socialista, por el contrario, siendo la meta satisfacer las necesidades de las
masas, los salarios de los trabajadores son la meta. Por lo tanto, en la medida
en que crece la producción deben crecer los salarios de los trabajadores".
Otro rasgo del desarrollo socialista es
el autosostenimiento y el basarse en las propias fuerzas: la financiación debe
provenir de fuentes internas y no de préstamos de organismos financieros
internacionales como los que asfixian a los países subdesarrollados, que
terminan tributando más al exterior que lo que reciben en préstamo y sufren las
políticas imperialistas de "ajuste estructural".
"Para poder ser independientes del
imperialismo es preciso asegurar el autosostenimiento y seguir la línea de
basarse en las propias fuerzas, y para ello asegurar el ahorro interno para
financiar la producción. Si se tiene muy poca industria, hay que basarse en la
agricultura para generar el excedente que permita financiar el proceso de
industrialización".
En
China la colectivización del campo —primero los equipos de producción, después
las brigadas y finalmente las comunas—, permitió un gran salto en el desarrollo
agrícola, mejorar y fertilizar la tierra, y encarar grandes trabajos de
irrigación. El desarrollo de la agricultura generó el excedente para financiar
la industrialización, y a su vez la industria pudo vender fertilizantes,
maquinaria agrícola y otros materiales para incrementar la producción agrícola.
La dirección del
proletariado
"Políticamente,
el desarrollo se refiere a la dirección del proletariado, basado en una
estrecha alianza obrero-campesina. Sin la colectivización del campo hubiera
sido imposible para los trabajadores lograr la alianza obrero-campesina".
Desde 1958, con el proceso de formación
de las comunas, el programa concreto de colectivización del campo pasó por la
elevación gradual de los precios de los granos por el Estado y la reducción
gradual de los precios de los insumos que los campesinos compraban a la
industria urbana —fertilizantes, tractores, etc.— y de los impuestos agrícolas,
así como por el financiamiento para la construcción de obras de irrigación en
gran escala (las de pequeña escala las financiaban los campesinos por sí
mismos).
Sin embargo, para que los trabajadores
pudieran imponer su dirección, debían pasar a ser los dueños de su propio país,
y manejar y administrar su propia fábrica.
"Esta fue una gran lucha entre dos
líneas en el Partido, entre Mao y Liu Shaochi. Mao estaba a favor del empleo
permanente y un mayor control por parte de los trabajadores. En cambio Liu Shaochi
mandó una misión a la Unión Soviética, que volvió diciendo: "deberíamos
tener contratos laborales, por un año o dos..., y, habiendo tanta gente en el
campo, si vienen a la ciudad, podríamos pagar salarios más bajos".
Esta fue una lucha muy dura, que se
concretó en 1960 en el gran complejo siderúrgico de Anshan. Allí promovieron la
dirección de los obreros en la producción mediante tres métodos: 1) la
participación de los obreros en la administración y de los administrativos y
gerentes en el trabajo productivo; 2) la eliminación de los reglamentos
irracionales (sanciones, etc.) buscando la automotivación de los propios
trabajadores para desarrollar la producción y construir un nuevo país; 3)
generar innovaciones tecnológicas con la triple integración de cuadros, obreros
y técnicos. En marzo de 1960, la "Constitución de Anshan" fue
señalada por Mao como el camino a seguir en las fábricas de toda China.
Sin embargo, por la resistencia de los
dirigentes de muchas fábricas esto no se generalizó hasta la Revolución
Cultural.
Valores socialistas
vs. valores capitalistas
"Los
valores socialistas implicaban ir reduciendo las diferencias entre la ciudad y
el campo —y entre la agricultura y la industria—, entre el trabajo manual y el
trabajo intelectual, y entre el hombre y la mujer".
Por su larga historia de feudalismo, la
educación como un modo de ascenso social estaba profundamente enraizada en la
mentalidad del pueblo chino. Había que cambiar esa historia, donde los
trabajadores y los campesinos producen el excedente, con eso los intelectuales
van a estudiar, y luego vienen y dirigen a los obreros y los campesinos.
Entonces el estudiante, que es mantenido por la sociedad con el excedente
productivo ¿a quién sirve con sus conocimientos?
Cuando la Revolución Cultural estalló,
las escuelas se pararon y se desarticularon. Y luego se impuso un sistema por
el cual, luego de la primera etapa de la escuela secundaria los egresados
secundarios van al campo o a la fábrica; y luego son las organizaciones de
fábrica y las de la comuna las que dicen: "estos jóvenes tienen que ir a
estudiar, porque van a servir al pueblo con sus conocimientos". Son ellos
quienes los eligen.
Los intelectuales se pusieron furiosos,
porque durante tanto tiempo nunca se les había dicho lo que tenían que hacer;
al contrario, eran ellos los que decían lo que la gente debía hacer.
Otro valor socialista es la cooperación
y no la competencia. En la China socialista las distintas empresas cooperaban
entre sí: no había propiedad intelectual ni royalties.
La restauración
capitalista
El
socialismo no fracasó: fue derrotado. Los contrarrevolucionarios tomaron el
poder.
Cuando Deng Xiaoping tomó el poder
junto con sus sostenedores en 1979 privatizó las empresas públicas; y entre los
años '80 y 1997 fueron despedidos más de la mitad de los obreros de las
empresas públicas. Muchos de ellos no tenían medios de vida y pasaron a
engrosar el sector informal y el trabajo en negro de la economía. En algunas
ciudades, la tasa de desempleo llegó al 50 por ciento. Y se desmanteló
totalmente el sistema de salud.
Pero ya antes de la privatización de
las empresas públicas, hacia 1984, procedieron a la disolución de las comunas
en el campo, para disolver la alianza entre los obreros y los campesinos.
Nuevamente, cada familia campesina pasó a tener una pequeña parcela. Toda la
infraestructura de irrigación fue poco a poco deteriorándose. Mucha gente en el
campo ya no pudo autosostenerse, y la juventud pasó a migrar a las ciudades:
primero algunos millones, después 10, después 100, y ahora ya son 200 millones
de migrantes. Muchos fueron a trabajar en las industrias de exportación de
donde provienen las mercancías chinas tan baratas, porque trabajan 13 o 14
horas y cobran salarios bajísimos. Uno de los grandes problemas para los
trabajadores son las heridas y los accidentes de trabajo, incluyendo la muerte
en el trabajo.
Las trabajadoras mujeres están en
condiciones aún peores que los varones. Muchas veces se les promete contrato en
la gastronomía pero luego son llevadas a la prostitución en las ciudades. La
venta de mujeres y el trabajo en el servicio doméstico para las familias ricas
comienza a ser muy común.
El gobierno es absolutamente corrupto.
Las coimas y sobornos en el aparato militar son gigantescos. Les regalan
computadoras, televisores... Les pagan la coima con una tarjeta de débito.
Hay mucha furia y enojo: China es como
un montón de leña seca, que basta una chispa para que se incendie. Hay huelgas,
pero son locales. Honda tuvo que parar, porque hubo una huelga de 18.000 trabajadores. De modo que el
futuro para el gobierno burgués no es muy brillante: están muy preocupados.
Pero los obreros y campesinos necesitan organizarse. Sino, habrá muchas luchas
pero no obtendremos ninguna victoria.
____________
*Exposición
del sábado 29 de mayo de 2010 de la doctora Pao-yu Ching, economista y
profesora emérita en el Marygrove College en Detroit y profesora en la
Universidad de Maryland. Pao-yu Ching expuso en primer lugar en qué consiste el
desarrollo socialista en sus dimensiones económica, política e ideológica, para
contrastarlo con el desarrollo capitalista, basándose en la China
revolucionaria de 1949-1978 y la posterior restauración capitalista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.