Bélgica:
Lucha Popular y los Dockers en Acción
Luis
Arce Borja.
Bruselas 6 de noviembre 120 mil
trabajadores salieron a manifestar contra el gobierno. La nota de descaro y
oportunismo de esta manifestación corrió a cuenta de los líderes del Partido
Socialista, participantes de la protesta que ahora se presentan hipócritamente
como defensores de los trabajadores. La parte sobresaliente fue la
participación aguerrida de los trabajadores portuarios (dockers), quienes
dieron a este acto de protesta un verdadero carácter de lucha contra los grupos
de poder y el capitalismo.
Esta manifestación
fue contra las medidas antipopulares que viene ejecutando el gobierno ultra
reaccionario de Bélgica recién instalado el 11 de octubre pasado. Este
gobierno, una mescla de ultra derecha fascista con derecha liberal y católica,
ha acelerado las medidas antipopulares iniciadas desde el 2011 por el Partido
Socialista de Elio Di Rupo. La gigantesca manifestación fue en Bruselas, y su
convocatoria estuvo a cargo del Frente Común Sindical belga (FGTB-CSC-CGSLB),
que reúne en su seno todo el movimiento sindical de este país. Es excepcional
esta masiva participación de trabajadores, si se toma en cuenta que los
partidos políticos ligados a las transnacionales y grupos de poder (partido
socialista, Movimiento Reformador, cristianos, Ecologistas y otros) controlan
burocráticamente las organizaciones sindicales.
Lo espectacular de
esta manifestación fue la acción de los trabajadores portuarios (Dockers) de
Anvers, quienes cambiaron el contenido festivo y pacífico de la marcha de
protesta. La conducta de los trabajadores del puerto fue mucho más lejos de del
carácter legal de la manifestación. Así, bajo la influencia y acción de los dokers
la acción de protesta concluyó con vehículos incendiados, ventanas de edificios
destruidos, y un enfrentamiento violento entre policías y trabajadores que dejo
varias decenas de heridos y manifestantes detenidos por la policía.
Los dockers habían
llegado desde el puerto de Anvers a 40 kilómetros de Bruselas. Inmediatamente
se sumaron a la manifestación decididos mostrar al gobierno ultra reaccionario
que esta lucha no se podía limitar a una marcha pacífica que bien convenía a
las clases políticas y a las burocracias sindicales. Resultado del
enfrentamiento entre policías y manifestantes fue 112 policías heridos y 62
vehículos dejados en mal estado, algunos incendiados. Por la parte de los
manifestantes fueron arrestados cerca de 30 trabajadores, quienes ahora son
diabolizados por el gobierno y son presentados como “terroristas”,
“anarquistas”, “delincuentes y otros epítetos.
Qué exigen los trabajadores
Los trabajadores reclaman se respete sus
derechos laborales, entre ellos la jubilación a 65 años y no a 67 como pretende
imponer el gobierno. Exigen también la continuación del derecho a la indexación
de los salarios de acuerdo al alza del costo de vida. Exigen poner alto a la
represión económica social contra miles de trabajadores desocupados (chomeurs)
que desde el año 2011 son víctimas de una persecución casi policial y un
recorte de la subvención mínima vital que les permita afrontar los gastos
elementales de sobrevivencia. Los manifestantes exigen también que sean los
ricos los que paguen la crisis económica, y no como ahora que solamente es el
pueblo el que paga las consecuencias de un capitalismo voraz e inhumano.
El problema social
en Bélgica es similar al cuadro general a todos los países de la Unión Europea.
Ya sea en Francia, Alemania, Reino Unido, España, Portugal, y otros, donde los
capitalistas, aparte de controlar completamente el sistema económico (la
industria, las finanzas, el mercado, etc.) manejan el sistema político y
militar. Sus organizaciones políticas oficiales, tales como los partidos
socialistas, demócratas cristianos, liberales, ecologistas, partidos
comunistas, libertarios, y los partidos de extrema derecha, comparten el poder
periódicamente y cumplen estrictamente las ordenes de los grupos de poder.
De esta manera
gobiernos “socialistas” como en Francia, o anteriormente en España y hasta
algunas semanas aquí en Bélgica, solo ha servido para agravar la crisis social,
recortar violentamente los derechos de los trabajadores, y propiciar que la
crisis del sistema lo pague el pueblo, permitiendo al mismo tiempo el
enriquecimiento escandaloso de los grupos de poder y las transnacionales.
Paralelo a esta grave situación para el pueblo, los grupos de poder evaden
impuestos, y depositan enormes cantidades de dinero en los paraísos fiscales
como Luxemburgo, Suiza y en otras partes del mundo.
En Bélgica el
sistema político permite que todas las organizaciones políticas oficiales,
compartan el poder en forma de repartición de una torta de cumpleaños. Algo así
como cuando los bandidos se reparten el botín. Cada partido político tendrá una
proposición de ministerios, alcaldes, puestos en las empresas públicas, etc.,
de acuerdo a la cantidad de votos obtenidos en el acto electoral. En Bélgica, a
diferencia de otros países, los votantes no eligen un primer ministro, ni vice
ministros. Se vota por un partido y un personaje, pero los electores no tienen
ninguna participación en la conformación del gobierno. Esta modalidad política
a la belga, permite que en realidad en el sistema electoral, no haya
perdedores. Todos ganan algo, un ministerio, la dirección de una empresa del
Estado, y así de esta forma se diluye la oposición parlamentaria o en otras
instancias del sistema administrativo del Estado.
¿El Partido
Socialista (PS) contra la derecha y la ultraderecha en el gobierno?.
El 2011 Elio Di
Rupo, líder del Partido Socialista, fue nombrado primer ministro. Su mandato
destrozo y antipopular concluyó en octubre del 2014. Desde el inicio los
“socialistas” se aplicaron un plan para “salir de la crisis”. Sus principales
puntos liquidaron los ingresos de las los trabajadores y la población de menos
recursos económicos. Algunas de estas medidas fue reducir los gastos del
Estado, sobre todo en lo que respecta la salud y la seguridad social. Se
congeló durante dos años los sueldos y salarios de los trabajadores de la
administración pública. En el 2013, durante la administración socialista, se
formó una “comisión de reforma de pensiones”. Esta comisión decidió que la edad
de los trabajadores para jubilarse debía pasar de 65 a 67 años en el 2015.
Durante la gestión
gubernamental “socialista” se dictaron medidas sociales y económicas contra los
trabajadores, que el actual gobierno ultra reaccionario las extiende mucho más.
El gobierno socialista fue el que comenzó a reprimir y echar a la calle a miles
de asalariados sin empleo que recibían una asignación mínima vital. Los 50 mil
trabajadores sin trabajo que serán privados de una asignación mínima vital para
el 2015, es una acción, no del gobierno actual, sino más bien un paquete que
dejo como regalo Elio Di Rupo. La caza a los desocupados, con controles y
campañas de tipo policial, es una herencia de los socialistas en el gobierno.
Pero los
“socialistas”, no solamente vulneraron los intereses de los trabajadores.
Dieron leyes y disposiciones para legalizar el aumento del enriquecimiento
ilegal de los grupos de poder y las transnacionales en este país. Desde el 2011
hasta el 2014 el impuesto a los grupos de poder en las finanzas, la producción
y el comercio han disminuido a la mitad. Desde hace una década, dicen los
expertos, 19 mil millones de euros, salen de la caja del Estado como fuga de
capitales y el no pago de impuestos. Es por esta razón que en el 2013, a un año
del termino del gobierno del Partido Socialista, los trabajadores que habían
creído en la campaña electoral de Elio Di Rupo, se preguntaban, ¿Elio Di Rupo
es todavía socialista?.
Los trabajadores de
Bélgica se equivocan si creen que en alianza con el Partido Socialista de Elio
Di Ripo y la señora Onkeling, van a lograr existo en su lucha contra el actual
gobierno. El Partido Socialista (PS), es responsable de las medidas
antipopulares que ahora este gobierno ultra reaccionario ha comenzado a aplicar
en mejor forma. Los “Socialistas”, solos en alianza con otros grupos políticos,
se mantienen en la cúpula del Estado desde 25 años. Durante este largo periodo
han sido socio de los partidos más reaccionarios de este país.
Es claro y objetivo
que la “oposición” “socialista” al gobierno actual hace parte de su demagogia
para ocultar su complicidad con este mismo gobierno. Este partido es cómplice
del avance de la desigualdad y la pobreza en este país. Para octubre del 2013,
el Instituto Wallon de Evaluación contabilizaba más de 430 mil niños de Bélgica
en la pobreza. Por su parte la universidad de Mons y de Gand, en un estudio del
2013 anotaban que el 15,3% de la población belga vivía bajo la línea de la
pobreza, y que el 18.5 % de los niños de este país estaban amenazados por la
pobreza que crecía. Como da cuenta un diario belga, un trabajador afiliado al
partido socialista, señalaba en el 2013, “de que sirve tener un primer ministro
de “izquierda” si la política que él viene aplicando es la copia exacta de las
reivindicaciones de los patrones” (Libre Bélgique, 21 de febrero 2013)
¿Los “socialistas” contra la extrema
derecha y fascista?
Si la extrema derecha ha ganado terreno en
este país, incluso ahora maneja el gobierno actual, es gracias a la complicidad
de los partidos “democráticos”, entre ellos, el Partido Socialista (PS), los
ecologistas y otros. El Elio Di Rupo (líder del PS), desde el 2010 no vio con
malos ojos otorgar la amnistía a los belgas que durante la segunda guerra
mundial colaboraron con las tropas nazis y sobre todo que se alistaron en las
tropas hitlerianas. La RTL.be (julio del 2010) publicó una información el jefe
del Partido Socialista en compañía Laurette Onkelinx, reunió con Bart De Wever,
el líder del ultra reaccionario N-VA (Nieuw-Vlaamse Alliantie) (en español:
Alianza neo-flamande) y Jan Jambon actual vice primer ministro y ministro de la
seguridad y del Interior que reciénteme hizo escandalado por sostener a los
antiguos belgas nazis.
La cita se efectuó
en una granja y entre copas de champagne se tomaron acuerdos en torno a la amnistía
a los belgas nazis. La RTL, cita también las declaraciones de Philippe Van
Meerbeeck (un profesor de la Universidad Católica de Lovaina-la Nueva quien en
el 2010 se convirtió en la parte francófona de Bélgica en un propagandista a
favor de la amnistía para los belgas nazis. Según La RTL, este profesor declaro
que Elio Du Rupo le había una carta sobre esta amnistía, en cuya misiva le
pedía al profesor, si se podría inventar otra palabra que no sea “amnistía”,
pero que serviría para lo mismo: amnistiar a los nazis belgas.
En resumen, los
trabajadores belgas para avanzar en sus luchas reivindicativas, tienen ante que
nada sacudirse de la infiltración “socialista” en su seno. La infiltración
reaccionaria en el movimiento sindical y popular es una vieja estrategia para
desviar y desactivar las luchas populares. Y sin ninguna duda, los tiempos que
se aproximan rápidamente, requiere un movimiento popular independiente y
sólido, que enfrente en todo los terrenos, sindical y político, el avance de
regímenes reaccionarios y antipopulares.
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