Stalin y la Lucha por la Reforma
Democrática
(Sexta Parte)
Grover Furr
El
Politburó intentó en un principio limitar la campaña de represión ordenando que
fuese terminada en cinco días. Algo les convenció, o les obligó a permitir que
el NKVD extendiera el periodo por cuatro meses, de la primera quincena de
Agosto a la primera quincena de Diciembre. ¿Fue el alto número de detenidos?
¿El convencimiento de que el Partido se enfrentaba a un amplio número de
conjuras y a una gran amenaza interna? No sabemos los detalles de como y porque
esta represión masiva se desarrolló como lo hizo.
Este fue exactamente el periodo
durante el que iba a tener lugar la campaña electoral. Incluso a pesar de que
el Politburó continuó la organización de estas elecciones, con reglamentos
acerca de como los votantes iban a indicar sus preferencias, y de como los
funcionarios debieran actuar, los jefes locales controlaban la represión.
Podrían determinar qué oposición, si había alguna, al Partido -lo cual
significaba a ellos mismos- se podría considerar "leal", y cual era
merecedora de represión y encarcelamiento o muerte. (Getty,
"Excesses," passim.; Zhukov, Inoy 435).
Hay documentos originales que
demuestran que Stalin y el liderazgo alrededor del Politburó central estaban
convencidos de que los conspiradores anti-soviéticos estaban activos, y de que
se tenían que enfrentar a ellos. Esto es lo que los líderes regionales del
Partido han afirmado durante el pleno de Febrero-Marzo. A estas alturas la
dirección de Stalin ha minimizado este peligro, y mantiene centrando la
atención en la Constitución, la necesidad de preparar elecciones y el recambio
del burocratizado y viejo liderazgo con otros nuevos líderes.
Para el Pleno de Junio, los
secretarios regionales estaban en una posición desde la que podían decir:
"Te
lo advertimos. Teníamos razón y tú estabas equivocado. Además, aún tenemos
razón; hay peligrosos conspiradores activos, preparados para utilizar la
campaña electoral en su intento de provocar revueltas contra el Gobierno
soviético".
¿Fué
así como sucedieron los hechos? Parece, plausible, pero no podemos estar
seguros.
Stalin y la dirección central no
tenían ninguna idea sobre la extensión de estas conspiraciones. No sabían lo
que podrían hacer los nazis alemanes o los fascistas japoneses. El 2 de Junio
Stalin dijo en el Encuentro ampliado del Soviet militar que el grupo de
Tukhachevsky había proporcionado al Alto Mando alemán los planes operativos del
Ejército Rojo. Esto significaba que los japoneses, unidos por una alianza
militar (el Eje) y una alianza política anti-comunista (el Pacto AntiKomitern;
en realidad, un pacto antisoviético) con la Italia fascista y la Alemania nazi,
lo tendrían también, sin duda alguna.
Stalin dijo a los líderes militares
que los conjurados querían convertir a la URSS en "otra
España", es
decir una Quinta Columna coordinada con un ejército fascista invasor. Dado este
terrible peligro, la dirección soviética estaba decidida a reaccionar con una
determinación brutal. (Stalin, "Vystuplenie").
Simultáneamente, muchas pruebas
sugieren que el mando central (Stalin) quería tanto reducir la represión de las
troikas impulsada por los Primeros Secretarios y continuar implementando en la
nueva Constitución las elecciones. Del 5 al 11 de Julio la mayoría de
secretarios siguió la iniciativa de Eikhe de comunicar cifras precisas de
aquellos que se iba a suprimir, mediante ejecución (categoría 1) o
encarcelamiento (categoría 2). De repente, el 12 de Julio, El comisario
delegado del NKVD M.P. Frinovskii envió un telegrama urgente a todas las
agencias de policía locales:
"No inicien
operaciones de represión contra antiguos kulaks. Repito, no inicien". (Getty, "Excesses" 127-8).
Los
jefes locales del NKVD fueron llamados a Moscú para conferenciar, tras lo cual
se emitió la orden nº 00447. Esta larga y detallada instrucción extendía el
tipo de personas objeto de represión (incluyendo básicamente curas, los que con
anterioridad se hubieran opuesto al sistema soviético, y criminales) y -por lo
general- “disminuyó los límites o cifras requeridos por los
secretarios provinciales”.
[19]. Todas estas vacilaciones sugerían desacuerdos y luchas entre el
"centro" Stalin y el liderazgo central en el Politburó- y los
Primeros Secretarios en las zonas de provincias. Stalin no estaba al mando,
claramente. (Order No. 00447; Getty, "Excesses" 126-9).
El pleno del Comité Central de Octubre
de 1937 contempló la suspensión definitiva del plan para unas elecciones
libres. Una muestra de candidaturas, presentando diversos candidatos, había
sido ya diseñada. Bastantes de ellas han sobrevivido en varios archivos. [20]
En sustitución de ello, las elecciones a los soviets de Diciembre de 1937
fueron establecidas sobre la base de que los candidatos del Partido
compartirían las listas con un porcentaje de candidatos ajenos al Partido de
entre un 20 y un 25 %. En otras palabras, una alianza variada, pero sin
competición. Originalmente, las elecciones fueron pensadas sin listas, siendo
el voto solo para candidatos individuales, un método mucho más democrático.
Zhukov ha llegado a localizar en los archivos el documento auténtico que
Molótov firmó, el 11 de Octubre a las 6 de la tarde, cancelando las elecciones
abiertas. Esto representó una amplia pero inevitable derrota para Stalin y sus
seguidores en el Politburó. (Zhukov, KP 19 Nov. 02; Zhukov, Tayny. 41; Inoy 443).
Fue también en el Pleno del Comité
Central cuando se pronunció la primera protesta contra la represión masiva, por
parte del Primer Secretario de Kursk, Peskarov:
"Ellos
(el NKVD? ¿las
troikas? G.F.) condenan a la gente por
tonterías... ilegalmente, y cuando nosotros... planteamos la cuestión al Comité
Central, los camaradas Stalin y Molótov nos apoyan decididamente, y envían una
brigada de funcionarios de la Corte Suprema y de la Oficina del Fiscal para
revisar estos casos... Resultando que, al cabo de tres semanas de trabajo de
esta brigada, el 56% de estas sentencias en 16 regiones se clasifica por parte
de esta brigada como ilegal. Y lo que es mas, en el 45% de estas sentencias no
hubo prueba de que se hubiera cometido ningún crimen". (Zhukov, Tayny, 43).
En
el Pleno de Enero de 1938 Malenkov presentó una mordaz crítica sobre la gran
cantidad de miembros del Partido expulsados y de ciudadanos juzgados, a menudo
incluso sin proporcionar listas de nombres, sino solamente indicando los
números de los expulsados. Postyshev, primer secretario de Kuybyshev, fue
eliminado como candidato a miembro del Politburó por mantener que "no
había ni un elemento honrado"
entre todos los funcionarios del Partido.
Parece que el NKVD funcionaba a su
aire, al menos en algunas zonas. Sin duda, los primeros secretarios también
funcionaban a su aire. (Zhukov, KP 19 Nov. 02; Tayny, pp. 47-51; Thurston
101-2; 112). Sin embargo la preocupación de los líderes del Politburó era la
existencia de conspiradores, a los que tenían que enfrentarse. La magnitud de
los abusos del NKVD no fue reconocida. Como indica Zhukov, el informe de
Malenkov (culpando a los "trepas" dentro del Partido de las
expulsiones masivas y detenciones) fue continuado por Kaganovich y Zhadanov,
quienes siguieron haciendo hincapié en la lucha contra los enemigos, y
prestaron sólo una ligera atención a la "ingenuidad e ignorancia" en
el trabajo de "bolcheviques honrados".
Pravda, que estaba bajo el control
directo de la dirección de Stalín, aún hacía llamamientos para apartar al
Partido del manejo directo de los asuntos económicos, y la necesidad de
promover a gente no militante a puestos de liderazgo. (Zhukov, Tayny 51-2).
Mientras Nikita Khruschev, que en 1937 había pedido competencias para poder
ejecutar a 20.000 personas cuando era jefe del Partido en Moscú, fue trasladado
a Ucrania, donde, en el plazo de un mes, exigió poderes para reprimir a 30.000
personas. (Zhukov, Tayny 64, ver n. 23 abajo).
Nicolai Yezhov, sustituto de Genrikh
Yagoda en 1936 al mando del NKVD, parece haber estado en estrecha relación con
los primeros secretarios. [21]. La masiva represión de los años 1937-1938 ha
estado tan relacionada con su nombre que aún se la conoce como la
"Yezhovshchina". Yezhov dimitió el 23 de Septiembre de 1938 [22], y
en Noviembre de 1938 fue sustituido por Lavrentii Beria.
Bajo el mando de Beria, muchos de los
mandos de la NKVD y primeros secretarios responsables de miles de ejecuciones y
deportaciones fueron juzgados, y a menudo ellos mismos ejecutados por haber
llevado a la muerte a gente inocente y haber hecho uso de la tortura contra los
detenidos. Las transcripciones de los juicios de algunos de los funcionarios
policiales que utilizaron la tortura han sido publicados. Numerosos presos y
acusados, deportados, o enviados a los campos de trabajo fueron liberados.
Beria mismo manifestó que había sido nombrado para "acabar
con la Yezhovshchina”.
Stalin declaró al ingeniero aeronáutico Yakovlev que Yezhov fue ejecutado por
haber asesinado a muchos inocentes. (Lubianka B, Nos. 344; 363; 375; Mukhin,
Ubiystvo 637; Yakovlev).
Se hizo un daño incalculable a la
sociedad soviética, al gobierno soviético y al Partido bolchevique. Esto, desde
luego, hace mucho que se sabe. Lo que no se ha sabido hasta ahora es que la
implantación de las troikas y las cuotas de ejecuciones y deportaciones se
deben a la insistencia de los primeros secretarios, y no se deben a Stalin.
Zhukov piensa que la estrecha relación entre esto y la amenaza de elecciones
abiertas, y el hecho de que el Comité central consiguió forzar a la dirección
estalinista a cancelar esas elecciones, sugiere que la forma de evitar esa
"amenaza electoral" puede haber sido un motivo esencial para las
detenciones masivas y las ejecuciones de la "Yezhovshchina." (23)
(Zhukov, KP).
Nada puede absolver a Stalin y a los
que le apoyaron de las amplias responsabilidades que tuvieron en las
ejecuciones, que fueron de bastantes centenares de miles. [24]. Si las víctimas
hubieran sido encarceladas en vez de ser ejecutadas la mayoría hubiera
sobrevivido. Muchos hubieran visto revisados sus casos, y liberados. Para
nuestros objetivos aquí, la pregunta clave es la siguiente:
¿Porque cedió Stalin ante las demandas
de los primeros secretarios, que les concedieron decisiones sobre la vida y la
muerte? A pesar de que no hay excusas, pueden existir razones, a ciencia
cierta.
Ningún gobierno está preparado para
traiciones simultáneas por parte de altos mandos militares, figuras de primera
fila del gobierno nacional y de gobiernos regionales, y de la dirección de la
policía secreta y de fronteras.
Un grave conjunto de conspiraciones,
que incluía tanto a líderes del partido, actuales y anteriores, con enlaces a
través del vasto país acababa de ser descubierto. Lo más amenazante era la
participación de destacados militares de los niveles más altos, con la
revelación de los planes secretos militares a los enemigos fascistas. La
conspiración militar tenía contactos a lo largo de toda la URSS, y en ella
estaban también los mandos más elevados de la NKVD, incluyendo a Genrikh
Yagoda, que lo dirigió entre 1934 y 1936, y el segundo de abordo durante
algunos años, antes de 1934. En pocas palabras, no puede saberse la amplitud de
la conjura, y cuanta gente estuvo implicada. El camino prudente era pensar lo
peor. [25].
El Politburó y Stalin mismo estaban en
la cima de dos amplias jerarquías, la del Partido Bolchevique y la
gubernamental. Lo que sabían sobre el estado de cosas en el país era lo que sus
subordinados les decían. En el transcurso de los siguientes doce meses
reprimieron a muchos de los Primeros Secretarios, la mitad de los cuales fueron
encarcelados. Para la mayor parte, los cargos concretos y los dossieres de sus
interrogatorios y juicios siguen sin ser desclasificados, incluso en la Rusia
post-soviética y anticomunista. Pero ahora disponemos de bastantes pruebas de
las investigaciones que efectuaron Stalin y el Politburó para hacerse una idea
de la alarmante situación a la que se enfrentaban. (Lubianka B).
El Partido Bolchevique se regía por el
centralismo democrático. A pesar de su status y popularidad a lo largo del
país, Stalin (como cualquier otro líder del partido) podía ser derrotado por
una mayoría del Comité Central. No estaba en situación de ignorar presiones y
urgencias por parte de un amplio número de miembros del Comité Central.
Como ilustración de la incapacidad de
Stalin para impedir a los primeros secretarios burlarse de los principios que
inspiraban las elecciones democráticas, Zhukov menciona un incidente, de la
transcripción aún no publicada del Pleno del Comité Central de Octubre de
1937.I.A. Kravtsov, Primero Secretario del kraikom (Comité Regional G.F.) de
Krasnodar fue el único en reconocer, detalladamente, lo que sus colegas habían
estado haciendo furtivamente durante las semanas anteriores. Hizo un perfil de
la selección de aquellos candidatos a diputados del Soviet Supremo que se
ajustaban a los intereses del "liderazgo amplio".
"Presentamos
nuestros candidatos al Soviet Supremo",
manifestó con sinceridad Kravtsov.
"¿Quiénes
son estos camaradas? Ocho son miembros del Partido; dos no son miembros ni del
Partido ni del Komsomol. Así nos ceñimos al porcentaje de no miembros del
Partido que se indican en el borrador del Comité Central. Por su ocupación,
estos camaradas se reparten de la siguiente manera: cuatro empleados del
Partido, dos empleados en el Soviet, un secretario de kolkhoz, un conductor de
combinado, un tractorista, un trabajador del sector del combustible...
Stalin:
¿Quién
está, aparte de los conductores del combinado?
Kravtsov:
Entre los diez está Yakovlev, Primer Secretario del kraikom, y el secretario
del comité ejecutivo del krai.
Stalin:
¿Quién
te aconsejó hacer eso?
Kravtsov:
Tengo
que decir, camarada Stalin, que me lo aconsejaron aquí en el aparato del Comité
Central.
Stalin
: ¿Quién?
Kravtsov:
Aquí,
en el Comité Central, designamos nuestro secretario del comité ejecutivo del
krai, el camarada Simochkin, y tuvo la aprobación del aparato del Comité
Central.
Stalín:
¿De
quién?
Kravtsov:
No
lo sé, no puedo decir quién.
Stalin:
Es una pena, que no puedas decirlo, porque te informaron muy mal." (Zhukov, Inoy 486-7).
Evidentemente,
todos los Primeros Secretarios estaban haciendo lo que sólo Kravtsov afirmó,
ignorando el principio de elecciones secretas al Soviet, principio que ellos
mismos votaron en un Pleno anterior, pero que nunca aceptaron con claridad.
Esto señala la derrota definitiva de Stalin en este tema, las reformas
constitucionales y electorales que él y otros líderes centrales habían
encabezado durante dos años.
La reforma democrática fue derrotada,
y el antiguo sistema político quedó en su sitio. El plan de Stalin para
elecciones abiertas desapareció para siempre.
"De
esta manera, el intento de Stalin y su grupo de reformar el sistema político de
la Unión Soviética terminó con un total fracaso". (Zhukov, Inoy 491).
Zhukov
opina que si Stalin hubiera rechazado las exigencias de los Primeros
Secretarios de poderes extraordinarios, pudiera haber sido destituído, detenido
por contra-revolucionario y ejecutado…"
Hoy Stalin
estaría entre las víctimas de la represión de 1937, y el "Memorial" y
la comisión de A.N. Yakovlev estaría desde hace mucho tiempo pidiendo su
rehabilitación". ."
(Zhukov, KP 16 Nov. 02).
En
Noviembre de 1938 Lavrentii Beria reemplazó a Yezhov como jefe del NKVD. Las
"troikas” fueron abolidas. Las ejecuciones extra-judiciales cesaron, y los
responsables de los terribles excesos fueron a su vez juzgados y ejecutados o
encarcelados. [26] Pero la guerra se acercaba. El gobierno francés rehusó
continuar con la ya muy débil versión de la alianza Franco-Soviética acordada
(La URSS hubiera deseado una mucho mas fuerte). Los aliados cedieron
Checoeslovaquia a Hitler y a los fascistas polacos, sin ningún tipo de lucha.
La Alemania nazi llegó a una alianza con el gobierno fascista de Polonia con
vistas a una invasión de la URSS. La guerra civil española, a la que los
Soviets tanto apoyo habían dado, estaba perdida. Italia invadía Etiopía, y la
Liga de Naciones no hizo nada. Francia e Inglaterra, con la mayoría de Europa
Occidental, detrás, animaban a Hitler claramente para que invadiera la URSS.
(Lubianka B, No. 365; Leibowitz).
Japón, Italia y Alemania tenían un
tratado de mutua defensa, y un pacto "Anti-Komitern", los dos
expresamente dirigidos contra la Unión Soviética. Todos los países europeos
fronterizos (Polonia, Rumania, Bulgaria, Hungría, Finlandia. Estonia, Latvia y
Lituania) eran dictaduras militares de corte fascista. En 1938, un ataque
japonés en Lago Khasan costó al ejército rojo unos 1.000 muertos. Al año
siguiente, un ataque japonés de más envergadura fue rechazado por el Ejército
Rojo en Khalkin-Gol. Las bajas soviéticas ascendieron a 17.000, incluyendo casi
5.000 muertos; en ningún caso era una pequeña guerra. Pero fue decisiva, y los
japoneses no volvieron a importunar otra vez a los soviéticos. Pero el Gobierno
soviético no podía saber esto en aquellas fechas. (Rossiia I SSSR v Voynakh).
Después de 1938, el gobierno de Stalin
no hizo nuevos intentos de llevar a la práctica el sistema democrático
electoral reflejado en la Constitución de 1936. ¿Fue este fracaso un reflejo
del punto muerto al que se había llegado entre Stalin y los primeros
secretarios en el Comité Central? ¿O mas bien se estimaba que con una guerra a
las puertas, los esfuerzos hacia la democratización tendrían que esperar
tiempos mas pacíficos? Las pruebas disponibles no permiten una conclusión
firme.
Sin embargo, una vez que Beria hubiera reemplazado a Yezhov como jefe del NKVD (formalmente en Diciembre de 1938; en la práctica, unas semanas antes) tuvo lugar un continuo proceso de rehabilitaciones. Beria puso en libertad a unos 100.000 prisioneros de campos y cárceles. A esto siguieron los juicios contra los hombres del NKVD acusados de torturas y ejecuciones extrajudiciales. (Thurston 128-9).
Stalin. Historia y Crítica de una Leyenda Negra
(18)
Domenico
Losurdo
Tres
guerras civiles
Si
no se quiere permanecer estancados en el retrato caricaturesco de Stalin
realizado por Trotsky y Kruschov durante dos luchas políticas diferentes pero
igualmente enconadas, es necesario no perder de vista el hecho de que el camino
iniciado en octubre de 1917 está marcado por tres guerras civiles. La mera
presencia el enfrentamiento entre la revolución por un lado y el frente formado
por sus diversos enemigos por el otro, apoyados por unas potencias capitalistas
obsesionadas con la contención del contagio bolchevique por todos los medios
posibles. La segunda se desarrolla a partir de la revolución desde lo alto y
desde el exterior, y consiste sustancialmente, pese a algunos impulsos desde
abajo por parte del mundo campesino, en la colectivización de la agricultura.
La tercera es la que fractura al grupo dirigente bolchevique.
Esta
última es más compleja en la medida en que está caracterizada por una gran
movilidad e incluso por llamativos cambios de frente. Hemos visto a Bujarin, en
ocasión del tratado de BresthLitovsk, acariciar por un momento el proyecto de
una suerte de golpe de Estado contra Lenin, al que reprocha querer transformar
«el partido en un montón de estiércol». Pero si en éste momento Bujarin se
coloca en posiciones cercanas a las de Trotsky, a ojos de éste último se
convertirá diez años después en la encarnación principal del Termidor y la
traición burocrática: «¿Con Stalin contra Bujarin? Sí. ¿Con Bujarin contra
Stalin? Nunca»264. Es un momento en el que Trotsky parece alertar a
Stalin contra Bujarin: este último rápidamente podría «derrotar a Stalin
tachándolo de trotskista, exactamente tal y como Stalin había derrotado a
Zinoviev». Estamos en 1928 y ya se está fraguando la ruptura entre Stalin y
Bujarin, quien efectivamente, a causa del abandono de la NEP, comienza «a
describir en privado a Stalin como el representante del neotrotskismo» y como
«un intrigante carente de principios», en última instancia como el peor y más
peligroso enemigo dentro del partido265. El antiguo miembro del
duunvirato se encamina así hacia un futuro bloque con Trotsky. Al final las
diferentes oposiciones se coaligarán contra el vencedor; queda patente que en
el conflicto mortal que enfrenta a los bolcheviques hasta el último momento las
alineaciones cambian rápidamente.
En
un país carente de tradición liberal y caracterizado por un lado por la
prolongación del estado de excepción, y del otro por la persistencia de una
ideología inclinada a liquidar como meramente «formales» las normas que
presiden el gobierno de la ley, la tercera guerra civil asume la ferocidad de
una guerra de religión. Trotsky, que «se consideraba el único hombre apto para
ser jefe de la revolución», tiende a recurrir a «cualquier medio para derrocar
del trono al "falso Mesías"»266. Una «fe furiosa» inspira
también al frente opuesto y Stalin está decidido a liquidar todo peligro de
conspiración, incluso el más remoto, en la medida en que se acumulan en el horizonte
las nubes de una guerra que amenaza la existencia misma de Rusia y del país del
socialismo y que por lo tanto representa un peligro mortal tanto para la causa
nacional como para la causa social, dos causas para las que Stalin siente el
convencimiento de ser el líder.
No
siempre fácilmente distinguibles entre ellas los actos de terrorismo y de
sabotaje pueden ser la expresión de un proyecto de contrarrevolución o de una
nueva revolución, las tres guerras civiles resultan a su vez entrelazadas con
la intervención de una u otra gran potencia. El conjunto enrevesado y trágico
de estos conflictos se disuelve en el contexto descrito de diferentes modos por
Trotsky primero y Kruschov después, que narra la fábula simple y edificante del
monstruo que con sólo tocarlo transforma el oro en sangre y barro.
____________
(264)
En Cohén 1975), pp. 75 y 268.
(265)
Ibid, pp. 288 y 285.
(266)
Feuchtwanger 1946), p. 95.
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