¡Defender el Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de la Realidad Actual!
La Mitomanía Como Mensaje Presidencial
Cesar Risso
EL MENSAJE PRESIDENCIAL de quien funge de Presidente
de la República puede comprimirse hasta hacerlo caber en una cáscara de nuez1.
La verdad es que no hay necesidad de reducirlo. Su extensión es solo de forma,
mientras que por el contenido carece de valor. La cantidad de información que presenta
es inversamente proporcional a su contenido.
La Presidente Dina Boluarte compara su gestión con la
realización de grandes obras como Machu Pichu, y al hacerlo pretende ubicarse
al mismo nivel de quienes dirigieran la civilización que ejecutó semejantes obras.
No se da cuenta que lo que logra es mas bien resaltar su diminuta presencia, su
ridícula gestión, y el ánimo de encubrir los crímenes y el latrocinio que son
su verdadera “obra”.
Al intentar mostrar, en su discurso, que lleva sobre
su espalda la historia milenaria de nuestro pueblo, exhibe no solo su
incapacidad de reconocer su papel, que ha sido el de representar los intereses
de la burguesía y el de sus representantes políticos en el poder,
particularmente del Congreso, sino, además, el haber sido títere del poder
económico en la labor de reprimir al pueblo para conservar hasta el último
centavo de lo extraído a las clases trabajadoras. Más de medio centenar de
asesinados es el saldo de su gobierno. Así, sus expresiones nos permiten
generalizar, no el papel de los representantes políticos del poder económico,
que ya es de sobra conocido, sino su “actuación”, esto es, el colorido del que
tiñe cada quien su labor. Dina Boluarte encarna la versión malévola y
caricaturesca del gobierno del poder. Ha cumplido su función de mantener los
negocios de la burguesía, pero lo ha hecho cobrando sus servicios de forma ridícula
y desvergonzada: uso público de rolex y de joyas, evidenciando la vaciedad de
sus objetivos personales y sociales; cirugía estética, por demás asunto privado
convertido en público, que muestra su exacerbado individualismo; aumento de su
sueldo, etc. Pero también, demostrando su falta de escrúpulos para ordenar
asesinar y después encubrir a los asesinos y a ella misma, con el afán de
sostenerse en el gobierno del poder y así hacerse acreedora de los beneficios
por los servicios prestados a la burguesía.
Señala que le ha tocado enfrentar el “flagelo” de la
delincuencia, cuando es mas bien en su gobierno, y con su activa participación,
que se ha dado un conjunto de normas que benefician a los delincuentes. Así,
tratando de evitar que, en lo inmediato, y cuando deje la presidencia, sea
afectada por la justicia, ha gestado la protección de todo tipo de delincuente.
Cita frases que le atribuye a Pedro Castillo, que son parecidas
a las lanzadas por Rafael López Aliaga, uno de sus aliados. Así, ha dicho de la
propuesta política de Pedro Castillo, que ella patrocinó, que era
UN PROYECTO POLÍTICO QUE CONDUCÍA AL PERÚ A UNA
POLARIZACIÓN INSANA, A UN ENFRENTAMIENTO FRATRICIDA, A LA DESTRUCCIÓN DEL PERÚ
Y QUE LLAMABA A LA VIOLENCIA BAJO UN LEMA QUE SE PUSO EN PRÁCTICA: “AHORA SÍ,
GUERRA CIVIL” Y QUE “EN EL PERÚ DEBEN CORRER RÍOS DE SANGRE.”
Es curioso que lo que denuncia (“Ahora sí, guerra
civil” y que “en el Perú deben correr ríos de sangre”) es precisamente lo que
ella hizo.
Se atribuye como un gran logro el haber respetado los
derechos humanos; haber vencido a la violencia, pues esta, según dice, trae más
violencia y destrucción; el haber evitado la formación de colas para conseguir
alimentos, entre otras “grandes obras” que en su afiebrada visión pretende
hacernos creer. Pareciera que para elaborar su discurso hubiera tomado
fragmentos de los resultados de los gobiernos anteriores, como el de Alan
García en su primer gobierno, o como el de Alberto Fujimori, o el de Alejandro Toledo.
Es como si hubiera enfrentado en su gobierno los males provocados por los
mismos gobiernos de derecha cuyos representantes hoy la apoyan desde el
Congreso.
El discurso de Dina Boluarte ha sido una
representación teatral, burda por supuesto, en el intento de presentarse como
una destacada estadista, para evitar que se le vea tal como es: una vulgar y
siniestra defensora de la explotación y del crimen, una digna representante de
la burguesía, de los grupos económicos de poder.
El avance de la delincuencia en la forma que hoy se da
es un fenómeno que se ha extendido por muchos países. La delincuencia se ha
organizado y está implementando métodos nuevos. No son delincuentes aislados,
sino bandas y grupos mafiosos. Estos grupos progresan al amparo de los
representantes del poder político. Así, el “robo” legal de la burguesía queda
oculto tras el robo ilegal de la delincuencia actual. Ambos grupos persiguen lo
mismo: la ganancia máxima. En consecuencia, en el rol de Presidente de la República,
Dina Boluarte hace lo que está obligada a hacer: promover la delincuencia con
medidas legales.
Como es natural, los representantes políticos de la
burguesía aspiran a recibir lo que les corresponde por proteger la delincuencia,
es decir, el orden burgués, lo que se confirma cuando constantemente saltan por
todos lados los actos de corrupción.
Para resaltar aun más su papel y distanciar su gestión
de la mediocridad que todos vemos, contrasta la situación actual con una
alucinada descripción de lo que nuestro país hubiera sido si ella no tomaba las
riendas de nuestra nación, afirmando que nos hubiéramos convertido “EN UN PAÍS
FALLIDO, ES DECIR, UN PARIA INTERNACIONAL”.
Menudo trabajo el de nuestra Presidente, pues lleva a
cabo toda esta labor en medio de los asesinatos, del caso rolex, del abandono
de su cargo para una cirugía estética, del abandono del país, de su aumento de
sueldo, de las leyes para proteger a los delincuentes, etc.
Manifiesta que entre la disyuntiva de hacer publicidad
estatal o beneficiar a los pobres, optó por esto último. Esta escandalosa
mentira es parte de lo que un gobierno usurpador necesita para sostenerse en el
cargo y cumplir la función de títere que le ha asignado el poder real. Su
reciente aumento de sueldo; los constantes bonos a los congresistas; las opíparas
comidas de las que ella y sus allegados disfrutan; su afirmación de que los
pobres pueden comer con diez soles; sus viajes al exterior que son de placer,
puesto que no ha conseguido nada con ellos, etc., ¿Serán estos acaso los
recursos a los que se refiere que destina para favorecer precisamente a los
pobres? ¿Será que cree que, gastando más, aunque sea en sí misma y en los
suyos, puede entenderse como que hace más obra? Salvo que ella misma se
considere pobre y en consecuencia todo lo que disfruta no sea otra cosa que
ayuda a los pobres.
“EN ESAS CIRCUNSTANCIAS, TAMBIÉN TUVIMOS QUE TOMAR UNA
DECISIÓN SOBRE SI DESTINÁBAMOS RECURSOS MILLONARIOS EN PUBLICIDAD ESTATAL O LOS
INVERTÍAMOS EN EL APOYO A LOS PERUANOS QUE PADECEN POBREZA Y POBREZA EXTREMA.
OTRA VEZ ELEGÍ APOYAR A NUESTROS COMPATRIOTAS Y HEMOS ASUMIDO LAS CONSECUENCIAS
QUE HOY TODOS CONOCEN. HEMOS PAGADO LAS CONSECUENCIAS DE ESTA DECISIÓN
PATRIÓTICA”.
Nos habla de lo que ha realizado. Sin embargo, después
de tantas mentiras, podemos deducir inmediatamente que todo lo demás de su
discurso está plagado de mentiras. Por ejemplo, cuando habla de lo realizado en
seguridad ciudadana; o cuando se refiere a la protección de los niños y niñas,
etc., después de mantener a Norman Quero como ministro de educación, quien
dijera que era una practica cultural la violación de niñas en zonas de selva.
Citemos, para muestra, además de lo ya mencionado, solo
un dato para exponer como adultera el verdadero sentido de los hechos. La
proyección de crecimiento del PBI para este año era de 4%, sin embargo, el
actual ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez-Reyes, reconoció que el
crecimiento será menor, entre un 3,1 y 3,5%. Este hecho, el menor crecimiento
del PBI, la Presidente lo presenta en su discurso como un gran logro.
Es necesario indicar que el personaje Dina Boluarte,
no es más que un individuo que en su persona simboliza el poder económico y
político. Es la representación del capitalismo en el Perú. Y, como cualquier
individuo, es vulnerable. Nada puede contra las decenas de millones de seres
humanos que habitan nuestro país; y, si a pesar de esto logra controlar nuestro
destino, se debe a la actual organización del Estado capitalista, cuya función
es someter a las clases trabajadoras a la explotación capitalista. Por esto, si
ella cae, o si termina su mandato, las cosas cambiarán poco. Seguirá la
explotación, la delincuencia, la corrupción, el desempleo, etc. Son las
relaciones sociales de producción capitalistas amparadas por el Estado las que
hay que cambiar. Y esto solo lo puede hacer el pueblo organizado, esto es, las
clases trabajadoras conscientes de su papel.
Para evitar que las clases trabajadores tomen
conciencia de la necesidad de organizarse para cambiar las relaciones sociales
de producción y con ellas transformar el Estado en el poder del pueblo, la
burguesía nos pone cada cinco años un fantoche. Así, mientras el pueblo se
enfrenta al fantoche, la burguesía continúa sometiendo a las clases
trabajadoras.
Para resumir el contenido del mensaje presidencial de
Dina Boluarte, no encontramos mejor forma de hacerlo que transcribiendo lo
siguiente
“Cuanto ruido hace rodando el tonel vacío mientras el
lleno rueda suavemente”.2
_____________
(1) Paráfrasis de una frase de Carlos Marx acerca de
la crítica a las opiniones “del ciudadano Weston”, en su Conferencia “Salario,
precio y ganancia”, donde dice: “La conferencia que nos ha dado el ciudadano
Weston podría haberse comprimido hasta caber en una cáscara de nuez”.
(2) De una fábula de Krilov.
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