sábado, 2 de agosto de 2025

Política

¡Defender el Pensamiento de Mariátegui de toda Tergiversación y Desarrollarlo en Función de la Realidad Actual!

 

La Verdad se Busca en los Hechos

César Risso/Eduardo Ibarra

PREVIAMENTE CITADO, el 17 de agosto de 2024 el suscrito César Risso se vio con Israel Terry, quien le alcanzó una propuesta de Jaime Lastra, según la cual el CRJCM estaba “invitado” a participar en “una escuela” que desarrollaría el siguiente temario: 1) la coyuntura política y la necesidad histórica del partido del proletariado; 2) el proceso de reconstitución del Partido Socialista fundado por Mariátegui; y, 3) situación actual de la reconstitución. Según la propuesta, el primer punto sería desarrollado por Ramón García (cabeza de un grupo negador del marxismo-leninismo, del partido de clase, de la Reconstitución, etc.); el segundo sería desarrollado por el suscrito Eduardo Ibarra (miembro del CRJCM); y el tercer punto por César Risso (igualmente miembro del CRJCM) y el propio Lastra (cabeza del grupo proponente de la “escuela”, grupo distinguido, hasta ese momento, por su oportunismo de derecha).

        El objetivo de la “escuela”, según dijo Terry, era “fortalecer un núcleo de dirección” que asumiera la tarea de impulsar la Reconstitución. De esta forma el oportunismo de derecha del grupo de Lastra devino liquidacionismo de derecha. Cualquier marxista puede entender que amalgamar en un mismo organismo de tipo partidario a marxista-leninistas (CRJCM) y liquidadores (grupos de García y de Lastra) equivale, sin discusión, a liquidar el partido de clase y, por consiguiente, la propia reconstitución del partido de Mariátegui.

        Lo que vino después es historia que resumimos del modo siguiente: “Pronunciamiento” del CRJCM (con fecha del 31 de agosto de 2024 y publicado en la edición de CREACIÓN HEROICA del 1 de setiembre del mismo año); publicación en la edición del 1 de febrero de nuestro blog el artículo “El liquidacionismo de derecha de Jaime Lastra y la reconstitución del partido de Mariátegui”, de Eduardo Ibarra; publicación en el número 34 del blog que dirige Lastra de un artículo firmado por el “CCH”, pero escrito por el mencionado, así como el artículo “Breve comentario sobre un artículo de Eduardo Ibarra”, de Carlos Moreno; publicación en la edición de marzo de nuestro blog del artículo “Falsificaciones e infundios en defensa del liquidacionismo de derecha”, de César Risso, y el  comienzo de la publicación en partes del artículo “El trasfondo de un artículo de Carlos Moreno”, de Eduardo Ibarra; un comentario de Carlos Moreno colgado en el índice, enviado por nosotros, de la edición de julio de CREACIÓN HEROICA. 

Los cínicos recursos con los que, en su aludido artículo, Lastra pretendió negar su propuesta de constituir “un núcleo de dirección” como el indicado arriba, se explican no solo porque, como cualquier persona de mentalidad pequeño burguesa, no reconoce su caída en uno de los dos más extremos oportunismos, como es el liquidacionismo (el otro es el socialchovinismo), sino también, porque, según puede entenderse ahora, su propuesta de constituir el mencionado “núcleo” fue una iniciativa a espaldas de los activistas concurrentes a la “escuela”, que más tarde Lastra llamó “conferencias”. Este hecho pone al descubierto que todo lo que hace Lastra es engañar y utilizar a dichos activistas para consumar su plan de liquidar el partido de clase y, por lo tanto, liquidar la Reconstitución. Y todo esto, ¡precisamente a nombre de la Reconstitución! Así que ningún activista que se autoestime, puede seguir poniéndole las espaldas a Lastra para que cabalgue sobre ellas. 

La reconstitución del partido de Mariátegui solo puede llevarse hasta el fin sin el liquidacionismo y contra el liquidacionismo. Esta es una verdad indiscutible para cualquier marxista. 

Pues bien, volvamos al principio. Como marxistas sabemos que la verdad se busca en los hechos, y lo reseñado en los dos primeros párrafos del presente artículo son los hechos. Frente a ellos, solo caben dos actitudes: revolcarse en la miseria moral que significa negarlos con las más escandalosas falacias y las más viles calumnias, como han hecho Lastra y Moreno, o asumir honradamente el reconocimiento de los mismos. Hoy Israel Terry se encuentra ante esta disyuntiva. Si, por razones subalternas, asumiera la primera actitud, los marxistas lo considerarán como tendrían que considerarlo; si asumiera la segunda, ello significaría que en el grupo de Lastra todavía hay quien no se ha olvidado que, en el plano de la conciencia, el marxismo es la dignidad del hombre, y, en el plano de la política, la busca de la verdad en los hechos expresa la condición revolucionaria de los luchadores de la causa proletaria.

31.08.2025.


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