Una Interpretación en Verso de «Piedra negra sobre una
piedra blanca»
Julio Carmona
Me moriré
en París con aguacero
(el poeta
escribió esto y no sabía
que luego
de morir no moriría
ni que
ese aguacero convertiría
en
multitud de llanto su agonía)
un día
del cual tengo ya el recuerdo.
(cómo no
recordar lo que se sabe
que
ocurre en un mar vivo sin nave
que va y
vuelve cual clavo que desclave
un ataúd
con candado sin llave)
Me moriré
en París —y no me corro—
(París no
es una fiesta y el valiente
no tiene
que correr cuando la gente
es parte
de su muerte y él lo siente
como si
fuera en todo un continente)
Jueves
será, porque hoy jueves que proso
estos
versos los húmeros me he puesto
a la mala
(cuando
todos los días son iguales
los
húmeros húmedos se salen
de la
camisa porque todos valen
representando
los bienes y males)
y jamás,
como hoy, me he vuelto,
con todo
mi camino, a verme solo.
(cómo no
verse solo un día de tantos
que
acumula a otros llenos de quebrantos
en un
camino andado en siempre llanto
un solo
de soledad y quebranto)
César
Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin
que él les haga nada
(los
buenos y los malos se amotinan
ignorando
el dolor del que camina
a tientas
como una pegatina
que lo
clava en la cruz de Palestina)
le daban
duro con un palo y duro
también
con una soga;
(ese palo
del odio represor
que solo
atina a ser un sin amor
y esa
soga del esclavo y su horror
que
castiga al inocuo mirador)
son
testigos
los días
jueves y los huesos húmeros,
(al que
mira le queda solo eso
sus días
huecos y sus pobres huesos
aupando
el inmenso retroceso
que
debiera servir para un regreso)
la
soledad, la lluvia, los caminos…
(de
soledad en soledad se suma espejos
de
lágrimas que inundan los consejos
para
encontrar caminos circunflejos
con v de
vencedor para andar lejos)
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