viernes, 2 de septiembre de 2022

Economía

El Camino Común de Pedro Castillo y la Burguesía

Cesar Risso

LOS INTELECTUALES BURGUESES comienzan a indicar públicamente la necesidad de enrumbar conjuntamente el destino de la economía de nuestro país, refiriéndose a la necesidad de dejar a un lado, al menos temporalmente, la confrontación entre el poder ejecutivo y el legislativo; aunque esta confrontación aparece focalizada en estos dos poderes, en realidad está extendida al gobierno del poder en general, vale decir que está diseminada en todo el aparato estatal.

Al parecer, la burguesía quiere recuperar el curso normal de la explotación de los trabajadores, sin invertir más tiempo en luchar contra un gobierno que, más allá de los diversos cuestionamientos de los que ha sido objeto, ha trabajado para que las cosas sigan siendo “normales” desde el punto de vista del sistema capitalista.

“Es muy cierto, la inversión está en 0% y esto es una consecuencia de la incertidumbre, del nombramiento de técnicos no idóneos, del mensaje que se da. No se debe dar un mensaje de disputa o discordia, sino empujar el auto en la misma dirección. Falta un rol de liderazgo en el Estado y nuevas ideas. No hay un norte definido.”*

No se trata pues, para la burguesía, de disponer de defensores de sus intereses en el aparato estatal con nombre propio, sino de que, quienes asuman el “destino” de nuestro país, independientemente de su origen, operen en el marco de la lógica del capital, puesto que es la única “racionalidad” posible; dado que en el capitalismo si se quiere que la producción crezca, se tiene, necesaria e inevitablemente, que promover la inversión privada, haciéndola “atractiva” a la burguesía, dándole facilidades para que pueda tener elevadas ganancias.

        Si esta es la tendencia de la coyuntura actual, puede que se deba a la presentación de la Ley de Presupuesto por parte del ejecutivo. En esta Ley se propone la inversión pública, que como se sabe, entre otras cosas, considera el monto de inversión en los diversos sectores. Se trata entonces de amainar en el intento de vacancia del presidente Pedro Castillo, para poder hacerse acreedores de los negocios promovidos por el gobierno para el año 2023.

         La burguesía, si actuase como lo hace en el seno de sus empresas, debería de haber despedido hace varios meses a sus “servidores” políticos. Estos han demostrado una extrema incapacidad para defender los intereses de su “empleadores”. La disputa de los “políticos” por hacerse del trabajo de defensores exclusivos de los intereses de su “amos”, ha significado un gasto considerable de parte de los empresarios, sin obtener a cambio la “rentabilidad” esperada. Ha sido un desperdicio, alimentado por la expectativa de obtener mejores y más genuflexos representantes en el poder ejecutivo.

        Seguramente, a estas alturas, en su balance, la burguesía ha caído en la cuenta de que no tiene sentido continuar sosteniendo la confrontación política debido a que el gobierno no tiene otra mira que la de que la economía crezca para favorecer a los llamados sectores vulnerables, cerrando las “brechas” sociales; pero resulta que este crecimiento se tiene que dar, en el capitalismo, por medio de las ganancias de la burguesía, sin las cuales no hay incentivo para la inversión.

        De a pocos se va llegando a la confianza mutua entre los empresarios y el Poder Ejecutivo. La propaganda en contra de Pedro Castillo tiñó la confrontación política como si fuera la lucha por la defensa del capitalismo en contra de la implantación del socialismo. El ánimo de los políticos fue el de alzarse con el financiamiento para llevar adelante esta lucha a favor de la burguesía. Diluida la coloración artificial inicial, la burguesía vuelve a su objetivo permanente, que es el de mantener el poder, cualquiera sea quien ejerza el gobierno del mismo, para seguir monopolizando la propiedad de los medios de producción y actuar así la explotación de los trabajadores bajo la forma de trabajo asalariado, sin dejar de mantener las estructuras supervivientes de las comunidades campesinas, nativas, etc., amalgamadas a nuestra forma particular de capitalismo semicolonial.

        Se le critica a Kurt Burneo de dar una mala señal a los inversionistas al decir que nos encaminamos a la recesión. El ministro de economía es un investigador ducho. Es posible que esta afirmación busque justamente promover la “unidad” temporal para capear la posibilidad de la recesión. El mensaje puede ser, en consecuencia, o dejamos esta lucha por la vacancia en la cual se pierde tiempo y se mantiene la incertidumbre, o llegamos a ciertos acuerdos, más implícitos que explícitos, para avanzar en evitar la recesión y garantizar el crecimiento y las ganancias.

“Hay bastantes señales que pueden indicar un camino a la recesión. Algunos economistas señalan que no se debería decir esto porque se puede ahuyentar la inversión. Si bien el ministro Kurt Burneo dio la alerta, lo que debería hacer es dar la solución.”

De cambiar el actual enfrentamiento político, pasarían los "políticos" a la condición de “suspensión perfecta” de labores en su afán de representar los intereses de la burguesía.

         La actual confrontación imperialista ha conducido a la inflación, que ha llevado a la burguesía imperialista a aplicar la medida de incrementar la tasa de interés, con lo cual se encarece el crédito, y en consecuencia se reduce la inversión. Esta política aplicada por el imperialismo ha sido imitada por los países semicoloniales como el nuestro. El objetivo es controlar la inflación reduciendo la cantidad de dinero en la economía. Hay, así lo entienden los intelectuales burgueses, más dinero y demanda de la que debiera haber, por lo cual hay que reducirlos. Evidentemente esta política es recesiva. De modo que es la recesión lo que se promueve en los países imperialistas, y particularmente en nuestro país por parte de Julio Velarde en la dirección del BCR.

        La alarma por la posibilidad de la recesión en nuestro país, promovida por Julio Velarde, responde a la teoría económica burguesa. La reflexión económica de la burguesía no puede trasgredir los límites del sistema. De modo que para resolver el problema de la inflación tienen que recesar la economía. Pero para el proletariado y las clases explotadas, es necesario mirar fuera del capitalismo. Hay que superar la lógica de la ganancia. Para esto hay que proponer la solución en un programa que plantee con claridad y abiertamente que la situación que vivimos no es el resultado de tal o cual personaje, ladrón o no, corrupto o no, sino simplemente de la implementación de las medidas que sostienen el capitalismo.

        En este último sentido, la lucha histórica por la superación del capitalismo y la construcción del socialismo, ha pasado a un segundo plano por la falta de propaganda masiva del socialismo proletario, habiéndose el socialismo seudo proletario (socialismo desorientado), contraído a la defensa de Pedro Castillo.

        Más allá del origen popular y sindicalista de Pedro Castillo, lo cierto es que representa a la pequeña burguesía. Es un socialdemócrata pequeño burgués. Es políticamente un representante del ala izquierda de la burguesía, al igual que Perú Libre y su líder Vladimir Cerrón.

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(*) Las citas han sido tomadas de https://lacamara.pe/jorge-guillen-si-la-tasa-de-interes-sube-mas-el-desempleo-se-disparara/

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