martes, 1 de mayo de 2018

Política

Nota:

Republicamos a continuación el segundo capítulo del libro La Creación Heroica de Mariátegui y el Socialismo Peruano. Planteamiento de la Cuestión, libro inédito todavía.

Como se sabe, después de sucesivos fracasos los liquidadores se propusieron fundar un partido-amalgama el 22 de junio del presente, intentando hacer pasar el Centenario de la revista Nuestra Época como el Centenario del Socialismo Peruano, es decir, utilizando dicha revista y a Mariátegui como señuelos.

El proyecto de los liquidadores consistía en fundar dicho partido-amalgama sobre la base de la «dilución-integración» del PCP (Unidad), PCP (Patria Roja), PCP (Sendero Luminoso) y demás organizaciones de la izquierda peruana. Fracasada dicha intención hace ya bastante tiempo, quienes acariciaban semejante ilusión tendrán que conformarse, en la fecha indicada, a tragarse a lo sumo a unos cuantos desprevenidos. Así fundarían su “partido de masas”.

El artículo de nuestro compañero, ahora segundo capítulo de su libro, fue escrito el 10 de marzo de 2011, o sea, en el 90 Aniversario del Socialismo Peruano, tal como él mismo anotó. Consignamos la fecha porque ella explica alguna afirmación de circunstancia en el texto que publicamos.
  

01.05.2018.

Comité de Redacción.        


Notas Sobre la Creación Heroica de
Mariátegui II

(En el 90 Aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui)


Eduardo Ibarra

I

En el editorial Aniversario y Balance, Mariátegui señaló, en términos que se han hecho célebres, que el socialismo en América tiene que ser creación heroica, es decir, una realización que resulte de la aplicación vívida del marxismo, como debe ser también en cualquier otra región del mundo.

Mariátegui dijo «América», y no América Latina ni América del Norte ni América Central ni América del Sur. Por lo tanto, según su óptica, EUA y Canadá deben también realizar el socialismo como creación heroica. 

Como es obvio, Mariátegui se refiere al socialismo tanto como teoría (marxismo) cuanto como realización práctica (movimiento socialista, sociedad socialista), y no, por supuesto, al nebuloso socialismo en general.(1)

Por consiguiente, si el término Creación Heroica designa el producto, teórico y práctico, de la aplicación vívida del marxismo-leninismo, el término derivado Creación Heroica de Mariátegui designa su Pensamiento Marxista-Leninista.

Este es el significado particular, de clase, que tiene el término Creación Heroica, de usanza entre los marxistas peruanos, así como el término derivado Creación Heroica de Mariátegui, utilizado para designar el producto original de la aplicación del marxismo-leninismo a nuestra realidad concreta.

Mariátegui escribió: «Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano»(2). Por cuanto aquí la palabra socialismo está utilizada con el mismo significado particular, de clase, que en Aniversario y balance, la cita prueba, igual que la anterior, que los términos Creación Heroica de Mariátegui y Socialismo Peruano tienen el mismo contenido ideológico, sencillamente porque el Socialismo Peruano no sería tal si no es Creación Heroica, es decir, si no es aplicación vívida del marxismo-leninismo.

Pero así como en estos dos casos ejemplares Mariátegui utilizó el término socialismo en su acepción especial de clase, en otras ocasiones lo utilizó en su acepción más dilatada. Así procedió, verbigracia, en la conocida nota autobiográfica Del autor:

La orientación socialista de Mariátegui tiene su punto de arranque en la publicación a mediados de 1918 de la revista “Nuestra Epoca”, influida por la “España” de Araquistain…(3)

Por lo tanto, el lector está obligado a identificar en la literatura mariateguiana en qué sentido está utilizado en cada caso el término socialismo. De otro modo correría el riesgo de absolutizar una de las dos acepciones, con las previsibles consecuencias del caso.(4)

De otro lado, en la citada nota aparece también esta esclarecedora afirmación:

… en Europa [Mariátegui] se ocupó de estudios de política, economía, sociología, filosofía, etc. De su viaje data su asimilación al marxismo.(5)
Así, pues, en el mismo lugar, el maestro dio cuenta de su asimilación al marxismo, lo que no puede entenderse sino como una ruptura con su inicial socialismo a lo Araquistain. El reconocimiento de esta ruptura es de especial importancia en la comprensión de la relación entre el inicial socialismo no marxista de Mariátegui y su definitivo socialismo marxista, y no reconocerla equivale a diluir el socialismo marxista en el mapa del variopinto y nebuloso socialismo en general.

II

En la carta del 10 de enero de 1928 a Samuel Glusberg, Mariátegui anotó:

Mis artículos de esa época [la de su estancia en Europa] señalan las estaciones de mi orientamiento socialista»(6).

De este modo precisó el período en el que se asimiló al marxismo y dio la pista para poder identificar la primera manifestación literaria de dicha asimilación.

Basándose en testimonios de César Falcón y Palmiro Machiavello, Guillermo Rouillón sostuvo:

… poco antes del Congreso de Livorno [del Partido Socialista Italiano], en el seno del círculo de obreros romanos en el cual era uno de los más entusiastas y diligentes activistas, [Mariátegui] abrazó las ideas marxistas-leninistas.

Y agregó:

Mientras aquel hecho tan significativo se registraba en la vida política de nuestro personaje, estalla en Turín la gran huelga de protesta del mes de abril de 1920…(7).

Esto quiere decir que la asimilación de Mariátegui al marxismo-leninismo se habría producido en el mes de abril de 1920.

Sin embargo, ese mismo mes Mariátegui escribía el artículo Las fuerzas socialistas italianas, cuyo texto acusa un punto de vista descriptivo de la lucha interna en el Partido Socialista Italiano, razón por la cual no expresa una neta toma de posición por el marxismo-leninismo. Desde luego, esto no impide reconocer que, desde la incorporación del maestro al círculo romano hasta antes del Congreso de Livorno, se constata una estación especial en su orientamiento político: aquella en la que, dando acelerados pasos intermedios, llega a un punto de ruptura con el socialismo no marxista al adherirse al socialismo marxista. ¿En qué momento ocurrió esto exactamente?, ¿cuál es el artículo que expresa esta ruptura y esta adhesión?

Es claro que la adhesión de Mariátegui al marxismo y la primera manifestación literaria de este acontecimiento no es una y la misma cosa. Establecer el momento exacto de esa adhesión constituye una verdadera dificultad, pero, cuando menos delimitar el período en que ocurrió, no sería un hecho sin importancia.

Todavía en el artículo La Sociedad de las Naciones (25 de mayo de 1920), puede encontrarse esta afirmación que no es posible considerar como definidamente marxista:

El proletariado socialista lucha por una “internacional” de clase, por una internacional netamente proletaria. Llámese segunda o tercera internacional, llámese de Ginebra o de Moscú, la internacional obrera es fundamentalmente una sola.(8)

Hay que recordar que Mariátegui llegó al Congreso de Livorno, inaugurado el 15 de enero de 1921, como marxista-leninista  hecho y derecho, y esto significa que su conversión tuvo que haberse producido antes. De manera que, si tomamos el 14 de agosto de 1920 (fecha de escritura del artículo Benedetto Croce y el Dante) como punto de partida y el mes de diciembre (fecha de escritura del artículo El precio político del pan) como punto final, tenemos  un período de cinco meses como la estación en la cual en algún momento el maestro se afilió al marxismo-leninismo.

En esta estación, además de aquellos artículos que marcan sus extremos, el maestro escribió algunos más: Aspectos del problema Adriático (23 de agosto), La Conferencia de SPA (sin fecha de escritura, pero publicado el 1º de noviembre) y El Estatuto del Estado Libre de Fiume (escrito en la segunda mitad de 1920).

¿Alguno de estos artículos expresa la asimilación de Mariátegui al marxismo-leninismo? ¿Cuál, precisamente?

En Notas sobre la Creación Heroica de Mariátegui, sostuvimos:

El artículo El cisma del socialismo expresa… el paso de Mariátegui del socialismo no marxista al socialismo marxista, es decir, el inicio de su teorización marxista, el principio de su análisis de la realidad conforme al método marxista, el punto de partida de su Creación Heroica.

Hoy, con los datos allegados aquí, la identificación de la primera manifestación literaria de la adhesión de Mariátegui al marxismo aparece problemática. No obstante, es posible echar luz sobre la cuestión.

Ninguno de los artículos que hacen parte de la estación julio-diciembre de 1920 expresa netamente la afiliación de Mariátegui al marxismo-leninismo. Pero si, de todas formas, se considerase que el primero de ellos expresa ya dicha afiliación, entonces el inicio de su Creación Heroica tendría la fecha exacta del 25 de julio de 1921. Pero si se pensase, más bien, que no es el artículo aludido sino algún otro de la misma estación el que marca el inicio de esa Creación, entonces dicho inicio sería en la fecha de aquel artículo considerado bajo este criterio. Sin embargo, proceder de esta forma sería casi como tratar de adivinar. El artículo El Gabinete Giolitti y la Cámara. El arreglo ítalo-yugoeslavo, fue escrito por Mariátegui en enero de 1921, y ya, por lo tanto, en su calidad de marxista. Por eso quienquiera puede decir que es con él que inicia su Creación Heroica. Pero, como es evidente, este artículo no expresa claramente la nueva filiación del maestro.

Contrariamente a los artículos examinados, el artículo El cisma del socialismo tiene la virtud de ser uno en el cual la posición marxista de Mariátegui aparece manifiesta, explícita, palmaria, neta, y, por lo tanto, marcando de una manera indubitable e indiscutible su paso del socialismo no marxista al socialismo marxista. Por eso este artículo constituye el punto de partida de la Creación Heroica de Mariátegui. Esta verdad se ve reforzada ahora con los argumentos aportados en las presentes notas y, en consecuencia, nos ratificamos en la idea sostenida en nuestro artículo citado arriba. La asimilación al marxismo del maestro y la primera expresión literaria de esta asimilación no es, pues, una y la misma cosa.

III

El orientamiento socialista de Mariátegui, en el sentido general del término, puede ser dividido en dos grandes etapas: una primera, no marxista, y una segunda, marxista. La primera va de junio de 1918 al primer semestre de 1920. Es la etapa del Mariátegui socialista a lo Araquistain. Es la etapa de las lecciones ex cátedra de Víctor Maúrtua, de la revista Nuestra Época, del Comité de Propaganda y Organización Socialistas, del diario La Razón, de la partida de Mariátegui a Europa en octubre de 1919 y de las primeras estaciones de su itinerario en este continente. La segunda va del segundo semestre de 1920 al 16 de abril de 1930. Es la etapa del Mariátegui marxista. Es la etapa de su artículo El cisma del socialismo, del «Comité de Génova», de su participación en el Congreso de Livorno, de su activismo en el Partido Comunista Italiano, de su regreso al Perú para fundar «un partido de clase», de sus conferencias en la UPGP, de la revista Amauta y el periódico Labor, de sus libros 7 Ensayos, Defensa del marxismo, Ideología y Política y El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy, de la fundación del Partido Socialista del Perú y la Confederación General de Trabajadores, de sus tesis presentadas al Congreso Sindical de Montevideo de mayo de 1929 y a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana de Buenos Aires de junio del mismo año, de su moción de afiliación a la Tercera Internacional, etcétera, etcétera. Esta creación marxista, teórica y práctica, es la Creación Heroica de Mariátegui.(9)

El análisis de la relación entre estas dos etapas del proceso ideológico de Mariátegui no puede hacerse sino desde la perspectiva de su definitiva etapa marxista. ¿Por qué, contrariamente a otros, el maestro supo romper con su inicial socialismo reformista y asimilarse al marxismo-leninismo? ¿Por qué sobre esta base alcanzó a concretar una aplicación vívida del marxismo-leninismo, su Creación Heroica? Las lecciones de Víctor Maúrtua, la revista Nuestra Época, el Comité de Propaganda y el diario La Razón son otras tantas estaciones del socialismo a lo Araquistain de Mariátegui, pero, en conjunto, constituyen una etapa que fue superada por medio de una ruptura. Por lo tanto, esta etapa –inicial, transitoria, efímera– tiene una importancia relativa, pues su análisis permite esclarecer: 1) los elementos componentes de las estaciones que se sucedieron hasta el momento en que el maestro se asimiló a la doctrina de Marx y Engels; 2) las cualidades morales e intelectuales que le permitieron dar este trascendental salto.

Mariátegui tuvo una posición especial en el socialismo reformista. Con César Falcón, Humberto del Aguila, Fausto Posada y otros activistas, constituyó el ala izquierda de ese socialismo y, desde ella, combatió el colaboracionismo de algunos personajes. Esta constatación no tiene una importancia menor en la trayectoria del maestro.

El socialismo reformista de las primeras décadas del siglo XX tiene una larga historia. El Partido Socialista de Luciano Castillo y el Partido Socialista Revolucionario de los años setenta, continuaron, con distintos matices, ese socialismo, del mismo modo como, reclamos aparte, hoy por hoy lo continúan el PCP-Unidad, el Partido Socialista Peruano y algunas otras tendencias. Pues bien, las lecciones de Maúrtua, la revista Nuestra Época, el Comité de Propaganda y el diario La Razón, son, por razones obvias, parte de esa historia.(10)

Pero ocurre que, como es de conocimiento general, Mariátegui rompió con el socialismo reformista en la segunda mitad de 1920 y, con su artículo El cisma del socialismo de marzo del año siguiente, dio inicio a otra historia: a la historia del socialismo proletario, revolucionario, marxista-leninista.

Este socialismo es la Creación Heroica de Mariátegui, es decir, el Socialismo Peruano propiamente dicho(11), cuya concreción marcó un antes y un después en el proceso ideológico y político del proletariado nacional.

Lealmente autocrítico, Mariátegui hizo en su momento la crítica de su socialismo a lo Araquistain, por ejemplo cuando en 1929 se refirió al Comité de Propaganda:

El grupo tiende a asimilarse a todos los elementos capaces de reclamarse del socialismo, sin exceptuar aquellos que provienen del radicalismo gonzales-pradista y se conservan fuera de los partidos políticos. Una parte de los elementos que lo componen, dirigida por Luis Ulloa, se propone la inmediata transformación del grupo en partido; la otra parte en la que se cuentan precisamente los iniciadores de su fundación, sostienen que debe ser mantenido como Comité de Propaganda y Organización Socialistas, mientras su presencia no tenga arraigo en las masas. El período no es propio para la organización socialista; algunos de los elementos del comité redactan un periódico: “Germinal”, que adhiere al movimiento leguiísta; Mariátegui, Falcón y sus compañeros se separa, finalmente, del grupo que acuerda su aparición como partido el 1º de Mayo de 1919.(12)

Mariátegui no cabe en una visión del Socialismo Peruano indiferente a la trascendencia sin parangón de su ruptura con el socialismo reformista; indiferente al hecho de que solo con su Creación Heroica, marxista-leninista, el Socialismo en el Perú alcanzó la condición de Socialismo Peruano, el cual, como es incontrovertible, desde el principio transformó radicalmente el objetivo de la lucha de clase del proletariado.

Es posible que subrayar el socialismo a lo Araquistain de las lecciones de Maúrtua, de la revista Nuestra Época, del Comité de Propaganda y Organización Socialistas y del diario La Razón, resulte un escándalo para algunos, pero solo porque su visión de la trayectoria de Mariátegui no distingue entre socialismo no marxista y socialismo marxista, o, para decirlo de otro modo, porque conciben dicha trayectoria desde el ángulo del evolucionismo vulgar. El solo hecho de pretender pasar el centenario del socialismo no marxista por el Centenario del Socialismo Peruano, prueba la verdad de nuestro aserto.

Hay, pues, quienes ven la continuidad en la trayectoria de Mariátegui (emoción social, ética, actitud de servir al proletariado, consecuencia con las luchas de las clases trabajadoras, capacidad de encontrar la verdad en los hechos), pero no son capaces de captar la discontinuidad que hay en la misma (ruptura con el socialismo a lo Araquistain y adhesión al marxismo-leninismo), o, en todo caso, no son capaces de captar el hecho de que lo verdaderamente trascendental en la vida de Mariátegui no fue su inicial y transitorio socialismo a lo Araquistain, sino su definitivo socialismo marxista-leninista, su Creación Heroica, su Socialismo Peruano, el cual, por ser tal, abrió por primera vez en nuestra historia la posibilidad real de la lucha por el poder. No porque Mariátegui participara de las lecciones de Maúrtua y desempeñara un papel de primer orden en la revista, el Comité y el diario mencionados arriba, el socialismo a lo Araquistain que caracterizó a estas experiencias, deja de ser socialismo no marxista. Pero también, no porque su inicial socialismo fuera lo que fue, su Creación Heroica no va a tener la trascendencia que tiene.

IV

Pues bien, no obstante estar claro para cualquier lector atento, objetivo, honrado, que los términos Socialismo Peruano y Creación Heroica tienen, tanto en Aniversario y balance como en la Advertencia a los 7 Ensayos, un significado específico, de clase, precisamente marxista, Ramón García embrolla las cosas pretendiendo que en 2018 se cumple el «centenario del socialismo peruano», lo cual, como ha quedado sentado, significa diluir el Socialismo Peruano (así con mayúsculas por proletario) en el socialismo peruano en la acepción más dilatada del término (así con minúsculas por la oportunista tendenciosidad que encierra).

El Socialismo Peruano tiene su punto de partida en marzo de 1921 y, como es obvio, cumplirá su Centenario en marzo de 1921. De manera que pretender celebrar este Centenario en 2018, es tomar como coartada el aniversario de la revista Nuestra Época a efecto de diluir el socialismo marxista en el nebuloso socialismo en general.(13)

El socialismo reformista no fue Creación Heroica. Sin embargo, aderezándose su propio concepto de creación heroica, García utiliza el término para definir el socialismo a lo Araquistain, aunque, como es claro, para solventar su desaguisado, no puede en modo alguno apelar a Mariátegui.

Datar el nacimiento de la Creación Heroica de Mariátegui, es decir del Socialismo Peruano, el 7 de octubre de 1928, es una falsificación de su verdad histórica. Pero datarla el 22 de junio de 1918, a más de una falsificación de esa verdad, es una falsificación de su verdad ideológica.

En otras palabras, es una negación, mal encubierta, del concepto mariateguiano de Creación Heroica y una negación, también mal encubierta, del derivado concepto de Creación Heroica de Mariátegui. Esta doble negación es, pues, un hecho sumamente grave y extraordinariamente peligroso, pero, en el grupo de García, nadie ha sido capaz de asumir una actitud crítica frente a la misma. Esta penosa realidad da cuenta de cómo están allí las cosas.

La doble negación que comete García es absolutamente inadmisible para cualquier marxista e, incluso, para cualquier persona suficientemente informada. Pero, por lo visto, hay quienes la han asumido sin ningún problema, irreflexivamente, sin chistar, seguramente porque ella aparece más acorde, en primer lugar, con la dilución en sus espíritus del clasismo proletario, y, en segundo lugar, con el proyecto de un partido de «dos niveles» orgánicos doctrinariamente disímiles entre sí, es decir, de un partido a lo Portocarrero-Pesce, de un partido de «todos los elementos capaces de reclamarse del socialismo, sin exceptuar» a los elementos de los diversos matices del oportunismo y el revisionismo que activan en nuestro medio.

La negación del concepto mariateguiano de Creación Heroica y del derivado concepto de Creación Heroica de Mariátegui, aparece, pues, como la premisa teórica del proyecto de un partido doctrinariamente heterogéneo, de un partido-frente, de un partido-amalgama, contrario por principio al Partido de clase de Mariátegui. Este es el fondo de la cuestión. Esta es la trastienda que encierra la intención de celebrar el centenario del socialismo reformista como si se tratase del Socialismo Peruano.(14)

Esta trastienda es parte de la torpe y oportunista campaña que desenvuelven desde hace años García y sus repetidores por negar la filiación marxista-leninista de Mariátegui y mistificar su obra.(15)

Pero, por supuesto, es comprensible que García y sus repetidores quieran celebrar el centenario del socialismo reformista, y no el centenario del socialismo proletario. Por algo son un grupo liquidacionista.

Por cuanto el Centenario del Socialismo Proletario, es decir de la Creación Heroica de Mariátegui, o sea del Socialismo Peruano, se cumplirá en 2021, podemos afirmar, lealmente, que los marxistas-leninistas sabrán celebrarlo con dignidad.(16)

V

Como el seguidismo, y aun el servilismo, no es un absoluto en ninguna parte, Manuel Velásquez ha guardado distancia con respecto a la falsificación que comete García del punto de arranque del Socialismo Peruano, pero solo para defender la falsa idea de que su fecha de nacimiento es el 7 de octubre de 1928, es decir, solo para defender esta falsificación contra la otra falsificación. Esta penosa realidad da cuenta de cómo están las cosas en el grupo liquidacionista.(17)

El concepto mariateguiano de Creación Heroica designa el producto, teórico y práctico, de la aplicación vívida del marxismo a las condiciones concretas de América, y, por lo tanto, a las particulares del Perú. Todo marxista-leninista tiene la obligación, política y ética a la vez, de respetar escrupulosamente esta verdad sustentada por Mariátegui.

El concepto marxista de Creación Heroica de Mariátegui designa el producto original de dicha aplicación. Por lo tanto, todo marxista-leninista tiene la obligación, política y ética a la vez, de respetar escrupulosamente esta verdad establecida sobre la base de lo sustentado por Mariátegui.

En marzo de 1921 Mariátegui escribió el primer artículo que expresó netamente su identidad marxista, marcando así el principio de su Creación Heroica, y, por lo tanto, este mes dicha Creación cumple su 90 Aniversario. Igualmente, todo marxista-leninista tiene la obligación, política y ética a la vez, de respetar escrupulosamente esta verdad histórica.

Defender el concepto mariateguiano de Creación Heroica; defender el carácter de clase de los conceptos de Creación Heroica de Mariátegui y de Socialismo Peruano; defender la verdad de la historia de este Socialismo. He aquí un deber de todo marxista-leninista consecuente y honrado.

Notas:
[1] Es un hecho que nadie podría definir en términos de clase el variopinto socialismo en general, sino apenas de la manera más abstracta y, por lo tanto, de una manera antimarxista. Socialismo en general es un término meramente descriptivo y, por esto, solo sirve para dar cuenta de un conglomerado ideológico que no expresa unívocamente la política del proletariado ni, por lo tanto, su misión histórica. El socialismo marxista, en cambio, puede ser concretamente definido como la doctrina del proletariado revolucionario, propugnadora de la dictadura del proletariado y de la realización del comunismo. Como sabemos, Mariátegui acordó el marxismo-leninismo como la base doctrinal del PSP y, de esta forma, definió su identidad doctrinal. Esta es una verdad indiscutible. Por eso se entiende que Mariátegui utilizara el término marxismo para referirse al marxismo-leninismo. En nuestro folleto El partido de masas y de ideas de José Carlos Mariátegui, damos una explicación documentada sobre la cuestión. Siguiendo al maestro, nosotros también utilizamos el término marxismo en el sentido indicado en la presente nota. 
[2]  7 ensayos, p. 12.
[3]  Ideología y política, p. 17.
[4] Precisamente García ha renunciado a utilizar el término socialismo en su acepción de clase, y a cada paso lo utiliza en su acepción más dilatada. De esta forma diluye el socialismo marxista en el indefinible socialismo en general.
[5]  Ibídem, p. 16; cursivas nuestras.
[6]  Correspondencia, t. II, p. 331.
[7]  La creación heroica de José Carlos Mariátegui, t. II, pp. 65-66.
[8]  Cartas de Italia, p. 80.
[9] Esta verdad no impide reconocer que, en su estación pre-marxista, Mariátegui tuviera juicios dignos de atención. La capacidad de encontrar la verdad en los hechos no es exclusiva de los marxistas ni mucho menos. Pero borrar toda diferencia entre el Mariátegui socialista a lo Araquistain y el Mariátegui marxista-leninista, es, de hecho, un procedimiento oportunista.
[10] Pero, al mismo tiempo, las lecciones de Maúrtua,                        la revista, el Comité y el diario mencionados son parte de la biografía intelectual de Mariátegui, o, más exactamente, de su personal proceso ideológico. La ruptura del maestro con el socialismo reformista significó el punto de partida del socialismo marxista, y se entiende que, a partir de este momento, el proceso del socialismo marxista es ajeno al proceso que siguió el socialismo reformista; en otras palabras, a partir de la primera manifestación literaria de la asimilación de Mariátegui al marxismo, el socialismo reformista y el socialismo marxista se presentan como caminos paralelos. Por eso meterlos en un mismo saco utilizando a Mariátegui como coartada, constituye una actitud confusionista. En conclusión, examinar el período de socialismo a lo Araquistain de Mariátegui tiene sentido solo desde la perspectiva de su definitivo socialismo marxista, es decir, solo si sirve para explicar su capacidad de ascensión ideológica que lo llevó a romper con su primer socialismo y asumir el socialismo de Marx y Engels; solo si sirve para explicar que el resultado práctico de esa ruptura y de esta asunción fue la transformación del proletariado peruano de clase en sí en clase para sí; solo si sirve para reconocer que la fundación del PSP, producto organizativo mayor de la asimilación de Mariátegui al marxismo-leninismo, constituye el punto de partida de la revolución peruana. Sin esta perspectiva, la celebración del Centenario de la revista Nuestra Epoca aparecería únicamente como la celebración del socialismo reformista, que es precisamente lo que hace el grupo liquidacionista.
[11] En su expresión primera, fundacional, basal, se sobreentiende. Como se sobreentiende que esta expresión está vigente en el proceso revolucionario de nuestro pueblo.
[12] Ideología y política, p. 99.
[13] Esta observación crítica, que puede constatarse en más de una afirmación mariateguiana, tiene algunas veces, como en la anotada, una connotación autocrítica.
[14] Es necesario no confundir dos cosas: el centenario de la revista Nuestra Época y el centenario del Socialismo Peruano. Puesto que, como se ha visto, Nuestra Época fue una revista fuertemente influenciada por el socialismo a lo Araquistain, su centenario coincide con el centenario del socialismo reformista, aunque en puridad de verdad el socialismo a lo Araquistain tiene una data un poco más antigua. Pues bien, el socialismo proletario, es decir el Socialismo Peruano, tiene como punto de partida el artículo de Mariátegui El cisma del socialismo, escrito en marzo de 1921. En consecuencia, utilizar como coartada la revista Nuestra Época para pretender que el centenario del Socialismo Peruano se cumple en 2018, es escamotear el hecho histórico de la ruptura de Mariátegui con el socialismo reformista y su asunción del socialismo marxista. Nuestra Época representa la estación inicial del socialismo de Mariátegui, hablando en términos generales. En el proceso ideológico del maestro, esta estación tiene su importancia, sin duda, en el sentido ya expuesto en el presente artículo, y, por lo tanto, los marxistas pueden y deben conmemorar su centenario, pero sin pretender pasarlo como centenario del Socialismo Peruano. Confundir intencionalmente el aniversario de Nuestra Época con el aniversario del Socialismo Peruano, es una burda maniobra que les sirve a García y sus repetidores para intentar un partido del variopinto socialismo en general (cosa que pretenden disimular tras el término socialismo peruano), es decir un partido doctrinariamente heterogéneo, un partido-amalgama, un partido no de clase. Esta es la trastienda de su tergiversación del término socialismo peruano, de su intento de pasar el centenario del socialismo reformista por el Centenario del Socialismo Peruano.
[15] 7 Ensayos, p. 254, nota. Puesto que el concepto mariateguiano de Creación Heroica tiene dos elementos: el marxismo y la realidad americana (y específicamente la realidad peruana), es claro que la producción literaria del maestro, anterior a su asimilación al marxismo, no es Creación Heroica, no obstante lo correcta que puede ser en algunos casos. Mariátegui era consciente de esta verdad. En la hoja de vida Del autor, señaló honradamente: «El trato de Mariátegui con los tópicos nacionales no es, como algunos creen, posterior a su regreso a Europa. Es evidente que en Europa se ocupó particularmente en estudios de política, economía, sociología, filosofía, etc. De su viaje data su asimilación al marxismo. Pero no hay que olvidar que a los 14 ó 15 años empezó a trabajar en el periodismo y que, por consiguiente, a partir de esa edad tuvo contacto con los acontecimientos y cosas del Perú, aunque carecía, para enjuiciarlos, de puntos de vista sistemáticos» (t. 13, p. 16; cursivas nuestras). Es claro que, con eso «de puntos de vista sistemáticos», el maestro aludió al método marxista, al que se asimilaría posteriormente. Por eso, en carta del 10 de enero de 1928 a su amigo Samuel Glusberg, había esclarecido: «A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes, en la Universidad Popular, artículos, etc., expliqué la situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista» (Correspondencia, t. II, p. 331; cursivas nuestras).
[16] El hecho de que García y sus repetidores apelen a la obra de Mariátegui no desmiente en absoluto nuestra afirmación.
[17] La celebración del Centenario del Socialismo Peruano en 2021 debe examinar el proceso doctrinal de Mariátegui desde la experiencia de las lecciones de Maúrtua, y especialmente desde la revista Nuestra Época, pero, naturalmente, sin confundir el socialismo pre-marxista del maestro con su posterior y definitivo socialismo marxista, y, por lo tanto, sin pasar dicho socialismo pre-marxista como punto de partida del Socialismo Peruano, término que encierra un concepto muy concreto establecido por el propio Mariátegui (aplicación vívida del marxismo) y suficientemente esclarecido en el presente artículo.
[18] Mostrando la precariedad de su independencia de criterio, al poco tiempo de su alarde Velásquez se rindió ante las falacias de García. De esta forma todo lo que hizo fue cambiar moco por baba.




PPK, los Fujimori y la clase política corrupta de la DBA


Roque Ramírez Cueva


EL PERÍODO DE GOBIERNO de P.P. Kuczynski no concluyó, duró un año y seis meses. La interrupción fue propiciada por dos situaciones; la primera, porque PPK fue aupado a Palacio de Gobierno incluso por quienes ideológicamente eran contrarios a él con tal de evitar que la hija de los Fujimori llegue a encaramarse del máximo poder y así no tener un gobierno nefasto de lo cual ya convivimos con el padre, y a la par el hecho que el partido Fuerza Popular (fujimorista) obtuvo  mayoría en la representación legislativa con 73 congresistas, en suma un gobierno débil sin base social con oposición congresal que lo boicoteaba a menudo, en un afán insano de usurpar el poder  y protegerse de acusaciones puntuales sobre lavado de dinero y coimas dadas por empresas de la construcción, Odebrecht a la cabeza.

Y segundo, el caso Lava Jato, prácticas de coimas realizadas por la citada empresa brasileña, que ha comprometido en el delito de coimas  y lavado de activos a los presidentes y sus respectivos gobiernos de los últimos 30 años (Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala) también alcanzó al presidente en funciones, PPK, desde cuando fue ministro en diversos gobiernos. Respecto a las acusaciones, que si bien no lo afectaban por haber prescrito posiblemente la sanción judicial, no sale bien librado por la cadena de mentiras en que se fue enredando, y sobre todo, por descubrirse que su comportamiento ético como alto funcionario del estado era el de un prontuariado lobista que sólo accedía al poder por intereses personales, sumemos sus yerros continuos, de querer aliarse con el fujimorismo keikista y otorgar el indulto al ex reo Fujimori (padre).

De esa manera, con PPK se descubre que la miasma y podredumbre en las altas esferas del poder no empieza con la incursión de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos en Palacio de Gobierno, la última década del siglo pasado, sino que ya estaba inoculada, mejor digamos que ya la clase política estaba conviviendo con el fango residual de las cloacas desde la época de Leguía(sólo para tomar una fecha referencial más cercana). Luego le siguieron gobernantes militares y civiles que usaron las arcas estatales como caja personal. En el caso de PPK, no olvidemos que ya, desde el año 1968 se fugó del país en razón que la justicia peruana lo buscaba por hacer un pago clandestino a la IPC, cuando La Junta Militar de Gobierno, liderada por Juan Velasco Alvarado, nacionalizó el petróleo y confiscó los bienes de empresas petroleras norteamericanas. Años después, en condición de ministro usaría sus cargos para beneficiar a sus empresas.

Por otro lado, recordemos que la fuente de la corrupción se ubica en el sector empresarial (Confiep, SNI) que es quien pone y maneja a los presidentes en Palacio, y ese sector está situado mayormente en el rubro de la minería y de la construcción. Desde el siglo pasado se conoce que los empresarios de la construcción tienen por mal hábito coimear a quien les encargue a dedo obras o los haga ganar en licitaciones, se habla que el monto de la coima se establece entre un 20 a 10% del total del financiamiento, pero este hábito delincuencial se tenía como formal, digamos una práctica benevolente, una travesura menor, hasta que la justicia brasileña destapó y empezó a enjuiciar y sancionar con cárcel a los dueños y funcionarios de la empresa Odebrecht, quienes habían catapultado el sistema de coimas a niveles exhorbitantes, donde una obra de 10 millones de soles le resultaba costando al país entre 60 a 80 millones de dólares, y las coimas se elevaron de miles a millones de dólares.
       
Fujimori y Montesinos en las últimas décadas cumplieron la función de sincerar  esa sucia deshonestidad de la clase política y empresarial; es decir, le quitaron la máscara de cinismo y expusieron su cara delincuencial. Los Odebrecht realizaron el mismo rol  pero en mayor escala, a nivel del Caribe y Sudamérica. El caso Lava Jato ha exhibido la catadura de la que está compuesta la clase empresarial y política de las derechas continentales y nacionales. Y a propósito, sí hubo y hay personas que emplearon un discurso de izquierda para cumplir con sus fines personales metidos en el fango de la corrupción, debemos considerar que dichas personas no fueron ni son gente con pensamiento y práctica de izquierda, fueron y son oportunistas que usan el discurso de izquierda para camuflar su conducta delictiva. En su práctica son elementos de derecha aunque digan lo contrario.
       
Y en cuanto a los Fujimori, estos son parte de esa derecha que se monta en el poder, no por fines políticos, sino individuales y entrever la manera de cómo enriquecerse. Las circunstancias políticas y sociales (en particular la derrota sufrida por los grupos alzados en armas) hicieron posible que Alberto Fujimori llegara a controlar un poder casi absoluto, y así obtuvieron un apoyo social mayoritario, el cual aprovecharon –la familia- para hacerse de negocios y fortunas malhabidas. Lo cual les permitió obtener cierta “fama” inusitada que los hijos supieron capitalizar, una vez que el padre fue metido a la cárcel por delitos de lesa humanidad.

Por tanto, desde la década de los años noventa del siglo pasado el país todavía sigue enganchando sus destinos políticos y sociales a la dependencia con los fujimoris y la derecha bruta y achorada (DBA). Si el padre manipuló la derrota de los grupos alzados en armas para el control político y social del país, además de sacarle provecho de enriquecimiento personal, gracias a lo cual sus vástagos pudieron realizar estudios en EE.UU.; los hijos usaron la “fama” del apellido paterno para meterse en política con el fin de sacarle provecho personal, y, de paso, sacar al padre de la cárcel; y en el camino cuando se dieron cuenta que la derecha peruana les amparaba y cierta parte de la población les daba apoyo incondicional intentan hacerse del poder para mantener los privilegios sórdidos que éste da.

Y debido al indulto ilegal otorgado al ex reo Fujimori, por PPK, vemos que su mayor propósito es hacerse del poder, el indulto ha evidenciado que el interés de la hija (caudillo de su propio partido) por sacar al padre de la cárcel no era tanto. Ella demuestra que quiere ser presidente del país por las razones expuestas. Desde luego que los sectores de derecha en el país tampoco quieren desentenderse de dicha familia por la conveniencia de moverse entre la apariencia de su seudo democracia y la camuflada corrupción, antes de Lava Jato, aunque ello les cueste ceder parte de dicho poder. Y lo permiten porque saben que para lograr sus intereses, es más cómodo si las instituciones tutelares son permisibles con la corrupción, ello se facilita con la incursión de los Fujimori en política. Sobre todo, ahora que han comprobado que al tratar con el aprismo alanista se acelera la adquisición de más experiencias manipuladoras. La alianza con la bancada aprista les ha servido de mucho para torpedear al ex presidente PPK, y para copar y coaptar el poder judicial y la fiscalía.

Por lo mismo, Keikofujimori parece hablarle a un público idiotizado sino lobotomizado, cuando aparenta sorprenderse y pretender mostrarse sensible ante el grado de corrupción en que están envueltos su familia, su hermano y la clase política de la que es parte comprometida, y convierte en "persona digna y valiente" a un sujeto cuyos antecedentes son de fraude y falsificación, tiene certificados y diplomas de estudio falsos. Reconoce que en la época de su padre hubo corrupción, pero parece que habla de otros actores y épocas. Si sigue manteniendo su 20% en las encuestas, un electorado firme y cautivo, significaría que el problema no sería tan sólo la familia fujimori sino el sistema político, económico y social de corte neoliberal,  que está larvado y crecido de perversas y siniestras estructuras de poder, el cual lo han obtenido por corrupción y solo corrupción, todo ello sobre la tradicional explotación de la clase trabajadora, por parte del sistema de modelo pro capitalista.

Pero para cumplir con esas oscuras y sórdidas aspiraciones también se obligan a ir con todo, a mostrarse anéticos, amorales. "peruano valiente y digno q no se vende" dice Keiko por su topo, a quien envió como dardo con curare (veneno vegetal) contra su hermano, le tendió una trampa donde se filma y oye una sucia compra de votos, para que PPK sea vacado. Sin detenerse  a pensar siquiera que, quien a hierro mata, a hierro muere; digamos que como PPK ya se fue, la Keiko Fujimori, más temprano que tarde, ya se  autoliquidará. Así, como liquida las aspiraciones políticas del hermano, concluirá sin pena ni gloria con las suyas. Y, por cierto, no se defiende a Ppk ni a Kenji, su miseria moral los delata y sanciona. Sin embargo, pensamos que deben ser las fuerzas sociales, desde el pueblo, conducidas correctamente, quienes arrinconen y expulsen a estos sectores corruptos del control político y social del país, oponiéndole un proyecto propio y genuino.

Al respecto, ¿qué hay del campo popular en esta realidad que convivimos? Veamos, en esta crisis generadas por acciones de la DBA, cuyos líderes y empresarios corruptos se han entrenado en asaltar los dineros del estado, se solucionen o no, para el caso del pueblo trabajador es lo mismo, la solución o no de la crisis, en nada soluciona los graves problemas estructurales que mantienen en pobreza a la clase de los trabajadores y al pueblo en general. Por ello la propuesta, en el párrafo anterior, de oponerle al fujimorismo y la DBA, al aprismo, la construcción del proyecto propio y genuino desde el campo popular.




Identikit del Sectario

Antonio Rengifo Balarezo

EL FANATISMO O SECTARISMO es una enfermedad carencial de la personalidad. Se presenta en épocas de crisis. Sectas y sectarios han existido –y existirán-  en diferentes épocas de la historia. Ahora, en un mundo globalizado, ha adquirido la magnitud de una pandemia. Está en todas partes y quizá en uno mismo.

        En la presente época, con el crecimiento del mundo industrial –capitalista o socialista- se ha destruido a la familia transformándola en un agregado precario de individuos con intereses diferenciados y, algunas veces, en competencia entre ellos.  Asimismo, el crecimiento demográfico y su concentración en ciudades, que han perdido la escala humana, genera un ambiente de desamor y tensión nerviosa.

        En consecuencia, los factores de riesgo para que un agente transmisor tenga la oportunidad de inocularla doctrina sectaria, y empiece el periodo de incubación, son los siguientes: depresión, angustia, temor, soledad, vacío existencial, frustración, desamparo y desamor.  Todos esos factores de riesgo conducen a una situación de crisis que no es resistida o superada de manera natural por las personas de mayor susceptibilidad. La secta ofrece un tranquilizante ilusorio para sobrellevar la crisis y evadirse de los problemas.

        Existen diversos criterios para clasificar a las sectas y a sus doctrinas infecciosas que guían su accionar; como por ejemplo, sectas subversivas y sectas contrasubversivas.  Pero el enfoque nuestro está dirigido a identificar a los agentes transmisores de la enfermedad; es decir, a las personas sectarias o fanáticas con el fin de prevenir la enfermedad o controlarla. No al origen ni a la curación.

        A continuación presentamos las características que configuran la personalidad de un sectario o fanático. Advertimos que el cuadro expuesto a consideración de ustedes son unas gruesas pinceladas de un esbozo.

1.-El sectario o fanático presenta –en su afán proselitista- una imagen terrorífica e incompleta del mundo. Solo guerras, epidemias, desastres ecológicos, delincuencia, inseguridad ciudadana, injusticia social, adicciones y conflictos familiares. Con esos síntomas elaboran un cuadro clínico y formulan un diagnóstico. Diagnóstico que justifica la salvación en la secta.

2.-El sectario, como contraparte, ofrece una esperanza de cambio.  Se interesa  por ti para que cambies, para salvarte.  Pero, que cambies únicamente en su secta y de manera radical y obligatoria. La secta ofrece seguridad y refugio para liberar el dolor, la angustia y el temor que conducen a una crisis.  No existe problema que no tenga solución ilusoria. ¡A vivir en el mundo de la fantasía!

3.-El fanático es utilitario y oportunista. Con tal de lograr el objetivo, que beneficia a la secta, cualquier medio es “lícito”. La Asociación Testigos de Jehová “compró” por 65, 500 dólares el Salón Comunal y el cine-teatro de la Unidad Vecinal N°3 a la Empresa Nacional de Edificaciones en liquidación, ENACE. (Partida electrónica N° 11207565). La Asociación y la Empresa se aprovecharon de la indiferencia y desunión de los vecinos.

4.- El sectario no duda. Está convencido de tener el monopolio de la certidumbre. Y de la verdad universal.  Para él, todo tiene respuesta. Actitud que lo ayuda a vencer todo sentimiento de debilidad. El sectario es incapaz de aprender de la experiencia.

5.- El sectario es intolerante, inflexible; es decir, dogmático.  No dialoga. Para el sectario la tolerancia es una lamentable debilidad y la transigencia un signo de deslealtad.  El sectario se alarma ante el ejercicio de la actitud crítica y objetiva.  Y puede llegar al asesinato. El fanatismo es peligroso, porque elimina al disidente; ya lo dijo Marcel Marceau, un artista francés extraordinario. Nada más antitético para un sectario que el aforismo mariateguiano: la unanimidad es siempre estéril.

6 - El sectario se aísla de la familia.  No intima ni se  identifica con los miembros de su familia mientras no pertenezcan a su secta.  Para un sectario su única familia son los miembros de la secta.  Pero una familia absorbente, voraz. Las actividades en la secta interfieren con la responsabilidad familiar… El sectario ideal es exclusivamente un sectario, sin ningún otro atributo o interés que no fuese el de la secta.  Todo el ciclo vital del sectario se realiza dentro de la secta.

        Si entre las personas ajenas a la secta figuran los miembros de la familia, se esforzará por convertir en sectarios a toda la familia. Si no lo logra, antagoniza con la familia o se aísla no brindándole su apoyo.  Mucho más importante es la secta que su familia.

7.-El sectario no tiene amigos.  La amistad no existe para el sectario. Abimael Guzmán, autodenominado Presidente Gonzalo y jefe de Sendero Luminoso,  afirmó en la llamada “Entrevista del siglo”, yo no tengo amigos, sino camaradas.  Así mismo, uno de los lemas de la secta católica Sodalicio de Vida Cristiana (Sodalitium Christianae Vitae): Un sodálite solo puede confiar en otro sodálite. Lo que significa que el sectario únicamente confía en otro sectario.La personalidad sectaria está baldada para la amistad. El sectario se aísla de los amigos, mientras no se conviertan a su secta.  Su confianza y lealtad la deposita en otro sectario; él se debe y depende de su secta.  Si se muestra generoso con una persona que no pertenece a su secta es con fines proselitistas.

José Carlos Mariátegui, fundador del partido socialista del Perú, que no era propietario de ningún bien tangible; cuando murió dejó amigos; según palabras de Anna Chiappe, su viuda.  Carlos Marx, fundador de la doctrina de los trabajadores dependientes, estampó una dedicatoria en su libro “El Capital”,  A mi inolvidable amigo, el valiente, leal y noble paladín del proletariado GUILLERMO WOLFF Nació en Tarnau el 21 de junio de 1809. Murió en Manchester, en el destierro, el 9 de mayo de 1864. Tanto para Mariátegui como para Marx, la amistad es la gratificación generosa y espontánea que no tiene precio.

Para los sectarios la amistad no trasciende raza, edad, sexo, clase social, cultura, profesión, religión, partido político y nacionalidad.  Simplemente, no existe.

8.- El sectario endiosa al jefe de su secta.-  Todas las cualidades o virtudes que el sectario cree no tener se las atribuye en grado superlativo a la personalidad del jefe de su secta.  Es lo que se llama culto religioso a la persona.  El líder es sabio, justo, infalible, omnipotente y demás cualidades.  El sectario le tiene fe ciega y obedece sin reflexionar el cumplimiento de sus órdenes.  “Las órdenes se acatan sin dudas ni murmuraciones”.  Ante el jefe el pensamiento crítico o reflexivo es tomado como un pecado mortal o herejía.  La disidencia es combatida, dentro de la secta, hasta su erradicación.  Ningún sectario tiene criterio personal, el líder piensa por todos y opina de todo. En un gran sector de la población, existe la necesidad de creer en un ser omnipotente que le ordene su vida. No existe sectario que no le rinda culto a la personalidad de su jefe.  Ni a un texto único. (Por excepción el jefe máximo de una secta y el sectario son personas sanas mentalmente. El sectarismo o fanatismo es una especie de locura mística, una compensación ilusoria a la carencia de amor).

9-El sectario es portador de falsa modestia.- Los sectarios presentan una falsa humildad cuando se acercan a las personas -que no están afiliadas a la secta- con un fin proselitista; ya que los denominan con apelativos despectivos o denigratorios: infieles, gentiles, paganos, mundanos, civiles, etc.  Sin embargo, ellos mismos se autocalifican: selectos, puros, únicos, santos, elegidos, superiores, los mejores hijos del pueblo, es decir, lo máximo.


             El sectario se cree un ser superior mientras pertenece a la secta.

Cuando la Inquisición del imperio español  reprimía a los judíos se les llamaba marranos. Pero, a su vez, los judíos se consideran asimismo como el pueblo elegido de Dios, tal como está registrado en la Biblia.

10.- Los fanáticos no saben reírse.  No saben reírse –especialmente- de sí mismos ni toleran a quienes ironizan a su jefe, lo consideran una blasfemia; el líder es intocable.  El humor es considerado frivolidad.

11.- Los fanáticos son militantes.  Están afiliados a una organización vertical, jerarquizada y totalitaria. El sectario pertenece o se debe incondicionalmente al ejército, iglesia o partido político sectario.  Han perdido su libertad. Sus actos no son de elección personal; pues la secta no es un organismo deliberativo y pauta toda su conducta; es un Estado dentro de otro Estado. La secta adscribe a sus militantes en determinadas funciones jerárquicas y en representación de la secta.

12.- Los fanáticos son conversos no son genéticamente fanáticos; aunque existe la propensión.  Luego de la etapa de seducción, el postulante a una secta, pasa por una serie de pruebas que lo humillan y atentan contra la dignidad de la persona.  La finalidad de las pruebas es provocarle un estrés traumático, despersonalizarlo, para implantarle una nueva identidad; lo bautizan y renacen a una nueva vida; de esta manera, lo hacen dependiente de la secta, pierde su libertad.  Ahora el nuevo sectario cree que es un ser superior mientras permanece fiel a la secta. Dentro de la secta es alguien, fuera de ella, nada.  En la secta satisface su necesidad de reconocimiento.

13.- Los fanáticos están poseídos de un afán proselitista.  Ellos quisieran ardientemente que todo el mundo admita sus creencias y se incorpore a su organización sectaria.  Empiezan en su afán proselitista con su familia.  Quieren que sus hijos se casen con miembros de su secta. Son propagandistas o apóstoles en todo momento; hasta en momentos inoportunos.  Sus objetivos preferentes son los presos de las cárceles, los enfermos, los adolescentes y ancianos y migrantes de origen campesino. Es decir, personas que están en crisis o desadaptados; y, por consiguiente, son susceptibles o vulnerables a su prédica.

14.- Los fanáticos hacen espíritu de cuerpo.  Que la secta ayude a cualquiera de sus miembros que está en un momento difícil es una obligación humanitaria; pero es infamante cuando un fanático ha cometido un delito execrable y tratan de encubrirlo o de entorpecer a la justicia.  Al respecto, dos casos como ejemplo: el crimen de “Los Barrios Altos” ejercido por los militares en la guerra contrasubversiva. Y él de los directivos de la secta Sodalicios Luis Fernando Figari Rodrigo y Germán Doig Klinge por abuso sexual y psicológico.

        Cuando la secta no logra encubrir el delito o entorpecer o dilatar un proceso judicial inmolan al sectario delincuente para salvaguardar a la secta o institución sectaria.  Es la figura llamada “fusible”.  El cuerpo de la organización sectaria es mucho más importante que cualquiera de sus miembros.  Esto lo aceptan gozosamente los sectarios.

15.- Los fanáticos son disciplinados y organizados
Los sectarios tienen su vida organizada las 24 horas del día durante todo el año.  Están acostumbrados a permanecer en estado de alerta.Siempre se encuentran ocupados. La permanencia en la secta es garantía de su “estabilidad”.  No hay ningún resquicio libre como para una recaída en una nueva crisis.  También la disciplina y organización propicia una eficiencia robotizada que anula la propensión a la innovación. Además de la disciplina y organización, la secta inventa un enemigo externo para mantener la unidad interna de la secta y evitar la disidencia.

16.- Los fanáticos se distinguen por su fisonomía y vestimenta. Tienen un libreto para actuar frente a ustedes y mostrar un rosto de optimismo exagerado.  Aunque cada secta tiene un estilo; los sectarios en general son ajenos a la moda y son extremistas; ejemplo: unos tienen cabellos muy cortos y otros, muy largos; barba corta o larga; bigotes gruesos, etc.  En su vestimenta y colores todos están uniformados:  túnicas, hábitos, ternos, etc.  Zapatos cerrados o sandalias.  En su idolatría hacia el jefe de la secta, lo imitan. Las mujeres sectarias no usan pantalones; sino faldas largas, debajo de la rodilla. etc., etc.  En suma, la vestimenta les otorga sentido de pertenencia.

Con el retrato en la mano:

Usted logrará identificar a un sectario y tomará medidas profilácticas. Con ese mismo retrato, todos debemos adquirir el hábito de mirarnos en el espejo para un cotejo.  Nadie está libre de la tentación…Con el identikit en la mano, el sectario dirá: ese no soy yo, el que tú te imaginas...

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Lima, Unidad Vecinal N°3, enero, 06 del 2017.

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