De Cronista a Escritor,
el Perfil del Inka Garcilaso de la Vega
(Segunda y Última
Parte)
Roque Ramírez Cueva
EN
LA PARTE UNO, DIJIMOS QUE Garcilaso de la Vega, el Inka, es uno de los primeros
en percibir la enorme influencia que empezaba a ejercer el nuevo instrumento
comunicativo traído por los invasores, la escritura alfabética española. Por
eso no se opuso a aprenderla, es más, la asimiló de tal manera que llegó a
dominarla con refinado estilo para que le sirva a sus fines. En esto no hay
nada que observarle, sabemos que la lengua sirve a todos por igual, no tiene
ideología, se la imprime quien la usa (Stalin dixit)1. Además, y, lo central, Garcilaso Inka fue un privilegiado –junto con Waman Puma-
por el hecho que provenir o acceder a las élite de clases sociales nativas les
permite educarse en la experiencia propia y en el nuevo sistema educativo
informal hispano.
Hay quienes tal vez les reclamen a
Garcilaso Inka y Waman Puma el hecho de pertenecer a las élites nativas y de
congeniar con gente e instituciones del nuevo estado colonial. Sin embargo
quienes objeten quizá no se han situado en el ámbito real o no fueron objetivos
en analizar el contexto en que crecieron y se formaron ambos cronistas.
Dominado el poder de los soberanos Inkas y pacificadas las revueltas de los
encomenderos, cuando ellos –los cronistas- crecían ya estaba consolidándose
dicho estado colonial, y, aparte del control de lasestructuras propias
dominantes, existía otro poder paraestatal siniestro, la santa inquisición. En
esas condiciones, ¿algún hatunruna sobreviviente, algún hijo de familias
trabajadoras, de familias indias ciervas, etc., podía acceder al estudio de los
secretos archivados en el Khipu, al estudio de la gramática española?
En esos tiempos de 1540 a 1580, ¿quiénes
accedían a cualquier sistema educativo formal e informal que pudiera legitimar
a un cronista? La respuesta es como la manzana que se cayó de ¿verde? ante los
ojos de Newton, en dicha época sólo se educaban los hijos de las élites tal como
le sucede al Inka Garcilaso, y, en otro caso, a los hijos de las ex élites
regionales centro andinas como fue el caso de Waman Puma; lamentablemente para
quienes opinen lo contrario esta afirmación es irrefutable. También no olvidar que
–ya se adelantó algo- la valiosa información registrada en los khipu sólo se
confiaba y daba acceso a los sabios khipucamayuq, a quienes descendían de las
panaka cusqueñas o regionales2.
Las estructuras de la sociedad tawantisuyana respecto a su sistema educativo y
a su organigrama funcional se erigieron así. Y los invasores hispanos supieron
aprovechar algunas de estas formalidades, por ello hicieron que los hijos de
kuracas aprendieran el idioma castellano, para usarlos como lenguas y
enterarse, por ejemplo, la manera como se recaudaban impuestos en tiempos de
los Inkas. Algo de esto registra
Garcilaso en su crónica3:
“De manera que los
indios del Perú, ya que no fueron ingeniosos para inventar, son muy hábiles
para imitar y aprender lo que les enseñan. Lo cual experimentó largamente el
Licenciado Juan [de] Cuellar, natural de
Medina del Campo, que fué (sic) canónigo de la Sancta Iglesia del Cozco, el
cual leyó gramática a los mestizos hijos de hombres nobles y ricos de aquella
ciudad.” …… “Entre ellos conocí un indio Inca llamado Felipe Inca, y era de un
sacerdote rico y honrado que llamaban el Padre Pedro Sánchez, el cual, viendo
el habilidad que el indio mostraba en leer y escribir, le dió(sic) estudio,
donde daba tan buena cuenta de la Gramática como el mejor estudiante de los
mestizos” (p. 100)
Pero,
en el caso específico de nuestros cronistas comentados, ¿en realidad, funcionarios del estado
colonial los llegaron a manipular para sus fines corporativos, punitivos y
económicos? Si bien la administración de este estado se consolidó durante cerca
de trescientos años, ello fue posible a
múltiples razones, y ninguna de ellas se relaciona con la labor cronística de
Garcilaso Inka y Waman Puma, incluso ni cuando éste último sirvió de lengua al
visitador Cristóbal de Albornoz4.
Por el contrario, proponemos que ellos aprendieron la lengua del invasor y su
sistema de registrarla en soporte de papel porque entendieron que era la única
manera de preservar la memoria de sus curacazgos, de sus tecnologías
hidráulicas, de sus benignos apus y
pacarinas, de la noble historia –ellos crecieron así, en esa veneración- de sus
reyes Inkas, de sus cantos y danzas. Ambos no ignoraban que el esplendor
delTawantisuyu, el cual conocían sólo por memoria ancestral, ahora se hallaba
en plena decadencia y su destrucción ya finalizaba. Además sabían que el
sistema de registro y preservación deinformación -vital para el legado
tawantisuyano- mediante los khipu, había sido destruido por los extirpadores de
idolatrías u ocultado a la codicia de éstos. Y, cierto, la lengua y escritura
del invasor se imponían, por lo tantoresultaban el único medio de testimoniar
aquello que estásucediendo, pero sobre todo registrar lo diferente y magnífico que había sucedido antes de la invasión de los
occidentales.
A propósito, en la cadena de TV continental
Telesur se lee, “Un pueblo que no conoce su historia se desconoce así mismo”.
Es decir, que no tiene clara su identidad, que se opone a aceptar los orígenes
de su existencia. En el caso de nuestros ancestros, trataron de ser obligados a
ignorar y olvidar tales raíces. Justo el Inka Garcilaso satisface y da
respuesta a esta reflexión, en tanto nos ha dado la oportunidad de conocer
buena parte –desde luego no toda- de los
sucesos históricos que se dieron durante el Tawantisuyu. Es cierto, en su mayor
parte, es una parcialidad de la historia nuestra. Es la versión desde la óptica
dominante, la de los Inka y sus panaka, pero es la que se reivindica como parte
de nuestras raíces junto a los Inka y guerreros que ofrecieron resistencia al
invasor.Es cierto, no se congenia con los Inka, salvo Pachacuti Yupanqui por su
perfil de gran estadista y constructor, pero por lo menos hay empatía sino
aceptación con los Inka de la resistencia5,
desde Rumiñahui, Manco Inka hasta Juan
Santos Atahualpa y Túpac Amaru II. Hay ese lazo de empatía incluso disculpando
en algunos su momento de colaboración
ofrecida al invasor, tales como Manco Inca, Paullu Inca y otros. Además,
todos ellos, salvo Túpac Amaru II, en caso hubieran vencido, habrían restaurado
la estructura verticalista del Tawantisuyu que tanto incomoda a los anti idealismo elitista del Inka Garcilaso.
No obstante, indirectamente nuestro
cronista escribe sobreaquellos trabajadores anónimos que con su mano de obra
contribuyeron a construir la verticalista sociedad tawantisuyana;este aspecto
en menor dimensión desde luego. Sin embargo nos quedan algunos nombres, Waman
Puma menciona al sabio astrónomo Juan Yunpa6,
y Garcilaso incluye el nombre de un constructor de puertas trapezoidales, “A la
segunda llamaron Acahuana Puncu porque el maestro mayor que la hizo se llamaba
Acahuana” (Libro séptimo, capítulo XXVIII). Y en el siguiente capítulo, además
de Acahuana, el Inka Garcilaso menciona a otros tres maestros constructores, “…
y así lo llaman Apu Huallpa Rimachi; al que le sucedió le llaman Inka
Maricanchi (…) El cuarto… se llamó Calla Cunchuy” (Ibid, XXIX)7. Tal vez no trata esta
parte de la historia en su importancia debida, pero no deja de narrarla junto
al transcurrir de los harawicu, de los filósofos, los pensadores de aquél
tiempo. Una conclusión nos podría indicar que es una versión innegable desde
las élites; sin embargo, en nuestro modesto parecer dejaría de ser una obra
elitista en el transcurrir de los siglos, desde el momento en que Los Comentarios Reales influencian
ideológicamente la gesta de Túpac Amaru II, y el poder colonial hispano prohíbe
su circulación y lectura. Con las luchas por la emancipación, antes de 1814,
aún se le proscribía entre las huestes realistas e incentivaba su lectura en
las filas patriotas. ¿Qué buscaban los patriotas del siglo XIX, en tiempos ya
de un desarrollo capitalista, en las lecturas idealistas de Los Comentarios? Aparte de héroes
nativos propios, rasgos de identidad que sin duda afirmen el perfil de la
reciente patria por emancipar. Es posible que también cabría la posibilidad de
buscar la preservación de la cosmovisión andina, esencia de nuestra identidad.
De esa manera, el Inca Garcilaso de la
Vega, es el primer mestizo emblemático de suelo americano –seguro hubo otros,
el propio Garcilaso menciona en anterior cita (p. 100) a Felipe Inca, hábil
aprendiz de gramática-, que decide apropiarse del instrumento del invasor, la
escritura. Para ello decide convertirse en escritor, de ninguna otra forma,
profesión u oficio dominaría mejor dicho instrumento. Él es consciente de ello,
lo menciona al indicar sus propósitos para escribir sus Comentarios Reales, y eludir
la censura de los Reyes que es el veto censor de la Inquisición, para lo cual
ofrece un testimonio como si lo estuviera comentando desde una voz hispana8: Leamos,
“En el discurso de
la historia protestamos la verdad de ella, y que no diremos cosa grande que no
sea autorizándola con los mismos historiadores españoles que la tocaron en
parte o en todo; que mi intención no es contradecirles, sino servirles de
comento y glosa y de intérprete en muchos vocablos indios, que, como
extranjeros en aquella lengua, interpretaron fuera de la propiedad de ella,
según que largamente se verá en el discurso de la historia, la cual ofrezco a
la piedad del que la leyere”
El
Inka Garcilaso se propone aquí como un
intérprete no tanto de los idiomas
quechua y aymara, sino a interpretar un mundo y una cosmovisiónque si conoce,
una realidad que la ha reconstruido desde el seno materno. En esta misma cita
dice “…la cual ofrezco a la piedad del que la leyere”; esto quiere decir que se
ofrece a interpretarpara el mundo español, lo que conoce del mundo del Tawantisuyu.
Desde luego que él parece no saberlo o no estar autorizado, “y que no diremos
cosa grande que no sea autorizándola con los mismos historiadores españoles que
la tocaron”. Sabe que los hispanos narran una historia imprecisa, pero aparenta
no saberlo y tomar sus fuentes, bajo la voz de ellos dice su verdad sobre su
gran nación, idílica en su memoria, con afán de propósitos reivindicativos.
El Inka Garcilaso nace cuando ya se ha
logrado la conquista y se conforma el estado colonial, llega a conocer sobre el
imperio –ya se dijo- por lo que le cuentan su madre, tíos y los nobles de las panaka,
conoció los restos y ruinas de lo que quedó del
incanato, él no vivió ni llegó a conocer el esplendor de esa sociedad de
los Inkas, por tanto conoce un mundo donde los indios han sido sometidos, los
negros son esclavos usados para sojuzgar a los indios, y quienes dominan y
someten son los españoles. De ese choque de personas ubicadas en diversos
estratos sociales empieza a surgir un nuevo país con mezcla de razas, veamos lo
que dice el cronista9:
“Lo mejor de lo que
ha pasado a Indias se nos olvidaba, que son los españoles y los negros que
después acá han llevado por esclavos para servirse de ellos, que tampoco los
había antes en aquella mi tierra. De estas dos naciones se han hecho allá
otras, mezcladas de todas maneras, y para las diferenciar les llaman por
diversos nombres, para entenderse por ellos.”
Entonces
el cronista cusqueño, Garcilaso de la Vega, incluidas sus contradictorias
opiniones, ya ha comprendido que es parte de una sociedad distinta a su amado e
idealizado Tawantisuyu. Para registrar esas experiencias vividas, maravillosas
y tristes, es que decide convertirse en escritor, pero deja en claro que
escribirá desde una visión propia y en condición de “indio” que no lo era. Sin
embargo, aún sin ser indio, no lo olvidemos, es nuestro primer e importante escritor
mestizo con perfil emblemático10:
“Por lo cual, forzado
del amor natural de la patria, me ofrecí al trabajo de escribir estos
Comentarios, donde clara y distintamente se verán las cosas que en aquella república
había antes de los españoles”.
“Pues soy indio,
que en esta historia yo escriba como indio con las mismas letras que aquellas
tales dicciones se deben escribir”
Y
hablando de escritor, permítasenos salir del esquema digresivo histórico-ideológico
asumido hasta aquí para concluir con
ideas que sostengan la condición de escritor que le otorgamos a nuestro
cronista. Ese rol, el cusqueño Garcilaso de la Vega lo evidencia en sus textos,
unas muestras son suficientes para afirmar lo dicho11:
“Cuantos años ha
que el Sol Nuestro Padre envió estos sus primeros hijos, no te lo sabré decir
precisamente, que son tantos que no los ha podido guardar la memoria; tenemos
que son más de cuatrocientos. (…). Fueron, como te he dicho, hermanos, hijos
del Sol y de la Luna, nuestros padres. Creo que te dado larga cuenta de lo que
me la pediste y respondido a tus preguntas, y por no hacerte llorar no he
recitado esta historia con lágrimas de sangre, derramadas por los ojos, como
las derramo en el corazón, del dolor que siento de ver nuestros Incas acabados
y nuestro Imperio perdido.”
Es
una bien elaborada prosa de un enamorado de su estirpe y de la sociedad que la
cobijó; este breve fragmento nos deja ver al creador que domina la pluma con
versatilidad y que evidencia un trabajo de filigrana para recrear la lírica que
heredó de la literatura oral de los haravicu, de los haylli, de los takis. Así
como este fragmento se puede encontrar muchos otros d la misma o mejor factura que
en la misma crónica se diferencian de sus larga y detalladas descripciones.
Aquí, en estos textos aludidos, el Inka Garcilaso nos demuestra que ha llegado
a dominar con excelencias el idioma del invasor, tanto que está apto para
producir los mejores textos literarios, como es construir prosa poética, ya se
dijo, de fina factura. Todos no tienen esa capacidad, salvo creadores eso lo
conoce todo amante de la buena prosa.
Sabemos que también da evidencias de
narrador en su relato sobre Pedro Serrano, lleno de digresiones donde elucubra
sobre el hombre insular y la supervivencia sin tecnologías. Para nadie es
desconocido que esta narración es considerada una de las primeras escritas acá
en el continente americano, donde es innegable los elementos y técnicas
narrativas. Manuel Prendes12
dice que Garcilaso Inka, “Domina la tensión y el suspenso en momentos como las
persecuciones: la que sufre Gonzalo Silvestre cabalgando durante días sin
descanso hasta reunirse con De Soto, o la de los españoles fugitivos de la
Florida acosados río abajo por centenares de canoas.”
Compartimos con Prendes –para finalizar-
acerca de que, “los escritos del Inca Garcilaso, quien subordinaba su
vocabulario, su frase y su relato al orden y a la claridad, fluyen hoy con
mucha más facilidad y menos recurso” –agregamos- retórico.Prendes propone que
La Florida del Inca, es más que una breve crónica, una novela breve. Y además,
lo secundamos en su osadía de revisar los cánones de clasificación de la
historia literaria con propósito de incluir la obra de Garcilaso Inka en el
período clásico de la literatura española.
Notas
1.-J.V. Stalin: “La
lengua no ha sido creada para satisfacer las necesidades de una clase
cualquiera, sino de toda la sociedad, de todas las clases sociales…” (p. 293). “Pero
los hombres, los diversos grupos sociales y las clases distan mucho de ser
indiferentes a la lengua. Se esfuerzan por utilizarla en interés propio…”
(p.294). “El Marxismo y los Problemas de la Lingüística”. Obras Escogidas.
Editorial Nantori, Tirana, 1979. (PDF) http:/www.marxists.org/espanol/stalin/obras/oe1/Stalin%20%20Obra%20escogida
2.-MazziHuaycuchu, Víctor.
Inkas y Filósofos, Yachay y Hamut’ay.
Lima. Libro inédito, próximo a publicarse. Junio, 2916.
3.-De La vega, Inka
Garcilaso. Comentarios Reales de los
Incas, Antología. Lima. Colección Peruanos Imprescindibles, Libro 1.
Empresa Editora El Comercio. 2005. P.100
4.-Adorno, Rolena,
“Contenidos y contradicciones: la obra de Felipe Guaman Poma…”. University
Yale. “exposición detallada de todas las
prácticas prohibidas que sobreviven en Lucanas Andamarca y Soras”. Visitador
Albornoz. (PDF):
http://www.lehman.cuny.edu/ciberletras/v01n02/Adorno.htm
5.-Cajavilca Navarro,
Luis. Resistencia Andina en la Invasión
Española. Diálogos Nº 1, Universidad NacionalMayor de San Marcos. 1999,
(PDF).http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/dialogos/n1_1999/a14.pdf
6.-Mazzi Huaycuchu,
V. Presentación
de Juan Yunpa. Ediciones K’ollana.Chosica - Lima, 1994.
7.-De La vega, Inka
Garcilaso. Comentarios Reales de los
Incas, Antología. Ibid. Libro séptimo, capítulos 28 y 29.
8.-De La vega, Inka
Garcilaso, Ibid. Proemio, p, 25
9.- De La vega, Inka
Garcilaso. Comentario Reales de los
Incas, Libro IX, capítulo XXXI.http://www.staff.uni-mainz.de/lustig/texte/antologia/garcilas.htm
10.- De La vega, Inka
Garcilaso. Comentarios Reales de los
Incas, Antología. Ibid. Proemio, p.
25
11.- De La vega, Inka
Garcilaso…Antología. Ibid. Libro primero, capit. XVII. P. 57
12.-Prendes Guardiola,
Manuel. “Invitación a la Florida (y a revisar el canon)”. PDF.
Dialnet-InvitacionALaFloridaYARevisarElCanon-4003436.
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