La Economía
Capitalista y la Caricatura del Poder en el Perú
César Risso
LAS PUGNAS QUE NOS PRESENTAN desde algunos
meses los diferentes sectores de la política nacional, turnándose y
aglutinándose en el ejercicio de golpear a Ollanta Humala y a la primera dama,
nos muestran, por su banalidad, una caricatura de la política burguesa
nacional.
Los intentos por
hacer aparecer como un problema de voluntad personal, o conyugal, el ejercicio
del poder, nos muestra la incomprensión o la hipocresía, de una clase social
que no es capaz de aportar progreso, puesto que sus posibilidades han
periclitado. La revolución capitalista, fue la gran obra de la burguesía, al
permitir el gigantesco auge de las fuerzas productivas. Fuerzas que se pudieron
desarrollar en el marco de las relaciones sociales de producción que
desplazaron a las relaciones feudales, basadas en el trabajo servil. Sin
embargo, las actuales relaciones sociales de producción ya no permiten el
desarrollo de las fuerzas productivas, sino que las atajan.
Parte de las
fuerzas productivas están compuestas por la naturaleza, las máquinas y las herramientas,
que en su conjunto corresponden a los medios de producción; pero otra parte
está compuesta de la fuerza de trabajo, que consiste en la capacidad física e
intelectual del trabajador. Si bien es cierto hay un considerable desarrollo de
los medios de producción, también es cierto que este no es lo suficientemente
rápido, puesto que está enmarcado por la ley económica fundamental del
capitalismo en su fase imperialista, esto es, la obtención de la máxima
plusvalía.
El trabajador
asalariado está constreñido cada vez más a las condiciones mínimas de
sobrevivencia. El productor directo no se desarrolla, por el contrario se
podría decir que se infra desarrolla, en el sentido de sus condiciones
materiales de existencia. En el caso de los intelectuales, estos son
capacitados con el fin de hacerlos parte del mecanismo para innovar las modalidades
de sobreexplotar la fuerza de trabajo directa, el trabajo asalariado, con el
objeto de extraer más plusvalía (trabajo no remunerado).
En este marco, cualesquiera
que sean las medidas de política que puedan implementar los gobernantes de
turno, no pasan de ser una suerte de cosmética particular, pues son matices de
las diferentes formas de explotación burguesa; mientras que las reacciones de
los sectores de la burguesía, que puedan ser eventualmente afectados en sus
intereses económicos inmediatos, se presentan como si fueran expresiones del
interés nacional, tratando de incorporar en el reclamo a los mismos explotados
por este sistema.
La burguesía liberó
al trabajador de la servidumbre, pero lo sometió a la explotación asalariada.
Le dio la libertad personal (la libertad
de vender su fuerza de trabajo al burgués que quiera), pero le quitó la
libertad social, sometiéndolo a la clase burguesa en general (obligándolo a vender su fuerza de
trabajo a la burguesía), haciéndolo depender de los intereses de la burguesía
para poder vivir. Peor aún, lo disfrazó de burgués, a través de las
microempresas, con lo cual no solo lo sometió a él, sino también a toda su
familia, al convertirlos en un asalariado colectivo bajo la forma de un
emprendedor, agudizando la explotación con remuneraciones colectivas (ingresos
de la microempresa) que reducían la remuneración individual.
Los equívocos a los
que nos puede inducir la burguesía están dados por las concepciones sociales
subjetivistas. Así, mientras que la burguesía en sus diferentes expresiones
hace del individuo el responsable de las condiciones históricas, la concepción
científica de la sociedad parte a la inversa, de las condiciones materiales de
existencia. No niega el papel del individuo, sino que lo coloca en su justa
medida. “Un par de palabras para evitar posibles equívocos. En esta obra, las
figuras del capitalista y del terrateniente no aparecen pintadas, ni mucho
menos, de color de rosa. Pero adviértase que aquí sólo nos referimos a las personas en cuanto personificación de categorías económicas, como representantes de
determinados intereses y relaciones de clase. Quien como yo concibe el desarrollo de la formación económica de la
sociedad como un proceso
histórico–natural, no puede hacer al individuo responsable de la existencia
de relaciones de que él es socialmente criatura, aunque subjetivamente se considere
muy por encima de ellas.” (Carlos Marx. El Capital Tomo I. Prefacio a la
Primera edición.)
Sin embargo, el
análisis político y económico, requiere de la comprensión del rol que cada
individuo cumple en el proceso histórico. Si “No es la conciencia del hombre la
que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su
conciencia.” (Prólogo a la Contribución a la Crítica a la Economía Política),
entonces, debemos comprender el papel de Ollanta Humala y del Partido
Nacionalista, como sujetos históricos que representan los intereses generales de
la burguesía como clase, y los intereses específicos de ciertos sectores de la
burguesía. Pero en la medida que este partido y personaje, no brotan de la
tradición burguesa sino de intereses personales de poder, aparecen como un caso
de “intelectuales” pequeño burgueses tratando de insertarse en la clase
burguesa, no solo por su posición sino por sus condiciones materiales de
existencia; y por ello, al estar limitados por el marco burgués, no son capaces
de imaginar otro orden social, creyendo que los problemas del Perú son
consecuencia de los individuos que han ejercido el gobierno del poder en las
últimas décadas.
Estos personajes
creen que la corrupción es consecuencia de los corruptos, que la explotación se
debe a los explotadores, que la delincuencia es culpa de los delincuentes, etc.
Todo es culpa de los individuos que desarrollan las acciones de los que se les
hace culpables.
No se dan cuenta
que el problema radica en las condiciones materiales de existencia que produce
corruptos, explotadores, delincuentes, etc. Por eso es que existen dirigentes
de derecha, de centro y de izquierda que caen en la corrupción, en la
explotación y en la delincuencia. Todos ellos actúan como parte de un proceso
de extracción de trabajo no remunerado, de plusvalía, que aparece bajo la forma
específica de ganancia industrial, comercial, bancaria y renta capitalista (de
la tierra y de los locales donde se lleva a cabo las actividades económicas
capitalistas); proceso en el cual cada quien busca la forma de obtener una
parte de la plusvalía, ya sea en forma legal o ilegal. De no haber plusvalía, no
habría nada que arrebatarse.
La burguesía, que
actúa bajo el marco de su legalidad, trata de dar las medidas que protejan su
forma de obtener ganancias, y que castigue a quienes se las arrebaten. Sin
embargo el pago de coimas, siendo ilegal, es un mecanismo que aprovechan los
burgueses para agenciarse los negocios que les darán mayores ganancias; las
diversas formas de fraude, de los que salen muchas veces impunes, dados sus
vínculos con el poder judicial, al que tienen sometido por el imperio del
dinero, es otro mecanismo; además de otras modalidades con las cuales los
burgueses se enfrentan entre sí como parte de la competencia por la mayor parte
de plusvalía que puedan obtener de la explotación de los obreros asalariados en
su conjunto.
La incapacidad del
actual gobierno para enfrentar algunos problemas, es expresión de su concepción
burguesa. Los cambios y reformas económicas no serán sino la variación de las
diversas interpretaciones que a lo largo de nuestra historia republicana han
esgrimido para llegar al gobierno. La única salida para los males que promueve
el sistema capitalista está en el socialismo.
Las diversas formas
de la delincuencia serán superadas, cuando la explotación del hombre por el
hombre de paso a relaciones de igualdad, solidaridad y reciprocidad. Cuando el
excedente generado por el esfuerzo humano no sea apropiado por algún sector de
la sociedad, sino cuando este excedente social se disfrute colectivamente por
la sociedad en su conjunto.
Por ello, la
crítica al actual gobierno y sus personajes más destacados, debe transformarse
en la crítica al capitalismo y a la burguesía en su conjunto. De no ser así,
seguirán apareciendo en el imaginario colectivo cada cinco años las diversas
alternativas que desde la propia burguesía nos aderezarán un diverso régimen
burgués sobre un mismo fondo capitalista.
Crisis Económica y Mensaje de Despedida
César
Risso
EL MENSAJE PRESIDENCIAL nos ha revelado el
rol asignado al presidente Ollanta Humala por el imperialismo y la burguesía
nacional.
“Desde el inicio de
nuestro mandato, nos propusimos con vocación integradora, la recuperación de un
país fragmentado. Todos nuestros esfuerzos han estado dirigidos a que cada uno
de nuestros compatriotas, en cada rincón de nuestro país se sienta parte de
esta Nación llamada Perú, con los mismos derechos a una educación y salud de
calidad, a estar conectados e integrados con su tierra y su cultura, a ser
respetados por su trabajo y recibir un salario justo y a que el Estado le
brinde las oportunidades para explotar todas sus capacidades.” (*)
Tenemos en estas
líneas del mensaje presidencial el reconocimiento de que la labor de este
gobierno, en su condición de representante de la burguesía, es el de explotar
todas las capacidades de todas las personas de nuestro país. Esto quiere decir
que no habrá ser humano que no sea utilizado como fuerza de trabajo asalariado
para incrementar la riqueza de la burguesía. Así, los miembros de las
comunidades campesinas y de las comunidades nativas, tarde o temprano, serán
parte de los obreros asalariados. Esta es la labor fundamental de este
gobierno, que se ha propuesto avanzar lo más que pueda en esta tarea. Y será la
labor central del próximo gobierno, pues es una política impuesta por el
imperialismo.
El criterio que
emplea el presidente, es el de salir de la pobreza para incorporarse a la
actividad productiva del país. ¿Significará esto que se incorporan a la
actividad formal? O, ¿mas bien, que trabajan como independientes formales? O,
que se encuentran trabajando como dependientes y en planilla en una mediana o
gran empresa; o, que se encuentran como dependientes en una microempresa, en la
que ganan menos del mínimo. Difícil saber a qué se refiere. Sin embargo, en
general, podemos afirmar que estas personas han pasado de ser no útiles para el
capitalismo, a ser útiles para el capitalismo, con lo cual, se han convertido
en fuerza de trabajo que se compra y se vende en el mercado, esto es en una
mercancía, que tiene la peculiaridad de crear más valor que el que ella misma
requiere para reproducirse en las condiciones de vida de obreros asalariados,
esto es, en una situación paupérrima, al igual que su familia. En otras
palabras, y para decirlo de una vez, el programa de Ollanta Humala ha
convertido a cientos de miles de personas en objeto de explotación.
La función del
Estado burgués consiste en garantizar la explotación asalariada proveyendo
fuerza de trabajo. Si las condiciones de vida de los trabajadores son
insostenibles, entre otras cosas por la baja remuneración que el sector privado
paga, entonces el Estado interviene en la reproducción de la fuerza de trabajo
a través de una serie de programas de alimentación y de salud; así como el de
pensión 65, pues las familias en situación de pobreza se verían obligadas a reducir
la ración promedio para atender a sus familiares de la tercera edad, lo cual
afectaría la reproducción de la fuerza de trabajo, al verse los niños y los
jóvenes privados de parte de su ración.
La situación de la
personas que están adscritas al programa pensión 65 es deplorable. Estos
reciben 250 soles cada dos meses. Es decir, la asignación mensual es de 125
soles. Pero a cambio, por esta irrisoria suma, “[…] nuestros abuelitos tienen
además, la oportunidad de trasladar sus conocimientos ancestrales a través del
Programa Saberes Productivos, con el cual enseñan a las niñas, niños y
adolescentes, las técnicas agrícolas, el uso de las plantas en la medicina
tradicional, el tejido y pintado de textiles, así como nuestras lenguas
originarias andinas y amazónicas, tan variadas y ricas.”
Con respecto a los
nativos, Ollanta Humala señala: “Mi gobierno ha puesto especial atención a
nuestras Comunidades Nativas Amazónicas. Me da orgullo informar que hemos
incorporado al Padrón General de Hogares a las 274 mil 167 personas que habitan
en los 2 mil 400 centros poblados de la Amazonía para que sean usuarios de
TODOS los programas sociales y servicios que presta el Estado Peruano.”
Este programa busca
incorporar a los nativos a las “actividades productivas”, es decir,
convertirlos en fuerza de trabajo para la explotación asalariada. La burguesía
podrá contar así con más mano de obra disponible.
“Las madres en el
Putumayo, valoran que sus hijos se enfermen menos, que en el distrito de Salas
en Lambayeque ya no tengan que depender de los camiones para conseguir agua,
que en zonas como Yarinacocha y Manantay en Pucallpa ya tengan luz eléctrica,
que en las provincias de Tayacaja en Huancavelica o Páucar del Sara Sara en
Ayacucho vean sus comunidades integradas por carreteras o que los padres del
distrito de Yacus en Huánuco sientan orgullo de la educación que reciben sus
hijos y de los colegios construidos e implementados en esa región.”
Que las madres
celebren que sus hijos se enfermen menos nos alegra. Pero esto está en
contradicción con la actitud del gobierno frente a las transnacionales mineras
y las dedicadas al sector de hidrocarburos. En estos casos son conocidos los
desastres naturales por contaminación que estas empresas producen, frente a lo
cual el gobierno se encarga de reprimir a quienes denuncian y protestan contra
estos hechos. Evidentemente, el presidente no podría decir en estos casos que
las madres celebran que sus hijos enfermen menos. El abierto apoyo del actual
gobierno a las transnacionales tiene carácter de genocidio contra las
poblaciones que se encuentran en estas zonas.
Con respecto a la
reducción de la pobreza que el presidente esgrime como uno de los logros de
este gobierno, sabemos que esto depende de la forma de cálculo de esta. Si se
utiliza el método de cálculo del índice de pobreza multidimensional, existen 3
millones 600 mil pobres no visibles para el Estado. Y si agreguemos a esto la
población que se encuentra bajo el régimen de esclavitud temporal, como en el
caso de la minería ilegal en Madre de Dios, la situación se agrava; sin
mencionar la situación de precariedad en la que se encuentran las familias que
desarrollan sus actividades económicas como microempresarios, como un régimen
laboral a favor de las medianas y grandes empresas.
¿Es posible que se
siga hablando de dar oportunidades a todos?, cuando lo que vemos es un
constante proceso de selección bajo diversas vías. Acaso la selección no nos
indica que se deja de lado a la mayoría. Pareciera que el gobierno quiere tener
algo que mostrar.
Todas estas medidas
que consisten en el favorecimiento a determinadas personas, y que es apreciado
por su entorno, creará, al igual que en el caso de Juan Velasco Alvarado y
Alberto Fujimori, una cierta base social para el respaldo a su Partido.
Este gobierno, por
lo menos en el discurso, ha puesto especial énfasis en la reforma educativa. Pongamos
un solo ejemplo de la supuesta reforma educativa de este gobierno a nivel
superior. Un docente contratado, a tiempo parcial y en la categoría de
auxiliar, al que se le exigía título universitario en la antigua ley, ganaba
833 soles mensuales. Con la nueva ley lo único que ha cambiado es que ahora se
le exige que por lo menos tenga grado de magister. ¿Podrá este docente seguir
dedicándose a la docencia a nivel superior? ¿Le alcanzará el sueldo que le
corresponde para llevar a cabo estudios de posgrado? ¿A esto le llaman reforma
de la educación superior?
La verdadera
reforma burguesa a nivel de la educación superior consiste en uniformizar el
pensamiento de los jóvenes a través de la formación universitaria, para
convertirlos en unos autómatas defensores del capitalismo.
Con respecto al
tema de los medicamentos genéricos y de marca. La diferencia entre uno y otro
es justamente el nombre. El contenido está dado por lo que se conoce como
sustancia o principio activo, que es justamente lo que tiene las propiedades de
prevenir, amenguar, o curar las enfermedades. Si es genérico, quiere decir que
ya no está bajo la patente. Es decir que es un medicamento de libre producción
y comercialización.
La pregunta que nos
hacemos al respecto, es si el gobierno va a desarrollar el estudio de los
medicamentos de marca que actualmente están protegidos por una patente, para
producirlos y comercializarlos internamente a precios mucho más bajos. Dados
los antecedentes de sumisión a las transnacionales en el rubro de minería e
hidrocarburos, es casi imposible que este gobierno actúe en esos términos.
Toda la inversión
en la red vial a nivel nacional, que asciende a 30 mil millones de soles, tiene
dos objetivos: el primero consiste en abaratar los productos del interior del
país para el consumo de los obreros asalariados, con lo cual estaría bajando el
valor de la fuerza de trabajo, y así proteger a las empresas de la posibilidad
de un aumento de remuneraciones; de otro lado, dar la posibilidad de ganancias
a las empresas constructores a las que se les adjudicó las obras.
Con respecto a la
construcción de viviendas, la nueva legislación promueve este negocio,
indicando que habrá mayor acceso a la vivienda por parte de los sectores menos
favorecidos. Cómo así podrán acceder a la vivienda con las míseras
remuneraciones que reciben los trabajadores. Lo que se logrará será que mucha
gente se endeude, lo que disminuirá la parte de ingreso corriente que
destinaban al consumo de alimentos, prendas de vestir, medicina, o estudios a
todo nivel. Esto provocará que cualquier cambio en la economía del país tenga
un impacto negativo considerable en estas personas, y que finalmente se vean
obligadas a abandonar sus viviendas, y al romper la cadena de pago se genere el
estallido de la crisis económica en nuestro país.
Con este resultado,
la labor de Ollanta Humala habrá llegado a su final, pues en la situación de
crisis económica, se verá obligado a reducir el gasto público; pero habrá
logrado sacar de las comunidades campesinas y nativas a varios cientos de miles
de personas, que desarraigadas de sus zonas de origen y formas de vida
colectivistas, no tendrán otra alternativa que vender su fuerza de trabajo a la
burguesía.
El
Capitalismo Senil y el Nuevo Caos Mundial
(Onceava y Última Parte)
Samir
Amin
3. Al
pasar a la ofensiva, el capital del imperialismo colectivo dominante ha
recusado el principio de la soberanía de las naciones y ha sustituido a la ONU,
que es la única institución representativa de las naciones del planeta, por la
OTAN, el instrumento militar del imperialismo.
La democracia y los derechos de los pueblos que las potencias
del G-7 invocan para justificar sus intervenciones sólo están concebidos como
el medio político de gestión de la crisis del mundo contemporáneo, como un
complemento de los medios económicos de esta gestión neoliberal. Esta
democracia es solamente circunstancial. El discurso sobre la buenagovernarnetambién lo
es. Además, como está íntegramente sometido a las prioridades que trata de
imponer el despliegue de la estrategia Estados Unidos/tríada, se lo instru-
mentaliza con absoluto cinismo. De ahí el uso sistemático de la regla "dos
pesos, dos medidas".
Por otra parte, el método establecido no se limita a la
insistencia y la manipulación de los medios. Trata de poner a los pueblos ante
opciones inmediatas inaceptables: o bien soportar la opresión, o bien
desaparecer, o bien situarse bajo el protectorado de las potencias imperialistas.
Para ello, es necesario mantener un absoluto silencio sobre las políticas que
condujeron al drama.
El principio del respeto de la soberanía de las
naciones debe continuar siendo la piedra angular del derecho internacional. Y
si la Carta de las
Naciones Unidas decidió proclamarlo, ello se debió precisamente
a que ese principio había sido negado por las potencias fascistas. En su
conmovedor discurso pronunciado en 1935 ante la Sociedad de las Naciones, el
emperador HailieSelassie hizo comprender claramente que la violación de ese
principio -cobardemente aceptada por las democracias de la época- hacía sonar
campanas de difunto para aquella organización. Que hoy sean las democracias
mismas quienes violen nuevamente ese principio con la misma brutalidad no
constituye una circunstancia atenuante, sino que es una circunstancia
agravante. En resumidas cuentas, éste es el comienzo del fin de las Naciones
Unidas, un fin tan poco glorioso como el de su antecesora, pues hoy ya se la
trata como una mera cámara de registro de las decisiones que toman y ejecutan
otros. La solemne adopción del principio de la soberanía nacional producida en
1945 estaba lógicamente acompañada por la prohibición de recurrir a la guerra.
Los Estados están autorizados a defenderse contra el que viole su soberanía
mediante la agresión; pero, si son los agresores, están condenados de antemano.
No hay duda de que la
Carta de las Naciones Unidas le había dado una interpretación
absoluta al principio de la soberanía. El hecho de que hoy la opinión
democrática ya no acepte que ese principio autorice a los gobiernos a hacer
cualquier cosa con los seres humanos que habitan en su jurisdicción es un
progreso cierto de la conciencia universal. ¿Cómo conciliar estos dos
principios que pueden entrar en conflicto? Por cierto, la solución no consiste
en suprimir uno de los dos términos, ni el de la soberanía de los Estados ni el
de los derechos humanos. Pues la vía elegida por los Estados Unidos y, tras
ellos, por sus aliados europeos subalternos, no sólo no es la correcta, sino
que además oculta los verdaderos objetivos de la operación, que nada tienen que
ver con el respeto de los derechos humanos, a pesar de lo que los medios nos
quieran hacer creer con sus insistentes versiones.
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