Mensaje
a Najwan Darwish
Ángel
Larramendi(*)
Claro que puede morir.
El niño puede morir
en Jerusalén, Gaza, Jenín.
Morir sobre siembras de tumbas
camino a su casa
Morir sin migajas de lumbre,
sin sueños,
sin tiernos pistilos que broten de su pecho.
Morir sin luz,
sin que la ternura le abrace el corazón
Morir a merced de cañones y pedradas,
lastimados de espinas sus ojos,
encadenados sus pasos al holocausto.
El niño puede morir.
Claro que puede morir
sin apenas pronunciar las palabras aprendidas
bajo tierra,
sin haber jugado al cero o la pelota.
El niño puede morir
mientras nosotros, malos y buenos poetas,
no empuñemos el fusil
la luz, el corazón,
en esta injusta y cruenta guerra.
(*) Ángel Larramendi es un poeta cubano. Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la Sociedad Cultural José Martí. El presente poema suyo está escrito para el poeta Najwan Darwish y el pueblo palestino.
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