¿Filosofía
en el Tawantinsuyo?
(Quinta
Parte)
Víctor
Mazzi Huaycucho
Evolución del
enfoque autoctonista
Autoctonismo es la postura que manifiesta la reafirmación de ios
productos culturales que han emergido en la propia evolución cultural y que
pueden prolongarse como tradición cultural dentro del pensamiento reflexivo.
Representa un proyecto para el rescate y revaloración del pensamiento autóctono
edificado como aspecto concurrente de la cultura universal.
En el Perú los primeros debates sobre esta postura se
inician en la segunda década del siglo XX, desde la pregunta inicial formulada
por José Carlos Mariátegui sobre la condición genuina y auténtica de ciencia,
filosofía, leyes, instituciones de características netamente autóctonas. Desde
esta interrogante se han edificado respuestas que nos introducen a los aspeaos
esenciales de la reflexión de los hamut'aq, las que vienen develando
reflexiones que aportan originalidad y se legitiman como pensamiento auténtico,
muy distinto al modelo universalista de sesgo eurocéntrico. La evolución del
enfoque autoctonista sigue un registro de propuestas y estudios bajo una
secuencia diacrónica y sincrónica que desarrollamos a continuación.
Luis E. Valcárcel
Una de las
primeras propuestas en aproximarse a buscar alguna forma de reflexión
filosófica en el Tawantinsuyu, fue planteada por Valcárcel en su texto Etnohistoria del Perú antiguo, en el cual incluye un acápite denominado «filosofía».
El intelectual moqueguano (1959:179) considera importarte tratar sobre la
filosofía Inka. Sostiene que,
«No podemos
conocer exactamente las ideas filosóficas del antiguo hombre peruano por cuanto
nos faltan los medios necesarios para ello. La única posibilidad de penetrar en
el pensamiento
filosófico de los antiguos peruanos es investigando su religión y
magia.»
Esta
limitación reconoce el problema de la confiabilidad de las fuentes coloniales
para tratar sobre la reflexión en los antiguos peruanos y que su resolución se
hallaba en manuscritos coloniales que recogieron las reflexiones religiosas de
los hamut'aq, aunque descuida los Vocabularios y Lexicones —a pesar del sesgo religioso que contenían—
que resultan fuentes decisivas para el análisis y reconstrucción de la
reflexión «Je los hamut'aq.
Al referirse a la filosofía moral en el Tawantinsuyu,
Valcárcel se respalda en la versión del Inca Garcilaso de la Vega. Valcárcel
(1959:180) sostiene que, sobre lo que podríamos definir corno «Filosofía
Moral», como pensamiento acerca de las costumbres, podernos afirmar que es tina
«filosofía optimista» que mostraron los antiguos amautas. Esta percepción moral
se ve afectada por la carencia de fuentes autóctonas con que se dispone.
Reconoce, sin embargo, que,
«...no se
podrían hacer mayores interpretaciones sobre este tema porque el material de
que se dispone es relativamente escaso para descubrir un pensamiento filosófico
en las creencias meramente religiosas o mágicas. Pero, a medida que se
profundice en el conocimiento de la Historia Antigua del Perú, será dable ir
aclarando más y más este aspecto de la cultura.» Esta aclaración dejó el camino abierto para la
investigación más profunda sobre las fuentes disponibles en el estudio del
pasado Inka y los desenfoques que muestran distintos estudios sobre los wak'a
que adulteran el mensaje original que refería a una reflexión aglutinante,
donde el pensamiento reflexivo implica unidad discursiva en el que participan
todos sus elementos esenciales: pacha, wak'a, yachay hamut'ay y sullulaüin
runa entre otros
muchos. La idea de Valcárcel será punto de partida para cuestionar criterios
universalistas asuntivos, que desmerecían cualquier emergencia valorativa de lo
propio y original que se había desarrollado en el Tawantinsuyu, y empezar la
búsqueda de auténticas reflexiones en fuentes coloniales y artefactos
culturales autóctonos.
Antero Peralta
Una primera
aproximación a la reconstrucción del pensamiento reflexivo de los hamut'aq fue
realizada por Peralta (1964-1966), quien sustentó la existencia de una «veta
filosófica» en el pensamiento Inka. El intelectual arequipeño, para fundamentar
sus argumentos, propone una definición de cultura para luego introducirse al
pensamiento Inka. Se pregunta: «¿filosofía incaica?» La respuesta debe partir
como una auténtica aspiración al saber universal, «un efectivo saber de la
razón humana que explica para su gente i su momento, la realidad total i el
puesto del hombre en el cosmos». Las grandes interrogantes que se han hecho
sobre la humanidad son también similares interrogantes que se habían planteado
los hamut'aq. Pero, una «cuestión muy diferente es averiguar ahora
si los amautas tuvieron una clara concepción del mundo». Ante la dificultad de
las fuentes sobre dicho pensamiento coincide con Valcárcel en penetrar en el
pensamiento filosófico investigando su religión y magia.
Las concepciones reflexivas surgidas en el
Tawantinsuyu, deben reconstruirse discriminando las preferencias teológicas de
los cronistas para descubrir que «los amautas tuvieron concepciones filosóficas
muy suyas, originales, que poco o nada tuvieron que ver con las preocupaciones
intelectuales de los cronistas». Para Peralta (1964:28 y ss.), el meollo del
pensamiento filosófico Inka reside en las oraciones contenidas en las
«tradiciones indígenas», sobre todo las recogidas en himnos y oraciones. Para
tal propósito, se introduce al estudio de las oraciones que anotaron en 1585
Cristóbal de Molina («El cusqueño») y Phelipe Waman Puma de Ayala.
Somete a examen crítico la primera oración a
"Wiraqucha, la traducción de los contextos de la oración indican una
descomposición de cada panícula lexical para luego rearmar el contenido y
obtener una interpretación más fiel al pensamiento nativo. Aplica un enfoque
filosófico analítico y contextos de reconstrucción etnolingüística para llegar
a la comprensión original del pensamiento Inka.
Peralta
menciona hallar una concepción tripartita en la cosmovisión Inka, la que se
encuentra en la oración registrada por "Waman Pilma: «Tiqse qctylla, Wiracocha: ¡rnaypm kanki?
¿Harían pachapichu, kay ptuhapubu? kay pachaqanuik rurui rurak ¿ntaypin kanki?
Oyariwayy, cuya
interpretación ontológica se inicia con «kaylla.» como «aquello que es en sí
se concibe
por sí». Ubica qaylla como el «ser fundamental», oración donde se halla
manifiesta una «...clara concepción del mundo, estructurado a imagen y
semejanza de la tierra que habitamos: Hananpacha, la tierra de arriba, kaypacha, la tierra de acá y ukupacha, la tierra de adentro». Si bien esta concepción del
espacio contiene un elemento vital y generador que es pacha, su significado hace referencia al tiempo, suelo y
lugar. Considera pacha como el «elemento primordial que genera vida, situado
como sustento de lo existente». Pacha es considerada como principio de todo lo existente.
Peralta sostiene que dicha concepción tripartita del espacio «viene a ser al
fin y a la postre la armazón de la 'weltanschauung’ de los amautas». En (1965:37), afirma que filosofía
equivale a concepción del mundo, en razón que:
«...no
podemos dejar de reconocer que la filosofía incaica, en cuanto símbolo de la
vida imperial, era una de aquellas formas de concepción del mundo previstas por
Wilhelm Dilthey, aunque no incluidas expresamente en su tipificación: una forma
original de concepción determinada por las condiciones también originales de la
realidad histórico americana. Lo evidente es que los hamut’aq, totalmente
ignorados e ignorantes de los pensadores del viejo mundo, filosofaban a su
manera. Se planteaban los problemas del origen, la esencia y destino de todo lo
existente de modo absolutamente singular, vale decir, americano.» Esta
propuesta de filosofía peculiar—«filosofaban a su manera»— se manifiesta a través de
los hamut'aq, quienes representaban a los filósofos, cuya función era la de
almacenar, trasmitir y generar nuevos conocimientos. Peralta se respalda en la
apreciación del Inka Garcilaso, en el sentido que los hamut'aq no tuvieron una
«filosofía teorética»; en cambio, edificaron una «filosofía práctica muy
desarrollada y eficiente» cuya muestra son las normas y prácticas morales y un
«inventario de las maravillosas conquistas científicas y técnicas». El
desenlace de su análisis conduce «por gravitación lógica» en convenir que los
hamut'aq también tuvieron «un sistema de ideas [filosóficas]... que está
esperando ser develado».
Las propuestas de Peralta
generaron la crítica de época por un «uso excesivo del análisis lingüístico».
Sin embargo, sus bosquejos de traducción del runasimi del siglo XVI permiten reconstruir parte del
pensamiento originario de los hamut'aq.
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