Los
Salvavidas del Capitalismo
César
Risso
EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA parece estar llegando a su fin. Los
síntomas son harto evidentes. Desde las mismas instituciones creadas por el
imperialismo salen las voces que dicen que es necesario cambiar. Sin embargo,
el cambio al que se refieren es para mantener el poder económico y político. El
Director General de la OIT, dijo que “El mundo necesita un nuevo contrato
social”.
Las cifras son demasiado conocidas como para tratar de
demostrar algo con ellas, ya que sería como forzar una puerta abierta. Más que
las cifras, importa interpretar la situación actual y sus perspectivas desde el
punto de vista económico.
La crisis económica que está en curso, dado que desde antes
de la pandemia se evidenciaban los primeros síntomas, es una situación que los
teóricos han formalizado como aquella en la que
“Una recesión es un decrecimiento
de la actividad económica durante un periodo de tiempo. Generalmente se
considera que existe recesión cuando la tasa de variación del PIB es
negativa durante dos trimestres consecutivos”.1
Es decir, que la crisis se
concibe como una situación en la que un país o el mundo, enfrentan la caída de
la producción durante cierto periodo.
Esto nos conduce a ver que la situación de crecimiento
económico, que significa que no se está en crisis o recesión, es lo normal, y
que en consecuencia es, también, lo deseado. Pero esta situación normal,
significa millones de desempleados en el mundo; decenas de millones de
trabajadores informales; decenas de millones de seres humanos en la pobreza,
etc. En otras palabras, la normalidad designa una situación en la que el
sistema capitalista funciona de tal forma que la producción crece, que el
empleo aumenta, que la pobreza disminuye, etc.; pero que, de la mano con esta
mejora relativa, hay una situación de pobreza absoluta que aumenta o disminuye
según el ciclo de la economía capitalista.
No hay una solución definitiva al problema de la pobreza. El
capitalismo no solo convive con la pobreza, sino que además la pobreza es
consustancial al capitalismo. El ejército industrial de reserva es una
necesidad en este sistema.
El enorme crecimiento de la productividad no ha resuelto el
problema de la pobreza. En consecuencia, no es como algunos creen, que el
problema de la producción está resuelto, y que solo falta resolver el
problema de la distribución. La forma de la distribución depende del modo de
producción. En el capitalismo, la contradicción entre el carácter cada vez más social
de la producción y la apropiación privada de los resultados de la producción,
se expresa de varias formas, una de las cuales es justamente la obtención de
las ganancias de parte de los propietarios de los medios de producción, y el
salario por parte de aquellos que se ven obligados a alquilar su fuerza de
trabajo a los capitalistas.
En este marco general,
abundan las propuestas, e incluso, como los llamados progresistas señalan, hay
que promover luchas por los derechos sexuales y reproductivos, entre otros. Con
esta andanada de nuevos derechos, muchos de los cuales tienen una base real,
buscan distraer a las clases trabajadoras, de la lucha contra el sistema de
trabajo asalariado.
La promoción de nuevos derechos por parte de las instituciones
internacionales, enmascara la esencia de la explotación capitalista. La
socialdemocracia es experta en estas propuestas. Asimismo, los diversos
gobiernos de izquierda, socialdemócratas (ala izquierda de la derecha), se han
encargado de promover la renuncia a la lucha contra el sistema capitalista, y
se han enfrascado en luchar contra sus efectos.
En el discurso de Luiz Inácio da Silva Lula, se lee que hay
que erradicar el racismo para que haya igualdad. Ósea que, no es la explotación
capitalista la que crea la desigualdad, sino el racismo, entre otras causas.
Nada hay en su discurso que apunte al capitalismo como la causa de la
explotación, de la desigualdad, etc., ni de todos los problemas que enfrenta Brasil y
el mundo. Es un encubrimiento edulcorado, con el cual mueven las pasiones y
buenos deseos.
Esta
forma en la que las instituciones financieras internacionales, y sus demás
organizaciones, están tratando de orientar las luchas de los trabajadores,
busca que los explotados depositen su confianza y expectativas en un “presidente”
y su partido, para la solución de los problemas que hemos señalado.
Por
ejemplo, el Secretario General de la OIT dijo recientemente
"Me comprometo a hacer
todo lo posible para defender estos valores fundacionales de la OIT: nuestros
valores comunes de paz, justicia social, crecimiento económico equitativo y
solidaridad, respetando y protegiendo el medio ambiente".
Habrá que cruzarse de brazos
y esperar a que este representante del imperialismo logre lo que ofrece.
Asimismo, hizo un llamado para formar la Coalición Mundial
por la Justicia Social. En otras palabras, quieren asumir la representación de
las clases explotadas por el capitalismo, para negociar mejores condiciones de
trabajo, siempre que no afecten la esencia del mismo. Precisamente lo que la
socialdemocracia en sus diversas versiones promueve en sus campañas electorales.
Una de las últimas propuestas levantadas por la OIT, es el
trabajo decente y la economía social y solidaria.
“La ESS engloba a empresas,
organizaciones y otras entidades que realizan actividades económicas, sociales
y medioambientales de interés colectivo o general, que se basan en los principios
de la cooperación voluntaria y la ayuda mutua, la gobernanza democrática o
participativa, la autonomía y la independencia, y la primacía de las personas y
el fin social sobre el capital en la distribución y el uso de los excedentes o
los beneficios, así como de los activos. Las entidades de la ESS aspiran a la
viabilidad y la sostenibilidad a largo plazo y a la transición de la economía
informal a la economía formal, y operan en todos los sectores de la economía.
Ponen en práctica un conjunto de valores que son intrínsecos a su
funcionamiento y acordes con el cuidado de las personas y el planeta, la
igualdad y la equidad, la interdependencia, la autogobernanza, la transparencia
y la rendición de cuentas, y el logro del trabajo decente y de medios de vida
dignos. En función de las circunstancias nacionales, la ESS comprende
cooperativas, asociaciones, mutuales, fundaciones, empresas sociales, grupos de
autoayuda y otras entidades que operan según sus valores y principios”.2
Les faltó agregar que todo
esto es posible si es que sigue vigente el sistema capitalista.
En estas propuestas de la OIT está representada toda la izquierda
socialdemócrata. Esta izquierda se aparece en la actualidad, a través de la
defensa de los derechos de los trabajadores, mezclados con los “nuevos”
derechos, como los más eficaces defensores del sistema capitalista.
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(1) https://economipedia.com/definiciones/recesion-economica.html
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