Cese
el fuego en la guerra ilegal, ilegítima israelí-estadounidense contra Irán
El
fascista Trump advierte que podría haber otros ataques, poniendo en peligro a
Irán, el Medio Oriente y el mundo*
Revcom
2 de julio de 2025
El
13 de junio, Israel lanzó una guerra de agresión ilegal no provocada en contra
de Irán, respaldada por el régimen fascista de Trump. Nueve días después, el 22
de junio, Estados Unidos se unió al asalto criminal de Israel a Irán. En un
acto de guerra ilegal no provocado, Estados Unidos envió siete aeronaves
furtivas B-2 que soltaron 14 bombas rompe-búnker de 13.600 k a las
instalaciones nucleares de Irán, así como 30 misiles de cruceros de Tomahawk
lanzados desde submarinos. El 24 de junio, Trump declaró un alto el fuego entre
Israel e Irán, deteniendo temporalmente los combates. Pero la situación sigue
siendo muy fluida y muy siniestra. Tanto Trump como Israel advirtieron que
podrían lanzar otros ataques si Irán no se sometiera a su hostigamiento y
demandas imperialistas. El liderazgo de Irán, por su parte, advirtió que no
cedería a las amenazas israelí-estadounidenses. Aquí van cinco conclusiones
básicas de esta última, y más peligrosa, ronda de la agresión
israelí-estadounidense contra Irán:
1.
Agresión ilegal injusta fascista e imperialista. Estos ataques del régimen de Trump y
MAGA, así como de Israel, con el respaldo total de Estados Unidos, son actos de
gansterismo imperialista y crímenes de guerra no provocados. Irán no estaba en
guerra y no representó ninguna amenaza inmediata para ninguno de esos países.
De hecho, estaba en medio de negociar un acuerdo sobre su programa nuclear con
Estados Unidos cuando Israel y luego Estados Unidos atacaron.
La
profesora de derecho de Yale, Oona Hathaway, escribe que Trump no solicitó de
antemano la aprobación del Congreso o del Consejo de Seguridad de la ONU, según
lo exige la ley. Por lo tanto, los ataques ilegales han puesto al descubierto
la peligrosa ausencia de cualquier limitación legal efectiva, ya sea nacional o
internacional, a la decisión del presidente estadounidense de usar la fuerza
mortal en cualquier parte del mundo. ... Esta prohibición a recurrir
unilateralmente a la fuerza es el principio fundamental del orden legal de la
posguerra. Únicamente si el Consejo de Seguridad vota por autorizar una guerra
—o en el caso en que un estado sea objeto de un “ataque armado”—se permite que
un estado que lo ha ratificado recurra a la fuerza1.
Este
ataque de parte de Trump (y su apoyo al de Israel) ilustra la precisión muy
acertada del análisis del líder revolucionario Bob Avakian sobre el régimen
fascista de Trump:
El fascismo de Trump es un régimen
que despoja abierta y agresivamente los derechos
básicos y declara flagrantemente que no existe ningún estado de derecho ni
debido proceso legal más allá de lo que él mismo dicta, y que el
poder destructivo puro y duro es lo que tiene que regir en el escenario
internacional, sin siquiera la pretensión de adherirse al derecho internacional
ni preocuparse por la soberanía, o incluso el derecho de existir, de los
pueblos y países menos poderosos2.
2.
Muerte y destrucción. Una
aspirante a gimnasta de ocho años de edad, unos abuelos de unos 80 años de
edad, un joven poeta, un campeón ecuestre de 28 años de edad, un diseñador
gráfico para la revista National Geographic. Puros civiles. Todos
asesinados por los ataques aéreos israelíes respaldados por Estados Unidos.
Estas incursiones de bombardeos mataron a más de 63, tal vez hasta 950
personas. Más de 3.400 más resultaron heridas. El saldo total del bombardeo
estadounidense aún no se conoce. Las personas en todo Irán estaban
aterrorizadas, con los casi 10 millones de personas de Teherán, la ciudad más
grande de Irán, ordenadas por Trump e Israel a que evacuaran o enfrentaran una
posible muerte. Y los bombardeos contra los sitios de enriquecimiento de uranio
de Irán también amenazaron con liberar la radiactividad que podría haber
lesionado o matado a muchísimos más3.
3.
Una montaña de mentiras, sobre el programa nuclear de Irán y los motivos
israelí-estadounidenses. Estados
Unidos e Israel afirmaron que Irán representaba un grave peligro debido a que
tenía un programa de armas nucleares y había amenazado a Israel con él. Estas
son mentiras. Irán no tiene armas nucleares y nunca las ha tenido. Tiene un
programa de enriquecimiento de uranio al que tiene un derecho legal bajo el
derecho internacional (el Tratado de No Proliferación Nuclear), derecho que
incluye la generación de energía nuclear. Ha declarado repetidamente que no
tiene un programa de armas nucleares y ha demostrado su disposición a firmar
acuerdos que lo garanticen, tal como su acuerdo de 2015 con la administración
Obama y otras potencias mundiales.
Los
países que sí tienen armas nucleares y repetidamente han amenazado
y han llevado a cabo ataques contra Irán son Estados Unidos e Israel4. Los países que se han negado a apoyar o han
roto acuerdos que limitan el programa nuclear de Irán son Estados Unidos bajo
Trump e Israel. En marzo, Trump inició negociaciones con Irán sobre su programa
nuclear y luego las usó para ocultar los preparativos de Israel para su ataque
sorpresa del 13 de junio contra Irán5.
Así
que, ¿cuáles son los verdaderos motivos de Estados Unidos e Israel?
Primero,
en realidad Israel y Estados Unidos no están preocupados de que Irán pudiera
desarrollar un arma nuclear o dos y luego atacarlos. Estados Unidos e Israel
están preocupados de que si Irán tuviera un arma nuclear, o si se considerara
que estuviera cerca de tener un arma nuclear, eso limitaría el dominio militar
y la libertad de acción de la alianza de Estados Unidos y Israel, incluido para
atacar a Irán. En otras palabras, en realidad no se trata de impedir que Irán
ataque a Israel, se trata de permitir que Israel y Estados Unidos
ataquen a Irán si sintieran que necesitaran hacerlo.
En
segundo lugar, Estados Unidos e Israel saben que podrían firmar acuerdos con
Irán para limitar su programa de enriquecimiento de uranio a cambio de levantar
las sanciones y garantías estadounidenses contra los ataques estadounidenses o
israelíes. Así que, ¿por qué no están interesados en eso? Debido a que su
objetivo principal no es un Irán no nuclear. No. Su objetivo principal es
aplastar a Irán como un rival formidable para Israel en el Medio Oriente, y
hacer de Israel y Estados Unidos los gobernantes sin rival de la región6.
Y
Trump ha mantenido abierta la posibilidad de ir a noquear al régimen por
completo. El 22 de junio, escribió en sus redes sociales: “No es políticamente
correcto usar el término ‘Cambio de Régimen’, pero si el actual Régimen Iraní
no es capaz de HACER QUE IRÁN VOLVIERA A TENER GRANDEZA, ¿¿¿por qué no habría
un cambio de Régimen???”
4.
Trump usa la guerra para acelerar el fascismo. Trump está usando su ataque
contra Irán para acelerar la consolidación del fascismo en Estados Unidos. Una
forma que asume es usar el ataque contra Irán como supuesta evidencia de la
“grandeza de Estados Unidos” que ahora está “restaurada a nuevas alturas” por
Trump. Pero también ha habido amenazas significativas de represión contra
aquellos que no acaten la línea.
La
noche de los ataques, Trump dijo que las bombas estadounidenses habían
“borrado” el programa nuclear de Irán. Pero un informe preliminar de
la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) que se filtró a la prensa estimó
que el ataque solo había retrasado el programa nuclear de Irán por unos pocos
meses.
Cuando
se le preguntó sobre esto, Trump y su régimen se volvieron balísticos.
Amenazaron con retener las sesiones informativas clasificadas al Congreso,
negando ilegalmente al Congreso la última palabra sobre cuestiones de guerra y
paz, y concentrando ese poder exclusivamente en manos de Trump.
Luego,
el régimen amenazó con demandar al New York Times y a la
CNN, que habían informado sobre la evaluación del DIA, alegando en una carta
al New York Times que su cobertura era “falsa”, “difamatoria”
y “antipatriótica” y había “socavado la credibilidad e integridad del
presidente Trump a los ojos del público y de la comunidad profesional”. La
carta exigió que el New York Times “se retractara y se
disculpara por” el artículo. En sus redes sociales, Trump exigió que los
periodistas en cuestión fueran despedidos, y afirmó que los artículos
supuestamente tenían el objetivo de “menospreciar al personal militar que
participó en los ataques”.
Axios informó que
“Trump libra una lucha total por el control de la narrativa sobre el ataque a
Irán”, y que su régimen amenazaba con procesar a los demócratas por
supuestamente filtrar el informe del DIA. Mientras tanto, los republicanos del
Senado se negaron a invocar la Ley de Poderes de Guerra o a
restringir la libertad de Trump para librar la guerra de alguna manera.
El
mensaje general: Trump cuenta con una facultad total para librar la guerra tal
como lo considera conveniente, con o sin el Congreso, y es sola y únicamente
Trump quien define lo que es cierto, no las agencias de inteligencia o los
hechos.
(El
ataque a Irán y otras acciones de Trump han agudizado las escisiones al
interior del Partido Demócrata, y muchos dirigentes del partido apoyan de
manera vergonzosa, pero no sorprendente, la agresión, mientras que otros la
condenaron).
5.
Grave peligro de una mayor guerra: la pesadilla de la agresión
israelí-estadounidense sin frenos
Trump
ha anunciado que Estados Unidos se reuniría con Irán para negociaciones
adicionales la semana del 30 de junio, pero no está claro si esto tendrá lugar
en los hechos. Trump también dijo que “no me importa si tengo un acuerdo [con
Irán] o no”. Y en todo caso, su posición de negociación ha sido que Irán
abandonara todo el enriquecimiento de uranio, lo que en realidad es exigir la
rendición de Irán que el liderazgo del país ha rechazado hasta ahora.
Tanto
Estados Unidos como Israel han dejado en claro que están listos para atacar a
Irán nuevamente cuando lo deseen. La revista Time informa que
en una conferencia de prensa, le preguntó a Trump un periodista si Estados
Unidos consideraría bombardear a Irán nuevamente, si los informes de
inteligencia concluyeran que Irán pudiera enriquecer el uranio a un grado que
le preocupara. ‘Claro, sin lugar a dudas’, respondió”.
Y
el ministro de Defensa de Israel dijo que Israel iba a seguir una
“política de imposición” contra Irán, con o sin cese el fuego, “preservar la
superioridad aérea, impedir el avance de los proyectos nucleares e impedir el
avance de los misiles de largo alcance amenazantes”.
En
otras palabras, Estados Unidos e Israel están luchando, y matando, por un mundo
de pesadilla en el que tienen el dominio militar sin freno y pueden atacar a
todo adversario a voluntad (como lo ha hecho Israel en Gaza, Líbano, Siria y
otros lugares).
¡Alto
a la agresión israelí-estadounidense contra Irán: Que se largue ya el régimen
fascista de Trump!
Como
escribimos la semana pasada,
El ataque con bombas de parte de Trump
es el mayor ataque militar que Estados Unidos, bajo el liderazgo demócrata o
republicano, jamás haya llevado a cabo contra Irán. Toda la situación ahora es
aún más tensa, peligrosa e impredecible. Esto subraya por qué es tan urgente
que ¡SE LARGUE EL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP YA!
También
subraya por qué la gente del mundo tiene la responsabilidad de apoyar a la
gente de Irán contra la agresión israelí-estadounidense y además contra
los crímenes del opresivo régimen iraní. Como el Partido Comunista de Irán
(mlm) escribió la semana pasada: “Marchemos hacia adelante en la construcción
de una amplia y creciente unidad —dentro de Irán e internacionalmente— contra
la guerra de agresión estadounidense-israelí y luchemos juntos para crear un
Irán libre tanto del imperialismo como de la República Islámica”.
Por
último, este despiadado ataque del fascista Trump y del imperialismo
estadounidense manifiesta vivamente y con urgencia la verdad de lo que Bob
Avakian ha enfatizado:
Nosotros, la gente del mundo, ya no
podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas sigan dominando al
mundo y determinando el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto
antes. Y es un hecho científico que no tenemos que vivir así — es posible una
forma completamente diferente de organizar la sociedad, un mundo completamente
mejor.
¡¡¡ALTO
A LA GUERRA DE AGRESIÓN ILEGAL, NO PROVOCADA DE ESTADOS UNIDOS E ISRAEL CONTRA
IRÁN!!!
¡QUE
SE LARGUE EL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP YA!
_______________
NOTAS:
(*)
Tomado de https://revcom.us/es/cese-el-fuego-en-la-guerra-ilegal-ilegitima-israeli-estadounidense-contra-iranel-fascista-trump
1. Trump's Strikes on Iran Were Unlawful. Here’s Why That Matters, New
York Times, 23 de junio de 2025.
2. BOB
AVAKIAN REVOLUCIÓN #114: Derrotar al fascismo de Trump y MAGA: Con la vista
puesta en algunas futuras elecciones... o trabajar ahora para
movilizar a millones de personas en torno a esta poderosa demanda unificadora:
¡Que se vaya el régimen fascista de Trump!, revcom.us,
2 de abril de 2025.
3. Israeli strikes kill civilians across Iran, New
York Times, 18 de junio de 2025.
4.
Israel ha atacado repetidamente a Irán y/o a sus aliados, especialmente durante
el último año y medio. Vea Timeline of tensions and hostilities between Israel and Iran,
AP, 15 de junio de 2025.
5.
Después de que Trump hizo la maniobra muy amenazadora de abandonar el acuerdo
nuclear de Estados Unidos en 2015 con Irán e imponer sanciones duras, el
régimen iraní aumentó su programa de enriquecimiento, e incluso enriqueció algo
de uranio a un 60 por ciento de pureza y mayor. No han enriquecido el uranio a
los niveles que se requieren para fabricar un arma nuclear, y su mayor
enriquecimiento se entiende ampliamente como una acción para darles palancas en
las negociaciones, no una recta final para fabricar un arma nuclear.
6.
Hay paralelos aquí con la invasión de Irak por parte de Estados Unidos en 2003:
el régimen de Bush dijo que la invasión era necesaria debido a que el Irak bajo
Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva que amenazaban a Estados Unidos.
En realidad no había ninguna, y ellos lo sabían. El verdadero objetivo fue el
cambio de régimen para amarrar y profundizar el control estadounidense del
Medio Oriente.
El Poder Blando Palestino
CUALQUIERA QUE SIGA las grandes transformaciones que se están produciendo en las relaciones internacionales y en el equilibrio de poder entre las grandes potencias, se da cuenta de que el mundo se está reposicionando sobre teorías de la guerra y de acuerdo a creadores de estrategias. Los argumentos del difunto pensador estadounidense Joseph Nye, creador de la teoría del “poder blando”, parecen enfrentarse a una dura prueba en un momento en que los valores liberales están quedando al descubierto y con un declive de los sistemas éticos de la diplomacia occidental. En el centro de esta escena se encuentra la causa palestina, que no solo es víctima de armas o de decisiones políticas, sino que más bien es víctima de una traición global a los conceptos más básicos de justicia humana.
Nye ha advertido durante mucho tiempo contra la reducción del poder democrático que se podía producir, la coacción y el dominio militar. Creía que la influencia global no se lograba solo con armas, sino con la capacidad de persuadir, inspirar y producir significado. Su denominado poder blando se consigue siendo amado, no temido. Pero cuando analizamos lo que queda del poder blando del imperio en su posición sobre Palestina, solo quedan las cenizas del discurso y el escándalo del silencio.
Nye escribió en el apogeo de la era Trump que el magnate inmobiliario había reducido su poder de los acuerdos a la coacción, ignorando los elementos del atractivo estadounidense que lo convertían en una presencia global relevante. No obstante, la realidad es que el colapso no comenzó con Trump y no terminará con su salida. La posición estadounidense sobre la actual agresión israelí, las masacres en Gaza, el asedio, el hambre y el desplazamiento ha revelado que el poder blando siempre ha sido una herramienta brillante para embellecer la parte oscura y fea del imperio. El apoyo ciego a la ocupación, el veto permanente a cualquier condena en el Consejo de Seguridad, y miles de millones de armas empapadas en la sangre de niños palestinos, han destapado la falacia de la moralidad del orden global.
Palestina no es solo una cuestión de liberación nacional, es mucho más que eso; es un espejo de los males del mundo, de la doble moral, del pisoteo del derecho internacional y de la conversión de la víctima en verdugo, convirtiéndola en un “escándalo moral”. ¿Es razonable justificar como “autodefensa” el asesinato de 54.510 civiles, entre ellos 19.000 niños y niñas? ¿Es razonable impedir la entrada de alimentos y medicinas a Gaza para dos millones de personas desesperadas y hambrientas y luego pedir al mundo que permanezca en silencio con respeto al “derecho de ocupación”? El poder blando del imperio se ha suicidado a las puertas de Gaza.
Con este estrepitoso colapso de la moralidad oficial, surgió otra batalla no menos feroz, la batalla de la narrativa. Israel no solo ocupaba la tierra, también monopolizaba la narrativa. En la última década, con el auge de las redes sociales, los palestinos han comenzado a afirmar su derecho a expresarse. La cuestión ya no se limita a declaraciones facciosas o a discursos oficiales, sino que se ha convertido en historias cotidianas contadas desde debajo de los escombros, de las salas de cuidados intensivos y de las tumbas.
Esta narrativa palestina, en la que participan periodistas, artistas, presos y civiles víctimas de este despropósito, se ha convertido en una forma de resistencia donde se encuentran las semillas de un “poder blando palestino” que está creciendo silenciosamente, pero que está sacudiendo la imagen de Israel a nivel global. El aumento de las campañas de boicot, las protestas en las universidades occidentales y el crecimiento de voces judías que rechazan la ocupación, lo ponen en evidencia.
Palestina no tiene un arsenal militar ni una red internacional influyente, pero tiene a su favor la verdad. Quien posee la verdad puede crear un impacto que trasciende fronteras. El poder blando no se crea espontáneamente, sino mediante la determinación y la voluntad.
Joseph Nye escribió que el mundo nunca es el mismo después de las grandes crisis. Si la Segunda Guerra Mundial produjo el “New Deal”, la actual guerra de exterminio en Gaza podría producir los alineamientos de un nuevo orden mundial si el pueblo tiene voluntad y consigue imponer su narrativa. Hoy nos encontramos ante un momento histórico para imponer nuestra narrativa y escribir nuestra historia por nosotros mismos no dejar los demás que la escriban.
Palestina, a pesar de la sangre, tiene lo que Israel no tiene:
legitimidad, derechos y conciencia humana. Y esto, en un mundo turbulento, es
el verdadero poder blando, nuestra fuerza esta en nuestra debilidad.
(*) Embajador del
Estado de Palestina en Bolivia.
El Discurso de las Puertas del Infierno
Mahmoud Elalwani(*)
HACE SEIS MESES se amenazó con que las “puertas del infierno” se abrirían sobre Gaza si no se rendía, pero esta profecía no se cumplió a pesar de que la brutalidad colonial en la Franja de Gaza superó sus crímenes en Hiroshima y Nagasaki. De hecho, ocurrió exactamente lo contrario, las puertas del infierno se abrieron desde Gaza a todo el orden global y a la imagen de Occidente, cuyo colapso moral fue presenciado por todos los pueblos del mundo tras las masacres en escuelas y hospitales, la hambruna masiva y la complicidad internacional. Gaza ha sufrido el genocidio, la destrucción, el hambre, la sed y, consecuentemente, la propagación de la ira popular global. Occidente se ha visto obligado a retroceder moralmente en varios ámbitos.
Ahora frente a Irán se repite la misma retórica racista, una demostración de superioridad militar y un intento de disuasión nuclear como si nada hubiera cambiado, como si la lección de Gaza no se hubiera aprendido. Irán no es como el enclave asediado como Gaza que es infinitamente pequeño en geografía y demografía que se resiste a la subyugación desarmado. Irán es un Estado soberano con múltiples herramientas de disuasión que goza de una amplia y sólida base popular. La repetición de la retórica de las “puertas del infierno”, la advertencia al pueblo de Teherán y el llamamiento a que 17 millones de personas abandonen el país inmediatamente, al igual que hace seis meses demandaron que 2,3 millones de palestinos evacuaran la Franja de Gaza, no es un signo de fuerza, sino más bien un signo del fracaso estratégico del poder dominante que sigue negando la nueva realidad y que se muestra incapaz de producir un enfoque que vaya más allá de la lógica de la subyugación por la fuerza.
¿No se dan cuenta de que los pueblos de la región y del mundo son plenamente conscientes de la fragilidad de la disuasión occidental? ¿No ven que la firmeza de Gaza y su negativa a rendirse, a pesar de 622 días de genocidio, hambruna, destrucción y desplazamiento, ha transformado la ecuación del miedo? ¿No son conscientes de que la disuasión basada en el terror ha perdido su eficacia?
En una escena que transciende de todos los límites de la decadencia política y moral, el Gobierno israelí, que asesina niños, mujeres y ancianos, y destruye de hospitales, escuelas, universidades, lugares de culto y monumentos históricos en Palestina, se atreve a gritar que un misil que cae cerca del hospital Soroka en el Néguev, situado junto a una instalación militar israelí, es un “crimen contra la humanidad y un crimen de guerra”. En un momento de dolorosa contradicción, Israel se apresuró a presentarse como la víctima, movilizando la maquinaria política y mediática mundial. ¿No es esto lo que Israel ha hecho repetidamente en Gaza? ¡Y aún más! ¿se miraría siquiera Israel al espejo? ¿Ha olvidado que bombardeó más de 30 hospitales e instalaciones médicas en Gaza en tan solo unos meses? Ha olvidado que sitió por completo hospitales, los privó de combustible, electricidad y agua, e incluso los atacó con misiles y tanques, sabiendo perfectamente quiénes estaban dentro: el personal médico, los heridos indefensos, los niños, y las mujeres que buscaban esperanza. ¿Quiénes son los que mataron a médicos y pacientes? ¿Quiénes son los que convirtieron los pasillos en fosas comunes? ¿O puede la sangre de inocentes en Gaza convertirse en un mero “daño colateral”?
La pregunta más importante es: ¿Cómo abordarán este incidente el mundo occidental, el Consejo de Seguridad y las Naciones Unidas? ¿Emitirán declaraciones de condena? ¿Veremos conferencias urgentes, posturas firmes, sanciones y amenazas? ¿O la voz de la víctima solo se alzará si es “israelí” y se apagará si es un palestino que yace bajo los escombros?
¿Qué terrible esquizofrenia es esta? Resulta ridículo ver al verdugo gritando por un rasguño, mientras miles de sus víctimas están enterradas bajo los escombros en Gaza. Con esta acusación, Israel pretende transformarse en víctima, pero los pueblos del mundo han visto y constatado su verdadera cara de verdugo.
La escena de la niña en Gaza es la que moldeó la nueva conciencia global y redefinió el crimen y la justicia en la conciencia de los pueblos, no la bomba inteligente. Las masacres condenan a los verdugos. El “poder silencioso” promovido por Occidente durante décadas se ha convertido en “brutalidad manifiesta” que acelera el debilitamiento de su legitimidad.
El panorama internacional ha cambiado por completo. Ya no es posible
gobernar el mundo con las mismas herramientas de la hegemonía imperial. Hay
nuevas fuerzas, transformaciones populares y brechas cada vez mayores dentro de
las fuerzas imperiales. Las amenazas ya no tienen un efecto político, sino que
presagian consecuencias peligrosas.
Gaza le ha quitado al mundo la máscara de “fuerza moral” y ha expuesto la fragilidad de la disuasión militar ante una voluntad indomable. El discurso imperial, desde Gaza hasta Teherán, pasando por Beirut, Damasco, Bagdad y Yemen, reitera la impotencia de su lenguaje amenazante y replantea una pregunta fundamental: ¿Quién establece los estándares de justicia?
Este momento de revelación, aunque aterrador, puede ser el comienzo de
la liberación del mundo del manto de la falsa superioridad y el
establecimiento de una nueva era en la que la legitimidad no se mida por la
fuerza sino por la verdad, la justicia y la dignidad. Esta no es una guerra
contra la memoria, sino contra la justicia. No se trata solo de atacar un
hospital, sino de una duplicidad que sigue carcomiendo la conciencia global. La
justicia es indivisible. Los hospitales no son un campo de batalla. Quienes
están acostumbrados a demolerlos no tienen derecho a exigir compasión. Cuando
la visión se ciega, poco se puede hacer.
(*) Embajador del Estado de Palestina en Bolivia.
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