Deuda Pública Como Jugada del Gobierno Burgués
César Risso
UNO DE LOS TEMAS que se ha dejado de
lado los últimos años es el de la deuda externa. Esta cobró considerable
importancia en la década del 80 del siglo pasado, a raíz de la declaratoria de
moratoria unilateral de la deuda por parte de México, y en el Perú en el año
1983, cuando a raíz de la dureza del fenómeno del Niño, Fernando Belaunde Terry
simplemente dejó de pagarla.
Estos
hechos pusieron en evidencia que la deuda externa era impagable, y que es una
forma de expoliación de los países dependientes o semicoloniales.
La
combinación de tres formas de expropiación de los países imperialistas a
nuestras economías y sobre todo a las clases trabajadoras, se da a través de la
inversión extranjera directa (IED), el comercio exterior (intercambio desigual)
y la deuda externa. La que ha predominado estas últimas décadas es la de la
inversión extranjera directa, sobre todo en el caso de la actividad minera. Este
predominio se ha expresado no tanto en los recursos de los que se apropian, ni
en la explotación de los trabajadores sometidos a las empresas mineras
extranjeras, sino al impacto ambiental negativo en las zonas donde se llevan a
cabo estas actividades.
Como
se sabe, la deuda externa es una parte de la deuda pública total de un país. Se
trata de la necesidad de obtener recursos financieros para el desarrollo de
determinadas actividades. Si lo que ingresa al sector público es mayor que lo
que se gasta, se podría destinar el exceso de ingresos a ciertos proyectos, que
pueden consistir en mejorar la infraestructura del país, o también, en aumentar
las remuneraciones de los trabajadores del sector público, como los maestros,
etc.
Si
la situación es contraria, esto es, si los gastos son mayores que los ingresos,
entonces el Estado tiene que conseguir los recursos que le permitan cubrir
dicho déficit. Para ello, puede hacer uso del ahorro interno (deuda interna) o
del ahorro externo (deuda externa).
Una
alternativa es que el Estado aumente sus ingresos, dejando de lado las
exoneraciones tributarias, así como las devoluciones del IGV a las empresas
mineras. Sin embargo, en el marco de la situación actual, de condición de
semicolonia, de dominio del imperialismo sobre nuestro país, de dominio de la
burguesía peruana que vive de las migajas de los países imperialistas, poco o
nada se hará en este sentido.
Veamos
algunas cifras al respecto, y sobre esa base apreciemos el manejo que se ha
estado haciendo de nuestra economía.
Desde que se inició el gobierno de Pedro Pablo
Kuczynski (PPK) y Martín Vizcarra, la deuda pública ha aumentado en S/ 55,000
millones, es decir nada menos que US$ 17,000 millones.
Esto, pese a que en este mismo período de tres años, un
país pobre como el Perú ha tenido que desembolsar -por deuda pública- la suma
de US$20,000 millones para seguir siendo la estrella de la región, con grado de
inversión A3 de Moody’s y BBB+ en Standard & Poor’s (que es el
reconocimiento de haber sido un extraordinario pagador en las últimas dos
décadas).1
Vale decir que nos endeudamos para pagar las deudas.
Estos pagos nos posibilitan ser sujetos de crédito a nivel internacional, pues
al estar al día, las calificadoras de crédito del imperialismo nos evalúan
positivamente como buenos pagadores.
La deuda
pública total asciende a 197 mil millones de soles, habiendo aumentado en 55
mil millones de soles en el gobierno actual (Kucsynski-Vizcarra). Es decir, en
este último gobierno, la deuda pública ha aumentado en más de 38%.
Este
aumento responde a los intereses del actual gobierno por favorecer a
determinados sectores de la burguesía.
[…] en los tres años de Gobierno Vizcarra-PPK, el
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha emitido bonos soberanos (en soles)
por la astronómica suma de S/ 78,188 millones […] Según la página web del MEF,
la parte medular de esta suma -el 80%- se ha destinado a financiar el gasto
corriente del presupuesto. […] Es decir, pago de burocracia y compra de bienes
y servicios. […] Un exceso de gasto donde brillan con luz propia las
consultorías y otros gastos superfluos. […] Únicamente el 20%, o sea, la quinta
parte de estos bonos, han servido para financiar proyectos de inversión
pública.2
Se trata pues de endeudarse para gasto corriente en su mayor
parte. En otras palabras, se trata de pagar a servidores “especiales”, probablemente,
como dice el párrafo citado, para consultorías, que estaría cubriendo cierto
apoyo político. Esto se evidencia en la falta de aumento de las remuneraciones
de los servidores públicos como los maestros, los médicos, las enfermeras, etc.
Solo un
20% de este endeudamiento es para inversión pública, es decir, para ampliar la
capacidad de atención en infraestructura y otros servicios.
El rubro del cuadro Operación
de Administración de Deuda, por 36 mil 429 millones de soles, tuvo por
objeto transformar las deudas de corto plazo en deudas de largo plazo, y además
cambiar la deuda en dólares o euros (Bonos Globales) por deuda en soles (Bonos
Soberanos). El problema de esta operación radica en lo siguiente:
¿Por qué en este intercambio de Bonos Soberanos por
Bonos Globales aumenta considerablemente la cuenta de Bonos Soberanos en soles
de 52 mil a 113,000 millones, mientras que la cuenta de Bonos Globales (en
dólares) se mantiene casi inalterable en el período julio 2016-agosto 2019 en
US$ 38,000 millones?
Así, se ha usado las finanzas públicas para beneficio
de las entidades financieras internacionales que llevaron a cabo estas
operaciones.
Se revela
aquí el uso de la deuda pública en general, y de la deuda externa en
particular, para beneficiar a las instituciones financieras internacionales a
través de las operaciones que se les encarga; además de lo que el endeudamiento
externo significa para el control y dominio de nuestro país por parte de los
países imperialistas.
____________
(2) https://www.expreso.com.pe/destacado-portada/vizcarra-elevo-la-deuda-publica-en-s-55000-millones/
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