La
Visión Económica de la Ultraderecha en la Contienda Municipal
Cesar
Risso
QUIEN SE TOME EL TRABAJO de
revisar el plan de gobierno municipal de Rafael López Aliaga, se encontrará con
un sin fin de propuestas. Resulta que la pobreza, la corrupción, la
delincuencia, el desempleo, entre otros problemas que enfrentamos no solo en
Lima, sino en todo el país, serán resueltos. Así son las campañas electorales,
muchas propuestas hasta que concluye el proceso electoral, para encontrarnos
luego con la realidad: el interés de determinada agrupación política y sobre todo
de su líder, para alcanzar el objetivo, en este caso, de tener el derecho de
colocar sus posaderas en el sillón municipal, y, por supuesto, todas las “ventajas”
monetarias a que ello conlleva.
Se
puede apreciar las propuestas de RLA como simples declaraciones, ya que no hay
sustento técnico. Es decir, aquello que aparentemente es el aspecto fuerte en
RLA no aparece en el programa municipal, que consiste en cómo va a implementar
sus promesas electorales, cuál es el costo de cada una de sus promesas, y del
total de lo que ha ofrecido.
Toda
esta batahola de Rafael López Aliaga queda plasmada en la siguiente expresión: “Por
esas razones les presento mis principales compromisos para transformar nuestra
ciudad en una urbe LIMA: POTENCIA MUNDIAL”. Y, cuál es el argumento para
que así sea; como no lo dice, entonces no existe tal, y, por lo tanto, el único
sustento de tamaño logro es nada menos que SU VOLUNTAD. Vale decir, que
no se ha evaluado en qué consistiría, o qué se tiene que hacer para transformar
a Lima en potencia mundial. ¿Cómo una ciudad capital como Lima se puede
convertir en una potencia mundial? Evidentemente esta expresión, a más de ser
una afiebrada propuesta, ha tenido, al parecer, efectos propagandísticos
favorables a su mentor.
En
el segundo eje de su programa municipal, lucha contra la pobreza extrema,
hambre cero, dice:
“Hay millones de limeños que
no tienen recursos suficientes para alimentarse y menos para atender su educación,
salud y vivienda. Esto se acabó”.
Algo parecido afirma para
atender el problema del desempleo, o el de la salud, entre otros. Asimismo, buena
parte de sus propuestas se sustentan en el voluntariado, vale decir que no es
parte del presupuesto, sino que se trata de trabajo gratuito, y voluntario, del
cual no dice de qué forma va a garantizar el número suficiente de voluntarios
para realizar las tareas que propone.
Así como en este caso, las expresiones que se utilizan tienen
cierta ambigüedad. Palabras como incentivar, promover, e incluso otras que
aparecen más firmes en el programa, como ejecutar, desarrollar, etc., denotan solo
promesas, es decir, que su realización depende de factores ajenos a la “buena”
voluntad de Rafael López Aliaga.
Para cualquiera de dichas ofertas electorales, se requiere
primero del estudio técnico correspondiente, tener la línea base. Pero esto no
lo realizarán los mismos funcionarios de la municipalidad. Este trabajo tendrá
que realizarse a través de consultorías, justamente las que tanto critica.
“Eliminaré todas las
consultorías que han creado un sistema de corrupción dentro de la municipalidad
de Lima. Una consultoría, de ser necesaria, deberá ser aprobada por mayoría del
Consejo de Regidores Municipal”. (Negritas nuestras).
Nos encontramos también con
un caso de egolatría aguda, puesto que se atribuye el poder de ser él quien
resuelva los problemas de Lima. Es decir, que Lima no solo ha ganado un
alcalde, con todos los “méritos” que él mismo se complace en propagandizar, sino
que también ha ganado, según se deduce de sus expresiones, nada menos que una
divinidad.
“Estoy convencido que con
creatividad todo problema tiene solución y por eso podré resolver los
graves problemas que afectan a mi querida ciudad de Lima y a sus pobladores”. (Negritas
nuestras).
En su programa nos regala
también una de las claves de la solución no solo de los problemas de Lima, sino
de todos los problemas habidos y por haber: la creatividad.
Como se puede apreciar, el elevado nivel de subjetividad de
este personaje, atribuye todos los problemas a la falta de voluntad y
creatividad. Y que, por ello, él puede resolverlos, puesto que, según él mismo
cree, cuenta con ambos atributos.
No hay, según su parecer, leyes económicas objetivas, que
determinan las condiciones del desarrollo de Lima. Por eso es que atribuye a la
falta de voluntad y creatividad, el origen de los problemas que se enfrentan.
Así, la pobreza existe por falta de voluntad y de creatividad para enfrentarla;
el desempleo se da porque no hay voluntad de enfrentarlo, ni creatividad para
resolverlo; y así podemos repasar todos los problemas que Lima enfrenta, y dar
la misma argumentación de su existencia y de su solución.
Ni la más mínima mención del sistema capitalista con la
explotación del trabajo asalariado, como la fuente de la pobreza, desempleo y
demás problemas que enfrenta Lima.
Este
personaje, que se declara honrado, honesto, transparente, aunque tiene varios asuntos
pendientes, culmina diciendo que:
“[…] entre otras numerosas
obras concretas, bajo la dirección del MEJOR ALCALDE DE LA HISTORIA RECIENTE
DE LIMA, el Dr. LUIS CASTAÑEDA LOSSIO”.
Con este reconocimiento, son
claros los principios a los que adhiere este curioso y festivo representante de
la ultra derecha; y no por ello, podemos dejar de considerarlo menos fascista
de lo que sus actitudes han evidenciado en los dos últimos procesos electorales.
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