CARTA DEL PARTIDO
COMUNISTA DE UCRANIA A LOS PARTIDOS COMUNISTAS, OBREROS Y DE IZQUIERDA DE TODO
EL MUNDO
05 DE SEPTIEMBRE
Queridos
camaradas:
Nos
gustaría agradecer a través de la presente la ayuda que ustedes continúan
ofreciendo no solo al Partido Comunista de Ucrania, sino también al pueblo
ucraniano en general, a pesar de la difícil situación que estamos viviendo. Las
fuerzas comunistas y de izquierda están siempre solidariamente unidas en
oposición a cualquier conflicto civil, bregando por la paz y el respeto a los
valores humanos. Ucrania vive hoy en un estado de guerra civil y está
dirigiéndose rápidamente al desastre económico y al colapso social. Buena parte
de la producción económica de Ucrania, en su mayor parte industria pesada,
ingeniería automotriz, minería y metalurgia; cesó completamente sus
actividades. La moneda nacional se desvalorizó 1,7 veces.
Las
políticas públicas llevadas a cabo por el gobierno actual no se corresponden
con la propaganda y las promesas hechas al pueblo anteriormente. Estamos
seguros de que ustedes conocen muchos de los hechos en cuestión, entre los
cuales se encuentran las atrocidades y los crímenes de guerra cometidos en
Ucrania oriental, además de cómo las clases populares se encuentran viviendo en
condiciones de desempleo en masa, falta de dinero y sin ninguna esperanza en el
mañana. Muchos de estos ciudadanos tuvieron la oportunidad de abandonar
Ucrania, pues no ven aquí ninguna perspectiva de vida ni de futuro. Como parte
de las actuales movilizaciones militares y de enrolamiento en las fuerzas
armadas, una masa de ciudadanos fue llevada a servir militarmente, dentro de la
cual muchos fueron enviados a la guerra y otros tantos jamás retornarán vivos.
En el contexto de esta tragedia popular, el gobierno de Ucrania sigue
destruyendo cualquier oposición política. El proceso que apunta a ilegalizar al
Partido Comunista de Ucrania es un espectáculo mediático y una farsa, la cual
unificó al gobierno actual con la amplia participación de las fuerzas
nacionalistas y profascistas.
El
objetivo aquí es solo uno: Intentar desviar la atención pública de los
problemas reales de Ucrania. Ya habiendo transcurrido dos sesiones del juicio,
queda claro que el mismo es una tentativa grosera de probar de cualquier manera
la culpa del Partido Comunista como promotora del caos que asola al país.
Durante esas sesiones se realizaron intentos por parte de militantes
nacionalistas de alterar los procesos. Los nacionalistas invadieron la sala del
tribunal y atacaron a los abogados del Partido Comunista, amenazaron e
insultaron a los jueces y otras autoridades, interrumpiendo constantemente el
juicio con pedidos y llamadas al orden dentro del tribunal.
Para
el público de Ucrania y la Unión Europea, tales hechos demostraron la ausencia
de un sistema civilizado de justicia, así también como el hecho de que las
reglas básicas del proceso penal fueron ignoradas, que supuestamente deberían
respetar las leyes del Derecho Europeo, una vez que Ucrania firmó oficialmente
su compromiso con los valores de la Unión Europea. La próxima sesión del juicio
se realizará en Kiev el día 4 de septiembre de 2014 a las 10 de la mañana, hora
local. Nosotros tenemos una capacidad considerable de resistir lo suficiente a
cualquier investigación y amenaza nacionalista, pero continuamos pidiendo el
apoyo de ustedes al Partido Comunista de Ucrania. Nosotros pedimos su auxilio
solidario en la creación de una posición favorable a nuestra lucha en la
opinión pública, así también como cualquier otro medio de ayuda y de apoyo.
Agradecemos
sinceramente su apoyo y solidaridad.
Un cordial saludo,
El Comité Central
Partido Comunista de Ucrania
Fuente:
http://www.kpu.ua
Yihadismo
e industria petrolera
Mientras los medios de
prensa occidentales presentan al Emirato Islámico en Iraq y el Levante como una
banda de yihadistas capaces de recitar el Corán de memoria, ese grupo armado ha
iniciado en Iraq la
guerra del petróleo. Con ayuda de Israel, el EIIL ha cortado el abastecimiento
de petróleo a Siria y
ha hecho posible que el gobierno local del Kurdistán pueda robarse el petróleo de
Kirkuk. La venta del crudo de Kirkuk se concretará a través de Aramco, compañía
que disfrazará el robo haciéndolo pasar por un aumento de la producción
«saudita».
Según la prensa
atlantista, el Emirato Islámico en Iraq y el Levante (EIIL) que acaba de invadir
el norte y el oeste de Irak es un grupo de yihadistas inspirados por su fe que
luchan con el Corán en una mano y el kalachnikov en la otra. Para quienes han
sido víctimas de sus crímenes, sobre todo en Siria, el EIIL es un ejército
privado de mercenarios provenientes del mundo entero, dirigido por oficiales
estadounidenses, franceses y sauditas, que está dividiendo la región para que
las potencias coloniales puedan controlarla.
La maniobra mediática es
evidente. Se describe a los miembros del EIIL como simples creyentes armados
para evitar así que el público llegue a imaginarse los oscuros intereses
materiales que motivan su ofensiva. Si se admitiese que en realidad son
delincuentes que invocan la religión para hacer creer que Alá bendice los
crímenes que ellos cometen, la opinión pública se pondría en guardia.
Mientras
vierte una lágrima de cocodrilo por los miles de víctimas iraquíes de esta
ofensiva, la prensa atlantista expresa preocupación por las consecuencias que
tendrá el nuevo conflicto para los precios del petróleo. En pocos días,
el precio del barril se elevó a 115 dólares, similar al de septiembre de 2013.
Los mercados mostraron inquietud durante los combates por la refinería de Baiji,
cerca de Tikrit. La realidad es que la producción de esa refinería está
destinada solamente al consumo local, que podría verse rápidamente ante una
situación de escasez de combustible y de electricidad. Así que el alza del
precio del petróleo no puede imputarse a la interrupción de la producción
iraquí sino al desorden que la invasión ha provocado en las entregas, pero no debe prolongarse ya que
los mercados disponen de excedentes.
Arabia Saudita anunció que aumentaría
considerablemente su producción para compensar la caída de la oferta que se ha
registrado como resultado de la prohibición de la comercialización por el EIIL.
Pero los especialistas expresan escepticismo ante ese anuncio y subrayan que
Arabia Saudita nunca ha producido mucho más de 10 millones de barriles diarios.
La
prensa atlantista, que dice no hallarse bajo la influencia de la OTAN, explica en tono
doctoral que el EIIL se ha hecho rico de la noche a la mañana gracias a la
conquista de los pozos de petróleo. Eso mismo sucedió en Siria, sin que esa
misma prensa se tomara el trabajo de anunciarlo. Lo que hizo en aquel momento
fue esforzarse por presentar los combates entre el Frente al-Nusra y el EIIL
como una rivalidad exacerbada por el «régimen sirio», cuando en realidad los
dos grupos yihadistas estaban disputándose el control de los pozos de petróleo.
¿Cómo pueden los
terroristas vender petróleo en un mercado tan controlado por Washington?
Sin embargo, existe una
pregunta a la que los medios de prensa atlantista y los de las monarquías del
Golfo todavía no han dado respuesta: ¿Cómo pueden los terroristas vender
petróleo en un mercado internacional tan estrechamente vigilado por Washington?
En marzo de 2014 los separatistas libios de Bengazi no lograron vender el
petróleo que había caído en su poder. La marina de guerra de Estados Unidos
interceptó el tanquero Morning Glory y lo obligó a regresar a Libia [1].
O sea, si el Frente
al-Nusra y el EIIL logran vender petróleo en el mercado internacional es porque
Washington lo permite y porque tienen contactos con compañías petroleras
reconocidas internacionalmente.
Precisamente, el
congreso mundial anual de las compañías petroleras tuvo lugar del 15 al 19 de
junio en Moscú. Todo el mundo creía que allí se hablaría de Ucrania pero se
habló de Iraq y de Siria. Así pudimos enterarnos de que el petróleo robado en
Siria por el Frente al-Nusra es vendido por ExxonMobil (la compañía de los
Rockefeller que reina en Qatar) mientras que el petróleo robado por el EIIL se
comercializa a través de Aramco (compañía de Estados Unidos y Arabia Saudita).
Es interesante recordar que durante la guerra contra Libia la OTAN autorizó a
Qatar (o sea, a ExxonMobil) a vender el petróleo de los «territorios liberados»
por… al-Qaeda.
Por lo tanto, podemos
ver los actuales combates –al igual que todos los sacudieron el Medio Oriente a
lo largo del siglo XX– como una guerra entre compañías petroleras [2]. El hecho
que el EIIL esté financiado por Aramco explica por qué Arabia Saudita dice
poder compensar la caída de la producción petrolera de Irak: Riad no hará más
que poner la etiqueta saudita a los barriles de petróleo iraquí robado por el
EIIL.
El avance del EIIL en
Iraq pone bajo el control de ese grupo los dos principales oleoductos: uno que
llega a la región siria de Banias y abastece Siria mientras que el otro
transporta el crudo hacia el puerto turco de Ceyhan. El EIIL ya cerró el primer
oleoducto, incrementado así los cortes de electricidad en Siria. Pero el segundo,
extrañamente, sigue funcionando, lo cual quiere decir que el EIIL permite que
siga funcionando.
¿Por
qué? Porque se trata del oleoducto que el gobierno proisraelí del Kurdistán
iraquí utiliza para exportar el petróleo que acaba de robarse en Kirkuk. Esto
corrobora lo que ya expliqué la semana pasada [3]: la ofensiva del EIIL estaba
coordinada con la del Kurdistán para dividir Irak en 3 Estados más pequeños,
conforme a lo previsto en el mapa del «Medio Oriente ampliado»
ya trazado en 2001 por el estado mayor estadounidense, mapa y desmembramiento
de Irak que el ejército de Estados Unidos no logró imponer en 2003, a pesar de
lo cual fueron aprobados en 2007 por el Congreso de Estados
Unidos por iniciativa del senador Joe Biden [4].
El Kurdistán comenzó a
exportar el petróleo de Kirkuk a través del oleoducto controlado por el EIIL.
En pocos días cargó en Ceyhan 2 tanqueros fletados por la Palmali Shipping
& Agency JSC, compañía perteneciente al millonario turco-azerbaiyano
Mubariz Gurbanoglu. Pero, a raíz de una nota en la que el gobierno de al-Maliki
–a quien Washington no ha podido derrocar aún– denuncia ese robo del petróleo
iraquí, ninguna de las compañías que suelen trabajar con el Kurdistán (Chevron,
Hess y la francesa Total) se ha atrevido a comprar ese petróleo. Al no
encontrar comprador, el Kurdistán anunció estar dispuesto a bajar el precio a
57,5 dólares el barril, mientras prosigue con su tráfico de petróleo robado.
Otros 2 tanqueros ya están siendo cargados, también con la anuencia del EIIL.
El hecho mismo de que se mantenga el tráfico, a pesar de la ausencia de
compradores, demuestra que el Kurdistán y el EIIL están convencidos de que van
a concretar la venta. Por consiguiente, el tráfico dispone del respaldo de los
mismos Estados: Israel y Arabia Saudita.
La posible división de
Irak en 3 territorios tendrá obligadas repercusiones en el mercado
internacional del petróleo. Ante el avance del EIIL, todas las compañías
petroleras redujeron su personal en Iraq. Pero unas lo han reducido más que
otras, como es el caso de BP, de Royal Dutch Shell (que cuenta entre sus
empleados al jeque Moaz al-Khatib, el geólogo ex presidente de la Coalición
Nacional Siria), de Turkiye Petrolleri Anonim Ortakligi (TPAO) y de las
compañías chinas (PetroChina, Sinopec y CNOOC).
Así que los perdedores
son los británicos, los turcos y, sobre todo, los chinos. Estos últimos ya se
habían convertido en los primeros clientes de Irak, muy por delante de todos
los demás. Los ganadores son Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita.
Conclusión: Todo esto no
tiene absolutamente nada que ver con una lucha por el «verdadero islam».
Fuente:
Red Voltaire
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