jueves, 19 de septiembre de 2013

Economía



Del Crecimiento a la Crisis

César Risso


Las autoridades del gobierno se debaten entre hacer afirmaciones que corresponden a la actual situación económica del país o tratar de calmar el nerviosismo de los agentes económicos. Concebida la economía, por los apologistas a sueldo del capitalismo, como la conducta racional de los agentes, entonces convierten a la economía en psicología. A tal punto ha llegado a predominar esta tendencia que se les otorgó el premio nobel de economía en el año 2002 a Daniel Kahneman, psicológo de profesión, y a Amos Nathan Tversky, por sus estudios en economía neuronal [1].

De un lado nos dicen las autoridades que la crisis internacional llegó al Perú, manifestando que la economía se ha desacelerado, es decir, que crece a un ritmo menor. De otro lado, nos dicen que la economía peruana es solida, y cambian las proyecciones de crecimiento, de prudentes a optimistas.

Con esta última afirmación tratan de calmar a los inversionistas. Pero, a renglón seguido exigen que los gobiernos regionales realicen las inversiones que corresponden al canon, que les sobra dinero, y que este no debe estar ocioso. Asimismo, ponen en vigencia la ley que obliga a los trabajadores independientes a aportar obligatoriamente a las AFP. Además, el BCR reduce las tasas de encaje. Todas estas medidas están dirigidas a lo mismo, a incrementar las inversiones a través de una mayor disponibilidad de liquidez. Vale decir, de un lado nos dicen que estamos entrando en una situación crítica, mientras que de otro lado, tratan de calmar a los inversionistas, pero dan medidas que configuran un recurso frente a una situación que se nos presenta complicada en términos económicos.

Durante el año 2012, la tasa de crecimiento de la demanda interna fue mayor que la del PBI. Esto estaría indicando que las compras e inversiones hacen uso de un elevado nivel de crédito. Un componente importante está en la tasa de crecimiento de la inversión bruta fija, que pasó de 9,5% en el año 2011, a 21,4% en el año 2012 (Memoria Anual 2012. BCRP). Es decir, se ha ampliado considerablemente la capacidad productiva del país.

El crédito de las Sociedades de Depósito al sector privado pasó de 15,4% entre diciembre del 2011 a diciembre del 2012 a 13,1% entre  junio del 2012 a junio del 2013 y a 13,0% entre julio del 2012 a julio del 2013. Mientras que las captaciones (depósitos en sus diversas modalidades), pasaron de 13,3% (periodo anual de junio del 2012 a junio del 2013) al 16,2 (julio del 2012 a julio del 2013). En tanto que el aumento entre junio y julio del 2013 fue de 2,5%[2].

Estas cifras dan cuenta de que el financiamiento del aumento de la capacidad productiva se ha realizado a través del crédito, el cual viene creciendo a tasas menores. Y este crédito tiene como sustento los depósitos que han ido creciendo a tasas más altas.

Las remuneraciones, que permiten conocer la capacidad de compra de los trabajadores (aquí no diferenciamos el tipo de trabajador ni de ingresos) nos permite apreciar si el incremento de la capacidad productiva va de la mano con el incremento de la capacidad de consumo. Según el INEI, la participación de las remuneraciones en el PBI fue de 25% en el año 2001, en tanto que en el año 2011 fue de 21%. Sin embargo, el volumen de las remuneraciones creció en el año 2011 en cerca de 12%[3].

El gasto de consumo privado pasó de crecer en 11,29% el año 2008 a crecer 6,25% el año 2011. Mientras que la tasa de crecimiento en el periodo octubre-diciembre de 2012 fue de 7%.

Mientras que el consumo privado crece en 7%, el volumen de remuneraciones lo hace en cerca de 12%, la capacidad de producción crece en 21,4%. Esto quiere decir que ni el consumo privado ni las remuneraciones pueden absorber el incremento de la capacidad productiva.

Frente a esta situación, la burguesía no puede hacer otra cosa que tratar de incrementar la producción y sus ventas, igualmente tratar de colocar más créditos. Es el momento en que la burguesía no se preocupa de sí como clase social sino que se preocupa de sí en forma individual. Se agudiza así la competencia entre los diversos sectores de la burguesía: entre la burguesía industrial, la burguesía comercial, la burguesía financiera y la burguesía propietaria de las tierras y de los locales. Y en el seno de cada sector de la burguesía igualmente se agudiza la competencia. Esto agudiza, en general, la anarquía de la producción, y con ello la proximidad de la crisis económica, pues la competencia hace que la cuota media de ganancia disminuya, hasta el momento en que la economía colapsa. Se rompe entonces la cadena de pago y la economía se paraliza.

Las condiciones de la economía capitalista la enfrentan a las crisis económicas. Una de estas características o contradicciones es que el trabajo privado, que se da en el seno de cada empresa, tiene un carácter social. Toda la fuerza de trabajo de la que dispone la burguesía individualmente, es parte de la fuerza de trabajo de la sociedad; y esta fuerza de trabajo en su conjunto, que crea todos los bienes de que se puede disponer, es la que tiene limitada su capacidad de consumo por las remuneraciones que recibe, que nunca serán tan altas como para consumir todo lo que la loca carrera de los burgueses les hace creer y sentir que pueden producir y vender.

Como solución proponen mayor inversión, reducción de las trabas para invertir, etc. Muy pronto volverán con los argumentos de los llamados “sobrecostos laborales”, planteando la reducción de las vacaciones, la eliminación de las gratificaciones, etc., con el ánimo de producir más. Pero con esto aumentan la producción que se acumula en los almacenes de las empresas, pues no tienen salida debido a las bajas remuneraciones que pagan.

Así, la solución que propone la burguesía no hace otra cosa que aproximar y agudizar la crisis económica. En otras palabras, la solución a la crisis económica no es otra que la misma crisis.

Notas:
[1] “La neuroeconomía estudia la conducta económica para entender de mejor forma la función del cerebro, y estudia el cerebro para examinar y complementar modelos teóricos acerca de la conducta económica.” http://es.wikipedia.org/wiki/Neuroeconom%C3%ADa
[2] NOTAS DE ESTUDIOS DEL BCRP No. 52 – 23 de agosto de 2013.


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