sábado, 14 de enero de 2023

Pronunciamiento

PRONUNCIAMIENTO

Ante la grave situación de represión de la que vienen siendo víctimas las clases populares, planteamos lo siguiente:

1. La legislación burguesa ha ido configurando un tratamiento “legal” a las protestas populares, hasta convertirlas en delito, cualquiera que sea la causa que las motive. Independientemente de las formas más o menos pacíficas, todas las protestas populares, están sujetas a ser consideradas como delito bajo la configuración de “organización criminal”.

2. Las brutales formas de explotación exigen de parte de la burguesía medidas brutales de contención de la protesta popular. El saqueo de nuestros recursos, humanos y naturales, llevado a cabo en su forma extrema a través del neoliberalismo, ha provocado la respuesta de los pobladores de las diversas regiones de nuestro país.

3. Las sobreganancias de las empresas transnacionales, el desarrollo del narcotráfico, el lavado de activos, las coimas a todo nivel, han configurado un narcoestado, en el que hay una organización legal que enmascara la organización criminal real de la sobre explotación.

4. La Constitución burguesa actual, no alcanza a contener las aspiraciones de la burguesía a mantener la actual organización real del Estado (organización criminal), a pesar de que las manifestaciones que se vienen desarrollando no ponen en cuestión la vigencia del sistema capitalista (sistema de trabajo asalariado).

5. Los crímenes cometidos por el gobierno de Dina Boluarte, por sus ministros, el ejército y la policía nacional, y por todo el aparato del Estado comprometido en el asesinato de los manifestantes, así como la labor de la prensa propiedad de los grupos económicos de poder, nos permiten ver hasta donde es capaz la burguesía de llegar para mantener su poder.

6. La arbitraria vacancia a Pedro Castillo, preparada desde antes de que ganara las elecciones en segunda vuelta, ha sido el detonante que ha lanzado a la cara de la burguesía todos sus crímenes. El hartazgo del pueblo llegó a su límite.

7. Las condiciones de vida del pueblo, exigen una serie de soluciones y mejoras, que la burguesía no está dispuesta a implementar, porque atenta contra sus intereses, al disminuir sus ganancias. Sin embargo, en estos momentos las luchas populares apuntan a la renuncia de Dina Boluarte; a una nueva Constitución por medio de una Asamblea Constituyente, y a que se vayan todos los congresistas.

Por lo dicho, exigimos:

I.      El respeto a la libre manifestación política del pueblo, bajo las diversas formas que ha ido desarrollando para la conquista de sus derechos.

II.    El cese de los asesinatos que sistemáticamente ha ido ejecutando el gobierno de Dina Boluarte.

III.   El cumplimiento de los preceptos constitucionales que defienden la vida, la libertad de expresión, la libertad de conciencia, la libertad de información, etc., contenidos en el artículo 2 de la actual Constitución.

IV.  La investigación, independiente e imparcial, de los asesinatos cometidos, así como el juicio y condena a los responsables y ejecutores de tales crímenes.

Comité de Redacción.

Lima, 14 de enero de 2023.

domingo, 1 de enero de 2023

Política

La Obra de Mao Zedong y el Revisionismo Chino 

(Segunda Parte) 

Eduardo Ibarra 

II

MARX SEÑALÓ:


Este socialismo es la declaración de la revolución permanente, de la dictadura de clase del proletariado como punto necesario de transición para la supresión de las diferencias de clase en general, para la supresión de todas las relaciones de producción en que éstas descansan, para la supresión de todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción, para la subversión de todas las ideas que brotan de estas relaciones sociales. (Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, s/f, p. 138).

Marx se refiere aquí expresamente a la función destructora del socialismo, a lo que el socialismo tiene que suprimir y subvertir en el curso de su desarrollo, a lo que debe destruir para construir lo nuevo a efecto de desarrollar y llevar hasta el fin la construcción de las condiciones materiales y espirituales de realización del comunismo. Así, el concepto de revolución permanente expresa la idea de continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado, y comprende tanto lo económico (supresión de las relaciones de producción no socialistas) como lo político (supresión de las diferencias de clase en general), tanto lo social (supresión de todas las relaciones sociales correspondientes a las relaciones de producción no socialistas) como la superestructura ideológica y, en consecuencia, la concepción del mundo de la gente (subversión de todas las ideas que brotan de las relaciones sociales no socialistas).

        En el fondo de esta teoría de Marx se encuentra la cuestión del desarrollo de las fuerzas de producción socialistas, pues no tendría ningún sentido destruir lo viejo si lo nuevo no se sustentara en el desarrollo de aquellas fuerzas productivas, entre las cuales hay que tener presente a las clases trabajadoras como la principal fuerza productiva de la historia y, por eso, hay que tener en cuenta que la esencia del desarrollo de las clases trabajadoras en el socialismo reside en el dominio por ellas de sus condiciones de producción y de vida en general. Precisamente Marx destacó la importancia del desarrollo de las fuerzas productivas socialistas:


En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en su bandera: ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades! («Crítica del programa de Gotha»).

Ciertamente lo central de esta cita es el desarrollo de las clases trabajadoras: desaparición de la subordinación de los individuos a la división de trabajo (oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, entre el trabajo masculino y el trabajo femenino, entre el campo y la ciudad), transformación del trabajo en la primera necesidad vital de los hombres (vivir para trabajar, para crear), desarrollo de los individuos en todos sus aspectos físicos, espirituales y sociales, desarrollo gigantesco de la riqueza colectiva, rebasamiento del derecho burgués, realización del principio «De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades”.

En resumidas cuentas, la lucha de clase del proletariado bajo su dictadura revolucionaria se explica porque, como subrayó Marx:


De lo que aquí se trata no es de una sociedad comunista que se ha desarrollado sobre su propia base, sino de una que acaba de salir precisamente de la sociedad capitalista y que, por tanto, presenta todavía en todos sus aspectos, en el económico, en el moral y en el intelectual, el sello de la vieja sociedad de cuya entraña procede. (Ob. cit.).

Es decir, la dictadura revolucionaria del proletariado es la condición política sine qua non para la desaparición de las clases, la lucha de clases y el Estado y, por consiguiente, una necesidad histórica para la emancipación de la humanidad de toda explotación económica, de toda opresión política, de toda dominación ideológica del hombre por el hombre. Por eso Marx puntualizó:


Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el período de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A este período corresponde también un período político de transición, cuyo Estado no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado. (Ob. cit.)

Las tres cuestiones que Marx aborda en «Crítica del programa de Gotha»: el sello de la vieja sociedad, la dictadura revolucionaria del proletariado, el rebasamiento del derecho burgués, tienen relación directa con la revolución permanente del proletariado, pues el aumento de la producción hasta el punto de hacer posible la realización del principio «de cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus necesidades», es la condición económica fundamental de la lucha por la realización del comunismo.

        Esto significa que el socialismo no es solo la lucha por las tres supresiones y la subversión de las ideas tradicionales, sino también, al mismo tiempo, el desarrollo de las fuerzas productivas en grado tal que haga posible que la riqueza social corra a chorro y, por eso, que el derecho burgués sea completamente rebasado.

        Aquellas cuestiones (las tres supresiones y la subversión mencionadas) y el desarrollo grandioso de las fuerzas productivas expresan la concepción según la cual el socialismo es una sociedad de transición, es decir, una sociedad en cuyo terreno se construyen las condiciones económicas, políticas e ideológicas para la realización del comunismo. En el marco de esta concepción (y de esta praxis), tales supresiones y tal subversión, así como el desarrollo de las fuerzas de producción socialistas, dan cuenta de la relación entre la economía y la política. Esta relación se expresa en el principio de empeñarse en la revolución y promover la producción. Empeñarse en la revolución es continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado; promover la producción es desarrollar las fuerzas productivas socialistas (cosa que redunda en la continuación de la revolución). Y como la mayor fuerza productiva de la historia es el hombre trabajador y, en el socialismo, esa verdad debe hacerse realidad como en ninguna formación social precedente, el lector puede entender perfectamente la relación ente los dos elementos que hacen el principio que comentamos.

        Por lo expuesto, se entenderá que la teoría marxista de la revolución permanente no puede comprenderse sin la concepción del socialismo que Marx expuso en «Crítica del programa de Gotha».

        En otro lugar, Marx sostuvo:


… la Comuna era, esencialmente, un Gobierno de la clase obrera, fruto de la lucha de la clase productora contra la clase apropiadora, la forma política al fin descubierta para llevar a cabo dentro de ella la emancipación económica del trabajo.

Por tanto, la Comuna habrá de servir de palanca para extirpar los cimientos económicos sobre los que descansa la existencia de las clases y, por consiguiente, la dominación de clase. Emancipado el trabajo, todo hombre se convierte en trabajador, y el trabajo productivo deja de ser un atributo de una clase. (La guerra civil en Francia).

Como es de conocimiento común, la Comuna de París no fue un organismo parlamentario, sino una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa al mismo tiempo; sus funcionarios en todas las ramas de la administración pública eran elegidos por sufragio universal y revocables en todo momento; el salario de los funcionarios fue el salario de los obreros; el ejército permanente fue suprimido a favor del pueblo en armas y la policía fue igualmente suprimida; etcétera.

Así, el Estado de la Comuna no era ya un Estado en el sentido estricto de la palabra, sino un Estado en el cual sus funciones habituales fueron absorbidas por las clases trabajadoras; es decir, la Comuna fue un semi-Estado, un Estado en extinción.

Por consiguiente, se entenderá que la teoría de la revolución permanente tampoco puede comprenderse sin la exposición que hizo Marx del Estado-Comuna en La guerra civil en Francia.

Basándose en Marx, Lenin subrayó:


Durante la época de la dictadura del proletariado subsisten y subsistirán las cases. La dictadura dejará de ser necesaria cuando no existan las clases. Pero éstas no desaparecerán sin la dictadura del proletariado.

Subsisten las clases, pero cada una de ellas cambió de aspecto en la época de la dictadura del proletariado, lo mismo que cambiaron sus relaciones mutuas. La lucha de clases no desaparece bajo la dictadura del proletariado; lo único que hace es asumir nuevas formas.

La clase de los explotadores, los terratenientes y capitalistas no ha desaparecido ni puede desaparecer en seguida bajo la dictadura del proletariado. Los explotadores han sido derrotados, pero no aniquilados. Conservan una base internacional, el capital internacional, del cual son parte integrante. Conservan, en parte, algunos medios de producción, conservan el dinero, conservan enormes relaciones sociales. Y como consecuencia precisamente de su derrota se ha multiplicado en cien y en mil veces su fuerza de resistencia. El “arte” de dirigir el Estado, el ejército y la economía les da una enorme superioridad, y en consecuencia su importancia es muchísimo mayor que su proporción numérica dentro de la cifra global de la población. La lucha de clase de los explotadores derrocados contra la vanguardia victoriosa de los explotados, es decir, contra el proletariado, se ha hecho encarnizada en grado considerable. Y no puede ser de otro modo, si en realidad nos referimos a la revolución y no suplantamos este concepto (como lo hacen todos los héroes de la II Internacional) por ilusiones reformistas.

… el proletariado debe proseguir su lucha de clase utilizando para ello el aparato del poder estatal y empleando diversos métodos de lucha, de influencia y acción con respecto a la burguesía derrocada y a la pequeña burguesía vacilante. («Economía y política en la época de la dictadura del proletariado»).

Lenin analizó aquí la primera experiencia de dictadura del proletariado triunfante y arribó a la conclusión irrecusable de que las clases subsisten y subsistirán en el socialismo y que la dictadura del proletariado es la condición de la desaparición de las mismas. El jefe bolchevique se refiere, obviamente, a las clases que existían en el capitalismo: burguesía, proletariado y pequeña burguesía.

También sostuvo Lenin:

 

Teóricamente no cabe duda de que entre el capitalismo y el comunismo media cierto período de transición. Este período no puede ser por menos de aunar los rasgos o las propiedades de estos dos sistemas de economía social. No puede ser más que un período de lucha entre el capitalismo agonizante y el comunismo naciente o, en otras palabras, entre el capitalismo derrotado, pero no aniquilado, y el comunismo ya con vida, pero todavía muy débil.

La necesidad de toda una época histórica caracterizada por esos rasgos del período de transición, tiene que ser evidente por sí misma, no sólo para el marxista, sino para cualquier persona culta que, de un modo u otro, conozca la teoría del desarrollo. Y sin embargo, todos los razonamientos que sobre el tránsito al socialismo escuchamos de los actuales representantes de la democracia pequeñoburguesa… se distinguen por el completo olvido de esta verdad evidente. Los demócratas pequeño burgueses se caracterizan por su aversión a la lucha de clases, por sus sueños acerca de la posibilidad de eludir esta lucha, por su tendencia a limar, paliar y conciliar las cortantes aristas. De ahí que esa clase de demócratas burgueses se desatiendan de cualquier reconocimiento de toda una etapa histórica de tránsito del capitalismo al comunismo o consideren que su cometido consiste en cavilar planes encaminados a reconciliar a las dos fuerzas beligerantes, en lugar de dirigir la lucha de una de ellas.

Las formas fundamentales de la economía social son el capitalismo, la pequeña producción mercantil y el comunismo. Y las fuerzas fundamentales la burguesía, la pequeña burguesía (particularmente el campesinado) y el proletariado.

La economía de Rusia en la época de la dictadura del proletariado representa la lucha que en sus primeros pasos sostiene el trabajo mancomunado al modo comunista –en la escala única de un inmenso Estado– contra la pequeña producción mercantil y el capitalismo: contra el capitalismo que aún persiste y que vuelve a surgir sobre la base de esa pequeña producción.

El trabajo se ha unificado en Rusia sobre principios comunistas porque, en primer lugar, se abolió la propiedad privada sobre los medios de producción, y en segundo lugar porque el poder estatal proletario organiza en escala nacional la gran producción  en las tierras pertenecientes al Estado y en las empresas estatales, distribuye la mano de obra entre las distintas ramas de la economía y las diversas empresas y reparte entre los trabajadores grandes cantidades de artículos de consumo pertenecientes al Estado.

Del mismo modo [la dictadura del proletariado] no hizo más que [iniciar] la organización de las diversas formas de cooperación de los pequeños agricultores, como transición de la pequeña agricultura mercantil a la agricultura comunista.

La economía campesina sigue siendo una pequeña producción mercantil. Y representa una base muy amplia para el capitalismo, con raíces muy profundas y muy fuertes. Sobre esta base se mantiene en pie y resurge el capitalismo, en la más encarnizada de las luchas contra el comunismo.

En la medida en que las clases subsisten bajo la dictadura del proletariado, el socialismo se presenta como un período de lucha contra la burguesía y la pequeña burguesía (aunque en  cada uno de estos casos en forma diferente), es decir, el socialismo se revela como la lucha entre «el trabajo mancomunado al modo comunista», de un lado, y el capitalismo y la pequeña producción mercantil, del otro; como la lucha «contra el capitalismo que aún persiste y que vuelve a surgir sobre la base de esa pequeña producción»; como la lucha entre el proletariado y la burguesía, entre la vía socialista y la vía capitalista. En otras palabras, el socialismo no es la conciliación de las dos fuerzas beligerantes: el proletariado y la burguesía, no es la integración de la burguesía en el proletariado, no es la integración del revisionismo en el partido proletario, sino la dictadura revolucionaria del proletariado.

Asimismo, el jefe de la Revolución Rusa mantuvo:

 

En Rusia (después de más de dos años de haber derribado a la burguesía) estamos dando aún los primeros pasos en la transición del capitalismo al socialismo o fase inferior del comunismo. Las clases siguen existiendo y existirán durante años en todas partes después de que el proletariado conquiste el poder. (…) Suprimir las clases no significa sólo expulsar a los latifundistas y a los capitalistas –esto lo hemos hecho nosotros con relativa facilidad–; significa también suprimir los pequeños productores de mercancías. Pero a éstos no se les puede expulsar, no se les puede suprimir; hay que convivir con ellos, y sólo se puede (y se debe) transformarlos, reeducarlos, mediante una labor de organización muy larga, lenta y prudente. Estos pequeños productores cercan de elemento pequeñoburgués al proletariado, lo impregnan de ese elemento, lo corrompen con él, provocan sin cesar en el seno del proletariado recaídas de pusilanimidad pequeñoburguesa, de atomización, de individualismo, de vaivenes entre la exaltación y el abatimiento. Para hacer frente a eso, para conseguir que el proletariado desempeñe  acertada, eficaz y victoriosamente su función organizadora (que es su función principal), son necesarias una centralización y una disciplina severísimas en el partido político del proletariado. La dictadura del proletariado es una lucha tenaz, cruenta e incruenta, violenta y pacífica, militar y económica, pedagógica y administrativa contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad. La fuerza de la costumbre de millones y millones de personas es la fuerza más terrible.

La dictadura del proletariado es la guerra más abnegada y más implacable de la nueva clase contra un enemigo más poderoso, contra la burguesía, cuya resistencia se ve decuplicada con su derrocamiento (aunque no sea más que en un país) y cuyo poderío consiste, no sólo en la fuerza del capital internacional, en la fuerza y la solidez de los vínculos internacionales de la burguesía, sino, además, en la fuerza de la costumbre, en la fuerza de la pequeña producción. Porque, por desgracia, queda todavía en el mundo mucha, muchísima pequeña producción, y ésta engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa. Por todos estos motivos, la dictadura del proletariado es imprescindible, y la victoria sobre la burguesía es imposible sin una guerra prolongada, tenaz, encarnizada, desesperada, a muerte; una guerra que requiere serenidad, disciplina, firmeza, inflexibilidad y voluntad única. (Enfermedad infantil).

Aquí Lenin traza la política a seguir con respecto a los pequeños productores de mercancías: a estos no se les puede suprimir como a la burguesía y solo se debe reeducarlos, transformar su concepción del mundo mediante una labor ideológica y organizativa bastante prolongada, ciertamente lenta y particularmente prudente. Es indudable que los pequeños productores de mercancías forman un cerco alrededor del proletariado e introducen en su seno elementos de la ideología y la psicología pequeño burguesas. Por eso el partido proletario debe desplegar una centralizada y disciplinada labor de educación y de organización entre las masas trabajadoras, incluidas, naturalmente, las masas de pequeños productores. La potencia de estos productores reside en la fuerza de la costumbre y, como lo ha demostrado la experiencia histórica, la pequeña producción «engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa».

La teoría maoísta de la continuación de las revolución bajo la dictadura del proletariado plantea que en el socialismo continúan existiendo las clases y la lucha de clases, que, por lo tanto, la contradicción principal en el socialismo es entre el proletariado y la burguesía, que, por lo tanto, existe la lucha entre el camino capitalista y el camino socialista, que, por lo tanto, existe el peligro de la restauración del capitalismo, que, por lo tanto, hay que transformar la concepción del mundo de la gente movilizando a las grandes masas populares para combatir y prevenir el revisionismo, consolidar la dictadura del proletariado, conjurar la restauración del capitalismo y construir el socialismo y, así, avanzar la lucha por la realización del comunismo.

Las afirmaciones de Marx y Lenin, copiadas aquí, entre otras de ellos mismos, son las fuentes teóricas de la teoría maoísta de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado; las fuentes históricas de esta teoría son la experiencia internacional de la dictadura del proletariado (especialmente la de la URSS), así como la propia experiencia de la revolución china. Y no cabe ninguna duda que estas experiencias han demostrado que dicha teoría de Mao desarrolla aquellas fuentes teóricas, es decir, desarrolla el marxismo-leninismo en punto a la dictadura revolucionaria del proletariado. Para comprender cabalmente la particular importancia de este desarrollo, tenga en cuenta el lector la siguiente afirmación de Lenin:


Marxista sólo es el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado. En esto es en lo que estriba la más profunda diferencia entre un marxista y un pequeño (o un gran) burgués adocenado. En esta piedra de toque es en la que hay que contrastar la comprensión y el reconocimiento real del marxismo. 

Confirmado el valor teórico universal de la teoría maoísta de la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, actualmente –y prácticamente desde la segunda mitad de los años sesenta del siglo pasado–, marxista-leninista es solo el que reconoce dicha teoría, aunque esta sencilla verdad pueda sonarle exagerada al oído oportunista.

 

10.01.2021.


Coyuntura política

 

Las Luchas Populares y la Bancarrota de la Democracia Burguesa

Cesar Risso

NO RESULTA DIFÍCIL ENCONTRAR los móviles que condujeron al golpe de Estado contra Pedro Castillo. No ha sido la lucha de la burguesía como clase, para sostener su dominio, es decir la vigencia del capitalismo en nuestro país. El Estado en ningún momento dejó de ser un Estado burgués, del mismo modo que en ningún momento estuvo en peligro el sistema de trabajo asalariado. El problema, en términos generales, ha sido la disputa por el gobierno del poder, y por retomar el control de todos los hilos del dominio burgués.

        Sin embargo, es necesario hacer una serie de precisiones. La estructura mafiosa del Estado, sus redes, construidas durante décadas, particularmente desde la dictadura de Alberto Fujimori1, se vio seriamente afectada por el desorden causado por el gobierno de Pedro Castillo. Al no ser parte este de la llamada “clase política” (expresión por cierto desafortunada, porque carece de carácter científico), trabajaría, sin darse cuenta, por reemplazar dichas redes por otras nuevas, con otros personajes, sobre todo de su entorno, desabasteciendo así de las pingües ganancias que les reportaba ser parte de la burocracia a los “funcionarios” y “trabajadores” de los cargos clave en el aparato del Estado, y de quienes son los representantes políticos de la burguesía a todo nivel.

        Estos cambios significarían nuevas reglas, y ampliaría el número de intermediarios entre las grandes empresas y el Estado. El desbarajuste se empezaba a sentir, e incluso, aquellos que se aprovecharon de la cercanía a Pedro Castillo, ya sea por comunidad de ideas, por afinidad política, por lazos familiares o amicales, o incluso simples arribistas que conseguían aproximarse por diversos medios, comenzaron a tratar de aprovechar los negocios que se presentaban. Total, el compromiso era de Pedro Castillo y de Perú Libre.

        Probablemente una de las preocupaciones de la burguesía era que la inexperiencia de los nuevos agentes pusiera en evidencia el enorme negocio de la corrupción en sus diversas modalidades. Esto, evidentemente pondría a la burguesía y al sistema con el cual domina en una situación difícil frente a las amplias masas de trabajadores, y frente al pueblo en su conjunto. Es decir, abierta la caja de pandora de la corrupción, aunque ciertamente las manifestaciones de la corrupción se desbordan por todas partes, la “magia” del gobierno del poder se desvanecería, y la burguesía quedaría al descubierto en sus fines: obtener ganancias a costa de lo que sea, incluso del bienestar y la vida de las clases trabajadoras.

        De por medio estaba el hecho de que la gestión de Pedro Castillo (no se trata de la labor del individuo que, por supuesto tiene cierto peso, sino del conjunto de sectores que se beneficiaba con sus políticas y a los cuales representaba), que tenía cierto éxito y que, por ello, podía generar expectativas populares, y en consecuencia presionar para lograr el cambio de la Constitución, y con ello afectar aun más las redes “tradicionales” de corrupción imperantes, así como a sus usufructuarios.

        Hay que considerar, además, que la presencia de Pedro Castillo en el gobierno, sumaba un gobierno más a los que son considerados de izquierda en esta parte de América, aunque en el sentido de tener una política más o menos antimperialista, con medidas socialdemócratas, es decir pequeñoburguesa y nacionalista.

        De otro lado, el tratamiento a la inversión extranjera directa en nuestro país, a través de los llamados contratos de estabilidad tributaria, que bajo el “incentivo a la inversión minera”, entre otros, ha beneficiado a las empresas transnacionales con una serie de exoneraciones y devoluciones, significando en los hechos la entrega de nuestros recursos naturales a precio de remate. Como se sabe, esta política denominada neoliberal, nombrada Consenso de Washington, de carácter planetario, fue implementada durante la dictadura de los 90 del siglo pasado por el títere Alberto Fujimori. Política de expoliación de nuestros recursos naturales, así como de la fuerza de trabajo peruana, ejecutada por medio del retiro del Estado de la actividad económica, y con ello promoviendo y aplicando la eliminación de derechos de las clases trabajadoras.

        Otro aspecto importante en las condiciones que determinaron el golpe de Estado a Pedro Castillo, está dado por la disputa entre los EEUU y China, por la hegemonía económica mundial, que se presenta en la construcción del mega puerto de Chancay2, así como la carretera que permitiría distribuir las mercancías en toda América del sur, iba a otorgarle una presencia considerable a China en el continente, restándole en gran parte el control que sobre nuestros países ejerce el imperialismo norteamericano.

        La estructura del Estado burgués (no la formal), con el “sistema” de coimas, y los diferentes mecanismos de beneficio de los grandes negocios, generó las condiciones para dar curso al desarrollo del narcotráfico. Este enorme negocio planetario, ha encontrado condiciones favorables y “sostenibles” en nuestro país. Es evidente que esta “actividad” requiere de la red de corrupción establecida desde hace muchas décadas, por lo cual necesitaba urgentemente la restitución de los mecanismos y los personajes que agilizaban y facilitaban dicho “negocio”.

        Otro elemento de considerable importancia está en el intento, o la propuesta, del gobierno de Pedro Castillo de formalizar a los informales. Es cierto que la propaganda burguesa ha repetido hasta el cansancio que los problemas de bajo crecimiento económico, baja presión tributaria, etc., se deben a la informalidad, y como consecuencia de ello, la baja productividad, que, según los intelectuales a sueldo de la burguesía, configuran nuestra economía como de baja competitividad. Sin embargo, una peculiaridad del capitalismo peruano consiste en que los informales permiten que los trabajadores puedan sobrevivir a pesar de la miseria que reciben como remuneración. Los informales producen bienes salario baratos, lo cual permite sostener a las clases trabajadoras. En consecuencia, los que hipócritamente acusan como uno de los problemas que detiene nuestro crecimiento económico, es el sustento de la forma de capitalismo que impera en nuestro país, y por ello mismo, no quieren que la informalidad deje de existir.

        Sin duda otros intereses menores jugaron su papel en el conflicto cuyo desenlace aun no se puede predecir, aunque sí está claro que las cotas a las que ha llegado tanto el accionar de la ultraderecha, en el gobierno y en el legislativo, así como la represión de la PNP y de las fuerzas armadas, con el asesinato de más de veinte personas, aunque aun es difícil precisar el número exacto, conducirá la lucha política a niveles superiores, a condición de la materialización de la organización con carácter nacional de las clases trabajadoras y del pueblo en su conjunto.

        En el Perú, el asesinato de manifestantes se va convirtiendo en una suerte de tradición3. El aparato represor del Estado, actúa considerando que el estado de emergencia es la libertad de asesinar impunemente. Por ello, la llamada marcha por la paz, a la que está convocando la policía nacional, no es más que una maniobra propagandística, que tiene por finalidad no que no haya más muertos ni heridos, sino evitar que el pueblo se siga organizando para desarrollar acciones directas que ponga en evidencia que el poder está no solo en el número, sino en la voluntad unificada de las clases populares, y que por ello, llegue a la conclusión que alcanzado cierto nivel de organización y de conciencia, caiga en la cuenta que el verdadero poder ha pasado a sus manos, y su voluntad sea la ley y el ejercicio de la más amplia democracia posible.

        El costo, para los representantes políticos de la burguesía, de dar el golpe de Estado a Pedro Castillo, puede ser muy alto. Este golpe ha motivado las manifestaciones de protesta, y ha inducido a una más rápida y amplia organización de las clases populares.

        Las formas de lucha actualmente desarrolladas están conduciendo al pueblo a tomar conciencia de los intereses que están en juego. Así, se puede apreciar que la organización orquestada para dar el golpe de Estado a Pedro Castillo ha contado con la participación de los congresistas, de algunos ministros, de la prensa, de la CONFIEP, así como de los grupos económicos de poder. Estos hechos han conducido al pueblo a la percepción de que este golpe no es obra solo del Congreso, sino que por encima de ellos están los intereses de la burguesía como clase. En consecuencia, la lucha no es solo porque se cierre el Congreso, o por el cambio de Constitución (habría que ver en qué sentido se propone cambiar la Constitución, aunque por las consignas se puede apreciar que se trata de un contenido pequeño burgués, nacionalista), sino para desplazar a la burguesía del gobierno del poder, aunque sin tener claridad, por ahora, del necesario cambio de sistema. Sin embargo, el déficit de la labor de la izquierda proletaria se hace sentir en estos momentos. La propaganda por el socialismo está prácticamente abandonada. No se establece la ligazón entre la lucha política en la coyuntura actual, y el contenido de la lucha por el socialismo. En consecuencia, las formas de lucha pueden llegar a ser las superiores, pero el contenido puede estar por debajo de los niveles de lucha que se desarrollen.

        Poco a poco el pueblo va cayendo en la cuenta que la Constitución y las leyes son hechura humana y que, en consecuencia, reflejan los intereses de las clases sociales. Pero el asunto no es lineal, es decir, no se trata de que al cambiar la Constitución automáticamente las cosas cambian; se trata de que las cosas cambian, y la Constitución reflejará estos cambios. Sin embargo, en la coyuntura actual, ha prendido en el pueblo la urgencia del cambio de la Constitución. Por ello, es necesario continuar con dicha consigna que resulta unificadora, para a partir de ella orientar hacia los intereses históricos del proletariado y del pueblo.

        La “deslegitimación” del actual gobierno, de continuar la brutal represión de la que hacen objeto al pueblo, conducirá ya no a buscar la aceptación de los órganos de poder para la implementación de la asamblea constituyente y la elaboración de una nueva Constitución, sino a darle curso por los canales populares, gremiales, etc., es decir, por las diversas formas de organización de los sectores populares, desconociendo las formas burguesas de gobierno del poder, para orientarse hacia formas populares de gobierno de poder.

        La propuesta de adelanto de elecciones ha obligado a los representantes de la burguesía en el Congreso a exigirse al máximo intelectualmente para sustentar la necesidad de su continuidad hasta cumplir su mandato el año 2026. Una de las justificaciones está en creer que han sido elegidos por los ciudadanos por sus méritos intelectuales, cosa que por supuesto ni ellos mismos creen.

        La expectativa generada acerca del gobierno de la primera mujer se ha desvanecido. El problema no es de órganos sexuales, ni del uso que se les dé. El problema es de las clases sociales que están en pugna; de la base económica, que en este caso es capitalista.

        El papel que está cumpliendo Dina Boluarte, es el mismo que cualquier mujer u hombre cumpliría como representante político de alguna de las clases sociales vigentes. Así, el papel que ha asumido es el de servir los intereses de la burguesía en el gobierno del poder; la restitución de las ventajas económicas de la burguesía; la feroz represión de los sectores populares que se enfrentan al golpe de Estado ejecutado contra Pedro Castillo.

        Para la burguesía, las formas son lo de menos. Lo importante es el contenido, el logro de su objetivo de desplazar del gobierno del poder a Pedro Castillo y sus allegados. Las leyes pueden retorcerse para que signifiquen siempre lo mismo: el dominio político de la burguesía. Los asesinatos ponen en evidencia que, frente a la propiedad privada de los medios de producción, la burguesía está a favor de la propiedad privada de los medios de explotación para someter a las clases trabajadoras; que los asesinatos tienen por objetivo hacer retroceder al pueblo en su búsqueda de justicia; que no les importa a cuantos tengan que matar, siempre que la burguesía mantenga el poder. A pesar de lo cual, Dina Boluarte, representante de turno de los intereses de la burguesía y defensora de su poder, dice que lamenta las muertes. A este respecto, el artículo uno de la actual Constitución burguesa dice: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”. Esta declaración es la más grande mentira que propagandiza la burguesía. Ya sabemos la condición de pobreza en la que viven las clases populares; la precariedad de sus condiciones de vida; condiciones que potencian los males en la “persona humana”, según reza la Constitución; todo lo cual llega a su más alta significación en el asesinato de los manifestantes. Es evidente la bancarrota de la democracia burguesa, como propaganda de la más alta expresión de la vida y de las normas de convivencia. En la lucha actual, la democracia burguesa aparece como lo que realmente es: la dictadura de la burguesía.

        El papel de la PNP y de las fuerzas armadas es el de sostener el sistema capitalista. Por eso se les llama “instituciones tutelares” del Estado, porque mantienen el orden burgués y el dominio burgués. Son instituciones políticas, que por la fuerza de las armas controlan a las clases trabajadoras para que continúen sometiéndose al régimen político de la burguesía, plasmado en la Constitución.

        Si las clases populares se deciden a construir una nueva forma de vida, y reflejar esta en una Constitución, tienen que construir sus “instituciones tutelares” que mantengan el nuevo orden y dominio de sus intereses.

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(1) En este caso “dictadura” hace referencia a la forma de gobierno, a diferencia del concepto de dictadura como opresión de una clase por otra. Así, la república democrática es una forma de gobierno en el marco de la dictadura de la clase burguesa.

(2) https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-62746144

(3) https://www.infobae.com/america/peru/2022/12/26/crisis-en-peru-fuerzas-armadas-causaron-167-muertes-durante-protestas-realizadas-entre-2003-y-2020/

Economía

 

La Coyuntural Bondad de la Burguesía

Cesar Risso

LA CONFIANZA QUE HOY TIENEN los empresarios es solo temporal. Su finalidad es extraer las ganancias producidas por los trabajadores. De modo que, sobre explotación de por medio, la crisis económica no se hará esperar.

Cuando decimos que el imperialismo, por medio de las transnacionales, se lleva nuestros recursos naturales a precio de remate, queremos indicar que lo que realmente sucede es que nos privan de recursos que nos pertenecen, que no constituyen valor o riqueza por sí mismos, sino que son parte de la naturaleza a la que al aplicarle fuerza de trabajo le damos valor, convirtiéndose en mercancías. En consecuencia, los minerales al aplicarles la fuerza de trabajo, aunque por ahora bajo el sistema de salario, son el vehículo portador del valor social.

Las mercancías así obtenidas, al venderlas nos permitirán obtener del conjunto del trabajo social, materializado en mercancías, aquella parte que corresponde al esfuerzo de los trabajadores, para con ellas obtener divisas que nos permitan retirar del resto del mundo la parte producida por otros trabajadores del planeta, y así darle continuidad a nuestras actividades económicas como nación.

Volviendo a la expoliación de nuestros recursos naturales, sucede que el entreguismo de la burguesía, desbocado en la coyuntura actual, les otorga a las transnacionales, el derecho de apropiarse del esfuerzo de los trabajadores peruanos, dejando en manos de la burguesía imperialista los minerales que, en esta modalidad, van a ser vehículo del valor y, en consecuencia, de las ganancias que portan.

En este caso particular, la diferencia entre la política neoliberal y la nacionalista, radica en quién se lleva las ganancias por la explotación de nuestros recursos naturales, la burguesía peruana o la burguesía imperialista. Sin embargo, debido a que se requieren grandes inversiones para el desarrollo de la explotación minera, el nacionalismo se manifestaría como la retención, bajo diversas modalidades tributarias, de la mayor parte de las ganancias generadas por esta actividad. Por ejemplo, no devolviéndoles el IGV, y cobrándoles el impuesto a la renta que corresponde, etc.

Con respecto a las perspectivas de la economía peruana, y en base a lo propuesto por el gobierno nacido del golpe de Estado de la ultraderecha, la pretensión de “inyectar” 5,9 mil millones de soles a través del programa Con Punche Perú, solo refleja el grado de desesperación de la burguesía por evitar que las protestas continúen.

La lógica de la economía capitalista, o teoría económica, si se prefiere, dice que el exceso de demanda provoca inflación. En el periodo actual, marcado por la inflación, el programa Con Punche Perú es una propuesta inflacionaria. La elevación de la tasa de interés, tanto en nuestro país como en los países industrializados, tiende precisamente a contraer la demanda para bajar la presión sobre la oferta. Sin embargo, en nuestro país, por la coyuntura política, y con seguridad, temporalmente, se propone aumentar la demanda.

Sin embargo, hay que señalar que dicha política, de elevar la tasa de interés para controlar la demanda, es recesiva. Pero, la burguesía no tiene otra alternativa. Está atrapada en esta situación, que la lleva a recesar la economía para controlar la inflación. Si esto es así, habría que preguntarse por qué la burguesía en el Perú está promoviendo el programa Con Punche Perú. Es la coyuntura política, que ha conducido a la desesperación a la burguesía por calmar a las clases populares, con lo cual aplica políticas que normalmente rechaza y crítica.

        Se puede decir también, que la burguesía está proponiendo compartir una mínima parte de sus ganancias con las clases populares a cambio de que desistan de cuestionar el golpe de Estado, y que regresen a su labor cotidiana de dejarse explotar.

        En otras palabras, es posible, cosa que, por supuesto sabemos, pero que ahora se percibe con toda nitidez por las clases trabajadoras, que se pueda exigir y otorgar aumentos en las remuneraciones de los trabajadores, que se puede utilizar gran parte del presupuesto para atender las necesidades más urgentes de los sectores populares, y con seguridad, se puede hacer mucho más, con todas las ganancias que se apropia la burguesía.

        Esto, por supuesto, tiene un límite. El mismo capitalismo es el límite, puesto que, por su desenvolvimiento contradictorio, tarde o temprano se presentará la crisis económica. De modo que o la burguesía no soporta más seguir entregando el fruto de su explotación, o la crisis se presenta, o ambas cosas a la vez. Pero esta suerte de bienestar que le propone al pueblo, es absolutamente temporal y, por lo tanto, pronto se retornará a lo mismo de siempre.

        La única forma de superar la pobreza, el desempleo, etc., y todos los males que conocemos, es superando el sistema capitalista.


Internacionales

Decimotercera Semana del Levantamiento en Irán: El Régimen Lanza una Nueva Oleada de Ejecuciones y Farsas de Juicio, lo que Desencadena Indignación y Horror en Todo el Mundo

Revista Revolución- USA

NOTICIA DE Última hora, sábado 17 de diciembre. Al cierre de este número, salen informes de que los presos de la Prisión Central de Karaj habían organizado una protesta contra las ejecuciones que se estaban llevando a cabo allí. (Karaj es una ciudad industrial a las afueras de Teherán que ha sido un foco del levantamiento y el lugar de muchos de los condenados a muerte). En respuesta, al parecer los guardias dispararon contra los presos, matando al menos a uno.

Una “fuente informada” declaró a Noticias HRANA: “Los funcionarios de prisiones estaban trasladando a 4 presos condenados a muerte para que cumplieran sus penas, cuando se enfrentaron a las protestas y a los gritos de consignas de parte de varios presos situados en los pabellones 2, 3 y 5. La protesta de los presos se convirtió en conflicto y violencia con la intervención de la guardia, y más de 100 presos resultaron heridos. Los guardias de la prisión recurrieron a los disparos para reprimir la protesta... Los presos rompieron varias puertas y cámaras de la prisión en protesta por el comportamiento violento de los funcionarios de prisiones”.

En el momento de componer este reportaje, el régimen niega estos informes y afirma que todos los presos se encuentran en buen estado de salud. Cubriremos este importante acontecimiento y las respuestas a él a medida que dispongamos de más información.

Solo bastaron 23 días para ejecutar a Majidreza Rahnavard

... [N]o nos rindamos, levantémonos para salvar la vida de los presos y detener el ciclo de asesinatos de Estado. Para arrancar la soga del cuello de nuestros jóvenes y derribar la alta horca de la muerte, levántense.

–De una carta de 18 presas políticas recluidas en la prisión de Evin.

Veintitrés días es todo lo que tardó la República Islámica de Irán (RII) en detener, torturar, celebrar un “juicio” farsa, dictar una sentencia condenatoria basada en una confesión forzada, denegar las apelaciones y, a continuación, ahorcar públicamente de una grúa a Majidreza Rahnavard, manifestante de 23 años, el 12 de diciembre.

Los medios de comunicación estatales compartieron un vídeo de la “confesión” de Majidreza, que tenía los ojos vendados, el brazo en cabestrillo y estaba rodeado de guardias encapuchados en un intento de aterrorizar a los rebeldes iraníes. Pero Majidreza respondió desafiante cuando le preguntaron su última voluntad: “No lloren ante mi tumba. No lean el Corán. No recen. Celebren. Toquen música alegre”.

Este único incidente concentra a ambas partes del conflicto que se intensifica en Irán, un levantamiento sin precedentes y que no cesa, ahora en su cuarto mes.

La República Islámica ha puesto en el carril de alta velocidad hacia la ejecución a decenas de manifestantes, desatando una valiente y furiosa indignación tanto dentro como fuera de Irán. Pero para crear concretamente una situación en la que el régimen se vea obligado a dar marcha atrás, o a pagar un enorme precio político por seguir ejecutando a presos políticos, se necesita indignación, protestas y apoyo mucho más amplios, profundos y activos al valiente levantamiento en Irán por parte de la gente, en muchos frentes y en todo el mundo.

Aquí no nos referimos al apoyo hipócrita de los gobernantes de las depredadoras potencias imperialistas del mundo y de las instituciones que estas dominan. Nos referimos a la necesidad de que las masas de gente corriente, celebridades, escritores, estudiantes y jóvenes y muchos otros se levanten con valentía e insistan en que la gente decente no va a tolerar esto.

La represión entra en una nueva fase de ejecuciones: “Una buena lección en el menor tiempo posible”

Ahorcaron a dos manifestantes jóvenes en sólo cuatro días. Además de Majidreza, ahorcaron el 8 de diciembre a Mohsen Shekari, de 23 años, trabajador de un café. Le habían condenado por “librar una guerra contra Dios” tras obligarlo a confesar que bloqueó una calle de Teherán durante una protesta e hirió a un miembro del Basij, los asesinos paramilitares vestidos de civil. No avisaron a las familias de los jóvenes ni les permitieron enterrar a sus seres queridos.

El 6 de noviembre, los legisladores iraníes habían votado en su abrumadora mayoría para pedir a los funcionarios del Estado y al poder judicial de Irán “que traten a quienes hicieron la guerra [contra el establecimiento islámico]... de forma que sirva de buena lección en el menor tiempo posible”.

Un parlamentario se quejó de que 23 días entre la detención y la ejecución fuera un plazo demasiado largo. “El tiempo entre la detención de los alborotadores y su ejecución es demasiado largo. Deberían ser ejecutados dentro de los 5 o 10 días siguientes a la detención. Apoyo firmemente la actuación del poder judicial en relación con los recientes acontecimientos”.

Han condenado al menos 11 hombres más a muerte acusados de “hacer la guerra contra Dios”, y procesan al menos a otros 15 por delitos punibles con la pena capital1.

Entre los castigados por utilizar sus conocidas voces se encuentran el rapero Toomaj Salehi (“Corrupción en la Tierra”), el rapero Saman Yasin (“Guerra contra Dios”) y el futbolista Amir Nasr-Azadani (“Rebelión armada”).

En todos los casos, las condenas se dictaron tras juicios farsa sin el debido proceso ni una representación legal elegida por el acusado. En su lugar, los acusados han sido “representados” por abogados asignados por el régimen, cuya función es facilitar la condena dando al mismo tiempo la apariencia de un “juicio justo”. Algunos fueron juicios en grupo o duraron sólo unos minutos. No se permitió a las familias estar presentes.

Comités de linchamiento disfrazados de tribunales

“Los comités de linchamiento que se hacen pasar por tribunales amenazan de muerte a personas para infundir miedo a los manifestantes y aplastar el movimiento por la libertad del país”, dijo Hadi Ghaemi, director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos de Irán (CDHI). “Ahorcan a jóvenes veinteañeros tras juicios amañados, y cada día condenan a más en Irán”2....

[Abundan los ejemplos] horrendos de la barbarie asesina de la República Islámica. A un manifestante condenado a muerte, Mehdi Karami, campeón de kárate de 20 años, se le asignó un abogado que no responde a las llamadas de su familia. “Todas las noches temo que me den la noticia de la ejecución de mi hijo”, declaró su padre, un vendedor ambulante de servilletas y pañuelos de papel.

El radiólogo Dr. Hamid Ghare-Hassanlou, que ha construido varias escuelas en zonas rurales, y su esposa dieron con una protesta en la que murió un miembro del Basij. Al día siguiente, las fuerzas de seguridad los detuvieron y golpearon. Les acusaron de haber participado en el asesinato y ahora el Dr. Hassanlou está condenado a muerte y su esposa a 25 años sin derecho a visita ni contacto”3. Médicos y trabajadores sanitarios de todo el mundo se han movilizado para detener la ejecución, incluso grabando vídeos en los que dicen en muchos idiomas: “Soy el Dr. Hamid Ghare-Hassanlou”, como éste de Stanford Medical.

Aunque los ahorcamientos públicos oficiales de manifestantes con una mezquina fachada “legal” son una herramienta horrible, las ejecuciones extralegales de manifestantes continúan a diario con palizas y tiroteos mortales y desapariciones: 495 muertes en los últimos tres meses, según las estadísticas diarias documentadas por HRANA, que no incluyen las desapariciones ni las muertes de personas cuyos familiares son intimidados para que no denuncien. La mitad de estas muertes se produjeron en sólo tres regiones de minorías oprimidas: Sistán/Baluchistán, Kurdistán y Azerbaiyán Occidental4.

Además, han condenado al menos a 400 personas a penas de hasta 10 años de prisión por su participación en protestas antigubernamentales, según las autoridades5.

“Para arrancar la soga del cuello de nuestros jóvenes y derribar la alta horca de la muerte, levántense. ¡No hay otro camino!”

“Los ahorcamientos públicos han sacudido Irán y desatado una furia generalizada que corre el riesgo de avivar aún más los disturbios en lugar de contenerlos”, informa el New York Times. “Ambas ejecuciones [de Mohsen y Majidreza] provocaron grandes protestas callejeras inmediatas en los barrios de origen de los dos hombres. Los manifestantes marcharon y corearon ‘con cada persona asesinada se levantarán mil’, y ‘los que están sentados, ustedes serán los siguientes’”6...

“Levantémonos para salvar la vida de los presos”

Dieciocho presas políticas de la prisión de Evin publicaron una carta en la que llaman a la gente a levantarse en las calles contra las condenas a muerte y las ejecuciones, y anuncian su plan de sentarse el 12 de diciembre en la oficina de la guardia del pabellón de mujeres de Evin.

La declaración dice, en parte:

... [N]o nos rindamos, levantémonos para salvar la vida de los presos y detener el ciclo de asesinatos estatales. Para arrancar la soga del cuello de nuestros jóvenes y derribar la alta horca de la muerte, levántense.

¡No hay otro camino! Esta vez, ocupemos las calles de la ciudad al grito de “Alto a las ejecuciones” y continuemos las huelgas con mayor fuerza e inclusión.

“Muerte a la República de las Ejecuciones”

La ciudad de Zahedan, en Sistán-Baluchistán, ha sido escenario de una horrible represión por parte de la República Islámica, incluida la matanza del “Viernes Sangriento” de al menos 90 manifestantes pacíficos el 30 de septiembre. Pero la gente ha seguido luchando, con cientos de personas en las calles de allí y de otras ciudades baluchis el pasado viernes 16 de diciembre que pedían “Muerte a la República de las Ejecuciones” y “Muerte al régimen asesino de niños”.

Un grupo de mujeres iraníes en Zahedan celebraron una concentración de protesta el viernes en condena de la ejecución de manifestantes, coreando “Muerte a la República de las Ejecuciones”, “Muerte al régimen asesino de niños”, “Muerte a Jamenei” y “Basij e IRGC: Son nuestro ISIS”.

Sonia Sharifi, estudiante de secundaria, liberada tras un gran clamor

El 15 de diciembre se obtuvo una victoria parcial contra la maquinaria de ejecución cuando la manifestante Sonia Sharifi, de 17 años, declarada culpable de “librar una guerra contra Dios” y condenada a muerte, quedó repentinamente en libertad bajo fianza tras una campaña mundial concertada en las redes sociales. Apenas unas horas antes, la estudiante de secundaria había estado en peligro inminente de ejecución tras una confesión forzada por dos meses de tortura en régimen de aislamiento. Celebró su regreso a casa entre cientos de bocinazos de coches y alegres bailes en las calles.

La joven kurda de 17 años #SoniaSharifi se enfrentaba a una ejecución inminente por “guerra contra Dios” tras un mes de tortura en prisión. Ayer fue liberada tras una campaña mundial en las redes sociales. ¡Ver bienvenida triunfante en Abanan ciudad natal!

Artistas protestan en Teherán para detener la máquina de ejecuciones

Los artistas han expresado su indignación en representaciones teatrales y musicales.

“Actuación de artistas anónimos en Teherán: para detener la máquina de ejecuciones... No se callen, la única forma de impedir el asesinato de nuestros seres queridos es pasar a la ofensiva. Hay que obligarles a retroceder, ahora mismo, y aislarles. El camino es la protesta generalizada, estemos donde estemos, debemos protestar contra la reanudación de las ejecuciones”.

Protestas mundiales contra las ejecuciones

A fecha del 11 de diciembre, miles de personas en decenas de ciudades, en Alemania, Estados Unidos, Italia, Reino Unido, Australia, Noruega y más, habían protestado contra las ejecuciones de la RII. En el momento de elaborar el presente, hay planes para movilizaciones el 17 de diciembre en decenas de ciudades centradas en las ejecuciones.

 

NOTAS:

1. Iran’s Courts Using Death Penalty Charges to Crush Protests [Los tribunales iraníes recurren a la pena de muerte para reprimir las protestas], Centro de Derechos Humanos de Irán, 15 de diciembre de 2022.

2. Ibid

3. Iran Turns to Public Executions, Enraging an Already Protesting Public [Irán recurre a las ejecuciones públicas, enfureciendo a una población que ya protesta], New York Times, 12 de diciembre de 2022.

4. Las ejecuciones de los llamados presos “comunes” —más de 500 en lo que va de 2022, la tasa más alta en cinco años— también son injustas e ilegítimas. También éstas se basan a menudo en juicios farsa, confesiones forzadas y leyes medievales retorcidas. El 30 por ciento de las ejecuciones de 2022 fueron de personas de la minoría baluchi, de la región más pobre de Irán, que sólo representa entre el dos y el seis por ciento de la población. 500+ Executions in 2022 in Iran [Más de 500 ejecuciones en 2022 en Irán], Iran Human Rights, 4 de diciembre de 2022.

5. Iran sentences 400 people to jail terms of up to 10 years over protests [Irán condena a 400 personas a penas de hasta 10 años de cárcel por las protestas], The Guardian, 13 de diciembre de 2022.

6. Iran Turns to Public Executions, Enraging an Already Protesting Public [Irán recurre a las ejecuciones públicas, enfureciendo a una población que ya protesta], New York Times, 12 de diciembre de 2022.

 

 

21 de diciembre de 2022

 

 

Del Partido Comunista de Irán (marxista leninista maoísta): A la gente del mundo: ¡Hagan suyo el clamor por la revolución proveniente de Irán!

 

¡Lo que se está desenvolviendo con grandeza y magnificencia en los cuatro rincones de Irán no es un acontecimiento “iraní”! Es un clamor por la liberación de la humanidad oprimida, especialmente de la mitad femenina de la humanidad, para encontrar una salida a la cruel y fea opresión que sufren bajo el estado teocrático fascista de la República Islámica de Irán (RII). Con toda su particularidad y singularidad, ¡el suyo es un clamor universal por la emancipación humana! ¡Por eso este clamor está conmoviendo a la gente en Afganistán y en el resto del Medio Oriente, hasta el África pobre, hambrienta y devastada e incluso en los países imperialistas más prósperos de Europa y América del Norte! Ya ha estado pendiente desde hace mucho tiempo el levantamiento hermoso y edificante encendido por el brutal asesinato de la joven Jina (Mahsa Amini) a manos de la odiada policía de la “moralidad” de Irán, porque la esclavización de las mujeres desde hace mucho tiempo ha sido un pilar de la RII. Con razón, la gente del mundo está jubilosa por la valentía con la que las mujeres en Irán están respondiendo a su esclavización patriarcal. Sienten y ven una esperanza inspiradora para deshacerse de todo tipo de opresión en todos los rincones del mundo, una vislumbre del potencial de la humanidad para forjar un mundo radicalmente diferente a toda la opresión y explotación que nos rodea. Especialmente en un momento en que la Tierra está al borde del colapso ambiental y los grandes gánsteres capitalista-imperialistas, como Estados Unidos y Rusia, amenazan al mundo con un Armagedón nuclear.

Así que les hacemos un llamado a ustedes, a la gente del mundo —¡y NO a sus gobernantes reaccionarios!— a solidarizarse con el levantamiento del pueblo de Irán. Los gobernantes reaccionarios, especialmente de los países imperialistas occidentales, alardean descaradamente su supuesta simpatía por el levantamiento, tratando de ocultar la terrible verdad de que ellos, y especialmente los imperialistas estadounidenses, han cometido crímenes atroces para someter al pueblo de Irán y del Medio Oriente durante generaciones, llevando a cabo sangrientos golpes de estado e imponiendo jeques y chas feudales a los países de la región, todo ello para asegurar su prosperidad y dominación global. ¡Ya basta! Imagínese lo que significaría para el pueblo de Irán ver los rostros de las personas en estos países y en todo el mundo, levantándose a su lado en las calles y declarando su propia determinación de luchar por un mundo radicalmente nuevo.

Abrir un camino para una revolución real en Irán cambiaría la faz del Medio Oriente y del mundo entero y levantaría la vista de la gente en todas partes hacia la posibilidad de una salida revolucionaria del estrangulamiento aplasta-vidas del sistema capitalista-imperialista y su interminable crueldad contra el planeta y sus ocho mil millones de habitantes. No podemos permitir que se desperdicie tal oportunidad, de modo que poderosas fuerzas dentro y fuera de Irán salgan impunes con un lavado de cara cosmético al mismo viejo orden opresivo, como le pasó tan dolorosamente al pueblo egipcio en la “Primavera Árabe”.

La República Islámica es una dictadura que ejerce un régimen chiíta teocrático, y se parece un poco diferente a los regímenes reaccionarios más “conocidos” en los países dominados por el imperialismo, pero seamos muy claros: este régimen siempre ha sido una parte integral y subordinada al sistema capitalista-imperialista mundial, un sistema que está dominado y controlado por las grandes potencias imperialistas que constan tanto de los imperialistas estadounidenses y europeos, como de la China y la Rusia imperialistas, mientras que están en una feroz contienda sobre quién obtendrá la tajada más grande de saquear al mundo e impondrá su explotación esclavizante. Bob Avakian, el líder comunista revolucionario y arquitecto del nuevo comunismo, desde hace décadas analizó la hostilidad entre el fundamentalismo islámico y las capas gobernantes imperialistas con el concepto de los “dos sectores anticuados”. Avakian muestra que el surgimiento del fundamentalismo islámico de hecho es “una expresión peculiar” del sistema capitalista-imperialista, y enfatiza que si se pone del lado de cualquiera de estas fuerzas reaccionarias, terminará por fortalecer a ambas. Esta verdad ha caído en demasiados oídos sordos en los movimientos progresistas del mundo, que han renunciado a cambiar radicalmente el mundo y se han conformado con entregar la humanidad al llamado “mal menor” entre los reaccionarios. Así que seamos claros: el fundamentalismo islámico en general y la República Islámica de Irán en particular no son “antiimperialistas”, son parte integral del sistema capitalista-imperialista que domina al mundo, y estos mulás píos invariablemente terminan por cobijarse bajo las alas de imperialistas inmundos como Putin de Rusia o Xi Jinping de China, si no sus contrapartes occidentales.

Para eliminar por fin al sufrimiento aparentemente interminable del pueblo de Irán, se requiere una revolución real, hecha por millones de personas y dirigida por una vanguardia revolucionaria con el objetivo de derrocar al régimen fascista teocrático islámico y liberar a Irán del tejido asesino del sistema capitalista-imperialista. Para eso, se requiere una revolución comunista y establecer una “Nueva República Socialista”. Es necesario enfrentar y superar tres grandes obstáculos: 1) la represión sangrienta por parte del aparato represivo aún muy fuerte de la RII, particularmente sus esbirros de los Guardianes Islámicos, el ejército y la policía; 2) ¡las fantasías ingenuas de que las “potencias mundiales” ayudarán a transferir a Irán de una teocracia brutal a un régimen democrático-burgués, libre de la dominación imperialista! Hay fuerzas importantes en la oposición a la República Islámica que se esfuerzan por difundir esta peligrosa ilusión falsa, con un poderoso respaldo, especialmente de los imperialistas occidentales; 3) y una peligrosa falta de comprensión científica entre las masas sobre lo que significa una revolución auténtica y la posibilidad muy real de hacer un gran avance concreto para la emancipación de la humanidad en medio de las mareas tormentosas que están desgarrando al orden mundial actual.

Los llamamos a ustedes, a la gente de nuestro preciado planeta, especialmente en Afganistán, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Turquía, India, Pakistán, así como China, Ucrania, Rusia... a que apoyen el levantamiento en Irán, a que se unan sus propios anhelos de un mundo radicalmente nuevo y mejor a la esperanza que late en los corazones de los heroicos hombres y mujeres de Irán. Visite el sitio web de nuestro partido, el Partido Comunista de Irán (marxista leninista maoísta), para obtener materiales en persa, y visite revcom.us para obtener materiales en español e inglés sobre lo que es una revolución real y la forma en que se puede aprovechar el potencial para una revolución auténtica y convertirlo en realidad construyendo un poderoso movimiento para la revolución al dirigir a la gente de modo que se apoye en el marco completamente nuevo de emancipación humana forjado por Bob Avakian en el nuevo comunismo, y que lo enarbole.

 

22 de octubre de 2022.