lunes, 1 de abril de 2019

Economía


El Socialimperialismo Chino y la Burguesía Peruana

César Risso

TODO PROYECTO de una empresa capitalista se sustenta en la extracción de trabajo (trabajo no remunerado). Para esto tiene el sustento legal del régimen burgués. Por lo tanto, en la percepción de la burguesía, lo que hace está bien. Su problema radica en cuánta ganancia puede obtener. Para esto, aparte de explotar a sus trabajadores, enfrenta la competencia en su mismo sector de actividad, y también la confrontación con los demás sectores para arrebatarle la plusvalía que los otros sectores han obtenido. En consecuencia, la lucha de los trabajadores por obtener mayores remuneraciones, en cualquier caso, es una lucha justa.

        La inversión extranjera directa en la minería, como en el proyecto minero Las Bambas, explota a los trabajadores peruanos, pero a la vez, extrae recursos naturales que por definición son propiedad del Estado peruano y, en consecuencia, de toda la población. Además, daña el medio ambiente, afectando sobre todo a los pobladores que viven en los alrededores de la zona de extracción. Se ven así afectados los recursos, que ya no pueden ser utilizados para la actividad agrícola y ganadera. Incluso, el consumo humano de agua también se ve perjudicado.

        Este conjunto de consecuencias negativas que la actividad minera trae a la nación y a los pobladores, genera las luchas concretas que vemos en el caso de Las Bambas.

        ¿Qué es lo que está en juego para la empresa china MMG? Tomando como dato los ingresos obtenidos por esta empresa el año 2018, que fueron de 2 mil 800 millones de dólares, y considerando la cuota de plusvalía conseguida, en promedio, en el Perú en el año 2016, que fue de 117,62 %, el año 2018 le correspondió a la empresa china MMG del total de ingresos, por concepto de beneficios (trabajo no remunerado) la suma de un mil quinientos millones de dólares. Datos, como se puede ver, que corresponden a un solo año.

        Aquí podemos encontrar una serie de elementos de conflicto. Por ejemplo, entre los trabajadores de la mina, por una mayor remuneración y mejores condiciones de trabajo; asimismo, el impacto ambiental, que destruye las fuentes de vida de los pobladores, particularmente en este caso, a los miembros de la comunidad de Fuerabamba (Nueva Fuerabamba); el gobierno regional correspondiente a la zona impactada por el canon minero; el Estado por el cobro de derechos; la nación en su conjunto por los recursos naturales que son depredados por la minera.

        Antes del proyecto minero Las Bambas, la actividad principal en la comunidad de Fuerabamba era la agrícola, que se desenvolvía según costumbres ancestrales, con la práctica, por ejemplo, del ayni1; ahora, el trabajo agrícola es remunerado. Esta “modernización” de la actividad económica agrícola, que ha pasado a segundo plano en la comunidad de Fuerabamba, es una de las formas de disolución de las comunidades campesinas que se presenta como consecuencia de la actividad minera.

        Concretamente, el conflicto en curso entre los comuneros de Fuerabamba y la empresa china MMG, data del año 2014, cuando fue vendida por la compañía suiza Glencore a la empresa china MMG.

        Entre otros aspectos que enfrentan los comuneros de Fuerabamaba, se encuentra probablemente el principal de ellos, que consiste en que la minera “utiliza un camino de tierra que atraviesa las comunidades campesinas de esta zona de los Andes ubicada a 4,000 metros de altitud, en la región de Apurímac, por donde pasaban cada día unos 250 camiones de gran tonelaje transportando el material.”


        Esta situación ha llevado a los campesinos a exigir una compensación por el uso de este camino. MMG se niega a otorgar esta compensación.

        La construcción de un mineroducto para el transporte del mineral se encontraba en el Estudio de Impacto Ambiental original, el mismo que fue modificado en varias oportunidades de forma irregular. La empresa china ha dado como argumento que la construcción de un mineroducto no sería rentable. Esta posición de la empresa MMG fue respaldada por el entonces presidente Ollanta Humala.

“Cuarta Modificatoria: Segunda modificación al EIA
Fue presentada 10 de marzo de 2014 y aprobada por la Resolución Directoral N° 559-2014-EM/DGAAM de fecha 17 de noviembre de 2014.  Se realizan los siguientes cambios en el proyecto:

Cambios en el transporte de concentrados: debido a la suspensión por tiempo indeterminado del Mineroducto, se transportará concentrados de cobre y molibdeno en 125 camiones  cargados por día y 125 camiones retornando sin carga, más 60 vehículos que abastecerán de insumos a Las bambas. La ruta que será utilizada es de acceso público (actualmente en uso). Los camiones serán de 52.8 toneladas de peso bruto cada uno, más 34 toneladas de carga.”2

        “El 23 de mayo del 2018, el Ministerio de Transportes aprobó una norma que declaraba como vía nacional el corredor minero para Las Bambas. El trazo pasaría por el fundo Yavi Yavi en Cusco, cuya propiedad es reclamada por los habitantes de Fuerabamba en el distrito de Challhuahuacho a tres horas de ese lugar, en Apurímac.”3

        Estas maniobras, que la burguesía peruana, en la función de gobierno del Estado, realiza para favorecer a la burguesía imperialista china es una tarea normal. Su papel es fortalecer el dominio de la burguesía manteniendo las relaciones sociales de explotación capitalista. Aunque en este caso específico, se trata de proteger los intereses chinos por medio de una serie de ventajas legales otorgadas a MMG, dando normas que favorezcan la extracción de más plusvalía, renunciando a su papel de control y defensa de los intereses de la nación, etc., demostrando que la mentalidad de la burguesía peruana es retardada y sometida a los intereses de la burguesía imperialista.

        Pero la burguesía peruana no se somete gratuitamente a los intereses de la burguesía imperialista. Vende sus servicios tratando de obtener beneficios.

“[…] Pedro Pablo Kuczynski ocupaba la presidencia de directorio de Servosa, una empresa que en la actualidad cuenta con 400 camiones y es la que transporta el mineral de Las Bambas por la cuestionada carretera que atraviesa Fuerabamba y otras comunidades.”4

        La burguesía peruana en el cumplimiento de su función no se da cuenta del papel de las comunidades campesinas en la economía capitalista peruana. Estas son la fuente de mano de obra barata, además de ser productores de bienes salario para la mano de obra barata explotada por la burguesía nativa e imperialista. Sin esta fuente de subsistencia para los obreros, difícilmente podrían estos vivir con el mísero sueldo que reciben en las empresas en que laboran.

        Otro aspecto que se puede mencionar de las tretas de la burguesía imperialista está dado por la forma en la que se llevó a cabo la operación de traspaso del proyecto minero Las Bambas a la empresa china MMG.

“Las Bambas: La operación oculta de la mina más cara del Perú
En un solo día. En julio del 2014, una offshore de Glencore vendió la mina Las Bambas, el proyecto cuprífero más importante, a un consorcio chino por US$ 7,000 millones. Por la transacción la compañía pagó al Estado peruano un impuesto a la renta por debajo de las expectativas. Convoca.pe accedió a documentos del bufete Appleby, como parte de la investigación global Paradise Papers, que revelan que US$ 2,400 millones de esa transacción se movieron en un complejo esquema tributario que incluyó ‘préstamos intragrupo’, una práctica de las grandes empresas para eludir obligaciones tributarias. Todo en 24 horas.”5

Uno de los argumentos de la burguesía peruana es el de la importancia de la inversión extranjera minera para nuestra economía. Veamos pues cual es la verdadera situación de la inversión minera extranjera y cuál es su impacto en nuestra economía:

“Pese a que en el Perú se viene incrementando de manera significativa la producción minera, ello no produce un mayor aporte tributario. De hecho, el sector minero redujo su aporte a la recaudación del IR: mientras que en el año 2007 representó el 50.9%, apenas supera el 4.6% actualmente. En términos agregados, el aporte del subsector minero al total de tributos recaudados por el Estado peruano también se ha ido reduciendo: luego de una contribución pico de 24.7% en el 2007 (debido a la alta cotización de los precios de los minerales), en la actualidad presenta un nivel de aporte de 5.4%.

Un tema adicional preocupante en el actual contexto es constatar que, desde el año 2015, la autoridad tributaria viene devolviendo a las empresas mineras más dinero de lo que estas aportan por tributación. Esto ocurre por los denominados ‘saldos a favor del exportador’ y las devoluciones del IGV a las empresas.”6

Como se puede apreciar, la lucha de los comuneros no se reduce a cuestiones particulares. Estas luchas corresponden a la defensa de sus derechos, como por ejemplo, el de no ser afectados en el uso de sus recursos que le permiten llevar a cabo sus actividades económicas. Otro aspecto de esta lucha se refiere a, en representación de la nación, exigir de la empresa el pago, aunque bajo una forma particular y social a la vez, como aspiraciones colectivas de los comuneros, pero como comunidad particular, del valor de las tierras afectadas. Asimismo, la exigencia del financiamiento por parte de la empresa MMG del traslado de la zona original a lo que hoy se llama Nueva Fuerabamba. Igualmente, la exigencia de que, o bien se construya el mineroducto como estaba en el Estudio de Impacto Ambiental original, o que en su defecto se pague una compensación por el uso del camino que atraviesa la comunidad. Por último, aunque con esto no pretendemos agotar el contenido del conflicto, el reclamo del cumplimiento de los 17 acuerdos.

        Así pues, en la lucha de los comuneros de Fuerabamba se compendia la lucha de todas las comunidades que son afectadas por las actividades extractivas, entroncando esta lucha particular con la lucha general del pueblo peruano contra el imperialismo.
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